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El trabajo y otras responsabilidades consumen gran parte de nuestros días, así que llegar a casa es un alivio para el cansancio y estrés acumulado en el transcurso de cada jornada. El desvelo por venganza surge como una práctica que nos permite realizar actividades que durante el día se nos dificulta concretar, pero en realidad afecta más de lo que ayuda.
Aunque quedarte despierta más tiempo viendo esa serie que te tiene pegada al asiento puede sonarte atractivo, no es ideal para conservar tu salud física y mental. Si tiendes a desvelarte noche tras noche, puede que se trate de una forma de recuperar control en tu vida. Te contamos más sobre el desvelo por venganza y sus consecuencias en la salud.
Qué es el desvelo por venganza
El concepto fue acuñado en 2014 y existe en varios idiomas; por ejemplo, en inglés se dice ‘revenge bedtime procrastination’. No obstante, hablar de este hábito como “venganza” provino de China para describir la situación en la que gran parte de la población de este país trabaja muchas horas diarias y decide desvelarse para “retomar algo de control sobre su tiempo”, de acuerdo con la plataforma Verywell Mind.
Como seguramente estarás de acuerdo, el concepto es fácil de adaptar a otros países donde las jornadas laborales también pueden ser larguísimas, o el tiempo en el transporte público puede ser altamente estresante.
Se le llama “desvelo por venganza” a la decisión de sacrificar horas de sueño con tal de hacer cosas que nos aportan placer o alegría, y resulta como una respuesta a la falta de tiempo libre en nuestra rutina diaria. El desvelo por venganza nos da una noción de control sobre días ajetreados en los que solo atendemos actividades que demandan nuestra completa atención y nos brindan poca diversión.
Se diferencia del desvelo común, ya que su principal incentivo es la búsqueda de entretenimiento y goce para “recuperar” tiempo. Es decir, no ocurre porque necesitemos terminar alguna tarea o por factores externos a nosotras mismas. Para muchas personas, la noche es un buen momento para no abandonar hobbies como la lectura, practicar un instrumento, escuchar música, ver redes sociales o una buena serie, entre otros.
Las personas que practican el desvelo por venganza usualmente tienen trabajos estresantes. Además, los “patrones modernos de trabajo dificultan a las personas establecer límites entre el trabajo y el hogar”, lo cual las orilla a encontrar alternativas poco sanas para encontrar un poco de recreación”, esto asegura Ciara Kelly, profesora de psicología del trabajo en Sheffield University’s Management School.
¿Cómo afecta nuestra salud?
El desvelo por venganza tiene motivos más que “justificados” de ser, pero esto no evita que impacte nuestra estabilidad mental y física. Dormir es necesario para descansar y recobrar vitalidad, su ausencia puede generar:
Ansiedad.
Depresión.
Dificultad de concentración.
Alta presión arterial.
Incrementar el riesgo de problemas cardíacos.
Deterioro de la memoria.
Como alternativa, opta por crear listas en las que escojas tus prioridades a lo largo del día, también puedes establecer un momento específico para realizar actividades que amas. Al agendar correctamente tus tiempos, evitarás perder horas de sueño y tu energía no se verá afectada durante el día.
…
Amiga, ¡tenemos una sorpresa para ti! Ya está disponible X Nosotras, un podcast hecho con el corazón, donde Perla Ealy y Lavinia Muñoz son tus nuevas cómplices. En este nuevo proyecto hablamos de esos temas que a todas nos pasan, pero que pocas se atreven a mencionar. Escucha X Nosotras en YouTube y Spotify.
Hoy comenzamos la tercera temporada de 1, 2, 3 X NOSOTRAS, de esta columna que nació como un espacio para escucharnos entre MUJERES sobre temas que nos importan. Esta ocasión son ustedes las que nos contarán sus historias, aquellas que creen que deben ser escuchadas por las demás para inspirarnos, ayudarnos o simplemente para desahogarnos.
Esta no sólo es una columna, es una comunidad que comienza y que pretende ser un lugar seguro para todas NOSOTRAS. Durante siglos nos dijeron que debíamos competir y ser enemigas, pero llegó el momento de demostrar lo contrario: que una mujer es la mejor amiga de otra mujer.
Sin más preámbulo hoy les contaré, de la manera más respetuosa, la historia de Alba, quien ha decidido que la llamemos así por motivos de seguridad.
Cuando me mandó el primer mail para contactarme fue breve pero directa, me dijo que quería compartir su historia de amor y dolor más fuerte que ha vivido.
Actualmente tiene 42 años, trabaja para una empresa del gobierno en el área administrativa, y hoy puede hablar de su última relación de pareja sin que le duela el corazón, en la que se enamoró de un hombre enfermo de alcoholismo.
Ella conoció a su ex novio, Peter, en una feria de su barrio, ambos originarios de una de las colonias más populares del oriente de la CDMX.
“Fue amor a primera vista”, dice. Ella iba con sus primos y él con sus amigos, bailaron en el evento musical con el que terminaba la feria, mientras brindaban con un cartón de cervezas que compraron entre todos.
Se quiso quedar pero sus primos querían irse porque al día siguiente era lunes laboral, así que le dejó su número de celular a Peter para que se vieran después.
Él tardó un par de semanas en contactarla y cuando lo hizo, se disculpó y le dijo que había agarrado la fiesta varios días después; esto para nada fue una red flag para Alba en ese momento.
Comenzaron a conocerse y Peter sumó a Alba a sus planes, que básicamente eran andar en fiestas patronales bailando y bebiendo, ya que a él le daban unos pesos los mayordomos (organizadores/patrocinadores) de las ferias por hacer trabajitos de mandadero y a eso se dedicaba.
Alba sí bebía socialmente, pero se dio cuenta que desde que salía con Peter había incrementado su consumo de alcohol y que básicamente sus citas eran terminar borrachos bailando en una fiesta.
Pero se sentía tan feliz con él, porque pese a que siempre lo veía bebiendo, realmente nunca lo vio cayéndose, ni siendo mala copa o creando conflictos, todo lo contrario, era divertido, bailarín y sociable.
Un día mientras bailaban, Peter le propuso ser novios, ella aceptó sin dudarlo. Luego de eso, ella lo invitó a cenar a su casa para presentarle a su mamá, con quien vivía junto con sus 8 gatos; a su papá nunca lo conoció, en cuanto se enteró que su mamá estaba embarazada se fue por los cigarros y no volvió.
Ese día fue la primera vez que Alba no vio a Peter beber un trago de alcohol. La cena fue agradable y tuvo la aceptación de la suegra, pues le pareció un chico simpático y como ella veía a su hija contenta, les auguró una gran relación.
Luego Peter invitó a Alba a su casa. Él vivía en casa de su abuelita con toda su familia: mamá, hermanos, cuñados, tíos, primos y sobrinos, todos juntos pero no revueltos.
El papá de Peter había fallecido, sabía que era albañil y había tenido un accidente en una obra.
Cuando saludó a la mamá de su novio, ella le dijo a Alba que desde que su “muchacho” era su novio casi ya no tomaba, por eso estaba agradecida y aprobaba la relación.
Alba se preocupó porque sentía que su novio bebía mucho, pero si entonces no estaba tomando tanto, como le decía su suegra, qué era lo que aún no conocía de él, se preguntó.
Ella cuenta que a partir de ese momento las cosas comenzaron a revelarse, una a una, como si Peter hubiera ganado confianza total para dejarse ver tal cual era ante su novia.
Así que de la relación divertida pasaron a un noviazgo con peleas, gritos y llantos, pues Peter comenzó a plantarla, a celarla, a estar menos presente y todo tenía una razón, se la pasaba bebiendo todo el tiempo.
Sin embargo, para este momento del noviazgo, Alba ya lo amaba mucho, así que ni por un momento consideró terminar con él.
El punto de no retorno fue una madrugada que su suegra le llamó para informarle que habían llevado a Peter al hospital pues se había puesto muy mal. Ella corrió a alcanzarlos.
Él llevaba cuatro días bebiendo sin descanso con uno de sus tíos, algo que ya había hecho antes; sin embargo, su cuerpo le estaba cobrando factura esta vez. Al entrar al baño comenzó a vomitar sangre y a temblar, tenía fiebre muy alta, luego empezó a gritar por un dolor abdominal.
Se le había reventado una úlcera gástrica y tenían que operarlo pero había llegado al hospital muy intoxicado de alcohol, lo cual complicaba todo. Peter tenía 27 años en ese momento; sin embargo, su cuerpo ya comenzaba a mostrar el deterioro causado por su alcoholismo.
Estuvo en estado crítico, Alba y su suegra estuvieron rezando, pero también tuvieron tiempo a solas para platicar y la señora le contó que su esposo había muerto electrocutado en una obra, pues estaba tan alcoholizado que en un descuido al instalar la corriente eléctrica, se quedó pegado a los cables.
Ella no quería que se repitiera la historia con su hijo, que era el más adicto al alcohol de los 4 y también el más joven.
También le contó que su hijo solía regresar a casa golpeado porque se caía y que en muchas ocasiones ellos mismos tenían que salir a recogerlo de las calles porque se quedaba tirado de borracho.
Mientras Peter estuvo en el hospital fue cuidado por su mamá y por Alba, quien lo bañaba, le daba de comer y lo acompañaba porque quería verlo recuperado.
Pero muy poco tiempo después Peter volvió a darles otro susto, desapareció sin dejar rastro. Llamaron a Locatel, lo buscaron en todos los hospitales de la CDMX y en los SEMEFO.
Cada día que pasaba la angustia aumentaba, Alba dice que fue la época en que ha estado más delgada en su vida, perdió más de 10 kilos de pura angustia, una tras otra.
Y después de un par de meses, tuvieron noticias, Peter se encontraba en un hospital de Acapulco, estuvo en coma por una congestión alcohólica.
