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El colágeno es una proteína esencial que juega un papel crucial en la salud de tu piel, huesos y tejidos. Aunque tu cuerpo produce colágeno de manera natural, su producción disminuye con la edad. La buena noticia es que puedes apoyar esta producción incluyendo varios alimentos ricos en colágeno en tu dieta regular.
Por suerte para todas, el colágeno está presente en diversos alimentos, así que es muy probable que muchos de ellos te gusten o incluso ya estén en tu dieta.
NOSOTRAS te decimos cómo puedes tomar colágeno de manera natural a través de estos alimentos deliciosos y nutritivos.
Qué es el colágeno
El colágeno es una proteína del cuerpo que se encarga de formar fibras conectivas, que proporcionan estructura y apoyo a numerosos tejidos y órganos, explica el portal de salud Medical News Today.
Los dientes, huesos, órganos internos, los cartílagos, ligamentos y la piel son las partes de nuestro cuerpo que necesitan del colágeno para un buen funcionamiento. Sin el colágeno puedes experimentar debilidad en huesos, problemas en tus vasos sanguíneos, deterioro de tus músculos, entre otros.
Conforme la edad de una persona avanza, la producción de colágeno decrece y una de las maneras en que esto se manifiesta es que la piel pierde firmeza.
El portal Health menciona que incluir colágeno en tu dieta favorece la producción de esta proteína ofreciendo beneficios sorprendentes para tu salud.
El dolor en las articulaciones se puede aliviar con ayuda del colágeno, pues esta proteína ayuda a mantener la integridad del cartílago, menciona Health. De igual forma, tu salud ósea y cardíaca se ven beneficiadas.
El colágeno contribuye en la salud de tu piel, ayudando con la elasticidad y la hidratación, promoviendo una piel radiante.
Alimentos ricos en colágeno o que favorecen su producción
Aunque el cuerpo produce colágeno de forma natural, esta producción disminuye con la edad y la exposición con la luz UV; por ello, integrar alimentos ricos en colágeno o que favorecen la producción es una excelente forma de mantener tu salud.
Recuerda que estos alimentos deben formar parte de una dieta balanceada, con todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.
1. Carne
Estos tipos de carne destacan por su aporte en colágeno para el organismo.
Carne de res. El colágeno bovino, derivado de la carne de vacuno, se compone principalmente de colágeno tipo I y tipo III. Estos tipos fortalecen la piel, los huesos, los tendones, el cartílago, el tejido conectivo y los dientes, explica Health.
Pollo. En particular, el cartílago de pollo es una gran fuente de colágeno. Su tipo de colágeno es particular para la salud de las articulaciones y puede ayudar con los síntomas de la artritis, explica Health.
Pescados y mariscos. Se caracteriza por su alta biodisponibilidad, lo que significa que el cuerpo lo absorbe más eficazmente que el colágeno de otras fuentes.
Vísceras.
2. Huevo
Las claras de huevo son la fuente de prolina, uno de los aminoácidos necesarios para la producción del colágeno.
3. Caldo de hueso
Ya sea caldo de cerdo o res, este tipo de caldos ayuda a la producción del colágeno.
En el caso del colágeno porcino, el portal Eating Well menciona que este tipo de proteína se parece mucho al colágeno humano, por lo que se utiliza a menudo en entornos sanitarios para la reparación y el refuerzo de la piel, las heridas y los tendones.
4. Alimentos ricos en vitamina C
Los alimentos ricos en vitamina C son una excelente forma de obtener colágeno, pues la vitamina C ayuda a la producción y distribución de la proteína a todo tu cuerpo.
Algunos de los alimentos que contienen un alto nivel de esta vitamina son las bayas (como arándanos, fresas, moras y frambuesas), cítricos, pimientos, papas, tomates y brócoli.
5. Lácteos
Los productos lácteos, como la leche, el queso y el yogur, también pueden contribuir indirectamente a la producción de colágeno en el organismo, explica Health.
Aunque no contengan colágeno, estos productos cuentan con los aminoácidos, prolina y glicina, componentes clave de las moléculas del colágeno.
6. Alimentos ricos en zinc, magnesio y cobre
Incluir nueces, tés, vegetales de hojas verdes, granos integrales y frijoles, es una excelente forma de integrar minerales que ayudan a sintetizar el colágeno en el cuerpo.
7. Aloe vera
Según Eating Well, un estudio de 2020 publicado en The Journal of Dermatology descubrió que las dosis bajas de aloe aumentaron el contenido de colágeno en la capa de la dermis de la piel (la capa intermedia).
Una dieta saludable puede hacer la diferencia con tu cabello. Lo que comes puede ayudar a mantener una melena fuerte y brillante, evitando la pérdida y fomentando el crecimiento. Ciertamente, habrá productos que te ayuden a mantener tu pelo sano y darle ese aspecto sedoso, pero también existen alimentos que hacen crecer tu cabello más rápido.
Las decisiones nutrimentales que tomemos pueden fomentar un cabello más saludable. Añadir algunos alimentos a nuestra dieta puede proveernos de nutrientes adicionales que favorezcan el crecimiento del cabello.
Los alimentos que hacen crecer tu cabello más rápido
Bianca Tamburello, nutricionista para Real Simple, menciona para que “algunos nutrientes que son particularmente beneficiosos para promover el crecimiento, la fuerza y el grosor del cabello incluyen proteínas, vitaminas B, vitaminas C y D, grasas omega-3, colágeno, zinc, biotina, hierro y riboflavina”.
El portal de salud WebMD menciona que algunos de los alimentos que contienen estas propiedades pueden beneficiar la salud de tu piel y de tus uñas también, por lo que su consumo es importante.
Recuerda que estos alimentos deben formar parte de una dieta balanceada, que contenga todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.
1. Yogur
Contiene muchas proteínas y vitaminas como la B y la D. Es rico en calcio y puedes agregarlo fácilmente en tus comidas. Ayuda no solo al cabello, favorece la salud de los huesos también.
2. Salmón
Foto: Pexels. Makafood
El salmón promueve la salud capilar al contar con altos niveles de grasas, omega-3 y otras vitaminas que hacen la diferencia. También posee proteínas de alta calidad que son necesarias para el crecimiento del cabello.
3. Caldo de hueso
Puede sonarte poco convencional, pero los caldos de hueso suelen ser ricos en colágeno, y este estimula el crecimiento del cabello. Es fácil de preparar en casa, pero también puedes comprarlo.
4. Cítricos
Las frutas como naranjas, limones, toronjas y sus variantes son ideales para encontrar la vitamina C y la A. Puedes añadirlas a tu dieta fácilmente al preparar vinagretas o jugos con ellas.
5. Avena
Los cereales integrales, como la avena, son una buena forma de conseguir nutrientes. El sitio Real Simple lo define como un “mineral de la belleza” y es versátil a la hora de cocinarla.
6. Aguacate
Foto: Pexels. Ready Made
Cuenta con vitamina E y tocotrienoles, antioxidantes que mejoran la salud del cabello y lo hacen brillante. Ya sea que lo consumas como arte de una ensalada o en guacamole, sus propiedades mejorarán la salud de tu cabello.
7. Nueces y semillas
Las nueces y semillas pueden contener muchas vitaminas y propiedades que muchas pasamos por alto. Pueden contener zinc, vitamina B y ácidos grasos omega-3. “Las semillas de chía, las semillas de lino y las nueces son ricas en fuentes vegetales de grasas saludables omega-3 que podrían ayudar a que el cabello crezca más grueso”, menciona Tamburello para Real Simple.
8. Huevo
Un elemento esencial es la biotina y la encontramos en grandes cantidades en los huevos. Podemos encontrar, además, zinc y proteínas, incluso vitamina D, que brindan beneficios a nuestro cabello.
9. Frutos rojos
Foto: Pexels. Suzy Hazelwood
Los frutos rojos contienen vitamina C y antioxidantes que estimulan al cabello. Tienen un gran impacto en los folículos pilosos, lo que fomenta un crecimiento fuerte de cabello.
Recuerda que alimentarse bien es importante para una buena salud capilar y general. Es importante mencionar que puedes consultar con un especialista en nutrición o con un médico de confianza que te ayude de ser necesario.
En la actualidad, sabemos que un bronceado natural está asociado con riesgos importantes para la salud debido a la exposición al sol. Las camas de bronceado tampoco son una opción, pues el riesgo persiste. Por eso, cuando en redes sociales resurgen ideas o creencias como la de que te puedes “broncear” por comer muchas zanahorias, es fácil que se viralicen.
Pero, ¿es cierto? ¿Cuánto tendrías que consumir en zanahorias para lograrlo? Y, ¿sería seguro? Aquí te respondemos.
¿Te puedes ‘broncear’ por comer muchas zanahorias?
Foto: Pexels. Lola Russian
Presumir un bronceado de revista puede ser perjudicial para la salud, pues sabemos que la constante exposición a los rayos del sol NO es recomendable. La única manera de presumirlo es mediante productos como cremas que resulten seguras para tu piel.
Si la respuesta a todos nuestros problemas fuera comernos algunas zanahorias, ¿qué más podemos perder? ¿Cierto?
La respuesta sencilla es que técnicamente, sí. Un consumo constante de esta verdura en grandes cantidades puede alterar el color de piel. Pero esto NO significa que se trate de algo recomendable o que por comer zanahorias diario el color “bronceado de verano” aparecerá mágicamente.
Las zanahorias contienen betacaroteno, un pigmento encargado de darles ese peculiar color naranja y que se encuentra también en otros alimentos.
