Amor, amor, amor. Escuchamos mucho el quiérete, ámate, ama a otros, encuentra una pareja… Pero, ¿qué es realmente? ¿Por qué el amor?
Para mí el amor es valorar, conectar, confiar, estar en paz y plenitud. Es dar sin esperar recibir y al mismo tiempo recibir más amor. Es algo que se da y crece por instantes, donde sembramos el amor crece el amor, donde ponemos amor se multiplica y creo que con él todo se puede. Sí, todo se puede. Se puede por amor a crear, a crecer, a jugar, a ver, a estar. Cuando la intención se hace desde el amor entonces la luz brilla sin parar.
Podemos compartir amor con quienes conocemos y con quienes no, con nosotras y hacia nosotras. Para mí una gran manera de dar amor es con una sonrisa. ¿Te ha pasado que estás de malas y en la calle alguien te regala una sonrisa? Ahí está ese amor que te ilumina en el momento.
Compartirlo nos permite generar empatía, si entendemos que todos hacemos lo posible desde el amor entonces entendemos el camino de cada quien, empatizamos y también nos permite dar la mano sin juicio, con el fin de expandir y no restar.
También creo que no podemos compartir lo que no tenemos, es por eso que el amor empieza en nuestro corazón, en tu corazón. El amor y plenitud propios es donde empieza a crecer esa semilla de fuerza imparable que crece y se expande por todos lados, en cada acción que realizamos.
Comenzar dándote amor
¿Y cómo me amo? Para esa respuesta primero te pregunto, ¿cuándo fue la última vez que te miraste a ti? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por ti? ¿Algo que te hiciera sentir en calma y compañía contigo?
Empecemos por amarnos a nosotras infinito y es ahí donde podemos crecer y multiplicar ese amor. Hoy te invito a regalarte una flor, una carta, una sonrisa y recibirla desde el corazón para el corazón. Te invito a que cierres tus ojos, visualices tu corazón frente a ti, cómo está: color, tamaño, forma. Envíale amor, en forma de imágenes, luz, caricias, palabras, observa cómo cambia, cómo se siente. Realízalo por 5 minutos. Después observa cómo está ese corazón, si cambió en algo como tamaño, color o forma. Al terminar dibuja ese corazón y abrázalo. Abrázate y reconoce cómo tú tienes el poder de llenarte de amor y así poder compartirlo.
Hoy te digo, te amo, te veo y te honro. Te comparto amor desde el fondo de mi corazón y a Paulina le digo, gracias, gracias por la compañía y darme la mano.
Hoy me abro al amor, a dar y recibir sin límite, a sembrarlo donde no hay y crecerlo donde sí hay.