Una noche de farra con desconocidos que topó en una fiesta, se les ocurrió ir al mar a ver el amanecer, pero en el viaje se sintió mal hasta perder el conocimiento, sus acompañantes lo abandonaron en la entrada de un hospital y como no llevaba identificaciones ni celular, porque lo había empeñado esa tarde junto con su chamarra para comprar más alcohol, es que los médicos no pudieron saber quién era ni llamar a sus familiares.
Semanas después despertó y es cuando pudo dar el teléfono de su casa para avisarle a su mamá, quien posteriormente llamó a Alba.
Peter tenía mucha suerte porque vivía para contarlo, pero Alba estaba consumiéndose con él, el alcoholismo de su novio no sólo le había robado 10 kilos, sino la paz, padecía ansiedad, depresión, insomnio y ataques de pánico.
Se dio cuenta que esa no era la vida que quería y que Peter no iba a hacer nada por curarse, que su amor no lo iba a rescatar como ella esperaba.
Así que desde su amor propio decidió terminar la relación. Fue complicado soltar por completo a Peter porque no dejaba de buscarla y ella enamorada no tenía fuerzas para seguir el contacto cero; igualmente su ex suegra la trataba de convencer de volver con su hijo para que él mejorará.
Un tiempo se sintió culpable porque su ex suegra le decía que Peter se salía todos los días a beber y regresaba cada noche, sin falta, pero porque lo llevaban los amigos, algún familiar o un vecino. Estaba consumiendo más alcohol que nunca por su separación, le contaba.
Alba se unió a un grupo de familiares de adictos al alcohol y a las drogas, lo que la ayudó a entender mejor su situación, a soltar la culpa y a seguir firme con su decisión de no retomar el noviazgo.
Volvió a ver a Peter el día que murió la mamá de Alba, él llegó al funeral con un arreglo de flores, pues se enteró por medio de Facebook. Ella dice que estaba irreconocible, muy delgado, ya no tenía varios dientes y estaba casi calvo.
Él quiso seguir viéndola e incluso le mostró que se había tatuado su nombre con letras gigantes en su pecho, pero ella no permitió que su vulnerabilidad la regresara a esa relación destructiva.
Tras 8 años de terminar la relación y en una edad más adulta, Alba se enteró que Peter ya vivía en las calles y que ya no sólo era adicto al alcohol, sino también a las drogas.
Su mamá lo había corrido porque les robó en varias ocasiones y porque una vez lo encontraron abusando de su sobrino de 5 años.
Su corazón se rompió aún más pero a partir de ese día decidió cambiar su número de teléfono de casa y celular; además abrió nuevas redes sociales para cuidar más su privacidad. Igualmente dejó de ir al mercado, a la iglesia, a los lugares de reunión común de su barrio, para evitar encontrar a la familia de su ex novio.
Han pasado más de 11 años desde que terminó esa relación y hoy Alba dice sentirse en paz nuevamente, feliz con la vida que ha construido y enfocada en su trabajo y en sus gatitos y perritos, actualmente tiene 6 y 3, respectivamente.
No ha vuelto a tener novio desde entonces, solamente ha salido con algunos galanes pero al menor detalle que no le gusta, deja de verlos; aprendió a ponerse como prioridad.
Está feliz soltera y solamente desea cumplir su mayor sueño: tener un refugio para mascotas maltratadas y, posteriormente, reubicarlas con familias amorosas.
La historia de Alba es fuertísima y nos recuerda la importancia de amarnos mucho más a NOSOTRAS mismas que a nuestras parejas. No estamos en este mundo para salvar a nuestras parejas, no es algo que nos corresponda.
Gracias Alba por ser la primera en escribirme para compartirnos tu historia que me ha inspirado, gracias por abrirnos tu corazón y poner en la mesa un tema tan estigmatizado, eres un ejemplo de todo lo que está bien y estoy segura que vas a ver materializado tu sueño.
Y gracias también por darnos la lección que entre más oportunidades le demos a alguien, más se acostumbra a fallarnos.
La llegada de un nuevo año nos inspira a ser nuestra mejor versión, para esto es muy útil hacer una lista de metas que sirvan como guía en el próximo comienzo. Lo malo es que en ocasiones esto se convierte en una ambición imposible. Pero hay una clave para lograrlo: hacer que tus propósitos de Año Nuevo sean realistas.
Tener metas no siempre debería sentirse como un objetivo inalcanzable, al contrario, los propósitos de Año Nuevo pueden hacernos sentir satisfechas. Si cada año te encuentras con las mismas dificultades al no poder completar dichos propósitos, puede que el problema sea lo poco realistas que han resultado.
7 tips para que tus propósitos de Año Nuevo sean realistas
1. Establece metas pequeñas
Cuando escoges metas muy grandes para cumplir en el plazo de un año, básicamente te expones a perder la motivación pronto y eventualmente fallar. Para reconocer si tus metas son lo suficientemente pequeñas, considera otros factores de tu vida como el tiempo que pasas trabajando, el trayecto de regreso a casa, comprar la despensa, entre otras actividades que te restan tiempo. Es imposible leer dos libros a la semana si tus días están siempre saturados de actividades.
2. Propósitos concretos
Entre más generales sean, más confusos te resultarán y será lo doble de complicado llevar a la práctica tus propósitos. Un ejemplo de esto es decir “voy a usar menos mi celular”, pues el objetivo es poco específico y muy ambiguo; disminuir el uso de pantallas puede ser por 10 minutos o el tiempo que sea. Mejor intenta algo como: “solo voy a usar mi celular tantas horas al día”.
3. Crea un plan
Tus propósitos no son solo una idea que suena bonita, para aterrizarlos en tu vida debes armar un plan que te ayude a seguir la meta final. De esta forma, no perderás de vista la meta final, ya que después de algunas semanas quizás te haga falta la emoción de tus nuevas rutinas y sin un plan te será más complicado reconocer cuando tus propósitos son realizables o no.
4. Se independiente
Al final del día, eres tú quien debe recorrer todo un proceso para concretar tus propósitos de Año Nuevo, que las actitudes de los demás no interfieran con tu objetivo. Es completamente válido buscar apoyo en otros, lo que no es ideal es dejar tus próximos logros en manos de otras personas. Este es el momento de ser tu principal motivadora.
5. Escoge propósitos nuevos
Evita proponerte los mismos objetivos que has establecido años pasados y que no lograste. En cambio, busca otros diferentes para comenzar desde cero el camino al éxito. En caso de que necesites retomar metas del pasado, puedes hacerlo, pero intenta modificar algo de ella para que se sienta nueva y no la vincules con tropiezos del pasado.
6. Determina un margen de tiempo
Determinar un lapso de tiempo en el que debes alcanzar tus metas puede ser de gran ayuda para no posponerlas, recomienda el Kendall Reagan Nutrition Center de la Universidad Estatal de Colorado. Sin embargo, nuevas rutinas no aparecen de noche a la mañana, no te castigues por no conseguir tus objetivos diariamente. Es normal cometer errores en el proceso, lo importante aquí es tu resiliencia para seguir adelante.
7. Apóyate en tus hábitos
Si tienes en mente comenzar a ejercitarte o dormir más temprano, es más fácil que lo consigas si implementas dichas actividades en alguno de tus hábitos. Es decir, si acostumbras a tomar café en las mañanas y quieres comenzar a hacer ‘journaling’, hazlo acompañada de tu café de todos los días. Al asociar estas dos actividades es más fácil integrar la nueva práctica en tu vida, de acuerdo con la revista Self.
Cuando una celebridad vive una infidelidad, se genera una gran cantidad de comentarios y debates en línea. Normalmente, ante estas noticias, escuchamos frases o leemos frases como: “Si a ella le ponen el cuerno, entonces qué nos espera a las demás?”. Aunque parece un comentario que halaga a la persona que vivió la infidelidad, no hace más que reafirmar la absurda idea de que nuestros cuerpos o estatus son lo único que nos da valor.
Los errores de una persona no pueden ser la responsabilidad de alguien más, de lo contrario, caemos en la “revictimización”. Esto nos encarcela en una trampa que impide sanar las heridas que nos dejan estas rupturas amorosas.
¿Por qué una infidelidad no es nuestra culpa?
En el mundo de la farándula es muy común que circulen noticias sobre infidelidades, si tú eres de las que sigue este tipo de temas en redes sociales, tal vez te has visto proyectada en alguna de las celebs que lidian con estas traiciones tan dolorosas o has sentido empatía hacia muchas de ellas.
No eres la única que piensa esto, tan solo mira los comentarios de las cuentas de grandes celebridades como Sabrina Carpenter. Ante los rumores de una supuesta infidelidad en su relación con Barry Keoghan, en sus publicaciones abundan opiniones sobre cómo alguien podría serle infiel a una mujer tan guapa y exitosa. Esta mentalidad ya debería quedar en el olvido, ya que son proyecciones de nuestras propias inseguridades.
Decir ese tipo de frases es como creer que la traición de un ser querido, en este caso nuestra pareja, es nuestra culpa por no lucir “perfectas” en todo momento. Sin embargo, debemos recordar que nadie los obliga a lastimar a otras personas y que cada quien es responsable de sus propias acciones.
Tampa Therapy Wellness explica que una infidelidad no es un error, porque se trata de una acción consciente de practicar la deshonestidad. Cuando hablamos de una acción consciente, hacemos referencia a una toma de decisión, no a un suceso aleatorio o instintivo. Es decir, la infidelidad nunca se trata de ti, sino de la persona que la comete.
Una persona infiel, según Verywell Mind, suele presentar varios problemas internos como frustración ante un problema que no se ha podido resolver. Existe una infinidad de causas que pueden llevar a alguien a tomar esta decisión, como los traumas experimentados durante la infancia que afectan nuestras relaciones adultas, la negligencia emocional, la falta de compromiso, falta de empatía, una enfermedad mental, etcétera. No obstante, eso no es una excusa, simplemente es una aclaración sobre el origen de una infidelidad. Y la responsabilidad de una infidelidad no corresponde a la víctima, sino a quien la comete.