El betacaroteno se convierte en vitamina A, siendo beneficioso para diferentes aspectos del cuerpo, como el sistema inmune. Pero cuando hay un exceso de betacaroteno, el cuerpo deja de transformarlo en vitamina, almacenándolo en el hígado o manifestándolo como el famoso color naranja en la piel; en medicina, a esto se le llama carotenodermia, explican las investigadoras Emily Burch y Lauren Ball en la plataforma The Conversation.
“Comer demasiados alimentos ricos en betacaroteno puede hacer que la piel adquiera un color anaranjado”, mencionó la doctora Melissa Piliang al portal Cleveland Clinic.
El portal de nutrición EatingWell cita un libro llamado “Carotinemia”, en el que se detalla que esta condición es benigna, pero fácilmente confundible con otra condición, la ictericia.
Aunque el ligero cambio de tono en la piel puede ocurrir con las zanahorias, ni es dorado ni tampoco es el “bronceado” que imaginas. Se manifiesta principalmente en las plantas de las manos y pies, además de codos y rodillas, explica el portal Delish.
Además, aunque este efecto en la piel te gustara, lograrlo implicaría consumir una alarmante cantidad de zanahoria. Sabemos que lo saludable es llevar una dieta balanceada con todos los nutrientes necesarios, no abusar de un solo alimento.
¿Es peligroso comer tanta zanahoria?
Foto: Pexels. Carly Dernetz
Consumir zanahorias en cantidades moderadas es beneficioso para la salud pero, si comes demasiadas zanahorias, puede que existan efectos secundarios.
El efecto más específico y del que ya hablamos es el cambio de tono en la piel a un color amarillo-anaranjado; aunque esto no es peligroso, en ocasiones se puede confundir con la ictericia, una condición médica seria.
La vitamina A puede ser tóxica si es que se consume en grandes cantidades, los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, mareos, náuseas y, en casos severos, daño hepático.
El alto consumo de alimentos ricos en betacarotenos por personas que fuman, se ha relacionado con mayor riesgo de cáncer de pulmón.
NO es recomendable cambiar tu alimentación para generar una alteración en tu cuerpo que se manifieste en el color de tu piel. Puedes comer zanahoria y ésta tiene efectos positivos en el organismo, pero como parte de una dieta balanceada.
Así como el k-beauty ha conquistado países como México, el skincare que proviene de Japón se ha hecho sumamente popular por sus resultados. Y, como sabemos que el cuidado de la piel también se relaciona con el estilo de vida, hoy te contamos de algunos alimentos que las mujeres japonesas comen para una piel envidiable.
¿Alguna vez te has preguntado cómo las mujeres japonesas logran mantener una piel tan radiante y tersa? Es un secreto bien guardado que va más allá de los productos cosméticos.
Desde tiempos ancestrales, las mujeres japonesas han valorado la relación entre la alimentación y la belleza. Es por eso que sus elecciones culinarias no solo están dirigidas a satisfacer el paladar, sino también a nutrir y cuidar su piel desde adentro hacia afuera.
Alimentos que las mujeres japonesas comen para una piel envidiable
Foto: Pexels. Bhefan Tedjo
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales puede mejorar la salud de la piel desde dentro, proporcionando los elementos necesarios para una apariencia radiante y saludable.
La hidratación es el mejor ejemplo para esto, pues tomar agua suficiente te ayuda a eliminar toxinas y mantener la piel flexible y suave.
A continuación te mostramos algunos ejemplos de alimentos que las mujeres japonesas comen para una piel envidiable, los cuales podrías incorporar en tu dieta. No se trata de productos milagrosos, sino forman parte de una alimentación balanceada; recuerda consultar qué comidas deberías incorporar en tu día a día.
1. Matcha
Foto: Pexels. NipananLifestyle
Este tipo de té verde en polvo se ha puesto de moda durante los últimos años en países como México, pero no es nada nuevo para las mujeres japonesas.
Según el portal Arigato Japan, el matcha es rico en antioxidantes y propiedades antiinflamatorias, ayudando a proteger la piel del daño.
Además de su capacidad para estimular la producción de colágeno, efecto desintoxicante y capacidad para mantener la piel hidratada, sabe riquísimo en cualquiera de sus presentaciones.
2. Salmón
Foto: Pexels. Valeria Boltneva
Es bien sabido que el salmón es un alimento que comúnmente se encuentra en una dieta balanceada. Pero, ¿te has preguntado por qué es tan popular?
El salmón es reconocido por ser excelente fuente de omega-3, vitamina B, proteínas y biotina B.
“Los omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir el acné. La vitamina B ayuda a retener la humedad, lo que ayuda a tener una piel sana y brillante. Todos estos nutrientes ayudan a mantener la piel tersa y saludable,” explica NDTV Food, portal de alimentación.
3. Tofu
Foto: Pexels. Polina Tankilevitch
El tofu es una gran opción si quieres un shot de proteínas, ya que éstas ayudan a la producción del colágeno. Este alimento bajo en grasa ayuda a hidratar y nutrir la piel desde dentro.
Pero no solo eso: el tofu es rico en isoflavonas, compuestos que ayudan a mantener un equilibrio hormonal saludable.
Otra razón por la que amamos el tofu, es por lo fácil que podemos agregarlo a nuestra dieta, ya sea en sopas, ensaladas o asados.
4. Soya
Foto: Pexels. Polina Tankilevitch
La soya es otra gran fuente de proteínas y, como ya te diste cuenta, estas son fundamentales para una piel firme y tersa.
Es importante consumir una buena cantidad de proteínas sin desbalancear el consumo de grasas, por esto la soya es una gran opción. Este alimento te aporta hidratación y antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro, mejorando la apariencia general de la piel.
5. Camote
Este tubérculo es ampliamente consumido en Japón y tiene beneficios para la piel, al ser una buena fuente de vitamina C, que funciona como antioxidante y participa en la síntesis de colágeno. También es fuente de vitamina A (que ayuda en la protección contra el daño solar) y tiene propiedades antiinflamatorias.
Existe una dieta que ayuda no solo a mantener una alimentación balanceada, sino que nos podría ayudar a mejorar nuestra longevidad. No es un régimen restrictivo que esté ligado a la pérdida de peso, sino se trata de una dieta muy sencilla que puedes integrar poco a poco.
Se trata de la dieta mediterránea, que pone el foco en los vegetales, frutas, granos y semillas, mientras evita los alimentos procesados o refinados.
Un estudio llevado a cabo a lo largo de 25 años con una muestra de 25,000 mujeres demostró que quienes seguían esta dieta resultaban más longevas que quienes no lo hacían, según la información que la doctora Samia Mora, cardióloga y profesora de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, compartió para CNN.
¿Por qué la dieta mediterránea podría ser buena para la longevidad?
Esta dieta aporta muchos beneficios para la salud, como reconoce la doctora Samia Mora al mencionar que esta dieta reduce el riesgo a padecimientos cardiovasculares y puede reducir el riesgo de cáncer.
Los beneficios de esta dieta, pese a no ser inmediatos, pueden hacer la diferencia en la salud en general. Se ha demostrado, según datos de la Asociación Estadounidense del Corazón, que las personas que se apegan a la dieta mediterránea mejoran la salud de su cerebro y su corazón.
Según el estudio que se realizó, “hubo un aumento gradual en el beneficio: cuanto más comprometido, mayor beneficio”, mencionó Shafqat Ahmad, profesor asociado de epidemiología molecular en la Universidad de Uppsala en Suecia, para CNN.
Con esta dieta, además, se reduce el riesgo a algunos padecimientos que son más comunes en mujeres que en hombres, como los siguientes.
Cáncer de mama.
Depresión.
Diabetes.
Colesterol alto.
Pérdida de memoria.
Foto: Pexels. Vanessa Loring
¿Qué es la dieta mediterránea?
Literalmente, esta es una dieta basada en los principales hábitos alimentarios tradicionales de países mediterráneos, como menciona la Asociación Estadounidense del Corazón. No es una dieta rigurosa y se caracteriza por ser sencilla.
Incluye alimentos como las plantas, frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y semillas, además de aceites como el de oliva. Se pueden incluir productos lácteos, huevos, pescado y aves en bajas o moderadas cantidades. Este tipo de dieta se centra en alimentos de origen vegetal y mínimamente procesados.
Incorporar la dieta mediterránea a tu día a día no es muy difícil de lograr, aunque lo más recomendable es consultar primero a un especialista en salud o nutrición para saber si es lo mejor para ti.
Uno de los primeros pasos es asegurarse de estar comiendo más verduras y fibras, además de incorporar aceite de oliva extravirgen en lugar de un aceite convencional.
Foto: Pexels. Vanessa Loring
Reducir las comidas procesadas y las carnes rojas también es otro de los grandes pasos. Para obtener las proteínas se puede recurrir a una dieta con muchas legumbres que aporten lo que el cuerpo requiere. Incorporar frutas y azúcares buenos a tu dieta puede ser todo un reto, pero los beneficios a largo plazo hacen que valga la pena.
Recuerda que antes de abordar un régimen alimenticio, puedes consultar a un especialista de la nutrición que te guíe de manera personalizada para tener un plan alimenticio completo y de acuerdo con tus necesidades.
La osteoporosis es una afección que se presenta más comúnmente en las mujeres, especialmente tras pasar la menopausia. Sin embargo, existen acciones con las que es posible prevenir la osteoporosis desde décadas antes.
De acuerdo con el portal Orlando Health, desde los 20 y 30 años es posible tomar acciones para prevenir el debilitamiento de los huesos.
