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La persona que te ama no debe lastimarte; sin embargo, la violencia de género por parte de la pareja es más común de lo que podamos imaginar. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre violencia en el Noviazgo (ENVIN) dada a conocer por la OMS, 3 de cada 10 mujeres adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo.
En el caso de México, el 76% de las adolescentes entre 15 y 17 años ha sufrido violencia psicológica, el 17% sexual y el 15% física.
El mes de la concienciación sobre la violencia en el noviazgo se conmemora todos los años en febrero; precisamente se instauró un día para hacerlo debido a las crudas cifras reportadas a nivel mundial.
Aproximadamente, 1 de cada 12 mujeres es víctima de violencia física en el noviazgo.
Aproximadamente, 1 de cada 12 mujeres es víctima de violencia sexual en el noviazgo.
Datos dados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos.
Nunca es tarde para romper el círculo de la violencia pero primero se debe identificar. El gobierno de México explica la violencia en el noviazgo por medio de un círculo vicioso que comprende las siguientes etapas: fase de tensión, acto violento, arrepentimiento y luna de miel.
El círculo de la violencia en el noviazgo
1. La fase de la tensión
Tu pareja se enoja contigo
Te ignora
Te insulta
Te humilla
Te hace la ley del hielo
Te hace sentir culpable
Se ofende contigo
Se aleja
2. La fase del acto violento
Te golpea o se golpea
Te jalonea
Te agrede físicamente
Te agrede sexualmente
3. La fase del arrepentimiento:
Se arrepiente
Te pide perdón de varias maneras
Te promete que no se repetirá lo que sucedió
Se compromete a ser una mejor persona y pareja
Se vuelve servicial
Te llena de detalles o regalos
4. La fase de la luna de miel:
Se reconcilian
Lo perdonas
Le crees
Le das otra oportunidad
Crees que cambiará y no se repetirá la violencia
Este ciclo termina y vuelve a comenzar y así como hay acciones que te ayudan a identificar las fases, también las emociones, pues al inicio experimentarás culpa y tristeza, después miedo, posteriormente nostalgia y comprensión y finalmente, alegría y adrenalina.
Que tus emociones sean tan inestables solamente irá desgastándote mental y físicamente y entre más círculos vivas en tu noviazgo, más difícil te resultará romper ese patrón tóxico.
Tipos de violencia en el noviazgo:
Emocional: insultar, aislar a la pareja de sus amigos y familiares, mentirle o engañarla, amenazar, ignorar sus sentimientos, humillar en público, celar, controlar, revisar el celular o el mail, controlar la forma de vestir, prohibir cosas, humillar en público.
Sexual: forzar a tener relaciones sexuales, obligar a tener relaciones sexuales sin protección, obligar a hacer actos sexuales que no se quieren realizar.
Una víctima nunca es culpable de lo que le pasa; sin embargo, no es fácil aceptar serlo pero no estás sola, sanarte será un proceso que debes realizar en compañía de expertos en la salud psicológica.
Rompe el círculo, atrévete a vivir libre porque el amor nunca lastima. No justifiques a tu pareja, si te quiere, no te violentará.
Existen varias instituciones y fundaciones enfocadas en ayudar a las víctimas de violencia de género en el noviazgo, en México puedes comunicarte a la Secretaría de las mujeres al 555512-2836 en horario de lunes a viernes de 9:00 a 18:00 horas.
Existe un violentómetro para medir el nivel de violencia de género, AQUÍpuedes consultarlo.
Después de varios años me volví a enamorar, pero otra vez me rompieron el corazón. Todo se terminó el día que me sentí una mujer invisible para mi novio, pues mi amiga lo encontró en Bumble. ¡Sorpresa!
Hace exactamente un mes estaba plena y feliz, fue mi cumpleaños 39 y lo recibí muy agradecida por la maravillosa vida que he tenido y por las personas que el universo ha puesto en mi camino.
El primero en felicitarme fue mi novio, justo a las 00:00 horas. Me dijo todo lo que yo era para él y lo agradecido que estaba por habernos encontrado, por supuesto que lloré de felicidad.
Cuando nos conocimos estaba en pleno duelo por la muerte de mi papá y además vivíamos una pandemia mundial que nos tenía a todos en incertidumbre. A eso le sumamos que tanto él como yo teníamos evidentes patrones tóxicos de relaciones pasadas.
Nos la pasábamos tronando y reconciliándonos porque había mucha lucha de poderes, pero esta última etapa sentía que estábamos viviendo una relación mucho más madura, después de tanto ir y venir íbamos aprendiendo y mejorando. Pensé que era evidente que queríamos estar juntos para construir algo sano y duradero.
Pero a veces la vida nos pone unas revolcadas que no esperábamos, aunque siempre creeré que todo lo que pasa es porque así lo teníamos que vivir para nuestro bien.
