Cómo fue salir con un exhibicionista 

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Les he contado en varias ocasiones que soy muy fan de tener citas o dates, no importa si estoy sola o en pareja, aunque son mejor las historias cuando estoy soltera porque caras vemos pero perversiones no sabemos y hoy te voy a contar cómo fue salir con un exhibicionista.

Esta historia la tenía muy “empolvada en el cajón”, como muchas otras, pero esta columna se ha vuelto el mejor pretexto para contarlas y que juntas nos identifiquemos, nos reconozcamos y aprendamos la una de la otra. 

El protagonista de esta gran anécdota no era un desconocido para mí, lo conocí por trabajo, nunca estuvimos en el mismo equipo laboral pero sí éramos/somos buenos colegas. 

Es un tipo responsable, trabajador y encantador, además de muy bien parecido, sí tenía su club de fans y él lo sabía, pero su personalidad nunca ha sido de un patán pretencioso. 

Precisamente como sabía que tenía a más de una mujer encantada con él y que ellas hacían su “luchita” por conquistarlo es que nunca hice nada, la verdad es que jamás me ha gustado competir por hombres. 

Luego él tuvo una novia, yo tuve 3 novios y así seguía la vida encontrándonos en asuntos de trabajo hasta que un día coincidimos en un evento y qué creen, los dos estábamos solterísimos. 

Foto: Bence Boros / Unsplash

Durante el evento nos enfocamos en lo que teníamos que hacer pero antes de irse me invitó a cenar esa misma noche, me dijo que para aprovechar lo guapos que nos veíamos. A mí me pareció la mejor idea y amaba los planes espontáneos porque siempre son los que suelen salir mejor. 

Casi le cancelaba el primer date porque el día se me complicó mucho, pero me insistió que me apurara, que él me esperaba a la hora que terminara de trabajar. Llegó por mí, lo cual me pareció un detallazo y cuando nos volvimos a saludar, me dio un besito tierno, me tomó de la mano y me ayudó a subir a su auto. 

Fuimos a un lugar que ninguno de los dos conocíamos, un bar nada lindo pero no tenía gente y eso era lo importante, la privacidad. 

La plática estuvo muy amena, compartiendo anécdotas de nuestra profesión y risas de las cosas divertidas que nos ha tocado vivir. De repente me daba besitos y todo el tiempo su mano estuvo sobre mi pierna. 

Foto: Jonathan Borba / Unsplash

Me llevó a casa y quedamos de cenar en su depa el siguiente fin de semana, me dijo que iba a cocinarme. No tenía ninguna expectativa ni volé porque sabía que era un tipo muy asediado y que ante todo prefería su amistad y mantener una buena relación de colegas. 

La segunda cita estuvo mejor que la primera, el tipo tenía un depa perfecto para mí: limpio, ordenado y bonito. Y se esmeró en cocinarme, en arreglar la mesa con velas y rosas, a mí me dan lo mismo esos detalles románticos pero reconozco cuando le echan ganitas. 

Desde ese momento comenzamos a salir cada semana, el día dependía de lo libres que estuvieran nuestras agendas, principalmente la de él porque se la pasaba de viaje fuera de México. 

Y la cereza de este pastel fue que nuestra conexión sexual también era buena hasta que descubrí su “secretito”, que claro que lo soltó luego de varios encuentros porque supongo no quería sacarme de onda. 

Foto: Harsh Gupta / Unsplash

Una noche que estábamos en su recámara comenzó a besarme y entonces abrió por completo las cortinas de la recámara. Su habitación daba a la calle, vivía en un primer piso y todo el frente era un ventanal que permitía entrar la luz. 

Frente a su casa había muchos negocios porque estábamos en la Roma, una colonia sumamente popular y transitada, además su edificio estaba a la vuelta de una entrada de metro, es decir, sobre su calle todo el tiempo había gente caminando. 

Cuando hizo eso sí me sorprendí y le dije que volviera a correr las cortinas, que era evidente que iban a vernos no sólo sus vecinos de enfrente, sino cualquier persona que pasara por la calle o la gente que salía del Oxxo, del restaurante, del bar de abajo. 

Fue cuando me confesó que le encantaba saberse visto mientras tenía sexo, que eso le excitaba muchísimo y que además si nos veían, nadie haría nada, que ni nos conocían y las caras ni se nos distinguían desde abajo. ¡Era un exhibicionista!

Tuve un momento para pensar si quería vivir la aventura, experimentar algo nuevo o no estaba dispuesta a seguir su fantasía. Lo que sí debo confesar es que me sorprendió que él tuviera esa filia, no por juzgona sino porque no lo hubiera imaginado nunca. 

Foto: Alexandra Gorn

Finalmente le dije que no me sentía cómoda con las cortinas abiertas y exponiendo mi intimidad de esa manera. Como era de esperarse, me dijo que me entendía, volvió a correr las cortinas y no me hizo sentirme incómoda, todo lo contrario. 

Después de ese día volvió a proponérmelo pero en otros escenarios, como hacerlo en una calle oscura y sola o en la playa en un espacio alejado, pero a mí no me causa ninguna emoción ni adrenalina saber que pueden cacharme o espiarme, definitivamente ser exhibicionista no es lo mío. 

La razón por la que dejamos de salir para nada tuvo que ver con este tema, simplemente se nos agotó el encanto de la novedad y nuestras agendas comenzaron a complicarse más, lo cual nos fue alejando. 

Como no tenía expectativas con él fue muy padre el tiempo que salimos y compartimos, definitivamente está en mi lista de los mejores dates que he tenido hasta ahora. Realmente se esmeraba porque la pasáramos increíble juntos, además de ser una persona sumamente educada, le tengo que reconocer que es un tipazo. 

Por supuesto que seguimos en contacto de alguna manera por redes sociales y nos encontramos a menudo en cosas de trabajo, somos grandes cuates y colegas y eso será siempre. Él sigue siendo un soltero empedernido que pasa más tiempo en aviones que en su casa.

Mujer, sáltate estas etapas con tu pareja

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A estas alturas de la vida ya sabemos que una relación de pareja se va construyendo día a día y que no hay una fórmula para que sea exitosa. 

Cada día uno elige a la persona con la que desea compartirlo todo, sin importar los años que se tengan o que se lleven en la relación. 

Pero sí hay etapas que como mujer te recomiendo saltarte en una relación de pareja, pues son red flags de un amor tóxico que te prometo, no necesitas en tu vida.

Y con saltarte no me refiero a ignorarlas, sino a darles el cortón y salir de esos noviazgos que solamente terminan “secándote el corazón” y causándote traumas. 

Foto: Susan Wilkinson

Qué NO debes permitir en una relación de pareja

  • La etapa de enseñarle cómo tratarte bien: Si no cumple esto, entonces no tiene ni lo básico que se necesita para tener una relación sana. Los malos tratos, los gritos, las groserías, las humillaciones, los descuidos y las peleas constantes no valen tu energía, tu amor ni tu tiempo. 

  • La etapa de querer salvar o rescatar a tu pareja: Las mujeres solemos maternar a nuestras parejas y queremos resolverles la vida, pero eso ni nos corresponde y además es auto terrorismo a nuestra salud emocional. Tú no eres una ONG. 

  • La etapa en que te conformas a no recibir detalles: Todas las personas merecemos sentirnos amadas y los detalles son importantes (no siempre tienen que ser costosos o materiales). Si bien hay personas que no son tan “empalagosas”, alguien enamorado hace sentir a su pareja valorada. No te acostumbres a no recibir muestras de cariño. 

Foto: Sydney Sims / Unsplash
  • La etapa de dejar de ser tú para agradarle a tu pareja: Al inicio de un noviazgo es común que seas más paciente, amorosa, detallista, complaciente y prudente porque estás en modo conquista, esto es normal y está bien. Pero dejar de hacer cosas que disfrutas o callarte por temor a que no le gustes a tu pareja es lo peor que puedes hacerte a ti misma. Quien te quiere no te condiciona, nadie merece que te elimines con tal de agradarle. 

