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Poco se habla tradicionalmente sobre que existen muchos otros tipos de violencia más allá de las agresiones físicas. De hecho, hay varios que son “invisibles” ante la sociedad, pero que afectan a millones de mujeres día con día. Un ejemplo de ello son las burlas y la invalidación de sus cuerpos y rostros, con la presión de cumplir un estándar que no debería existir. Por eso, es necesario que conozcas qué es la violencia estética y cómo identificarla día con día.
La violencia estética se ha manifestado desde hace décadas: desde los estereotipos de belleza que mostraban en el cine y la televisión donde se descalifica a quienes no los cumplen, hasta los memes y las críticas en redes sociales hacia el físico de las celebridades femeninas. De acuerdo con UNAM Global, la violencia estética es una imposición de estándares de belleza arbitrarios que afecta a las mujeres de diversas maneras.
Qué es la violencia estética y cómo identificarla
Este tipo de violencia puede llegar a afectar a las mujeres al grado de vivir problemas de salud como la dismorfia corporal y los trastornos de conducta alimentaria (que incluyen la bulimia y la anorexia. La violencia estética es particularmente peligrosa porque implica la violencia psicológica y emocional, muchas veces mediante microagresiones, “bromas”, bullying y ciberbullying. Todos estos elementos provocan inseguridades y complejos en las mujeres, muchas veces desde temprana edad.
La violencia estética se basa en varios discursos de odio, siendo la gordofobia, discriminación y la gerontofobia (rechazo a las personas mayores), algunos de los más perpetuados. Hay distintas maneras de identificar esta violencia, pero las más conocidas son las burlas, cuestionamientos y hasta agresiones físicas al cuerpo de una mujer.
¿Has sido víctima de la violencia estética?
Estos son algunos ejemplos de cómo se puede vivir la violencia estética, pero no son sus únicas manifestaciones. ¿Te ha pasado alguno?
Cuando una persona se burla de tu físico porque no cumple con los estándares que la sociedad ve como idóneos. Ya sea por el peso, medidas, color de piel, etc.
Te cuestionan con frecuencia sobre tus hábitos alimenticios y deportivos porque tu peso no cumple con lo “normativo” o “no es saludable” (aunque la persona no es médico ni está al tanto de tu salud).
Cuando recibes críticas por no depilarte o maquillarte de cierta manera.
Cuando a una mujer le hacen saber que su nariz, barbilla o rostro no son “bonitos”, no son “finos” o “no parecen de mujer”.
Si las personas a tu alrededor se burlan o te ponen apodos despectivos porque tus senos o glúteos no son grandes. Por el contrario, cuando alguien tiene senos o glúteos grandes la sexualizan.
Criticar o juzgar signos de la edad perfectamente normales, como tener arrugas, manchas o canas. Lo mismo sucede con aspectos que ocurren en todas las pieles, como el acné, estrías o celulitis.
Cuando comparan a una persona con otra que sí cumple con estándares de belleza idealizados.
Cuando se justifica una infidelidad en una pareja porque alguien “no era lo suficiente bonita”, “se descuidó”, etc.
No escuches estas “opiniones”
Todas estas situaciones están normalizadas por la sociedad, por lo que es necesario visibilizar que la violencia no está bien en ninguno de sus tipos. Recuerda que tu pareja, amigas o familiares nunca deben burlarse de ti ni compararte con otras mujeres. Cada persona es única y los estándares que por años nos han vendido son innecesarios, injustos y muchas veces imposibles de alcanzar.
Asimismo, nunca ejerzas violencia en contra de otras mujeres, ya que el patriarcado suele compararnos y crear rivalidades. Recuerda que no debemos hablar de cuerpos ajenos si no nos han pedido nuestra opinión.
El brutal éxito de “Barbie”, dirigida por Greta Gerwig, fue histórico a nivel global, pues el filme no solo recaudó cifras supremas sino es la película más taquillera con una directora mujer. Y aunque esto nos podría hacer pensar que la brecha en la industria del entretenimiento se está haciendo cada vez menos significativa, la realidad es más compleja.
A pesar del merecido triunfo que obtuvo la película, los principales estudios de cine siguen siendo liderados por los directores masculinos, reflejando la infrarrepresentación de las mujeres detrás de la escena.
Aunque fue el año de Barbie, 2023 tuvo menos directoras mujeres en cintas taquilleras
Un nuevo estudio realizado por el Centro para el Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine de la Universidad Estatal en San Diego, California, reflejó que las mujeres representaron solo el 16% del total de todos los directores de las 250 películas más taquilleras, a comparación del 18% que se obtuvo en 2022. Es decir, 2023 tuvo menos directoras mujeres en cintas con las mayores ganancias.
Parece un cambio mínimo, pero resulta importante dado que ya la cifra de 2022 muestra la enorme diferencia que los estudios todavía hacen y el techo de cristal que aún existe.
En el estudio también se analizaron las películas en el género de ficción más taquilleras entre los años 2007 y 2023, encontrando que solo el 6% de los filmes más taquilleros en ese periodo fueron dirigidos por mujeres.
En 2023, el 94% de las 250 películas no tenían directoras de fotografía, el 86% por ciento no tenía mujeres compositoras y el 74% no tenía escritoras ni editoras.
Los filmes dirigidos por mujeres cineastas emplearon más mujeres en papeles clave detrás de escena; las mujeres abarcaban el 61% de los puestos de trabajo en el guión, el 35% de edición, 10% de fotografía y 26% de composición. En comparación, en las películas dirigidas por hombres, las mujeres representaron solo el 9% de los puestos en guión, el 18% en edición, el 7% en fotografía y el 11% en composición, descubriendo así la prevalencia de la desigualdad de género dentro de la industria cinematográfica.
El cine en grupos raciales y étnicos
Otra investigación realizada por la doctora Stacy Smith y la Iniciativa de Inclusión Annenberg de la Universidad del Sur de California, también realizó un estudio titulado “Inclusión en la silla del director”, donde además de demostrar la poca participación de las mujeres directoras, encontró también los paupérrimos cambios en directores de grupos raciales y étnicos. En el 2023 solo el 3.4% de los directores eran mujeres de color; las películas dirigidas por mujeres de color obtuvieron el puntaje Metacritic promedio y medio más alto en comparación con las películas dirigidas por mujeres y hombres blancos, concluyendo que también las mujeres de color no están siendo contratadas de manera representativa.
Cineastas como Greta Gerwig, Emerald Fennell (directora de “Salburn”) y Sofía Coppola ( “Priscilla”) estrenaron de igual manera películas aclamadas por la crítica. En conjunto con otras artistas como Taylor Swift y Beyoncé, quienes lograron éxito con sus conciertos llevados a la pantalla grande. El éxito que suponen algunas mujeres en la industria del entretenimiento en general, no cambia el panorama laboral sesgado a favor a los hombres.
La creencia de que el sexismo no existe solo era una alegoría en “Barbie”.
Seguramente, muchas veces en tu vida has experimentado algún abuso de poder que se ha “justificado” por tu género. En tu familia, con tus amigos, en la calle, en el lugar donde trabajas, en la escuela, en cualquier parte. ¿Alguna vez te has preguntado qué es y cómo afecta el patriarcado a las mujeres?
Vivir en un contexto en el que te debes esforzar el doble en el ámbito laboral que tus contrapartes hombres y en el que ganas considerablemente menos que ellos por hacer las mismas actividades es apabullante. Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2022 las mujeres tenían un ingreso promedio de 19.081 mientras que el de los hombres era de 29.285.
Para entender por qué sucede esto debemos remontarnos a una pregunta esencial: ¿qué es el patriarcado?
Qué es y cómo afecta el patriarcado a las mujeres
La socióloga Ana Cagigas Arriazu en su artículo “El patriarcado, como origen de la violencia doméstica” describe el patriarcado como “la relación de poder directa entre los hombres y las mujeres en las que los hombres, que tienen intereses concretos y fundamentales en el control, uso, sumisión y opresión de las mujeres, llevan a cabo efectivamente sus intereses”.
En otras palabras, el patriarcado es la relación de poder de los hombres hacia las mujeres, en la que ejercen control, sumisión y opresión hacia ellas para alcanzar sus intereses. En este caso, Cagigas Arrianzu describe que para el patriarcado las mujeres carecen de valía y quienes deben ocupar puestos de poder en empresas y en la política son hombres.
De acuerdo con Inmujeres, el patriarcado es una estructura de organización y dominación sexo-género en la que prevalece la autoridad y el poder de los hombres o lo masculino.
También, la socióloga indica que esto no es únicamente de un hombre hacia una mujer, el patriarcado es una estructura primaria de poder que se mantiene de manera intencional y deliberada. Lo que indica que está adherido a la sociedad y se lleva a cabo en todos los contextos de la misma.
¿Cómo afecta el patriarcado a las mujeres?
En 1980, en el Año Internacional de la Mujer, Naciones Unidas declaró que la violencia contra las mujeres es el crimen encubierto más numeroso del mundo. Actualmente continúa siendo un tema que no se ha resuelto, ni en nuestro país ni a nivel internacional. En México el número de feminicidios durante la primera mitad del 2023 fue de 426, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Sin embargo, el feminicidio (aquí te explicamos cómo se diferencia de un asesinato) no es la única manifestación de violencia contra las mujeres ni tampoco la única manera en que el patriarcado nos afecta a nivel global.
Para empezar a hablar sobre cómo afecta el patriarcado a las mujeres, basta mencionar algunos tipos de violencia: física, psicológica, sexual, económica, patrimonial, etc.
1. Estereotipos de género
De acuerdo a Cagigas Arriazu, los estereotipos de género se sustentan en la idea de que las mujeres tienen asignados espacios físicos y simbólicos que no han sido elegidos por ellas. Por ejemplo, cuando se piensa que el lugar de las mujeres es en su casa y en la cocina.
Asimismo, se basan en características estereotípicas de las mujeres como la dulzura, la paciencia o la comprensión. Sobra decir que son cualidades que cualquier ser humano puede tener, independientemente de su sexo biológico o género.
Los estereotipos de género pueden influir en muchos aspectos de tu vida, como la educación, la familia y el trabajo. También contribuyen a generar los famosos micromachismos y la misoginia interiorizada.
2. Ámbito académico
Durante mucho tiempo las mujeres fueron menospreciadas en los contextos académicos, con el argumento de que su cerebro podía entender menos que el de un hombre o que “su lugar” estaba en otras labores.
Existe el estereotipo de que las ciencias exactas y la tecnología son disciplinas “de hombres”, lo cual impide que millones de niñas alcancen su potencial.
3. En el trabajo
La brecha laboral existe alrededor del mundo y afecta a las mujeres. Tan solo por poner un ejemplo: solo el 4% de puestos directivos en nuestro país los ocupan mujeres. Además, resulta más difícil conseguir un trabajo formal para una mujer; en 2022, el 48.3% de las mujeres laboralmente activas se desempeñaba en la informalidad.
