Cuando nos compramos unos zapatos nuevos, lo primero que queremos hacer es estrenarlos. Pero a veces se nos olvida que al tener zapatos nuevos, pueden llegar a estar duros o nos pueden lastimar, sacándonos ampollas, ya sea en el dedo meñique o en el talón. Por eso aquí te daremos unos trucos para arreglar zapatos incómodos.
Estos tips son sencillos, pero pueden mejorar muchísimo tu experiencia en esas primeras puestas o incluso con esos zapatos que nunca “quisieron” amoldarse.
¿Por qué duelen los zapatos nuevos?
De acuerdo con un artículo de Chic Pedi, el hecho de que muchos zapatos nuevos te puedan lastimar es porque el material es rígido e inflexible, además de que los zapatos tampoco están moldeados a la forma de tus pies. Eso significa que pueden tener áreas estrechas, bordes duros y una rigidez general que resulta incómoda.
Si usas esos zapatos con regularidad, comenzarán a estirarse y aflojarse, además de adaptarse a la forma de tu pie. El problema es que este proceso de degaste puede ser incómodo y en muchos casos crear ampollas dolorosas.
Trucos para arreglar zapatos incómodos
1. Que no resbale
Según un artículo del sitio web Brightside, cuando compras un nuevo par de zapatos los pocos minutos que pasas en la tienda para probártelos a veces no son suficientes para saber si tendrán una plantilla resbaladiza.
Si esto te pasa, pega una curita en la plantilla. De esta manera, la superficie áspera de la curita ayudará a que el pie no se resbale.
2. Cojín para zapatos grandes
Si tienes unos tacones que te quedan grandes, una manera de arreglarlos es llenando un poco el espacio para los dedos de los pies, acolchando ese espacio con bolas de algodón o incluso con papel higiénico.
Recuerda que es importante quitar ese “acolchonado” una vez que dejes de usarlos; de lo contrario, arruinará tus zapatos haciéndolos oler mal, además de que se volverá incómodo.
3. Lija tus zapatos
Sabemos perfectamente que la idea de lijar un poco tus zapatos por la parte inferior suena agresivo y absurdo, especialmente si son nuevos. Pero, créenos, puede valer la pena.
Este truco te sirve para evitar accidentes al resbalarte con unos zapatos nuevos, pues puede darte mayor tracción en ciertas superficies por donde caminas.
4. Estíralos con agua
Uno de los método más simples para estirar los zapatos en casa es llenar dos bolsas de plástico con agua hasta la mitad, meterlas en los zapatos donde necesitan estirarse y guardarlas en el congelador. A medida que el agua se congela, se expandirá el zapato.
Otra opción para estirarlos es meter varios pares de calcetines enrollados (hasta que ya no quepan más) y dejarlos toda una noche ahí.
5. Toallas sanitarias
Tal vez no se te había ocurrido, pero puedes crear pequeñas almohadillas y mejorar muchísimo la superficie de unos tacones duros con un par de toallas sanitarias.
Esto te ayudará a que tus pies no sufran.
6. Envuelve tus dedos
Aquí hay otro tip para evitar dolor cuando uses unos tacones nuevos. Envolver en cinta adhesiva tu tercer y cuarto dedo (contando desde el pulgar) es útil para aliviar la presión en una zona del pie que puede provocar dolor. Si usas zapatos abiertos, puedes recurrir a cinta color nude, no blanca.
¿Qué otros trucos para arreglar zapatos incómodos te sabes?
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