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Categoría: Opinión
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El dinero, sin duda, no es el tema más romántico para discutir en una primera cita. De hecho, para la mayoría de las personas, es un tema que sigue siendo tabú y que es muy común evitar a toda costa hablar de dinero con tu pareja.
Sin embargo, investigaciones demuestran que las parejas que hablan abiertamente sobre dinero tienden a ser más felices en sus relaciones. Entonces, ¿por qué no empezar hablar de finanzas personales desde el principio de tu relación?
¿Cómo hablar de dinero con tu pareja?
Es completamente entendible que hablar de dinero pueda ser incómodo, pero es crucial para establecer una base sólida en cualquier relación. Aquí hay algunos consejos sobre cómo abordar este tema en diferentes etapas de tu relación.
En la primera cita
La pregunta común sobre quién paga en la primera cita puede generar ansiedad. En muchos lugares, existe la tradición de que el hombre pague, pero las normas están cambiando.
Algunas personas prefieren dividir los gastos, mientras que otras valoran más la cortesía de que uno invite. La comunicación clara puede despejar cualquier malentendido. Una simple frase como “Yo invito” puede aclarar las cosas desde el principio.
Cuando estás conociendo / saliendo con alguien
En las primeras etapas de la relación, hablar sobre dinero puede ser casual. Preguntas simples como “¿Estás ahorrando para algo?” pueden revelar mucho sobre las prioridades financieras de cada uno. Es importante superar cualquier tabú y permitir que la conversación fluya naturalmente.
Cuando la relación se vuelve seria
A medida que la relación progresa, es vital profundizar en temas financieros más serios. Discutir cómo cada uno gasta su dinero, sus deudas y planes futuros puede ayudar a evitar conflictos más adelante. Es esencial abordar estos temas desde un lugar de respeto y comprensión mutua.
En conclusión, hablar de dinero puede ser difícil, pero es fundamental para construir una relación sólida y duradera. Al normalizar esta conversación desde el principio, puedes evitar problemas financieros que podrían surgir en el futuro.
Recuerda, no hay respuestas correctas o incorrectas, solo lo que funciona mejor para ti y tu pareja. Entonces, ¿por qué no empezar a hablar de dinero desde hoy? ¡Tu relación podría ser mucho más feliz gracias a ello!
Desde que nacemos, en algunas familias se predispone a los hijos o hasta nietos a estudiar X carrera, o definir a qué nos vamos a dedicar de grandes. Por ejemplo, nací en una familia que se dedica a la agricultura y ganadería, y eso será para mí. O en una familia de abogados, o “en esta familia todos trabajamos la madera”, y así sucesivamente.
Todo eso nos da sentido de pertenencia a la tribu; sin embargo, ocasiona que a veces poco cuestionemos qué queremos nosotras. Adicional, la sociedad en la que vivimos nos influye y eso genera que por percepción nos dediquemos a algo que no resuena con nosotras.
También a la hora de elegir carrera (si la estudiamos) o de buscar un trabajo muchas veces se toma la decisión desde la idea de “cuál será un buen trabajo en cuanto a la paga”, y no desde “lo que más me gusta, expande y atrae”. Muchas veces escuchamos comentarios con “de eso te vas a morir de hambre” o “nadie te va a contratar si haces eso”. Todo ello, alejándonos de nosotras mismas.
El día que decidí cambiar mi carrera
Cuando elegí mi carrera empecé en ingeniería civil; al año me cambié a ciencias políticas y administración pública, y recuerdo todos los comentarios negativos sobre mi elección. Comentarios como “mejor estudia ingeniería y después trabajas en la política si quieres”, “ingeniería es una mejor carrera y más preparada”, y así puedo seguir. Todo ello claro que me hizo dudar mucho, pero seguí mi intuición y mi plan.
Después de hacer esa carrera y una maestría en seguridad en el extranjero, trabajar 7 años en el gobierno en puestos súper interesantes (bueno, para mí, claro), la vida dio vueltas y elegí cambiar de nuevo de rumbo. Esta vez para compartir el sound healing o terapia de sonido con más personas y ayudarlas a encontrar esa conexión interior que tenemos al calmar la mente, liberar estrés y ser más nosotras con el sonido de los cuencos.
Otro cambio drástico, un mundo muy nuevo para mí y para mi entorno, algo completamente fuera del estándar. Un emprendimiento y en torno a la transformación y sanación interior. Sin embargo, para mí parecía como si llevaba años en esto, muy familiar. En cada sesión me sentía más y más cómoda haciéndolo, como si mi cuerpo llevara años tocando los cuencos.
La pasión y el disfrute comenzaron a brillar cada día, siendo para mí una pasión y diversión, más que un trabajo. Sentí lo mismo que ese día que decidí por mí el cambio de carrera.
Conecta con el trabajo de tus sueños
¿Te ha pasado que tienes miedo el cambio de trabajo o carrera por miedo al qué dirán? ¿Te da miedo “fracasar” si te cambias de carrera o trabajo? ¿Eres feliz en ese trabajo al que vas diario? ¿Estás cómoda con el sueldo que recibes a cambio de tu trabajo o crees que vale más lo que aportas?
Todas estas peguntas te las dejo para reflexionar y conectar con el trabajo de tus sueños. No hay a nadie a quién complacer más que a ti, es tu vida y estamos aquí para ser felices.
Empieza por conectar contigo para saber qué es lo que buscas y deseas, para después poder ir haciendo un plan y tomar acción que te acerque cada día a ese trabajo ideal y felicidad en cada día.
Ser una mujer empoderada puede significar varias cosas pero creo que todas van a coincidir en “ser una mujer libre”.
El concepto de empoderamiento femenino surgió en 1995 durante la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing para definir “el aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones en todos los ámbitos de su vida y de su sociedad”.
Le pregunté a mujeres que me rodean, que admiro y que me inspiran, lo que a ellas las hace sentirse empoderadas y esto fue lo que me respondieron.
Soy Jessica y soy una mujer empoderada
“Me siento empoderada cuando me siento libre de decir, hacer, pensar, sentir, decidir, opinar, dar y exigir. Siempre con responsabilidad, pero al final libre y esto aplica tanto en mi vida personal como en mis negocios”, Jessica de la Cruz.
A Jessica la conocí en la universidad y es una de las mujeres que más quiero y admiro. Es una reina Midas de los negocios, sus ideas son brillantes por eso sus proyectos los convierte en un éxito. No quería trabajar por los sueños de los demás, así que se aventuró a emprender para vivir de los suyos. Hoy es una mujer que genera empleos.
Soy Leslie y soy una mujer empoderada
“Me siento empoderada cuando reconozco que soy capaz de alcanzar mis sueños más profundos, pero también cuando me permito ser frágil, cuando soy paciente conmigo misma y aprendo a lidiar con mis inseguridades.
“Me empodera amar y permitir que me amen, saberme poderosa y, al mismo tiempo, no le temo a reconocer mis miedos y mis tristezas. Me empodera saber que puedo fallar pero nunca voy a dejar de intentar”, Leslie Santana.
A Leslie la conocí por el ámbito laboral y con ella formé el mejor equipo de trabajo que he tenido hasta ahora. Admiro su pasión por el periodismo y su energía para hacer que las cosas sucedan. Es parte de mi tribu y cada que la veo me da mil años de vida.
Soy Xóchitl y soy una mujer empoderada
“¿Qué me hace sentir una mujer empoderada? El poder decidir sobre mí, sobre mi vida, el tener independencia económica, el hacerme responsable de mi salud física y mental, y así tener las suficientes herramientas para tomar mejores decisiones, no solo en lo profesional, sino en lo emocional.
“También el intentar con cada una de estas decisiones romper los paradigmas socialmente impuestos sobre temas relacionados con las mujeres, a pesar de lo difícil que es en un país con un machismo arraigado hasta el inconsciente.
