Mi cuerpo no es perfecto pero nadie tiene derecho a juzgarlo

gordofobia

Quise dedicar mi columna para hablar sobre el bullying corporal y la gordofobia porque estoy impresionada con dos casos mediáticos que acaban de ocurrir hace unas semanas. La actriz, cantante y comediante Michelle Rodríguez fue criticada severamente tras aparecer en la portada de Marie Claire México por su cuerpo, por ser una mujer plus size. 

Y hace unos días, la cantante Yuridia volvió a levantar la voz para poner un alto al equipo de Ventaneando por haberla criticado y acosado a lo largo de su carrera solamente por no ser talla cero. 

Tanto Michelle como Yuridia han sido juzgadas por sus cuerpos y, por lo tanto, han sido delimitadas a no merecer reconocimiento, respeto, empatía y admiración sólo por no ser flacas. ¿En serio? No puedo creer que en la era de los robots y la inteligencia artificial se siga impulsando un canon de belleza tan dañino. 

A lo largo de la historia se ha demostrado que exigir a las mujeres tener “medidas perfectas” de 90-60-90 solamente conllevó a incrementar los trastornos alimenticios y los problemas mentales y emocionales. Tratar de encajar en un estándar tan alejado de la realidad se paga caro: con la infelicidad, la frustración y a veces hasta con la vida. 

Foto: Jennifer Burk by Unsplash

Además quise tratar este tema porque yo también soy una mujer curvy, con un cuerpo que no es perfecto pero que es hermoso y que siempre ha creído que en esas imperfecciones está mi autenticidad y mi encanto. Pero tal vez esto sea porque yo no nací siendo gorda, no sé cómo es crecer siendo acosada por ello, debe ser terrible. Yo fui una niña flaca, pero soy una adulta gorda.

Obviamente he sido criticada por mi sobrepeso por compañeras de escuela o gente que me he topado en la calle. Sé lo que es ser bulleada, aunque en mi caso comenzó cuando ya tenía más de 20 años, por ello esas “balas” no me han herido pues crecí muy segura de mí y de cómo me veo y eso se lo debo a mi familia, quienes jamás me han invalidado o juzgado por dejar de ser flaca.

He dado justamente en el punto clave, desde nuestro primer lugar seguro que es el hogar, conformado por la familia, es que debemos cambiar el chip y hablar sobre el body positive y la empatía por el cuerpo propio y por los ajenos. No somos máquinas, no estamos hechos en producción en serie, cada persona es única y auténtica. 

Por lo tanto, cada cuerpo tiene sus características y es absurdo querer que todos encajen en las mismas medidas, además de obsesionarse con que no tengan cicatrices, celulitis, venitas o granitos. Nuestro cuerpo es nuestro hogar, por eso hay que aprender a amarlo y a honrarlo. Sin él no podríamos disfrutar los placeres de la vida como comer, dormir, caminar, sentir, apreciar… 

Cambié de peso pero no de valor

Uno de los argumentos más comunes que dan las personas que critican los cuerpos ajenos es que piensan en la salud, en que un cuerpo gordo es sinónimo de cualquier enfermedad y me atrevo a decir que no sólo de cualquier enfermedad, sino de cualquier estigma. A lo largo de mi vida adulta, cuando me convertí en una mujer curvy, el mundo me ha repetido que todo lo malo que me pasa es por ser gorda. 

Y, al contrario, yo lo que he tratado de expresarle al mundo es que mi talla, mi peso, mi celulitis y mis curvas no me dan menos valor como persona. Que así como soy puedo tener todo cuanto deseo, puedo cumplir sueños, puedo conquistar lo que quiera y puedo ponerme lo que se me antoje. Sí, lo que sea: ropa diminuta o ropa apretada y me veo bien porque me siento bien al lucirlo; es mi cuerpo, es mi decisión. 

Foto: Taisiia Shestopal by Unsplash

La salud por supuesto que es importante, de igual manera la física que la emocional, incluso hay que poner más cuidado en la segunda porque los suicidios se han incrementado en las últimas décadas por depresiones causadas por acoso, bullying o abuso.

“El acoso y bullying son de los factores de riesgo más importantes para la conducta suicida y multiplica por 2.55 las probabilidades de suicidio entre los menores de edad”, según Save the Children. No es un juego criticar los cuerpos, tampoco lo es meterle a las personas en la cabeza que deben verse delgadas para estar sanas y ser felices.

Tengo amigas que hoy, a sus más de 30 años siguen con las ganas de lucir un bikini en la playa simplemente porque no se sienten merecedoras de poder hacerlo porque no tienen vientre plano o cintura de menos de 60 centímetros. Pero también tengo otras que viven cuidando cada chícharo que se comen para no engordar bajo el falso argumento que lo hacen porque se aman y se cuidan pero, ¿y qué hay de su salud mental?… de su obsesión por no subir ni un gramo. 

Foto: Kah Lok Leong by Unsplash

Lo que daría porque derribaran todas estas ideas dañinas que el mundo que las rodea les ha metido tan profundo para evitar amarse tal cual son, para no exigirse ser de cierta talla o cierto peso. Que dejaran de sentirse atrapadas dentro de sus cuerpos y se liberaran.