Todo lo que quería después de regresar de mi tradicional viaje de cumpleaños al mar con mi familia era celebrar con él, con el hombre que me había robado el corazón por completo, el que había logrado que volviera a confiar ciegamente en el amor y el que le devolvió el “sabor” a mi vida.
Mi novio me dijo que iba a llevarme a cenar y luego nos escaparíamos a un glamping que yo quería conocer. Pero ese día estaba destinado a no suceder.
Un jueves, el jueves negro como ahora lo llamo, fui a un baby shower, allí me preguntaron cómo había conocido a mi novio y me puse a contar toda la historia con detalle.
Mientras lo hacía me di cuenta que estaba más enamorada que nunca y sumamente agradecida con la vida porque después de que mi ex me había sido infiel y dejado tan rota, ahora me encontraba con un hombre diferente.
Sentía que en él había encontrado todo lo que siempre había querido para mí. Esa noche subí una storie a Instagram sintiéndome orgullosa del hombre que tenía a mi lado.
Y mientras esto sucedía, ese mismo día, una de mis mejores amigas estaba en Bumble pasando galanes hasta que salió el mío. Ella dice que entró en shock, lo reconoció, leyó su perfil y todo coincidía, así que tomó evidencia de ello.
Prefirió no decirme nada de inmediato, quería esperar a que fuera fin de semana y estuviera sola en casa para no darme la noticia en el trabajo, pues sabía que sería un golpe durísimo para mí.
Llegó el viernes, élme mandó un mensaje de voz contándome que estaba llegando a la ciudad para la graduación de su sobrina. Al terminar de reproducir su audio dije: “cómo extraño a mi novio guapo”.
Ese día mi mamá regresó de viaje así que la invité a comer y después la llevé a su casa y me quedé a dormir allá, teníamos planes para el fin de semana, que era el del Día del Padre.
Por la noche, mi amiga me mandó un WhatsApp para saludarme y decirme que quería llamarme para contarme algo, pero lo vi muy tarde, en el momento que me acosté.
Le pedí que me escribiera, pero ella me respondió que me llamaba al día siguiente. Desde ese momento supe que era algo importante y que no podía ser contado por mensaje.
Al día siguiente, el sábado, le escribí para decirle que me había dejado intrigada, que me contara qué pasaba. Me llamó y me preguntó que qué hacía y dónde estaba, le conté que seguía con mi mamá, entonces me dijo que mejor luego me contaba, que disfrutara el día.
Sentí que se trataba de algo que debía saber ya, así que le pregunté si había visto algo, me dijo que sí, le pregunté que de quién y respondió el nombre de mi novio.
No puedo explicarles lo que sentí cuando mencionó su nombre, un ardor en el pecho y un cólico en la panza, además de un sudor frío. Fui lo más discreta posible porque mi mamá iba a mi lado en el auto.
Las palabras que mencionó mi amiga no las voy a olvidar jamás: “lo encontré el jueves en Bumble y tenía que contarte”. Estaba en shock, no podía ser cierto, pensé.
Lo primero que le pregunté fue si las fotos eran recientes y que si tenía evidencia, me respondió que sí a ambos cuestionamientos. Le pedí que me mandara las pruebas y terminó la llamada preguntándome: qué necesitaba y qué podía hacer por mí.
No pude responderle eso, cómo puedes pedir que te digan que no es real, que eso no estaba pasando, que no podía estar diciéndome que el hombre del que estaba enamorada, en el que creía plenamente y al que tanto admiraba tenía un frente abierto en una app de ligue.
Las fotos que mi novio tenía en esta app no eran recientes, tenían un año aproximadamente, pero igual eso no me daba respuestas. No sabía qué sentimiento me dominaba más: dolor, sorpresa, decepción, duda, enojo, incredulidad…
Antes de colgar, mi amiga me pidió pensar bien las cosas, salir del shock y luego decidir qué hacer, pero no pude, inmediatamente le escribí a mi pareja o a quien yo creía que lo era.
¿Cuál fue su reacción? Ponerse a la defensiva y sentirse ofendido porque le parecía muy bajo que lo metieran en un chisme, así lo definió, agregando que esas fotos eran viejas, de cuando nos habíamos conocido, es decir, lo que no fue en tu año, no es un tu daño.
Lo primero que me cuestioné es quién era él, por qué me estaba haciendo sentir invisible, por qué no me había dado mi lugar, por qué no me estaba demostrando que yo realmente era la mujer con la que quería estar.
Le dije que no estaba dando nada por hecho pero necesitaba decírselo y saber en dónde estaba parada, pues no se trataba de una escena de celos y drama tóxicos, sino de mi corazón, de mis sentimientos.
Terminó por decirme que estaba por entrar a la misa de la graduación de su sobrina, que hablábamos después.
