Pre-shampoo, la rutina que debes probar para una melena saludable

Erróneamente, se piensa que el pelo no requiere de mayores cuidados más allá de la limpieza y el mantenimiento. Esto no es del todo cierto, pues aunque las melenas no requieren de tantos productos, como ocurre con la piel, sí necesita que se le dé un tratamiento profundo que garantice su estado de salud, los cuales van desde el recorte periódico de las zonas maltratadas, hasta la aplicación de herramientas como el pre-shampoo.

Conoce más sobre este producto que cambiará por completo el estado de salud en tu cabellera.

Qué es y para qué funciona el pre-shampoo

Tal como lo dice su nombre, el pre-shampoo es un producto que se aplica antes de que el pelo sea lavado. Se podría decir que es una especie de “preparación” para la rutina de limpieza, por lo que es posible usarlo dentro de la ducha, o bien, antes de humedecerlo por completo.

Su uso se ha vuelto una necesidad para ciertos tipos de cabelleras y ambientes, puesto que inevitablemente, el pelo absorbe la suciedad que hay en el aire y lugares a los que acudimos, lo que no solo dan la sensación de estar “grasoso” y verse ópaco, sino que van debilitando la estructura capilar.

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Cómo elegir el tipo de pre-shampoo adecuado

No existe un manual a seguir con las indicaciones para tener el pre-shampoo perfecto, y es una elección que más bien depende del tipo de pelo, condiciones en las que se desenvuelve, si está decolorado, con qué frecuencia se somete a tratamientos químicos, entre otros factores que serán el indicativo a seguir.

1. Mascarillas hidratantes

Si lidias con una melena seca y deshidratada, suma a tu rutina la aplicación de mascarillas hidratantes a modo de pre-shampoo. Puedes elegir alguna de las alternativas comerciales disponibles en el mercado o preparar una tú misma con ingredientes naturales, teniendo como objetivo principal la inclusión de agentes que devuelvan la vitalidad a tu melena, como la biotina o vitamina A.

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2. Exfoliantes para cuero cabelludo

Utiliza un pre-shampoo que exfolie y “barra” con las impurezas alojadas en tu pelo y sus poros, para que el paso siguiente se dedique plenamente a limpiarlo en su totalidad y así al secarse luzca revitalizado. Considera que algunos químicos podrían alterar el color de tu tinte o modificar levemente su estructura si llevas tratamientos como alisados o bases.

3. Soluciones con reconstructores

Reparar una melena dañada es complicado, más no imposible, únicamente se requiere de constancia y dedicación para ir devolviendo el pelo a su estado saludable. Es posible encontrar alternativas en formato de sueros, cremas, espumas o aceites, elige la que más acomode a tus necesidades.

Recuerda corroborar que los ingredientes añadidos sean aptos para uso capilar, evitando aquellos con exceso de sodio y sulfatos, sustancias que perjudican significativamente el pelo y su estructura. De igual manera, restringe la aplicación de cualquier producto nuevo si sigues algún tratamiento médico específico.

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