“El buscar otras formas de organización social, como tener una red de apoyo, además de mi familia, a la cual poder acudir si lo necesito, y con la cual puedo compartirme y ser contenida, sin sentirme juzgada. El decidir que el éxito es tener una vida tranquila, estable y con más momentos de felicidad”, Xóchitl Díaz.
Xo es mi amiga desde la adolescencia y la admiro por su libertad, su fortaleza, su rebeldía y porque es la mujer más feminista que conozco desde antes de que en México se socializara este concepto. Desde que la conozco ha hecho lo que ha querido.
Soy Selene y soy una mujer empoderada
“Creo firmemente que el lenguaje crea y transforma, (no en vano soy periodista). Que la vida son decisiones y que nuestras pasiones nos hacen únicas. Mientras te reconozcas y estés dispuesta a abrazar tus debilidades y fortalezas, tienes mayor oportunidad de hacer realidad la vida que tienes proyectada.
“Puede sonar trillado, pero siempre hay alguien observando. A veces yo misma, orgullosa o crítica; mi niña interior u otra mujer que se refleja en mis pasos. No hay que perder la ocasión de hacer que tu voz se escuche.
“Sin duda las mujeres de mi familia son cruciales en mi vida, pero también mis amigas y mis compañeras de profesión. En ellas tengo un oasis de confianza, conocimientos, retroalimentación, aprendizaje y escucha continúa. Y es un honor hacer camino hombro a hombro en la vida”, Selene Alonzo.
Selene es mi colega, el mundo periodístico nos presentó y la he visto crecer, superarse, retarse y lograr sus metas. Quiero seguirla viendo empoderarse y siendo un ejemplo y estandarte para las demás.
Soy P y soy una mujer empoderada
“La independencia financiera es la clave. Saber que puedo tomar decisiones, comprar lo que quiera y pagar mis deudas gracias a mi esfuerzo y trabajo me da mucha alegría y paz”, P. Rodríguez.
Aunque estudiamos en la misma universidad, la vida nos volvió a presentar tiempo después. Ella me inspira porque pese a que la vida le ha cambiado la jugada por completo en varias ocasiones, encuentra la manera de siempre ganar el juego; además que es la mejor definición de mujer financieramente independiente.
Soy Eugenia y soy una mujer empoderada
“No sé si es empoderada… pero lo que me hace sentir poderosa son los grupos sororos con los que he tejido redes de amor y apoyo. Me siento acompañada y sostenida cuando me rodeo de mujeres fuertes y sensibles, guerreras y cuidadoras, ellas me hacen sentir que pertenezco a algo más grande que yo misma, eso me da capacidad y aliento para seguir adelante en cualquier circunstancia.
“Sin duda las amigas salvan vidas y yo he salvado y ellas me han salvado. Juntas somos superheroínas”, Eugenia Correa.
Eugenia fue mi jefa, una de las mujeres que creyó en mí y en mi trabajo y a la que le aprendí un montón de cosas. Admiro su profesionalismo, su inteligencia y su cultura, pero también su fortaleza para sacar adelante a sus hijos. Está criando a grandes hombres en los que tus hijas podrán confiar.
Soy Laura y soy una mujer empoderada
“¿Qué me hace sentir empoderada? Creo que lo resumiría en un verbo: decidir. Tener la capacidad y libertad de hacerlo. Decidir sobre lo que quiero o no en mi vida: desde lo más relevante hasta lo más cotidiano. Decidir si eres personaje, narradora, lectora o toda la jodida historia. Pensar-sentir-tomar mi decisión y aceptarla (y a veces también cambiarla).
“Considero que somos parte de una generación de mujeres que tienen una capacidad de decisión en muchas áreas, lo cual sería imposible sin la pelea que han dado miles de mujeres a lo largo de la historia. Valoro esa lucha y trato de honrarla”, Laura Islas.
Trabajé con Laura varios años y me enseñó cosas que me servirán toda mi vida profesional. A pesar de que no estábamos en el mismo equipo, siempre la sentí una aliada y una mujer admirable e inspiradora, de esas que quieres y necesitas en tu tribu.
Soy Silvia y soy una mujer empoderada
“Soy Silvia, tengo 38 años, soy médico especialista en Anestesiología con una maestría en Administración de Hospitales y Salud Pública. Mi amiga (autora de esta columna) me preguntó ‘¿qué me hace sentir una mujer empoderada?’
“La realidad es que nunca me lo había cuestionado, considero que he sido una mujer afortunada al vivir en esta época dado que mi ‘voz’ siempre ha sido escuchada, recuerdo que desde mi infancia mis opiniones eran tomadas en cuenta, no sólo por mi familia, sino por las demás personas con las que conviví como amigos o maestros.
“Al inicio me presenté con títulos como normalmente lo haría en congresos, ponencias o clases; pero ahora sólo quiero decir que soy Silvia y me siento una mujer empoderada por el simple hecho de ser una persona que reconoce su valor, que se hace escuchar y que ha cumplido todos los objetivos que se ha propuesto; aunque sigo trabajando por más, hasta ahora me siento satisfecha conmigo misma”, Silvia Ramírez.
A Silvia la conocí en la preparatoria, era una alumna brillante y desde entonces sabía lo que quería hacer en la vida, sus decisiones siempre han sido firmes y es la persona más coherente con sus decisiones. Es una de mis mejores amigas.
Soy Vanessa y soy una mujer empoderada
Yo me siento una mujer empoderada al ser independiente, al tomar cada decisión, al vivir en libertad y al lograr tener puestos laborales importantes que antes eran dominados por hombres.
Y a ti, ¿qué te hace sentir una mujer empoderada? Quiero leerlas porque al responder harán una reflexión hermosa sobre todo lo que han logrado.
Y pensar que hace cinco minutos estábamos contando los segundos para darle la bienvenida al 2024. Ya es abril, ya es primavera, se acabaron las vacaciones y toca regresar a la rutina. Amo la rutina, desde que cumplí 30 veo las cosas tan diferentes; y es que la vida te pasa factura de tus hábitos a la décima potencia.
Ya te pones a pensar si cenar pesado o no, porque puede que no duermas a gusto. Las desveladas cuando tienes hijos te las piensas no una, sino 10 veces. Valoras tanto estar en tu casa y escuchar esos piecitos corriendo a tu cama… Por eso haces todo lo que esté en tus manos para estar en paz y sentirte bien.
Todavía me acuerdo cuando mis amigas y yo salíamos jueves, viernes, sábado y todavía rematábamos el domingo en Fisher´s porque “solo se vive una vez”, y qué divertido fue. Exprimí mi época de salir, desvelarme, brindar y bailar sin parar.
Creo que es por eso que ahora cuando veo stories de amigas en el antro, en el after, con boda cada fin de semana o de plan en plan, no me causan naaaada de angustia ni FOMO. Lo que yo tengo es JOMO, acabo de descubrir ese término: ‘Joy of missing out’ (el placer de perderse algo).
O sea, somos de muchos planes, mucha convivencia con amigos y actividades intensas con hijos, sí. Pero que a mí me cancelen una cena es como algo “maravilloso”, ya que dormir a mi hora es de verdad la clave para hacer todo lo que hago sin colapsar ni morir en el intento.
No sé qué tanto le guste a mi esposo verme a las 9 de la noche dormida profundamente, ¿verdad? Mientras el señor se duerme hasta las 11 o 12, yo de plano no llego. De repente tenemos cenas, viajes, planes de adultos, sí, como una vez al mes. Pero a mí invítenme de día, a comidas con hijos y sobremesas mientras juegan. Un planazo.
Y es un tema de personalidades, no de edad. Tengo amigas de 50 años que tienen mucho más aguante que yo y claro que me friegan, porque también llevo meses sin tomar (a excepción de una cerveza con chamoy que encontré en vacaciones y me enamoró). Pero yo quiero mi pilates, convivir de día, mi ‘dirty chai’, mis libros, trabajar mucho mientras mis hijos están en la escuela. Estoy a un mes de empezar mi maestría y eso es lo que realmente me emociona, eso no significa que no quiera ver a mis amigas. De día soy un gran elemento, lo prometo.