De manera adicional, el trabajo no remunerado; de cada 10 mujeres en México, 7 frena su desarrollo laboral por labores de cuidados. Esto también impide que las mujeres se puedan desarrollar plenamente en el ámbito laboral.
4. Social
El patriarcado ha reproducido la idea de que las mujeres son débiles y sumisas, creencia que ha permitido la normalización de la violencia. Aunado a un pensamiento principal de esta estructura: las mujeres son irrelevantes en el mundo de hombres. De aquí pueden desencadenarse diversas violencias como el acoso en cualquier contexto, ya sea el transporte público, el laboral, el académico y en el hogar.
5. Político
El patriarcado reproduce un orden jerarquizado donde los hombres se mantienen y tienen mayor poder que las mujeres. Sus repercusiones se pueden observar en la política, espacio de toma de decisiones, en donde las mujeres inicialmente ni siquiera podían votar. Asimismo, ha sido complicado que puedan incidir y formar parte del ambiente político.
La misoginia está tan impregnada en la sociedad, que con frecuencia se minimizan las repercusiones que sufren las víctimas de los diversos tipos de violencia machista a la que miles de mujeres se enfrentan diario. Los comentarios sexistas son una de las manifestaciones más palpables de violencia de género, y sus estragos alcanzan también a las mujeres embarazadas.
Evita hacer comentarios sexistas, que además de violentos, son innecesarios y groseros. Estos son algunos ejemplos que ninguna mujer embarazada quiere escuchar.
Qué son los comentarios sexistas
Los comentarios sexistas son expresiones alimentadas por la misoginia y machismo que históricamente ha estado presente en la sociedad. El sexismo, de acuerdo con el Glosario para la Igualdad del Instituto Nacional de las Mujeres, corresponde a prácticas y costumbres discriminatorias por razones de género. Se hacen presentes en actitudes hostiles, agresivas, violentas y simbólicas, las cuales pueden reproducirse de forma física o no, influyendo en el lenguaje y siendo una de las más recurrentes.
Por su parte, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo refiere que el lenguaje sexista y los comentarios derivados de este sistema excluyen a las mujeres, dificultan su identificación y les adjudica un valor despectivo, aunado al hecho de que obstaculizan su correcto desarrollo en lo individual y en lo colectivo.
Frases que ninguna mujer embarazada quiere escuchar
1. ‘Ni se te nota que estás embarazada’
De entrada se sabe que hablar sobre el físico de una persona, además de innecesario, es una acción violenta, especialmente si se hace con la intención de juzgar su apariencia. No sabes si los cambios físicos y hormonales representan un tema de importancia para una mujer embarazada, ni las condiciones exactas de este proceso en su cuerpo, de modo que lo más prudente es evitar emitir cualquier opinión respecto a su cuerpo.
Así pienses que se ve “igual que antes”, recuerda que no se trata de un tema de tu incumbencia, y que este tipo de expresiones igualmente alimentan los estragos a nivel emocional que se derivan de los comentarios misóginos y gordofóbicos, mismos que afectan en mayor medida a las mujeres.
No es un halago, pues la persona que usa este comentario le da un juicio negativo a un cambio que el cuerpo tiene de manera natural.
2. ‘¿Fue planeado, o por qué te embarazaste a esta edad?’
Cuestionar las decisiones de una mujer embarazada es a menudo otra de las expresiones de comentarios misóginos a los que suelen enfrentarse. Este tipo de preguntas, que muchas veces pretenden poner en duda la capacidad de elección de las mujeres, aplica para cualquier edad, pues de cualquier manera es agresivo insinuar que alguien es “demasiado joven” o “demasiado grande” para ejercer su libertad reproductiva como mejor le parezca.
Tampoco es prudente tratar de averiguar si se trató de algo “planeado” o más bien fue un “accidente”, ni querer saber cuál será el futuro de su estado civil tras la llegada de un bebé.
3. ‘¡Despídete de tu vida normal! Ahora solo serás mamá’
Las mujeres que tienen hijas o hijos no son solo “madres”, siguen siendo seres individuales con metas, sueños y propósitos. Reducir a alguien únicamente a su faceta maternal es una manifestación de los comentarios sexistas que muchas veces pasan desapercibidos.
Las mujeres que ejercen su maternidad, saben de sobra los cambios que tendrá su vida en todos los sentidos. Sin embargo, no necesariamente se traduce en el “fin” y emitir este tipo de opiniones, es incorrecto y totalmente innecesario.
4. ‘¿Cuántos kilos ganaste? ¿Crees subir más de peso?’
De la mano de lo violento que es hablar acerca de la apariencia física de alguien y cuál es su relación con los comentarios sexistas a los que a menudo se enfrentan las mujeres embarazadas, están las preguntas “inocentes” respecto a qué tan notorios han sido los cambios hormonales propios del periodo de gestación, como el aumento de peso que inevitablemente se presenta.
No emitas opiniones, críticas ni bromas sobre si el embarazo ha traído consigo varios kilos de más, ni referentes a “cuánto le faltará”; es grosero y sumamente innecesario.
5. ‘Qué valiente, yo no me imagino embarazada’
Entre los avances destacables de los movimientos a favor de las mujeres y sus derechos, está la libertad reproductiva a la que cada vez más de nosotras tenemos acceso, lo que incluye poder decidir si queremos o no ser madres biológicas alguna vez. Esto aplica para ambos sentidos, pues así como tenemos la posibilidad de decidir no embarazarnos (o no continuar con el proceso de gestación, de ser el caso), las mujeres también pueden tomar la decisión de gestar y maternar, sin que nadie les cuestione por ello.
Asimismo, idealmente deberían poder vivir un embarazo rodeadas de cuidados y cariño. Lejos de comentarios que podrían resultar hirientes o groseros por parte de quienes no tienen la maternidad dentro de sus planes.
Si te interesa el feminismo, te resulta complejo o te estás iniciando en el tema pero hay términos que aún desconoces, te invitamos a leer este breve glosario de términos básicos que debes conocer para entender el movimiento feminista. Desde el siglo XIX, el feminismo ha tomado relevancia en la vida de las mujeres, quienes han visibilizado el machismo que hay en todo el mundo.
Para empezar debes saber que, según el Instituto Nacional de las Mujeres, el feminismo es un movimiento político, social, académico, económico y cultural que busca crear conciencia y condiciones para transformar relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas y eliminar cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres.
Si bien existen muchas ramas del feminismo, la mayoría de ellas se apegan a la definición anterior. Inmujeres enlista algunas ramas de dicho movimiento como: feminismo liberal, radical, socialista, ecofeminismo, cultural y de la diferencia, feminismo de la igualdad, comunitario y afrodescendiente.
Términos básicos que debes conocer para entender el movimiento feminista
Seguro has escuchado que diversas autoras y activistas se refieren a ciertas conductas o fenómenos de manera específica. En la búsqueda de que todas compartamos un mismo lenguaje, te explicamos algunos términos básicos que debes conocer para entender al movimiento feminista.
¿Cuáles más te gustaría conocer?
1. Brecha salarial
De acuerdo con Inmujeres, es la diferencia existente entre los salarios percibidos por los trabajadores de ambos sexos, calculada sobre la base de la diferencia media entre los ingresos brutos por hora de todos los trabajadores.
Comúnmente, se habla de la brecha salarial en cuanto a las diferencias que existen entre la paga para hombres y mujeres; es un fenómeno que ocurre a nivel internacional.
2. Empoderamiento
Como lo define la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, es un proceso por medio del cual las mujeres transitan de cualquier situación de opresión, desigualdad, discriminación, explotación o exclusión a un estado de conciencia, autodeterminación y autonomía; en este estado, se manifiesta en el ejercicio del poder democrático que emana del goce pleno de sus derechos y libertades.
3. Equidad de género
Es un conjunto de reglas que permiten la igualdad de participación de hombres y mujeres en su medio organizacional y social, evitando la implantación de estereotipos o discriminación, indica la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria.
Es una situación en la que todos los seres humanos son libres de desarrollar sus capacidades personales y tomar decisiones sin las limitaciones impuestas por los roles tradicionales; en ella se tienen en cuenta, valoran y potencian por igual las distintas conductas, aspiraciones y necesidades de mujeres y hombres.
4. Misoginia
La palabra misoginia proviene de dos voces griegas, ‘miso’ y ‘gyne’, que en conjunto significan detestar a la mujer. Se le llama así a las conductas de odio hacia la mujer y se manifiesta en actos violentos o crueles contra ella por el hecho de ser mujer.
5. Paridad de género
Según Inmujeres, es la participación y representación equilibrada de mujeres y hombres en los puestos de poder y de toma de decisiones en todas las esferas de la vida política, económica y social.
6. Revictimización
Como explica, Igualdad de Género UNAM, es aquella acción que produce una carga o sufrimiento adicional añadido por parte de instituciones públicas o privadas que son encargadas de brindar la atención a la víctima de un delito o violación a sus derechos humanos.
7. Sexismo
El sexismo se refiere al conjunto de prácticas discriminatorias que existen tanto en conductas como en pensamientos, basadas en creencias en torno al sexo y el género de las personas.
Estas acciones discriminatorias que benefician a un sexo sobre el otro pueden estar dirigidas también a identidades sexuales y de género diversas.
8. Sororidad
De acuerdo con la autora y activista Marcela Lagarde, es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y el empoderamiento vital de cada mujer.
En los últimos años, la crianza respetuosa ha sido un factor valioso en el desarrollo de las infancias y cada vez más se habla sobre este tema. Sin embargo, todavía es muy frecuente que, desde temprana edad, muchas niñas lidian con adultos que perpetúan comportamientos misóginos y las limitan a ciertas actividades, ignorando sus talentos y capacidades. Conoce algunos micromachismos que no se deben cometer con las niñas porque son obstáculos que afectan sus vidas.
Si cuando eras niña no te dejaban tener ciertos hobbies o aspiraciones bajo el pretexto de que “eso solo lo hacen los niños”, debes saber que viviste micromachismos desde que eras pequeña. Pero, ¿qué significa la palabra micromachismo?
Pues, de acuerdo con el Diccionario de la Academia Real Española, un micromachismo es una forma de machismo que se manifiesta en pequeños actos, gestos o expresiones habitualmente inconscientes. Estos actos muchas veces pasan desapercibidos, lo cual los vuelve difíciles de detectar en ciertas ocasiones, y se vuelven maneras aceptadas o “justificadas” de violentar a las mujeres.
Por lo que te dejamos ejemplos claros de lo no se debe decir al criar a una niña. Recuerda que entorpecer el crecimiento y libre desarrollo de niñas pequeñas, puede perjudicar su vida adulta, no lo hagas.
