Los amigos son la familia que sí elegimos, los hermanos del corazón, son complicidad, apoyo, inspiración, aventuras, compromiso, confianza, fraternidad, lealtad, comprensión, contención, paz, risas y mucho amor.
Pero existen amistades que pueden llegar a rompernos el corazón, es normal que el vínculo se transforme porque las personas evolucionamos y puede que en ese proceso ya no seamos compatibles, así que cuando esto se convierte en una relación tóxica, lo mejor es alejarse. Eso está bien, es parte del bienestar de ambas personas.
Las amistades también pueden tener fecha de caducidad, aprendamos a normalizar eso y a siempre cuidar nuestros vínculos por nuestro bienestar emocional. No nos aferremos a un amigo que comienza a restarnos solamente porque sentimos feo cortar el lazo.
No es necesario el drama al trascender estos vínculos, simplemente se trata de aprender a agradecer el tiempo compartido y alejarse de lo que ya no suma. No es un duelo sencillo pero sí necesario. Lograrlo te hará sentir más madura y tranquila.
A este tipo de amigos los identificas porque te roban la paz, puede ser que comenzaron a cambiar de un momento a otro o que siempre fueron así y no te diste cuenta antes, pero como sea el caso, son red flags de la amistad.
Tipos de amigos que son tóxicos:
- Amigos ghosting: Son los que saben perfecto que la relación ya no da para más pero en vez de enfrentar la situación como personas adultas, prefieren huir, algunos puede que tomen la decisión de bloquearte sin previo aviso y sin una despedida y otros simplemente están en tus contactos pero no vuelves a saber de ellos jamás.
Si bien cortar esas relaciones tóxicas es sano, no es sencillo despedirse, pero la amistad lo vale y es una mejor manera de comenzar el duelo.
Si a ti te pasó esto, no vivas stalkeando o quebrándote la cabeza pensando por qué tu amigo no pudo decirte adiós, agradece la complicidad que tuvieron y continúa, enfócate en las amistades que sí te dan vida.
- Amigos víctimas: Estas personas te drenan la energía con sus historias dramáticas. Comienzan a hacerte sentir culpable con reproches como: que no los escuchas, que ya no los entiendes, que ya no estás con ellos como antes.
Es evidente que algo cambió entre ustedes, que lo que los unía ya no existe, por ello es mejor dar un paso al costado. No eres tú quien los ayudará con sus problemas, creéme.
- Amigos quejumbrosos: Son personas infelices y entonces todo en su vida es una queja porque están enojados. Tú puedes escucharlos, apoyarlos, tratar de comprenderlos, pero sin darte cuenta ya te están robando paz porque te hacen angustiarte con sus problemas.
No es normal que todo en su vida sea un lamento y que la vida nunca les sonría. Y precisamente como están en una etapa de infelicidad, necesitan muchísima atención. Si notas que no acuden por ayuda real o que no sólo es una mala etapa en sus vidas, esta constante hará que su relación se convierta en enfermiza.
- Amigos pasivo-agresivos: Son los que te critican pero te dicen que lo hacen por tu bien, porque te quieren; sin embargo, nadie tiene derecho a juzgarte o a hacerte sentir mal ni aunque lo hagan en supuesto nombre de la sinceridad. Los amigos son tu red de apoyo, no tus verdugos.
Los pasivo-agresivos todo el tiempo te hacen sentir culpable, tratan de controlarte, se la pasan juzgándote y, lo peor, no son capaces de aceptar sus errores, pareciera que su misión es tirarte hate. Es muy cansado estar aguantando a un amigo así, no hay necesidad.
- Amigos narcisistas: Son las personas que nunca pueden pensar en el otro, no importa lo que les estás contando, terminarán diciéndote que ellos también pasaron por algo así y entonces te anulan. También son los que minimizan tus problemas o preocupaciones, te tachan de exagerada. Y como sólo piensan en ellos, es muy complicado establecer un vínculo sano.
- Amigos a medias: En la fiesta, en los buenos momentos sí están, no fallan y la pasan increíble, pero cuando la vida se pone difícil y los necesitas, te dejan sola. Algunos de sus argumentos para justificarse es que no saben cómo acercarse a ti, pero si son amigos, ¡de qué me hablas!
Cuando sabes que a un amigo se le cayó la vida, aunque no te lo pida, uno debe estar con él, apoyarlo y acompañarlo porque eres quien mejor lo conoce, por lo tanto, sabes que te necesita.
Pero si notas que ni un mensaje para saber cómo estás te llega de ellos, su vínculo no es tan especial como creías. Sé que romperán tu corazón, pero te aseguro que en esos momentos duros te sorprenderás quiénes sí están contigo en todas.
- Amigos que no han ido a terapia: Pueden tener algunas de las características anteriores y tú has intentado ayudarlos pero no eres la persona indicada o ellos mismos no comprenden que tienen un problema emocional, así que van por la vida lastimándose y lastimando a los demás.
Cuando entablas una amistad con una persona sana lo notas porque te carga la pila, te hace sentir en un lugar seguro y te da una confianza y complicidad absoluta, pero cuando lo haces con alguien tóxico, se nota más porque todo el tiempo te sientes mal.
Dicen que entre más envejecemos con menos amigos nos quedamos, no sé si esto sea cierto pero entre más avanza mi vida he comprobado que mejoran las amistades que conservo, es decir, prefiero la calidad que la cantidad. Y lo que no me queda duda es que un amigo es a quien le llamarías primero si tienes una emergencia porque sabes que va a correr por ti.
Tú sé una buena amiga y eso también incluye hablar con tu amistad que te está lastimando y si es necesario, despedirte de ella y trascender ese vínculo.
Soltar una amistad que siempre fue mala o que se convirtió en un vínculo que duele es uno de los mayores actos de amor propio y, por lo tanto, siempre será una buena decisión.
Esta columna quiero dedicarla a mis amigos con los que un día lo compartí todo pero que hoy nos encontramos en caminos distintos, porque me enseñaron a madurar y a transformar el vínculo de la amistad. Siempre tendrán un lugar muy especial en mi corazón y no importa el tiempo, mi mayor deseo será que estén bien.