Tu físico, personalidad, estatus social o económico no son razones que justifiquen los comportamientos violentos o las traiciones de tu pareja hacia ti. Si alguna artista que es considera sumamente hermosa sufre por una infidelidad, esto no tiene que ver con sus aspecto físico ni su éxito, por lo que no podemos asumir que las personas “ordinarias” somos más susceptibles a vivir una situación similar.
El consumismo es una tendencia que consiste en acumular servicios y productos excesivamente. Estos hábitos posibilitan la creación de ruido mental, como respuesta a este estilo de vida surgió el minimalismo. Así como lo lees: el minimalismo no solo está presente en el arte, arquitectura y decoración. Lo puedes llevar a otros aspectos de tu vida.
Vivir una vida simple permite un equilibrio, alejada del materialismo y la adicción a la gratificación instantánea. Los espacios que habitamos afectan nuestro estado mental: mientras menos objetos tengamos a la vista, nuestra concentración obtendrá mayores beneficios. Te contamos razones para animarte a implementar el minimalismo en tu vida.
Razones para abrazar el minimalismo en tu vida
El minimalismo puede aplicarse a muchos ámbitos de la vida, ya que es un estilo de vida y pensamiento que se enfoca en “lo que realmente importa”, así lo explica Oprah Daily. Con esta priorización de materiales es más fácil evaluar qué cosas aportan algo bueno a nuestra vida y eliminar las que no nos beneficien. Stephanie Seferian, conductora del podcast “The Sustainable Minimalists”, afirma que “el minimalismo es una decisión intencional de vivir con menos”.
Si te intriga el tema, LifeHack menciona algunas razones para motivarte a intentar el minimalismo.
1. Menos cosas, menos limpieza
Ya sea ropa o muebles, si tu hogar se integra exclusivamente de lo esencial para vivir, la limpieza del mismo no te tomará mucho tiempo o energía. Puedes enfocarte en otras tareas, ya sean responsabilidades o pasatiempos que te hagan sentir plena y productiva.
2. Mayor rendimiento económico
En este mundo capitalista, somos víctimas de comerciales en todas sus presentaciones. Seguramente alguna vez consideraste comprar algún producto por el que viste a alguna celebridad o influencer emocionándose. Si adquieres esta mentalidad orientada a determinar las cosas que te nutren, posiblemente no corras el riesgo de hacer compras innecesarias y compulsivas, así que tu situación económica será más estable.
3. El medio ambiente te lo agradecerá
De acuerdo con The Round Up, la producción de basura es masiva debido al consumismo, pues éste promueve la compra de materiales que rinden unos cuantos días y después tienen que ser desechados por daños en su funcionamiento. Lo anterior obliga a las personas a comprar repuestos para todo constantemente. Si disminuimos nuestras compras, habrá menos necesidad de crear cosas, minimizando la contaminación y la producción desmedida.
4. Enfoque en actividades satisfactorias
Al reevaluar lo que es importante para ti podrás organizar tus tiempos y concretar esas metas que siempre habías pospuesto, como aprender a usar algún instrumento musical o aprender un nuevo idioma.
5. Bueno para tu salud mental
Cuando nos desprendemos del exceso en lo material encontramos libertad, podrás decirle adiós al estrés de perder posesiones. Así mismo, el hueco que intentamos llenar con productos desaparecerá si encontramos la belleza y el valor de las simples cosas que nos rodean. Después de reconocer que una vida simple es más satisfactoria, la paz mental se vuelve más alcanzable.
Los domingos pueden resultar estresantes porque tus días de descanso llegan a su final, cuando debería ser al revés: debería ser un día en el que procures tu salud y cuidado para que el lunes no sea mortal para ti. Si tú batallas con este sentimiento de estrés o cansancio seguramente es por que te cuesta desconectarte del mundo y del caos, el problema no eres tú, sino el ritmo de vida actual que es demasiado acelerado. Una buena rutina de domingo puede hacer grandes diferencias.
Nos desespera presionar botones y que no funcionen o que las páginas web no carguen con rapidez, así que no, no eres la única a la que se le dificulta dejar las prisas y responsabilidades fuera de su mente. La productividad es premiada, por lo que es fácil olvidar que necesitamos un respiro. Si lo que buscas es una rutina que te ayude con este problema, estás en el lugar indicado.
Cómo hacer una rutina de domingo para empezar con todo la semana
Lo mejor que puedes hacer es mezclar un poco de productividad con relajación, el ‘selfcare’ es muy importante. El autocuidado puede empezar desde tu skincare en la mañana como un momento de reflexión para estar contigo misma unos minutos antes de pasar a otros pendientes como lavar tu ropa y limpiar tu habitación; realizar estas actividades te ayudarán a recobrar energía o motivación para completar tareas pendientes que requieran más de tu atención.
La revista Parade sugiere crear un checklist, pues es bastante útil para categorizar tus prioridades en cuanto a su relevancia y así no tendrás que confiar en tu mente para recordar los pendientes que no has realizado, esto quitará un gran peso de tus hombros.
Como mencionamos anteriormente, tus domingos no tienen que conformarse exclusivamente de tus responsabilidades, éstas puedes realizarlas después de tu desayuno para aprovechar la luz del día y que el sueño no te gane.
Estos son algunos consejos que puedes seguir en la creación de tu rutina de domingo:
Desconéctate de tus dispositivos el mayor tiempo posible.
Prepara comidas especiales que disfrutes mucho o ve a ese restaurante que te da tranquilidad.
Sal al mundo real, ya sea con amigos o sola.
Toma una ducha completa que te haga sentir renovada, puedes incluir pasos que normalmente no realizas, como la exfoliación corporal. Ponte una mascarilla en rostro y cabello, haz esas rutinas de belleza que difícilmente podrías hacer en la semana.
Por la tarde/noche, ponte cómoda, prepara tu bebida favorita y enfócate en aquellas actividades que te den paz: ya sea ver alguna película o serie, leer un libro, meditar, salir a caminar o incluso llamar a tus amigas para hacer un reconteo de tu semana.
Tu domingo puede ser tan flexible como tú quieras, siempre y cuando te permita olvidarte o quitarte estrés. Por ejemplo, si tu semana es muy movida y no tienes tiempo de comer adecuadamente, puedes usar este día para hacer tu ‘meal prep’, que básicamente consiste en cocinar y preparar tu comidas de la semana con anticipación para tenerlas listas en tu refri y solo tener que calentarlas a lo largo de la semana. Esto te ayudará a despejar tu mente los próximos días sin tener que preocuparte por qué comer.
Si normalmente tienes que andar mucho en la calle toda la semana, entonces el domingo puede ser delicioso reservar el día entero para estar en casa. Todo depende de tus necesidades y preferencias.
Ninguna de nosotras quiere sentirse como un “fraude” en el trabajo, pero la realidad es que el síndrome de la impostora es un fenómeno psicológico muy común, especialmente entre las mujeres. Un estudio encargado por Access Commercial Finance en el Reino Unido reveló que dos tercios de las mujeres han experimentado este “síndrome” en algún momento de sus vidas.
Si alguna vez te has sentido fuera de lugar o crees que no mereces tu trabajo, debes saber que no estás sola.
NOSOTRAS te compartimos algunas estrategias, de acuerdo con información especializada, que puedes aplicar si el síndrome de la impostora está afectando tus actividades laborales.
¿Cómo afecta el síndrome de la impostora en el trabajo?
El síndrome de la impostora en el ámbito laboral se define como una sensación de inseguridad relacionada con los logros en el trabajo. Aquellas que lo experimentan, a pesar de tener éxitos y reconocimientos evidentes, suelen dudar de su competencia y sienten que no merecen sus logros. De acuerdo con información de HubSpot, este fenómeno puede atribuirse a diversos factores, como la autoexigencia desmedida, el perfeccionismo y la constante comparación con las demás.
Las mujeres que sufren este síndrome tienden a subestimar sus habilidades y atribuir sus éxitos a la suerte o factores externos, lo que perpetúa un ciclo de autodesprecio y ansiedad. Como resultado, quienes lo padecen pueden sentirse incapaces de asumir nuevos desafíos y experimentar un estancamiento en su carrera.
Las autoras Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot explican que el contexto social es uno de los motivos fundamentales por los que este síndrome es más prevalente entre mujeres de éxito. Algunos de los aspectos clave que contribuyen al aumento del síndrome de la impostora incluyen los siguientes.
Presión elevada y constante sobre el rendimiento y la imagen. Esta presión incrementa la falta de confianza y genera dudas constantes sobre las capacidades.
Menor representación de mujeres en puestos directivos. La escasa presencia de mujeres en altos cargos puede hacer que aquellas que ocupan estos puestos se sientan solas y expuestas.
Estereotipos sociales. Los estereotipos que todavía persisten en la sociedad alimentan la inseguridad en las mujeres.
5 estrategias para combatir el síndrome de la impostora en el ambiente laboral
A continuación, te compartimos 5 estrategias que puedes aplicar cuando el síndrome de la impostora te ataca en el trabajo, de acuerdo con la Escuela de Negocios de la Universidad de Queensland, Australia y la compañía estadounidense especializada en gestión del trabajo, Asana.
Recuerda que siempre está la posibilidad de buscar ayuda profesional. No tienes por qué atravesar esto sola.
1. Reformula la forma en que analizas la situación
En lugar de concentrarte en lo que piensas que no puedes hacer, enfócate en tus capacidades y en cómo puedes crecer. La descarga de energía traducida en estrés que acompaña al síndrome de la impostora, hasta cierto punto puede convertirse en un impulso para desempeñarte de la mejor manera posible.