¿Qué es la osteoporosis?
Esta condición hace que los huesos sean más frágiles, lo que los hace mayormente propensos a fracturas.
Al ser una superficie porosa, con la osteoporosis se produce un debilitamiento con el que los huesos pueden verse desde un microscopio como un panal de abejas. Naturalmente, el cuerpo produce y recibe componentes para mantenerlos sanos, pero con la osteoporosis estos componentes no se hacen presentes con tanta frecuencia, lo que provoca una debilidad crónica en los huesos.
Esta condición debe ser diagnosticada por un especialista para recibir un correcto tratamiento. No tiene cura, pero con los cuidados necesarios se puede detener o alentar el proceso de debilitamiento.
La edad no es el único factor que puede contribuir a un caso de osteoporosis. La menopausia puede intervenir, pues al producir menos estrógeno se debilitan los huesos. El consumo frecuente de alcohol podría hacerte propensa a huesos frágiles, lo que lo convierte en otro factor.
Cómo pueden prevenir la osteoporosis las mujeres jóvenes
El sitio Hopkins Medicine menciona que es posible ayudar a mantener los huesos fuertes por medio de una dieta balanceada que nos ayude a tener la adecuada cantidad de calcio y vitaminas.
1. Revisa tu ingesta de calcio
Entre los alimentos ricos en calcio se encuentra el yogur natural, la leche, el queso, las espinacas, los nopales, el tofú, las sardinas, el salmón, el jugo de naranja fortificado y la leche de almendras, indican las Guías Alimentarias de Estados Unidos.
2. Mantén un buen consumo de vitamina D
Esta vitamina le ayuda al cuerpo a absorber el calcio para utilizarlo en el fortalecimiento los huesos. Si bien puedes obtenerla con la luz del sol, también puede obtenerse de alimentos como los pescados grasos, la carne roja y las yemas de huevo, indica el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido.
Recuerda que antes de iniciar un nuevo régimen alimenticio es indispensable consultar a tu nutrióloga o médico.
4. Reduce la cafeína
Es recomendable vigilar el consumo de cafeína y refrescos que realizas, pues estudios demuestran que a largo plazo podrían debilitar a la estructura ósea.
5. Haz ejercicio
Foto: Pexels. Cliff Booth
Además de una dieta balanceada que te ayude a controlar los niveles de tu cuerpo, puedes generar hábitos saludables que te permitan una buena condición física. Entre ellos se encuentra hacer ejercicio. Incluso tomarte 30 minutos de ejercicio al día, como caminar o trotar, puede hacer la diferencia, como recomienda Rush University Medical Center.
6. Evitar el alcohol y el tabaco
Tanto el consumo frecuente de bebidas alcólicas como fumar pueden afectar la densidad ósea y contribuir al debilitamiento de los huesos a largo plazo.
Tener una alimentación balanceada es clave para mantener nuestra salud física y mental; desde aspectos como ayudar al sistema inmune durante cada etapa de nuestra vida e incluso prevenir enfermedades. ¿Te has preguntado si hay superalimentos para mujeres?
Como explica el portal especializado en salud Medical News Today, el término “superalimentos” se refiere a los alimentos que ofrecen el máximo de beneficios nutricionales con un mínimo contenido calórico. No es un término médico ni hay algún estándar sobre ellos, tampoco se trata de comida “milagrosa” que vaya a mejorar tu vida por consumirla. Sin embargo, incluirlos en tu dieta regular puede traer numerosos beneficios.
Los superalimentos para mujeres
El sitio WebMD explica que algunos llamados superalimentos pueden beneficiarte en más de una manera, por lo que es bueno que los agregues en tu dieta diaria. Sin embargo, si lo que quieres es un nuevo régimen alimenticio, recuerda que debes consultar a tu médico.
1. Col rizada
La col rizada contiene una importante cantidad de vitamina K, además de calcio y vitamina D que ayuda a tener los huesos fuertes. La Clínica Mayo asegura que una taza de col rizada cruda tiene solo 20 calorías, y recomienda consumir entre 1.5 y 2 tazas cada semana.
Sus propiedades ayudan la regulación de la presión arterial y reduce el riesgo a padecer varios tipos de cáncer. La puedes cocinar al vapor, saltear, asar o comer cruda.
2. Frijoles
Contienen proteína y calcio, como menciona Economic Times. Son altos en fibra, pueden disminuir la presión sanguínea y la glucosa, aspectos que pueden evitar problemas cardiovasculares.
3. Toronja
La toronja contiene varias vitaminas como la A y la C, que son cruciales para una buena salud ocular, además de que ayuda en la sanación de heridas, explica el sitio Allergy Associates of La Crosse.
Sus propiedades ayudan a mejorar la salud del corazón y la salud digestiva, previniendo el estreñimiento. La toronja, sin embargo, no puede interactuar con algunos medicamentos, así que es recomendable consultar a un médico antes de incorporarla en la dieta diaria, advierte WebMD.
4. Frutos rojos
Contienen antioxidantes y vitamina C, cuentan con propiedades antienvejecimiento y pueden ayudar a prevenir las infecciones urinarias. Sus propiedades ayudan a mantener al cerebro alerta, mientras que su proteína fomenta una piel firme y suave.
Western Missouri Medical Center menciona que una taza de frutos rojos aporta el 32% de las necesidades diarias de fibra que es necesaria para las mujeres. Puedes integrarlos a tu dieta de la manera en la que más te gusten: solos, en licuado, como parte de una ensalada, etc.
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5. Papaya
Está repleta de vitaminas A y E, junto con antioxidantes, carotenos y flavonoides que ayudan a regular el ciclo menstrual. También contiene propiedades que reducen las posibilidades de desarrollar cáncer en el cuello uterino y de mama.
WebMD menciona que puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas a largo plazo, además de mantener la presión arterial y el colesterol en los niveles adecuados.
6. Yogur natural
Contiene una buena cantidad de calcio, necesaria para el funcionamiento del organismo, además de contener triglicéridos que ayudan a mantener la glucosa en la sangre. Ayuda también a la digestión, mejorando la flora intestinal.
El sitio PharmEasy reconoce que el yogur reduce la inflamación en el cuerpo.
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7. Nueces
Contienen nutrientes que regulan los niveles de colesterol y ayudan a dormir mejor. Cuentan con vitamina E y melatonina. El sitio Healthline menciona que son maravillosas para disminuir la inflamación.
Ayudan a reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y apoyan con la regulación del peso. Un estudio de 2016, como menciona el sitio, demostró que el consumo regular de las nueces controló el apetito de azúcares saturados después de algunos días.
8. Linaza
La semilla de lino es rica en ácidos grasos, omega-3 y fibra dietética. Su consumo puede reducir la presión arterial, además de que puede evitar los estreñimientos y la fatiga mental.
El sitio PubMed del National Center for Biotechnology Information menciona que ayuda a la piel y acelera los procesos de cicatrización de heridas por sus propiedades antioxidantes. Se puede consumir entera, molida o en aceite.
Ya sea que las comas por separado o juntas, busca complementar tu dieta con opciones que mejoren tu salud y busca la ayuda de especialistas en la salud si tienes dudas sobre tus necesidades alimenticias.
El índice de masa corporal (IMC) se ha utilizado durante muchos años como una medida estándar para evaluar la salud, y seguramente has escuchado sobre él muchas veces. Pero, ¿el índice de masa corporal es confiable en las mujeres como indicativo de salud?
A pesar de ser una medida médica diseñada para evaluar el estado de salud, el índice de masa corporal no siempre ofrece resultados precisos, especialmente en NOSOTRAS, las mujeres.
¿Cómo se mide el índice de masa corporal?
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El IMC se calcula utilizando una fórmula simple en la que se divide el peso entre la altura al cuadrado. Aunque puede parecer complicado, las matemáticas son bastante básicas. Además, hay numerosos sitios web que facilitan este cálculo; solo necesitas buscar “calculadoras de IMC”.
Una vez obtenido tu resultado, debes compararlo con la tabla de IMC, que generalmente se divide en cuatro categorías: bajo peso, normal, sobrepeso y obesidad.
Sin embargo, muchas personas creen que el índice de masa corporal no debería ser una medida estándar para evaluar la salud.
“El problema no es el IMC en sí, sino la tendencia a utilizarlo como el único enfoque”, dice Wajahat Mehal, director del Programa de Pérdida de Peso y Salud Metabólica de Yale, en una entrevista con Yale Medicine. “El IMC es solo un dato, junto con muchos otros, que debe considerarse para evaluar la salud de una persona”.
El IMC no toma en cuenta aspectos como la masa muscular, la composición del cuerpo, las diferencias raciales o de sexo biológico, dijeron investigadores de la Universidad de Pensilvania en 2022, de acuerdo con Medical News Today.
El centro de investigación de la Universidad de Rochester indica que el IMC se creó en el siglo XIX por un astrónomo belga que intentaba diseñar un censo de población para Países Bajos. Su muestra se componía principalmente por hombres blancos de altos recursos.
¿El índice de masa corporal es confiable en las mujeres?
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En el caso de las mujeres, el IMC no siempre es exacto, explica el portal Cleveland Clinic. Muchas veces obtenemos resultados incorrectos que nos hacen pensar que nuestra salud no es buena, cuando en realidad estamos dentro de los parámetros de lo “normal”.
Esto no se debe a que el método sea obsoleto o inservible; la respuesta va más allá. Como mencionamos antes, el IMC se calcula utilizando la estatura y el peso de manera general. Sin embargo, las mujeres tienen, de forma natural y fisiológica, más grasa corporal que los hombres. Entonces, sin ajustes, el resultado tiene un margen de error.
