Qué es el ‘síndrome de la impostora’ y cómo identificar si lo tienes

síndrome de la impostora

Los últimos años se ha popularizado el uso del término “síndrome de la impostora”, haciendo referencia al estado psicológico que genera pensamientos recurrentes sobre “no ser suficiente”, hablando especialmente de capacidades laborales y académicas.

¿Crees tener el “síndrome de la impostora”? Te decimos qué es y cómo identificar si lo tienes.

Qué es y cuáles son las causas del “síndrome de la impostora”

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De acuerdo con un informe del National Library of Medicine, el síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que consiste en dudas sobre el intelecto y habilidades, haciendo que quien lo padece constantemente se cuestione si en realidad merece los logros que ha cosechado en el ámbito profesional y laboral.

Estos pensamientos generalmente vienen de la mano con el miedo a que alguien descubra que sus capacidades no son suficientes para las actividades que desempeña y se les exponga como un fraude.

El nombre original es “síndrome del impostor”, término acuñado por Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978, como resultado de una investigación realizada a 150 mujeres que, aunque eran consideradas exitosas en sus respectivos ámbitos, no creían estar a la altura de esos reconocimientos.

Tanto hombres y mujeres están expuestas a enfrentar este problema. Se ha observado que es mucho más recurrente en el género femenino, sin distinción de edad u ocupación. Esto puede deberse al la desigualdad de género que todavía permanece y la falta de referentes femeninos.

Un artículo de Harvard Business Review sugiere que el síndrome de la impostora tiene raíces en las etiquetas impuestas desde la infancia, haciendo alusión a la inteligencia y capacidad de niños y niñas. El portal de la Universidad Internacional de la Rioja agrega que otras posibles causas son las altas expectativas a las que una persona se somete con el fin de satisfacer a alguien más, tener problemas de autoestima, la falta de seguridad y una autoexigencia crítica.

Cómo identificar si padeces episodios de “síndrome de la impostora”

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La Biblioteca Nacional de Medicina explica que las manifestaciones principales del “síndrome de la impostora” son estos.

  • Sentimientos de fraude o insuficiencia.
  • Miedo al éxito.
  • Comparación excesiva con semejantes.
  • Negación a recibir elogios o felicitaciones por un logro.
  • Atención excesiva a críticas.
  • Minimización de cualquier cosa que se haga.

Como consecuencia de estos sentimientos, las personas que lo experimentan se acostumbran a evitar celebrar el éxito y son demasiado severas ante fracasos, por mínimos que parezcan. Asimismo, son propensas a tener problemas por aplazar responsabilidades, se les dificulta delegar funciones o dirigir equipos, detalla una infografía del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.

El síndrome de la impostora puede autodiagnosticarse mediante la exploración de ciertos comportamientos en los entornos laborales y profesionales, aunque en realidad es posible que se extienda a ámbitos familiares y personales.

Sobre el tratamiento, National Library of Medicine recomienda una serie de terapias con enfoque cognitivo-conductual y psicoterapia, combinados con ejercicios de gratitud para ser capaces de reconocer cuando se tiene un logro, por mínimo que sea. También detallan que en algunos casos es posible que se requieran tratamientos farmacológicos, mismo que estrictamente debe ser indicado por especialistas en psiquiatría.

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Qué significa ‘ser el personaje principal’ en tu vida

Qué significa 'ser el personaje principal' en tu vida

Tener una gran confianza en ti misma, querer cumplir tus sueños y, por qué no, ponerte a ti misma en primer lugar, puede hacer que te sientas el personaje principal de tu propia película. ¿A qué nos referimos? Quédate con Nosotras, te platicamos qué significa “ser el personaje principal” en tu vida y cómo empezar a serlo desde ya.

“Romantizar” tu vida (término de TikTok) donde le vemos el lado bueno de cada cosa en nuestra vida diaria, puede hacernos centrarnos en nuestros propios sueños y creer que todo nos puede salir bien. No, no hablamos de positividad tóxica sino de trabajar día con día en buscar nuestro bienestar.

Qué significa “ser el personaje principal” en tu vida

Lo que significa “ser el personaje principal” en tu vida , según la psiquiatra Raquel Martin para el portal USA Today, es cuando las personas se enfocan en ellas mismas y en sus necesidades, en lugar de tratar de complacer a alguien más en todo momento.

Esto está más relacionado hacia el autocuidado y la autopreservación más que hacia el egoísmo de pensar que no hay nadie más que nosotras mismas.

Por lo que, ¡cuidado! Debemos tener en cuenta no cruzar la línea del egoísmo y tratar de tomar en cuenta que hay más personajes en nuestra vida.

Se trata de respetar nuestros límites, ponernos primero y tratarnos de la manera más respetuosa posible, pero eso no significa pasar por encima de los demás, herir y andar por el mundo sin responsabilidad afectiva.

Cómo “ser el personaje principal” en tu vida

Para poner todas nuestras energías en concentrarnos en lo que significa “ser el personaje principal” en tu vida hay varias opciones. En un artículo de Well and Good, dan algunos consejos la psicoterapeuta Meghan Watson y el psicólogo Michael Karson.

En primer lugar, hay que hacer una introspección sobre lo que realmente queremos de la vida. Esto se hace para diseñar un plan más eficaz para trabajar hacia los grandes objetivos.

1. Cuando necesites de un estímulo

Cuando tu autoestima no esté del todo bien o necesitas energía para sentirte suficiente, puedes sentirte como el personaje principal para la fortaleza interior. Esto ocúpalo en veces cuando vayas a una entrevista de trabajo o una cita.

Al igual, puedes usar esta herramienta de lo que significa “ser el personaje principal” en tu vida cuando acabas de pasar por una situación que te hayas sentido invalidada, como un acto de autocuidado.

Como menciona la doctora Watson: escribe un diario desde la perspectiva de qué harías tú si fueras el personaje principal de una película o serie. Esto te hará ver los cambios que necesitas hacer para sentirte mejor.

La especialista recomienda igual pasar un día haciendo cosas que valores y ocupándote de tu cuidado personal como si fueras la persona más importante de tu vida (¡lo eres!).

2. Cuando necesites recordarte tus metas y sueños

Por ejemplo, si no estás en un trabajo que no te hace feliz, ¿qué puedes hacer o cambiar para llegar donde en verdad quisieras estar?

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3. ¡Cuidado!

También tener en cuenta que lo que significa “ser el personaje principal” en tu vida es buscar satisfacción propia, no caer en buscar la valoración de los demás. Por lo que, lo que hagas como autocuidado, házlo sin buscar la validación externa.

Recuerda que tanto tu eres el personaje principal de tu vida, cada quien puede ser el personaje principal de su vida. Por lo que tienes que pensar tus acciones para no lastimar a los demás

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Y a ti, ¿te gusta la sensación de “ser el personaje principal” en tu vida?

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hábitos que te deprimen

Según las definiciones en psicología, la felicidad es un estado de ánimo que brinda bienestar y sensaciones positivas a la vida que llevamos, dándole un “significado” por el cual seguir, sea cual sea la meta que persigamos. No existe una fórmula específica que deba seguirse para alcanzarla, sin embargo, puedes estar repitiendo hábitos que te deprimen, ya sea de forma consciente o inconscientemente.

Estas pequeñas acciones podrían ser responsables de que no alcances a sentirte en total estado de plenitud. Si te has preguntado por qué no eres feliz, estos son 5 hábitos que te impiden ser feliz, según revela un estudio de Harvard.

¿Qué aspectos influyen en la felicidad?

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De acuerdo con información de Psychology Today, la felicidad está influenciada por cuestiones genéticas, circunstancias de la vida, logros, relaciones sociales, estabilidad económica, entre otros. Todos estos aspectos repercuten a diversos niveles, dependiendo de cuál es la prioridad que se le da individualmente a cada uno de ellos.

El portal clínico sugiere que la felicidad no se “encuentra”, sino que se trata de una búsqueda constante de bienestar, con el fin de saciar el propósito para vivir. Lo que implica desprenderse de prácticas y hábitos que deprimen u obstaculizan sentirse en plenitud día con día.

5 hábitos que te deprimen, según Harvard

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1. No procurar tus relaciones personales

Un estudio realizado por Harvard Gazette reveló que las relaciones personales cercanas provocan felicidad en las personas, incluso más que cuestiones relacionadas al dinero o el éxito. La razón por la que se considera como un aspecto indispensable para tener una vida feliz, es que son estos vínculos los que brindan una especie de “protección” ante las dificultades que se presentan.

Este soporte emocional podría influir a tal grado de retrasar el deterioro físico y mental.

2. Vivir sin disfrutar del “aquí y ahora”

El artículo de investigación “Mente errante” de los autores Matthew Killingsworth y Daniel Gilbert, sugiere que estar constantemente divagando sobre el futuro, sin disfrutar del momento, puede dar paso a que se generen sentimientos de infelicidad y frustración por la preocupación de cosas que no es posible descifrar si pasarán.

Para dejar de lado esta práctica que es considerada como uno de los hábitos que te deprimen, lo ideal es procurar centrar la atención en lo que se está viviendo. Gozar de las cosas buenas y personas que nos rodean en el momento.

3. Postergar cuestiones sobre tu salud

Este hábito está plenamente ligado con el bienestar que se menciona en las definiciones de lo que es la felicidad, por lo que priorizar la salud física es igual de importante que la mental y viceversa. El estudio de Harvard retoma al autor George Vaillant, quien menciona que los factores relacionados al ser feliz son: mantener un peso saludable, realizar actividad física y evitar o reducir el consumo de tabaco y alcohol.