Mi papá me dio los mejores consejos de mi vida, pero este es el mejor: VIVE TUS ETAPAS CORRECTAMENTE.
Y les juro que tengo amigas que sueñan con tener la vida de la de al lado: la de los cuatro hijos, la soltera o la divorciada. No funciona así. Tú puedes tener la vida que quieras poco a poquito, pero hay que chingarle a lo emocional, a lo laboral, a tu proyecto de vida haciendo a un lado el familiar.
Te prometo que eso cambiará todo, recordando que hay etapas para todo. Si estás embarazada, sin energía, a punto de parir o con bebecitos en casa, CÁLMATE lo más que puedas. Vive tus etapas correctamente y te prometo que esa vida que sueñas llegará antes de lo que crees, tomando las decisiones correctas y siendo congruente. Es el mejor regalo que te puedes dar. Te lo mereces, no lo dudes.
Hace unos días en una reunión con mujeres colegas tocamos el tema sobre cómo algunas personas o grupos han desvirtuado el feminismo, alejándolo de su origen y de su objetivo, por eso es que hoy quiero recordar qué es, cuándo y para qué surgió.
Y también considero prudente aclarar lo que NO es; el feminismo no es una cancelación de las mujeres a los hombres. No es un femininazismo y, por lo tanto, las mujeres NO somos feminazis.
Cuándo surgió el feminismo
El feminismo se inició formalmente hasta finales del siglo XVIII. La escritora y filósofa francesa Olympe de Gouges (su seudónimo era Marie Gouze) es considerada la principal precursora ya que en 1971 publicó la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”.
En su escrito se pronunció en contra de la desigualdad de los derechos civiles de las mujeres que los hombres sí tenían. Lamentablemente fue condenada a morir en la guillotina por su activismo.
Un año después de la publicación de ese primer “manifiesto feminista”, la escritora y filósofa inglesa Mary Wollstonecraft (mamá de Mary Shelley, autora de “Frankenstein”) publicó el artículo llamado “Vindicación de los derechos de la mujer”.
En este texto afirmaba que la diferencia entre los derechos de los hombres y las mujeres no era algo natural sino cultural, un sesgo creado por el mismo hombre, y pedía la igualdad entre ambos sexos. Es por ello que es considerada la madre del feminismo.
Pero como movimiento colectivo, el feminismo inició en Nueva York en 1848, demandando la igualdad de género, la no discriminación y el reclamo al derecho del voto.
Este movimiento comenzó a expandirse a otras ciudades y luego a otros países. En México este movimiento ha tomado fuerza la última década ante un despertar necesario y desesperado por el aumento de violencia de género y de feminicidios.
Qué es el feminismo
Es una toma de conciencia de las mujeres ante la desigualdad de derechos civiles, políticos, educativos, económicos, patrimoniales y sexuales.
La Real Academia Española lo define como el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.
“El feminismo es la lucha por la equidad de género y por el reconocimiento de las mujeres como personas físicas y sujetos de derecho… además, este movimiento también lucha por la eliminación de la violencia contra la mujer”, define la ONU Mujeres.
Así que decir que este movimiento busca cancelar al género masculino, que es una guerra de las mujeres contra los hombres o que es la búsqueda de que el género femenino domine, son totales desvirtuaciones del movimiento.
Aunque actualmente se han establecido distintos tipos de feminismo (radical, liberal, interseccional, cultural, socialista, posmoderno o comunitario), su objetivo es lograr una igualdad, una equidad de género.
Somos mujeres exigiendo la igualdad que merecemos por ser personas. No es buscar beneficios, ni tampoco una lucha de poder de género, es la justicia por tener lo mismo porque los derechos no deberían tener género.
Por ello ser feminista se puede ver así:
Soy feminista y no quiero tener hijos.
Soy feminista y sí quiero tener hijos.
Soy feminista y no quiero casarme.
Soy feminista y sí quiero casarme.
Soy feminista y estoy en contra del aborto.
Soy feminista y estoy a favor del aborto.
Soy feminista y no quiero ser ama de casa.
Soy feminista y quiero ser ama de casa.
Soy feminista y no creo en la religión.
Soy feminista y creo en la religión.
El feminismo también es respetar la elección de cada mujer sobre su vida.
Como mamás queremos que nuestros hijos tengan un futuro lleno de oportunidades y seguridad financiera. Ahorrar para ellos es una manera efectiva de asegurar que puedan enfrentar cualquier desafío o tengan oportunidades que no dependan de la parte monetaria. Sin embargo, ¿cómo ahorar para tus hijos de manera inteligente y efectiva?
Primero que nada, ¿qué hubiera pasado si tus papás hubieran hecho esto? Si desde que naciste tus papás hubieran ahorrado e invertido 800 pesos mensuales en una cuenta de inversión para ti, pudiste haber cumplido 18 y tener casi 430,000 pesos o esperar hasta los 25 y tener 800,000 pesos.
¿Te imaginas lo diferente que sería tu vida si hubieras tenido ese empujón? Ya sea para una experiencia, para tus estudios o hasta para un muy buen enganche.
La buena noticia es que puedes hacer esto para tus hijos, pues ya existen cuentas de inversión para niños que te permiten que tus hijos puedan ahorrar e invertir, no nada más para que tengan este dinero a determinada edad sino que también para que empiecen a entender la importancia de hacerlo y empiecen a tener buenos hábitos financieros desde pequeños.
¿Cómo ahorrar para tus hijos?
Te platico como empezar a hacerlo. Primero, es importante establecer metas financieras claras. ¿Qué tipo de educación deseamos brindarles? ¿Queremos ayudarles a comprar una casa o iniciar un negocio?
Al definir estos objetivos, podemos calcular cuánto necesitamos ahorrar y durante cuánto tiempo. Entre antes empieces mejor, no es lo mismo empezar a ahorrar para la universidad de tus hijos cuando tienen 16 años o empezar a ahorrar desde que nacieron.
Una vez que tengamos claras nuestras metas, es crucial crear un plan de ahorro. Esto implica destinar una parte de nuestros ingresos mensuales específicamente para el futuro de nuestros hijos.
Automatizar este proceso mediante transferencias automáticas a una cuenta de ahorros específica puede ayudarnos a mantener la disciplina y evitar la tentación de gastar esos fondos en otras cosas.
Vale la pena invertir
Además de ahorrar regularmente, también es importante invertir esos ahorros. Buscar opciones de inversión que ofrezcan un equilibrio entre rendimiento y seguridad es fundamental. Esto te ayudará a tomar ventaja del interés compuesto y que el monto que le tienes que destinar a este ahorro sea menor.
Hay varios productos financieros que te pueden ayudar con esto como CETES Niños o Afore Niños.
Además del ahorro e inversión tradicionales, también puedes aprovechar otras oportunidades para asegurar el futuro financiero de tus hijos. Por ejemplo, los seguros de vida con beneficios para la educación pueden garantizar que, en caso de que algo te suceda, tus hijos puedan seguir recibiendo la educación que merecen.
En resumen, ahorrar para nuestros hijos es una responsabilidad que debemos de planear con tiempo para asegurarnos que nuestros hijos tengan las oportunidades que les queremos dar.
Establecer metas claras, crear un plan de ahorro, invertir sabiamente son algunas de las claves para garantizar su futuro financiero. Al hacerlo, les brindamos la mejor herramienta para enfrentar los desafíos que les espera la vida.
Hola, soy Gina (divorciada) y empezaré esta columna diciéndoles: no se casen. De nada. Después de todo lo que les acabo de ahorrar con este pequeño consejo estarán listas para invertir en una casa.
No, ya hablando en serio la temporada de bodas ya empezó. Y, con ella, la lista interminable de eventos y dress codes (cada vez más propositivos: que si boho chic o ‘tropical bling’ y pues nadie entendió nada y todos se fueron como quisieron o pudieron. Oye, si en el Met Gala cada quién se va como Dios le da a entender, qué esperar de nosotras las mortales.
