Y pensar que hace cinco minutos estábamos contando los segundos para darle la bienvenida al 2024. Ya es abril, ya es primavera, se acabaron las vacaciones y toca regresar a la rutina. Amo la rutina, desde que cumplí 30 veo las cosas tan diferentes; y es que la vida te pasa factura de tus hábitos a la décima potencia.
Ya te pones a pensar si cenar pesado o no, porque puede que no duermas a gusto. Las desveladas cuando tienes hijos te las piensas no una, sino 10 veces. Valoras tanto estar en tu casa y escuchar esos piecitos corriendo a tu cama… Por eso haces todo lo que esté en tus manos para estar en paz y sentirte bien.
Todavía me acuerdo cuando mis amigas y yo salíamos jueves, viernes, sábado y todavía rematábamos el domingo en Fisher´s porque “solo se vive una vez”, y qué divertido fue. Exprimí mi época de salir, desvelarme, brindar y bailar sin parar.
Creo que es por eso que ahora cuando veo stories de amigas en el antro, en el after, con boda cada fin de semana o de plan en plan, no me causan naaaada de angustia ni FOMO. Lo que yo tengo es JOMO, acabo de descubrir ese término: ‘Joy of missing out’ (el placer de perderse algo).
O sea, somos de muchos planes, mucha convivencia con amigos y actividades intensas con hijos, sí. Pero que a mí me cancelen una cena es como algo “maravilloso”, ya que dormir a mi hora es de verdad la clave para hacer todo lo que hago sin colapsar ni morir en el intento.
No sé qué tanto le guste a mi esposo verme a las 9 de la noche dormida profundamente, ¿verdad? Mientras el señor se duerme hasta las 11 o 12, yo de plano no llego. De repente tenemos cenas, viajes, planes de adultos, sí, como una vez al mes. Pero a mí invítenme de día, a comidas con hijos y sobremesas mientras juegan. Un planazo.
Y es un tema de personalidades, no de edad. Tengo amigas de 50 años que tienen mucho más aguante que yo y claro que me friegan, porque también llevo meses sin tomar (a excepción de una cerveza con chamoy que encontré en vacaciones y me enamoró). Pero yo quiero mi pilates, convivir de día, mi ‘dirty chai’, mis libros, trabajar mucho mientras mis hijos están en la escuela. Estoy a un mes de empezar mi maestría y eso es lo que realmente me emociona, eso no significa que no quiera ver a mis amigas. De día soy un gran elemento, lo prometo.
Mi papá me dio los mejores consejos de mi vida, pero este es el mejor: VIVE TUS ETAPAS CORRECTAMENTE.
Y les juro que tengo amigas que sueñan con tener la vida de la de al lado: la de los cuatro hijos, la soltera o la divorciada. No funciona así. Tú puedes tener la vida que quieras poco a poquito, pero hay que chingarle a lo emocional, a lo laboral, a tu proyecto de vida haciendo a un lado el familiar.
Te prometo que eso cambiará todo, recordando que hay etapas para todo. Si estás embarazada, sin energía, a punto de parir o con bebecitos en casa, CÁLMATE lo más que puedas. Vive tus etapas correctamente y te prometo que esa vida que sueñas llegará antes de lo que crees, tomando las decisiones correctas y siendo congruente. Es el mejor regalo que te puedes dar. Te lo mereces, no lo dudes.
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