El odio al cuerpo es el odio a sí misma 

cuerpo

Hace unas semanas publiqué una columna sobre los mitos del sexo que nos hicieron creer por ser mujeres; sin embargo, esa represión de género no sólo ha sido en nuestra vida sexual, sino en todos y cada uno de los demás rubros… Eso incluye también nuestra imagen, nuestro cuerpo.

Los estándares de belleza misóginos establecidos durante siglos aseguraban que para que el cuerpo de una mujer fuera atractivo debía ser delgado pero con curvas, sin celulitis, estrías, granitos ni vello y con firmeza en los músculos. 

Nos hicieron creer que había que tener medidas para ser perfectas, las cuales eran: 90-60-90 (busto-cintura-cadera) y modelos de todo el mundo tuvieron que apegarse a esta descripción durante años para ganarse un lugar en la industria de la moda y la belleza. 

Además, por medio de la televisión, a través de la imagen de las actrices y conductoras, es que también nos “vendieron” este concepto del cuerpo ideal de la mujer que solamente creó frustraciones, enfermedades físicas y mentales e incluso el odio propio.

Me atrevo a generalizar que todas las mujeres nos hemos sentido -o nos sentimos- inseguras con nuestro cuerpo por no encajar en estos estándares misóginos y algunas hasta pudieron desarrollar dismorfia corporal.

Foto: outsideclick / Pixabay

¿Qué es la dismorfia corporal?

Se trata de un trastorno mental en el que se piensa en exceso en uno o más aspectos corporales, concebidos como defectos o imperfecciones, que generan vergüenza, ansiedad, intimidación o desvalorización. 

Cuando padeces este trastorno odias tu cuerpo, te odias a ti misma por no sentirte perfecta, guapa y estética como las demás. 

Según Mayo Clinic, los síntomas para identificar la dismorfia corporal son:

  • Estar extremadamente preocupada por un defecto percibido en la apariencia propia pero que los demás no ven. 
  • Estar convencida que se tiene un defecto en la apariencia y sentirse fea o deforme. 
  • Estar convencida que los demás se burlan de la apariencia o defecto percibido. 
  • Tener comportamientos obsesivos para arreglar u ocultar el defecto percibido.
  • Mirarse frecuentemente al espejo para juzgarse. 
  • Comparar constantemente la apariencia propia con la de las demás mujeres. 
  • Buscar constantemente la aprobación de la apariencia por parte de los demás. 
  • Tener tendencias perfeccionistas y obsesivas con la imagen o aspecto físico propio. 
  • Evitar situaciones sociales.
Foto: StockSnap / Pixabay

¿Cuántas de ustedes se negaron a ponerse un bikini por miedo o por pena? Porque no tienen el abdomen plano, por los kilos de más, por tener cicatrices, por tener celulitis, por el qué dirán, por no llenar los estándares que violentan nuestro género. 

Para poder lucir un bikini lo único que necesitan es comprar uno.

La obsesión por no tener un cuerpo 90-60-90 también ha causado otras enfermedades mentales y físicas, las más comunes, según el National Institute of Mental Health, son: 

  • Anemia
  • Gastritis 
  • Reflujo esofágico y otros problemas gástricos
  • Hipotensión 
  • Osteoporosis 
  • Falla renal
  • Infertilidad 
  • Daño cerebral
  • Daño a la estructura y función del corazón 
  • Falla multiorgánica
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Trastornos alimenticios como anorexia y bulimia nerviosa

En casos más avanzados incluso puede causar la muerte. La dismorfia corporal es una agonía lenta causada por un ideal de belleza absurdo y enfermo. 

Foto: Tiago Bandeira / Unsplash

En la época actual, ser una mujer revolucionaría es amar tu cuerpo tal como es y cuidar tu salud mental y, por lo tanto, también la física porque mente sana es sinónimo de cuerpo sano. 

Deseo que te reconcilies con tu cuerpo, que cada día lo ames, lo respetes y lo honres, pues gracias a él es que puedes sentir, disfrutar, experimentar, descubrir y amar.

Porque amar tu cuerpo es el acto de amor propio más grande que puede existir.

¿Qué es la dismorfia corporal?