  • La etapa en la que le dices qué te lastima y no hace nada para cambiarlo: Durante la relación habrá cosas que no te gustarán de tu pareja y debes decirle cuáles son para que no se repitan. Pero si hace cosas que te lastiman y las repite sin importarle tu sentir, es la razón más poderosa para saltarte a esa persona porque con ella no serás feliz. 

Algún día una de mis mejores amigas me dijo que una pareja debe tratarte como si fueras su premio ganado en esta vida. Así que la etapa que recomiendo NO saltarte en una relación es la de sentirte amada, valorada, escuchada y correspondida por tu amorcito. 

Qué significa ‘kinky’: práctica que toda mujer puede disfrutar

Cuando le hicimos la pregunta a algunas amigas sobre el significado de la palabra ‘kinky’, obtuvimos diferentes respuestas: desde una banda de Monterrey que combina el rock con el dance y la electrónica, hasta términos como “divertido”, “travieso” o “diferente” en el sexo. Por supuesto, algunas no sabían de lo que estábamos hablando.

Pero, según el diccionario de americanismos, la palabra en inglés kinky se refiere a “la persona, que posee o practica preferencias sexuales no convencionales, como el fetichismo o el sadomasoquismo”. Entonces, esas consideraciones hechas anteriormente como divertido, travieso o diferente, podrían ser totalmente válidas. 

Lo cierto es que este término actualmente tiene muchas búsquedas en internet, lo que nos sugiere que hay un genuino interés por saber en qué consiste lo ‘kinky’. Posiblemente la búsqueda de nuevas experiencias sexuales, alejadas un poco de lo convencional, vengan del interés de aumentar el placer en sus relaciones. 

Si eres una mujer que desea salir de la rutina y quiere saber qué significa este término y si puedes integrarlo a tus relaciones, sigue leyendo.

Foto: Pexels. Andrea Piacquadio

Que significa el término ‘kinky’

Según la psicóloga y sexóloga Adriana García, ‘kinky’ se refiere a la persona que tiene encuentros sexuales ‘kink‘, es decir, que se mantienen alejados de la rutina incluyendo algunos cambios de manera constante para que las personas o las parejas no se aburran. “Estos cambios pueden ir desde un cambio de espacio hasta un cambio de posiciones o la inclusión de juguetes sexuales”, explica la experta.

“Es algo tan sencillo como divertirte con tu pareja haciéndolo de maneras que jamás imaginaron. Por ejemplo, si siempre tienen relaciones en tu casa, háganlo en un hotel, es espacios liberales o en el coche… Eso sí, eviten situaciones que atenten contra su seguridad e integridad”, añade Adriana.

El objetivo final para ti como mujer debe ser el placer, pero también el reconocimiento de la pareja y la relación.

Prácticas relacionadas con el término ‘kinky’

En esa búsqueda de las parejas más jóvenes por no caer en la rutina, se pueden encontrar con una serie de prácticas como el BDSM (es el acrónimo de Bondage-Disciplina-Dominación-Sumisión-SadoMasoquismo”) que tiene una gran cantidad de adeptos, aunque generalmente no se divulga con tanta naturalidad o se practica en grupos muy cerrados.

¿Alguna vez leíste los libros o viste las películas basadas en la obra “50 sombras de Grey”? Pues, Christian Grey, el protagonista de la saga, practicaba BDSM.

Para los especialistas en sexología, esta serie escrita por E.L. James ayudó a visibilizar esta práctica que, para ese momento seguía siendo tabú, como un recurso para conseguir placer con tu pareja entendiendo el sexo desde un lente más amplio y, para quienes la practican, mucho más divertido.

Según la sexóloga Adriana, todos en algún momento practicado BDSM, a través de una palmadita, alguna orden que le hayamos dado a la pareja, atándonos de manos, etc.

Lo importante es que estas prácticas se han con cuidado para evitar lesiones. Debe hacer con consentimiento mutuo pero tú, mujer, tienes la última palabra. Es importante comenzar poco a poco y determinar reglas desde el principio, y donde la comunicación debe ser constante.

Sin embargo, y aunque el BDSM es una de las prácticas diferentes más buscadas, no significa que son exclusivamente ‘kinky’, es decir, según Adriana, el sexo ‘kink’ puede incluir BDSM o no.

¿Por dónde empezar a ser ‘kinky’?

La actriz Emma Watson, protagonista de la saga Harry Potter, le confesó a la revista Teen Vogue: “Me ha fascinado un poco la cultura ‘kink’ porque son los mejores comunicadores. Lo saben todo del consentimiento”, y complementó diciendo que “las relaciones que no siguen necesariamente los modelos tradicionales requieren más comunicación y consentimiento”.

Foto: Istockphoto

Si quieres comenzar a experimentar con tu pareja relaciones ‘kink’, puedes probar con estas tres prácticas:

  1. Dirty talk. Durante el acto sexual, decir todo aquello que les viene a la cabeza. Algunas cosas podrían encender a tu pareja. Eso sí, deben tener claro que lo se diga en ese momento, se debe considerar como una fantasía. No tomarlo en serio, ni personal a la hora de vestirse de nuevo.
  2. Bondage. Esta es práctica que tiene muchos niveles de complejidad y consiste, básicamente, en atar a tu pareja. Lo excitante de este juego son los roles donde la persona que ata es dominante y la persona que es atada es sumisa. Este acto debe ser consensuado y realizado con seguridad.
  3. Hacerlo en lugares públicos. En esta práctica la adrenalina va a mil por tener sexo en lugares considerados “prohibidos” y eso hace que aumente la líbido. Estos lugares puedes ser el baño de un restaurante, la orilla de la playa, en tu coche en un estacionamiento…

¿Te llama la atención el sexo ‘kink’? Convérsalo con tu pareja y déjense llevar sin tapujos. Pero, definitivamente, es una práctica que toda mujer puede disfrutar.

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Cómo saber que una pareja no es tu talla

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Si no te queda no intentes forzarlo porque terminará lastimándote, esto aplica para una pareja, ropa o zapatos. Hay amores que no son nuestra talla y a veces nos demoramos en darnos cuenta de ello, pero en el fondo sabemos que nos estamos contando la mentira más grande al quedarnos.

El amor se aprende… Es un verbo, por lo tanto es una acción. Y creo fielmente que a lo largo de nuestras vidas nunca dejamos de aprender a amar y que las ex parejas nos ayudan a mejorar nuestros errores. 

El amor es una construcción diaria de una pareja, pero para que pueda forjarse sobre bases sólidas primero debe ser de la talla correcta de cada una de NOSOTRAS. ¿Cómo saber si es de mi talla? 

Proyecto de vida: Si tu pareja comparte los mismos planes a futuro que los tuyos, entonces sí te queda a la perfección. Preguntarse cómo se ven en unos años y cuáles son los objetivos a cumplir es básico desde el inicio de la relación. 

Valores: Si tu pareja y tú comparten el mismo concepto de respeto, lealtad, compromiso, responsabilidad, tolerancia, confianza y equidad, entonces esa persona también es tu talla. 

Foto: Pexels

Individualidad en la relación: Una pareja lo comparte todo, en eso se basa la confianza del amor, pero también debe existir espacio para la individualidad, para que cada persona tenga tiempo para sí misma. 

Autenticidad: Si sientes que tu pareja es única, que en ella encuentras lo que no ves en los demás, entonces estás con la persona correcta. Así debe sentirse el amor, como magia. 

Exclusividad: Si tu pareja te hace sentir única y especial, que eres suficiente y que no necesita a nadie más, entonces no dudes que estás en tu sitio seguro. 

Foto: Katerina Pavlyuchkova / Unsplash

Saber arreglar sus diferencias: No vas a encontrar a una persona idéntica a ti, así que existirán conflictos en la relación, pero si tu pareja te demuestra que sabe llegar a acuerdos y solucionar los problemas, entonces es la persona indicada para ti. 

Conexión: Es un vínculo fuerte que te hace sentir que ganaste la lotería al encontrar a esa persona especial. Si lo sientes, sólo disfruta y quédate tranquila en que tu pareja es justo tu talla, la persona que elegiste y que te elige cada día para construir una relación. 

