La nueva era de Barbie

Solo si vives debajo de una piedra no sabes que el estreno de “Barbie” fue el pasado 20 de julio. El alboroto no solo ha sido en cines, sino también en medios digitales, en tiendas, en el súper y hasta en restaurantes o todo tipo de servicios. ¡”Barbie” está en todos lados! Seguro, si se lanza de presidenta, gana.

Cómo ha cambiado la imagen de Barbie

Desde su creación, la muñeca ha sido un fenómeno mundial. En los 2000 empezó a perder relevancia y furor por temas de estética y mensaje, un nuevo tipo de feminismo tomó el discurso y se satanizó a la muñeca por mostrar un “modelo” de mujer inalcanzable que había “dañado” a generaciones enteras. El daño estaba hecho y se veía casi imposible un ‘comeback’, aunque el equipo de mercadotecnia se desvivió por décadas por crear un nuevo discurso, nuevas profesiones, muñecas más inclusivas, más personajes con cuerpos diversos y características más reales.

La marca enfocó esfuerzos en que las nuevas generaciones se identificaran con el personaje: parece que la revelación mayor llega con esta película, en donde el discurso a las generaciones lesionadas cambia totalmente y reivindica a la muñeca para convertirla en una mujer no tan perfecta.

La película no es para niños, tiene clasificación 13+ así que justo nos habla a las generaciones X, millennials y también a ‘baby boomers’ perdidos. Siento que es su forma de pedirnos perdón por el daño, aunque ya cada quien lo ha ido resolviendo como ha podido (o no).

Ahora bien, aunque la película no es para niños claro que va a impactar de facto a estas generaciones al hacer las paces con las más grandes y buscar una nueva narrativa para las nuevas.

Furor total

Hemos visto productos de Barbie hasta en la sopa y, literal, el equipo de mercadotecnia de Barbie se ha dado a la misión de segmentar para todas las edades, culturas, presupuestos, y gustos, ¡no se les fue una! Es impresionante y seguro será caso de estudio por su éxito y alcance.

Todos pueden tener un producto Barbie, desde Zara hasta Chanel, pasando por refrescos y productos accesibles hasta rentar la “Casa de Barbie” para un fin de semana… experiencias imersivas como en El Palacio de Hierro y la venta de los patines oficiales de la película. Todos tienen un producto con el que se pueden identificar y todos son sold outs exitosos.

Personalmente yo tengo mi dualidad con Barbie y ahorita ya no puedo ver una cosa más rosa o de ella en redes porque ya me brinca el ojo, me voy a esperar unas semanas a que baje el furor para ir a ver la película (sin palomitas rosas) y ya les cuento mis impresiones. Amo a Barbie, no me lo tomen a mal, y de hecho creo que una de las razones por las que sabía que tenía que ser fashion stylist es por que pase muchos años haciendo y deshaciendo looks de muñecas, fue una inspiración para mi.

Con cariño,
Gina

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