Revisa el trabajo que has realizado para ver si tus sentimientos se basan en los hechos. Es posible que encuentres algo concreto en lo que puedes trabajar y mejorar. Si no es así, usa los hechos a tu favor cada vez que esa voz interior te diga que no eres lo suficientemente buena.
2. Busca una mentora
Tener una mentora, una guía o un ejemplo de mayor experiencia que te desafíe y te ayude a salir de tu zona de confort puede ser invaluable. Compartir tus miedos y experiencias con alguien que ha pasado por situaciones similares puede ofrecerte una perspectiva objetiva y apoyo emocional.
Una buena mentora también puede proporcionarte estrategias concretas para lidiar con el síndrome de la impostora en el contexto de tu trabajo actual. Hablar de las dificultades que han atravesado y los errores que han cometido en sus carreras, podrían llevarte a descubrir que tienen algunas historias o consejos útiles sobre cómo lidiar con lo que estás sintiendo.
3. Aborda el síndrome de la impostora de forma grupal
Es fundamental que las líderes y compañeras de trabajo reconozcan y validen las experiencias derivadas del síndrome de la impostora. Fomentar un ambiente donde se pueda hablar abiertamente sobre esta situación ayuda a normalizar estos sentimientos y permite que como compañeras se sientan más cómodas al compartir sus luchas. La validación externa de habilidades por parte de instituciones, colegas o superiores es crucial, ya que puede proporcionar el respaldo necesario para quienes enfrentan este desafío.
4. Di ‘sí’ a las nuevas oportunidades
Es común que quienes padecen el síndrome de la impostora rechacen oportunidades laborales por miedo a no cumplir con las expectativas. Sin embargo, aceptar nuevos desafíos es esencial para el crecimiento. Diferencia entre la voz de tu “impostora” interior y la voz de la razón; la primera te dirá que no puedes hacerlo, mientras que la segunda te recordará que fue por una razón que se te ofreció esa oportunidad.
Aceptar un nuevo trabajo puede ser desafiante, pero intentarlo puede abrirte muchas puertas. No dejes que tu “impostora” interior rechace oportunidades que podrían ayudarte a aprender, crecer y avanzar en tu carrera. Si bien puede resultar intimidante asumir un rol en el que no te sientes segura, también puedes enfocarte en lo que sabes hacer y recordar que no hay nada de malo en “ser principiante” y hacer preguntas a lo largo del camino.
5. Compárate para aprender, no para desanimarte
Compararte con tus compañeras puede ser un hábito común, pero esta práctica puede ser destructiva. En lugar de enfocarte en desanimarte, observa qué puedes aprender de ellas. Reconocer que otras tienen habilidades en las que destacan no disminuye tu valor, sino que te brinda la oportunidad de crecer y colaborar. Recuerda que, al mismo tiempo, tú tienes ciertos talentos y habilidades que puedes compartir con tus compañeras para ayudarlas a tener éxito en sus funciones.
Hoy en día muchas mujeres han logrado éxitos que escuchamos con la frase “la primera mujer qué”. Socialmente se han adquirido más roles y presiones de lograr, hacer y ser más, a la vez que se desvalora el poder de la maternidad. Sin embargo, estos logros han venido acompañados de mucha culpa que en muchos casos en invisible.
Para muchas mujeres, la culpa surge de la sensación de no estar cumpliendo con las expectativas sociales, familiares o personales. Este sentimiento puede ser debilitante, traicionero y desánimo para seguir y brillar, pues suele aparecer en los momentos en que deberían estar celebrando sus logros.
Así se presenta la culpa dentro del éxito
Históricamente hemos definido roles para las mujeres, que giran, principalmente, en el cuidado del hogar, la familia y los hijos. Aunque se han ido cambiando y transformando, muchas expectativas siguen igual. Más difícil aun, se ha sumado el rol de familia, el de trabajadora/empresaria/emprendedora y el de autonomía financiera, dando como resultado “todo perfecto”.
En el mundo se van rompiendo estas creencias, parcialmente cargando todavía con estigmas: cuando una mujer rompe esos modelos y lo hace diferente, surge muchas veces un conflicto interno de desaprobación personal y social.
Además, la culpa también nace de la autocrítica y autoexigencia, de esa voz interna que constantemente nos recuerda que no estamos haciendo lo suficiente, sin importar cuántos logros hemos alcanzado. Esa voz a la que yo llamo “papua” que puede estar ligada a nuestro peor enemigo, a la idea perfecta de hacerlo todo: mamá presente, profesionales destacadas, parejas amorosas, amigas incondicionales y, al mismo tiempo, mantener un equilibrio perfecto en todas las áreas.
Cuando no podemos cumplir con todas esas expectativas, la culpa se manifiesta como un recordatorio constante de lo que creemos que estamos fallando, de lo mala que eres y lo mal que lo haces.
¿Por qué no lograrlo y reconocerlo, disfrutarlo, cacarearlo, compartirlo? ¿Por qué culparnos de ese éxito merecido, esforzado y alcanzado? La idea de la culpa se refuerza con la idea de que la mujer trabaja de más, mamá no está con los hijos o que debe elegir una cosa con otra.
La culpa en la maternidad
Ahora, algo importante y que a mí con la depresión postparto me costó mucho, es la maternidad y la culpa. Estas autoexigencias de la perfección, educar, la idea de que lo que hace un niño (aunque sea una persona completamente diferente a ti) es tu responsabilidad.
También, desvalorando el milagro de crear vida y dar a luz a un ser humano. Adicional se puede agregar la culpa por trabajar y no estar al 100% en casa o “egoísmo” de esa mujer que elige el trabajo y no ser mamá.
Redefinir el éxito
Trabajar la culpa es un proceso que requiere tiempo y autocompasión. Primero, es importante que se reconozca que el éxito profesional y personal no están en conflicto. Es posible equilibrar ambas facetas de la vida pero, para hacerlo, es necesario soltar la idea de que deben ser perfectas en todo el tiempo.
Además, redefinir el éxito es importante. Muchas veces, la culpa surge porque estamos tratando de ajustarnos a una definición de éxito que no necesariamente coincide con nuestros valores o prioridades. ¿Qué significa el éxito para ti? ¿Cómo se ve el éxito en tu vida diaria?
Por último, no se trata de hacerlo todo por sí mismas, sino de contar con una red de apoyo que permita equilibrar las responsabilidades sin sentir que estás fallando en alguna área.
La culpa en las mujeres es un sentimiento profundamente arraigado, alimentado por expectativas sociales y la autocrítica. Redefine tú exito, autoexigencia y autocompasión, pera así liberar la culpa y brillar en cada proyecto.
Se dice que las experiencias de la infancia definen mucho de nosotras en la adultez. Tiene sentido, pero nadie nos enseña cómo trabajar con esas experiencias y moldearlas para que resulten útiles, pero no se mantengan como una herida que afecta nuestro presente. ¿Has oído sobre el concepto de sanar a tu niña interior?
Probablemente sí lo has escuchado en redes sociales, aunque va mucho más allá de ser un simple trend. No importa cuántos años tengas, hay una “versión más joven” de ti que te acompaña día con día y que define muchas de tus decisiones o patrones de comportamiento.
¿Qué significa sanar a tu niña interior?
El concepto de sanar a tu niña interior tiene que ver con las experiencias infantiles que te marcaron en la adultez. La plataforma de psicología BetterUp lo explica de la siguiente manera.
Imagínate que tienes 5 años y estás jugando con otros niños en el kinder. Mientras estás corriendo por el patio de la escuela, te caes y los demás se ríen de ti. Tal vez de adulta ya no recuerdes exactamente cómo pasó, pero sí recuerdas la sensación de vergüenza, el dolor en tu rodilla y las lágrimas en tus ojos. La herida de tu rodilla sanó, pero tal vez esa sensación de “quedar en ridículo” está contigo hasta la adultez.
Sanar a tu niña interior consiste en reconocer y curar heridas de la infancia, además de tener claro que muchos de nuestros comportamientos como adultas vienen de lo que vivimos en nuestros primeros años de vida. Este proceso te ayuda a entender comportamientos, detonantes, deseos y necesidades.
Tal vez cuando eras niña, en ese momento traumático que viviste no había alguien que pudiera apoyarte de la manera en que necesitabas. Trabajar en sanar esas heridas te permite usar las herramientas que ahora sí tienes para darle ese amor, apoyo y compasión a tu “niña interior”.
Los beneficios de sanar a tu niña interior
Existen varias razones por la que puede ser buena idea trabajar en tus heridas de la infancia, sobre todo con ayuda profesional.
Te ayuda a entender cómo el trauma del pasado afecta tu comportamiento presente.
Es bueno para desarrollar mecanismos para lidiar con los obstáculos de la vida.
Te hace sentir empoderada y te ayuda a recuperar mayor control de tu vida.
Es útil para mejorar la regulación de emociones.
-Aumenta tu autoestima y autocompasión.
El proceso de sanar a tu niña interior puede formar parte de diversos tipos de terapia profesional, como explica la plataforma MindBodyGreen. Lo que puede a unir a estos distintos tipos de terapia es que el proceso pretende hablar con tu niña interior desde su propio lenguaje, más allá de las palabras y discursos que empleas en el presente.
Creer más en ti misma puede ser el impulso que necesitas para alcanzar tus metas y superar los desafíos de cada día. En un mundo donde, a menudo, se busca imponer reglas sobre nuestros roles, comportamiento y apariencia, tendemos a absorber discursos tóxicos que afectan nuestra autoestima y confianza. Por lo que, cultivar la autoconfianza se convierte en una habilidad esencial de empoderamiento.
NOSOTRAS te compartimos 9 consejos prácticos, acompañados de información especializada, para fortalecer la confianza en ti misma.
¿Cómo creer más en ti misma?
Creer en ti misma significa tener confianza en tus habilidades, capacidades y fortalezas. De acuerdo con Tchiki Davis, psicóloga experta en wellness para The Berkeley Well-Being Institute, esto “significa poder confiar en ti misma para hacer lo que dices que harás y saber que esos esfuerzos darán como resultado los objetivos que deseas”.
