Estoy a un mes de cumplir 39, la antesala de los 40, de subir un “piso” más en la edad y en la experiencia. Les confieso que no sé si estoy lista para llegar a ese momento, así que pienso disfrutar con todo mi último año de treintas.
Pero mientras eso sucede me puse a pensar que en realidad me encuentro en la mejor de mis etapas en todos los sentidos. Yo no creo que los 40 sean los nuevos 30, son los 40 y eso está bien.
Es maravilloso llegar a esa edad con tantos sueños cumplidos y con más por cumplir, no tenemos porqué sentirnos agobiadas por la presión social de envejecer, es un proceso natural y cada etapa debemos gozarla.
Regresando a la reflexión de que en este umbral entre el final de los treintas y el inicio de los cuarentas todo se pone más interesante y sabroso, mis amigas y yo nos dimos cuenta de que en este momento podemos ser colágeno y sugar mommy a la vez.
En ambos casos ganamos como siempre, como dice Santa Belinda. A nuestra edad nos volvemos mujeres interesantes para los jóvenes entre los 20 y los 25 que buscan experiencia y NOSOTRAS ganamos un “refresh”.
Pero también nos volvemos atractivas para los mayores de 50 que ya pasaron por nuestra edad y saben que estamos en nuestro mejor punto sexual para seguir sumando experiencias.
En esta etapa nos conocemos mejor, así que por ello podemos experimentar relaciones con mayor calidad tanto de pareja como sexuales. Y es justo el momento clímax en la vida sexual de una mujer, pues llegando a los 50 el deseo disminuye.
Esto ocurre porque nuestro cuerpo se prepara para la siguiente etapa, la de la menopausia; sin embargo, que el deseo sexual baje no quiere decir que se acabe.
Ya en otra columna les hablé sobre el clítoris, que no envejece como nuestro demás organismo, así que los orgasmos estimulando este órgano son igual de placenteros a los 20 que a los 80. Si te la perdiste, AQUÍ puedes leerla.
Y para terminar de reforzar mi reflexión están los resultados de un estudio realizado por la app anticonceptiva Natural Cycles, que reveló que los 36 son la edad en que las mujeres tenemos el mejor sexo de nuestras vidas.
Esto se relaciona con la confianza, el conocimiento y el nivel de líbido de nuestro cuerpo durante esta edad. ¡Qué vivan los treintas! Espero que sigamos siendo tribu para poderles contar mis experiencias al entrar al cuarto piso.