No se apuren, aquí estoy yo para ayudarles y orientarles de manera general para que sí sigan los dress codes y no se sientan tan perdidas, perdidas…
En temporada de bodas, ¿cómo seguir los códigos de vestimenta?
1. San Google y Bendito Pinterest
Obviamente, en épocas digitales estas dos plataformas son nuestra salvación. Importante meterse a investigar el clima que estará presente en el evento, dependiendo del mes y la ubicación. Por otro lado, Pinterest puede inspirar un poco con la temática.
2. Reglas generales
Si dice la invitación dice “etiqueta rigurosa”, pues a fuerza es vestido largo para mujer y frac o smoking para hombre.
Si dice formal, le bajamos una raya y puede ser vestido tres cuartos o largo; para hombre puede ser un traje con corbata.
En cambio, si la invitación dice coctel, sí aplica vestido más corto (no muy arriba de la rodilla) y hombres de traje sin corbata (se puede) o algo más “fashionson”.
3. El clima habla por sí mismo
Obviamente el clima marca la pauta: si el evento es en playa pues es más que obvio que van a imperar telas ligeras y fluidas, lino y tonos suaves. El calzado también debe ser ad hoc al lugar del evento. Por eso es importante la investigación antes de armar el look: dónde, cuándo y a qué hora.
No me vayan a llegar a una boda en la arena con tacón de aguja del 15.
4. Colorimetría
A menos que la invitación lo diga, a las bodas no se va de blanco… es una gran falta de respeto. Tampoco se va como si fueras al antro o sumamente casual.
Agarren la onda que los novios están gastando en invitarlos a su celebración, lo menos que podemos hacer es honrar dicha invitación produciéndonos a la altura del evento.
En serio, con toda la confianza me mandan un DM si tienen un dress code muy propositivo y les ayudo, prefiero eso a que se avienten el oso de llegar pésimamente vestidas a un evento importante.
Constantemente vivimos en la mente, queriendo cambiar el pasado, intentado controlar el futuro, creando historias en las mentes de las personas y nos separamos de la realidad y el momento presente. Inventamos realidades que cobran vida de una manera tan fácil y tangible que a veces puede ser difícil desligarnos de eso que la mente quiere creer que creamos.
Hay quien dice que no somos lo que creemos que somos, no somos lo que el otro cree que somos, sino que somos lo que creemos que el otro cree que somos. Se me hace una idea fuerte e interesante. Ligado a que la percepción es realidad, qué duro que busquemos ser lo que creemos que el otro desea que seamos. Todo ello nos aleja de ser nosotras mismas y brillar por nuestra autenticidad, amor y felicidad.
Adicional, está vivir en los asuntos de los demás y del universo y alejarnos de nuestros asuntos. Queremos arreglar la vida del otro, de la cual nosotras tenemos una idea de cómo debe ser y también controlar los asuntos del universo para que sean como creemos que deben ser. La palabra, creo, se repite constantemente. ¿Por qué? Porque lo que buscamos es el control y la certidumbre.
Y, ¿cómo hacemos para vivir nuestra vida, ser nosotras, disfrutarla y salirnos de esa mente creadora de realidades imaginarias? Primero, empezamos a conocernos a nosotras mismas.
Esto es clave para ser “yo misma”: saber qué me gusta, en dónde me siento cómoda, cuáles son mis sueños, qué me pertenece a mí y no a los demás.
Segundo, hay que reconocer que mi mente no es mi realidad, que las historias que me cuento no son la verdad absoluta y que está en mí cambiar esa mente a un enfoque que me permita crecer y ser yo, liberándome de ser rehén de la mente de otros y buscar complacer al otro para encajar en su molde ideal.
Tercero, dejar de meternos en los asuntos de los demás. Liberar mi mente de lo que el otro debe hacer y sacarlos de mi molde ideal. Ello nos permite concentrarnos en nosotras mismas, regresando mi energía a mí y no al otro.
Para ponerlo en práctica y manos a la obra:
Cuando te caches con un pensamiento de una creencia, pregúntate: ¿a quién le pertenece esto? ¿Quién me compartió esto por primera vez?
Cuando te caches creando la vida de otra persona en tu mente, pausa y repite: “Yo soy yo y hoy me permito estar aquí y ahora”. Esto, para cambiar tu enfoque
Pregunta en tu mente contantemente de quién es este asunto, para reflexionar si es tuyo, de alguien más o del universo; de ser de uno de los dos últimos, entonces “lo suelto y regreso a mí”.
Al despertar repite tres veces: “hoy me enfoco en mí, en el presente, y me permito disfrutar ser yo”. Esto es para poner una intención en enfocarme en mí y alejarme de una mente hacia los demás.
Mi mente es mía, es mi aliada para soñar y crear mis sueños, mi aliada para vivir una vida del momento presente. Mi mente no es tu vida, no está diseñada para ser un director de cine de cada persona que me rodea. En cuanto más me enfoco en mí, en quien sí soy, en crear mis sueños y transformar mi realidad, más disfruto el momento y permito a otros ser ellos y no la imagen que yo quiero que sean.
Te invito a intentarlo, a convertirlo en una práctica y acercarte poco a poco a ser tú, porque ese es el mejor regalo que puedes darte a ti.
Estoy a un mes de cumplir 39, la antesala de los 40, de subir un “piso” más en la edad y en la experiencia. Les confieso que no sé si estoy lista para llegar a ese momento, así que pienso disfrutar con todo mi último año de treintas.
Pero mientras eso sucede me puse a pensar que en realidad me encuentro en la mejor de mis etapas en todos los sentidos. Yo no creo que los 40 sean los nuevos 30, son los 40 y eso está bien.
Es maravilloso llegar a esa edad con tantos sueños cumplidos y con más por cumplir, no tenemos porqué sentirnos agobiadas por la presión social de envejecer, es un proceso natural y cada etapa debemos gozarla.
Regresando a la reflexión de que en este umbral entre el final de los treintas y el inicio de los cuarentas todo se pone más interesante y sabroso, mis amigas y yo nos dimos cuenta de que en este momento podemos ser colágeno y sugar mommy a la vez.
En ambos casos ganamos como siempre, como dice Santa Belinda. A nuestra edad nos volvemos mujeres interesantes para los jóvenes entre los 20 y los 25 que buscan experiencia y NOSOTRAS ganamos un “refresh”.
Pero también nos volvemos atractivas para los mayores de 50 que ya pasaron por nuestra edad y saben que estamos en nuestro mejor punto sexual para seguir sumando experiencias.
En esta etapa nos conocemos mejor, así que por ello podemos experimentar relaciones con mayor calidad tanto de pareja como sexuales. Y es justo el momento clímax en la vida sexual de una mujer, pues llegando a los 50 el deseo disminuye.
Esto ocurre porque nuestro cuerpo se prepara para la siguiente etapa, la de la menopausia; sin embargo, que el deseo sexual baje no quiere decir que se acabe.
Ya en otra columna les hablé sobre el clítoris, que no envejece como nuestro demás organismo, así que los orgasmos estimulando este órgano son igual de placenteros a los 20 que a los 80. Si te la perdiste, AQUÍ puedes leerla.
Y para terminar de reforzar mi reflexión están los resultados de un estudio realizado por la app anticonceptiva Natural Cycles, que reveló que los 36 son la edad en que las mujeres tenemos el mejor sexo de nuestras vidas.
Esto se relaciona con la confianza, el conocimiento y el nivel de líbido de nuestro cuerpo durante esta edad. ¡Qué vivan los treintas! Espero que sigamos siendo tribu para poderles contar mis experiencias al entrar al cuarto piso.
En uno de los capítulos del podcast “Se regalan dudas” de Lety y Ash escuché decir que para tener una relación de pareja sana había que tener conversaciones incómodas. No podría estar más de acuerdo con eso, pues creo que si desde el inicio ambas personas se presentan tal cual son, se evitan corazones rotos más adelante.