Asimismo, además de dejar de lado hábitos que dañen tu salud, se requiere prestar atención a cualquier malestar que se presente.

4. Dedicar todo tu tiempo al trabajo y actividades profesionales

Aunque para muchas personas el éxito laboral y profesional suma a su felicidad, ésta no debe ser la única meta que se persiga ni el motivo prioritario para vivir. Sumado al esfuerzo al que es sometido al cuerpo en jornadas extenuantes de trabajo o estudio, dedicar todo nuestro tiempo a este tipo de actividades va mermando otros ámbitos de la vida, relegando las relaciones personales y la atención a la salud.

“Es fácil aislarse, quedar atrapado en el trabajo y no pensar ‘oh, no he visto a estos amigos en mucho tiempo’. Trato de prestar más atención a mis relaciones que antes”, expresó en las conclusiones Robert Waldinger, director del estudio de Harvard.

5. No dormir lo suficiente

Este es uno de los hábitos que deprimen que cometemos la gran mayoría de las personas desde la juventud. Muchas veces sin detenernos a pensar en cuáles son las implicaciones que tiene la falta de descanso con la constante sensación de “no ser felices”.

También se relaciona con la calidad de vida y el bienestar que se necesita para alcanzar un estado de plenitud. Ya que si se descuida algo tan fundamental como el sueño, en consecuencia podrían presentarse alteraciones en el cerebro y, por ende, dar paso a sentimientos de tristeza, irritabilidad o malestar.

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Cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario

Cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario

De acuerdo con un artículo de la Secretaría de Salud, en México el 25% de las personas en la adolescencia presentan distintos grados de trastornos alimentarios. Es un problema real y grave que afecta el bienestar de millones de jóvenes.

Es muy probable que alguna vez hayas conocido a alguien con uno de estos problemas de salud. Y, aunque cualquier cosa que podamos decir seguramente es con buena intención, con mucha facilidad puede hacer más daño que bien. Por eso hoy te decimos algunas cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario.

Trastornos de conducta alimentaria

La Secretaría de Salud explica que un trastorno de conducta alimentaria (TCA) se presenta cuando una persona no recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida, etcétera. Esto tiene repercusiones en su salud física y mental, de manera que puede poner en riesgo su vida.

Entre los más comunes se encuentra la anorexia, trastorno en el que una persona, en general, come extremadamente poco para no subir de peso. Esto puede ser acompañado por otras conductas como ejercicio excesivo o uso de laxantes.

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Por otro lado, si una persona tiene bulimia, se inducirá el vómito para no subir de peso, esto después de comer en cantidades normales o tener atracones de comida. También existe la compulsión para comer o trastorno por atracón, por mencionar otro ejemplo; aquí, una persona ingiere cantidades de comida excesivas y siente que no puede parar.

La Organización Mundial de la Salud dice que comportamientos alimentarios como los anteriores están de la mano acompañados por una distorsión en la percepción de la imagen corporal, una preocupación excesiva por el peso y por la comida. Si tienes un ser querido con un problema de salud de este tipo, te decimos algunas cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario, ya que podría validar su comportamiento como algo positivo, hacer que la persona se sienta juzgada o invalidar un problema de gran importancia.

Cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario

Foto: Pexels. Masha Raymers

1. “¿Por qué no comes y ya?”

Si tú nunca has sufrido un TCA, es difícil entender lo que pasa por la mente de quien sí lo está padeciendo. No se trata de comer bien y ya, se trata de luchar con todos esos pensamientos que impiden consumir alimentos de forma saludable.

El sitio web Your Tango dice que hacer un comentario como éste menosprecia lo que la persona está pasando y hace que suene como algo una solución fácil, cuando no lo es.

2. “Te veías mejor antes”

Cómo lo dijo la OMS, una persona que tiene TCA presenta una distorsión en la percepción de su imagen corporal; si tú dices esto, resulta un mensaje confuso, no positivo aunque la intención tal vez sea buena. Lo que podría empeorar sus conductas alimentarias y someterse a dietas más estrictas o no comer en lo absoluto, por mencionar posibles efectos.

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3. “Te ves mejor que nunca”

Aunque suene contradictorio con la frase anterior, es prácticamente lo mismo. Los TCA pueden detonarse en parte por comentarios sobre los cuerpos ajenos, por el bullying o burlas hacia el peso. Si tú le dices esto, envías un mensaje de que está “teniendo buenos resultados” al dejar de comer, al vomitar después de comer o a consumir cantidades insanas de comida. El sitio Good Housekeeping explica en un artículo que esto afirma que el comportamiento desordenado de la persona es efectivo y positivo.

4. “No pareciera que tienes un TCA”

Como cualquier problema relacionado con la salud mental, ya sea un TCA, depresión o ansiedad, esto no es algo que tenga que comprobarse a todo aquel que mire al paciente. No tienes que “verte con depresión” o “verte con un TCA”.

El mismo sitio dice que la persona puede interpretarlo de muchas maneras diferentes y la mayoría son negativas. Van desde “¿oh, así que todavía no estoy lo suficientemente delgada?” y “¿crees que parezco con sobrepeso?” hasta “en ese caso, no buscaré ayuda”.

No minimices las enfermedades de otros y no les hagas dudar que las padecen.

NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario
Foto: Pexels. Engin Akyurt

5. “Estás lastimando a tus seres queridos”

Culpar al paciente de lastimar a los que le rodean tampoco va a ayudarle. Probablemente ya sabe que todos a su alrededor están preocupados, por eso no se lo hagas ver. El portal Good Housekeeping dice que culparlos por su enfermedad perpetúa sentimientos vergonzosos y negativos hacia sí mismos.

Sabemos que quieres ayudar a esta persona, por eso debes escucharle activamente, incluirla en actividades para que se sienta acompañada y querida. Trata de tener empatía y ofrécele tu compañía cada que te sea posible.

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Tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar

Tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar

Puede tratarse del clima en tus vacaciones, un vuelo atrasado, el pasado o una situación incierta que no dependerá de ti… Son situaciones que están fuera de nuestro control totalmente pero conocemos bien esa sensación de querer hacer algo al respecto, aunque sabemos que es imposible.

No es raro preocuparse ni está mal procurar que las cosas nos salgan bien, pero llegar al punto donde pensar en algo que no puedes controlar afecta tu vida diaria de manera dramática, ya es un problema en sí mismo. Es por eso que hoy Nosotras te traemos algunos tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar y mejor centrar tu energía en algo que sí puedas hacer.

Tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar

Es verdad que las situaciones que nos preocupan se disparan a veces. Por ejemplo, le pasó a gran parte del mundo en pandemia cuando nuestra ansiedad subía al 100 preocupándonos por cosas que simplemente no podíamos hacer mucho para cambiar. Pero podemos tener esa sensación en varias ocasiones del día a día y no es bueno ni sano tener una vida así.

Estos son los tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar. Recuerda que “la distracción es excelente como defensa de primera línea contra la preocupación”, como comenta Elana Cairo, psicóloga clínica de Nueva York para el portal Well+Good.

1. Sé consciente de que SÍ puedes hacer

Suena obvio, pero hacer esta diferencia de manera consciente puede hacerte sentir mucho mejor. Lo mas importante, comenta el sitio web Country Living, es hacer una introspección de qué podemos controlar y qué realmente no. Ciertos resultados están fuera de nuestras manos y solo podemos hacer las cosas con lo que tenemos.

El mismo sitio recomienda “comenzar a usar un diálogo interno positivo, notando todas las cosas brillantes que haces todos los días, por ti misma y todos los que te rodean”. Hay que hablarnos a nosotras mismas como lo hacemos con un ser querido, esto nos ayudará a tratarnos con preocupación y cariño en lugar de exigir de más y portarnos crueles.

2. No puedes “adivinar” las cosas

Existen muchas situaciones que son literalmente imposibles de cambiar o resolver, como los pensamientos de los demás, el pasado o los escenarios hipotéticos.

Sí se puede procurar que el rumbo del futuro vaya lo mejor posible, pero no puedes cambiar las cosas a tu voluntad; tampoco ganas nada con preocuparte por algo que tal vez no pasará. Es mejor centrarse en lo que podemos hacer hoy para llegar a donde queremos.

Pensar constantemente en escenarios catastróficos puede ser un síntoma de un trastorno de ansiedad. Si es tu caso, considera buscar la ayuda de un especialista.

3. Acepta las cosas

Encontrar paz en saber que no puedes controlar las cosas reduce el miedo, ansiedad y estrés por lo que no se puede cambiar, por lo que es uno de los mejores tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar.

Si no puedes cambiar lo vivido, las situaciones o acciones de los demás, puedes cambiar tus propios pensamientos y el significado que tú le das a los eventos, conclusiones, expectativas y opiniones.

4. No te hagas cargo de los demás

BetterHelp recomienda que es mejor que aceptes que otras personas pueden enfrentar sus propios peligros o consecuencias, pero también pueden enfrentar alegría o entusiasmo por sus acciones. Recuerda que no tienes necesariamente la culpa de ninguno de los resultados de las personas externas.

5. Ejercicios

Lo mejor para dejar de preocuparte por cosas que no puedes control es tener una mente ocupada, por lo que Country Living recomienda participar en actividades que ayuden a mantenerte firme como la meditación, ejercicio o cualquier cosa que te guste, que disfrutes y te ayude a despejar tu mente.

Los ejercicios de respiración pueden ser útiles; son una técnica que ayuda a distraerse de los pensamientos ansiosos. Por ejemplo, puedes hacer lo siguiente. En una posición cómoda, en flor de loto, cierra los ojos con las manos sobre las rodillas. Inhala lentamente, cuenta hasta seis y exhala lo mas lentamente posible. El punto de este ejercicio es concentrarse únicamente en la respiración y en las sensaciones que ésta causa; respira 6 rondas de 6 segundos para tranquilizarte.