Esta confianza es producto de una combinación de varios elementos clave que Davis define de la siguiente manera.
Autoestima: es el reconocimiento de que tienes valor como persona.
Autoconfianza: es la creencia de que puedes encontrar seguridad en tus acciones, pensamientos y formas de proceder ante la vida.
Respeto por ti misma: es una actitud positiva acerca de sus habilidades, cualidades y juicio.
Autonomía: es sentirte capaz de elegir y dirigir tu propio comportamiento.
Dominio del entorno: es la seguridad de que tus esfuerzos darán como resultado los cambios que deseas.
9 tips para creer más en ti misma
A continuación te compartimos 10 consejos básicos, de acuerdo con Elizabeth Perry, life coach para BetterUp, y Leon Ho, fundador de LifeHack, que podrían ayudarte a creer más en ti misma.
1. Plantear objetivos pequeños para alcanzar metas grandes
Los sueños grandes son emocionantes, pero comenzar con pequeñas metas podría proporcionarte una base sólida. Intenta establecer pequeñas tareas en periodos de tiempo cortos que puedas realizar día con día. Estos pequeños logros construyen confianza y habilidades para futuros éxitos.
2. Elimina malos hábitos de distracción
Las distracciones, como el scrolling infinito en redes sociales, erosionan la autoconfianza. Lleva un registro de tus hábitos de distracción y establece límites para dedicar tiempo a tus objetivos. La conciencia sobre cómo aprovechas tu tiempo es el primer paso hacia el cambio.
3. Construye círculos sociales seguros
Las voces que te rodean afectan la percepción que tienes de ti misma. Rodéate de personas que apoyen tus sueños y que te ofrezcan consejos constructivos. Minimiza el tiempo o corta relaciones que propagan inseguridades y busca un grupo de apoyo que fomente tu crecimiento personal.
4. Fortalece tu autoconfianza
La autoconfianza se construye al cumplir promesas que te haces. Comienza con pequeños compromisos y avanza hacia desafíos mayores. A medida que cumples tus propias expectativas, disminuirán las dudas y comenzarás a creer más en ti misma.
5. Aplica el ‘mindfulness’
Dedica tiempo a la reflexión y la meditación focalizada en el tiempo presente. Esto te permitirá identificar patrones de pensamiento que pueden estar saboteando tu autoconfianza. La meditación de atención plena te ayudará a separar tus verdaderas capacidades de la crítica negativa que puedas hacer de ti misma.
6. Transforma las narrativas limitantes
Desafía las creencias negativas sobre ti misma. Pregúntate si esos pensamientos son realmente ciertos y si provienen del criterio propio. Reescribe esas narrativas; conviértelas en afirmaciones positivas que refuercen tu autoconfianza.
7. Sal de tu zona de confort
Aventurarte fuera de tu rutina habitual te ayudará a crecer. Haz pequeñas acciones que te desafíen, como hablar en público o tomar una clase nueva. Estos esfuerzos graduales expandirán tu percepción de lo que puedes lograr.
8. Mantente flexible
La rigidez en tus expectativas puede conducir a la decepción. Permítete cometer errores y aprender de ellos. Ver los fracasos como oportunidades para mejorar te ayudará a mantener la motivación y la autoconfianza.
9. Evita las comparaciones
Compararte con las demás es un camino seguro hacia la inseguridad. En su lugar, contrasta tu progreso actual con tu pasado. Aprecia tus logros y recuerda que cada camino es único.
Realizar pequeños esfuerzos que te permitan creer más en ti misma no solo es fundamental para alcanzar sueños o metas, sino que también puede tener un impacto positivo en tu salud mental y bienestar general. Sin embargo, es importante recordar que no podemos ni debemos resolver todo solas. Por lo que el acompañamiento psicológico profesional puede resultar una excelente opción para encaminar cualquiera de estos consejos hacia tus necesidades y objetivos particulares.
Hemos platicado antes sobre mi cambio de carrera y de profesión, llevándome a ser terapeuta de sonido. Pero recordemos un poquito. Hace 4 años, en la búsqueda de ser mamá, descubrí el sonido como una herramienta para encontrar la calma y la paz dentro de mí. Me permitió redescubrirme y entender mi mente; aprender a cambiarla, controlarla, conectar con mi cuerpo y darme cuenta de que no tenemos que vivir en el caos cotidiano, sino podemos tener paz y ser felices desde adentro.
Con el tiempo he encontrado diferentes maneras de compartirte el poder del sonido de los cuencos y cómo es que sus vibraciones resuenan en todo el cuerpo. Hoy te quiero platicar de un nuevo proyecto: el podcast “encalma healing studio por Paulina Landa”.
Este es mi nuevo bebé, es un espacio en el que comparto diferentes herramientas para ir cambiando nuestra mente, relajando y entrando en frecuencias sanadoras. Vas a encontrar en cada capítulo experiencias, anécdotas y un baño de sonido para trabajar.
Conoce el podcast ‘encalma’
¿Por qué es diferente a otros podcasts? En éste es importante que tú realices el trabajo energético para lograr la transformación deseada. En cada episodio trataremos un tema distinto, como el amor propio, el estrés laboral, la manifestación para lograr la vida milagrosa que deseamos, soltar el caos para agarrar la calma, entre otros, trabajando puntos de la vida cotidiana.
El sonido es claramente una parte importante de este proyecto, ya que cada meditación con sonido nos lleva a estados de relajación profundos y vibrar en una frecuencia restaurativa.
Todas nosotras tenemos una frecuencia en la que nos sentimos en calma. Sin embargo, con el caos de la vida salimos de ella y podemos hasta sentir que nuestra frecuencia armónica es completamente otra, una que está en constante caos. ¿Por qué? Porque nos acostumbramos a vivir en un estado distinto, por lo general en estrés, prisa, alterando nuestro sistema nervioso y normalizando esa incomodidad.
Por otro lado, el país y sociedad nos han llevado a ese estado de hacer y hacer, muy poco pausar por estar “mal visto” y juzgar al que “no hace nada”, quien lo hace diferente o a sus tiempos. Es por eso que te invito a escucharlo, a regresar a ti y regalarte esos momentos de calma que te sumergirán en armonía.
Este proyecto nace como una semilla para llevar la calma a cada corazón, a cada casa y espacio, reconociendo que todas tenemos la capacidad de regresar a nuestra esencia y conectar con el corazón. Tú puedes empezar hoy y regalarte ese momento de paz en el caos de la vida.
Diariamente enfrentamos retos y obstáculos que influyen a lo largo de nuestro día, pero es muy importante cómo reaccionamos ante ellos. Para simplificar un poco, podríamos dividir nuestra reacción en optimista y pesimista. ¿Cuál eres tú? Si has estado buscando ser una mujer más optimista, aquí te daremos algunos consejos.
Aunque no podamos poner una sonrisa ante cada situación de la vida, ante los obstáculos que enfrentamos diariamente puede ser de mucha utilidad mantener un enfoque positivo.
¿Qué es ser optimista?
El blog oficial de la plataforma Indeed, describe como optimismo a “una actitud mental que permite a las personas comprender y centrarse en los aspectos positivos de las situaciones”. Es decir, que al ser optimista se toman mejores actitudes y se está consciente que cualquier obstáculo es temporal.
El escritor y orador Brian Tracy explica en su sitio web oficial que las personas optimistas tienen mayor seguridad, independencia y satisfacciones, ya que consideran los fracasos como un motor de motivación.
Sin embargo, ten en cuenta que todas las emociones son válidas y no se trata de negarlas. Cuando la ansiedad o los síntomas de depresión están muy presentes en tu vida y te impiden disfrutarla, lo que debes hacer es buscar ayuda de un profesional.
Tips para ser una mujer más optimista
A continuación, te enseñaremos 10 tips, de acuerdo con Everyday Health e Indeed, para seguir tu camino hacia el optimismo.
1. Controlar las reacciones y respuestas
Al momento de estar ante un obstáculo, es importante reflexionar internamente sobre futuros escenarios y lo que sucedería si reaccionas de una manera negativa. ¿Cómo podría afectarme esto? ¿Qué pasaría si digo esto? ¿Qué es lo más grave que puede pasar? Son ciertas preguntas que podrías hacerte al momento de tener una complicación, y aclarar el panorama con más positividad.
2. Crear afirmaciones positivas
Cuando pensamos con ciertas afirmaciones clave, las dificultades y obstáculos de la vida diaria podrán verse más positivos y con oportunidades de mejora. “Estoy aprendiendo”, “soy importante”, “mis errores no me definen”, “crezco día con día”, son algunos ejemplos de afirmaciones que puedes decir internamente a lo largo de tu día.
Debe ser algo que funcione para ti y resulte significativo.
3. Las afirmaciones también son hacia afuera
Recuerda que nuestras palabras importan, y son clave para generar ambientes positivos en los cuales tú estás rodeada. Las afirmaciones positivas también pueden ser para tu círculo social, laboral, en la escuela, en el transporte público, etc.
4. Tiempo de calidad con personas optimistas
Como lo mencionamos en el anterior punto, la gente con la que te rodeas influye mucho en tu actitud. Interactúa con personas que tengan perspectivas positivas, que te ayuden a ver el lado bueno de las cosas y te inspiren cada día.
5. Realiza actividades que disfrutes
Los pasatiempos que nos apasionan son claves para un estado de salud positivo, reduciendo los niveles de estrés. Hacer ejercicio, salir a caminar, ir al cine, tomar un café, ver películas o tomar los rayos del sol, son factores para mirar los obstáculos como oportunidades.
6. Identificar las cosas que están fuera de tu control
No podemos cambiarlo todo, y reconocer esto nos libera de ciertas cargas que apropiamos como nuestras. Lo mejor es concentrarnos en los aspectos que sí podemos cambiar, e intentar dejar ir todo lo que no está a nuestro alcance.
