Hay días en los que el blush no parece suficiente para dar color a la piel de nuestro rostro, ya sea por el atuendo que estamos usando o si queremos un makeup para una ocasión específica. Los polvos bronceadores son la solución a este dilema y usarlos da una vista distinta a cualquier ‘beauty look’.
Conoce para qué son y cómo aplicarlos para lograr un aspecto impecable.
Polvos bronceadores, qué función tienen
Como su nombre lo indica, los polvos bronceadores están diseñados para crear en la piel un efecto de mayor color, similar al que resulta con el bronceado. Usualmente tienen presentación compacta o en perlas, cuyo color se desprende al entrar en contacto con la superficie.
Hay también versión en crema, ideal para quienes tienen piel con tendencia seca. En cuanto al color, están disponibles en diversas tonalidades aunque el propósito sea el mismo, debido a que para conseguir resultados satisfactorios es necesario encontrar el que mejor vaya con nuestro tono y subtono de piel.
Dar un efecto bronceado no es su única función, puesto que también permiten crear perfilados y contornear las facciones del rostro, dependiendo de lo que se quiera lograr, que puede ser afinar la nariz, resaltar los pómulos o armonizar el rostro. Asimismo, algunos incluyen brillo para aportar la parte del iluminador y potencializar sus resultados.
Encuentra las perlas bronceadoras perfectas para ti y aplícalas
Usar los polvos bronceadores indicados para nuestro tipo de piel facilita su aplicación, ya que de esta manera el color se fusionará con el tono de manera sencilla. Aunado a que la compatibilidad de tonalidades interfiere con los resultados que tendrán las perlas y que usualmente las versiones demasiado oscuras no benefician, ya que a diferencia del contorneador, el polvo no se difumina por completo.
Si quieres un tono que dé a tu rostro vitalidad, intenta con la técnica ‘sunkissed’, que pretende conseguir la apariencia que deja por sí mismo el sol de manera natural. En lugar de utilizar blush, el producto predilecto para este propósito, prueba con un bronceador y aplica firmemente en la zona de mejillas y nariz, mientras que en el metón y frente puedes dar solo algunos toques.
El truco para encontrar cuál va más contigo es basarte en tus productos del diario, principalmente base y compacto, eligiendo alguno que sea de máximo dos tonos más arriba que ellos. Finalmente, presta atención a la brocha que usarás para “broncearte”, pues el tamaño incorrecto también puede darte un makeup poco satisfactorio al dejar marcas o rastros notorios; la recomendada es una de tipo abanico, que logre esparcir correctamente los polvos.
Recuerda que antes de usar los polvos bronceadores deberás preparar tu piel, siendo este uno de los últimos pasos en tu rutina de makeup. Ahora sí, estarás lista para lucir una piel llena de color a cualquier hora y sin necesidad de pasar horas bajo el sol.
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