Micromachismos que no se deben cometer con las niñas
1. El rosa es para las niñas
No se sabe a ciencia cierta cuántos colores existen, pero se estima que hay millones de variaciones y tonos que podemos percibir. A pesar de esto, antes de nacer se nos asigna un color: el rosa. Sí, es un color hermoso, pero que sea utilizado para definir el rol en la sociedad de una niña, es muy machista. Algunas pensarán que “solo es un color”, pero todo lo que viene consigo, demuestra que condicionar a infantes no está bien. Los colores no tienen género y no deberían utilizarse para perpetuar los estereotipos y roles de una sociedad machista.
Las niñas pueden vestir del color que prefieran y eso no determina su rol en la sociedad.
2. Las bebés deben usar aretes
Puede que este micromachismo sea el primero que sufren las niñas y es uno de los más cometidos en muchos países. De hecho, es tan “inofensivo” que muchísimas bebés en países como México tienen fotos a los días de haber nacido con aretes puestos. Piénsalo así, ¿cuál es la necesidad de hacerle perforaciones a una recién nacida para que “se vea femenina”? Respuesta corta: ninguna.
3. Las niñas deben ser tranquilas
Este estereotipo alimenta la idea de que las niñas deben estar sentadas quietas mientras los niños corren, juegan y exploran el mundo. Se puede ver en los parques, escuelas y fiestas infantiles, cuando todavía muchas niñas son reprimidas con la excusa de que “pueden manchar su vestido”, los niños tienen opciones diversas para desarrollarse. Las niñas merecen usar ropa cómoda que les permita moverse y tener espacios para ellas.
4. Las niñas no pueden hacer deporte
Hace poco, se viralizaron varios videos de mujeres a las que no les permitieron practicar artes marciales solo por ser mujeres. En cambio, las inscribían a danzas o deportes “femeninos” que ellas no querían aprender. Esto se vuelve particularmente grave cuando las niñas no pueden ni siquiera disfrutar o ver deportes “masculinos”. ¿Por qué le negarían el derecho a la recreación a una niña, solo por serlo?
5. Las ciencias sociales y artes son para niñas
La cantidad de niñas que han sido excluidas de disciplinas como las matemáticas, química, robótica o física, es enorme; se da por hecho que, por ser mujer, no serás buena para ninguna de ellas. En cambio, se piensa que la poesía, el canto o las manualidades son “cosa de niñas”. Aprender y desarrollar habilidades cognitivas deben ser actividades para niñas y niños, las inteligencias múltiples son una realidad y limitar a las niñas solo logrará que el mundo pierda a futuras científicas e ingenieras.
6. Fomentar cánones de belleza
Limitar y restringir ciertos alimentos a niñas desde temprana edad, puede desencadenar trastornos de conducta alimentaria. Desde no dejarlas comer dulces o pastel en fiestas infantiles, hasta fomentar dietas para que bajen de peso.
La alimentación de las niñas debe ser balanceada y con énfasis en lo que su cuerpo necesita, no en cómo “se debe ver” un cuerpo. Lo peor de este micromachismo es que muchas veces no se les limita por cuidar su salud, si no, para evitar que “sean gordas”; porque claro, las niñas deben ser delgadas porque ese es el estándar.
7. Juguetes definen su rol en la sociedad
Comprarle juguetes que estimulen su desarrollo mental, es la mejor opción. A pesar de esto, los juegos también han dado pie a que las niñas sean condicionadas a ser madres o amas de casa, como si no hubiera otra opción.
Los juguetes, al igual que los colores, tampoco tienen género.
La violencia sexual es parte de la violencia de género por la que lamentablemente gran cantidad de mujeres pasan hoy en día, muchas veces en completa impunidad. Existe una diversidad de mitos que siguen promoviendo en la sociedad comportamientos y conductas que violentan a las mujeres; se trata de creencias dañinas que normalizan la violencia y nos alejan de una sociedad justa.
Aquí te contamos sobre algunos mitos de la violencia sexual.
¿Qué es la violencia sexual?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como todo acto sexual, la tentativa de consumarlo, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante la coerción, independientemente de la relación o ámbito familiar o laboral de la víctima.
Existen muchos mitos que se propagan porque, en una sociedad profundamente sexista, es más fácil para las personas creer que la víctima hizo algo para merecer el abuso. Las víctimas no tienen culpa alguna del comportamiento del agresor. La violencia sexual es un delito que debe de ser señalado y castigado.
Mitos sobre la violencia sexual
1. Las víctimas son las culpables de la agresión al vestirse o actuar de manera provocativa
Esa es una excusa muy común a la que los agresores acuden para justificar su agresión. La violencia sexual surge de la determinación de una persona para someter a otra, indica la Oficina del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre la Violencia contra las Mujeres. La vestimenta no es ninguna invitación a mantener una relación sexual no deseada.
La manera en la que vistas o te comportes NO es una invitación a que te violenten.
2. Si la persona sale de fiesta asume el riesgo de abuso sexual
Hablar sobre este “riesgo” coloca de manera errónea la responsabilidad de las acciones del agresor en la víctima. Cualquier tipo de acto sexual sin consentimiento es violencia, y no importan las circunstancias.
Como explica la Oficina del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre la Violencia contra las Mujeres, incluso si la víctima anteriormente tuvo algún tipo de contacto sexual con el agresor, en el momento que deje de haber consentimiento existe una agresión.
3. No es violación si ocurrió después de consumir alguna sustancia
Estar bajo la influencia de cualquier sustancia no justifica una agresión y no es posible consentir un acto si la persona se encuentra en ese estado. De la misma manera, usar alcohol para “convencer” a alguien de tener relaciones sexuales, es violencia.
4. La mayoría de las agresiones sexuales son cometidas por extraños
La mayoría de las agresiones son perpetradas por alguien conocido o cercano a la víctima, como lo puede ser su pareja, “amigos” o incluso familiares.
5. Las víctimas de abuso lo denunciarán inmediatamente, si no lo hacen, entonces significa que no sucedió
Hay muchas razones por las que una víctima de agresión sexual puede no denunciar la agresión a la policía de manera inmediata. No es fácil hablar de haber sido agredida sexualmente. La experiencia de volver a contar lo sucedido puede hacer que la persona reviva el trauma. Otras razones para no denunciar inmediatamente la agresión o no denunciarla incluyen el miedo a represalias por parte del agresor, el miedo a que no le crean o el miedo a ser revictimizada si el caso pasa por la justicia penal.
6. Si no hay lesiones físicas obvias, probablemente no fue agredida sexualmente
Un delincuente puede utilizar amenazas, armas u otras acciones coercitivas que no dejen marcas físicas. La falta de lesión física evidente no significa que una persona no haya sido agredida sexualmente.
Tampoco necesariamente la persona va a “lucir deprimida”. Todas las personas lidian de manera distinta con una agresión y es válido. El comportamiento de la víctima no refleja su experiencia, como explica el gobierno de la provincia de Ontario, Canadá.
7. Las mujeres mienten e inventan historias sobre haber sido agredidas sexualmente
La agresión sexual conlleva tal estigma que muchas mujeres prefieren no denunciarla.
8. Los maridos no pueden agredir sexualmente a sus esposas
El hecho de estar en matrimonio no le da derecho a tu pareja de ejercer control sobre tu cuerpo o tu persona. La violación puede ocurrir dentro del matrimonio, recuerda que para que ocurran las relaciones sexuales debe haber consentimiento mutuo y que el consentimiento puede quitarse en cualquier momento.
9. La violación se da por el impulso incontrolable del agresor
Una violación es un acto de poder y control; además, los agresores son perfectamente capaces de controlar sus impulsos, indica la Universidad Washington en San Luis.
Separar el mito de la realidad, es fundamental para poder prevenir, así como detener la violencia sexual ejercida mayoritariamente en contra de las mujeres y menores.
Uno de los mejores obsequios que puedes hacer para cualquier ocasión es un libro, y qué mejor que sea acerca de un tema que nos incube a todas las mujeres: el feminismo. Esto es algo ideal para chicas que ya llevan tiempo en este movimiento social o si apenas comienzan a interesarse en este mundo. Nosotras te damos diferentes opciones de libros feministas para regalar.
Si todavía no tienes listos todos tus regalos para esta temporada decembrina, checa las siguientes opciones.
¿Cuál es la importancia del feminismo?
De acuerdo con el portal de la Universidad Iberoamericana, el feminismo se define como un movimiento social y político que gira en torno a la lucha de las mujeres por sus derechos y libertades como seres humanos, así como una equidad justa referente a las oportunidades que se tienen a comparación con los hombres.
Es por esta razón que aprender sobre estos temas nos concierne a todas. Ya que los cambios que se han logrado gracias a esta revolución nos benefician y hacen avanzar a la sociedad de forma positiva. Una sociedad donde nos sentimos libres y seguras es una mejor sociedad.
Así que te invitamos a darle una oportunidad de leer estas historias y tener otra perspectiva sobre lo que sucede en el mundo.
Libros feministas para regalar
Parte escencial de adentrarte al mundo feminista es poder leer acerca de las historias de otras mujeres y también tener la oportunidad de aprender sobre otras perspectivas y opiniones de chicas acerca de temas sociales. A continuación te mostramos una lista de libros feministas para regalar.
1. ‘La revolución feminista en las aulas. Comando igualdad’
Este escrito es un manual introductorio para jóvenes que quieren comenzar a tener conocimientos acerca del feminismo. Es un conjunto de materiales que abordan diferentes temas como las masculinidades, el amor romántico, la igualdad, el machismo, los mitos que giran en torno a este mundo, entre otros. Es ideal para que las chicas puedan empezar a cuestionarse pero también que reciban respuesta a las preguntas generales cuando entras al este movimiento.
Lo que se busca con este texto es crear una red de apoyo enfocado en las adolescentes que están desarrollando su pensamiento crítico en problemáticas sociales.
2. ‘(Mal) Educadas’
Por años las mujeres hemos sido educadas para ser buenas hijas, esposas y madres; hasta finales del siglo XIX tuvimos acceso a la escuela. Este libro de María Florencia Freijo se centra en ambas enseñanzas, la formal que se recibe en los institutos y la informal que aprendemos desde la casa y la sociedad en general.
Se abordan los prejuicios con los que hemos crecido acerca de cómo las mujeres deben vivir su vida, muchas veces sin la libertad de escoger.
3. ‘Una educación’
Un bestseller que sin duda te hará reflexionar sobre las conductas en las que actualmente seguimos viviendo las mujeres. “Una educación” es un relato de Tara Westover, quien desde pequeña creció bajo las normas impuestas por su padre, un mormón fundamentalista. Ella no tuvo la oportunidad de tener una educación formal, a pesar de tener un talento nato por el canto y también una necesidad de aprender todo lo que pasa fuera del lugar donde vive.