¿A qué se refiere eso de tener conversaciones incómodas? Algo tan sencillo como preguntarle al otro “de qué va” para saber si están en la misma sintonía y si quieren estarlo. Algunos temas que dos personas deberían hablar antes de iniciar una relación de pareja son:
¿Te sientes disponible emocionalmente?
¿Quiéres comenzar una relación de pareja en este momento?
¿Cuáles son tus metas a futuro?
¿Qué cosas te han lastimado de tus anteriores relaciones?
¿Cuáles son tus NO NEGOCIABLES en una relación de pareja?
¿Qué es lo que te gusta de una relación?
¿Cómo te gusta expresar el amor?
¿Qué opinas de la fidelidad y la monogamia?
¿Qué importancia tiene el sexo en tu vida?
¿Cuáles son tus NO NEGOCIABLES en el sexo?
¿Qué importancia tiene el dinero para ti en una relación de pareja?
Todos estos temas que deberían ser normalizados se han estigmatizado e incluso algunos siguen siendo tabúes y nos va peor a las mujeres si los cuestionamos, pues se nos juzga de ser locas o intensas y hasta urgidas.
Estas preguntas son un gran inicio para seguir conociendo a la persona con la que empezaste a salir en plan romántico y a la que le ves potencial para que se convierta en tu próxima pareja.
Te sugiero que busques un lugar privado y tranquilo para tener esta conversación, aunque te aviso, te anuncio, como dice Shakira, que la incomodidad estará, pero la diferencia la harán las ganas de ambos, de querer abrirse y sincerarse para que nadie salga raspado después.
Si logran tener esta primera conversación incómoda será el mejor comienzo de su relación pues las que vengan serán con mayor confianza porque ya habrán “roto el turrón”.
¿Cuándo es el momento ideal para tener esta conversación? Definitivamente no será en la primera cita. Este tipo de preguntas te ayudan a comenzar una relación de pareja, entonces sucederá si comienzas a ver a alguien frecuentemente, las cosas van fluyendo bien y sientes que estás encariñándote.
No puedo darte un tiempo porque no lo hay, pero tú sabrás cuándo sientas que estás dispuesta a comenzar una relación con esa persona con la que estás saliendo.
Esta primera conversación incómoda puede terminar de dos formas:
Que tu ligue te diga que no quiere una relación de pareja, que no es el momento o simplemente que te des cuenta que sus planes de vida y sus usos y costumbres del amor a ti no te laten ni te checan.
Que ambos se den cuenta que están parados en el mismo lugar, que quieren construir las mismas cosas y que están dispuestos a seguir fluyendo y construyendo el amor.
Spoiler! En cualquiera de ambos escenarios tú ganas. Si te toca vivir el escenario 1 será tu decisión seguir bajo las condiciones que se hablen y establezcan pero sabiendo que no vas a tener una relación de pareja con la persona, lo que eventualmente te terminarán rompiendo el corazón. ¡Sobre advertencia no hay engaño!
Y si te toca vivir el escenario 2, entonces lograrán tener todo muy clarito para seguir dejándose fluir a construir un vínculo sano en el que la comunicación sea fundamental y puedan hablarlo todo.
El retiro es una etapa de la vida que merece una planificación cuidadosa para garantizar seguridad financiera y bienestar personal. Hoy te cuento algunas estrategias clave para organizarte desde ahora para tu retiro.
Organizarse para el retiro implica considerar varios aspectos cruciales, desde la gestión de los ahorros hasta la creación de un estilo de vida sostenible. Entre antes empieces, menos tendrán que ser los ajustes que hagas a tu vida actual para llegar a ese objetivo.
Cómo organizarte desde ahora para tu retiro
1. Establece objetivos financieros claros
Antes de jubilarte, es fundamental tener una idea clara de tus necesidades financieras futuras. Calcula cuánto necesitas para cubrir gastos básicos, como vivienda, alimentación, atención médica y diversión. Considera también posibles imprevistos y la inflación.
2. Ahorra e invierte de manera inteligente
Comienza a ahorrar para el retiro lo antes posible y aprovecha al máximo los planes de ahorro y jubilación que estén disponibles para ti (hace unas semanas escribí sobre los PPRs). Además, diversifica tus inversiones para reducir riesgos y maximizar rendimientos a largo plazo.
3. Elimina deudas
Antes de jubilarte, trata de pagar tus deudas pendientes, especialmente aquellas con altas tasas de interés. Esto te permitirá tener más libertad financiera durante tu retiro y evitará que tus ahorros se vean mermados por pagos de intereses.
4. Prevé gastos de atención médica
Los gastos médicos pueden aumentar significativamente durante la jubilación. Asegúrate de contar con un seguro médico adecuado y considera la posibilidad de apartar fondos adicionales para cubrir gastos médicos inesperados.
5. Revisa y ajusta tu plan regularmente
El plan de retiro no es estático y debe adaptarse a medida que cambian tus circunstancias personales y financieras. Revisa periódicamente tu plan de retiro y realiza ajustes según sea necesario para asegurarte de que estés en camino de alcanzar tus objetivos.
En resumen, establece objetivos financieros claros, ahorra e invierte de manera inteligente, elimina deudas, prevé gastos médicos y constantemente revisa y ajusta tu plan. Esto te ayudará a estar mejor preparada para disfrutar de una jubilación cómoda y satisfactoria.
Muchas soñamos con ser nuestra propia jefa, ser dueñas de nuestro tiempo y rendirnos cuentas a nosotras mismas. Con tener nuestras empresas y tener la vida de esa persona que vemos llena de éxito, de poder, de facilidades. Esas vidas de las cuales solo conocemos la punta y creemos que llegar ahí ha sido “fácil”.
Bueno ese día llegó para mí un día. Ser mi propia jefa en cuanto a mi trabajo, rendirme cuentas a mí y ser dueña de un emprendimiento. De repente te das cuenta la complejidad que varias cosas, en especial de esas en la que no eres gran conocedora y que te has convertido en una “todóloga” de la noche a la mañana.
En el camino de emprender, después de seis años, hay varias cosas que me hubiera encantado saber. No para dejar de hacerlo, sino para tomar al toro por los cuernos y hacer el cambio un poco más fluido. Aunque por otro lado el hecho de empezar, aunque fuera con muchos miedos, es la manera de aprender, conocerte más y potencializar tus capacidades.
Hoy te quiero compartir tres aprendizajes que he tenido en ese camino y espero lo hagan más fluido para ti.
Lo que nadie me dijo acerca de emprender
1. Acepta desde el día uno en qué rubros requieres ayuda
No somos expertas en todo, podemos aprender un poco de todos los rubros; sin embargo, el tiempo es valioso para aplicarlo en lo que mejor sabes hacer y en el objetivo de tu negocio. Esto te permite delegar, tomar mejores devociones y ser más eficiente. Rodéate de un equipo que conozca cada área que necesitas.
Cuando emprendes te conviertes en “todóloga”, lo se, no siempre empezamos con un presupuesto para contratar un equipo enorme. Sin embargo, asesórate de quienes conocen cada área para que tu inversión sea eficiente. De lo contrario es muy fácil utilizar el dinero en puntos que no son lo que requieres.
Eso es parte de aprender pero, si desde el inicio nos asesoramos de quien conoce de números, por ejemplo, podemos usar nuestros recursos de una mejor manera.
2. Aprende de la competencia
En el camino del emprendimiento y los negocios hay muchísimas personas, inclusive la competencia, que lo hacen muy bien; saben como hacerlo y su camino nos permite aprender.
La competencia es sana y hay mucho que reconocerles, aprenderles de su modelo de negocio y estrategias de marketing. En la competencia podemos observar estrategias exitosas y no tanto, así como la manera de crecer o de quienes no han crecido de una manera esperada.
En la competencia también encontramos grandes empresas que han recorrido ese camino de crecimiento durante mucho tiempo. Busca aprender de ese éxito de otros para buscar el tuyo a tu manera.