Las relaciones de pareja no son sencillas, cada día hay que negociar un montón de cosas, pero cuando estás con la persona correcta todo se vuelve más sencillo.

Una pareja es un equipo, así que tú sabes si prefieres seleccionar una que no es tu talla, pues no podrás disfrutar la vida y el amor, o seleccionas a alguien con quien sientas que ya ganaste aunque no hayas ni empezado el juego.

Por qué me gustan los hombres menores, esos que no son señores

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A mí me gustan menores, esos que NO son señores, esos que llaman “colágeno” y que te dan años de vida. No soy sugar mommy, simplemente prefiero entablar relaciones amorosas con hombres menores que yo, pero tampoco con adolescentes, no soy pedófila. 

Y si tú eres de las mías, de las que sienten mayor atracción por los hombres menores, entonces quédate a que te cuente cuál es el motivo, según mi terapeuta porque por supuesto que se lo pregunté. 

El hombre más joven con el que salí era 10 años menor, aunque aclaro que me engañó con su edad y yo pensaba que le llevaba solamente 4. Esta historia (intensa) la puedes leer acá

Además yo me veo de menor edad de la que realmente tengo y mi personalidad es fresca y jovial, seguro por eso atraigo a personas más jóvenes; y acá entre NOSOTRAS, confesaría que me aterra crecer y hacerme señora (que por la edad que tengo ya soy, pero me gusta pensar que no) y seguro por eso encuentro atracción en la generación menor a la mía. 

Pero más allá de autoanalizarme, en una de mis sesiones de terapia (tomo la cognitivo-conductual) le pregunté a mi psicóloga por qué siempre tengo el mismo patrón en mis relaciones de pareja: hombres más chicos que yo y con apegos tremendos a sus mamás o a sus familias. 

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Y resulta que me dio varias respuestas posibles, se las voy a resumir:

–  Huir del compromiso: Una de las razones de buscar hombres menores es porque se piensa que ellos no buscan compromisos grandes como casarse, formar un hogar o una familia como lo harían los de mayor edad. Así que al estar con este tipo de hombres se está en una zona cómoda para quienes le tienen pánico a las relaciones serias. 

– Vivir la aventura: Los hombres jóvenes son más espontáneos, divertidos y salir con ellos puede representar estar con la adrenalina arriba casi todo el tiempo. Por eso sientes que te “inyectan” vida.

– Deseo sexual a tope: Los hombres van perdiendo energía y vigor con el paso de los años, es algo completamente natural, la biología no perdona y los años no acarician. Por eso dicen que tienes la edad de la persona con la que te acuestas, si fuera así, ¿tú cuántos años tienes realmente?

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– Control freak: Al saber que eres la persona mayor de la relación, quieres tener el control de todo porque asumes que eres la persona con más experiencia y conocimiento. Incluso algunas mujeres pueden maternar a sus parejas y asumir una relación tipo Edipo Rey; esto sí necesita psicoanálisis.  

– Tener el poder: Hay mujeres que prefieren ser las empoderadas de la relación y por ello buscan parejas que estén por debajo de ellas no sólo en el plano financiero, sino también en el laboral y es más probable que un hombre menor lo sea porque comienzan a construir su vida adulta. 

Después de escuchar todas estas posibles razones, no me sentí identificada tal cual me las mencionó mi terapeuta, pero sí siento que algo hay de eso en mi gusto por los hombres que NO son señores. 

Además de todo esto, el doctor Justin J. Lehmiller, investigador de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos, afirmó que las mujeres que tienen una relación amorosa con un hombre más joven que ellas son más felices. 

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Según estudios que realizó el investigador, las mujeres heterosexuales con 10 años de diferencia de edad en su relación de pareja estaban más satisfechas y comprometidas. 

Se los he dicho antes, no hay verdades absolutas en las relaciones de pareja, pero lo que sí es un hecho es que las mujeres que entablamos relaciones amorosas con hombres menores no tenemos tabúes ni nos importa el qué dirán. Vivimos amores libres y plenos y eso sí es ganancia. 

Lo importante es disfrutarlo sin lastimar a nadie ni abusar, unos añitos de diferencia no significan nada, son sólo números. Eso sí, nada de pedofilia. 

Mis ex novios se casan después de terminar conmigo

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“Llévalo a la luna por mí”, es el meme que mejor me representa en este momento de mi vida, pues mis últimos ex novios decidieron casarse y formar familias inmediatamente después de romper conmigo, tal parece que soy algo así como el “pase al compromiso”. ¿Te sientes identificada? 

Estoy hablando de 5 ex parejas, no son pocas, que después de terminar conmigo decidieron comenzar otra relación y no tardaron en comprometerse o en tener hijos. Pero hay un común denominador en todo esto, además de mí, por supuesto, y es que atraigo o conecto con hombres que buscan estabilidad y relaciones serias, muy serias. Esto siempre ha sido así desde que comenzaron a gustarme los chicos. 

Cuando estaba por cumplir 15 años me hicieron mi primera propuesta de matrimonio, un novio que tenía de la infancia, que más bien era como un hermano mayor con el que crecí y que me cuidaba, el cual me llevaba 5 años. Entonces cuando llegó el momento que seleccionara Universidad, decidió irse a Guadalajara y por eso me pidió casarnos para “llevarme” con él. Era una locura, yo no había ni acabado la secundaria y ni siquiera éramos una pareja real, éramos niños.

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Foto: robtowne0 / Pixabay

Pero él se decidió a hablar con mis papás para “pedirles mi mano” y luego conmigo para proponerme casarnos. Así que desde entonces he atraído a este tipo de chicos, que lo quieren todo a los dos segundos, que viven el amor con toda intensidad.

El choque es que yo siempre he huído de los compromisos amorosos tan formales porque soy un alma muy libre y que, ante todo, prefiere la soledad. Aunque la única vez que lo intenté, que comencé a formar un hogar con alguien, la infidelidad se coló a mi casa como humedad y terminó por sacarme corriendo de allí. 

Y luego de ese episodio traumático, menos quise establecer cosas tan serias, pero como seguía relacionándome con hombres que “traían el vestido de novia en la cajuela”, es por eso que al terminarlos, ellos encontraron a la persona que sí vibraba en su mismo canal.

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Foto: Daniel_Josua / Pixabay

Esto me llevó a reflexionar en terapia si realmente esos chicos soñaban con formar un hogar y una familia conmigo o lo querían hacer con quien fuera, con quien se dejara, por eso la prisa. Y si así lo fue, entonces estuvo bien no apostar por eso porque no éramos el uno para el otro. 

Pero también es cierto que todas estas relaciones me hicieron darme cuenta de que yo no quería construir nada y, tiempo después, que el motivo era porque no había llegado la persona que me diera las ganas, que me inspirara a hacerlo a pesar de tener miedo. 

Y hoy que esa persona llegó o yo llegué a ella, es que sé porqué no funcionó con los demás chicos que ahora viven felices con sus esposas y sus familias. Además me regresó la confianza y la certeza de que las conexiones mágicas sí existen, de que sí las merecemos y de que sobreviven ante el miedo, la incertidumbre y la torpeza. Así que me siento feliz de ser el “pase al compromiso” de mis ex novios para hoy estar construyendo mi propio compromiso, muy a mí manera, a nuestra manera, con el chico que se robó mi corazón entero. 

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Foto: Pexels / Pixabay

Me volví a enamorar luego de 7 años de soltería 

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Yo sí creo que decidimos de quién nos enamoramos y es por eso que luego de mi gran decepción y ruptura del que pensaba era mi gran amor, decidí no volverme a enamorar, pero la vida me hizo tragarme todas mis palabras. Hoy quiero contarte cómo es el amor después del desamor

Luego de terminar con el corazón, las ilusiones y los sueños bien rotos, me di un break sola, por primera vez no salí con nadie, no ligue, no salía ni con mis amigos, hasta de ellos me alejé. Me superó mi depresión. 