Al “volver al presente” regularás tu sistema nervioso y te dará tranquilidad para explorar tus inquietudes en un estado de sobriedad emocional, ayudándote a encontrar soluciones de calidad, menciona el sitio.

Otra opción es investigar acerca de disciplinas asociadas con la espiritualidad, la paz mental y la relajación, como el yoga o el ‘mindfulness’ (la atención plena).

6. Pon límites

Prioriza tu salud mental. El mismo sitio recomienda que si ciertas noticias, aplicaciones, redes sociales, conversaciones o eventos provocan preocupación o ansiedad, considera reducir su consumo.

La acción constante de priorizar tu salud mental implica saber poner límites en todas las relaciones de tu vida: en el trabajo, la familia, los amigos o con tu pareja. Básicamente, hablamos de dibujar líneas que no se deben cruzar para respetar qué es lo que quieres o necesitas en tu vida, con qué cosas puedes lidiar y cuáles no.

Foto: Pexels. Liza Summer

7. Una caja de preocupaciones

Escribir tus pensamientos puede ayudarte a procesarlos y comprenderlos mejor. Puedes hacerlo con un diario que lleve recuento de tus preocupaciones o con este ejercicio que recomienda BetterHelp.

Cuando te des cuenta de que te preocupa una situación que no puedes controlar, anótala en una pequeña hoja de papel. Colócala en una cajita pequeña para no tenerla a la vista todo el tiempo. Una vez con el papelito dentro, comprométete a mantenerla fuera de tu mente. Programa un tiempo para volver a ver y considerar estas situaciones nuevamente más adelante.

Notarás que le darás menos importancia a sus preocupaciones. Y una vez que leas algo que ya no te cause un sentimiento, deséchalo.

8. Asesoría profesional

No tienes por qué lidiar con tu ansiedad sola, la terapia está ahí para mejorar tu vida y darte herramientas que te ayuden a lidiar con las preocupaciones que sueles tener.

Si lo requieres, antes de ir directo con el especialista acércate con un familiar o amigo de confianza que te apoye en tu camino a priorizar tu salud mental.

Y a ti, ¿te ha dado por preocuparte por cosas que no puedes controlar? ¿Tu qué otro tip usas?

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¿Eres una mala amiga? Estos hábitos pueden hacerte parecer una

¿Eres una mala amiga? Estos hábitos pueden hacerte parecer una

Tener amigas es parte esencial de nuestro desarrollo como personas, a cualquier edad. Puedes formar amistades en el trabajo, en la escuela, con tus vecinas o compañeras de gimnasio. Para ser saludables y fortalecer lazos, este tipo de relaciones también necesitan cierto esfuerzo e interés por ambas partes. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si eres una mala amiga?

Lee los siguientes hábitos con atención y pregúntate si alguna vez has sido una mala amiga. Sabemos que no todas las personas son perfectas y que, si has actuado mal, probablemente no ha sido a propósito. Pero es importante que aceptes si has cometido estos errores, así podrás mejorar y arreglar tus relaciones personales.

¿Eres una mala amiga? Estos hábitos pueden hacerte parecer una

Foto: Pexels. Andrea Piacquadio

1. No pones atención cuando hablan

Sabemos que a veces puedes estar distraída o preocupada por algo, pero no poner atención de forma regular a tus amigas es un mal hábito. Preferir estar con tu celular o escuchar sin realmente prestar atención mientras llega tu turno de hablar, es una falta de respeto hacia cualquier persona.

Escucha a tus amigas de manera asertiva y más cuando te están contando un problema o pidiendo un consejo.

2. Tienes mala comunicación

Si cuando tienen peleas o se alejan de ti, asumes que las cosas se arreglarán con el tiempo, debes saber que estás teniendo problemas de comunicación. Hablar demasiado o hablar poco pueden ser indicadores de que algo anda mal con esa relación.

Debes encontrar un equilibrio entre compartir lo que sientes y dejar de asumir que la otra persona sabe lo que tienes. Además de tener la confianza de preguntar qué está pasando. Las amistades no tienen que estar hablando todo el tiempo, pero hay cosas que son necesarias decir para que todo fluya mejor y no haya malentendidos. Recuerda que toda relación se construye.

3. Diriges todo hacia ti

Si tu amiga te está contando una historia que le pasó o algo que la pone triste, no la interrumpas diciendo cosas sobre ti. El portal Bustle cita lo que dice la entrenadora de vida Kali Rogers: “esto demuestra que no estás realmente interesada en lo que tu amiga tiene que decir, estás más interesada en hablar de ti misma”.

De nuevo, tienes que encontrar un equilibrio entre lo que quiere compartir tu amiga y lo que tú puedes aportar. Pero nunca interrumpiendo ni minimizando lo que le pasa a la otra persona.

Foto: Unsplash. Trung Thanh

4. Solo la buscas cuando necesitas ayuda

Seguramente has conocido a alguien que solo aparece cuando está en problemas. ¿Alguna vez has sido tú? Esto es más común de lo que parece. Si tienes amigas que solo frecuentas cuando te pasa algo o necesitas ayuda (que te presten dinero, por ejemplo), significa que solo estás interesada en resolver tus problemas.

No tiene nada de malo tener una red de ayuda, sin embargo, debes ser consciente de que no puedes aprovecharte de la generosidad de los demás y que las amistades deben ser recíprocas.

5. No respetas sus límites

Foto: Pexels. Karolina Grabowska

Si tu amiga tiene ciertos horarios de trabajo, sueño o comida no está bien que la obligues a cambiarlos para estar contigo. Cada persona tiene sus propias reglas y actividades, si conoces algunas de estas, respétalas.

Puede ser en cosas muy sencillas como su estilo de alimentación o la decisión de tomar o no alcohol. Todas tenemos cosas que no nos gusta mencionar o lugares que odiamos visitar. Entiende que no les puede gustar lo mismo todo el tiempo y que “no” es “no”.

Debes ser empática con las situaciones que no le agradan; como amigas, es nuestro deber ser amables y entender sus límites.

Recuerda que todas hemos sido malas amigas alguna vez, pero lo importante es querer mejorar y aceptar nuestras fallas.

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Por qué a tanta gente le dan miedo los payasos

Por qué a tanta gente le dan miedo los payasos

El miedo a los payasos es uno de los más comunes que hay, no solamente en niños. Hay muchísimas personas adultas que no pueden evitar sentirse nerviosas (si no es que totalmente aterradas) ante la presencia de un payaso. Lo cierto es que muchas películas de terror, creepypastas, leyendas, libros o series de televisión han alimentado el miedo a que un payaso atente contra nuestra vida.

Sin embargo, y a pesar de que la figura del payaso está hecha para significar risas y diversión, existe una razón psicológica por la cual les tenemos miedo.

Si quieres saber por qué a tanta gente le dan miedo los payasos, quédate y “todos flotarán”.

Por qué a tanta gente le dan miedo los payasos

Foto: Pexels. Cottonbro Studio

Una pregunta muy interesante, ¿por qué algunas personas le tienen miedo a los payasos? ¿Será por el maquillaje tan peculiar que usan, por las pelucas tan coloridas, los zapatos enormes o porque algunos suelen hacer chistes malos?

Si bien la figura del payaso se remonta desde la Edad Media con los bufones, las representaciones negativas que han tenido los payasos hoy en día se han diversificado en la cultura popular.

Para muestra de eso, uno de los máximos exponentes del terror contemporáneo, Stephen King, con su novela “It” (1986) y sus posteriores adaptación (la miniserie de 1990, y las películas de 2017 y 2019), marcó un antes y un después sobre la percepción sobre de los mismos.

Por otro lado, en la década de 1970, el asesino en serie estadounidense John Wayne Gacy, conocido como “Pogo the Clown”, con su atuendo trajo a la realidad la idea de que un payaso puede hacerte daño; en nuestra época, donde el interés por el ‘true crime’ es enorme, no podemos olvidarnos de esta idea en el imaginario colectivo.

Entonces, ¿por eso les tenemos miedo?

¿Qué dicen los expertos?

Foto: Pexels. Domenico Bandiera

Para la revista Time, el psicólogo Rami Nader menciona que el miedo a los payasos a menudo se deriva del sentimiento de ansiedad no saber qué está pasando en la mente de la persona detrás de una pintura facial muy cargada o una máscara grotesca.

Esa inquietud se debe que “las caras de los payasos están disfrazadas y tienen estas grandes demostraciones artificiales de emoción. Así que tienes un payaso con la cara pintada y una gran sonrisa, pero realmente no sabes lo que realmente está sintiendo”, dice el experto.

Por otro lado Frank T. McAndrew, profesor de psicología en Knox College, dijo a Time que los payasos tienen un largo historial de ser vistos como sospechosos. “Algunos de los primeros payasos eran los bufones de la corte que se burlaban de los reyes y hacían sentir incómodas a las personas en lugares altos”. Es decir, exite cierto recelo hacia ellos desde siempre.

El origen del miedo

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Desde una perspectiva psicológica, el miedo a los payasos es mejor conocido como coulrofobia.

Un cuestionario psicométrico titulado “Fear of Clowns Questionnaire” y publicado por la revista Scientific American, buscó descubrir las razones por las que las personas se asustan con los payasos y comprender la psicología detrás de esto. También quiso explorar qué tan común es el miedo a los payasos en los adultos y observar la gravedad del miedo.