Ella desea algo más, así que reúne las fuerzas y realiza el examen de ingreso a la universidad, en la cual es aceptada; así es como nuestra protagonista comienza una nueva vida que ella denomina “una salvación”. Pero no todo puede ser perfecto, porque desde el primer día que ella pisa el aula también rompe lazos con su familia. Una historia conmovedora y de superación, sin duda.
4. ‘Intensas’
A todas alguna vez en nuestra vida nos han llamado “intensas”, ya sea por querer mucho, por nuestros gustos o por decir la forma en que nos sentimos cuando algo nos molesta. Hay una línea muy difusa, pero las razones suelen ser cuando ponemos límites y expresamos de qué forma nos sentimos. Lo que es cierto es que esta palabra se ocupa para hacernos sentir mal acerca de nuestros comportamientos.
En este libro de Ana Requena vamos a encontrar diferentes relatos acerca de estos hechos con los que vivimos todos los días, donde tenemos que mostrar una cara de felicidad y de amabilidad para encajar con la sociedad y ser señaladas cuando damos a conocer lo que nos molesta y nos hace sentir incómodas; o, al contrario, por dar demasiado.
5. ‘Había una vez mexicanas que hicieron historia’
Un regalo perfecto para las personas que quieren saber un poco más acerca de las mujeres mexicanas que han dejado marca en los diferentes ámbitos de la historia de nuestro país. Mediante ilustraciones y explicaciones podemos adentrarnos en su vida y los aportes que lograron a pesar de las épocas donde crecieron. Es una opción apta para cualquier edad, no importa si son niñas o mujeres adultas.
6. ‘Las mujeres detrás de Picasso’
Todos conocemos a Picasso, ya que es uno de los artistas más populares y conocidos por todo el mundo. Pero, como en toda historia, existen pedazos que no son contados; tal es el caso de las mujeres que lo ayudaron a promocionar su obra y fueron fundamentales para sus cuidados en varias etapas de su vida. Chicas talentosas que tuvieron que vivir un entorno lleno de sesgos y violencias por parte tanto de este pintor como de la sociedad, intentando buscarse un lugar en el mundo del arte. Todas estas historias que no han sido contadas pero que merecen ser sacadas a la luz.
Cuéntanos, ¿cuál de estos libros feministas para regalar es tu favorito?
La creencia de que los pezones femeninos son algo “vulgar”, “obsceno” o censurable, es una de las más normalizadas y paradójicas en sociedades como la nuestra. Por ejemplo, ideas de que si usas una blusa sin sostén y se te marcan los pezones es una falta de respeto para las personas de tu alrededor. O la censura en redes sociales hacia el cuerpo femenino, pero no el masculino. Pero, ¿por qué los pezones femeninos se censuran?
Podemos destacar varios casos recientes de violencia que han surgido a partir del movimiento Free the Nipple, como lo que pasó con la actriz Florence Pugh el año pasado. Cuando llegó a un desfile en Roma luciendo un look transparente rosa, donde sus pezones quedaban visibles, recibió una oleada de críticas, comentarios sobre su cuerpo y mensajes misóginos. Ella hizo comentarios en su cuenta personal de Instagram sobre cómo los hombres pueden destruir públicamente el cuerpo de una mujer sin represalias.
Por qué los pezones de las mujeres se censuran
Entrevistamos a Mariana Villanueva, historiadora de Arte por la Universidad del Claustro de Sor Juana, especializada en Historia del Arte Occidental por la Universidad Anáhuac y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey. Actualmente cuenta con una plataforma en Instagram @h_delarte, en donde facilita estudios académicos sobre el arte y la cultura con una perspectiva feminista interseccional.
Mariana Villanueva nos comenzó explicando que no se establece una fecha específica en la Historia respecto al inicio de la práctica de la censura de los pechos, ya que siempre ha existido el desnudo femenino. Un ejemplo de esto es en la época de la prehistoria con la Venus de Willendorf; esta obra paleolítica destaca por la forma en que se representan los senos de la mujer, aludiendo a la fertilidad y sobre todo a la sexualidad femenina.
En Grecia, las esculturas de diosas suelen estar cubiertas de la parte inferior pero no de los pechos, al igual que en Egipto y Mesoamérica. Las galerias de arte y los museos están repletos de pinturas de desnudos femeninos, los cuales se crearon en épocas antiguas.
Incluso la iconografía cristiana tiene representaciones que muestran senos femeninos, como la Virgen de la Leche.
Existen una serie de sucesos que dieron marcha para que la censura de los pechos femeninos se prolongara por el mundo occidental. La historiadora nos cuenta que en Europa del siglo XVI las ideas de la Iglesia católica eran las que predominaban, por lo cual la mujer se veía como la representación de lo “bueno y casto” en su día a día; mientras que en el mundo del arte pasaba completamente lo contrario, los artistas justificaban estas obras de desnudos con una inspiración de la era grecorromana.
De acuerdo con el Museo Carmen Thyssen Andorra, en el Renacimiento esta parte de la anatomía femenina comienza a sexualizarse.
Cuando comienzan las colonizaciones en América, muchas ideas religiosas se expanden. Conforme va pasando el tiempo Estados Unidos comienza a ganar poder en el mundo y esto tiene como consecuencia que estos pensamientos se reproduzcan a otros lugares, como una cadena de información.
“Los pechos deben estar cubiertos porque si no la mujer es exhibicionista, porque quiere mostrar su sexualidad a través de esta parte del cuerpo”, agregó Mariana.
El desnudo femenino se entiende como un producto cultural establecido desde tiempo atrás por los hombres, en el cual las mujeres son un tipo de consumo. Un ejemplo de esto es cómo las mujeres no solían tener acceso a las academias de arte para poder realizar sus obras, pero sí podían participar como modelos al desnudo, donde su trabajo consistía en posar en un cuarto lleno de estudiantes para ser pintadas.
¿Por qué las mujeres no podemos decidir sobre nuestros cuerpos?
Como la organización Athena Art Foundation recopila, en los años ochenta un grupo feminista llamado Guerrilla Girls, hizo visible que “menos del 5% de artistas en secciones de arte moderno del Met son mujeres, pero el 85% de los desnudos son femeninos”.
Los desnudos en el arte son una forma aceptada de representar cuerpos femeninos, pero fuera de los museos se perciben como algo inapropiado, ofensivo o sexualizado, indica Athena Art Foundation. La intelectualización de los cuerpos femeninos continúa justificando su erotización, dice esta organización.
¿Qué nos sugiere esto? Las sociedades patriarcales han decidido cuándo y cómo es aceptable que los pezones se muestren. Que puede estar presente en el arte, pero no en la vida diaria. Como dice Mariana Villanueva, todo esto nos lleva a preguntarnos acerca del por qué siempre se ha visto como algo bueno cuando se trata de consumo y sexualización, pero fuera de estos lugares, en la vida cotidiana es inapropiado y ofensivo.
Tanto la religión como los estándares culturales son cruciales en lo que es aceptable, explica Edge Hill University. La prueba es que, por ejemplo, llevar el pecho descubierto era normal en lugares cálidos del Viejo Mundo antes del siglo XII, cuando el Islam se volvió predominante. En Estados Unidos, hasta 1936 los hombres tampoco tenían permitido mostrar sus pezones; esto cambió tras una protesta masiva de hombres.
Otro ejemplo más de que la religión y la cultura modelan lo que es acceptable. En Francia del siglo XVIII, era más escandaloso que una mujer mostrara sus tobillos o rodillas que sus senos.
La lactancia se sigue viendo como algo sexual
Mariana Villanueva también nos dio un claro ejemplo de cómo si los pechos no se exhiben para el consumo masculino están mal vistos y se deben censurar. La lactancia es una de las violencias más comunes y la forma correcta de dar a conocer cómo se censura el cuerpo femenino. Ver a una mujer tapada con una cobija mientras le da de comer a su bebé es una acción usual con las que hemos crecido y normalizado, pero la verdadera pregunta es por qué deben hacerlo si es una necesidad básica de su hijo y algo completamente natural. En lugares públicos la gente se escandaliza si ven a alguien lactando; recibe muchas miradas y a veces comentarios sexuales o misóginos por realizarlo.
Como ejemplifica Edge Hill University, hay mujeres que prefieren amamantar en baños públicos para evitar un comentario desagradable u offender, mientras cualquier hombre es libre de quitarse la camiseta en lugares como la playa.
“No debemos oprimirnos, la única forma de realizar un cambio es resistir”, dice Mariana Villanueva.
Cómo hacer un cambio significativo sobre los senos
Es importante plantearnos cómo realizar un cambio en la sociedad donde estas ideas desaparezcan y sea normal ver a mujeres sin sostén, sin miedo a que las personas la juzguen.
La historiadora Mariana Villanueva nos comentó que los verdaderos cambios se logran colectivamente, es como una revolución. “El feminismo es una lucha constante en la que se han visto avances significativos pero aún falta un camino largo que recorrer”, dijo. Agregando que las ideas sexuales de las mujeres suelen ser las más complejas porque vivimos en una sociedad que nos ha hipersexualizado, pero hacer acciones que vayan en contra de las creencias es una forma de resistir y erradicar estas ideas.
Actualmente muchas mujeres toman la decisión por no usar brasier, pero este cambio no es fácil por los tabúes que giran en torno a la sociedad en la que vivimos. En los centros de trabajo aún es difícil llevar una blusa sin sostén, ya que las personas que laboran con ellas las pueden hacer sentir incómodas con comentarios acerca de que es una falta de respeto que se les marque el pezón o miradas de mal gusto.
Todo esto a veces suele llevar a que las mujeres se cuestionen sobre si la mejor opción es usar sostén aunque no lo quieras. Pero hay que entender que al igual que los hombres tenemos pezones y no es algo que debería intimidarnos o hacernos sentir mal.
A las mujeres se les piden explicaciones sobre su vida privada, acerca de las personas con las que se relacionan o por la forma en que eligen vivir ejercer su intimidad. Este comportamiento atañe a mujeres de todos los ámbitos y se hace mucho más evidente tratándose de celebridades, quienes constantemente están expuestas a críticas y señalamientos por tomar decisiones que nada tienen que ver con su trabajo ni trayectoria profesional.
Juzgar a las mujeres por su vida privada también es una manifestación de la misoginia que existe en la sociedad y te contamos por qué es tan problemático esperar explicaciones.
Criticar a las mujeres por su vida privada (también) es misoginia
En un “mundo ideal”, hombres y mujeres podrían hacer con su vida privada, intimidad y sexualidad lo que quisieran, sin tener que explicar sus motivos ni justificar ninguna de sus decisiones. Lo cierto es que aun con las múltiples luchas por erradicar la violencia de género y desaprender muchos de los pensamientos machistas que todavía interfieren con la sociedad, las mujeres todavía no son libres de decidir sobre su privacidad.