Del shock pasé al llanto, me hizo sentir su “mientras tanto” en lo que encontraba a la mujer con la cual sí construir una relación, como lo dice su perfil de Bumble.
Mientras transcurrió el día supe que aunque le creyera que no usaba la app, que la tenía pero no la abría, que no la había eliminado simplemente porque “no lo había hecho pero no estaba buscando nada ni a nadie en ella”, como dijo, no podía pasarle que me hubiera hecho sentir la mujer invisible de su vida y que me culpara de creer más en “chismes de una amiga” que en él. Jugó el papel de víctima porque ese siempre es el más fácil.
Su falta de compromiso, su falta de responsabilidad afectiva y su forma de evadir la situación me hicieron saber que yo no quería estar allí. Lo amo mucho pero me amo más yo y no merezco aceptar eso. Él se equivocó aunque no lo acepte nunca.
Necesito tiempo para saber si le creo o no que no usaba la app; sin embargo, eso no cambiará mi decisión de darme mi lugar y dejar claro que jamás aceptaré menos de lo que merezco.
“¿Y ahora qué sigue, Vanessa?”, me pregunté al llegar a casa y sentir la soledad en su máxima expresión. Sé lo que se viene, el camino ya lo he andado, al final sé que esto también pasará y que estaré bien, mi vida volverá a recuperar el “sabor” eventualmente.
Con todo esto que me pasó me di cuenta de lo que maduré después de que me rompieran el corazón por primera vez, pues aunque sí siento que me duele hasta el tuétano, estoy tranquila y más fuerte que nunca para no dejarme vencer por el duelo que me toca atravesar.
Estoy muy orgullosa de mí misma, de lo que he aprendido y del amor que me tengo, el cual será mi mejor medicina para reponerme de este duro golpe. Y aunque hoy me siento rota otra vez, sé que no voy a tardar años en superarlo, como la primera ocasión.
Pese a todo, no dejaré de creer en el amor de pareja, ni en que existen personas que realmente están dispuestas a construir una relación sana. Yo seguiré entregándome al 100, no tengo miedo de volverme a enamorar.
Somos humanos y los errores existen, pero evadir la responsabilidad para salir bien librado, es doblemente decepcionante. Nada justifica lastimar a la persona que amas y te ama. ¡NADA! Y como dice Karol G, “yo por hombres no compito”.
Podré tener el corazón roto, pero nunca vacío y la tristeza que hoy siento es prueba de que estoy más viva que nunca.
Ex novio, te quedó muy grande la Bichota, espero que un día sepas lo que fue romperle el corazón a un mujerón como yo.
Leer esta columna mientras escuchan “Lo sabe Dios” de Karol G.
Al estar en los comienzos de un noviazgo, sabes que separarte de tu pareja se vuelve un tormento. Ya sabes, nos referimos a ese momento en el que no quieren separarse para nada y los demás los acusan de andar insoportables. Cosa por la cual tal vez te preguntes cuánto dura la etapa de luna de miel en una relación. O si la emoción de ver a tu pareja seguirá siendo la misma conforme pase el tiempo.
Es bastante común romantizar la etapa de luna de miel en una relación y a menudo pasamos por alto lo que viene después. Pues cada día de esta etapa está lleno de descubrimientos y emociones a medida que pasas más tiempo con tu pareja y dentro de su vida.
Además, cada vez que están juntos sientes que tu corazón se acelera y aparece una tristeza cuando no están cerca. La página de internet Health Cleveland Clinic menciona que la etapa de luna de miel es cuando típicamente en los primeros días de una relación la risa, lujuria y atracción son más altas.
Aunque lo anterior puede durar semanas, meses o, en algunos casos, años, la etapa de luna de miel no dura para siempre.
Exactamente, ¿cuánto dura la fase de luna de miel?
De acuerdo con la información expuesta por el sitio web Bustle, de un estudio de la Universidad de Nueva York, los investigadores descubrieron que la fase de luna de miel puede durar hasta 30 meses.
Tienes que estar consciente de que esta etapa solo es eso, una fase que pasará, pero eso no hace que lo que venga sea malo o que tu relación se va a terminar. Más bien, como menciona MindBodyGreen, si te convences de que las cosas deberían sentirse siempre como en la etapa de luna de miel, cuando este amor descontrolado disminuya comenzarás a entrar en pánico sin razón.
El psiquiatra Daniel Lieberman comentó para MindBodyGreen, que “muchas personas cometen el error de confundir el final del amor apasionado con el final de la relación”. Por lo cual llegan a pensar que necesitan hacer algo para revivir su relación o, incluso, encontrar a alguien más.
Lo que corresponde a la “rueda de correr hedónica”, cuando alguien persigue constantemente ese amor ardiente y apasionado una y otra vez. Sin embargo, el psiquiatra señala que esa no es la receta para la felicidad.