El “Fear of Clowns Questionnaire” publicado en la revista internacional de salud mental realizado en 2022 se aplicó a 987 personas de diversos países y de entre 18 y 77 años; más de la mitad de los encuestados (53.5 %) dijeron que tenían miedo de los payasos al menos hasta cierto punto, y el 5% dijo que les tenían “extremo miedo”.

De ahí el cuestionario buscó explorar el origen del miedo y para ello se entregó un cuestionario de seguimiento al 53.5% que había informado al menos algún grado de miedo a los payasos.

Se dio como resultado que el origen de este miedo se relaciona con ocho posibles explicaciones.

  • Una sensación espeluznante o inquietante debido a que maquillaje hace parecer que no son del todo humanos.
  • Los rasgos faciales exagerados de los payasos transmiten una sensación directa de amenaza.
  • El maquillaje de payaso oculta señales emocionales y crea incertidumbre.
  • El color del maquillaje de payaso, a menudo rojo, nos recuerda la muerte, infección o herida de sangre, y evoca repugnancia o evitación.
  • El comportamiento impredecible de los payasos nos incomoda.
  • El miedo a los payasos se ha aprendido de los miembros de la familia.
  • Representaciones negativas de los payasos en la cultura popular.
  • Una experiencia aterradora con un payaso.

Y tú ¿le tienes miedo a los payasos? ¿Por qué?

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Tips para dejar de disculparte por todo, hasta lo que no debes

disculparte

Es muy importante saber cuándo y cómo disculparte; nadie es perfecto y asumir cuando cometemos un error puede ser clave para cuidar nuestras relaciones interpersonales.

Sin embargo, algunas personas tendemos a disculparnos de más, por todo y hasta por lo que no hacemos. Consciente o inconscientemente, esta acción puede ser signo de algo más, como inseguridad o un trastorno de ansiedad.

Por eso hoy te decimos algunos tips para que dejar de disculparte por todo, hasta por lo que no debes.

¿Por qué nos disculpamos tanto?

De acuerdo con el portal CNBC, decir “lo siento” incluso cuando no tienes la culpa, puede ser una reacción automática.

Aunque hacerlo se considere como algo “normal” o de alguien “muy educado”, la terapeuta Jocelyn Hamsher explicó para el portal PsychCentral que disculparse en exceso puede ser por las siguientes razones.

  • Culpas falsas. Cuando te sientes responsable de algo de lo que realmente NO eres responsable.
  • Cargo de culpa. Cuando te sientes culpable por el comportamiento de otras personas que NO se siente culpable.
  • Complacer a la gente. Cuando lo haces por querer la aprobación de los demás en todo momento.
  • Autoestima baja. Cuando sientes que no eres digna de tiempo, espacio o atención.

Por otro lado, de acuerdo con PsychCentral, disculparse demasiado podría estar relacionado con condiciones de salud mental como la depresión y diversos trastornos de ansiedad.

Pero también puede ser una acción resultado de una crianza estricta y que puso en alto valor llevarse bien con todos, formando así un hábito muy difícil de romper.

En ocasiones es una respuesta a un trauma ya que, de acuerdo con la psicóloga clínica Cynthia King, puedes sentir la necesidad de disculparte para tratar de mantener la paz y así vivir menos violencia.

Está bien pedir perdón, pero no olvides que a veces hay cosas que no podemos controlar y está bien; las personas que te aman sabrán entenderte, apoyarte y amarte. Además, no debes disculparte de las cosas que no están bajo tu control, pues tú no eres responsable de administrar las emociones de los demás.

Tips para dejar de disculparte por todo

Foto: Pexels. Cup of Couple

Estos son algunos consejos para dejar de disculparte por todo.

1. Identifica cuándo disculparte

Si no pudiste controlar la situación o fue un error trivial y honesto, no hay necesidad de disculparse. Pero si realmente tuviste la culpa, reconócelo. Admitir que te equivocas nunca es fácil, pero puede fortalecer tus relaciones y demostrar que tienes inteligencia emocional, explica el portal CNBC.

2. El poder del “NO”

Decir “no” puede ser un tanto incómodo, pero también es una forma muy efectiva de protegerte y dejar de disculparte por todo. Por ejemplo, si no vas a llegar a algún lado porque hiciste planes antes, solo di: “¡No podre ir, tal vez la próxima vez!”. Recuerda, siempre sé transparente.

3. Evita las palabras “lo siento” o “perdón”

Hay ocasiones en que esta palabra te puede ayudar a sustituir una disculpa. En lugar de decir “lo siento” di “gracias”. Por ejemplo, en vez de decir “lo siento, no puedo ir”, di “gracias por invitarme, pero no puedo ir”.

Las siguientes frases, que presenta el portal Fast Company, no son un manual a seguir, sino solo ideas que en caso de necesitarlas, puedes aplicar para no disculparte como tal.

  • Cuando no puedes controlar la situacion y el tiempo no ayuda, puedes decir: “sé que tuve que cancelar/retrasar esto varias veces. Gracias por entender.”
  • Si algo sale mal en tu trabajo intenta con esto: “El proyecto tomó más tiempo de lo que esperaba. Te lo tendré mañana a primera hora”. Estás mostrando consideración y empatía, pero también expones un problema que no está en tu control.
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4. Siempre piénsalo dos veces

A veces ni dejamos que los demás terminen de decir algo cuando ya soltamos el primer “lo siento”; aprendamos a escuchar y sobre todo a pensar en el contexto. Antes de disculparte, piensa “¿hice algo malo”; si sí, entonces vuelve a preguntarte qué tan grande fue el error y si de verdad amerita la disculpa.

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5. Es momento de avanzar

En caso de que tus disculpas compulsivas sean por parte de una experiencia traumática, considera acudir a terapia para que un especialista te ayude a encontrar las herramientas para dejarla atrás.

Todo es un proceso y puede llevar tiempo dejar de disculparte por todo.

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Los arrepentimientos más comunes que la gente tiene al ser mayor

Los arrepentimientos más comunes que la gente tiene al ser mayor

“Debí hacer esto”, “debí no haber hecho aquello”. Al ver en retrospectiva lo que hemos vivido y lo que nos ha pasado, muchas veces hemos querido viajar al pasado a cambiar algo. Lamentablemente eso es imposible, lo mejor que podemos hacer es aprender de nuestros errores y tomar lo mejor de cada camino que elegimos.

De manera inevitable, todas las personas tendremos nuestros arrepentimientos en algún momento de nuestra vida. Dicen que nadie experimenta en cabeza ajena, pero, ¿y si le preguntáramos a las personas mayores sobre qué nos aconsejarían cambiar? ¿De verdad podríamos cambiar algo?

Karl Pillemer, gerontólogo de la Universidad de Cornell, realizó un estudio donde se realizó una entrevista a 1,500 personas mayores de 65 años sobre sus elecciones de vida. El objetivo era conocer los arrepentimientos más comunes que la gente tiene al ser mayor.

¿Quieres saber cuáles eran?

Los arrepentimientos más comunes que la gente tiene al ser mayor

Envejecer es inevitable y todas las decisiones que tomamos nos forjan como personas, sean buenas o malas decisiones. Pero hay ciertas oportunidades que la gente al ser mayor desearía haber tomado o dejado. Según lo que recopila el portal Today, estas fueron algunas de las respuestas más comunes.

  • No resolver problemas familiares. En su mayoría desearían pedir perdón o intentar comunicarse con algún ser querido con el que por algún disgusto separaron caminos; buscarían reconciliarse y recuperar el tiempo perdido.
  • Posponer decir cómo se sienten. Disculparse, expresar gratitud o algún sentimiento que nos genere otra persona es uno de los arrepentimientos más comunes de la gente tiene.
  • Haber viajado más. Aplazar grandes metas y sueños, tanto personales y profesionales, para “mejores tiempos” es algo que a muchísimas personas nos pasa.
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De igual manera, el sitio web MindBodyGreen recopiló un estudio realizado por la trabajadora social Grace Bluerock, donde los resultados son parecidos.

  • No cuidar su cuerpo. Poner atención a su salud desde temprana edad les pudo haber evitado enfermedades o dolencias que les da limitaciones actualmente. Tomarse un tiempo para dar un paseo por la naturaleza, tomar un descanso, comer mejor, etc.
  • No haber pasado tanto tiempo trabajando. A pesar de que muchos expresaron que les hubiera gustado un trabajo que fuera acorde a sus gustos y pasiones, muchos pasaron trabajando jornadas largas, por lo que quisieran no haberse perdido de momentos importantes.
  • Desearían haber tomado más riesgos. El miedo al fracaso y la comodidad de la rutina los llevó a la monotonía de la vida y no haber podido experimentar la vida es uno de los arrepentimientos más comunes.

Qué hacer para no tener arrepentimientos al ser mayor

En ambos estudios, las historias de vida eran únicas pero había una constante en los arrepentimientos más comunes que la gente tiene al ser mayor. Ante estos, lo que recomiendan varios autores es tomarse el tiempo necesario para saber tomar sabias decisiones, pues cada una tiene repercusiones.

Igualmente para no tener alguno de los arrepentimientos más comunes que la gente tiene al ser mayor, no quedarse con los pensamientos ni sentimientos guardados, ser honestas con nosotras mismas.

No es tarde para hacer cambios en nuestra vida y existir de manera tan plena como puedas.

Y tú, ¿vives bien para no tener arrepentimientos? ¡Te leemos en redes!

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Señales de que tienes problemas de codependencia

Señales de que tienes problemas de codependencia

Que te cueste mucho desapegarte de situaciones y ciertas personas, que tengas un miedo enorme de perder a alguien especial o que evites a toda costa querer pasar un momento sin “ese algo”, pueden ser algunas de las señales de que tienes problemas de codependencia. Quédate con Nosotras para saber en qué consiste este problema, cuáles son los riesgo y los signos a los que debes poner atención.