Luego de un par de años así, decidí comenzar a salir pero tenía muy claro que no quería volverme a enamorar, así que a cada date le dejaba claro que no quería ni una relación seria o casual.

Por lo que, generalmente no salía más de 3 veces con la misma persona, ya saben, para no construir recuerdos, confianza y cariño, que surgen naturalmente con la convivencia. 

Y así se me fueron los años, la pasé muy bien, no me puedo quejar, conocí a muchas personas muy interesantes y ahora tengo múltiples historias para contarles en este espacio, como dice mi amiga Pau: lo hacía por la anécdota. 

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Pero mis convicciones comenzaron a cambiar cuando un día conocí en el super a un hombre idéntico a mi ex, cuando me habló en la fila para preguntarme por mi margarina, se me heló la sangre al ver que era el clon del hombre que me había destrozado el corazón pero 15 centímetros más alto. 

Obvio a él le valía la margarina, lo que quería era mi número para luego invitarme a salir, además éramos vecinos, vivíamos a cuadras de distancia. Comenzamos a salir y con él rompí la regla de las 3 citas. 

Al principio, les confieso, sentía que la vida me estaba dando otra oportunidad con un hombre renovado, casi idéntico físicamente al que yo había amado tanto, pero este sí era fiel. Por supuesto que me sentía la más campeona. 

Pero las cosas se complicaron cuando él quiso formalizar la relación pero en serio, me propuso vivir juntos, luego habló de compartir una hipoteca y de tener bebés más adelante. Todo me cayó de golpe y supe que era el momento de terminar eso porque definitivamente no era él con quien me veía construyendo todos esos planes.

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Creo que aún me odia, aunque me da gusto saber que hoy está viviendo todos esos sueños con una mujer que sí quiso amarlo. Se lo merece, es un gran hombre y seguro un gran esposo y papá. 

Les conté todo esto porque él me hizo darme cuenta que en realidad yo ya quería tener una relación otra vez, que la idea de estar soltera y pasar de cita en cita se me había desgastado. Fue entonces que comencé a salir pero esta vez convencida que estaba lista para volverme a enamorar

¿Y adivinen qué pasó? Todo fue un desastre, porque seguí arrastrando los miedos de mi relación fracasada y entonces terminaba reventando a los hombres con los que intentaba tener algo. 

Retomé mi terapia y me enfoqué en canalizar mis malas conductas para luego salir al mundo a decir: estoy lista hombre soltero que también se quiere enamorar

Después de eso, tuve dos noviazgos muy breves y conocí a varios hombres con los que salí pero al final nada se concretó. Hasta que un día conocí a un ingeniero TI, que cero era mi tipo, ni mi estilo, pero que me atrapó con sus buenas pláticas en las que él me enseña y yo aprendo. 

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Para ponerle más dramatismo a esta historia, todo pasó en plena pandemia, cuando no podíamos vernos, ni salir y mucho menos besarnos, así que platicábamos por mensajes y nuestros primeros dates fueron en mi casa, no había de otra. Siempre le he dicho que lo que me conquistó fue que en nuestra primera cita me habló sobre el SAT, los impuestos y las estrategias de los bancos para siempre ganar dinero.

Es un hombre tan informado, interesante e inteligente, que ya con eso me “tenía en la bolsa”. Pero luego yo viví la muerte de mi papá y mi mundo se vino abajo por completo. Por supuesto que no tenía cabeza para nada, menos para ligar o comenzar ningún tipo de contacto. Desde entonces mi único objetivo ha sido sobrevivir. 

El tiempo pasó, él estaba allí, del otro lado del chat, paciente, atento, dándome el apoyo que consideraba pertinente. Gracias a que no se rindió, es que un año después retomamos volver a vernos y salir. 

No les voy a mentir, hemos peleado más de lo que hubiera querido porque a veces me gana mi frustración o mis miedos y luego él tampoco coopera con la comunicación, pues cuando se enoja conmigo prefiere apartarse y guardar silencio. 

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El tiempo ha pasado y con ello ha llegado la tranquilidad y la perspectiva, pero también las certezas y la más importante es: volverme a enamorar sin frenos, con miedos pero también con valentía, sin prisas y con responsabilidad afectiva, y todo esto lo inspiró él. 

Le digo que sus ojos son mi mar, me dan paz, pero también hay veces que se ponen bravos, aún así, es un placer poder contemplarlos siempre. 

Físicamente me gusta, intelectualmente me atrapa, pero emocionalmente me embelesa. Así que no había ni para dónde hacerme, llegué al borde del precipicio y decidí saltar, sin nada seguro pero disfrutando el viento en la cara. Así fue que decidí enamorarme otra vez. 

No sé si voy a estrellarme en el piso o volaré junto a él, pero hoy le doy gracias a la vida por haberlo puesto en mi camino en el momento preciso, aunque era cuando menos lo esperaba, y por permitirme elegirlo con esta certeza que brota del corazón y que pensé que no iba a volver a experimentar. Como sea, yo ya gané. 

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Solamente me tomó 7 años y un montón de ligues buenos y fallidos. Quién iba a decir que un ingeniero que me habla de softwares y carreras de la Fórmula 1, temas de los que no sé nada ni entiendo, vino a revolucionar mi corazón tan herido. 

Dave, tú no me hiciste el amor, tú me hiciste la vida. Gracias por seguir diciéndome que estás aquí para mí, por ayudarme a no rendirme, por ser tú y por hacerme soñar contigo despierta. 

Feliz cumpleaños, no encontré mejor regalo que escribirte todo lo que me inspiras. Perdón por compartirlo con mis lectoras, pero espero que con esta historia sepan que no importa qué tan roto te hayan dejado el corazón, sí llega alguien para volver a hacerlo vibrar, aunque esté lleno de cicatrices. 

¡Adiós soltería! Cómo ligar con éxito 

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Aunque ahora existen apps para conocer gente y ligar -no estoy peleada con ellas-, soy de la vieja escuela y prefiero hacerlo a la antigüita porque me parece maravillosa la magia que surge cuando miras a alguien por primera vez y te encanta y todo sucede sin buscarlo. 

No es que me sienta Santa Belinda de los enamorados, aunque sí se ha tatuado por mí, pero sí tengo suerte para ligar donde sea: en el super, en el cine, en la biblioteca; siempre he tenido esa chispa y creo que tiene que ver con mi personalidad. 

Incluso en mis veintes quise abrir un blog que se llamara: “Mis mil y un dates”, pero nunca lo hice y hoy que tengo esta columna, les daré mis highlights nunca antes revelados (ja, ja, ja).

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Mis secretos para ligar con éxito en donde sea

Ser auténtica: Este es mi mayor secreto y, la que considero, la característica más importante para seducir a quien sea. Son más atractivas las personas que son únicas, que las que  intentan caer bien, encajar o complacer. La esencia hipnotiza a cualquiera ¡te lo firmo!

No te limites, demuéstrale al mundo quién eres, qué te hace ser especial del resto y te prometo que te voltearán a ver. 

Seguridad en ti misma: No hay nada más sexy que una persona que sabe lo que vale y no acepta menos de eso. No lo ha comprobado la ciencia pero no tengo dudas de que la seguridad en sí mismo se nota hasta cuando caminas y por eso es el mejor “imán” para ligar

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Sonríe a la vida: No es manual de superación personal, pero les aseguro que las personas que sonreímos todo el tiempo cambiamos el mundo. Sé que hay momentos estresantes y que andamos de malas o quejándonos, pero toparse con una persona feliz que te dibuja una sonrisa cuando la miras puede que te cambie el día y la vida. La gente sí anda por el mundo enamorándose de las sonrisas. 

Honestidad: Ser transparente con lo que eres, con lo que reflejas y con lo que dices es fundamental. Es muy atractivo encontrar a una persona con la vida llena de certezas. 

Calladita no te ves más bonita: ¿Recuerdas el mito de que las sirenas enamoraban a los marineros con su canto? Por algo lo inventaron, ¿no crees? Por medio de las palabras se logra una conexión muy fuerte de seducción. Todos tenemos cosas interesantes que compartirle a los demás y que nos ayudan a darnos a conocer, así que no tengas pena y habla, mujer. 