Mientras que el consejero certificado Jonathan Bennett, fundador de Double Trust Dating, expreso para Bustle:
“Aunque suene negativo, el final de la fase de luna de miel puede ser positivo”. Pues con ello “les permite a ambos verse abierta y honestamente y decidir si la relación vale la pena continuar”.
Por su parte la psicóloga Chivonna Childs menciona para Health Cleveland Clinic que al pasar la fase de la luna de miel puedes comenzar a notar detalles que te molesten de tu pareja. No obstante, estos no aparecieron de la nada. Childs comenta que posiblemente ya estaban y no te diste cuenta por la emoción al inicio del noviazgo.
Al igual que Bennett, la psicóloga Childs te invita a preguntarte lo siguiente para que contemples o no seguir en la relación.
¿Es alguien con quien puedo pasar el tiempo?
¿Aún disfruto estar en la relación con esa persona?
¿Es esta una persona con la que todavía puedo reírme?
¿Te sientes cansada de estar con tu pareja?, ¿sientes que tú eres la que da el 100 para que la relación funcione?, ¿te da miedo expresar cómo te sientes por miedo a que la relación termine? Lamento decirte que estás en una relación abusiva porque te enamoraste de un vampiro emocional.
El amor vampiro fue bautizado así por la psicología ya que es un vínculo que drena, que chupa la energía y que deja lastimada a una de las personas que conforman la pareja.
Judith Orloff, reconocida psiquiatra de la clínica de la Facultad de Psiquiatría de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), describe la conducta de los vampiros emocionales como “personas infelices que necesitan hacer un drenaje de la energía de su víctima”, que en este caso es su pareja. Agrega que ellos solamente piensan en su bienestar a costa de la felicidad del otro.
Para identificarlos, la doctora en psiquiatría da una serie de conductas características… hablemos de algunas:
Son personas muy encantadoras al inicio, eso lo hacen para engancharte.
Los vampiros emocionales son muy negativos, aunque no haya peros en una situación, son expertos en inventarlos. Sus conversaciones están llenas de quejas y si tú tratas de hacerles ver el lado positivo, se ofenderán y te culparán porque no los entiendes.
Para ellos nunca nada es suficiente, aunque lo tuvieran todo, siempre sentirán que algo les falta, que el mundo no los comprende, que la vida no les sonríe.
Son manipuladores y encontrarán la forma de hacerte sentir mal por todo lo que haces o no haces para conseguir que actúes como ellos desean.
Tienen baja autoestima pero saben disfrazarlo. En realidad todo el tiempo se dicen amarse, se dicen ser buenas personas, y lo tienen que estar repitiendo para convencerse a ellos mismos y a los demás.
No tendrás diálogo ni conciliaciones con ellos porque no saben escuchar y su papel siempre será el de víctima. En cada discusión buscarán que tú les pidas perdón, aunque no hayas hecho nada. Son expertos en voltearte las cosas. ¡Qué peligro!
Con sus palabras te harán sentir culpable, al grado que te cuestionarás si realmente estás siendo poco comprensiva con ellos, por eso drenan tu energía.
Aprovechan cualquier oportunidad para remarcar tus errores, los actuales o los pasados. Pero ellos no pueden admitir los suyos porque en su mente, siempre son los vulnerables.
Lo peor de tener un amor vampiro es que las emociones se contagian, así que si te relacionas con gente negativa, vibrarás en esa sintonía.
¿Cómo actuar ante un vampiro emocional?
Afortunadamente tú eres la estaca de plata, es decir, tú eres el antídoto para alejarlos.
Habla con tu pareja, dile cómo te sientes y pon límites, si no te escucha o no hace nada por cambiar, sal corriendo, no pierdas más tu tiempo y ni tu energía.
Si la persona no cambia su conducta y tú sientes que no puedes dejarla, lo mejor es que busques ayuda, ya que por algo estás aferrándote a esa relación tóxica que te está consumiendo emocionalmente y, puede ser, que hasta físicamente.
Una pareja es para caminar de la mano, juntos al mismo paso, no para que la arrastres o la cargues.
Si no eres tú quien vive un amor vampiro, pero es una amiga o amigo, lo mejor que puedes hacer para apoyarlo es escucharlo y ser paciente para explicarle por qué está sumergido en una relación abusiva.
Háblale sobre los panoramas llenos de paz que le esperan si deja atrás a su vampiro que le está comiendo la vida y la felicidad. Todo siempre con respeto y amor, sin juzgar ni presionar.
Recuerda que no se puede tener una relación saludable con una persona que no se da cuenta que necesita lastimar para sentir que ama. Como en las películas de terror, lo mejor es salir corriendo de los vampiros.