¿Sólo existe un amor de tu vida?

Cuando hablamos de amor romántico hay una infinidad de posibilidades y de interrogantes, pero también de certezas aprendidas que son puras patrañas, como que en la vida sólo existe un amor. 

“El amor de mi vida”, es una etiqueta que solemos usar y que a veces encasilla más que un concepto. Puede encasillar dolor y nostalgia por un ser amado ausente, lo cual atasca a las personas. 

Ese es el motivo por el que hoy decidí escribir sobre este tema, pues me reencontré con una amiga que es el mejor ejemplo de lo triste que es vivir creyendo todo lo que nos dicen que debemos sentir. 

Ella viene de una familia en la que no existen los divorcios, todas las mujeres de su dinastía se casan con el amor de su vida hasta que la muerte los separe, por lo que ella sólo deseaba vivir esa misma historia, pero la fórmula se le alteró. 

Conoció a un chico, el indicado, decía. Un hombre que, como ella, venía de una familia con costumbres muy arraigadas, en la que el matrimonio lo es todo y es el sacramento más sagrado. 

“Guapo, de buen apellido, trabajador y con valores”, es como ella lo describe. Realmente se enamoraron hasta el tuétano, tuvieron una historia de amor linda e intensa, como las que se suelen tener entre los 15 y los 25 años. 

Foto: NoName_13 / Pixabay

Con él decidió que iba a ser su primera vez, pues tenían planes de estar juntos toda la vida porque eran el amor de su vida mutuamente. 

Pero cuando él comenzó su vida laboral, se le abrieron todas las posibilidades que el mundo tiene y que lo “tentaron” a probar, así que decidió terminar su noviazgo con mi amiga. 

¿Qué pasó? Que comenzó un dramón. Por supuesto que ella quedó destrozada de que se le derrumbara su certeza de un amor de la vida para siempre y él, aunque intentó acompañar ese duelo de la mejor manera, estaba convencido que necesitaba conocer, probar y descubrir algo distinto. 

Él no fue patán; sin embargo, el irse de a poquito o el estar presente pero no como pareja de mi amiga sólo hizo que ella se confundiera y se aferrara más a la idea de que sí era el amor de su vida. 

Desde entonces mi amiga se quedó con el corazón “congelado” y no ha vuelto a entablar otra relación de pareja con nadie, han pasado más de 10 años de eso. Detuvo su vida y los sueños que tenía por seguir esperando que “el amor de su vida” regrese con ella. 

Mientras que su ex novio tuvo varios noviazgos durante este tiempo y actualmente está en una relación seria, viviendo con su actual pareja y con planes de tener hijos. 

Aunque le diga a mi amiga una y otra vez que no existe sólo un amor de la vida, que puede volver a enamorarse otra vez y cumplir sus sueños de casarse y formar una familia, se aferra a que jamás volverá a sentir tanto.

Y como esta historia de mi amiga hay un montón similares, al menos en mi generación o en la de nuestras mamás y abuelas, así que para romper con ese miedo de que se nos “gastó el cartucho” al enamorarnos por primera vez, se me ocurrió hacer una lista de razones que comprueban que en la vida podemos tener más de un amor romántico.

Foto: Imagen hecha con IA

¿Por qué no sólo existe un amor de la vida?

  • La complejidad del ser humano: Somos seres emocionales, intelectuales y espirituales complejos, con necesidades y deseos cambiantes y eso incluye el enamoramiento.
  • La diversidad de experiencias: Nuestras vivencias y encuentros con diferentes personas enriquecen nuestra perspectiva y pueden despertar nuevos sentimientos indistintamente.
  • El crecimiento personal: Cambiamos y evolucionamos a lo largo de la vida, lo que puede llevar a tener nuevas conexiones y, por lo tanto, amores.
  • La libertad de elección: Tenemos la capacidad de elegir con quién compartimos nuestra vida y esta elección se renueva todos los días. 
  • La naturaleza cambiante del amor: El amor puede transformarse y evolucionar con el tiempo o terminarse. 
  • El amor es subjetivo: El amor es una experiencia personal y subjetiva y no hay una definición única o universal.
  • Las probabilidades estadísticas: Si no te has convencido, vamos a los números porque esos nunca mienten. Con más de 8 mil millones de personas en el mundo, es improbable que solo haya una persona (amor) para cada uno.
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Foto: Pixabay

El amor que sentimos por nuestras diversas parejas no es igual uno al otro y no debe compararse, puede que unos sean más intensos, largos o sanos que otros, pero no hay uno absoluto.

Y creo que hasta que estemos en nuestro lecho de muerte podremos saber quiénes fueron nuestros verdaderos amores de la vida. 

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