Ámate: Aceptarte al 100 lo es todo; hablo de eso que la gente llama imperfecciones, pero para mí son rasgos que te hacen única en el mundo. No te claves en los estereotipos de cómo debes verte o ser para considerarte una mujer atractiva. Una vez que tengas eso claro, verás el brillo que irradiarás y será imposible que la gente no lo note. Una persona que se ama lo refleja en su forma de vestir, de caminar, de hablar, de ser, y con eso conquista a cualquiera. 

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Como te dije al inicio, no es regla que para ligar tengas que acudir a lugares sociales como bares, restaurantes o antros, en cualquier lugar puedes conocer a alguien que te guste, no es broma que he ligado en la biblioteca. Mis secretos tienen que ver contigo, así que para comenzar a ligar con éxito, aplícate en ti. 

Eso sí, no todas las personas caerán rendidas a tus pies por tus encantos, vivirás rechazos pero cuando eso suceda, no te hagas pequeña, recuerda que estás ganando experiencia.

Lo más bonito de ligar es que conoces a nuevas personas y eso siempre es rico y valioso. Te permite expandir tus redes, tu vida social y tu mundo. 

Te garantizo que si empiezas a creer en ti, no sólo ligarás sin morir en el intento, sino que conquistarás todo lo que te propongas. Gracias por leer 1, 2, 3 X NOSOTRAS cada semana, te deseo lo mejor y que comencemos el 2023 bien cabrón y con un date nuevo. 

¿Cuánto dura la etapa de ‘luna de miel’ en una relación?

Al estar en los comienzos de un noviazgo, sabes que separarte de tu pareja se vuelve un tormento. Ya sabes, nos referimos a ese momento en el que no quieren separarse para nada y los demás los acusan de andar insoportables. Cosa por la cual tal vez te preguntes cuánto dura la etapa de luna de miel en una relación. O si la emoción de ver a tu pareja seguirá siendo la misma conforme pase el tiempo.

Es bastante común romantizar la etapa de luna de miel en una relación y a menudo pasamos por alto lo que viene después. Pues cada día de esta etapa está lleno de descubrimientos y emociones a medida que pasas más tiempo con tu pareja y dentro de su vida.

Además, cada vez que están juntos sientes que tu corazón se acelera y aparece una tristeza cuando no están cerca. La página de internet Health Cleveland Clinic menciona que la etapa de luna de miel es cuando típicamente en los primeros días de una relación la risa, lujuria y atracción son más altas.

Aunque lo anterior puede durar semanas, meses o, en algunos casos, años, la etapa de luna de miel no dura para siempre.

Exactamente, ¿cuánto dura la fase de luna de miel?

De acuerdo con la información expuesta por el sitio web Bustle, de un estudio de la Universidad de Nueva York, los investigadores descubrieron que la fase de luna de miel puede durar hasta 30 meses.

Tienes que estar consciente de que esta etapa solo es eso, una fase que pasará, pero eso no hace que lo que venga sea malo o que tu relación se va a terminar. Más bien, como menciona MindBodyGreen, si te convences de que las cosas deberían sentirse siempre como en la etapa de luna de miel, cuando este amor descontrolado disminuya comenzarás a entrar en pánico sin razón.

El psiquiatra Daniel Lieberman comentó para MindBodyGreen, que “muchas personas cometen el error de confundir el final del amor apasionado con el final de la relación”. Por lo cual llegan a pensar que necesitan hacer algo para revivir su relación o, incluso, encontrar a alguien más.

Lo que corresponde a la “rueda de correr hedónica”, cuando alguien persigue constantemente ese amor ardiente y apasionado una y otra vez. Sin embargo, el psiquiatra señala que esa no es la receta para la felicidad.

Mientras que el consejero certificado Jonathan Bennett, fundador de Double Trust Dating, expreso para Bustle:

“Aunque suene negativo, el final de la fase de luna de miel puede ser positivo”. Pues con ello “les permite a ambos verse abierta y honestamente y decidir si la relación vale la pena continuar”.

Foto: Pexels. cottonbro studio.

Por su parte la psicóloga Chivonna Childs menciona para Health Cleveland Clinic que al pasar la fase de la luna de miel puedes comenzar a notar detalles que te molesten de tu pareja. No obstante, estos no aparecieron de la nada. Childs comenta que posiblemente ya estaban y no te diste cuenta por la emoción al inicio del noviazgo.

Al igual que Bennett, la psicóloga Childs te invita a preguntarte lo siguiente para que contemples o no seguir en la relación.

  • ¿Es alguien con quien puedo pasar el tiempo?
  • ¿Aún disfruto estar en la relación con esa persona?
  • ¿Es esta una persona con la que todavía puedo reírme?

Razones por las que no debes fingir un orgasmo

Probablemente te has encontrado en una situación sexual en la que piensas que ya no te quedan más alternativas que fingir que estás llegando a tu punto más alto de excitación. Sin embargo, no siempre es buena idea y aquí te decimos las razones por las que no debes fingir un orgasmo.

Aclaremos un punto, no te sientas mal por haberlo hecho alguna vez, quizás es una situación en la que muchas de nosotras hemos estado. Ahora lo sustentamos con datos duros, pues el 50% de las mujeres y 25% de los hombres informaron haber fingido un orgasmo durante la actividad sexual.

Lo anterior fue revelado en un estudio publicado en el Journal of Sex Research. Entre los motivos que los llevaron a fingir están la frustración o evitar ofender a su pareja. Además, algunos otros sienten que el orgasmo no va a suceder o prefieren acariciar el ego de sus amantes.

Algunas razones por las que no debes fingir un orgasmo

1. Complicará que tengas un orgasmo real

Tal vez creas que es una buena idea fingir porque hacerlo da resultados en otras circunstancias, en cambio en la intimidad puede resultar contraproducente. Esto debido a que “fingir conduce a una desconexión con las sensaciones y percepciones corporales”, dice Gracie Landes, terapeuta sexual y familiar.

Además, si finges llegar al punto máximo de excitación, tu pareja puede pensar que lo está haciendo bien y no habrá cambios en su relación. Lo cual te va a impedir experimentar un orgasmo en los siguientes encuentros sexuales, menciona el sitio Maze Womens Health.

2. Te vas a sentir desconectada de tu pareja

Landares indica que la desconexión puede hacer que el orgasmo sea más difícil de lograr. Ya que necesitas concentrarte y estar presente para llegar al clímax. Al no estar comunicándote adecuadamente con tu pareja, sobre sexo o cualquier otra cosa, realmente puede crear tensión en tu relación.

Foto: Pexels. August de Richelieu.

3. Tu pareja sentirá que no puede confiar en ti

Aunque creas que tu pareja no se da cuenta, la especialista comenta que “muchas personas pueden sentir cuando su pareja está fingiendo”. Lo cual hará que sienta desconfianza en la relación y tal vez no lo tome solo como “que lo quieres complacer”.

4. Tu pareja también puede estar fingiendo

Un estudio en la revista Sexual and Relationship Therapy expone que 25% de las veces los hombres fingen un orgasmo. Los investigadores creen que es porque “se sienten presionados”, ya que el sexo “tradicionalmente así “termina””.

¿Por qué siempre fracaso en el amor?

Si sientes que esta canción de Juan Gabriel define tu vida amorosa: “Yo no nací para amar, nadie nació para mí”, que no das una en el amor porque vas de fracaso en fracaso, te cuento que hay varias razones por las que te está pasando esto. 

Aquí somos sinceras y lo primero que debo decirte es que sí, el problema eres tú, tú eres el común denominador en las ecuaciones de tus relaciones amorosas que hace que termines con el corazón roto porque eliges parejas no disponibles emocionalmente. 

Es como si te aventaras en paracaídas sabiendo que no va a abrir porque no sirve; sin embargo, lo haces porque tu corazón tiene esperanza que esta vez sí funcione pero no será así, terminarás azotándote en el piso. Pero la solución está en ti y consiste en ir a terapia. 