Muchas veces se relaciona la dependencia con el uso de sustancias y la necesidad de conseguir a cualquier forma lo que “nos hace sentir bien”, pero no solo aplica en esos casos. La codependencia también es elevar más las necesidades de los demás antes que las tuyas con tal de no perder un vínculo que te hace sentir bien y que parece “necesario” en tu vida; aunque se da más en relaciones en pareja, cualquier vínculo que tengas puede sufrir este problema.

Qué es la codependencia

La dependencia se puede dar en las relaciones de pareja, familiares y de amistad, no solo en el uso de sustancias.

Si hablamos en una relación, según PsychCentral, la codependencia es una forma de comportarse en las relaciones en las que pones en prioridad a alguien antes que a ti y modificas tu estado de ánimo en función de cómo se comportan.

La terapeuta Vicki Botnick dijo para el portal PsychCentral que la codependencia a menudo implica olvidar “dónde terminas tú y comienza la otra persona”.

Este problema de codependencia puede hacer que pases la mayoría del tiempo concentrándote en brindar apoyo a las personas que quieras olvidándote de ti. Muchas veces siendo imposible seguir el paso o desgastándote.

En estos casos, tener rasgos de codependencia implica perseguir cierto control sobre otra persona, intentando resolver sus problemas o buscando soluciones que no te pidieron.

Señales de que tienes problemas de codependencia

“En una relación codependiente, generalmente hay una persona que es más pasiva y no puede tomar decisiones por sí misma, y ​​una personalidad más dominante que obtiene alguna recompensa y satisfacción al controlar a la otra persona y tomar decisiones sobre cómo vivirá”, menciona el doctor Jonathan Becker, psiquiatra de la Universidad de Vanderbilt para PsychCentral.

Foto: Pexels. Mart Production

De las principales señales de tener un problemas de codependencia incluyen el cuidado excesivo, control y preocupación por personas de manera que se pone en pausa tu vida o querer supervisar cosas que están fuera de nuestro control.

A pesar de que no está catalogado como un problema de salud mental, si tiene algunas señales sobre las que hay un concenso, según los sitios web EverydayHealth y PsychCentral.

Estas son algunas señales de que podrías estar en una relación codependiente o podrías terminar en una, pero NO son un diagnóstico; si te identificas con lo siguiente, lo más recomendable es acudir a terapia para que un especialista te ayude a gestionar este problema.

  • Tendencia a disculparse o asumir culpas para mantener la paz con alguien.
  • Falta de confianza en una misma.
  • El estado de ánimo depende de las otras personas.
  • Sentido exagerado de responsabilidad por las acciones de los demás.
  • Temor al abandono.
  • Sentir que no hay un propósito más que ayudar a los demás.
  • Minimizar los deseos propios.
  • Idealizar a otra persona (pareja, familiares, amigos) al tal punto de estar insatisfecha.
  • Tomar decisiones por otros para “manejar” a las personas con las que una se relaciona.
  • Buscar la aprobación de los demás a costa de los límites propios. Por ejemplo, si en el trabajo aceptas más trabajo del que te corresponde y del que puedes manejar para que tu jefe o compañeros te den elogios o cariño.
  • Culpa o ansiedad al hacer algo por y para ti misma.

Las consecuencias de la codependencia

Ten cuidado en estas señales, pues la codependencia puede llevar a las relaciones abusivas.

Para el sitio PsychCentral, tener este tipo de relaciones puede eventualmente desconectarte de tus propias necesidades y deseos, promueve dinámicas de relaciones poco saludables y afectan la autoestima.

Y tú, ¿Conocías algo de esto?¡Te leemos en redes!

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NO deberías hablar mal de otros, por esta extraña razón

NO deberías hablar mal de otros por esta extraña razón

Está bien, lo aceptamos. Más de una vez hemos hablado de alguien a sus espaldas, y no precisamente halagos. ¡Que levante la mano quien no lo haya hecho alguna vez! Y sí, aunque sepas que no está del todo bien ni ganas nada con hacerlo, Nosotras te damos más motivos por las cuales dejar de criticar y saber que NO deberías hablar mal de otros, por esta extraña razón.

Ya sea en contextos personales o profesionales, es a veces inevitable hablar de amigos, familiares o conocidos, pero puede que ciertos rasgos que describes de los demás hablen más de ti que de ellos. Y no nos referimos solamente a que hablar mal te puede delatar como una persona negativa o poco confiable.

NO deberías hablar mal de otros, por esta extraña razón

Hablar mal de las personas puede generar que quien está escuchándote criticar, de manera consciente o inconsciente, te atribuya las mismas características que estás criticando. Esto sería por pura asociación y solamente te haría quedar mal a ti, no precisamente a la persona de quien estás hablando mal.

A este fenómeno se le llama transferencia de rasgos y fue descrito por el doctor John J. Skowronski como un proceso mediante el cual se nos atribuyen los mismos rasgos que describimos en otras personas y que persisten en el tiempo.

Aunque no haya “bases lógicas” para hacer inferencias, explica el autor, la transferencia espontánea de rasgos refleja procesos asociativos simples del cerebro, siendo producto de asociaciones entre la persona y las críticas que realiza.

Esto quiere decir que, aunque pienses que tú no posees las características negativas que criticas al hablar mal de otros, por esta extraña razón quienes escuchan lo que dices terminan asociándote con esas características sin tener un sentido razonable. “Lo que te choca te checa”, ¿no?

Foto: Pixabay

Igualmente, según Psychology Today, en el estudio descubrieron que estas transferencias se infieren cuando nos enteramos de algo que hizo otra persona, pues asociamos acción con aptitud. Por lo que para saber cómo inferir rasgos sobre otros, se debe ver el resultado de su comportamiento al decir las cosas.

Pero no todo es malo: como menciona el diario La Nación, esto también sucede con los aspectos positivos que oímos. Si mencionas puras cosas buenas de alguien de manera auténtica, quien escucha puede transferir inmediatamente esas cualidades a tu persona.

Por esta extraña razón, es que trata de no hablar mal de otros y recibirás a cambio puras buenas opiniones de ti, que reflejarán cómo eres en verdad.

¿Qué te pareció esta teoría? ¡Te leemos en redes sociales!

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¿Existe el ’embarazo psicológico’? Esto debes saber

¿Existe el 'embarazo psicológico'?

Los síntomas del embarazo son tan únicos que puede costar creer que se trate de algo completamente diferente. ¿Cómo podrías estar equivocada, si todos los síntomas están ahí? Parece increíble pero puede que una persona no esté esperando a un bebé a pesar de que todo apunte a que sí. ¿Existe el “embarazo psicológico”? Esto debes saber.

Esta condición no solo puede llegar a las mujeres que desean tener un bebé, son varias razones que pueden causar el “embarazo psicológico” en cualquier persona gestante y se relaciona con la salud mental. ¡Sigue leyendo!

¿Existe el “embarazo psicológico”?

Cuando una persona cree que está embarazada tiene un nombre clínico: pseudociesis. Es una afección fuera de lo común y puede estar derivada de factores psicológicos y hormonales. Comúnmente también se le dice embarazo fantasma.

No es algo que se quede en tener un atraso en el periodo menstrual y antojos de más, sino este síndrome va más allá. De acuerdo con el sitio WebMD, las personas con pseudociesis tienen muchos, si no todos, los síntomas del embarazo, con la excepción de tener un feto real.

Según la BBC, la pseudociesis llega en pacientes emocionalmente vulnerables, y puede llegar a ocurrir en mujeres que desean mucho estar embarazadas o incluso a las que tienen miedo de estarlo.

De hecho para estas últimas, como dice WebMD, hay algunos estudios que apuntan a la falta de educación sexual, al abuso sexual infantil o los problemas de pareja como razones que causan un falso embarazo en personas que no lo buscan. Por lo que el cuerpo se engaña a sí mismo y se modifica para prepararse ante la llegada de un feto al vientre.

Foto: Pexels. Sora Shimazaki

Según varios medios, no se tiene una causa precisa de la condición pero, como dice WebMD, se sospecha de factores psicológicos en personas con un alto deseo de quedar embarazada y que tras factores como infertilidad o abortos repetidos, el cerebro malinterpreta señales y libera las hormonas que hacen que el cuerpo pueda producir algunos signos de embarazo.

También se relaciona con el duelo tras la pérdida de un hijo, el miedo extremo de quedar embarazada, un trauma emocional o la depresión. Por otro lado, se creen que procesos hormonales como la menopausia también tienen qué ver.

Cuáles son los síntomas

Este síndrome es peligroso ya que la única diferencia notable es que no hay feto, por lo que es hasta que se hace un ultrasonido confirmando la situación; muchas veces, ni eso ayuda a aliviar la sensación de que existe el “embarazo psicológico”. Puede significar un impacto muy grande conocer esta realidad y se necesita recibir ayuda especializada para procurar la salud mental.

De los principales síntomas de la pseudociesis, según Cleveland Clinic, son los siguientes. Sensibilidad mamaria.

  • Abdomen agrandado.
  • Periodo menstrual perdido .
  • Aumento de peso.
  • Náuseas.
  • Antojos o rechazo a la comida.
  • Falsas contracciones de parto.

Existe el “embarazo psicológico” o pseudociensis, aunque no hay manera de prevenir el síndrome. Es muy diferente a “fingir” un embarazo o tener delirios de embarazo por algún problema de salud mental.