De la misma manera existen muchos emprendedores que se han aventado a la aventura anteriormente. Aprende de ellos, acércate a varios para tener un mentor, rebotar ideas y así podrás tener experiencias sólidas que ya han funcionado.
3. Abrete al fracaso
La posibilidad de que las cosas no salgan como esperamos y el miedo a no lograrlo, es lo que más nos impide intentarlo. Los miedos siempre existirán; conforme avanzamos se van modificando, dejamos unos y surgen otros. El momento en el que estamos, la situación, ya la tenemos, y la manera de cambiarla es intentándolo diferente, arriesgando y probando.
El fracaso es solo una idea y punto de vista de cuando las cosas no salen como queremos. Sin embargo, un resultado distinto está lleno de aprendizajes. Me acuerdo de mi primer emprendimiento, un negocio de juguetes didácticos, y con la pandemia mucho cambió, también ideas mías y metas que tenía.
Acabé cerrando un negocio que pensé iba a tener por años. Sin embargo, aprendí tantas cosas que cada decisión e intento valió toda la pena. ¿Fracasé? No lo sé: para unos sí, para otros no, para mí por supuesto que no. Vencer el miedo de hacerlo fue lo que me permitió intentarlo en primer lugar.
Ábrete a tus sueños. En momentos vas a sentir que caes al precipicio; debes seguir, porque el aprendizaje y el resultado siempre valdrá la pena.
Ahí estás en tu 20° ‘baby shower’, porque fuiste la primera de tus amigas en ser MAMÁ. Para ese entonces, ellas fueron crudas y desveladas a tu celebración; y el tema de conversación se resumía a cuál era el plan que seguía en la noche, con quién saldrían, lo guapo que estaba el ligue de la noche anterior y mucho más.
¡OJO! Yo soy la más feliz escuchando todas las historias de mis amigas y quienes me conocen lo saben, amo que me hablen cuando no pueden más de amor o cuando les rompen el corazón… por algo estudié psicología. Me fascina escuchar, estar para ellas y apoyar en lo que pueda.
Pero este artículo no se trata de eso. Se trata de contarles que después de tantísimos ‘baby showers’ a los que he ido en mi vida, he visto a tantas amigas ir cambiando de prioridades en la plática que me parece interesantísimo. Aclaro que el chisme es el chisme, que a todas nos encanta y que pretendo que nunca se vaya, ja ja ja.
Peeeero, antes hablábamos de marcas de carriolas, de papillas, de ‘boobs’ post lactancia, de lo agotador de la etapa de tener bebecitos que necesitas mantener sanos, con vida, descansados, contenidos, apapachados y limpios 24/7. Además, de lo pésimo que te cae tu esposo en esa etapa… Y entonces, en un abrir y cerrar de ojos, pasas a estar en ‘baby showers’ de amigas entre 32 y 37 años, y no importa si es su primer bebé o su cuarto: LA CABEZA ES OTRA.
¡Oh, sorpresa! Lo que antes te quitaba el sueño, hoy es la MENOR PREOCUPACIÓN DE TODAS. Ahora, los esposos están rondando la famosa crisis de los 40 y ya todos estamos más cansados. No somos los “elementazos” que éramos antes, cantando Maluma y acabando a las 6:00 AM brincando en el antro arriba del sillón. Tampoco podemos salir dos noches seguidas a cenar, para que me entiendan, ja ja ja.
Entonces llega la edad donde comprendes la frase de “ELIGE TUS BATALLAS”. También porque a esta edad ya sabes perfectamente lo que quieres y lo que no quieres, tienes más responsabilidades y menos energía. Así que hay veces que se la quieres mentar a tu esposo y piensas: “Si lo hago, no voy a dormir bien, y yo necesito dormir bien”.
Entonces respiras, acumulas esa batalla en el cajón de “Esto lo podemos dejar pasar” y continúas con tu plan de dormir nueve horas para al día siguiente arrancar a las 6:00 AM siendo la mamá, la jefa, la esposa y el ser humano que necesitas ser.
Hasta los ‘baby showers’ han ido evolucionando, son el ejemplo perfecto de CUÁNTO INFLUYE la edad en todo. Ya sé que sin salud no hay nada, pero concentrémonos en aquello que nos preocupa en el fondo, de eso que va cambiando con la edad. Vamos madurando y aprendiendo, y rodearte de amigas que te suman, donde te ríes y lloras con ellas, es fundamental.
¿Has notado que cuando ovulas aumenta tu deseo sexual? Pero no sólo en ese momento sucede, también durante el embarazo y en la primavera, así como lo lees. Las mujeres vivimos subidas y bajadas de hormonas all time a lo largo de nuestra vida y una cosa es la que hace que lleve a la otra, es decir, el aumento en nuestras hormonas nos pone más hot.
Durante la primavera florecen los árboles de jacarandas y de ellas proviene el término coloquial “jacarandosa”, que hace referencia a una persona alegre, chistosa, desenvuelta y coqueta.
Por eso es que dicen que durante esta estación nos ponemos más jacarandosas; mentira no es y tiene una explicación fisiológica que le ocurre a todos los mamíferos con la llegada de la estación más calurosa del año, especialmente a las mujeres.
¿Qué pasa durante la primavera con nuestros cuerpos?
El aumento de la vitamina D, proveniente del sol, hace que nuestro organismo beneficie la liberación de: dopamina (hormona del placer), oxitocina (hormona del amor), feromonas (hormonas de la atracción), serotonina (hormona del estado de ánimo) y noradrenalina (hormona antiestrés).
Al aumentar la segregación de todo este cóctel de hormonas es que también se elevan las ganas de tener sexo. Un reciente estudio realizado por una app de citas para mujeres, y difundido por condones Trojan, reveló que el 65% de las mexicanas con vida sexual activa tienen mayor inclinación a tener sexo en los días cálidos.
A este aumento de la líbido se le conoce como “fiebre primaveral” que además de producirse por los efectos del sol en el cuerpo, también lo hace porque al tener más luz durante el día, las mujeres y las personas en general solemos estar más activas y motivadas.
El estudio “La estacionalidad en la reproducción humana”, realizado por la Universidad de Oxford, comprobó que en los países fríos del Norte, la tasa de concepción disminuye durante los meses oscuros de invierno y aumenta durante los días de sol, como el verano y la primavera.
Y no sólo es el deseo sexual el que nos aumenta a las mujeres durante la primavera, sino también nuestro cuerpo mejora en la excitación y la lubricación, lo que mejora notablemente las relaciones sexuales.
Ahora que sabemos esto: ¡bienvenida primavera! A disfrutar de todas sus bondades y de la vitamina D que es muy benéfica para nuestro organismo.
Solamente no olviden cuidarse para evitar enfermedades e infecciones de transmisión sexual, así como embarazos no deseados y disfruten más de su placer y de todos los beneficios de tener sexo, si no sabes cuáles son, lee AQUÍ.
¿Qué son las red flags? Este término se popularizó en redes sociales para definir señales de alarma en una relación -ya sea familiar, amorosa o laboral-, y a partir de ellas establecer límites sanos. Son como las tarjetas rojas del futbol pero en las relaciones interpersonales.
Cuando detectamos red flags, entonces hay que expulsar comportamientos, conductas o personas de nuestras vidas en nombre del amor propio y la salud emocional y física.
Puede ser más sencillo comenzar a detectarlas en nuestras relaciones con los demás, pero cuesta mucho cuando se trata de NOSOTRAS mismas, aunque debería ser al revés, pues siempre seremos nuestra relación más importante. Si quieres leer mis 10 mandamientos de amor propio, dale click AQUÍ.
Nunca es tarde para mejorar y para romper conductas, creencias y limitantes socioculturales que no nos benefician, que van contra la evolución humana. Por ello quiero que hablemos sobre las red flags con NOSOTRAS mismas.
¿Abusas de ti misma?