El fisiólogo Chris Dempers menciona para Cleveland Clinic que “existen diferencias clave entre géneros que podrían afectar su confiabilidad como indicador de salud. Por ejemplo, las mujeres suelen tener más grasa corporal que los hombres. Pero no existe una tabla de IMC separada para las mujeres y las personas a las que se les asigna el sexo femenino al nacer”.
Esta limitación en el IMC no solo afecta a las mujeres; los atletas, las personas mayores y aquellas de diversas etnias también pueden tener dificultades para obtener un resultado fiable de su IMC.
Desde hace algunos años se popularizó el método conocido como ayuno intermitente como una opción efectiva para bajar de peso, y se habla de beneficios como regular los niveles de azúcar en la sangre. Así como ha aumentado su fama surgieron dudas, como si el ayuno intermitente es peligroso para las mujeres.
NOSOTRAS te contamos cuáles son los efectos del ayuno intermitente en las mujeres.
Como lo explica el portal especializado en nutrición EatingWell, el ayuno intermitente es un patrón de alimentación en el que se alternan periodos de ayuno con periodos en que se puede ingerir alimentos.
Hay diversos métodos con los cuales se aborda un ayuno intermitente. Por ejemplo, el ayuno diario con tiempo restringido: según describe un estudio de JAMA Internal Medicine, consiste en comer diario dentro de una ventana de tiempo de ocho horas, y ayunar por el resto del día (16 horas).
Otro de los métodos más utilizados es el de días alternos; según una revisión de Frontiers in Nutrition, implica alternar días en los que se come libremente con otros en los que se ayuna por completo.
Estos métodos se emplean con ayuda de especialistas para diversos objetivos como perder peso. Los posibles beneficios, según Cleveland Clinic, incluyen reducir la inflamación, regular mejor el azúcar en la sangre y reducir triglicéridos en la sangre.
¿El ayuno intermitente es peligroso para las mujeres?
El ayuno intermitente no es un remedio milagroso que funcione igual para todas las personas. NO debes implementarlo de manera independiente, pues involucra importantes efectos en la salud. Solamente un especialista en salud puede decirte si hay potenciales beneficios para ti y de qué manera sería posible abordar este patrón de alimentación.
De acuerdo con Cleveland Clinic, el ayuno intermitente puede tener un gran efecto en las hormonas femeninas, progesterona y estrógeno. “El ayuno puede afectar la ovulación y tu periodo menstrual. Incluso si no estás intentando embarazarte, estas hormonas y su ciclo tienen efectos en tu cuerpo”, dijo la nutricionista Julia Zumpano para el mismo medio.
Si bien estos métodos pueden tener beneficios para muchas mujeres, se debe hacer de una manera correcta con asesoría médica.
“El ayuno puede hacer que el estrógeno y progesterona vayan en picada”, dice Zumpano. Los bajos niveles de estas hormonas pueden producir diversos síntomas como cambios en tu ciclo menstrual, irritabilidad, acné, dolores de cabeza, bajo deseo sexual, piel seca, pérdida de cabello, problemas para dormir e infertilidad.
La doctora Nirusa Kumaran explicó para el portal Live Science que las mujeres pueden ser más sensibles al ayuno intermitente debido al ciclo menstrual y las fluctuaciones hormonales. “Las mujeres pueden tener una mayor sensibilidad a los cambios en el balance de energía, así como el ayuno puede detonar una respuesta exagerada al estrés. Esto puede dar resultados opuestos a los beneficios de salud que se buscaban”, dijo.
De acuerdo con Live Science, las mujeres embarazadas, lactando o que intentan concebir, deberían evitar el ayuno intermitente así como cualquier dieta restrictiva.
La doctora Jillian Greaves explicó para EatingWell que el ayuno intermitente es un estresor para el cuerpo, lo cual puede generar daño para muchas personas cuyo estilo de vida ya está lleno de estresores físicos y emocionales. Es posible que se incremente el cortisol (la hormona del estrés), lo cual lleva a efectos como la desregulación del azúcar en la sangre, pérdida de músculo, fatiga y disrupciones en la tiroides.
El cuerpo femenino cambia durante la menstruación: nos podemos sentir inflamadas, adoloridas, cansadas, molestas y frustradas, tan solo por mencionar algunos ejemplos. Aunque no lo creas, la alimentación interviene y te puede ayudar en este proceso natural. Por esa razón debes de conocer los mejores alimentos para comer en la menstruación.
Si bien una bolsa entera de caramelos nos puede hacer muy felices durante esos momentos de incomodidad, no todos los alimentos ayudan al cuerpo.
Los mejores alimentos para la menstruación
El cuerpo pasa por diversos cambios dentro del ciclo menstrual y en el proceso podemos experimentar síntomas como la fatiga o los cólicos. Sin embargo, especialistas de Cleveland Clinic y la plataforma Flo Health recomiendan alimentos que contengan niveles altos de vitaminas y otros nutrientes.
1. Salmón
Es rico en omega-3 y contiene propiedades antiinflamatorias que combaten los cólicos. Incluir un filete de salmón a la hora de la comida o desayunar un pan tostado con salmón puede hacer la diferencia.
2. Chocolate negro
Se debe tener cuidado con la cantidad de azúcar que se consume durante esos días, pero un poco de chocolate negro puede hacer la diferencia y mejorar el estado de ánimo, así como aliviar el dolor. El chocolate negro es alto en antioxidante, pero tiene menos azúcar que otros tipos de chocolate.
Recuerda que es importante moderar las cantidades que consumes. “Los alimentos que son muy azucarados y dulces aumentarán tus niveles de insulina, y los niveles altos de insulina pueden causar desequilibrios en otras hormonas del factor femenino”, puntualiza la doctora Cristina McClure, especialista de Cleveland Clinic.
3. Frutos rojos
Foto: Pexels: Anna Shvets
Los frutos como las ciruelas, los arándanos y las pasas están llenos de antioxidantes que ayudarán a satisfacer el antojo de cosas dulces, además de proporcionarte las vitaminas necesarias para combatir la hinchazón.
4. Naranjas y limones
La limonada y la naranja en gajos están completamente permitidas por su alto porcentaje de vitamina C, que ayuda a regular los cambios de humor y reducir la hinchazón de manera natural.
5. Manzanilla
El té de manzanilla hará la diferencia durante tu menstruación, puede ayudar a sentirte más calmada, pero también ayuda a relajar tu útero para disminuir los dolores provocados por los calambres.
6. Alimentos ricos en hierro
Ya sea que los encuentres en la carne roja, en algunos vegetales de hojas verdes como el brócoli o en las legumbres como lentejas, especialistas recomiendan los alimentos llenos de hierro para ayudar a reestablecer los recuentos sanguíneos y no sentirnos descompensadas y débiles.
Recuerda que si bien estos sonalgunos de los mejores alimentos para comer en la menstruación, también es importante estar atenta a tu cuerpo. Ante cualquier cambio o síntoma fuera de lo común en tu periodo menstrual es importante consultar a un médico especialista que te ayude a solucionar cualquier duda que tengas acerca de tu cuerpo.
Existen diversos factores que intervienen en el crecimiento del pelo, y una de ellas es la alimentación. Si te has preguntado qué vitaminas ayudan al crecimiento del cabello, hoy Nosotras te platicamos sobre este tema.
Cabe aclarar que las vitaminas no son un remedio mágico, más bien son parte de una alimentación balanceada que beneficia tu salud, lo cual se manifiesta de diferentes formas como el crecimiento del cabello. Antes de hacer un cambio drástico en tu alimentación o tomar suplementos, debes consultar a tu médico.
Qué vitaminas ayudan al crecimiento del cabello
Foto: Pexels. Foodie Factor
Un estilo de vida saludable ayuda a mejorar muchísimo la apariencia de tu cabellera. Las vitaminas pueden ayudar al crecimiento celular, nutrir los folículos y prevenir el daño de los radicales libres.
1. Biotina
Como explica el portal EatingWell, la biotina o vitamina V7 puede mejorar la estructura de la proteína que se conoce como queratina.
Se encuentra en muchas comidas como los huevos, carne, pescado, nueces y semillas, indica CNET.
El portal Healthline asegura que los huevos son uno de los mejores alimentos que puedes consumir para beneficiar la salud del cabello.
2. Vitamina A
Esta vitamina participa en la hidratación del cuero cabelludo, lo cual mantiene los folículos saludables.
La encuentras principalmente en alimentos como la calabaza, el camote, las zanahorias y las espinacas.
3. Vitamina C
El estrés oxidativo es un factor que contribuye a la caída del cabello, lo cual puede combatirse con el consumo de vitamina C.
Alimentos como las frutas cítricas, los frutos rojos y los tomates contienen vitamina C. Por el contrario, hábitos como el consumo de alcohol y el cigarro pueden llevar a una deficiencia de vitamina C.
4. Vitamina E
Al igual que la vitamina C, puede ayudar a balancear el estrés oxidativo y ayuda a combatir la caída del cabello.
La encuentras en alimentos como las espinacas, nueces, aguacates, pimientos y almendras.
Muchas personas disfrutan comer con regularidad productos de soya, como el tofu, el edamame o las nueces de soya, además de que existen muchísimas recetas que puedes probar con sus semillas. Sin embargo, en años recientes ha surgido la duda de si la soya aumenta el riesgo de cáncer de mama. ¿Es algo para preocuparse? Aquí te respondemos.