7. Autocuidado
Al cuidar nuestra mente y cuerpo, podemos ver más posibilidades a tener más actitudes positivas. Realiza actividades que satisfagan tu propio cuidado, así podrás enfrentar con mayor actitud futuras dificultades. Todo lo bueno puede iniciar con el cuidado de tu salud física y mental.
8. Inicia tu día con expectativas positivas
“Hoy voy a lograr…” Si inicias tu día afirmando cosas, por muy mínimas que sean, estarás un paso más allá de hacerlo. Mejorará tu estado de ánimo y evidentemente, el positivismo aumentará.
9. Descubre cosas nuevas
Vive cosas diferentes, aprende nuevas cosas, visita lugares nuevos, conoce a personas; las personas optimistas siempre están interesadas en hacer algo que no hayan hecho. Sal de tu zona de confort.
10. Cuestiónate a ti misma
¿Qué estoy aprendiendo? ¿Me gusta lo que hago? ¿Cuáles son mis nuevas oportunidades? Estas son preguntas que funcionan como ejemplo de cómo empezar a cuestionarte de forma positiva. Si tienes algún pensamiento negativo, pon en práctica estas preguntas.
Para poder enfocarte en un crecimiento personal diario, puedes implementar el método kaizen, se trata de una filosofía japonesa que ha ayudado a muchas personas a generar cambios graduales que pueden impulsar hábitos positivos para el día a día.
Adoptar este método no requiere de hacer cambios súbitos y drásticos. Se requiere de constancia y compromiso con las pequeñas acciones para generar un impacto profundo que tendrá efectos a largo plazo, según esta filosofía.
¿Qué es el método japonés kaizen?
El método kaizen es un enfoque basado en la idea de la mejora continua. Se trata de realizar pequeños cambios que generen grandes mejoras. El término comprende las palabras ‘kai’, que significa “cambio”, y ‘zen’, que se refiere a “bueno”. De acuerdo con PubMed Central, Kaizen es un concepto que puede entenderse como “hacerlo mejor cada día, con todos y en todas partes”. Es una forma de mejora lenta pero constante.
El método tiene origen en los círculos japoneses de calidad para el mejoramiento de las actividades en las empresas. Este método se desarrolló para que los empleados hicieran mejoras en el trabajo y se implementó de manera popular luego de la Segunda Guerra Mundial. Fue parte de un programa de productividad en diversos sectores de manufactura japonesa. Originalmente, se enfocó en los procesos que los trabajadores de las fábricas podían mejorar, sin embargo, pronto pasó a ser parte de la cultura popular y ha llegado a muchos países.
¿Cómo aplicar el kaizen?
Puedes implementar las “5S” del método kaizen. De acuerdo con TechTarget, estos 5 principios buscan crear un orden que perdure y ayude a eliminar la pereza al hacer tareas diarias, para darte la oportunidad de poder lograr grandes cambios desde las pequeñas acciones.
1. ‘Seiri’ (Clasifica)
Separa las cosas que son necesarias de las innecesarias de tu vida, te ayudará a no perder de vista lo más importante. Puede manifestarse en situaciones desde desechar algunos objetos como ropa y decoraciones que ya no usas, hasta centrar la atención en lo que de verdad te interesa. La idea es darle paso a lo que refleja quién eres de verdad y lo que quieres lograr.
2. ‘Seiton’ (Ordenar)
Organiza todo lo que necesitas para llevar a cabo tus objetivos en el día. Te permitirá agilizar tus procesos y ser más eficiente. Puedes planear tus días para poder aprovechar tus tiempos de manera eficiente. Pero también puedes ordenar tu área de trabajo para que, así, las actividades que realices tengan un proceso eficiente.
3. ‘Seiso’ (Limpieza)
Mantén tus espacios limpios, ya sea en casa, en el trabajo, en tu área de estudio o en cualquier lugar donde te desenvuelvas. Esto te ayudará a crear hábitos que te permitan tener un espacio despejado para poder descansar, inspirarte y realizar tus actividades. No solo se trata de ordenar lo que necesitas para desempeñar una tarea, puedes limpiar todo el espacio y así visualizar de mejor manera.
4. ‘Saiketzu’ (Higiene)
Aunque éste y el punto anterior puedan parecer similares, el ‘saiketzu’ se enfoca en mantener una higiene personal para mantenerte motivada; además, mantener una buena higiene, mejora la autoestima. Los hábitos de limpieza necesitan ser personales también.
5. ‘Shitsuke’ (Disciplina)
Es mantener el esfuerzo de conservar y llevar a cabo diariamente los cambios que has realizado. Intenta ser constante, así las acciones que hagas podrán beneficiarte a largo plazo. Te ayudará a continuar con los buenos hábitos.
Los 4 pilares del kaizen
De igual manera, el Kaizen puede dividirse en 4 pilares que pueden hacer la diferencia y se basan en los procesos originales del método.
Encuentra el problema. Requiere evaluar la situación cuando se presenta un problema o una situación de cambio. Si quisieras dormir más, puedes planear cosas y acciones para que eso suceda.
Planea soluciones. Después de planear, puedes poner en práctica las ideas que hayas generado para poder darle solución al problema. Lleva a cabo realmente lo que has planeado.
Revisa la solución. Evalúa si esta solución es buena, si te ha servido o si es necesario seguir haciendo cambios para darle una respuesta certera al problema.
Constancia. Refiere a mantener los cambios realizados de manera diaria, de esta manera, tu rutina se vera beneficiada a través de hábitos buenos para poder seguir mejorando diariamente.
Encontrar tu propósito en la vida puede parecer difícil de alcanzar, pero también es posible que simplemente intentar ver la vida de otra forma te ayude. Hoy NOSOTRAS te platicaremos de la filosofía japonesa ikigai, un concepto que se enfoca en ayudarte a encontrar tu propósito al fusionar diversos aspectos como tus gustos y capacidades.
Se utiliza con la idea de ayudarte a encontrar tu propósito, explorando tus gustos, tus habilidades, lo que el mundo necesita y tu profesión o trabajo. Ikigai podría ser la clave para una vida larga y feliz al encontrar el balance entre lo que te apasiona y el mundo que te rodea.
¿Qué es el ikigai?
El ikigai es un concepto japonés que busca darle un propósito a la vida a través de la felicidad. Surge tras una combinación de palabras en japonés: ‘Iki’ (vivir) y ‘Gai’ (razón), que al juntarlas significan “una razón para vivir”, como especifica la plataforma Calm.
Esta “razón para vivir” se encuentra en la intersección de lo que amas, lo que sabes hacer bien, lo que el mundo necesita y en lo que puedes trabajar. Generalmente, el estudio de estos rubros conduce a tu pasión, profesión, misión y vocación. Al conocerlos, podrás aprovechar todo tu potencial y llevar una vida más feliz.
De acuerdo con Hult International Business School, encontrar tu ikigai puede ayudarte a entenderte mejor y ser honesta contigo misma sobre tus deseos y necesidades, dándole un sentido único a tu vida. El coautor del libro “Ikigai: el secreto japonés para una vida larga y feliz”, Héctor García, menciona para el blog Kizuna del gobierno de Japón que “cuando te sientes deprimido, solo pensar en tu ikigai cambia algo en ti”.
Cómo se determina cuál es tu ikigai
Para descubrir cuál es tu ikigai necesitarás preguntarte qué es lo más importante para ti y reflexionar sobre tus propias ideas, mientras te haces algunas preguntas claves que te ayuden a definir (o redefinir) tu propósito de vida.
“Cuando éramos niños, todos pensábamos en lo que queríamos ser en el futuro, pero también es importante pensar en nuestro ikigai. Si hubiera sabido sobre el ikigai cuando era joven, mi vida habría sido diferente”, dice Héctor García para Kizuna.
1. Revela tu pasión
Tus pasiones son las actividades que hacen que el tiempo pase en un abrir y cerrar de ojos, te hacen sentir emocionada y viva. Observa qué actividad te encanta hacer o te mejora el estado de ánimo cada que la realizas.
Puedes guiarte por preguntas como las siguientes:
¿Qué me gusta hacer?
¿Cuáles son mis pasatiempos?
¿Qué hago en mi tiempo libre?
2. Determina tu vocación
Tienes habilidades y fortalezas que te hacen destacar naturalmente y, en conjunto, nadie más las tiene de la misma manera que tú. Identifica tus habilidades especiales que merecen un reconocimiento.
Puedes enfocarte en contestar las preguntas:
¿En qué soy buena?
¿Dónde están mis puntos fuertes?
¿Cuáles son mis talentos ocultos?
3. Encuentra tu misión
Piensa en el mundo que te rodea. Descubre dónde puedes hacer algo para marcar una diferencia. Pregúntate cómo puedes contribuir para hacer del mundo un lugar mejor, como recomienda la plataforma MasterClass.
Presta atención a preguntas como:
¿Qué necesita el mundo?
¿Qué es lo que me gustaría cambiar?
4. Enfócate en tu profesión
La profesión será la manera en la que puedas obtener ganancias reales luego de enfocarte en tus pasiones y habilidades. La idea es buscar una profesión o un trabajo que sirva para tu desarrollo personal, que sea una contribución o un cambio en el mundo. Un trabajo que te dé felicidad mientras despierta tu propio interés es importante para encontrar tu ikigai.
Con lo que ya sabes de ti, reflexiona las preguntas:
¿Qué necesita el mundo?
¿Qué es lo que me gustaría cambiar?
Ikigai es un proceso de autorreflexión que aprovecha todas las habilidades y oportunidades como parte de un crecimiento personal positivo que está en constante cambio; por eso, es importante que al practicarlo alinees tus acciones con tu ikigai para tener una vida más plena.