¡Qué pregunta tan fuerte! Sin embargo, es muy necesario responderla con sinceridad, porque solemos exigirnos tanto que terminamos drenadas y con cero autoestima. Ya les hablé en otra columna sobre por qué las mujeres nos exigimos mucho, puedes leerlo AQUÍ.
Estas son algunas conductas comunes que son red flags contigo misma:
La complaciente: Define a las mujeres que priorizan las necesidades de los demás, que quieren darle gusto a todo el mundo y les cuesta decir que no. ¿Cuántas veces has preferido quedarte en casa a descansar en vez de ir a una fiesta? Pero no lo haces porque te da miedo que se enojen contigo o el qué dirán. ¿Te das cuenta lo normalizado que tenemos no poder decirle NO a los demás para que no se ofendan?
Quiero ser tú: Vivimos comparando nuestros cuerpos, nuestra estética, nuestros rasgos físicos, nuestros talentos, el poder adquisitivo y hasta la edad. ¡Basta! En el momento que entiendas que eres única e irrepetible, la vida te cambiará.
Bodega de sentimientos: El cuerpo no es una alacena de emociones y si lo usas así, te juro que se “echarán a perder” allí dentro y se terminarán manifestando en enfermedades que pueden ir desde leves hasta graves. No expresar lo que sientes y guardarte rencores y resentimientos es muy tóxico.
La negativa: Si eres de las que piensan en los escenarios más catastróficos cada que se les presenta una situación complicada o no agradable, vibras en negativo. Lo único que haces con esto es sabotearte; además una atrae lo que cree. ¡Aguas!
¡Qué miedo!: Enfrentarte a lo desconocido genera incertidumbre y temor, pero justo atreverte a vencerlo es lo que te lleva a vivir tus sueños, a saltar el “charco” de la zona de confort. Recuerda que del otro lado de tus miedos está todo lo que deseas.
No poniéndote límites: Tú misma sabes lo que te hace bien y lo que no y hablo de cosas tan rutinarias como trabajar más horas de la cuenta, no comer a tus horas, no descansar o abusar de los vicios.
Control freak: Querer controlarlo todo y a todos es una de las red flags más tóxicas. Acepta que hay cosas que no están en tus manos y, por lo tanto, déjalas fluir. ¡Suelta, mujer!
El silencio de la inocente: Callar por pena o miedo y no preguntar es reprimirte. Si no te saben escuchar, entonces esa es una red flags con la otra persona, pero no quedó en ti.
Culpable soy: Pedir perdón por cosas que no hiciste o asumir que los cambios de actitud de los demás son tu culpa es de lo peor que te puedes hacer.
Terminar vínculos tóxicos: Cuando notes que alguien abusa de ti, no te quedes, no mantengas a esas personas en tu vida incluso si son de tu familia. No te dejes controlar, manipular o herir, no eres un juguete.
El síndrome de la impostora: No creer en ti misma y no sentirte merecedora de amor, éxito, dinero… es la red flag más letal que te puedes poner.
Tiempo para ti: Si no te das tiempo de calidad a ti misma, entonces te estarás alejando de aquello que amas y te da paz.
Si detectaste alguna o varias red flags que tú solita te has colocado, entonces es momento de hacer cambios en tus comportamientos. Las relaciones se construyen día a día, así que nunca es tarde para comenzarte a amar, procurar, priorizar y construir tu mejor versión.
Tener un negocio rentable es el sueño de toda mujer emprendedora, pero alcanzar ese objetivo requiere más que solo tener una idea brillante o un producto popular. La clave para asegurarte de que tu negocio te deja dinero va a depender de que tengas una gestión financiera sólida y que implementes estrategias inteligentes.
Si tienes un emprendimiento, y no sabes si tu negocio genera dinero, sigue los siguientes pasos para lograrlo.
Cómo asegurarte de que tu negocio te deja dinero
1. Lleva una planificación financiera ordenada
Es fundamental tener un presupuesto detallado que incluya todos los gastos operativos, los costos y los ingresos previstos. La planificación financiera te permite anticipar los costos futuros y asegurarte de que haya suficiente efectivo para cubrirlos.
2. Lleva un control de tus costos y gastos
Revisa regularmente tus gastos y busca áreas donde puedas reducir costos sin comprometer la calidad de tu producto o servicio. Algunas formas de controlar los costos y aumentar la rentabilidad es negociando con proveedores, optimizando procesos y minimizando el desperdicio.
3. Fija tus precios de forma estratégica
Determina precios que cubran tus costos y generen ganancias razonables. Considera factores como la competencia, el valor percibido por los clientes y qué tantos clientes perderías al subir los precios (la elasticidad de tu producto) al establecer tus precios.
4. Diversifica tus ingresos
No dependas de una sola fuente de ingresos. Explora nuevas oportunidades de ingresos complementarios que puedan aumentar tus ganancias y reducir tu exposición a riesgos económicos.
5. Gestiona de forma eficiente tu flujo de efectivo
El flujo de efectivo es vital para la supervivencia de cualquier negocio. Mantén un equilibrio entre los ingresos y los gastos, y asegúrate de que haya suficiente efectivo disponible para cubrir tus obligaciones financieras a corto plazo.
Recuerda que puede haber meses donde necesites mas efectivo, si traes productos de fuera y manejas un inventario; es muy importante que tengas claro el flujo de efectivo que genera tu negocio.
6. Invierte de forma inteligente
Analiza cuidadosamente las oportunidades de inversión y elige aquellas que ofrezcan el mejor retorno sobre la inversión a largo plazo. Evita hacer inversiones grandes al menos que estés segura que podrás obtener ese dinero de regreso.
7. Seguimiento y análisis financiero
Lleva un registro detallado de tus finanzas y realiza análisis periódicos para identificar tendencias, áreas de mejora y oportunidades de crecimiento. La información financiera actualizada te permite tomar decisiones informadas y ajustar tu estrategia y presupuesto según sea necesario.
En resumen, asegurarte de que tu negocio te deja dinero implica una combinación de gestión financiera prudente, control de costos, fijación de precios estratégica y diversificación de ingresos.
Al implementar estas estrategias y mantener un enfoque disciplinado en la gestión de tus finanzas, puedes aumentar la rentabilidad de tu negocio y garantizar su éxito a largo plazo.
Si alguien tenía la duda de que el calentamiento global era real, basta con pararse unos minutos en el asfalto para darse cuenta que estamos ante el año más caluroso de la historia… Parecería que no hay forma de defenderse contra los rayos de sol y las altas temperaturas, y sí preocupa que la cosa se ponga peor.
Pero además de tratar de aminorar nuestra huella de carbono y ser más eco friendly, por ahora nos toca enfrentar esta ola calurosa con mucho estilo.
Cuando empezamos a sentir calor lo primero que hacemos es desempolvar los shorts y las sandalias; sacamos las playeras de tirantes y nos armamos looks de gringa en vacaciones. La realidad es que no está nada padre, por eso aquí van algunos tips de estilo para mujeres en temporada de calor.
Tips de estilo para mujeres en temporada de calor
1. Las telas que debes usar
Por supuesto hay telas para el calor y es hora de usarlas: el lino y algodón son la mejor opción para estar frescas. Son telas que permiten transpirar y que son ligeras.
Aun trayendo manga larga (cosa que, además, sí recomiendo), estas prendas se sentirán frescas y ventiladas. Otro factor importante es que estos materiales son orgánicos y no hacen que huelas mal, aunque sudes mucho.
Lo que pasa con otras telas o materiales es que tienen presencia de plásticos u otras aleaciones que, al contacto con el sudor, provocan malos olores; incluso se impregna y hueles a central de camión en puente de quincena, pero es justo por estas mezclas que provocan malos olores. Literal, no eres tú, son ellas. ¡Evítalas!
2. No siempre lo más corto es lo más fresco
Recién decíamos que hace calor y automáticamente una se encuera, pero la ciencia nos dice que igual no es la mejor opción para mantenernos frescas. De hecho, si usamos las telas adecuadas, las camisas, pantalones y faldas largas suelen ser mejor opción para las olas de calor. De esta manera protegemos la piel pues, si somos más críticas, sabremos que no es tan buena idea exponerla tan directamente a los rayos.