Foto: Alejandro Piñero Amerio by Pixabay

Terapia para arreglar lo que tenemos desajustado. Normalicemos acudir al especialista que nos ayuda a sanar y mejorar nuestras emociones. No se ven, pero son más poderosas que lo que sí es visible, pues éstas desencadenan enfermedades, vicios y odios. 

¡En el amor soy una idiota que ha sufrido mil derrotas!

Las razones por las que te relacionas con personas que no están disponibles para construir una relación tienen que ver con tu historia y con tus necesidades. Estos son los patrones marcados por la psicología: 

– Influencias parentales: El amor que conocimos en casa nos fue dado por personas que no estaban emocionalmente disponibles para NOSOTRAS, por ello repetimos este patrón viejo conocido y somos incapaces de romper con él pues no conocemos otra forma de vincularnos.

– Codependencia: Se trata de una visión del amor centrada en el apego ya que la persona posee carencias como baja autoestima, fragilidad y manipulación, por lo que genera una necesidad obsesiva por la persona amada.

– Traumas: Estos son generados por miedos, por episodios que vivimos en el pasado causados por otras parejas y que nos hacen repetir patrones y llevar las nuevas relaciones a los mismos escenarios en los que no fuimos felices. 

Foto: Kelly Sikkema by unsplash.com

– Expectativas: Básicamente tener expectativas en el amor se define como la visión fantástica de cómo creo que deben ser las cosas, mi pareja y la relación. Es un constante condicionamiento a que todo sea como imaginamos y si no es así, terminamos reventando. 

Debes saber que no es normal que todas tus relaciones de pareja sean fallidas y terminen rompiéndote el corazón. Tampoco es normal que todas tus parejas sean abusivas contigo. Rompe con esos patrones y comienza a aprender a amar sanamente para que atraigas a personas disponibles emocionalmente.

Recuerda que no nacemos con nada aprendido, por eso estamos en este mundo, para conocer, para experimentar, para vivir y ser felices.

¿Cómo se construye una relación de pareja con amor sano?

Nilda Chiaraviglio, reconocida sexóloga y terapeuta clínica familiar y de pareja, tiene la respuesta para la pregunta del millón: ¿cómo se construye una relación de pareja? 

Su respuesta es: “pegando tabiques de amor todos los días. Si el otro pone sus tabiques y también los pega, entonces construimos una relación de pareja”.

Foto: Pixabay

La terapeuta agrega que esto se debe hacer con conducta, en donde yo me hago responsable de todas mis necesidades y el otro también; por lo tanto, ambos estamos llenos y cuando decidimos compartir la vida, sumaremos juntos. En cambio, cuando se juntan dos personas con vacíos se crea un vacío grandote que da como resultado una relación tóxica.

Elige una pareja no sólo basada en el físico y/o la química, toma en cuenta también su compatibilidad con tu visión de la vida, la empatía que tenga con tus sueños, la honestidad en su comunicación y la responsabilidad que tiene hacia ti. 

Cuáles son las características de una relación de pareja sana:

– Se conocen muy bien.

– Cada miembro de la pareja tiene sus propios sueños y metas.

– No dejan en manos del otro su felicidad y sus necesidades personales.

– Hay admiración hacia el otro miembro de la pareja por igual.

– La confianza, la comunicación y el respeto son prioridad.

– Se aman en libertad, no se condicionan.

Foto: Matia Rengel by unsplash.com

– Ponen límites en la relación en los que ambos están de acuerdo.

– Saben hablar y solucionar los problemas entre los dos.

– Disfrutan al máximo del sexo y cumplen sus deseos sin transgredir al otro.

– Saben estar juntos pero también separados, tienen sus propios espacios y momentos.

– Saben amarse para nutrirse y no para necesitarse.

Si buscas una relación que satisfaga tus necesidades, probablemente tendrás que suprimir o modificar alguna parte de ti”, ‘El placer de amar’ de Nilda Chiaraviglio.

Las parejas casadas, ¿qué tan seguido deberían tener sexo?

Es común que mientras más tiempo pasa, las relaciones sexuales se vayan reduciendo por diversos motivos, que ni siquiera deberían ser determinantes en este acto. Asimismo, hablar sobre la frecuencia de relaciones íntimas aún es un poco complicado para algunas personas. Si te has preguntado qué tan seguido deberían tener sexo las parejas casadas, aquí te tenemos la respuesta de los expertos.

De acuerdo con algunos especialistas, las parejas que tienen relaciones sexuales al menos una vez a la semana son más felices que sus contrapartes que tienen menos intimidad, menciona USA Today. Si estás casada y lo anterior no se cumple, no te preocupes, pues no es una regla para todos, así es que tranquila. Pues la cantidad de sexo que debe tener una pareja casada depende solo de ustedes dos.

Si para ti el sexo sigue siendo un tema complicado, no dejes de leer esta nota en donde te expondremos la opinión de los expertos para aclarar tus dudas.

¿Qué tan seguido deberías tener sexo? Hablan los expertos

Si te encuentras en un matrimonio, los expertos recomiendan que tengas intimidad una vez por semana. USA Today menciona que estadísticamente ese es el promedio de relaciones sexuales que tienen las personas entre 40 y 50 años. Mientras que el sexo en personas que rondan entre los 20 y 30 años de edad promedian alrededor de dos encuentros por semana.

Aquí volvemos a lo que ya te comentamos pero con el sustento de la palabra de un especialista que habló con USA Today. Ya que el doctor Peter Kanaris, psicólogo clínico y terapeuta sexual, declaró que las parejas no deben confiar en el promedio como medida para su propia vida sexual.

El especialista ha conocido a parejas completamente distintas en el espectro sexual, desde aquellas que tienen poco o nada de sexo hasta parejas que tienen sexo de 12 a 14 veces por semana.

Lo que realmente tiene que importar es la satisfacción sexual, por ello Kanaris declaró: “Si una pareja está sexualmente satisfecha, entonces ese es el objetivo”. A su vez la doctora Linda De Villers, terapeuta sexual y profesora adjunta de psicología y educación, declaró a favor de este argumento.

qué tan seguido deberían tener sexo las parejas casadas
Foto: Pexels. Los Muertos Crew.

Pues comenta “Debes ser sexual tan a menudo como tú y tu pareja se sientan bien… si puedes decir que fue satisfactorio y gratificante, esa es la frecuencia con la que deberías ser sexual”. Además, cabe mencionar que la doctora Emily Jamea tiene el mismo argumento.

Pues por medio de un video de TikTok dijo “cuando se alienta a las parejas a tener relaciones sexuales con mucha más frecuencia de lo que realmente querrían, el sexo termina sintiéndose como una tarea que los presiona para tener relaciones sexuales”. Esto aún más cuando tienen otras responsabilidades y tareas que realizar.

¿El sexo se debe planear?

El sitio web menciona, que aunque la idea de que el sexo es espontáneo y alimentado por un deseo repentino todavía existe, la De Villers menciona que se debe planificar. “Si las personas tienen hijos o compromisos, es realmente útil tener algo de sexo planeado”, declaró la doctora.

Mientras que Medical News Today indica que los beneficios de planear el sexo incluyen:

  • Ser capaz de prepararse física y mentalmente para el sexo.
  • Esperar la experiencia.
  • Priorizar la relación.

Estos son los beneficios de una vida sexual activa

Por otra parte, la revista digital menciona que algunas investigaciones muestran que participar en actividades sexuales regulares benefician la salud, el bienestar y la calidad de vida. A lo que se le suma:

  • Estar más en forma físicamente.
  • Ser más feliz.
  • Tener una mejor función cognitiva.
  • Tener una mayor esperanza de vida.
  • Tener una mejor función inmunológica.
  • Tener una frecuencia cardíaca y presión arterial más bajas.
  • Experimentar menos estrés.

Así se ve la manipulación emocional “invisible” de tu pareja

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La manipulación emocional a veces es “invisible” y por ello la pasamos por alto o ni siquiera la identificamos como un tipo de abuso por parte de nuestras parejas. Es alarmante que la sigamos viendo y viviendo como algo normal cuando es un tipo de violencia y un problema de salud emocional que afecta a muchas mujeres. 