Simone Biles ya hizo historia en muchos sentidos y no solo para el deporte en Estados Unidos. También se ha convertido en una importante vocera sobre el cuidado de la salud mental sin importar a qué te dediques o la esfera en que te desenvuelvas.
Estas son algunas lecciones sobre salud mental que Simone Biles nos ha dejado en los últimos años y que resulta interesante explorar ante su triunfo en París 2024.
Lecciones sobre salud mental que Simone Biles nos ha dejado
Fue en 2021 que la gimnasta estadounidense tomó la decisión de dejar las competencias individuales y en equipo durante los Juegos Olímpicos. Antes y después de ese hecho, Simone ha hablado abiertamente sobre la importancia de la salud mental.
1. La salud mental es tan importante como la física
Muchas personas alrededor del mundo criticaron la decisión que Simone tomó en 2021. Intentaron avergonzarla por preocuparse por su bienestar.
Sin embargo, como analiza la plataforma Psychology Today, la atleta era consciente de que su condición de ese momento podía afectar su carrera y la de sus compañeras de equipo; ella misma dijo en su momento que no quería poner en riesgo la oportunidad de una medalla para la delegación de su país.
Como le sucede a muchas personas, Simone pudo haberse tomado en serio la importancia de su bienestar al considerar las consecuencias que podría causarle a otros. Esto la encaminó a buscar ayuda.
En cuanto a las críticas, todavía hay un gran estigma sobre la salud mental. “¿Los comentarios hubieran sido los mismos si ella se hubiera roto un hueso?”, cuestiona la terapeuta Shainna Ali en Psychology Today.
2. Puedes ser exitosa y tener problemas de salud mental
Desafortunadamente, la imagen que la sociedad tiene de quienes lidian con problemas de salud mental no ha cambiado tanto. Todavía se piensa que debes estar en condiciones extremas o tener una cantidad inmensa de problemas visibles al mundo como para necesitar ayuda.
Es fácil ver a una atleta como Simone Biles y pensar que lo tiene todo. Sin embargo, como todas las personas en mayor o menor grado, ella lidia con sus batallas.
En 2016 se filtró en redes sociales un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad correspondiente a la gimnasta, quien decidió alzar la voz. Ella dejó claro que tener una condición como la que experimentaba y tomar medicamento no es motivo para avergonzarse.
3. Es bueno desacelerar por un tiempo
La carrera de Simone Biles no se terminó por haber dejado las competencias en 2021. Al contrario, tomarse el tiempo necesario le ayudó a cuidar su salud y le permitió seguir alcanzando triunfos como los que disfruta en París 2024.
Cuando la gimnasta volvió a las competencias en 2023, la psicóloga Chloe Carmichael explicó para CNN que “su desempeño valida la sabiduría de su decisión de tomarse un tiempo. Parece que ella realmente usó ese tiempo para recargar, crecer como atleta y profesional”.
“Tomarse un tiempo” no tiene que significar lo mismo para todas ni se refiere a un periodo específico. Pero tomar medidas para poner atención en la salud puede generar grandes cambios en nuestra vida.
4. No está mal pedir ayuda
“Es realmente importante acudir a nuestra red de apoyo y saber que están para ti y no contra ti. Al final del día, como humanos, odiamos pedir ayuda”, dijo la gimnasta en una entrevista para Olympics.com. “Creemos que podemos solos con todo, pero a veces simplemente no podemos. Entonces, usa cada recurso que tengas”.
Esta soy yo, en la foto de abajo. Era 2016 y estaba acabando un sueño con toda una historia por delante. Desde chica soñaba con estudiar en el extranjero mi maestría, se hizo realidad en 2015 que entré a Kings College London, una de las mejores universidades de Europa. Esa universidad tiene el mejor departamento de estudios de guerra y estudié Conflicto, Seguridad y Desarrollo, con antecedentes de trabajar en el gobierno de México.
Mi sueño hecho realidad: vivir esa gran ciudad, rodeada de gente picuda en el ámbito y con ganas de regresar a México a trabajar en el gobierno (eso también pasó). Poco a poco la vida fue dando vueltas inesperadas, elecciones personales que me llevaron a tomar otro rumbo.
La segunda foto soy yo hoy, en el 2024, 8 años después, 9 años después de empezar la maestría de mis sueños. En esta segunda foto es una Paulina más plena, feliz, relajada. Una yo en un lugar que nunca imaginé, ni familiar ni profesionalmente, a mis 33 años. Mi mente no podía crear esta vida, estaba limitada y cerrada a un solo camino.
¿Qué cambió? TODO. Aprendí a disfrutar la vida de otra manera, a soltar las expectativas de otros y fijarme en mí, a que el ÉXITO no se mide con títulos o dinero, que se mide con los pasos dados, lo aprendido en el camino y las decisiones que vamos tomando. Aprendí que, con miedo o no, lo aprendido nos lleva a escucharnos mejor, a tomar decisiones más alineadas a nuestro propósito y ser más felices y plenas en lo que hacemos diariamente.
No te digo que sea fácil, te lo cuento porque sí se puede, y ese sueño en el que estás puede cambiar. Te puedes reinventar en todo momento, o puede que ese sueño crezca de una manera que tu mente no puede imaginar hoy. Te lo cuento porque sé que en varios momentos de la vida te vas a identificar, y si buscas saltos cuánticos aquí estoy para ello.
El ego es ese que nos distrae de nuestro propósito y de tomar decisiones con seguridad para avanzar. Nos dice mucho lo “poco que valemos”, el “cómo no lo vamos a lograr”. Hoy comunícate con tu alma, con el cómo sí, con lo que sí eres y sí has logrado.
Algo que me di cuenta es que cada paso que damos nos acerca a nuestro mejor camino, el más expansivo y feliz. Sin embargo, hay que tomar el riesgo, hay que dar el paso y no quedarnos donde estamos, porque de esa manera no habrá cambio.
El universo es nuestro aliado y siempre busca nuestro más alto bien, nosotras tenemos que actuar. Hoy me he dado cuenta lo valioso que es dejar de lado las críticas de los demás, porque hagamos lo que hagamos nos van a criticar. Todavía no se por qué, pero el humano por naturaleza juzga, se preocupa tanto por la vida del otro que deja de vivir la suya (a todos nos pasa).
Te invito a EXCITATION, una mentoría en la cual vamos de la mano para transformar el hoy en el sueño de mañana, para llenarte de seguridad y contención en tu transformación. Nos vemos en @paulinalanda____ para reinventarte y vivir siendo tú.
No esperes para mañana lo que puedes iniciar hoy, el tiempo es oro y tú vales cada segundo, cada día. ¿En dónde te ves en 6 años? ¿Con las herramientas que tienes y haciendo lo que haces tienes la confianza de lograrlo?
Todas hemos sentido envidia en algún punto de nuestra vida. Es una emoción compleja que no podemos evitar sentir al menos una vez (si no, ni siquiera podríamos reconocerla), y que puede llegar de muchas maneras. Suele ser algo muy desagradable y por lo general se percibe como algo negativo. Pero, ¿la envidia puede ser algo positivo?
No toda la envidia es mala. De acuerdo con algunos estudios y especialistas, la envidia puede tener una repercusión positiva al final del día si la sabes gestionar, por lo que aprender cómo este sentimiento puede ser algo positivo es importante para nuestro desarrollo personal.
¿Qué es la envidia?
Ya sea porque en el trabajo alguien tiene mejor puesto cuando nosotras nos esforzamos también o porque en redes sociales nos comparamos con otras personas que tienen algo que no tenemos, todas la hemos experimentado.
La envidia es una emoción social compleja, explica Psychology Today. Comienza con la percepción de que alguien más tiene algo de valor que tú no tienes; esta percepción se acompaña de un sentimiento desagradable o doloroso. Desde una perspectiva evolutiva, la envidia nos da información sobre nuestra posición social y un impulso para mejorar.
Yochi Cohen-Charash, profesor de psicología en Baruch College, explica para el portal Vox que la envidia surge siempre de una comparación que hacemos con otras personas. Por lo que se puede presentar en cosas cotidianas que se relacionan con nuestra identidad, con los éxitos que queremos conseguir o con las relaciones a las que aspiramos tener.
Con el paso del tiempo algunos psicólogos, como menciona el sitio Psychology Today, han estudiado a fondo el sentimiento. Se ha llegado a la conclusión de que existen al menos dos tipos de envidia, uno positivo (envidia benigna) y uno negativo (envidia maliciosa).
¿La envidia puede ser algo positivo para ti?
Mientras la envidia maliciosa se enfoca en un resentimiento hacia otra persona que posee mejores condiciones que nosotras, en la envidia benigna reside una motivación a mejorar. Este último tipo de envidia se centra principalmente en objetos de deseo y en averiguar cómo la otra persona logró sus objetivos.
“Con la forma más benigna [de la envidia], la motivación es más bien tratar de mejorar y hacer las cosas mejor para lograr lo que la otra persona ya ha logrado”, menciona Gerrod Parrott, profesor de psicología de la Universidad de Georgetown, para Vox.
Quizá parezca que se confunden la envidia con la admiración, como reconoce el sitio The New Yorker, pero mientras la admiración deja un sentimiento agradable, la envidia no lo hace. Las personas a las que envidiamos benignamente, en realidad, pueden parecerse a nosotras y nos harán querer averiguar cómo han llegado a obtener ese éxito.
Reconocer la envidia y entender por qué la sentimos puede hacer la diferencia para crear las condiciones de desarrollo personal ideales. Por eso, muchas veces, la envidia podrá ayudar a hacer una evaluación de lo que deseamos o pensamos alcanzar. Los expertos como Gerrod Parrott mencionan que podemos usar a la envidia benigna como motor para mejorar.
“Entonces puedes imitar o emular los métodos, técnicas, ideas, movimientos y demás de esa otra persona para, de hecho, ser mejor tú mismo de alguna manera”, dice Parrott para Vox.