Que en pleno siglo XXI siga siendo tema de conversación la vida sexual de una mujer es una manifestación más del machismo y misoginia que contribuyen a la violencia de género en sus múltiples expresiones. Según la definición del Glosario para la Igualdad de Inmujeres, el machismo es un término que engloba las actitudes, normas y comportamientos que preservan el dominio masculino dentro de la sociedad humana, mismos que impactan en todos los ámbitos y oprimen a las mujeres y diversidades.
La Consejería de Salud del Gobierno de las Islas Baleares explica que la sexualidad constantemente está influenciada por pensamientos que culpabilizan y penalizan a quienes trasgreden lo considerado como correcto. Asimismo, la limitan a un propósito heteronormado que tiene como fin la reproducción, banalizando los afectos e invisibilizando todas las expresiones de sexualidad y relaciones que actualmente existen.
De modo que cuando una persona, generalmente mujeres, se decide a vivir su vida privada, intimidad y sexualidad libremente, la señalan por la forma en que lo hace. Ya sea porque sus relaciones duran poco, porque han tenido más parejas de las que se perciben como aceptadas o porque deciden iniciar un vínculo “al poco tiempo” de haber terminado el último.
Rosalía, una de las celebs juzgadas por cómo eligen vivir su intimidad
Uno de los casos más recientes de mujeres que reciben duras críticas por aspectos relacionados a su vida privada es la secuencia de cuestionamientos a los que ha sido sometida Rosalía los últimos meses. Desde que en julio pasado la cantante española anunciara el rompimiento de su ruptura con Rauw Alejandro, el ojo público no paró de señalarla en búsqueda de explicaciones; por qué terminaron, quién tomó la decisión, si existió alguna infidelidad, entre otros escenarios creados por el público que seguía de cerca su relación.
Luego continuaron surgiendo rumores que la colocaban como la única responsable de la separación, alimentados por suposiciones de que ella habría sido la que dio el paso para ponerle fin debido a cuestiones relacionadas con su carrera. Todos los motivos hasta ese punto eran válidos, pues debía bastar el hecho de que no quisiera seguir con la relación, no obstante, para quienes consideraban que esto la convertía en una “mala persona” no eran suficientes.
Meses después de la ruptura, comenzó a circular la noticia de que estaba saliendo con un actor en plan romántico y esto reavivó los señalamientos, mismos que nuevamente exponen que las mujeres deben, casi por obligación, explicar cómo, con quién y qué hacen en su vida privada.
Las redes sociales de la española son la evidencia de que esta expresión de la misoginia sigue profundamente arraigada en la sociedad. Algunos comentarios hacen referencia al hecho de que ella es una “mujer interesada”, que “cambia de amor más rápido que nada”, “que su expareja es una víctima”, o que “no merecía el apoyo” de quienes creyeron en su dolor.
Todos tienen derecho a seguir su vida
Cuando, siendo realistas, todas las personas, hombres o mujeres, tienen derecho a continuar su vida una vez terminado cualquier vínculo amoroso. No importa el tiempo que haya pasado entre ambos episodios. Incluso si hubiese existido un acercamiento desde antes, esto sigue sin determinar su valor como persona ni profesional. Además de ser un claro ejemplo de acciones que evidencian que, para una sociedad con tintes de misoginia, los hombres tienen permitidas ciertas cosas, como tener varias relaciones en periodos cortos de tiempo, de tal manera que cuando las mujeres deciden hacer lo mismo, reciben decenas de críticas y adjetivos que las valorizan únicamente por su vida privada.
Constantemente oímos sobre supuestas rivalidades entre dos o más mujeres. Siempre con la premisa de que protagonizan un enfrentamiento con el propósito de averiguar quién es mejor en sus respectivos ámbitos. Estas “enemistades” son sumamente comunes en la industria del entretenimiento, donde existe la necesidad de nombrar a la más atractiva, la más exitosa, la más relevante, y otros adjetivos que, lejos de rescatar lo valioso de sus logros, se enfocan en hacer mención de que otra mujer ha sido “destronada”, justo como ocurrió recientemente en el caso de Taylor Swift y Madonna.
Ambas artistas protagonizaron una presunta confrontación alimentada por la narrativa de que Taylor es ahora “la reina del pop”. Ignorando así el legado de Madonna como ícono musical y minimizando los méritos de Swift por ser la voz de su propia historia.
La presunta competencia entre Taylor Swift y Madonna también obliga a preguntarse por qué en pleno 2023 el trabajo de las mujeres se sigue comparando.
‘Taylor Swift supera a Madonna’ y la dañina creencia de que las mujeres siempre compiten entre ellas
Indiscutiblemente, este 2023 ha sido uno de los más importantes para la carrera de Taylor Swift. Con el éxito del “The Eras Tour” en estadios y cines de todo el mundo, el relanzamiento de dos de sus álbumes, los múltiples galardones que ganó, las nominaciones que recibió, los récords de ventas que rompió y el nombramiento como la “Persona del Año” por la revista Time.
Como resultado del impacto que Taylor generó a nivel mediático, surgieron afirmaciones sobre su innegable legado. Éstas no tardaron en crear polémica debido a que hubo quienes decidieron apodarla “reina del pop”, título que ostenta Madonna desde los años 80, cuando se convirtió en la primera mujer en dominar una industria que hasta entonces era liderada únicamente por hombres.
Pese a que este nombramiento únicamente se expresó como algo simbólico en redes, rápidamente las redes y medios se inundaron de historias sobre ello. Resaltando el hecho de que ahora Taylor era la mujer con mayor relevancia en el pop, enfatizando que Madonna habría “perdido” frente a ella.
Toda esta supuesta rivalidad ganó fuerza sin que ninguna de las dos involucradas tuviera oportunidad siquiera de dar su postura. Ni mucho menos de hace referencia a la competencia que reiteradamente buscaba restarle importancia a la carrera profesional de la otra.
Así es como algunos comentarios en redes fueron suficientes para iniciar una confrontación imaginaria entre Taylor Swift y Madonna. Dos mujeres que desde sus propias trincheras han logrado cambios significativos dentro de la industria.
Ignorando además que por años han luchado contra la misoginia y patriarcado que históricamente ha pretendido limitarlas a diferentes niveles. Y que ahora mismo sigue alimentando el pensamiento de que debe haber una “ganadora”.
Por qué deberíamos dejar de comparar el trabajo de las mujeres
La “batalla” de Taylor Swift y Madonna por quién es la verdadera merecedora del título a “reina del pop” hace evidentes las prácticas misóginas que todavía se empeñan en rivalizar a dos mujeres exitosas sin ningún propósito real además de minimizar a una de las partes.
Esto acontece de la mano del patriarcado, término que el Glosario para la Igualdad de INMUJERES define como la estructura de organización que percibe a los hombres como única figura de autoridad. Despojando así a las mujeres del ejercicio pleno de sus derechos y libertades en el ámbito social, laboral, político y/o económico.
De modo que seguir comparando el trabajo de Taylor y Madonna con la intención de valorar cuál de ellas es mejor, lejos de tener alguna relevancia para la industria, continua perpetuando una visión patriarcal de las mujeres, no solo en la industria musical. Dicho comportamiento impacta a todos los niveles, puesto que refuerza la teoría de que a partir de cierta edad o luego de un tiempo específico, las mujeres pierden valor o importancia frente a alguien que representa “la juventud”.
Tanto Taylor Swift como Madonna son dos figuras que han hecho historia con sus aportaciones a la música. Ya sea luchando contra disqueras y contratos abusivos como lo ha hecho Swift, o abogando por el derecho de una mujer vivir su sexualidad libremente, como hizo Madonna hace 30 años.
Las comparaciones sin fines reales entre el trabajo de dos o más mujeres no aporta nada, ni a ellas ni a la sociedad. Es por ello que un paso indispensable en el camino hacia desprendernos de todo acto que pueda representar algún tipo de violencia de género, directa o indirectamente, es dejar de perpetuar el pensamiento obsoleto de que debe haber “ganadoras y perdedoras”, sin considerar los méritos que cada una de las involucradas ha cosechado por sí misma.
Disculpa la molestia pero, ¿has notado que las mujeres empezamos muchas frases temiendo equivocarnos, molestar o no ser educadas? Nosotras nos preguntamos, ¿es cierto que las mujeres somos más propensas a pedir perdón?
Vivimos en una sociedad donde por solo ser mujer, parece que no hacemos las cosas de manera suficiente, debemos ser súper empáticas con los demás antes de anteponernos a nosotras mismas, haciendo que nuestro propio lenguaje nos deslegitimice.
Desde hace tiempo existe la creencia de que las mujeres somos más propensas a disculparnos que los hombres.
¿Por qué las mujeres nos disculpamos tanto?
Como lo menciona la organización estadounidense Public Broadcasting Service (PBS), disculparse puede por un lado ser algo bueno, es una señal de que una persona es empática y tiene fuertes habilidades sociales. Pero decir que “lo sientes” demasiado puede resultar contraproducente.
Algunas de las razones por las que podría ser posible que las mujeres seamos más propensas a pedir perdón son las siguientes.
1. Por los mensajes que recibimos al crecer
“Desde una edad temprana, los niños son elogiados y alentados cuando muestran comportamientos directos y seguros: ganar un juego o trepar a la rama más alta. En contraste, a las mujeres se les pide lo mismo pero con ciertas condiciones”, dice PBS.
Estos son algunos ejemplos.
Debes tener confianza, pero no seas engreída.
Sé inteligente, pero a nadie le gusta la sabelotodo.
La ambición es buena, pero esforzarse demasiado es malo.
Por lo que, al crecer, sentimos que no cumplimos esas expectativas; estos mensajes confusos reflejan el hecho de que a menudo se espera que las niñas sean empáticas e hiperconscientes de cómo sus acciones afectan a los demás. También, las disculpas se usan para evitar desacuerdos.
2. La educación
Aunque los buenos modales son un tema para cualquier género, a menudo se le da más valor a la capacidad de las niñas de ser amables, educadas y “dóciles”.
Al incluir en el lenguaje disculpas, se convierten las oraciones en sugerencias para que solicitudes parezcan menos exigentes.
Entonces, ¿es cierto que las mujeres somos más propensas a pedir perdón?
En la investigación “Cuándo y por qué las mujeres se disculpan más que los hombres”, la doctora Karina Schumann (de la Universidad de Waterloo) pone a prueba esta creencia, a falta de otros estudios concretos o rigurosos sobre el tema. Llevó a cabo varios estudios individuales para responder su pregunta.
En el primero de sus estudios, que consistía en llevar un registro de disculpas diarias de un número de personas, la doctora Schumann descubrió que las mujeres sí se disculpaban más que los hombres. Según sus resultados, es posible que la noción de lo que constituye una ofensa sea mucho más amplia para las mujeres.
En su segundo estudio, Schumann detectó que las ofensas que las mujeres registraban eran percibidas como más severas que las que tenían los hombres. Según los resultados de la especialista, no es precisamente que los hombres no tengan suficiente intención de disculparse, sino que tanto mujeres como hombres tienen diferentes perspectivas sobre lo que requiere una disculpa.