La soya contiene isoflavonas, que son los estrógenos vegetales. Estos últimos se han relacionado los niveles altos de estrógeno con un mayor riesgo de cáncer de mama.
¿La soya aumenta el riesgo de cáncer de mama?
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A pesar de esa asociación, hay estudios que demuestran que los productos de soya no contienen niveles de estrógeno lo suficientemente altos como para aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de mama.
La doctora Dawn Mussallem, una experta de la medicina relacionada con el estilo de vida de Mayo Clinic, expresa que consumir productos de soya con moderación puede ser beneficioso. Ella aclara que la proteína vegetal no aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
“Intenté por años desmentir el mito sobre la soya y el cáncer de mama. Y parece que el mensaje aún no llega porque, casi todos los días, cada paciente que recibo se preocupa por el consumo de los productos de soya”, afirma la doctora Mussallem.
La soya tiene muchas isoflavonas, que es un tipo de estrógeno vegetal (fitoestrógeno) conocido por sus propiedades beneficiosas. Tiene una estructura química similar al estrógeno humano, pero la soya se adhiere a los receptores de estrógeno del tejido mamario de forma diferente, y actúa posiblemente como un supresor de tumores.
“El consumo de soya después de un diagnóstico de cáncer de mama no solo es una gran forma de obtener proteína vegetal, sino también mejora los resultados del cáncer de mama”, asegura la doctora Mussallem.
Es importante evitar los alimentos ultraprocesados, incluida la carne procesada, y limitar el consumo de carnes rojas y lácteos ricos en grasa. Además, comer una amplia variedad de frutas y verduras coloridas, granos o cereales enteros, legumbres, nueces y semillas puede ayudar a prevenir el cáncer de mama y a sobrevivir a éste, indica Mayo Clinic.
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Beneficios de la soya
De acuerdo con un comunicado del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, estos son algunos beneficios de la soya para la alimentación humana.
La vitamina B12 es un nutriente que necesita el cuerpo humano para funciones importantes como la formación de sangre y para mantener el sistema nervioso saludable, como explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Cada persona necesita ingerir diferentes cantidades y esto se puede diferenciar incluso por el sexo biológico. Entonces, tal vez te preguntes, ¿cuánta vitamina B12 deben consumir diario las mujeres?
El déficit de la vitamina B12 puede causar problemas de salud como la anemia, daño en el sistema nervioso y problemas de memoria o cognición, describe Harvard Health Publishing.
Este nutriente lo puedes encontrar en la comida de origen animal, como el pescado, la carne roja, la carne de pollo, los huevos, la leche y ostiones. Por el contrario, ningún alimento de origen vegetal la contiene, por ello es importante que si llevas una dieta vegana busques alternativas para obtenerla.
Cuánta vitamina B12 deben consumir diario las mujeres
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De acuerdo con Harvard Health Publishing, usualmente a las mujeres adultas se les recomienda ingerir diariamente 2.4 microgramos; se sugiere 2.6 microgramos para las mujeres embarazadas y 2.8 microgramos para quienes están lactando.
Normalmente, esta cantidad recomendable es obtenida de manera natural cuando llevas una dieta balanceada, que incluya alimentos de origen animal como carnes, productos lácteos y huevos.
Sin embargo, Harvard Health Publishing también explica que debe obtenerse en mayor cantidad en algunas situaciones que enlistamos a continuación. Si te identificas con una de ellas, consulta a tu médico para saber cómo puedes prevenir una deficiencia y si se recomienda el uso de suplementos alimenticios para ti.
1. Si eres una mujer de 50 años o más
Conforme pasa el tiempo, las células de tu sistema gastrointestinal se vuelven menos eficientes. Debido a ello tienes que incrementar la cantidad de vitamina B12 que ingieres, porque tu cuerpo ya no lo absorbe de la misma manera que antes.
2. Si tienes un desorden gastrointestinal
Las personas que tienen la enfermedad de Crohn u otro trastorno gastrointestinal también tienen dificultades para absorber de manera eficiente la vitamina. A ello también se suman las personas que se han sometido a una cirugía para bajar de peso.
3. Eres vegana
Debido a que los vegetales, cereales, leguminosas y semillas no contienen la vitamina B12, debes buscar alternativas como suplementos para reemplazar la ingesta de productos de origen animal. Si eres vegana y te encuentras lactando lo mejor será buscar ayuda médica para proporcionarle los nutrientes necesarios a tu bebé.
4. Si tienes anemia perniciosa
Este tipo de anemia afecta la capacidad del estómago de absorber la vitamina.
El cuidado de la piel para muchas de Nosotras es fundamental, no por nada diariamente implementamos una rutina de skincare con la idea de, además de lucir radiantes, mantener una buena salud en nuestra piel. Pero el cuidado no solo es exterior, sino también empieza desde adentro.
Una buena alimentación es importante para poder mejorar la función y las capacidades de tu cuerpo, como complemento está la apariencia. Para potenciar de manera natural tu belleza, te contamos de algunos alimentos que debes de evitar para preservar la salud de tu piel.
Alimentos que debes evitar para preservar la salud de tu piel
Depurar algunos alimentos que pueden suponerte un daño a largo plazo puede ser difícil, pero logrando un equilibrio podrás conseguirlo poco a poco.
De acuerdo con Medical News Today, estos son algunos de los alimentos de los cuales deberías reducir el consumo o evitar en su totalidad, si quieres tener una piel más sana.
1. Comida frita
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Un estudio realizado por Open Heart encontró que los aceites ricos en ácidos grasos omega 6 pueden estar vinculados ligeramente a la inflamación crónica de bajo grado.
Las frituras en aceite de maíz, girasol, cacahuate o sésamo, que son aceites refinados ricos en ácidos grasos omega 6, pueden provocar inflamación en el cuerpo o hinchazón en la piel.
2. Azúcares añadidos
Foto: Unsplash. Iwona Casteilo D´ Antonio.
No es ningún secreto el daño que supone consumir azúcares en exceso, asociados con la obesidad y algunas enfermedades crónicas como la diabetes y cardiopatía; pero, de acuerdo con la Universidad de Harvard, el problema de salud no termina ahí. Para tu piel, el consumo excesivo de azúcares puede ocasionarte acné, dermatitis y psoriasis.
3. Embutidos
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El doctor Howard Sobel, dermatólogo y cirujano del Hospital Lenox Hill en la Ciudad de Nueva York, dijo para Health Digest que estos alimentos contienen altas cantidades de sal, nitritos y nitratos. Los nitritos pueden dañar la piel al causar inflamación y favorecer las arrugas. Además de que los altos niveles de sodio presentes en los embutidos inciden también en los niveles de hidratación de la piel.
4. Alcohol
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El alcohol puede causar la deshidratación de tu piel y provocar una reacción inflamatoria en el cuerpo, además de que puede hacer que los poros y las arrugas sean más visibles. Cuando mezclas el alcohol con bebidas dulces como el refresco, también estimula las glándulas sebáceas, indica Live Strong.
5. Pan blanco
Este alimento se considera como un carbohidrato refinado. Se descompone, se digiere y se absorbe de manera rápida, esto hace que los niveles de azúcar en la sangre se disparen y puedan provocar acné. También contribuyen a un proceso llamado glicación del colágeno que, de acuerdo con Live Strong, hace que las fibras de colágeno se endurezcan y se agrieten.
6. Lácteos
Algunos estudios han demostrado que el consumo de productos lácteos puede contribuir a condiciones de la piel como el acné, especialmente el consumo de productos que son descremados. Por esta razón podría ser buena idea no excederte con su consumo.
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Existen diferentes opciones saludables que puedes implementar en tu dieta diaria para beneficiar tu piel. Alimentos como frutas y verduras, o proteína como los pescados grasos, pueden ayudarte a promover una piel más sana y te ofrecerán otros beneficios como reducir el daño que producen los rayos UV (además de usar protector solar diario, por supuesto).
Tener conocimiento sobre qué tipo de comidas son buenas para nutrir tu cuerpo antes de cada actividad física puede ser muy importante para realizar el entrenamiento de manera más eficiente. Aunque no lo creas, los alimentos que ingieres antes de hacer ejercicio pueden jugar a tu favor o en contra.
Nosotras te decimos cuáles son los alimentos que debes evitar antes de hacer ejercicio.
Alimentos que debes evitar antes de hacer ejercicio
Foto: Pexels. Vanessa Loring
Antes de realizar cualquier actividad física el cuerpo necesita de la energía suficiente para evitar una descompensación, es por esta razón que es importante saber qué alimentos son los indicados para comer antes de hacer ejercicio; no todos son aptos para ser consumidos por diferentes razones, entre ellas que pueden generarte incomodidades durante tu entrenamiento.
De acuerdo con el portal especializado My Fitness Pal, una de las consecuencias de consumir ciertos alimentos antes de practicar tu rutina de ejercicio es que te pueden causar problemas digestivos. Debido a que cuando realizas una actividad física gran parte de la sangre se va a los músculos, el flujo que comúnmente se dirige al estómago se reduce.
Además de la comida rápida y las bebidas con gas, estos son algunos alimentos que deberías evitar.
1. Barras de cereales
Este tipo de snacks puede ser alto en proteína pero no contienen los carbohidratos necesarios para ser un alimento apto para antes del ejercicio. Además, es posible que tengan mucha azúcar, como advierte el portal médico WebMD.
Una mejor opción de consumo es algún tipo de fruta que te dé este elemento esencial que te evitará sentirte con poca energía.