Como sociedad debemos de trabajar en educar a niños seguros, que se amen y se acepten, que no pretendan perseguir estándares en nada, que sean libres de mente. Y como adultos debemos fomentar la empatía, el respeto y la aceptación. Amemos nuestros cuerpos, cuidemos nuestros cuerpos y respetemos los cuerpos de los demás. 

Yo me considero una rebelde corporal y tengo bien puestos mis 100-85-95 de puro amor propio y de salud física y mental. Pero sé que no es fácil lidiar con ese bullying, así que si vives algo así, escríbeme, no estás sola. 

Foto: Miguel Bruna by Unsplash

Aplaudo mucho a mujeres como Michelle Rodríguez y Yuridia que se cansaron de aguantar el acoso y las burlas de los demás y que están uniéndose al cambio que han comenzado mujeres activistas desde hace algunos años con movimientos como el body positive.

No creas que por ser mujer debes verte como una Barbie, quedarte callada, sentarte con las piernas cerradas o moldearte a ser la mejor ama de casa y mamá. Tú eres mujer y lo único que debes hacer en esta vida es ser feliz y respetada. 

Foto: artbykleiton by Pixabay

  • La gordofobia es la discriminación que viven las personas gordas por el hecho de serlo.
  • En la CDMX, el 27.6% de los ciudadanos reconocieron haber sufrido discriminación por su peso, según la encuesta sobre discriminación en la Ciudad de México (EDIS, 2017)
  • La gordofobia atenta contra la salud mental, genera repulsión y rechazo social, pero también hace que las personas discriminadas odien su cuerpo.
  • Los desórdenes alimenticios como la anorexia y la bulimia son consecuencias alarmantes de la gordofobia.
  • De cada 10 casos de personas con anorexia y bulimia en 2018, 9 fueron mujeres. La gordofobia en México es un problema que ataca mayormente a las mujeres, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Así es como Anya Taylor-Joy sufrió bullying en la escuela

Anya Taylor-Joy sufrió de bullying

Muchas celebridades han compartido en sus entrevistas el bullying que sufrieron en su niñez o adolescencia, a pesar de que pocas veces las imaginamos en esa situación. Entre estas famosas está la actriz Anya Taylor-Joy, quien recientemente dijo cómo sufrió bullying durante sus años escolares, pero con el apoyo de sus padres pudo sobrellevarlo.

La actriz de la serie “Gambito de dama” pasó los primeros años de su infancia en Argentina, aunque cuando tenía 6 años de edad su familia se mudó a Londres, Inglaterra. Este fue un cambio muy grande para la actriz, sobre todo por el cambio de idioma, y provocó que sufriera bullying de parte de sus compañeros de escuela, según compartió la actriz en una entrevista para Drew Barrymore en su talk show.

El bullying que sufrió Anya Taylor-Joy

El principal factor por el cual la actriz Anya Taylor-Joy sufrió de bullying fue porque no podía hablar bien el inglés (hoy en día habla perfecto los dos idiomas) y por su físico, en especial sus ojos muy grandes y separados. Estas dos cosas provocaron que los niños de su escuela la aislaran y se burlaran de ella.

“Pase los primeros dos años en Inglaterra jugando juegos de aplausos con plantas (si golpeas lo suficientes fuerte, te devuelven las palmas) y aprendiendo a leer”, había dicho Anya el año pasado, según recopila Page Six.

En la misma entrevista dijo que sus únicos amigos eran “los personajes de los libros de ‘Harry Potter'”.

El apoyo de sus padres ante el bullying

Este jueves la actriz apareció en el programa “The Drew Barrymore Show”, donde la actriz y conductora Drew Barrymore le preguntó sobre su infancia y Anya Taylor-Joy recordó que no fue muy aceptada mientras crecía a causa de su apariencia.

Anya Taylor-Joy: Raves are For People with Children, Too | The Drew Barrymore Show

El portal de Page Six nos muestra lo que la actriz dijo sobre el apoyo que recibió de sus padres ante tal situación.

“Tuve mucha, mucha suerte con mis padres porque cuando me acosaban por mi apariencia, mi mamá siempre decía que mirara el interior de alguien… que mirara al interior de alguien en la clase y me diera cuenta de que yo no me veía así”, le contó Taylor-Joy a Barrymore.

“No miras lo que hacen para un trabajo, es solo ¿te gusta el corazón de esa persona? Y realmente tengo que agradecer mucho a mi mamá por eso porque fue muy útil”, finaliza Taylor-Joy.

La actriz habló también sobre su relación con Malcolm McRae, con quien se casó el año pasado.

“Finalmente encontré a alguien que felizmente se sentará en silencio conmigo leyendo. Básicamente, tenemos 80 años y 7 años al mismo tiempo, y funciona muy bien”, dijo en marzo durante una entrevista.

Actualmente la actriz es considerada una de las mejores y más bellas del mundo de la actuación. Se encuentra promocionando su nueva película “El Menú” donde comparte cámara con Ralph Fiennes y Nicholas Hoult.

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