Y tú, ¿crees que que las mujeres somos más propensas a pedir perdón?
En el mundo audiovisual, existen algunas narrativas y suposiciones que se han vuelto insoportables de consumir. Desde clichés adolescentes hasta conductas misóginas que ridiculizan situaciones que mujeres de todo el mundo viven. Por eso, hagamos un repaso de algunos estereotipos en series y películas que a las mujeres nos tienen hartas (y ya no queremos ver nunca más).
De acuerdo con la Real Academia Española, un estereotipo es una imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable. En las películas y series de televisión es común que haya estereotipos de género, que además de replicar conductas y visiones erróneas de las mujeres, hacen que el público crea que estos estereotipos son el estándar de cómo deben ser las mujeres y los hombres.
Claro que no se trata precisamente de juzgar o “cancelar” una película de hace 70 años con ideas actuales. Lo más importante es reconocer y aceptar que estas situaciones no nos representan, además de terminar con estos clichés y no reproducirlos de forma intencional en la actualidad.
Estereotipos en series y películas que a las mujeres nos tienen hartas
1. La rubia ‘tonta’
Este estereotipo se ve todavía muy a menudo en películas estadounidenses dirigidas a un público joven. Hay muchas películas y series que desprestigian a un personaje femenino solo por ser rubia y, aunque algunas se encuentran en películas que también amamos, es importante visualizarlo. Por ejemplo: “Karen Smith”, “Sharpay Evans”, “Elle Woods” y “Cher Horowitz”. Aunque poco a poco este cliché está desapareciendo, aún hay películas adolescentes que lo perpetúan.
Y no podemos dejar de lado que esta mujer rubia frecuentemente es rival de una mujer castaña que resulta perseguir el estereotipo de la “chica buena”. Recordemos que, históricamente, el patriarcado ha creado esta rivalidad absurda entre mujeres sin motivo alguno.
2. El falso empoderamiento
Que directores y guionistas hombres utilicen el feminismo para hacer un producto más redituable, es algo que deberíamos cuestionsr. Por ejemplo, cuando hay chicas que son fuertes e independientes, pero no pueden estar por delante del protagonista masculino. Más ejemplos: cuando sexualizan a las mujeres bajo el pretexto de “empoderamiento” o cuando crean personajes brillantes y seguras de sí mismas, pero se enamoran y dejan atrás todos sus ideales por el amor romántico.
3. La vida sexual activa es asombrosa… solo para los hombres
En distintas series, se ha mostrado a los hombres sexualmente activos como héroes inalcanzables que disfrutan su juventud y se divierten. Mientras tanto, las mujeres que lo hacen son juzgadas y ridiculizadas hasta que se cuestionan y cambian su manera de relacionarse con los hombres. Tenemos, por ejemplo, a “Penny” de la serie “The Big Bang Theory”, quien, además de estar bajo el estereotipo de la “rubia tonta”, es señalada por tener sexo con muchos hombres. Mientras todos los personajes masculinos la juzgan, ella cambia su forma de ser para evitar sufrir ‘slut shaming’.
Otro caso es el de “Robin” de “How I met your mother”, quien en distintas ocasiones fue criticada por la lista de hombres con los que ha salido. Mientras que “Ted Mosby” y “Barney Stinson” son endiosados y alabados por sus conquistas. Aunque este último es un personaje que hace sátira, el público masculino lo sigue admirando por la cantidad de veces que usaba a mujeres para satisfacer sus deseos sexuales.
4. La mujer es centro de rehabilitación
Aquí van de la mano dos estereotipos, el del hombre agresivo con adicciones o problemas mentales y la comprensiva mujer que lo hace cambiar para bien. No hay mucho qué decir, solo confirmar que no tenemos la obligación de maternar a parejas ni ser sus terapeutas. Aguantar a una persona con problemas emocionales como control de ira y que no tiene ninguna intención de cambiar (sí, estamos hablando de “El stand de los besos” y “Euphoria”) no es algo que deba normalizarse, sobre todo en audiencias jóvenes.
5. La mujer solo es la pareja del protagonista
¿Recuerdas cuando salió “Barbie” y fue criticada porque “Ken” solo era el interés amoroso de la protagonista? Pues bueno, este estereotipo es tan común de forma inversa que a veces ni nos damos cuenta que existe. Aquí podemos mencionar muchísimas películas donde el hombre protagonista puede ser muchas cosas (sí, como “Barbie”) y la mujer solamente es su pareja y vive para obtener su atención (sí, como “Ken”).
El problema de este estereotipo es que alimenta la idea de que nuestra función en la vida es acompañar y estar a lado de un hombre mientras se desarrolla profesionalmente y nosotras solo amamos. Nosotras somos más que novias y esposas de alguien, y no deberíamos tener que explicarlo.
6. La chica lesbiana es masculina y la heterosexual es súper femenina
Los estereotipos basados en las preferencias sexuales de las personas son todo lo que está mal en películas y series. Aquí entran varios estereotipos pero todos venden la misma idea de moldes y arquetipos de personajes que están alejados de la realidad.
Todas las mujeres somos diferentes, no nos gustan las mismas cosas y tenemos diferentes intereses. Y eso no tiene nada que ver en si somos hetero o no.
7. Somos frágiles doncellas en apuros
¿Te pareció ridículo el título? Pues es más ridícula toda esta narrativa que aún existe. No hace falta mencionar las historias animadas con esta temática, más bien analiza alguna serie o película y pregúntate: ¿el hombre tiene complejo de salvador? Si la respuesta es afirmativa, lo mejor será que la dejes inconclusa.
8. Mujeres compiten por un hombre
Tal vez esta trama funcionó en los noventa, pero en pleno siglo XXI, hasta parece impensable que haya personajes así. Y no solo por la misoginia que hay detrás de esta narrativa, sino el hecho de que se normalizaba hacer méritos para obtener la atención de un hombre. Competir con otra mujer por el “amor” del protagonista es bastante anticuado y los triángulos amorosos deben ser más interesantes que esto.
9. Las mujeres somos sexy TODO el tiempo
¿Viste una película de acción o apocalíptica últimamente? ¿Notaste algo raro? ¡Sí! La protagonista tal vez era súper sexy aún en condiciones precarias y obvio traía tacones. Además de que relacionan ser sexy con ser femenina, su rol en la película es crear tensión sexual entre el protagonista y ella, para atraer público masculino. Incluso en aquellas que hablan de mujeres con depresión, nunca faltará esa escena con lencería o poca ropa que retrata los sentimientos del personaje.
10. Estereotipos relacionados a la nacionalidad
Algunos que se pueden mencionar son: la latina sensual y extrovertida; la asiática inteligente y tímida; o la europea misteriosa. Todos refuerzan conductas y estereotipos que sirven de relleno para la trama principal y no tienen más trascendencia que ser un personaje secundario.
¿Qué opinas de estos estereotipos en series y películas que a las mujeres nos tienen hartas, crees que terminen pronto?
La lucha de las mujeres para erradicar las violencias a las que históricamente han estado sometidas lleva años haciéndose presente en la sociedad. Si bien se han logrado importantes avances en materia de derechos, las mujeres y feministas se han topado también con negativas y retrocesos que atentan directamente contra su integridad y garantías básicas, pudiendo ser catalogadas como políticas “antiderechos”.
Estos son cinco países que están impulsando políticas antiderechos contra las mujeres.
Retrocesos en la lucha de las mujeres que retratan el ‘antifeminismo’ que ha ganado terreno en el siglo XXI
El movimiento feminista como lo conocemos hoy en día es resultado de cientos de años de lucha y exigencias de las mujeres para conseguir un trato equitativo que reconozca y respete sus garantías individuales. De acuerdo con el National Women’s History Museum, una de las primeras manifestaciones de movimientos feministas se dio en 1848, en el marco de la primera convención formal sobre los derechos de la mujer.
Por otra parte, existen indicios de que desde 1789 diversos grupos de mujeres se organizaron para exigir que se respetaran sus derechos y se les dejara de percibir como “ciudadanas pasivas” en medio del conflicto por la Revolución Francesa.
Estos episodios marcaron un precedente y fueron parte fundamental para que el feminismo lograra consolidarse, dándole a las mujeres la oportunidad de posicionarse contra políticas que trasgredan sus derechos y libertades. En el camino se han logrado importantes victorias en distintas partes del mundo, sin embargo, en pleno siglo XXI, todavía existen infinidad de temas por resolver.
Dichas cuestiones pendientes incluyen cuestiones que se creían relativamente ganadas, como el derecho a la educación, a elegir libremente sobre su cuerpo y la libertad de decidir como individuos autónomos. La imposición de estas políticas son consideradas como “antifeministas”, aunque más allá de ir en contra del movimiento, pueden catalogarse como antiderechos al negar garantías básicas.
Países que han impuesto políticas antiderechos contra las mujeres
Según datos de Human Rights Watch, los últimos años se han impulsado políticas catalogadas como antifeministas que contribuyen a que la brecha de género continúe expandiéndose. A pesar de que podría creerse que los países con este tipo de reformas son pocos, es importante prestarle atención a estos comportamientos.
Un artículo de la organización Civicus en colaboración con Women’s Link explica que los grupos antiderechos tienen como fin erradicar derechos ya adquiridos, divulgando discursos manipulados que pueden pasar como legítimos gracias al lenguaje que utilizan y el apoyo que han conseguido en organismos estratégicos.
Algunos de los países que recientemente han destapado políticas antifeministas son los siguientes.
1. Afganistán
Un informe de Human Rights Watch recopila los comportamientos que atentan directamente contra los derechos de las mujeres, entre los cuales se encuentran las prohibiciones de los talibanes para que niñas, adolescentes y mujeres puedan participar en actividades propias de la vida cotidiana. Algunas de estas restricciones son el poder asistir a la escuela, tener ciertos trabajos y poder salir de su casa libremente.
2. Estados Unidos
Datos de Abortion Finder revelan que desde que se anuló el fallo en el caso Roe vs Wade, que descriminalizaba el aborto en gran parte de Estados Unidos, muchas localidades dieron paso a la discusión de leyes que buscan prohibir el aborto en cualquier caso. Asimismo, la organización detalla que, desde el año pasado, el país se ha quedado sin proveedores de servicio para una interrupción del embarazo segura.
3. China
Human Rights Watch menciona que en China los gobiernos han ejecutado tácticas para silenciar a las mujeres y feministas que levanten la voz, acusándolas de predicar discursos dañinos e incitar al conflicto. La organización Open Democracy profundiza en que la promoción de ideas antifeministas también se han apoyado en la búsqueda por el control reproductivo.