La psicoterapeuta y conferencista estadounidense Susan Forward fue quien popularizó el término manipulación emocional, que define como “una forma de control que implica un acto de violencia psicológica utilizando el miedo, la obligación y la culpa como dinámicas transaccionales entre el manipulador y el manipulado”. 

Asegura que es un proceso prolongado y difícil de detectar en el principio de la relación, ya que hay veces que ni el manipulador sabe que lo es y por ello no hay forma de terminar con esta conducta. 

En México, de acuerdo a la última Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, el tipo de violencia que más prevalece entre las mujeres por parte de sus parejas a lo largo de la relación es la violencia emocional (40.1%), principalmente por indiferencia (29.5%), intimidación y/o acecho (24.8%) y degradación (22.1%). 

Foto: Pixabay

Los números son alarmantes, casi la mitad de las mujeres mexicanas hemos padecido manipulación emocional por parte de alguna de nuestras parejas en algún momento de nuestras vidas. No lo dejemos pasar por alto, no lo sigamos permitiendo, frena estas conductas por parte de tu pareja: 

  • Te castiga: Cuando tu pareja se enoja contigo te aplica la ley del hielo, lo cual genera en ti ansiedad. También puede castigarte haciendo algo que te molesta mucho, en forma de venganza. Con estas conductas lo que logra es que tú intentes contentarla desesperadamente. 
  • Te hace gaslighting: “Hacer luz de gas a alguien” o intentar que la pareja dude de su propio criterio con argumentos confusos como: “estás loca”, “eso nunca pasó”, “lo entendiste mal”, “eres muy sentida”, “yo no dije/hice eso”, “tú siempre malinterpretas las cosas”, “estás exagerando”. Al final, te está minimizando. 
Foto: Pixabay

  • Te aplica love bombing: También conocido como bombardeo amoroso es un tipo de manipulación en la que tu pareja te llena de detalles, es muy romántica desde el día uno. Por lo que caes rendida por tanta dulzura pero una vez que sabe que te tiene, se vuelve hostil y fría y tú no entiendes qué pasó, incluso te preguntas si hiciste algo mal. Esta conducta la repite cada que quiere conseguir algo, primero mucho amor, luego frialdad absoluta. 
  • Te culpa: Esta es la especialidad de los manipuladores emocionales, sus discursos siempre te ponen a ti como la mala del cuento.
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  • Te amenaza: Puede ser que lo hagan de forma directa al decirte que te va a dejar, pero también puede hacerlo de forma “invisible” con su mirada, con sus acciones o con su lenguaje corporal, de tal forma que te sientes intimidada, que sientes miedo de que todo termine y tú deseas todo lo contrario. También puede usar frases como: “no sé si quiero seguir contigo”, “no creo poder continuar”, “siempre lo arruinas”, “estás acabando con lo nuestro”.

Trabajemos en reforzar nuestra autoestima y nuestra independencia emocional, ya que con ello estaremos blindadas de cualquier tipo de violencia. No olvides que para tener una relación enferma se necesitan dos personas enfermas o carentes, porque cuando uno está sano, a la primera se va al ver este tipo de situaciones. 

Si para estar contigo tengo que restarme, prefiero sumarme en otra ecuación. 

Cómo saber que vives un amor vampiro

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¿Te sientes cansada de estar con tu pareja?, ¿sientes que tú eres la que da el 100 para que la relación funcione?, ¿te da miedo expresar cómo te sientes por miedo a que la relación termine? Lamento decirte que estás en una relación abusiva porque te enamoraste de un vampiro emocional

El amor vampiro fue bautizado así por la psicología ya que es un vínculo que drena, que chupa la energía y que deja lastimada a una de las personas que conforman la pareja.

Judith Orloff, reconocida psiquiatra de la clínica de la Facultad de Psiquiatría de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), describe la conducta de los vampiros emocionales como “personas infelices que necesitan hacer un drenaje de la energía de su víctima”, que en este caso es su pareja. Agrega que ellos solamente piensan en su bienestar a costa de la felicidad del otro. 

Foto: Pixabay

Para identificarlos, la doctora en psiquiatría da una serie de conductas características… hablemos de algunas:

  • Son personas muy encantadoras al inicio, eso lo hacen para engancharte.  
  • Los vampiros emocionales son muy negativos, aunque no haya peros en una situación, son expertos en inventarlos. Sus conversaciones están llenas de quejas y si tú tratas de hacerles ver el lado positivo, se ofenderán y te culparán porque no los entiendes. 
  • Para ellos nunca nada es suficiente, aunque lo tuvieran todo, siempre sentirán que algo les falta, que el mundo no los comprende, que la vida no les sonríe. 
  • Son manipuladores y encontrarán la forma de hacerte sentir mal por todo lo que haces o no haces para conseguir que actúes como ellos desean. 
  • Tienen baja autoestima pero saben disfrazarlo. En realidad todo el tiempo se dicen amarse, se dicen ser buenas personas, y lo tienen que estar repitiendo para convencerse a ellos mismos y a los demás.

  • No tendrás diálogo ni conciliaciones con ellos porque no saben escuchar y su papel siempre será el de víctima. En cada discusión buscarán que tú les pidas perdón, aunque no hayas hecho nada. Son expertos en voltearte las cosas. ¡Qué peligro!
  • Con sus palabras te harán sentir culpable, al grado que te cuestionarás si realmente estás siendo poco comprensiva con ellos, por eso drenan tu energía.
  • Aprovechan cualquier oportunidad para remarcar tus errores, los actuales o los pasados. Pero ellos no pueden admitir los suyos porque en su mente,  siempre son los vulnerables. 

Lo peor de tener un amor vampiro es que las emociones se contagian, así que si te relacionas con gente negativa, vibrarás en esa sintonía. 

¿Cómo actuar ante un vampiro emocional?

Afortunadamente tú eres la estaca de plata, es decir, tú eres el antídoto para alejarlos. 

Habla con tu pareja, dile cómo te sientes y pon límites, si no te escucha o no hace nada por cambiar, sal corriendo, no pierdas más tu tiempo y ni tu energía. 

Si la persona no cambia su conducta y tú sientes que no puedes dejarla, lo mejor es que busques ayuda, ya que por algo estás aferrándote a esa relación tóxica que te está consumiendo emocionalmente y, puede ser, que hasta físicamente. 

Una pareja es para caminar de la mano, juntos al mismo paso, no para que la arrastres o la cargues. 

Foto: Fuu J by Unsplash

Si no eres tú quien vive un amor vampiro, pero es una amiga o amigo, lo mejor que puedes hacer para apoyarlo es escucharlo y ser paciente para explicarle por qué está sumergido en una relación abusiva.

Háblale sobre los panoramas llenos de paz que le esperan si deja atrás a su vampiro que le está comiendo la vida y la felicidad. Todo siempre con respeto y amor, sin juzgar ni presionar. 

Recuerda que no se puede tener una relación saludable con una persona que no se da cuenta que necesita lastimar para sentir que ama. Como en las películas de terror, lo mejor es salir corriendo de los vampiros.

La infidelidad es un plato que debe comerse frío

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Se dice que el ser humano no es fiel, que una infidelidad sí puede perdonarse o que los hombres son más infieles que las mujeres, se dicen muchas cosas relativas, pero lo que sí es certero es que la fidelidad es un acuerdo entre una pareja monógama y que ser infiel es una decisión, no un reflejo, no un error, no un accidente. 

La reconocida antropóloga Helen Fisher asegura que en el ser humano existe, desde la prehistoria, “una necesidad de transmitir su ADN y reproducirse, por lo que su comportamiento sexual es igual al de los demás mamíferos”. Por lo que biológicamente los mamíferos no somos fieles

Sin embargo, los humanos creamos el concepto de fidelidad-monogamia, a diferencia de los demás mamíferos, como un acuerdo social, que parte de un compromiso con la pareja basado en la confianza. Esto se adoptó en varias culturas, principalmente las de Occidente, como la nuestra.

