¿El ayuno intermitente afecta al cerebro?

El ayuno intermitente se ha vuelto una forma popular de bajar de peso, ya que se demostró que las personas pierden entre el 3% y el 8% de su peso corporal. Sin embargo, se continuó estudiando esta manera de perder peso y se descubrió que el ayuno intermitente afecta al cerebro. Nosotras te contamos qué provoca está práctica en tu cerebro.

¿Qué es el ayuno intermitente?

El ayuno intermitente consiste en una práctica en la cual hay periodos en los que no se come nada o se está en ayuno y otros en los que se come con normalidad o se ingiere solo una cierta cantidad de calorías.

Se divide en dos principales tipos de ayuno intermitente:

  • Ayuno de 16 horas: este consiste en que por 8 horas del día comerás con normalidad o llevarás acabo tu dieta, mientras que las otras 16 horas no podrás comer nada. Esto incluye las horas de sueño para que sea más fácil.
  • Ayuno de 5:2: en esta opción se supone que durante dos días de la semana limitas el consumo de calorías y los otros cinco días puedes consumir lo que quieras.
¿El ayuno intermitente afecta al cerebro?
Foto: Unsplash. Kirill Tonkikh

¿Cómo afecta el ayuno intermitente al cerebro?

Los científicos realizaron varios estudios sobre cómo afecta el ayuno intermitente al cuerpo y se descubrió que es beneficioso para el cerebro.

En primera instancia, se descubrió que el ayuno intermitente estimula la generación de cetonas, las cuales se producen al descomponer la grasa para emplearla como energía. Usar estas moléculas en lugar de la glucosa hace que el cerebro libere un componente que protege a las células del cerebro ante el estrés, además que aumenta su eficiencia y extiende su vida útil.

También se observó que si se sigue un ayuno intermitente, se mejoran ciertos aspectos de la función cerebral a medida que envejecemos, como el deterioro cognitivo. En un estudio que se hizo a personas con deterioro cognitivo y que empezaron a ayunar, se notó que después de llevar el ayuno ya no tenían el deterioro, además de que se desempeñaron mejor en las tareas cognitivas que los que no llevaban ayuno.

En otro estudio se vio que las personas que llevan un ayuno intermitente tienen niveles más bajos de ansiedad y depresión. Otra ventaja que se observó fue que puede reducir las convulsiones epilépticas, según una investigación en FRontiers in Cellular Neuroscience, en 2016.

Finalmente, en un experimento con animales se observó que las cetonas no solo ayudan a reducir el daño cerebral, sino que pueden colaborar en la recuperación al reducir la inflamación y los niveles de radicales libres que matan a las células cerebrales después de un accidente cardiovascular.

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