4. Polonia
El activismo feminista en Polonia ha sido criminalizado por el gobierno, que a su vez ha lanzado leyes que retroceden en materia de derechos y representan un obstáculo para hacerle frente a la violencia de género. Asimismo, Amnistía Internacional expuso parte de las acciones que buscan derrumbar los derechos reproductivos de niñas y mujeres, entre ellas políticas antiderechos contra el aborto y proyectos de legislación restrictivos.
5. Corea del Sur
Desde hace varios años, Corea del Sur ha impulsado iniciativas antiderechos contra las mujeres que ignoran las problemáticas que enfrentan en el país, incluyendo los actos de violencia de género que se registran cada año. La BBC informó que recientemente se decidió eliminar el término “igualdad de género” de sus planes de estudios y busca eliminar el Ministerio de Igualdad de Género, mostrando una tendencia en la que se invisibiliza el derecho de las mujeres a gozar de derechos humanos básicos.
Los cambios de pensamiento por parte de la sociedad latinoamericana traen consigo cambios inminentes en el lenguaje. Se trata de una evolución natural por lo que, poco a poco, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) ha incorporado a su diccionario términos necesarios para referirnos a algunos comportamientos, rasgos de identidad y situaciones, entre otros. Uno de los términos que ha llamado la atención es “machirulo”. ¿Qué significa esta palabra recién aceptada por la RAE?
Recientemente se revelaron los nuevos términos agregados a la versión electrónica 23.7. del Diccionario de la Lengua Española. Si bien destacaron muchos de ellos como “tóxico” (en un contexto de relaciones afectivas), “no binario” (como identidad de género), “matriarcado”, “facultativo” o “crack”, entre las palabras de las que tenemos que hablar se encuentra “machirulo”.
‘Machirulo’, ¿qué significa esta palabra recién aceptada por la RAE?
Para empezar, debemos recordar conocer dos conceptos para entender este nuevo término. El primero es el de “machismo” y la misma RAE lo ha definido como: “actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres”. Mientras que el segundo es “actitud”, que puede tener dos significados: “postura del cuerpo, especialmente cuando expresa un estado de ánimo” y “disposición de ánimo manifestada de algún modo”.
Dicho esto, de acuerdo con el diccionario electrónico, “marichulo” fue definido de la siguiente manera, como un adjetivo despectivo y coloquial, dicho especialmente de un hombre. “Machirulo: que exhibe una actitud machista”. A su vez, explican que algo puede ser propio o característico de un machirulo. Y posteriormente dan este ejemplo: “una respuesta muy machirula”.
Está claro que esta palabra puede ser sustituida por el término “machista’”, machirulo se refiere de forma coloquial a aquellos hombres que se sienten orgullosos de ser machistas. También hace referencia a los que no ocultan sus conductas machistas o sexistas.
Un machirulo está orgulloso de ser machista
La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres explica que la principal caractérisitca del machismo es la degradación de lo femenino; su mayor forma de expresión es la violencia en cualquiera de sus tipos y modalidades en contra de las mujeres. Además, citan algunos ejemplos de conductas machistas.
Alejamiento del cuidado de los hijos e hijas.
No involucrarse en las labores del hogar, excepto para dictar normas y ejercer castigos.
Mantener una postura vertical en las relaciones familiares.
No permitirse expresar sus emociones y sentimientos.
Se dice que “machirulo” es la mezcla entre “macho” y “chulo”; esta última es un localismo de algunas regiones de Argentina, relacionada a hombres proxenetas (algo así como el término ‘pimp’, en inglés). Aunque también puede referirse a personas que hablan con chulería (jactancia o arrogancia) y se relaciona a hombres arrogantes, bravucones, fanfarrones, soberbios y altaneros.
Darle nombre a las conductas machistas que todavía existen es de suma importancia. Por lo que se espera que la RAE continúe aceptando más palabras que ayuden a las mujeres a denunciar y visibilizar casos de violencia contra ellas.
Cuando se habla de violencia, muchas personas piensan que solo existe aquella en donde se involucran agresiones físicas o sexuales. Lo cierto es que hay distintos de violencia que no se mencionan tanto, como la violencia digital, obstétrica o económica. Hay una en particular donde no se violenta a una persona, sino a objetos o cosas materiales, y se debe tomar como señal de que se aproximan otros tipos de violencia. Por eso te explicamos qué es la violenciapatrimonial y cómo identificarla.
También es conocida como violencia material y muchas mujeres alrededor del mundo la han vivido. Antes no se tenía un término específico, por lo que a veces se minimizaban estos comportamientos y no se les daba importancia a tal punto de que las personas llegaban a normalizarlos. Por lo que nombrar esta violencia es necesario y aprender a identificarla lo es aun más.
Qué es la violencia patrimonial
El artículo 6, fracción III, de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia (LGAMVLV, 2007), define qué es la violencia patrimonial de la siguiente manera.
“Es un tipo de violencia referente a un acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima. Se manifiesta en la transformación, sustracción, destrucción o retención de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades y puede abarcar daños a los bienes comunes o propios de la víctima”.
Es importante mencionar que no solo una pareja sentimental o cónyuge puede ejercer esta violencia hacia una mujer, en realidad puede ser cualquier persona cercana a ella como padres, hermanos, tíos o amigos. Y, aunque la mayoría de veces se refiere a patrimonios grandes como un auto o una casa, lo cierto es que esta violencia empieza dañando objetos de uso personal, como un celular o ropa.
Cómo identificar la violencia patrimonial
El ejemplo más claro es cuando tu pareja tiene un arranque y avienta tu celular, rompiéndolo. Pero también puede mencionarse cuando esconde tu ropa, tus medicinas o productos de higiene personal, por diferentes motivos (ninguno tiene justificación).
Para que puedas identificar este tipo de violencia, la Unidad de Igualdad de Género enlistó en un documento publicado en 2017 algunas maneras en las que se puede manifestar la violencia patrimonial.
Los agresores dañan los bienes o pertenencias de las mujeres, como ropa u objetos personales de valor, con el objetivo de humillarlas o hacerlas sentir mal.
Cuando se les oculta documentos personales como actas de nacimiento, identificación oficial, etc., que son necesarios para realizar trámites de algún tipo. Cuando se les quita documentos que comprueban que son dueñas de alguna propiedad.
La pareja o familiares disponen de sus bienes sin su consentimiento.
Cuando se les obliga a escriturar o poner a nombre de otra persona, cosas o propiedades que compraron o heredaron.
La pareja controla todos los gastos del hogar y se apropia de todo el patrimonio familiar.
El documento refiere que puede llegar a ser difícil salir de este tipo de violencia porque a veces las mujeres no cuentan con los recursos económicos para dejar atrás un lugar violento. Si estás siendo víctima de cualquier tipo de violencia, busca una red de apoyo y denuncia a tu agresor o agresores. Recuerda que aunque sean tus familiares, no es normal que te violenten de esta manera.
El movimiento feminista empezó en el siglo XIX y, hasta el día de hoy, ha generado cambios significativos en la vida de millones de mujeres. Por nombrar algunos tenemos la creación de leyes a favor de la equidad de género, la lucha contra la violencia de género (que aún está lejos de terminar) y la conciencia acerca de problemas como la misoginia. Todo esto ha sido gracias al esfuerzo de mujeres que, desde la Revolución francesa, han luchado por los derechos de niñas, adolescentes y adultas, a través de varios periodos feministas. Conoce cuáles son todas las olas del feminismo y en qué etapa de este movimiento nos encontramos actualmente.
Los avances mencionados se han logrado en distintas etapas y en varios lugares del mundo. El feminismo no tiene una fecha exacta de inicio y está en constante transformación desde que iniciaron sus primeros movimientos. Cabe mencionar que los cambios se han ido adaptando a las necesidades de las mujeres, dependiendo del contexto y de la época en la que se encuentran.
Hablar de “olas” en el feminismo viene de un artículo de 1968 escrito por Martha Weinman Lear en el New York Times, donde hablaba de la “segunda ola del feminismo”.
Conoce cuáles son las olas del feminismo
Primera ola feminista
Diversas autoras refieren que la primera ola se inspiró en luchas sociales como la Revolución francesa en 1789 (debido a la importante participación política de las mujeres) y el movimiento abolicionista, que luchó por terminar con la esclavitud.
Tal y como lo explica el portal del Museo Nacional de la Historia de las Mujeres (una organización estadounidense en línea), la lucha feminista tomó fuerza durante la primera Convención formal sobre los Derechos de la Mujer que se llevó a cabo en 1848.
En dicha convención, las asistentes tomaron inspiración de diversas luchas reformistas. Este evento reunió a mujeres que pedían al gobierno de Nueva York el derecho al voto, oportunidades igualitarias para hombres y mujeres y exigían que se terminara la discriminación por género.
Se especula que la primera ola del feminismo empezó en el siglo XIX y terminó a principios del siglo XX. Se asocia tradicionalmente con la búsqueda del sufragio, aunque las demandas de las que ya se hablaba incluían la igualdad de derechos dentro de la familia y el acceso a una mayor educación.
También se caracterizó por ser una lucha de las mujeres de color no solamente contra el sexismo, sino el racismo y clasismo. Aunque han existido cambios significativos, desafortunadamente todos estos temas aún resuenan en nuestra sociedad.
Segunda ola feminista
A partir de primera ola, se lograron avances importantes. En muchos países, a las mujeres se les concedió el derecho a votar y ser votadas, los divorcios ya no eran “culpa de las mujeres” y las universidades aceptaban a estudiantes mujeres. Sin embargo, todo esto no era suficiente y la lucha aún seguía. A partir de los años cuarenta, muchos grupos feministas se dieron cuenta de que no todas tenían las mismas oportunidades ni necesidades, por lo que surgieron algunas ramas del feminismo que vale la pena recordar. Tales como el feminismo radical, liberal y socialista, las cuales siguen vigentes hasta el día de hoy.
De manera formal y a gran escala, se considera que la segunda ola comenzó en los años sesenta del siglo pasado. Se inspiraba en movimientos como la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, indica un documento de la ONU.
Era una época de movimientos sociales e ideologías, lo cual permitió que las posturas fueran más radicales y diversas; había feministas que se identificaban con el socialismo, los derechos de los trabajadores o que abogaban por la paz, tan solo por mencionar ejemplos.
En esta ola surgieron autoras que, a través de sus libros, informaban y hacían que las mujeres se cuestionaran su papel en la sociedad. Podemos mencionar a Simone de Beauvoir como un estandarte del movimiento.
Tercera ola feminista
Para la tercera ola, autoras refieren que inició en los años sesenta, mientras que otras señalan que fue a finales de los ochenta, específicamente después de la caída del Muro de Berlín. En este periodo, la diversificación de la lucha se amplió, ya que se unieron países en desarrollo y comunidades rurales.
Por varias décadas, las mujeres exigieron mejores condiciones laborales, mayor participación política, libertad sexual y la inclusión de sectores vulnerables por raza, género y preferencias sexuales. Desde entonces también se ha luchado por la legalización del aborto y la erradicación de la violencia sexual.