Las mangas largas funcionan perfectamente si vas mucho tiempo en el auto o si vas a caminar tramos largos a pleno rayo. Piensa en unos pantalones amplios de tela ligera o una falda amplia que permita que el aire circule. No siempre lo entallado y corto será la mejor opción.
3. Qué accesorios usar
Nada mejor que los accesorios para elevar el look. Obvio, los sombreros son el ‘top choice’, los lentes también. Además de ayudarnos a combatir los rayos de sol le dan el extra ‘something’ para verse más cool.
Si piensas que los sombreros solo son para la playa, te equivocas. La ciudad es un excelente escenario para verse chic. Un paliacate o pulseras chunky también ayudan a levantar el look.
Les mando un abrazo y espero ver esos looks de impacto en redes.
Una manera de medir la fortaleza de las personas parece ser qué tanto no muestran sus emociones, no lloran, no sienten y van por la vida sin sentirse vulnerables. El famoso “los hombres no lloran” o “no es para tanto”. Por otro lado, “las mujeres son muy sensibles” o “ya no llores”. Así van creciendo los juicios y creencia sociales en torno a la fortaleza y ser vulnerable.
Todas estas creencias nos van inhibiendo el sentir, la capacidad de reconocer las emociones y entender cómo estamos, que a la larga tapar todo eso se puede manifestar en el cuerpo físico llevando a la enfermedad.
Un acto de valor
Para muchas personas validar lo emocional es mostrar vulnerabilidad, lo que se traduce en debilidad. Sentir y vivir emociones es lo normal, lo correcto, todas las sentimos, más no todas las escuchamos. Ellas nos dan información, nos permiten experimentar la realidad, empatizar y conocernos.
La vulnerabilidad es un acto de valor al rodearnos por constantes juicios sobre no sentir o expresar. Es también un acto de amor propio y cuidado a nosotras mismas. Abrir el corazón, la mente y el cuerpo a sentir enojo, amor, tristeza, entusiasmo, felicidad y rabia, además de ponerle nombre a eso, nos lleva a un camino interior profundo que va de la mano con la transformación interior y el crecimiento personal. Si no hacemos consciente algo, no podemos cambiarlo o utilizarlo a nuestro favor.
Cuando nos mostramos vulnerables nos abrimos a posibilidades de cambio como una nueva pareja, trabajar el amor propio, un cambio de trabajo o inclusive el lugar donde vivimos, para encontrarnos con espacios más acordes a nosotras y nuestro rumbo.
El día que me mostré vulnerable
En mi vida uno de los momentos más vulnerables me abrió dos de los caminos más enriquecedores y especiales. Externalizarlo, hablarlo y ponerle nombre a mi sentir permitió desbloquear esos miedos que impedían mi crecimiento.
Este momento fue la búsqueda de ser mamá, lo cual me enfrentó con un tratamiento de reproducción asistida y florecieron mis juicios del proceso, miedos del mismo y de la maternidad. Esa voz interna de juicio a mí misma creció. Me cuestioné por meses por qué yo estaba ahí hasta que un día me encontré con una sesión de ‘sound healing‘ con cuencos, lo que me llevó a llorar sin parar, a sentir y cambiar mi pregunta al “para qué”.
Mostrarme vulnerable me ayudó a reconocer mi fortaleza, perseverancia y también soledad, tristeza y enojo conmigo y el proceso; también ayudó a reconocer qué quería yo en ese momento y tener valor para realizar cambios.
Aquí surgen estos dos caminos especiales: el primero fue y es convertirme en mamá, y el segundo es el ser terapeuta de sonido y acompañar a otros en sus caminos para sentir y brillar.
A partir de ese momento se han abierto momentos en mi vida que nunca imaginé, que de quedarme en mi zona de confort, esa frustración y miedo solo se encierran hasta explotar y manifestarse como enojo con otros y rezago en mi trabajo.
A ti que me lees te invito a escucharte, a platicar contigo para abrir esa vulnerabilidad y permitirte sentir, escuchar tu interior y mover eso que se requiere para brillar. El camino no es cómodo ni fácil, tampoco es rápido; sin embargo, ese camino nos permite llegar a nuestra versión más expansiva, de amor y apapacho a nosotras mismas.
Hace un par de semanas fui a un show de stand up de la comediante Corina del Carmen, quien habló sobre los succionadores de clítoris, porque claro que son lo último en juguetes sexuales para mujeres y claro que está bueno probarlos.
Estos aparatitos vibradores están dejando a un lado a los dildos pues al estimular directamente el clítoris logran el máximo placer sexual hasta llegar al clímax.
Primero pensé que una mujer había inventado estos succionadores, pues qué mejor que una de NOSOTRAS para saber lo que necesitábamos, pero no fue así, lo inventó un hombre que al menos sí sabe dónde lo tenemos.
El alemán Michael Lenke lanzó el primer modelo de succionador en octubre de 2014 y de allí se popularizó en otros países hasta que llegó a México.
En el show de stand up, la comediante decía que una mujer actual sólo necesita un gato y un succionador de clítoris para ser feliz, pues éstos no te engañan, no te llevan la contraria y sí saben darte orgasmos. Y yo no puedo estar más de acuerdo con ella.
Cómo funcionan los succionadores de clítoris
Se colocan sobre el clítoris y al encenderlos generan ondas vibratorias que funcionan como un vaivén que van estimulando la cabeza del órgano hasta llegar al orgasmo.
Estos juguetes tienen diferentes velocidades para ir subiendo el nivel mientras te vas excitando e incluso algunos ya hasta se pueden manejar por una app desde tu celular, para que literal tengas manos libres o que tu pareja lo pueda controlar mientras tú disfrutas.
El clítoris tiene forma de bulbo y mide entre 7 y 12 centímetros de longitud, aproximadamente. Lo que vemos solamente es un pequeño botón que es la cabeza, pero el resto se encuentra dentro de la vagina.
Cuando se tiene un orgasmo, este órgano sufre una erección causada por la irrigación sanguínea por lo que aumenta su tamaño, se endurece y también provoca que los labios vaginales se oscurezcan. Es decir, el clítoris y el pene serían órganos homólogos del placer.
Sin embargo, el pene tiene otras funciones mientras que el clítoris solamente existe para producir placer y puede tener varios orgasmos, no solamente uno.
Uno de los principales mitos sobre los orgasmos femeninos es que solamente sucedían con la penetración, pero son más los que ocurren por la estimulación de este botón femenino.
Solamente el 30% de las mujeres han tenido un orgasmo a través de la penetración; mientras que el resto ha necesitado de la estimulación del clítoris o de otras zonas erógenas para lograrlo, según datos dados por Virginia Barragán, académica de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Termina de leer esta columna, toma tu celular y encarga un succionador, será la mejor inversión que harás en tu vida, recuerda que tu placer no tiene precio; además actualmente los encuentras desde menos de mil pesos.
Aquí estamos a favor de los orgasmos femeninos y de todo lo que nos ayude a tenerlos, por eso es que les ponemos 10 de 10 a los succionadores; cuánta falta nos hicieron todos estos siglos de historia, ya nos tocaba que pensaran en NOSOTRAS y en nuestro placer sexual.
Lo que debes saber sobre el clítoris
Su nombre proviene del griego kleitoris que significa “pequeño monte”.
Posee más de 8 mil terminaciones nerviosas sólo en la cabeza (parte externa), el doble de las que tiene el pene.
Las mujeres somos los únicos seres vivos que nacimos con este órgano cuya exclusiva función es generar placer.
No es broma, fue hasta 1998 que la uróloga alemana Helen O’Connell detalló su anatomía completa. Hay hombres que siguen sin saber dónde está, ni cómo se estimula.
Es el centro del placer de toda mujer y nunca envejece, funciona igual a los 20 que a los 80.