La envidia no dejará de provocarnos una sensación desagradable, pero aprender a usarla para motivarnos hará la diferencia. Compararnos con la persona que envidiamos y ver el panorama completo puede ser de utilidad si lo que buscamos es un crecimiento personal.
Ser introvertida no solo define parte de tu personalidad, sino que también te ofrece poderosas ventajas en un mundo que acostumbra celebrar solo la extroversión. Aunque a veces la sociedad pueda mirar con recelo a las personas introvertidas, la verdad es que puedes aprovechar varios beneficios de ser introvertida.
Puede que confundas la timidez con lo introvertida pero, según el portal español Sinews, la autora Susan Cain explica que si bien la timidez puede ser algo que hay que superar, la introversión puede ser algo para celebrarse.
Las mujeres introvertidas destacan en situaciones que requieren reflexión profunda y conexión íntima con sus pensamientos y emociones. Esta habilidad no solo fortalece relaciones más profundas y significativas, sino que también impulsa carreras que valoran la atención meticulosa y la creatividad introspectiva.
NOSOTRAS te decimos algunas ventajas que tienes al ser una mujer introvertida, para que sacar el mejor provecho a este interesante rasgo de personalidad.
Cómo saber si eres una mujer introvertida
Según la doctora Jennifer Kahnweiler, autora de “El líder introvertido: construyendo sobre tu fortaleza silenciosa”, los introvertidos son personas que obtienen su energía al pasar tiempo a solas. “Es como una batería que recargan”, afirma. “Y luego pueden salir al mundo y conectarse maravillosamente con la gente”, mencionó en la revista Time.
Según varios expertos, la introversión se clasifica en cuatro variantes: social, reflexiva, ansiosa y restringida. Los introvertidos pueden mostrar una combinación de estos tipos, ya que no existe una personalidad única para todos.
Walden University menciona que entre el 25% y el 40% de las personas en el mundo son introvertidas, pues no eres la única que disfruta pasar tiempo a solas.
La mayoría de veces, las personas que forman parte de este sector de la población suelen sentirse inaadaptadas o con menos habilidades, llevándolas así a una búsqueda exhaustiva del “ideal extrovertido”, menciona Sinews. Esto crea un loop infinito donde las personas introvertidas nunca terminan sintiéndose a gusto con quienes son.
Ventajas de ser introvertida
Es común que los introvertidos puedan no desenvolverse tan a gusto en situaciones muy estimulantes en comparación con los extrovertidos. Sin embargo, si eres una mujer introvertida, estas son algunas de las ventajas que puedes explotar.
1. Eres reflexiva
Las mujeres introvertidas suelen tener pensamientos profundos, lo que les ayuda a desarrollar una comprensión y tomar decisiones de manera reflexiva.
Su inclinación natural hacia la contemplación interna y la autoevaluación hacen que la reflexión sea una de sus características principales. Prefieren procesar la información internamente antes de compartirla externamente, lo que les permite analizar profundamente situaciones, ideas y emociones.
2. Sabes dar espacio
Time menciona que las personas introvertidas anhelan un espacio personal para reflexionar y recargar pilas, y esto hace que perciban fácilmente cuando sus parejas también necesitan estos espacios.
En las primeras etapas de las relaciones, los introvertidos pueden parecer más atractivos para muchas personas porque prefieren conocer a alguien antes de compartir detalles íntimos con una posible pareja.
De igual forma, si eres una mujer introvertida, seguramente tiendes a ser más selectiva con tus amistades, resultando en relaciones más profundas. Esta cualidad hace que los introvertidos sean amigos leales, atentos y comprometidos.
3. Gran capacidad de observación
Una de tus mayores características es la observación. “Nos damos cuenta de cosas que otros no notarían porque están hablando y procesándolas en voz alta”, explica Beth Buelow, autora de “The Introvert Entrepreneur”, en Time.
Las personas introvertidas absorben información como esponjas, formando pensamientos críticos. Además de ser más observadoras con el lenguaje corporal de las personas, así como una facilidad para leer el ambiente, ayudando a tu comunicación interpersonal.
4. También puedes ser líder
Los introvertidos tienen buenas probabilidades de ser líderes eficaces en donde las ideas por parte de los trabajadores son una de las principales formas de trabajo. La capacidad de escucha de los introvertidos puede conducir a resultados sobresalientes en sus equipos.
Además de que son líderes compasivos, pues no buscan ser el centro de atención y atribuirse el mérito del éxito de su equipo, explica Time.
“Y como los introvertidos procesan la información de forma más lenta y reflexiva que sus homólogos extrovertidos, los líderes introvertidos tienden a aprender más sobre sus subordinados”, explica Kahnweiler.
5. Mayor independencia
Las personas introvertidas suelen disfrutar de actividades a solas, y con el tiempo se acostumbran a vivir sin la constante necesidad de compañía.
Les gusta trabajar individualmente o en pequeños grupos donde pueden concentrarse y seguir su propio ritmo. Esta independencia les permite explorar sus intereses personales de manera profunda y desarrollar soluciones creativas de forma autónoma.
6. Sabes escuchar
La habilidad de escuchar es una ventaja que se les da con facilidad a las personas introvertidas, pues el proceso de información es completamente distinto en comparación de las personas extrovertidas.
Esta capacidad les permite escuchar, comprender y ofrecer una perspectiva reflexiva y bien pensada en sus respuestas. Por lo tanto, en las conversaciones, sus respuestas suelen ser más acertadas y con mayor formulación.
7. Mejor rendimiento académico/laboral
Los introvertidos sobresalen en entornos académicos. Según Cain, “a nivel universitario, la introversión predice mejor el rendimiento académico que la capacidad cognitiva”.
Un estudio evaluó el conocimiento de 141 estudiantes universitarios en 20 materias diferentes y encontró que los introvertidos sabían más que los extrovertidos sobre cada una de ellas, de acuerdo con Walden University.
También superan a los extrovertidos en la Evaluación de Pensamiento Crítico Watson-Glaser, una prueba ampliamente utilizada para evaluar el pensamiento crítico.
En la vorágine de la vida moderna, la consciencia y ser conscientes se han convertido en herramientas esenciales para la transformación personal. La consciencia es más que simplemente estar despierta; es una presencia plena en cada momento, un reconocimiento de nuestras acciones y pensamientos. Que al hacerlos tangibles y reconocerlos nos es posible transformarlos.
¿Cómo puedo cambiar algo de lo que no soy consciente? Para lograr el cambio primero hay que tener claro qué es lo que deseo cambiar y para qué.
La importancia de ser consciente para mejorar tu vida
Cada una de nosotras está regida por patrones de comportamiento y pensamiento que, a menudo, operan de manera automática. Estos patrones, adquiridos a lo largo de la vida, heredados por generaciones anteriores y convivencia social, pueden limitar nuestro crecimiento y bienestar. Muchos los adquirimos sin ni siquiera cuestionarlos y vamos en piloto automático sin realizar cambios que nos permitan analizar su importancia, trascendencia y relevancia en nuestra vida. Al ser conscientes, podemos identificar y cuestionar estos patrones, abriendo la puerta a nuevas formas de ser.
Practicar la consciencia no requiere retiros espirituales o cambios drásticos. Puede comenzar con pequeños actos: ser consciente de la respiración, prestar atención plena a las actividades cotidianas o meditar unos minutos al día. Estos momentos de presencia nos permiten desconectar del piloto automático y reconectar con nosotras mismas.
También empieza con observar nuestro día, preguntarnos por qué “X” lo hago de cierta manera y si vale la pena hacerlo diferente. Por ejemplo, tu rutina de sueño, tu trabajo, la razón por la que escogiste ese trabajo. Cuestionarte por qué te enseñaron en la escuela o universidad a hacer algo de tal manera y si el hacerlo así te contribuye a algo hoy o lo podrías modificar.
La consciencia nos brinda claridad, permitiéndonos ver nuestras vidas desde una perspectiva fresca. Esta claridad nos ayuda a tomar decisiones más alineadas con nuestros verdaderos deseos y valores, en lugar de seguir patrones establecidos que los limiten. Al ser más conscientes, podemos transformar el estrés en calma, la confusión en claridad, y la reactividad en respuesta.
Hace poco me cayó la toma de conciencia sobre cómo es que dejamos que las personas abusen de nosotras de muchas maneras. Una de ellas es por esta idea colectiva de complacer a todos y dejarnos a nosotras al final, y de la falta de limites que existe en la sociedad. Cuando me di cuenta, fue por especial una persona que sentía yo que abusaba de mi responsabilidad hacia las cosas. Lo que me llevó a poner un límite durísimo, incómodo y que hizo que todo fluyera increíblemente en mi entorno.
Otro ejemplo es la alimentación consciente. En lugar de comer rápidamente frente a una pantalla, podemos saborear cada bocado, notando las texturas y sabores, y también nos permite darnos cuenta de qué estoamos comiendo, si nos nutre o no, o si comemos lo primero que vemos por falta de tiempo o interés.
Mi favorita es la consciencia emocional. En lugar de reprimir o ignorar nuestras emociones, podemos observarlas sin juicio, entendiendo sus causas y efectos. Este acto de reconocimiento nos permite procesar y liberar emociones de manera saludable. Aquí podemos también tomar en cuenta emociones del pasado que por alguna razón tenemos todavía atoradas o sin trabajar, y como es que nos desencadenan una serie de sentimientos en el presente que no nos dejan avanzar, como heridas de la infancia.
Ser consciente es un viaje continuo, una práctica que requiere paciencia y dedicación. Sin embargo, los beneficios son inmensos. Al integrar la consciencia en nuestra vida diaria, podemos transformar nuestros patrones, encontrar una mayor paz interior y vivir una vida más auténtica y plena. La clave está en comenzar, un momento a la vez. Te invito a que hagas consciente tu día y empieces pequeñas transformaciones que en poco tiempo verás como hacen que tu vida sea diferente.