Como lo menciona el ginecólogo Caerlos Moraes para la BBC, a las personas que presentan el síndrome “les cuesta mucho creer que no están embarazadas. Cuando mostramos los exámenes que definen que ese embarazo no existe, la paciente no lo cree y cree que los exámenes están mal”.

Por lo que el tratamiento de la pseudociensis es de la mano con un ginecólogo, psicólogo y psiquiatra para averiguar y trabajar la causa el síndrome.

Y tú, ¿sabías que este término existía? ¡Cuéntanos en redes sociales!

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Por qué NO debes obligar a tus hijos a saludar de abrazo y beso

Por qué NO debes obligar a tus hijos a saludar de abrazo y beso

Seguramente al menos una vez cuando eras niña te obligaron a saludar afectuosamente a miembros de tu familia, sin importar qué tanto conocías a la persona en cuestión. Para muchos padres era una manera de enseñar reglas de cortesía, respeto y educación. Sin embargo, es posible que este tipo de reglas terminen haciendo mayor mal que bien.

Aunque sea alguien de confianza, decir un “ven y saluda” dirigido a nuestros hijos nos pone en una posición difícil: entre cuidar la autonomía del pequeño o ganarte un conflicto. Nosotras te decimos por qué NO debes obligar a tus hijos a saludar de abrazo y beso.

Seguro has pasado por esta situación, por no querer parecer grosera o que tu crianza de alguna manera quede en entredicho; es posible que hayas normalizado hacer que tu hijo o hija muestren afecto a alguna persona, sin darte cuenta de que esto puede darle el mensaje incorrecto a las infancias.

Por qué NO debes obligar a tus hijos a saludar de abrazo y beso

Foto: iStock

Es importante que tus hijos sean capaces de decidir lo que pasa en su cuerpo, incluso con personas “de confianza”. No significa que la otra persona necesariamente represente una amenaza, pero el niño o niña debe tener la decisión de querer abrazar o no a alguien más.

Mucha gente cercana a tus hijos no verá su cercanía como “algo malo” pero puedes estar enviándole a tu hijo un mensaje incorrecto de que él/ella no tiene control sobre su propio cuerpo o que la comodidad de otra persona está por encima de la suya. Debes educar sobre el consentimiento desde edad temprana.

De acuerdo con Verywell Family, obligar a tus hijos a saludar de abrazo y beso puede hacer que lo relacionen con otras instrucciones a las que acceden por no recibir una consecuencia negativa. Por ejemplo, la frase “recoge tus juguetes” puede implicar que, si no obedecen, puede haber una consecuencia negativa. Lo mismo puede pasar con “dar abrazos y besos” pues si ellos no lo quieren hacer, aceptarán hacerlo con cualquier persona con tal de no tener un castigo.

Esto último pone en un gran peligro a tus hijos, pues si ellos tienen esta idea del castigo por no obedecer una muestra de afecto con contacto físico, quedan expuestos ante las malas intenciones de una persona cuando tú no estés presente (por ejemplo, en la escuela).

Que únicamente haga esto con los abuelos, tíos o primos y no con extraños no los exenta de estar en peligro, pues la mayoría de los abusos ocurren con personas conocidas.

Foto:Pexels. Ketut Subiyanto

¿Qué hacer para no obligar a tus hijos?

Es indispensable enseñarles a los niños y niñas los principios de autonomía y consentimiento en todo momento y con todas las personas. HuffPost menciona que “se trata de enseñar a los niños a respetar sus instintos, a esperar que las personas respeten sus límites y digan ‘no’ cuando alguien los hace sentir físicamente inseguros”.

1. Evitemos el “si no lo haces es porque no me quieres”

El cariño no se mide con muestras físicas de afecto y menos de un menor. Tu trabajo y responsabilidad son tus hijos, no las emociones de los adultos. Prefiere su seguridad y decisiones apoyándolos y escuchándolos cuando no quieran acercarse a una persona, evitando que le echen la culpa al niño por NO obligar a tus hijos a saludar de abrazo y beso.

2. Cambia el momento

Es mejor tener frases que evadan el saludo como “¿No quieres saludar ahora? Lo haremos después” o un “¿Qué otra cosa puedes hacer? Dar la mano, chocar los cinco…” Dejando en claro que estás respaldando la decisión de tu menor y mostrar alternativas.

3. Preparar a tu hijo

Que los niños no saluden de la manera convencional no los hace más “groseros” o “maleducados”; puedes hablar con ellos antes del encuentro sobre con qué personas estarán, si quieren o en qué momentos quieren mostrar su afecto.

Igual, puedes aplicar el consentimiento aquí, preguntándole directamente al niño si quiere o no saludar de abrazo y beso a una persona, y no obligar a que haga lo contrario a su respuesta

4. Deje en claro que los besos y abrazos no se dan a cambio de algo

“Ya te compré un regalo, ya me vas a dar un abrazo”. “No te daré un dulce si no me das un beso”. ¿Has oído estas frases? El sitio Verywell Family recomienda enseñar a un hijo que “estás a cargo de tu cuerpo y de quién lo toca”. Por lo que hablar con los niños de no permitir algún chantaje a cambio de contacto físico los puede salvar de caer en manos de algún depredador.

Saludar y despedirse es una norma social aprendida por la cultura. Sin embargo, podemos enseñar a los niños a hacerlo de la manera en la que se sientan seguros y cómodos. Puede que sea una batalla, pero igual se puede preparar a la familia o conocidos sobre las decisiones de tus hijos y el por qué NO debes obligar a tus hijos a saludar de abrazo y beso. Con el paso del tiempo, aceptarán que los saludos de manos son más que suficientes.

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Tal vez no deberías escuchar música en la ducha, por esta razón

música

Al momento de meternos a bañar, muchas personas tienden a escuchar música y sacar sus dotes de cantante. ¿Quién no lo ha hecho? Todas en algún momento hemos preparado nuestra playlist para la ducha, pero, ¿es buena idea hacerlo?

Nosotras responderemos esa duda y te diremos la razón por la que tal vez no deberías escuchar música en la ducha.

¿Es buena idea escuchar música en la ducha?

Foto: Pexels. Yan Krukau

De acuerdo con el portal MindBodyGreen, la académica especializada en estudio de la felicidad Gretchen Rubin aconseja eliminar cualquier estimulación mental en la ducha. O sea, sin música, ni podcasts, ni nada.

Ya que esto podría estar afectando tu creatividad, dado que el aburrimiento engendra creatividad; al bañarte, siempre y cuando no escuches música, comenzarás a divagar y poner tu mente a trabajar.

La ducha es uno de los pocos momentos que tenemos las personas para poder relajarnos y escaparnos del estrés diario. Al hacerlo es posible que liberemos dopamina, lo que permite dejar tensión atrás y de cierta forma aumentar la creatividad.

Pero, por muy bizarro que suene, toda esta teoría está respaldada por un estudio.

SIN música a la hora de la ducha, según un estudio

Foto: Pexels. Yaroslav Shuraev

De acuerdo con el portal MindBodyGreen, un estudio pidió a varios participantes copiar números de teléfono de un directorio durante 15 minutos para estimular el aburrimiento. Luego se les pidió que pensaran en diferentes usos para un par de tazas, lo cual les daría la oportunidad de mostrar su creatividad. Esto resultó en ideas significativamente más creativas.

Por lo que los investigadores teorizaron que soñar despiertos durante una tarea pasiva y aburrida, conduce a una mayor creatividad. De ahí que Rubin recomiende ampliamente no escuchar música a la hora de la ducha para que nuestra mente divague.

Agregando que cuando se está aburrida, pueden llegar las grandes ideas porque el cerebro está abierto y tratando de entretenerse.

Pero hay excepciones

Sin embargo, si escuchar música o un podcast te ayuda a relajarte, entonces está bien. Finalmente se trata de un momento íntimo, solo para ti. Si te ayuda a mantenerte concentrada, entonces opta por otros momentos para así poder estimular tu creatividad, como puede ser una caminata silenciosa o ir a un museo de arte donde puedas divagar.

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‘Resiliencia tóxica’, cuando pones el trabajo por encima de ti

resiliencia tóxica

Considerarte una persona comprometida, responsable y proactiva está bien, además de trabajar en esas cualidades. Sin embargo, exigirte demasiado en tu área laboral, dar más de lo normal y poner en prioridad tu trabajo por encima de tu salud mental o física, podría ser una señal que te encuentras desarrollando la “resiliencia tóxica“.

Es decir, crees que puedes soportar más de lo que debes; pero no, recuerda que para hacer las cosas bien, la primera persona que debe estar en equilibrio adecuado eres tú.

A continuación te mostramos qué es la resiliencia tóxica.

Resiliencia tóxica, cuando pones el trabajo por encima de ti

Para comprender qué es la resiliencia tóxica, un ejemplo sería un día en que tienes un problema de salud y realmente no te sientes bien, pero aun así te levantas de la cama, te duchas y vas al trabajo; sabes que te sientes muy mal pero sigues dando lo mejor y hasta más de ti, pensando que “debes” aguantar. Otro caso podría ser quedarte hasta horas más tarde y hacer de eso una costumbre sin recibir nada a cambio.

En primera instancia debemos descifrar qué es la “resiliencia”. De acuerdo con información de Harvard Business Review, se define como la capacidad psicólogica para adaptarse a circunstancias estresantes o recuperarse de eventos adversos. Esto se puede llevar a distintos ámbitos como el trabajo; se convierte en algo peligroso cuando estás resistiendo cosas que no deberías solo por dar lo “mejor de ti” en el trabajo.