Nadie está obligado a vivir una relación monógama si no lo desea y mucho menos a ser fiel, pero eso debe acordarse desde el inicio. Siempre hay que dejar las cosas bien claras para que nadie salga lastimado, porque como diría JuanGa: “¡pero qué necesidad!”.

Sin embargo, cuando alguien decide ser infiel y romper ese acuerdo de confianza con su pareja debe saber que eso traerá consecuencias porque la fórmula newtoniana es simple: “para cada acción hay una reacción”. Y a veces la “paga” puede ser muy alta. 

Foto: Pixabay

 

Así que sí estás dudando en ponerle los cuernos a tu pareja, debes saber que ese plato es mejor comerlo frío. ¿A qué me refiero con esto? A que romper el acuerdo de la fidelidad debe pensarse con la “cabeza fría”, no con la emoción de la calentura que siempre dirá: ¡sí, hazlo!”.

Porque no estamos hablando de dar tarjetazo cuando sabemos que no tenemos dinero o de romper los platos de la vajilla por accidente, sino de la confianza de la persona que elegimos como nuestra pareja, es eso lo que está de por medio. Y no hay que olvidar que lo más valioso que puede otorgarnos una persona es su confianza. 

La honestidad siempre será la mejor elección, así que piensa bien todo lo que podría provocar traicionar la confianza de tu pareja. Puede ser que a ti ya no te funcione tener una relación monógama. Hoy en día las opciones de relacionarse son tan diversas que se vale, pero no te “lleves entre las patas” el corazón de nadie. ¡Háblalo!

¿Y qué pasa si a mí fue a quien me pusieron el cuerno? Solamente tú decides si perdonar y volver a confiar o terminar esa relación. No dejes que nadie se meta, no le hagas caso a las personas que te juzgan, porque tú eres la única responsable de construir tu vida.

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Foto: Pixabay

 

Cada historia es única y lo que te funciona a ti no tiene que funcionarle a los demás y viceversa. Pero debes saber que, como toda decisión, hay pros y contras.

Los contras de perdonar una infidelidad son:

  • El proceso para recuperar la confianza en tu pareja será lento e, indudablemente, necesitarán tomar una terapia, es lo mejor que podrían hacer para no caer en círculos viciosos ni en escenarios enfermizos donde abunde la ira, el reproche o la venganza.
  • Vivirás el duelo de una ruptura aunque continúes con tu pareja, porque el corazón se rompe de igual forma al ser traicionado.
  • Vivirás un golpe bajo en tu autoestima y sentirás que fue tu culpa por no ser suficiente. 

¿Hay pros de perdonar una infidelidad? Puede ser que sí, hay personas que sí pueden hacerlo y eso funciona bien para ellas.

 

Foto: Pixabay

 

Al hablar de lo ocurrido, la pareja deberá establecer nuevos acuerdos y nuevos límites, por lo que podría ser una nueva oportunidad de relacionarse. Pero para que esto ocurra ambas partes deben estar convencidas de vivir una segunda temporada en su relación y de que tomar la decisión de continuar es lo que más desean, si no es así, esa historia no terminará bien. 

No hay verdades absolutas en las relaciones de pareja, así que quédate donde seas feliz, donde te sientas respetada, valorada, admirada, acompañada y respaldada. Fluye en relaciones que te permitan ser y crecer. 

Ser feliz y compartir esa felicidad con la persona que amas es, sin duda, el mayor placer de la vida, no te conformes con menos de eso.

 

 

Lo que me enseñó el hombre que me rompió el corazón

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Creo fielmente que estamos hechos de las historias que hemos vivido y las que más nos enseñan son las difíciles, esas que no quisiéramos pasar pero que son necesarias para madurar. Y hoy puedo decir que el resultado de mi historia de amor que terminó en un corazón roto fue construir mi mejor versión. 

Quiero contarte todo lo que me enseñó el hombre que me rompió el corazón… Claro que para ser consciente de dichas enseñanzas y agradecer por ellas, tuve que atravesar un proceso largo, por el duelo del desamor, ese que es puros tragos amargos. 

El hueco que me dejó la traición del hombre que amaba me hizo sentirme perdida, por ello busqué ayuda, un especialista que me ayudó a acompañar ese duro proceso, el cual, en tanatología, es comparado con la muerte de un ser querido. 

Tener el corazón roto no es una figura poética, sino una verdadera afección de salud, tanto física como mental. 

La UNAM explica que el “síndrome del corazón roto es el nombre que se le da a la miocardiopatía por estrés, y ocurre por tensión intensa e inesperada derivada de la pérdida de un familiar o una pena de amor”.

Por eso literalmente sientes que te duele el corazón, no es metafórico. El músculo de este órgano vital se inflama como si tuviera un daño orgánico (arterias tapadas, cardiopatías o afecciones musculares) y causa dolor de pecho, falta de aire, desmayos, taquicardia y sudoración, es decir, síntomas de un infarto.

El síndrome del corazón roto nos impacta principalmente a las mujeres, especialmente a las de edad avanzada, asegura la UNAM.

La buena noticia es que los corazones rotos sí se curan, pero siempre es importante acudir con los especialistas. Les juro que la terapia salva vidas, pero de eso hablamos en otra columna. 

Foto: Nick Fewings by Unsplash

Luego de superar una pérdida tan importante que me dejó esa separación, tuve que reconstruirme. Esto sí es metafórico: sentí que cuando terminé de vivir mi duelo, recogí todos los pedacitos que quedaban de mí para volver a armarme, pero en el camino encontré otros cachitos nuevos, por lo que obtuve una nueva yo y, sin duda, me gusta más la persona que soy ahora. ¿Por qué?

  • Aprendí que primero me amo y luego lo amo. No estoy hablando de egoísmo, solamente de prioridades y ahora sé que yo voy primero antes que mi pareja y eso no es negociable. No puedo darle al otro más que a mí porque no es sano descuidarme y quedarme a deber. Soy mi mejor decisión siempre. 

  • Conocí mis umbrales más grandes de dolor pero con ello supe lo valiente que soy. Tener una red de apoyo me ayudó mucho, pero saber que sola enfrenté momentos tan difíciles y pude, me hace sentir empoderada. 
Foto: Rustam Mussabekov by Unsplash

  • Nunca más tuve miedo de mostrarme frágil y decir: no puedo sola. Tuve un momento en el que me quebré y dejé de hacerme la fuerte y pedí ayuda. Es necesario sacar la basura emocional para que no se pudra dentro de uno mismo. No siempre podemos con todo. 
  • Mesa para uno. Antes de él no sabía estar sola, pasaba de una relación a otra, pero luego de él comencé a hacerlo todo sola y amé esa nueva faceta de mi vida en la que descubrí que soy mi mejor compañía.
  • Aprendí a honrar mis decisiones. Por mucho que lo hubiera amado, él me había lastimado por decisión, por lo que yo tomé la mía y fue irme y no volver. Ser firme me costó muchas lágrimas, pero tenía que darme mi valor y continuar sola. Qué razón tenía Cerati al decir que “poder decir adiós es crecer”.
Foto: Marek Studzinski by Unsplash

  • Aprendí que la soledad te da paz. Esa tranquilidad que encontré después de sanar y darme un tiempo fuera del amor de pareja me ayudó a poder cambiar mis malos paradigmas del amor y poner límites sanos. 
  • Pero principalmente, aprendí que en una vida sí se puede volver a nacer y, por lo tanto, volver a tener múltiples oportunidades.

Durante una entrevista que le hice a la psicóloga y experta en relaciones de pareja Silvia Olmedo sobre su “Botiquín para el corazón roto“, ella me dijo que lo mejor que podemos hacer durante esta etapa es tomar las cosas con calma y enfocar toda nuestra atención en recuperar la solidez emocional, ese es el único objetivo que perseguir. 

Si tú tienes el corazón roto y comenzarás a vivir este duelo, te recomiendo que no te abandones, no te castigues, sé amable contigo y te prometo que un día estarás agradeciendo el lugar en el que la vida te puso. Las cosas siempre pasan por algo y también por algo no pasan.

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