Los juguetes sexuales se crearon como una herramienta para aumentar el placer del cuerpo (en solitario o en compañía) y también para mejorar el autoconocimiento de las zonas erógenas.
En las mujeres pueden ser un objeto clave para ayudarlas a alcanzar el orgasmo por primera vez. El sexólogo y psiquiatra Jesús Ramos, en su libro “Un encuentro con el placer”, expone que el “80% de los orgasmos que obtienen las mujeres procede de la masturbación”.
Así que añadir un juguete sexual a la autoexploración puede potenciar las sensaciones y que la experiencia sea mucho mejor. Sin embargo, hay muchas dudas todavía sobre cómo elegir el mejor.
Así que entrevistamos a la sexoterapeuta y psicóloga Claudia Lobatón, quien actualmente es sexóloga en Platanomelón, para que nos resolviera todas esas preguntas que nos hacemos las mujeres que queremos añadir a nuestra vida un juguete sexual.

Cómo elegir tu primer juguete sexual
“Está muy estudiado que los juguetes mejoran la función sexual pero, a veces, el punto de bloqueo para comprar uno es la vergüenza… de pensar que la sexualidad es algo sucio, algo malo, algo que no tenemos naturalizado y normalizado y mucho menos las mujeres y menos de manera independiente, es decir, para usarlos en la masturbación”, afirma la sexóloga.
Por ello, su recomendación es que al momento de comprar uno por primera vez, demos ese paso en quitarnos los tabúes y prejuicios y luego nos preguntemos: qué es lo que más nos gusta en el sexo o en qué zonas sentimos más placer.
Es decir, si queremos estimular el clítoris, la zona G o incluso otras partes del cuerpo, como los pezones, que no necesariamente tienen que ser la vulva.
“Recomiendo que para su primer juguete vayan de menos a más, que inicien con unas varitas que pueden ser muy sencillas o hay otros que se confunden con una esponja de maquillaje”.

Y después de eso, Claudia Lobatón sugiere que se experimente con un succionador de clítoris, los cuales cambiaron la historia de los juguetes sexuales.
“El clítoris, una de las zonas erógenas que brinda mayor placer a las mujeres; sin embargo, es la menos explorada, estimulada y conocida. Ocho de cada 10 orgasmos son a través de la estimulación del clítoris”, afirma la sexoterapeuta.
Por ello, este juguete sexual es el ideal tanto para las mujeres que comienzan a explorarlos como para las más experimentadas; incluso pueden usarse en pareja.
También están los juguetes que tienen doble función como estimular el clítoris y la zona G al mismo tiempo. Al estimularse la zona G puede dar un orgasmo húmedo.

Cómo deben cuidarse los juguetes sexuales para evitar infecciones
El material adecuado de un juguete sexual es el silicón quirúrgico, un material al que no se le añaden bacterias. Como su nombre lo dice, es usado médicamente por el grado de certificación en cuanto a limpieza.
También pueden usarse de metal o vidrio, debe ser un material certificado por la FDA -Administración de Alimentos y Medicamentos- para el uso médico.
Así que es importante que se compren en lugares establecidos y certificados y que se lean sus etiquetas para corroborar los materiales con los que están hechos. El comprarlos en la calle, el tianguis o en sitios web no certificados puede poner en riesgo la salud.
“Un juguete sexual es como un juguete de bebé, así que deben cuidarse con la misma precaución”, dice Claudia Lobatón.

En cuanto a cómo deben lavarse y guardarse, es con un spray especial, que igualmente venden en tiendas especializadas, o simplemente con agua tibia y jabón neutro y dejarse secar a la intemperie, no hacerlo con toallas o papel que pueden dejarle pelusa.
No deben lavarse con jabones perfumados o ponerles aromatizantes ya que éstos sí pueden causar una infección en la vulva como vaginosis.
Si se usa el mismo juguete en varias personas, se les debe colocar un condón para cada persona, nunca compartir, ya que esto evitará el contagio de una ETS.
E igualmente, si se usará para la misma persona pero vía vaginal y anal, se debe de cambiar el condón para cada área, para evitar llevar bacterias o virus de una zona a la otra.
Algo que no debe hacerse nunca es hervir los juguetes, eso no ayuda a matar bacterias y solamente desgasta el material o la parte electrónica, su motor.
Cuando el aparato esté limpio, debe colocarse en una bolsa de tela en un lugar fresco, alejado del calor intenso y del polvo.
“La obsesión que hay de estar limpias viene de rechazar nuestro cuerpo y nuestros fluidos. La vulva tiene que oler a vulva, no a fresas, no a flores. Tiene su olor natural y está bien”, afirma la sexoterapeuta.

Actualmente en el mercado hay una variedad de juguetes sexuales, unos que vibran, otros que succionan, otros que tienen forma de objetos cotidianos para disfrazar lo que son; lo importante es elegir el que te convenga más a ti, dependiendo de la zona de tu cuerpo que quieres estimular.
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