De acuerdo con un estudio, el ser humano puede adaptarse a diferentes circunstancias, pero si se explotan las competencias adaptativas se pueden volver desadaptativas, si llegan al extremo. Una de esas características de la resiliencia tóxica es tener metas no alcanzables a corto plazo.

Así como lo informa HR Magazine, algunas de las personas que desarrollan este tipo de resiliencia quieren llegar a ser o son líderes por naturaleza, pero este síntoma se arraiga cuando le quitan prioridad a sus necesidades de la vida por el bien del trabajo, lo único que se encuentran logrando es desgastarse lentamente.

Foto: Pexels. Mikhail Nilov

A continuación te damos algunas señales de que te encuentras en resiliencia tóxica.

1. Metas inalcanzables

Así como lo informa el mismo portal, las personas constantemente tenemos una meta, pero ponerte metas inalcanzables solo podría comenzar a perjudicarte. Ejemplo, acabas de terminar alguna carrera en ingeniería o ciencia, pero tú esperas entrar a una compañía internacional en el mismo año y, al año siguiente, alcanzar un puesto directivo. No, no quiere decir que no lo puedas lograr, que debas conformarte o que el esfuerzo mínimo sea tu ley, sin embargo es mejor que te establezcas metas a corto plazo.

Algunas revisiones científicas sugieren que muchas personas desgastan una enorme cantidad de tiempo persiguiendo objetivos “poco realistas”, por lo cual se desarrolla el “síndrome de falsa esperanza”, el cual te permite seguir, pero realmente no tiene un fin.

2. Estado de inexistencia

En algún momento cuando la resiliencia tóxica solo permanece, llega el estancamiento, así como lo informa el portal Psychology Today; las expectativas de “cómo deberían de ser las cosas”, pueden cerrarte el panorama para ver más soluciones o si hay más opciones ante un problema que se te presente.

La aceptación de la realidad puede ayudarte a que tu mente y cuerpo se adapten.

Foto: Unsplash. Kinga Howard

3. “El complejo del héroe”

¿Te ha pasado que piensas que la única persona que tiene la solución eres tú? Pues mucho ojo, porque podría ser una señal. Esto sucede cuando las personas o líderes, se ven a sí mismos como los”únicos que tienen la solución” ante los problemas de la empresa o lugar laboral, creen que ellos son las únicas personas que tienen la respuesta.

Un ejemplo sería que constantemente te repites “si hay un problema, me buscan a mí”, “soy la única que lo hace bien”, “si no lo hago yo, nadie más lo hará”, “no entiendo como pueden ser así”, entre muchas otras frases.

4. Demasiada tolerancia

Demasiado de esta resiliencia tóxica, podría desencadenar también demasiada tolerancia ante malas acciones o la adversidad. Esto podría conllevar “resistir” trabajos aburridos, desmoralizantes o malos jefes.

De acuerdo con cifras de Harvard Business Review, el 75% de personas tan solo en Estados Unidos consideran que la peor parte de su trabajo es lidiar con su gerente directo.

Este tipo de acciones y que las personas solo “toleran” los malos tratos o malas convivencias, solo crea que el sistema siga de la misma manera, pero el portal considera que si fueran “menos resistentes” posiblemente habría un cambio.

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5. Crítica interna destructiva

Basado en información de HR Magazine, este tipo de crítica aparece constantemente ya que te reprochas cosas que pudiste “hacer mejor”, pero la situación no salió como lo esperabas. Esto solo provocará que te desvalorices, presiones y afectes a tu salud mental.

Implementar frases como “tengo que hacerlo excelente, quedarme corta no es una opción”, “tengo que ser la mejor”, “si no lo hago bien, soy un fracaso”, es un ejemplo de esto.

6. La resiliencia tóxica afecta a más personas de tu trabajo

Un lugar de trabajo debe tener buen ambiente laboral, pero si uno de los miembros o jefes se encuentra con este tipo de resiliencia, lo único que logrará es que todo el equipo se contamine. Porque algunas personas podrían comenzar a compararse, “si ella resiste, yo también lo haré” y sería un efecto dominó.

Muchos empleados podrían comenzar a sentirse frustrados y cansados, debido a que su eficiencia de productividad solo determinó estándares más elevados, lo que se afectará el rendimiento a largo plazo, así como lo informa Psychology Today.

Foto: Unsplash. Jason Goodman

7. Mentalidad de “recta final”

Es tener un desafío, “aguantarlo” hasta que llegue otro y trabajar así de manera sucesiva, por lo que podría comenzar a dejar residuos emocionales o psicológicos en ti, así como lo informa HR Magazine.

¿Te ha pasado alguna señal de “resiliencia tóxica”?

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Qué significa ser una persona asertiva y cómo puedes serlo

Qué significa ser una persona asertiva y cómo puedes serlo

¿Reprimes tus ideas por miedo a hacer enojar o incomodar a la otra persona? ¿Te sientes insegura al expresarte? O, ¿te resulta difícil decir que no? Bueno, estas situaciones o algunas parecidas nos han pasado a todas y seguramente continuarán ocurriendo a menos que trabajemos en establecer límites para Nosotras mismas. Para ello está la asertividad.

La Real Academia Española (RAE) la define como “expresar su opinión de manera firme”, sin embargo, es una habilidad que va más allá de la firmeza. En realidad, ¿qué significa ser una persona asertiva?

En la sociedad, se deben propiciar ambientes positivos y sanos en donde las opiniones, creencias, principios e ideas sean escuchados y respetados sin importar si son iguales o no. Por eso, la asertividad es una práctica de vital importancia en la comunicación.

Te ayudamos a reconocerla y ponerla en práctica.

Qué significa ser una persona asertiva

Qué significa ser una persona asertiva y cómo puedes serlo
Foto: Pexels. Fauxels.

Ser asertiva se trata de, primero, respetarte a ti misma y a la otra persona sin comprometer los derechos de ninguna. La Clínica Mayo reporta que esta práctica te ayuda a controlar el estrés y la ira, aumenta tu autoestima, mejora las relaciones interpersonales y tu capacidad de enfrentar desafíos, ya que te permite expresarte de forma eficaz y defender tu punto de vista.

Es comunicar y expresar tus pensamientos, sentimientos y opiniones de una manera en las que sean escuchadas y entendidas por los demás (sin hostilidad o agresividad); sobre todo, sin menospreciar los pensamientos, sentimientos, u opiniones de la otra persona. Lo anterior propicia un ambiente de respeto, autoestima, y equilibrio social.

Parece fácil, ¿no? La asertividad puede volverse complicada cuando no tenemos la capacidad de dialogar en la diferencia, es decir, cuando no tenemos ideas o sentimientos similares. Cuando es así, tienes que recordar que ambas posturas son igualmente importantes.

Por qué la comunicación asertiva funciona

El portal de salud KidsHealth menciona que la asertividad demuestra que nos respetamos a nosotras mismas y a los demás, por eso es eficaz. Hay personas que son pasivas, agresivas o una mezcla de ambas al comunicar y eso no funciona, debido a que no solo es importante lo que dices, sino también la manera en que lo dices.

El Centro VA para la Atención Médica Integrada (CIH, por sus siglas en inglés), define al comportamiento pasivo como aquel que permite que los derechos sean violados por no expresar adecuadamente los sentimientos, pensamientos y creencias. Por su parte, el agresivo implica comunicarse de manera hostil, imponiendo tus derechos y necesidades sobre las de los demás. Puede incluir agresión física o verbal.

Cómo puedes ser una persona asertiva

Qué significa ser una persona asertiva y cómo puedes serlo
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Como cualquier hábito nuevo, al principio la asertividad puede parecer difícil pero con esfuerzo y persistencia, se hace más sencillo. El Departamento de Salud de Australia Occidental recomienda poner en práctica la asertividad mediante lo siguiente.

  • Límites. Serán necesarios para tomar las mejores decisiones para ti y los que te rodean.
  • No seas agresiva. En ocasiones, imponemos nuestras necesidades sobre las de los demás; gritamos o agredimos físicamente a la otra persona, o bien, nos burlamos de una actitud o idea diferente a la nuestra.
  • Expresa cómo te sientes. Identifica tus emociones y valora siempre las de otros. Ser asertiva requiere empatía. Reconoce que toda emoción es válida y que, mientras se demuestre con respeto, debe ser aceptada por los demás.
  • Escucha activamente. Escuchar no es un acto pasivo, sino por el contrario, es hacerle saber a la otra persona que la estás escuchando. Asimismo, si emites críticas responsables, debes saber recibirlas y aceptarlas.
  • Resolución de problemas y conflictos. Lo más probable es que en algún momento, te encuentres en una situación conflictiva. El enfoque de éstas debe centrarse en un ambiente abierto al diálogo con el objetivo de resolver problemas y llegar a soluciones en conjunto.
  • Ser respetuosa. Éste el aspecto más importante de ser asertiva. No importa el género, condición social, religión, principios políticos, raza, etc.

¿Ya sabías qué significa ser una persona asertiva? ¿Lo has puesto a prueba?

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‘Negging’, cuando alguien se burla de ti para ‘ligar’

negging

¿Alguna vez al interactuar con alguien que tiene interés en ti, has tenido la impresión de que te está elogiando pero a la vez te está insultando? Si es así, puede que te sientas desconcertada y confundida ya que te han dicho un piropo, ¿no? Pero por alguna razón no se siente así.

Bueno, déjanos decirte que no estás loca ni estás exagerando, porque este tipo de situaciones suceden a propósito. Al comportamiento confuso de insultos disfrazados de falsos elogios se le conoce como “negging” (‘negative complimenting’), lo cual podría traducirse como “cumplidos negativos”. A menudo, se practica en el coqueteo o ligue con la finalidad de que la víctima se sienta insegura y vulnerable, y por ende, sea manipulable. Así que OJO.

