Si tuvieras que enumerar del 1 al 5 a las personas más importantes de tu vida, ¿a quién pondrías en primer lugar? La respuesta correcta es a ti. Mujer, grábatelo: tú eres el amor de tu vida y por ello el amor propio es tan importante y hay que cuidarlo como a una planta.
No es cliché o lugar común que digan que si no nos amamos a NOSOTRAS es imposible que los demás lo hagan, porque cuando el amor propio es grande se expande hacia los demás.
Las mamás que pusieron a sus hijos en el número 1, entiendo por qué lo hicieron -ese amor no está en discusión-; sin embargo, también deben amarse primero pues si no se cuidan, cómo van a estar bien para criar a sus pequeños y, principalmente, cómo van a enseñarles a amar.
El amor propio, o autoestima como lo llama la psicología, es la relación más importante que tenemos NOSOTRAS mismas y es la base para tener una vida feliz, porque no se trata de sobrevivir sino de gozarla rico.
Vas a encontrar varias definiciones de amor propio, pero para mí es: cuidado, respeto, límites, apapacho, merecimiento y prioridad.
Sin embargo, nadie nos enseña a procurarlo, todo lo contrario, nuestra cultura nos confronta con estándares de estética y de conductas y nos pone a competir con los demás, lo cual nos hace olvidar que el focus siempre somos NOSOTRAS.
Este amor se construye día a día y no hay receta para lograrlo, pero quiero compartirte de mujer a mujer lo que para mí es cuidar de una misma y que lo he aprendido de las experiencias más duras de mi vida.
Estos son mis 10 mandamientos del amor propio:
1.No te autoexigirás: No te compares con nadie de ninguna manera. Aprende a descubrir tu autenticidad y a amarla. Haz una lista de tus talentos, de lo que más amas de ti y a eso sácale provecho.
2. No te conformarás: Cuando sientas que estás recibiendo migajas de los demás, ya sea en una relación personal o laboral, no te quedes allí. Recordar lo que quieres y lo que vales no te permitirá aceptar menos.
3. No sobrepensarás: Darle vueltas a un asunto solamente te drena energía, además de que genera estrés y ansiedad. No te autosabotees, tu paz es antes que todo y no es negociable.
4. No stalkearás: Revisar la vida de otra persona por incertidumbre, admiración u obsesión atenta contra el amor propio, así que no te lo hagas. Yo sé que es fácil caer en la tentación, pero si comienzas a volverlo un hábito se quedará en tu vida y eso te sumará bienestar y tranquilidad.
5. No rogarás: A nadie le pidas amor o atención, ninguna persona lo merece ni aunque tenga el mismo apellido que tú, te fascine o tenga muchos ceros en su cuenta bancaria.
6. Sí te validarás: No te canceles. Todos los días date tiempo de decirte lo importante que eres; también puedes escribirlo, este ritual es uno de los mejores consejos que puedo darte y verás cómo comienza a cambiar tu energía y tu vida.
7. Sí te pondrás como prioridad: Para funcionar debemos estar bien. Si hay cosas que no te late hacer, no las hagas, no tienes que complacer a nadie en contra de tu voluntad. Cuando empiezas a dejar de darle gusto a los demás, te sientes más feliz.
8. Sí te cuidarás: Es fundamental que cuides tu salud física, emocional y espiritual, de la forma como lo decidas pero invierte tiempo y dinero en ello. Realiza actividades que te lleven a mantener un bienestar integral.
9. Sí creerás en ti: Si tú misma no te das la confianza que mereces, cómo esperas que los demás vean lo maravillosa que eres. Eres tu fuerza.
10. Te amarás incondicionalmente: Enamórate de ti cada día, consiéntete, diviértete y disfrútate. Como dice Miley Cyrus en su himno al amor propio: cómprate flores, llévate a bailar, habla contigo misma, llévate a comer… No le temas a la soledad y eso también hará que no te conformes y aceptes “lo que caiga”.
¿Cómo se ve una mujer que se ama?
- Feliz. Contagia las ganas de querer ser como ella, es inspiradora.
- Segura. No se arrepiente de nada porque sabe que todo lo que ha vivido es aprendizaje y lo agradece.
- Humilde. Acepta sus errores y trabaja para mejorarlos y cada día lograr ser su mejor versión.
- Poderosa. Hace las cosas que ama y no se deja intimidar por nadie.
- Honesta. Es congruente lo que dice, lo que hace y lo que piensa.
- Positiva. Aunque haya malos días no se deja caer. Ella misma se echa porras.
- Fuerte. Porque ella es su centro y sabe que nadie puede derrocarlo.
- Ligera. Porque a pesar de tener preocupaciones no deja que sean más grandes que ella.
- Agradecida. Porque al amarse tanto se sentirá satisfecha.
- Hermosa, se ve simplemente hermosa.
Esta columna ha sido un ritual para recordarme que si los demás no me dan lo que merezco y necesito, entonces no quiero nada y que mi mundo no se detiene por eso pues me tengo a mí.
Nos leemos el próximo viernes, tribu morada.