2. Postres
Cualquier tipo de postres es un rotundo “no” para que lo comas antes de hacer actividad física. Esto se debe a su alto contenido de grasas y aceites vegetales que no te darán la energía requerida para realizar con eficacia la rutina de ejercicio.
3. Panes
El pan blanco dentro de sus ingredientes tiene altas cantidades de gluten y azúcar añadido, lo que produce que las personas tengan una digestión más lenta. Mientras que el pan integral, a pesar de contener carbohidratos, también está hecho con levadura; esta última provoca retención de agua e inflamación.
4. Verduras altas en fibra
Si bien la fibra es buena para el cuerpo de cada persona por sus beneficios, las verduras como el brócoli y la coliflor no son la opción ideal para una comida antes de hacer ejercicio. Ambos vegetales son difíciles de digerir, lo que puede provocar inflamación al momento que estés haciendo cualquier actividad física. Lo mejor es optar por verduras más ligeras como espárragos y papas.
5. Bebidas energizantes
Las bebidas energizantes son conocidas por sus niveles altos de azúcares. Es por esta razón que no es recomendable ingerirlas antes de una actividad física, pues al beberlas te causa una alta de energía pero conforme vaya pasando el tiempo irá disminuyendo hasta dejarte cansada y sin ganas de seguir. Una mejor opción es un jugo de zanahoria o tomate, ambos tienen los nutrientes aptos para realizar ejercicio.
6. Yogur
Tienes que ser muy cuidadosa con el tipo de yogur que tomas antes de tu entrenamiento, ya que lo que son altos en azúcares y grasas tienen un proceso de digestión más lento. Al ser un lácteo puede traer más consecuencias de lo normal.
7. Alimentos picantes
Cualquier alimento picante pasa por un proceso digestivo más lento, lo que causa que se necesites un descanso después de consumirlos. Así que es mejor evitarlos si quieres que tu cuerpo esté preparado para alguna actividad física.
Alimentos aptos para comer antes de hacer ejercicio
Hay una variedad de alimentos que son aptos para que los puedas consumir antes de realizar cualquier tipo de actividad física sin que te tengas que preocupar por presentar algún síntoma negativo cuando estés haciendo ejercicio.
Si te gustan los cereales, el arroz es una buena opción de alimento.
Las mejores frutas para comer antes de realizar actividad física son el plátano, manzana, ciruela y naranja.
Avena con frutos rojos es una buena opción debido a que es ligero y fácil de digerir.
Yogur sin azúcares es ideal por si no tienes mucho tiempo de comer antes de entrenar.
Los jugos de verdura combinados con frutas son ideales debido a que te aportan los nutrientes necesarios para tener la energía suficiente al momento de hacer ejercicio.
Cuéntanos, ¿cuál de estos alimentos que debes evitar antes de hacer ejercicio sí habías estado ingiriendo?
“Tienes que bajar de peso, te lo digo por tu bien. No es por otra cosa sino por tu salud”. Casi no existe una persona con “sobrepeso” que no haya escuchado estas palabras de un amigo o familiar bien intencionado… o no.
De acuerdo con la nutrióloga Raquel Lobatón, licenciada en Nutrición por parte de la Universidad Iberoamericana y creadora de la que ella ha bautizado como “nutrición incluyente”, un buen estado de salud no necesariamente está relacionado con el peso. “Hay personas delgadas que están muy enfermas, y personas gordas que están perfectamente sanas”, dice la profesional.
Raquel se ha convertido en una figura habitual en programas y podcasts dedicados a la mujer, pues somos nosotras las que más sufrimos la estigmatización por el peso, aunque en realidad los hombres tampoco se libran de los “comentarios”.
Su nombre se ha hecho conocido gracias a su punto de vista, muy distinto al de la mayoría de los nutriólogos. E, incluso al de otros profesionales de la salud. “Soy educadora en diabetes y ejerzo la nutrición desde un enfoque no centrado en peso. Me declaro una nutrióloga antidietas, no promuevo las dietas, las denuncio, las cuestiono, las reto, porque mi visión de la nutrición ha cambiado mucho. Me he convertido en una activista de la diversidad corporal y de la liberación corporal en redes sociales. Tengo una certificación en ‘body trust’ (confianza corporal), y hoy me dedico a ayudar a las personas a sanar su relación con su cuerpo y la comida”, asegura contundente.
Foto: Esteban Torreblanca
La nutrición incluyente
Lo que Raquel ha llamado “nutrición incluyente” engloba el abordaje que tiene sobre la nutrición y la salud, y proviene de modelos creados hace unas décadas, en los que se basa.
“Trabajo bajo dos modelos o líneas. La primera es ‘salud en todas las tallas’. Es una forma de abordar la salud que surge en los años 80 en los Estados Unidos y que ha ido tomando más fuerza. De unos cinco o seis años para acá fue cuando se empezó hablar de ello en los países latinos”, comenta.
Raquel dice que hemos hecho mucho daño al centrar la salud en el peso. Nos han creado una narrativa sobre que el peso de una persona es, de manera primordial, lo que determina su salud, cuando no es así. La salud es más compleja.
Esta fijación con el peso ha llevado a las personas a sumirse en interminables ciclos de dietas que en la mayoría de los casos no funcionan a largo plazo, y, muchas veces, la salud se ha deteriorado más.
“Si una persona empieza a dormir ocho horas diarias, deja de fumar, atiende a sus consultas médicas y toma sus medicamentos, ¿esa persona no va a mejorar su salud, aunque no baje de peso? El peso de una persona no es su elección. Hoy sabemos que está basado en más de 100 variables, la mayoría fuera de nuestro control, que tienen que ver con mecanismos de regulación”, añade.
La nutrióloga dice que “no podemos saber absolutamente nada de la salud de una persona por su peso y tampoco podemos conocer de los hábitos de una persona por su peso. Todo es fruto de nuestros prejuicios. Hay que entender que delgadez no es sinónimo de salud, ni gordura sinónimo de enfermedad”.
“Hay personas delgadas con diabetes, colesterol y triglicéridos altos, con cáncer… y hay personas gordas que no tienen esas enfermedades. Si la gordura fuera la causa, como se nos ha hecho creer, entonces ninguna persona delgada las tendría”, dice la nutrióloga.
“La gente está dispuesta a todo con tal de adelgazar, a meterse medicamentos, a someterse a procedimientos quirúrgicos peligrosos, a hacer ayunos prolongados peligrosos, a dejar de comer, a provocarse trastornos alimenticios… todo con tal de alcanzar esa delgadez ‘ideal’”, afirma.
“Nos han vendido que estar delgado es la única forma de estar sano, pero no solo es eso, sino que también vivimos en una cultura gordofóbica. La gordofobia es un sistema de discriminación y de violencia hacia las personas gordas. Vivimos en una cultura que discrimina, violenta, maltrata, da menores oportunidades a las personas gordas, las estigmatiza y no se pondera que eso también daña a las personas, incluso de peor forma”, señala.
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Alimentación intuitiva
“La alimentación la trabajo bajo un modelo que se llama Alimentación intuitiva”, añade Raquel. Se trata de un modelo de alimentación desarrollado en Estados Unidos en los años 90 por dos nutriólogas, Evelyn Tribole y Elyse Resch, alineado a los principios de salud de todas las tallas. No es para perder peso, sino para ayudar a sanar la relación con la comida y la salud, pero no desde un lugar centrado en peso.
“Todos somos comedores intuitivos natos”, afirma Raquel. “Alimentarte intuitivamente significa comer de la forma en la que lo hacíamos todos cuando éramos niños. Nacimos con señales muy claras de hambre, de saciedad, no sentíamos culpa al comer, no comparábamos nuestro plato con el de los demás, no le dábamos valor moral a la comida. Es decir, no nos sentíamos mejores personas por comer brócoli o por no comer donas, todo eso se ha desarrollado por la cultura de las dietas”.
“La alimentación intuitiva busca rescatar a las personas que han estado toda su vida en esta cultura, haciendo todo tipo de regímenes. La idea es llevarlos nuevamente a conectar con su cuerpo”.
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¿Es posible desprogramarse?
De acuerdo con Raquel, no es fácil dejar atrás esta mentalidad, pero se puede. “Es posible, sí. Yo lo he visto. Trabajé 20 años como nutrióloga profesional, 20 años dando dietas para perder peso y ahí sí era un laberinto sin salida. Todos mis pacientes terminaban regresando conmigo porque recuperaban el peso perdido o incluso más”.
“Aquí, a lo largo de los seis años que llevo trabajando con esta nueva perspectiva, he visto un montón de gente que ha podido reestablecer una buena relación con la comida y su cuerpo. No es fácil, es un camino difícil, retador, es nadar contracorriente todos los días, no es un proceso lineal, implica mucho valor, apertura, retar creencias, pero de que se puede, se puede”, asegura.
Raquel afirma que el primer paso es empezar a cobrar conciencia. De acuerdo con la nutrióloga, está documentado que el 95% de las personas que pierden peso con cualquier dieta o intervención quirúrgica lo recupera entre dos y cinco años después; y dos terceras partes de ellos suben más kilos de los que habían bajado.
La industria de las dietas genera, solo en Estados Unidos, más de 78 mil millones de dólares anuales, asegura Raquel; a nivel mundial son 250 millones de dólares anuales, según el último reporte.