Cuarta ola feminista
No hay un consenso sobre la cuarta ola, puesto que hay quienes consideran que solamente existen tres olas del feminismo. Sin embargo, de manera amplia se considera que la cuarta ola comenzó en el siglo XXI y ha tomado mayor fuerza a partir de movimientos como #MeToo, que se ha gestado por más de 20 años pero se volvió viral a nivel global en 2017.
La cuarta ola empezó con el auge de la tecnología y el fácil acceso a internet, mismos que se expandieron en la década pasada. Sitios especializados atribuyen este auge mundial del feminismo a las redes sociales.
La información llega a muchos rincones del mundo, por lo que el feminismo se vuelve global y de interés público. Las colectivas feministas pueden saber lo que sucede al otro lado del mundo e informar desde sus hogares con la ayuda de celulares. Es un feminismo rápido, eficaz y de masas; se usan plataformas digitales para exponer y exigir justicia ante casos de violencia, maltrato, desigualdades y feminicidios.
Las mujeres y jóvenes se unen al feminismo para denunciar abusos, micromachismos, brecha salarial, falta de oportunidades y estigmas el aborto o la comunidad LGBTQ+.
Actualmente, existen muchas ramas feministas en las que cada comunidad establece sus ideales y priorizan temas actuales.
Si bien muchas personas piensan que las corrientes feministas se crearon a la par de las redes sociales, lo cierto es que se requirió de siglos para llegar a la popularización del feminismo actual.
El miedo de ser mujer en México llevó a Sofía Márquez a hacer una diferencia. Desde 2020, la activista está al frente de We R Women On Fire, una plataforma con 843 mil seguidores en Instagram. Difunde y analiza casos de violencia y ofrece tips de seguridad para la comunidad femenina. Este año dio su primera Ted Talk, “Míralo antes de que me maten”.
Platicamos con Sofía acerca de su trabajo como activista y lo que significa ser mujer en México.
Entrevista con Sofía Márquez, creadora de We R Women on Fire
¿Cómo surgió la cuenta?
“Comencé queriendo abrir un espacio donde ayudara a mujeres a mi alrededor. Siendo una mujer que quería buscar seguridad para mí misma y quienes estaban a mi alrededor. Poco a poco fui compartiendo mensajes y sentimientos reales que estaban dentro de mí y de otras mujeres, así fuimos conectando con el tiempo.
“Fue comenzando cuando yo iba saliendo de una relación que no sabía que era muy dañina para mí. Cuando me di cuenta y abrí los ojos se me ocurrió que más mujeres necesitan entender lo que están viviendo.
“Muchos pueden decir ‘bueno, agradece porque te diste cuenta’, pero es más doloroso darte cuenta y decir ‘lo soporté, lo tuve que aguantar y nadie me dijo qué era’”.
¿Cómo lidias con la carga emocional que implica tu trabajo?
“Lidio tomándome mi espacio. Las redes sociales son algo que todos los días hago porque me nace. A veces sí me digo: ‘a ver Sofía, ¿qué tanto vale meterte todo el día a redes sociales y dejar a un lado tu salud mental?’. Entonces, lo que hago es publicar algo y después me tomo mi tiempo personal fuera de redes.
“Creo que muy pocos casos me han afectado porque alguien me insulte. Mi manera de manejarlo es tomarme mi espacio, entender que mi mensaje es mío y que yo estoy cómoda con él”.
¿En algún momento te has sentido en riesgo?
“Creo que sí, ni siquiera fue en algún acontecimiento de violencia o de feminicidio. Fue un caso en el que hice una comparación sobre las manifestaciones que las mujeres hacemos de manera regular y los festejos de los aficionados al futbol masculino.
“Justo había ganado el Cruz Azul un campeonato, salían imágenes en las noticias y en redes de que miles de hombres salían a las calles y hacían actos súper imprudentes e innecesarios; había patrullas que literalmente los subían para festejar, no para llevárselos detenidos. Entonces hice esta comparación de por qué a las mujeres cuando salimos a exigir algo que ni siquiera deberíamos estar exigiendo nos reprimen de esa manera.
“Me empezó a caer muchísimo odio por parte de los aficionados. Me llegaron amenazas de muerte, me enviaron comentarios horribles, cosas que yo jamás hubiera imaginado. Me empezó a causar pánico pensar hasta dónde puede llegar un comentario de las redes sociales”.
¿Has descubierto en ti actitudes del pasado que fueron machistas?
“Sí, hace como dos meses di una plática sobre cómo la feminista perfecta no existe y nunca va a existir. Todos crecimos con una educación machista. Muchos pueden decir ‘yo no tanto’ o ‘yo casi no’, pero al final lo es. Es muy difícil arrancar eso, cambiarlo y reconocer que está mal. En algún momento claro que me he dado cuenta que tengo incluso actualmente todavía, no como antes, pero ahora la diferencia es que lo reconozco, lo identifico y lo cambio.
“No se trata tampoco de castigarse. Al final todos cometemos errores, es un proceso y no es lineal. Es un camino de altas y bajas
“Claro que las actitudes machistas y misóginas todavía pueden surgir porque crecimos con ellas, pero es cuestión de identificarlas y cambiarlas. Muy fácil podríamos ignorarlas pero seguiría este círculo”.
¿Cómo fue tu preparación para dar tu primera Ted Talk?
“Cuando me hablaron, la verdad, no sabía mucho qué era Ted. Entonces me metí a investigar. Sabía qué era la plataforma y lo que hacían pero no sabía todo lo que hay detrás.
“Primero no me la creía porque es un espacio muy grande que llega a muchísima gente, era un logro muy grande para mí.
“Me acerqué a las personas de Tedx Tecate y a ellos les agradezco muchísimo porque creyeron en mi mensaje a pesar de que es un tema muy controversial. Me abrieron las puertas y me dijeron ‘tu mensaje tiene que ser escuchado’. Y no solo el mío, sino el de muchas mujeres detrás.
“Lo más difícil para mí fue englobar muchísimas cosas del movimiento feminista y muchísimas cosas que están pasando con mujeres en el país y en todo el mundo y que todo esto quepa en una charla de 17 minutos.
“Poco a poco fui uniendo lo que yo quería decir y lo que he escuchado de otras mujeres. Incluí el caso de Mariana Lima, víctima de feminicidio. Para mí fue un tema que me tocó mucho porque tuve la oportunidad de entrevistar a su mamá, la señora Irinea, una de las mujeres que más me inspiran en el mundo.”
¿Cuáles son tus mayores sueños?
“Seguir creciendo en esta cuenta. Considero que no compito con nadie, que hay otros espacios en redes sociales y qué padre que también existan porque si hay alguien que no se sienta identificado con mi cuenta, el objetivo es que encuentre una con quien sí se sienta identificado.
“Ya comenzamos con las embajadoras. El objetivo es para marzo es tener un contingente de We R Women On Fire en la mayoría de los estados”.
En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), se llevó a cabo la marcha anual en el centro de la Ciudad de México. En ella, diversos contingentes y colectivas feministas organizaron a cientos de mujeres que salieron a las calles para exigir justicia ante la violencia e injusticia que vivimos en México. Entérate cómo fue el 25N: así se vivió la marcha para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2023.
Uno de los puntos de reunión fue la Glorieta de las Mujeres que Luchan, desde el mediodía de este sábado 25 de noviembre. Mujeres, niñas y adolescentes llegaron al monumento y caminaron por Paseo de la Reforma para compartir historias de violencia de las que han sido víctimas. La mayoría llevaban vestimenta morada, violeta y blanca, colores distintivos del movimiento feminista; además, portaban pañuelos y otros accesorios alusivos a la lucha.
25N: Así se vivió la marcha para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2023
Poco a poco se reunieron más mujeres para emprender camino hacia la avenida Juárez y después avanzar hasta el Zócalo capitalino. Si bien cada colectiva convocó a las asistentes a diferente hora, todas recorrieron este camino gritando consignas y pidiendo justicia ante la violencia machista que viven día con día.
Cada contingente que pasaba gritaba las conocidas expresiones del movimiento, como: ¡vivas se las llevaron, vivas las queremos!; ¡ni una más, ni una más, ni una asesinada más!; ¡mujer, escucha, esta es tu lucha!; ¡la policía no me cuida, me cuidan mis amigas!; y ¡mujer consciente se une al contingente!
Asimismo, llevaban carteles con frases para concientizar sobre la eliminación de la violencia a mujeres, adolescentes y niñas. Las madres, padres y familiares de mujeres desaparecidas también se unieron para exigir que las autoridades realicen las búsquedas pertinentes y eviten entorpecer las investigaciones, práctica común en los casos de violencia.
Al llegar al Zócalo, se encontraba una valla en la cual se podía leer: “México feminicida, ni perdón ni olvido. Castigo a los agresores. Esto por los 12 feminicidios al día que se presentan en el país”.
En el piso se encontraban decenas de siluetas de mujeres y niñas, como las que colocó la Red de Enlaces Nacionales; algunas estaban apoyadas en el piso con nombres y las edades de mujeres y niñas que fueron víctimas de feminicidio. Esto se hizo para recordarlas y exigir justicia frente al Palacio Nacional.
Ahí, se realizaron varios pases de lista de mujeres desaparecidas y aquellas que fueron encontradas sin vida. También entonaron “Canción sin miedo” de Vivir Quintana y continuaron con las consignas establecidas durante el recorrido.
Testimonios de mujeres presentes en la marcha
Al preguntarle a una mujer por qué estaba marchando, contestó que deseaba un mundo mejor para su hija. Contó que a los 16 años empezó una relación sentimental, en donde poco a poco sufrió violencia verbal hasta llegar a la física, por lo que no quería que su hija pequeña viviera nunca más en un entorno violento ni con un padre abusador.
Una madre buscadora externó que viajó desde Tabasco para exigir justicia por su hija, quien fue encontrada sin vida hace dos años; hasta ahora, las autoridades no dan respuesta ni se muestran interesadas en investigar qué pasó.
María (a quien le cambiamos el nombre para mantener su privacidad), contó cómo fue abusada sexualmente por un vecino. Por lo que tuvo que cambiar de domicilio para poder sanar, ya que hasta el día de hoy, su denuncia no le ha dado la justicia que merece.
Una mujer contó cómo fue violentada por su padre y su esposo, por lo que tuvo que salir de su ciudad y empezar una nueva vida. Marchaba por todas las mujeres que no tienen oportunidad de huir de sus agresores.
La marcha del 25 de noviembre es fundamental para visibilizar casos de violencia que hay en todo el país. Por lo que las colectivas feministas invitan a más mujeres a marchar por sus hijas, hermanas, madres y amigas, que han sido violentadas de forma física, verbal, sexual, económica y psicológica.