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Todas alguna vez nos hemos preocupado por nuestro aspecto físico, pues es muy común que le tomemos mucha importancia en cómo nos vemos; ya que siempre estamos pendientes del que dirán las demás personas. Sin embargo, estos comportamientos pueden desencadenar un Trastorno Dismórfico Corporal, que puede perjudicar tu vida diaria.

En Nosotras te platicamos más sobre qué es la dismorfia corporal.

¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?

El Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) es un trastorno de la imagen corporal caracterizado por preocupaciones persistentes e intrusivas con un defecto imaginario o leve en la apariencia de uno, de acuerdo a la Asociación de Ansiedad y Depresión de América.

A las personas con TDC les puede desagradar cualquier parte de su cuerpo, aunque a menudo encuentran fallas en el cabello, la piel, la nariz, el pecho o el estómago. En realidad, un defecto percibido puede ser solo una ligera imperfección o puede ser algo inexistente. Pero para alguien con TDC, la falla es significativa y prominente. A menudo causa angustia emocional severa y dificultades en el funcionamiento diario.

Según investigaciones, El TDC se desarrolla con mayor frecuencia en adolescentes y afecta a hombres y mujeres por igual.

Foto: Pexels. анастасия

¿Qué causa el TDC?

Respecto al estudio de Johns Hopkins Medicine, se cree que la causa de este trastorno es una combinación de factores ambientales, psicológicos y biológicos. La intimidación o las burlas pueden crear o fomentar sentimientos de insuficiencia, vergüenza y miedo al ridículo.

¿Existen factores de riesgo del TDC?

Nadie sabe la causa del TDC. Por lo general, comienza en la adolescencia. Los expertos piensan que aproximadamente una de cada 100 personas tiene Trastorno Dismórfico Corporal.

Algunos de los factores que pueden contribuir al TDC incluyen:

  • Antecedentes familiares de TDC o un trastorno mental similar.
  • Niveles anormales de sustancias químicas cerebrales.
  • Tipo de personalidad.
  • Experiencia vitales.

¿Cuáles son los síntomas de este trastorno?

Algunos síntomas son:

  • Preocuparse mucho por un área específica del cuerpo (particularmente la cara).
  • Pasar mucho tiempo comparando tu apariencia con la de otras personas.
  • Mirarte mucho en los espejos o evitar los espejos por completo.
  • Hacer un gran esfuerzo para ocultar defectos, por ejemplo, pasar mucho tiempo peinándote, maquillándote o eligiendo ropa.
  • Tratar de ocultar una parte de tu cuerpo debajo de un sombrero, bufanda o maquillaje.
  • Hacer ejercicio constante.
  • Siempre preguntar a otras personas si te ves bien.
  • No creer a otras personas cuando dicen que te ves bien.
  • Tener cirugías plásticas innecesarias.
  • Sentirte ansiosa, deprimida o avergonzada.
Foto: Pexels. Alex.

¿Se puede diagnosticar el trastorno?

Un profesional de la salud mental diagnosticará el TDC según tus síntomas y cuánto afecta en tu vida.

Para ser diagnosticada con TDC:

  • Debes estar anormalmente preocupada por un defecto corporal pequeño o inexistente.
  • Tus pensamientos sobre el defecto corporal deben ser lo suficientemente graves como para interferir con tu capacidad de vivir normalmente.
  • Se deben descartar otros trastornos de salud mental como causa de tus síntomas.

Existen otros trastornos de salud mental que son comunes en las personas con TDC. Incluyendo el trastorno obsesivo compulsivo, la ansiedad social, la depresión y los trastornos alimentarios.

¿Cómo se trata el TDC?

Tu médico puede tratar el TDC con terapias y medicamentos, según el sitio Office on Women’s Health.

  • Terapia de conducta cognitiva: Este tipo de terapia puede implicar ponerte en situaciones sociales mientras se te obliga a no revisar ni encubrir tus “defectos”. Tu terapeuta también puede pedirte que cambies tus comportamientos o el entorno en el hogar quitando los espejos, dedicando menos tiempo a tu rutina de belleza o no usando maquillaje.
  • Medicamentos: Ciertos antidepresivos pueden ayudar con los pensamientos y comportamientos obsesivos y compulsivos.

Someterse a una cirugía estética puede empeorar el TDC. Las personas con este trastorno a menudo no están contentas con el resultado de la cirugía y continúan obsesionadas con defectos imaginarios.

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