La estrategia es hacerte creer que tienes un problema con tu peso, con tu cuerpo y para eso te vendo un producto. “Cuando el producto fracasa, porque va a fracasar, yo me quedo con el crédito de la primera parte, cuando sí bajaste y te responsabilizo a ti del rebote, la segunda parte. Entonces te la crees y entras en el ciclo de ir a buscar otra dieta. En el trayecto, no solo recuperas el peso o incluso más, sino que terminas dañando tu relación con la comida y con tu cuerpo. Comes con culpa, miedo, ansiedad, incrementan los atracones. Es un círculo vicioso”, explica.
Centrarnos en el peso ha dañado más la salud de las personas, porque las ha llevado a vivir en este loop eterno. Hay mucha evidencia científica sobre el hecho de que subir y bajar de peso deteriora la salud y es mucho más riesgoso que mantener un peso estable toda la vida, aunque sea un peso alto.
“La discriminación por el peso ha contribuido a deteriorar la salud” asegura Raquel. “Las personas gordas no quieren ir al doctor, porque lo primero que les dicen es ’tienes que bajar de peso’. Los mismos doctores (y hay estudios que lo comprueban), destinan menos atención, menos tiempo, a las personas gordas, no les dan los mismos tratamientos que a las personas flacas porque, antes que revisarlos a fondo, los ponen a dieta. No están recibiendo un trato adecuado ni justo en temas de salud”, asegura.
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Los principios básicos de la alimentación nutritiva
La alimentación intuitiva, de acuerdo con Raquel, se basa en 10 principios que se deben ir trabajando de forma simultánea.
Rechazar la mentalidad de dieta. Que se entienda que las dietas no solo no sirven, sino que te han hecho daño.
Honrar a tu hambre. Muchas personas están desconectadas de sus señales de hambre por tantos años de dieta. Hay que volver a conectar con tu cuerpo, el hambre es una señal para la supervivencia del ser humano.
Siente tu saciedad. Volver a conectar con ella y poder elegir parar cuando te sientes satisfecha.
Hacer las paces con la comida. Quitarle el valor moral, entender que no es buena ni mala.
Reclamar el placer de comer.
Respetar a tu cuerpo. Que se entienda que es perfecto y que no tiene que cambiar.
Enfrentar tus emociones con amabilidad. No relacionar la tristeza, la soledad, el enojo, la dicha con la comida. No es castigo ni recompensa.
Movimiento corporal. Conectarte con el movimiento y el ejercicio no desde un lugar de castigo ni tortura o culpa, sino por el placer y por el beneficio que te puede traer.
Retar a la policía alimentaria, interna y externa. Es la tía que se viene a meter con tu plato.
Honrar tu nutrición con gentileza. Cuando te liberas de todas las reglas de alimentación y de la mentalidad de dieta y te das permiso de conectarte y escuchar a tu cuerpo, te das permiso de comer lo que tu cuerpo te pide, te das cuenta de que tu cuerpo no solo te va a pedir galletas y papas y que también quiere otros alimentos.
“Cuando digo que no puedo comer chocolates, claro que el día que pueda me acabo de un tirón la bolsa entera; en cambio, si siempre tengo acceso, me como uno o dos, a lo mucho”, dice Lobatón.
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Cuerpos de fantasía
Al respecto de la figura de moda (senos voluptuosos, cintura brevísima, trasero amplio pero firme y perfectamente redondo), Raquel comenta: “Los estándares de belleza se imponen sobre todo en mujeres. Son constructos sociales que se establecen en cierto momento de la historia de lo que se considera bello; siempre con la idea de que muy pocas personas puedan aspirar a él”.
Ella explica que “se lucha con la conciencia, con darnos cuenta de que nos manipularon, de que nos han vendido la mentira de que hay solo una forma correcta de tener un cuerpo hermoso”.
“Hoy en día, en Mauritania se sigue manejando a la mujer gorda como bella, y es igual de violento que acá. A las niñas las obligan a ser gordas con dietas súper calóricas para resultar atractivas a la mirada masculina, que tiene todo que ver con la mirada patriarcal ancestral. Acá lo vemos como una locura, pero, en realidad, ¿qué diferencia hay con lo que nosotros hacemos? Hambrearnos voluntariamente o someternos a procedimientos no solo costosos, sino riesgosos”.
“Esto va ligado a temas de género”, añade Raquel “tiene que estar en la agenda feminista sí o sí, porque nos hicieron creer que nuestro valor radica en nuestra apariencia. A un hombre no se le sanciona tanto si se aleja de esta hegemonía corporal”.
Raquel afirma que “es violencia estética, que va ligada a la gordofobia y va dirigida a las mujeres primordialmente. Nos exigen ser flacas, pero también jóvenes y también se relaciona con la blanquitud”.
¿Y si no eres flaca?
“Tú no le debes salud, ni delgadez, ni belleza, ni nada a nadie. Desde ahí puedes empezar a poner límites”, dice Raquel al respecto de cómo enfrentar a la “policía del peso”. “A base de la repetición del límite acaban por entender. No tiene que ser desde un lugar grosero y agresivo”, comenta.
Raquel añade que tienes que hacer “tu propia chamba”. “Cosas muy concretas, en especial las mamás: jamás se quejen de su cuerpo enfrente de sus hijas; si yo me digo delante del espejo ‘¡qué gorda, qué fea, qué celulitis!’, mi hija va a aprender a quejarse de su cuerpo y que la gordura es lo peor que le puede pasar. Hay que dejar de hablar de cuerpos, por supuesto”, afirma.
La gordura y las redes
“Yo respeto y admiro a las activistas gordas que se muestran en redes y que hacen un trabajo de liberación corporal colectiva”, dice Raquel al respecto de la violencia contra las personas gordas en redes sociales. “En el momento en que empiezan a mostrar sus cuerpos, están abriendo el camino para otras. No todos tienen esa fortaleza”.
Para reconciliarte con tu cuerpo y tu peso, Raquel aconseja que “lo importante es repetirte que tu cuerpo no es un problema a resolver. No se trata de aceptar tus ‘defectos físicos’, sino de entender que nunca lo fueron, solo te lo hicieron creer”.
Ella recomienda “empezar a consumir contenido en este sentido, hay muchísimo material en redes sociales, libros, artículos, documentales; empezar a deconstruirnos, cambiar de paradigma, aunque no se cambia de la noche a la mañana. Hay que tener mucha paciencia, autocompasión, abrazarte mucho, porque se vive un duelo cuando decides empezar este camino, es renunciar a esa delgadez a la que aspiraste tanto tiempo. Conecta con otras personas que están pasando por lo mismo, haz comunidad y ten mucha paciencia”, concluye.
Desde que somos pequeñas, en casa nos enseñan la importancia de ingerir frutas para una vida saludable. Sin embargo, a medida que crecemos, comenzamos a conocer información variada y hasta contradictoria sobre los beneficios o desventajas de su consumo regular. Por eso es importante informarse acerca de la selección perfecta de frutas frescas con alto valor biológico y que no pueden faltar en nuestra mesa, dentro de una dieta balanceada.
Para esto, un grupo de especialistas del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) se dieron a la tarea de analizar un amplio grupo de frutas hasta seleccionar 7 de las frutas más saludables que son accesibles y que deben estar al principio de la lista para consumo, bien sea diario o semanal.
De acuerdo con el nutriólogo Rubén Bravo, vocero de IMEO, en el estudio se consideraron una serie de factores como valor nutricional, grado de asimilación de los nutrientes por parte del organismo, aporte calórico, efectos beneficiosos en la salud y prevención de ciertas enfermedades, así como sus respectivas contraindicaciones.
Andrea Marqués, dietista-nutricionista del instituto IMEO recomienda a pacientes sanos y que no cuentan con ciertas condiciones de salud específicas como diabetes o resistencia a la insulina, “consumir al menos de 2 a 3 piezas de fruta al día, preferiblemente frescas y de temporada, para obtener de ellas una cantidad óptima de todos los nutrientes y fibra que aportan”.
Los zumos, compotas o frutas procesadas están contraindicadas, ya que suelen contener azúcar añadido, exceso de glucosa y pérdida de fibra. Al comer las frutas enteras, “podemos beneficiarnos más de sus propiedades”, dice Marqués.
Así que, si te gustan las frutas y tienes posibilidades de consumirlas a diario, si eres una persona sana y/o tu médico de cabecera te las recomienda, toma nota de las 7 frutas más saludables según el estudio de IMEO, no sin antes lavarlas muy bien antes de comerlas, para evitar posibles trazas de plaguicidas y pesticidas.
Las 7 frutas más saludables para incluir en tu dieta regular
Foto: Unsplash. Neha Deshmukh
1. Cereza
Se consideran una “aspirina natural”, porque ayudan a mitigar el dolor de cabeza. Son ricas en potasio; tienen un efecto diurético y contribuyen a controlar la hipertensión. Además de fibra, ácido fólico y antioxidantes, aportan antocianinas, compuestos que neutralizan la acción dañina de otras moléculas sobre las células de la piel.
Se recomienda tomar una ración de 7 a 10 cerezas al día.
2. Kiwi
Tiene un altísimo contenido de fibra y casi un 90% de agua. Por su aporte de antioxidantes y vitamina C, potencia las defensas del organismo y promueve la regeneración celular. Ayuda a eliminar la retención de líquidos y facilita la digestión.
Es perfecto para combatir el estreñimiento. Puedes comerlo todos los días, pero disminuye o evita su consumo si eres alérgica o tienes algún problema renal.
3. Naranja
Foto: Aliona Gumeniuk
De las frutas más nobles por sus propiedades, gracias a su contenido en flavonoides (antioxidantes, antiinflamatorios y antitumorales); carotenoides (relacionados con la prevención de distintos tipos de cáncer y la protección cardíaca); y pectina (una fibra con efecto saciante que contribuye a reducir los niveles de colesterol).
Si no sufres de acidez, reflujo o migraña, puedes consumirla entera a diario sin ningún problema.
4. Manzana
Tanto las rojas como las verdes son muy utilizada por los nutriólogos en planes de alimentación con reducción de calorías, por lo que es ideal consumirla si estás a dieta. También puedes comerla antes de hacer deporte, ya que aporta energía y activa el metabolismo. Es diurética, depurativa y saciante. Otro dato importante es que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Además, ayuda a regular los niveles de colesterol y a fortalecer la memoria. Puedes comerla a diario, preferiblemente sin pelar.
5. Mango
Foto: Unsplash. Desirae Hayes-Vitor
Refrescante y jugoso, además de que está entre las frutas más saludables. Brinda la cantidad diaria recomendada de vitamina C, que fortalece nuestro sistema inmune, así como magnesio, necesario para fijar el calcio y el fósforo en los huesos. Es rico en hierro y fibra, que ayudan respectivamente a combatir la anemia y el estreñimiento. Además, es un excelente digestivo.
Puedes consumirlo con frecuencia, no a diario, y evitar en casos de embarazo o problemas en los riñones.
6. Granada
Esta fruta es maravillosa por su acción astringente y antiinflamatoria en la mucosa del tracto digestivo. Es baja en calorías y sodio, y rica en potasio, así como libre de colesterol. Ideal para las dietas de control de peso y las personas con hipertensión.
Es preferible tomarla entera, porque en jugo podría inhibir el efecto de ciertos medicamentos (consúltalo con tu médico).
7. Plátano
El plátano maduro es un gran aliado para las personas que practican deportes, ya que es rico en magnesio y vitaminas B6 y C. Un plátano maduro representa el 23% del potasio que nuestros músculos necesitan en el día para contraerse. Tiene una elevada cantidad de azúcar, pero no está contraindicada para los diabéticos si practican a diario ejercicio físico.
Es bien sabido que tener una dieta balanceada traerá beneficios a tu salud de manera general. Existen muchos nutrientes que pueden ayudarte a evitar enfermedades y padecimientos. Pero, así como cuidas tu corazón, arterias, hígado o intestinos, debes cuidar tu zona íntima. ¿Sabías que tu dieta puede ayudarte con eso? Te contamos de algunos alimentos que pueden favorecer la salud de tu vagina.
Sabemos que las frutas y verduras están llenas de vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita para funcionar correctamente. Y es que no solo necesitas esto, recuerda que todos los grupos aportarán cosas positivas a tu físico, ya sea proteínas, grasas saludables, carbohidratos o fibra, por mencionar ejemplos.
La vagina es una parte del cuerpo que es capaz de limpiarse sola, pero sí podemos tomar acciones para beneficiar su salud; la sequedad vaginal y las infecciones pueden afectar gravemente la salud de tu vagina.
Los chequeos periódicos al acudir con tu ginecóloga, la protección para prevenir infecciones de transmisión sexual y la higiene adecuada son claves para mantener la salud en tu zona íntima. Pero, por otro lado, hay alimentos que pueden favorecer la salud de tu vagina.
Alimentos que pueden favorecer la salud de tu vagina
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1. Alimentos ricos en fibra
La fibra contiene diversos beneficios como evitar enfermedades cardiovasculares, mejora la digestión y el rendimiento físico pero, ¿sabías que también puede ayudar a tu vagina? El portal Health explica que ingerir alimentos ricos en fibra puedes favorecer el crecimiento de lactobacilos en la vagina. En la flora vaginal, estas bacterias alejan enfermedades.
La fibra puedes encontrarla en avena, nueces, semillas, alimentos integrales como pastas, arroz y panes.
2. Aguacate
Foto: Unsplash. Gil Ndjouwou
El aguacate también beneficiará tu salud y la de tu vagina. La empresa South Avenue Women’s Services destaca que agregar aguacate a tu dieta ayudará a aumentar los niveles de hormonas asociadas con la lubricación vaginal.
Sin mencionar que hay una gran cantidad de beneficios para la salud de consumir aguacate. Por ejemplo, tiene vitamina B6, la cual puede aliviar síntomas del síndrome premenstrual como la hinchazón y la fatiga.
3. Arándanos
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En un estudio del American Journal of Obstetrics and Gynecology, consumir arándanos redujo un 50% la tasa de infecciones urinarias después de una cirugía ginecológica. Esta investigación se realizó con mujeres que tomaron pastillas con suplemento de arándano, según un artículo publicado por la empresa Arizona Gynecology Consultants.
Los arándanos contienen ingredientes que evitan que las bacterias causantes de infecciones urinarias se adhieran a la pared de la vejiga. Además, el azúcar que se encuentra en el jugo de arándano puede equilibrar los niveles de pH en la vagina, lo que evitará que se formen afecciones como la candidiasis.
4. Manzanas
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El portal Health cita una investigación que demostró que las mujeres que comían al menos una manzana al día tenían una mejor lubricación vaginal. Dicho estudio, publicado en Springer Link, también destacó que las mujeres que consumían una manzana al día experimentaron una mayor satisfacción sexual en comparación con las mujeres que no. Por lo que agregar una manzana a tus colaciones, favorecerá tu salud vaginal y excitación sexual.
5. Alimentos ricos en vitamina D
La vitamina D se encuentra en alimentos como los huevos, el queso cheddar, el salmón, las sardinas y la trucha. Este nutriente puede combatir la sequedad y balancear el pH. Además, beneficia el sistema inmunológico (y, por lo tanto, la salud de tus genitales).
6. Alimentos ricos en vitamina C
Es un nutriente que ayuda a combatir infecciones y que ayuda a mantener niveles saludables en el pH.
Lo encuentras en frutos cítricos, pimientos y fresas, por mencionar ejemplos.
Entre los alimentos que debes evitar se encuentran aquellos que contengan azúcares añadidos o que sean procesados. También disminuye el consumo de carnes rojas, lácteos y bebidas alcohólicas.
Aunque una dieta balanceada que incluya frutas, verduras y proteínas es lo principal que nuestro organismo necesita, lo cierto es que en diferentes etapas de la vida es posible que necesites obtener nutrientes de manera alternativa. Por eso hoy te contamos qué suplementos o vitaminas necesitan las mujeres en sus 20 y 30 años.
Cabe mencionar que lo recomendable es consultar a tu médico antes de comenzar a tomar cualquier suplemento. Recuerda que no debes automedicarte ni consumir vitaminas si no las requieres; por el contrario, esto puede traer consecuencias negativas. La enfermera Alexandra Lessem explicó en la plataforma Banner Health que se obtienen muchos más nutrientes si se lleva una dieta saludable con muchas frutas y verduras; si requieres algo más, un especialista puede decírtelo.
Además, los suplementos no son medicinas. En vez de eso, aportan ciertos beneficios para la salud, pero no pretenden tratar, curar o prevenir enfermedades. A continuación te presentamos algunas vitaminas que con frecuencia las mujeres necesitan a sus 20 y 30 años.
Suplementos o vitaminas que necesitan las mujeres en sus 20 y 30 años
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1. Ácido fólico
Para las mujeres este periodo de 10 años es una etapa de mayor fertilidad, por lo que frecuentemente quienes desean tener hijos deben tomarlo. La Oficina para la Salud de la Mujer de Estados Unidos establece la importancia de esta vitamina ya que ayuda a producir células sanguíneas y ADN para células nuevas. También previene ciertos defectos congénitos llamados defectos del tubo neural, que ocurren en los primeros tres meses del embarazo; ayuda a disminuir los partos prematuros y bajo peso una vez que el bebé nazca.
El ácido fólico puede encontrarse naturalmente en espinacas y otras verduras de hojas verde oscuro, naranjas, nueces, frijoles, pollo, carne magra, cereales integrales y cereales con ácido fólico añadido.
2. Calcio
Este mineral ayuda a prevenir la osteoporosis y promueve el desarrollo de huesos fuertes y sanos. El cuerpo almacena calcio en los huesos y, si no obtiene suficiente calcio de los alimentos, empieza a tomarlo de los huesos, lo que eventualmente los debilita y rompe con facilidad.
Se encuentra en alimentos como lácteos bajos en grasa o sin grasa, jugo 100% de naranja, tofu, algunos cereales con calcio agregado y verduras de hojas verde oscuro.
Las mujeres adultas necesitan 1,000 miligramos de calcio cada día, dice la Oficina para la Salud de la Mujer.
3. Hierro
Cada mes, las mujeres perdemos cierta cantidad de sangre durante la menstruación. Por lo que resulta especialmente necesario el hierro desde que empezamos con el primer periodo hasta llegar a la menopausia. Si estás embarazada, puede llegar a ser necesario que lo tomes para suministrar la sangre suficiente a tu bebé en desarrollo (con la recomendación de un especialista).
Es necesario consumir 18 mg al día para desarrollar células sanguíneas saludables que transportan oxígeno a tu cuerpo, para producir ciertas hormonas y tejido conectivo.
El hierro se encuentra en la carne magra, el pollo, mariscos, frijoles, chocolate oscuro, espinacas y tofu, entre otros alimentos.
4. Vitamina C
Otra vitamina que todas las personas necesitan es la C, ya que ayudará a fortalecer el sistema inmune. El sitio WebMD establece que consumir esta vitamina ayuda a curar heridas y producir glóbulos rojos. “También aumenta los niveles de una sustancia química cerebral llamada norepinefrina, que te hace sentir más alerta y aumenta tu concentración”, explica.