En un mundo donde las aplicaciones de citas online y las redes sociales se han vuelto muy populares, el ‘negging’ se usa como una técnica para lograr conquistas. Nosotras te contamos sobre esta táctica para que nunca permitas que alguien pisotee tu autoestima de esta manera.

¿Qué es el ‘negging’?

No permitas que alguien se burle de ti para 'ligar'
Foto: Pexels. Cottonbro Studio.

De acuerdo con lo que la consejera de salud mental Amanda Levison le mencionó al portal MindBodyGreen, el ‘negging’ es una una forma de manipulación emocional que se lleva a cabo a través de “elogios e insultos ambiguos disfrazados de críticas constructivas”. En otras palabras, son comentarios que a simple vista pueden parecer inofensivos, pero en realidad buscan menospreciar y controlar a las mujeres (los hombres también pueden sufrirlo pero es una técnica habitualmente usada en mujeres), con la intención de hacer que la persona dude de sí misma y comience a buscar y depender de la aprobación de otros.

Según Healthline, los comentarios pueden ser muy sutiles al principio, tanto así que pasan desapercibidos. Esto a la larga, puede dañar tu autoestima y cambiar tu vida.

Psicoglobal menciona que una persona que es insegura o tiene baja autoestima, depende emocionalmente de aquel o aquella que lo hace sentir acompañada y valiosa. Por ello, la persona tolerará ciertos comportamientos tóxicos con el objetivo de no perder esa atención.

Algunos ejemplos para identificar esta práctica

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Foto: Pexels. RDNE Stock project.

Estos son algunos ejemplos de comentarios pasivo-agresivos o “críticas constructivas”.

  • “Aún luces bien para la edad que tienes”.
  • “Da igual que no te quiera nadie, lo importante es quererse uno mismo”.
  • “Te ves mejor sin maquillaje”.
  • “Wow, en realidad eres muy interesante. No esperaba eso”.
  • “Ya estoy cansado de salir con mujeres guapas”.
  • “Normalmente no voy por mujeres como tú pero, por ti, haré una excepción”.

También pueden existir las comparaciones que buscan hacerte sentir insegura.

  • “Me gusta este vestido, lo he visto en varias chicas, debe estar de moda”.
  • “Tu amiga se ve muy bien. Deberías seguir su ejemplo y hacer más ejercicio”.
  • “Eres casi tan divertida como mi ex”.

A veces la persona parece no ser capaz de reconocer tus logros o, más que eso, busca reducirlos para dañar tu seguridad.

  • “Felicidades por tu nuevo trabajo. Es una pena que no ganes tanto como yo”.

En ocasiones, por estar “bromeando”, las personas minimizan tus sentimientos.

  • “Ay, es broma”.
  • “No seas sensible”.
  • “No te lo tomes personal”.

Como actuar ante el ‘negging’

Cualquiera puede realizar esta táctica de manipulación, no solamente ocurre cuando alguien está intentando “conquistarte”. También puede pasar con otras personas cercanas: tu novio, tu jefe, algún familiar o algún desconocido. Pero en cualquiera de los casos, no debes permitirlo. Healthline menciona que el abuso emocional no es accidente y, por ello, lo mejor que puedes hacer es apartarte de ahí o poner límites. Y el primer paso para hacerlo, es darse cuenta.

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Por qué NO deberías trabajar en tu cama si haces home office

NO deberías trabajar en tu cama

Aunque trabajar de manera remota o en sistema híbrido no se conocía como un término tan popular, con la llegada de la pandemia de Covid-19 trabajar en home office no fue una elección u opción, sino algo que se debía hacer para millones de personas. A tres años de eso, resulta un esquema de trabajo mucho más popular que antes.

A numerosas empresas este sistema les pareció idóneo y hasta ideal, incluso cuando las cosas volvieron a la normalidad, comenzaron a implementar un sistema híbrido, ya que mejoraba la eficiencia y rápidez, además que a los empleados no les toma tiempo el ajetreado traslado.

Si eres de las personas que trabaja en casa, tal vez se te hace de gran comodidad empezar tus labores acostadita desde la mañana, pero NO deberías trabajar en tu cama. ¿Te estás autosaboteando?

Por qué NO deberías trabajar en tu cama si haces home office

Sabemos que suena de lo más fácil y cómodo: despertar, tomar tu computadora, seguir en pijama y comenzar a trabajar. Pero esto no debería de ser algo gratificante, solo te estás autosaboteando y hasta podrías afectar tu productividad mientras aumentan tus niveles de estrés.

De acuerdo con información de Apartment Therapy, algunos expertos en productividad dicen que evites permanecer o entrar a tu dormitorio en horas laborales, porque tu habitación es un lugar dedicado al descanso. Así que si entra el trabajo a tu cama, el cerebro podría comenzar a relacionarlo con productividad y, a su vez, provocarte afectaciones, como dificultades para dormir.

“Siempre que sea posible, crear límites entre diferentes aspectos de tu vida puede ayudar a dejar atrás las preocupaciones y ansiedades cuando haces la transición de una parte de tu vida a otra”, dijo la psicóloga clínica Jessica Borushek para el mismo portal.

El sitio web Sleep Foundation dice que al trabajar en tu cama lo único que haces es establecer una relación poco saludable entre la cama y el trabajo, porque dificulta la desconexión mental para que pueda diferenciar entre descansar y trabajar, siendo una de las afectaciones principales conciliar el sueño.

A continuación te damos algunas cosas que podrías hacer cuando tengas home office.

Foto: Pexels. Anna Shvets

1. Buscar un espacio adecuado

A veces por el espacio, ya sea que te encuentres en un apartamento pequeño o vivas con tu roomie, es imposible que hagas home office en otro espacio que no sea tu habitación, pero podrías optar por acomodar un lugar y establecerlo como tu área de trabajo.

De acuerdo con Sleep Fundation lo ideal es que sea tranquilo, libre de ruido; puedes adquirir un asiento cómodo y un escritorio de tu agrado, además de mantener el espacio de trabajo ordenado. No revuelvas cosas personales con cosas de oficina, eso podría orillar a distraerte.

2. Buena postura

Así como lo informa Health, cuando te encuentres lista con tus utensilios de la oficina y la computadora en el escritorio es mejor que acomodes tu silla en una buena posición, que te haga sentir cómoda; es ideal que quede a una altura en donde tus brazos y manos puedan moverse con facilidad.

Tu postura debe ser recta para que posteriormente no existan contracturas o problemas de espalda, además de que te ayuda a la oxigenación.

Foto: Pexels. Ivan Samkov

3. Cámbiate

El sitio Apartment Therapy menciona que utilizar otra ropa y no mantenerte en pijama ayuda a la productividad, porque eso hace que tu cerebro sepa que te encuentras en un momento laboral. Incluso recomiendan ponerte zapatos si así lo prefieres,

No estamos diciendo que te pongas traje sastre y tacones, sino puedes utilizar ropa más cómoda sin que sea tu pijama.

4. Implementa horarios

Implementar horarios como si estuviera en la oficina es lo ideal. Por ejemplo: a las 9 es tu “entrada” al trabajo, a las 11 tomas un refrigerio, a las 3 “sales” a comer y luego terminas a las 5.

Esto ayudará a que tu día tenga mayor estructura, por lo tanto tengas un límite para concluir tu trabajo. Aunque suene ilógico, a veces terminas trabajando más cuando estás en casa porque te distraes constantemente o simplemente se te hace fácil quedarte más horas frente a tu compu.

No debes distraerte durante el proceso, lo ideal es que tengas luz natural para trabajar.

NO deberías trabajar en tu cama
Foto: Unsplash. Windows

5. No a los distractores

Al estar en tu casa seguramente tienes televisión, videojuegos, reproductor de música, entre muchos distractores más; debes tener presente te encuentras trabajando, solo que en home office, no es un día de descanso.

Por lo tanto evita tener cosas a la mano cuando te encuentres haciendo tus labores, porque solo comenzarás a postergar y no podrás ni descansar o concluir de buena manera.

NO deberías trabajar en tu cama
Foto: Pexels. Viktoria Slowikowska

6. Dormir adecuadamente

Las pantallas dan luz, así como la televisión, celular o tablet. Debes evitarlas antes de dormir, porque solo provocan que se active tu cerebro y no exista un descanso adecuado. Pero si es necesario estar frente a la computadora, cuando termines tu deber puedes apagar todo, llevar un libro o simplemente cerrar los ojos para relajarte, así como lo informa Sleep Foundation.

Esto ayudará que concilies el sueño de mejor manera y, a su vez, tengas un mejor descanso.

7. Al terminar el trabajo, olvídate de él

También es saludable que establezcas tiempos, no todo es descansar y no todo es trabajo, así que cuando termines de hacer el home office (adecuadamente y sin distracciones), la psicóloga Sharon Grossman recomienda para Apartment Therapy cambiarte y hacer otra actividad que no esté relacionada con el trabajo, como salir o meditar para relajarte.

¿Ya sabías que NO deberías trabajar en tu cama?

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¿Sabes poner límites? 7 reglas que siempre debes recordar

¿Sabes poner límites? 7 reglas que siempre debes recordar

Tener claro que eres una persona merecedora de respeto es vital para cualquier tipo de relaciones: en el trabajo, escuela, familia o en relaciones o incluso contigo misma, para conocerte. ¿Sabes poner límites? Nosotras te contamos 7 reglas que siempre debes recordar.

Los límites personales son reglas que establecemos nosotras mismas para evitar que alguna acción o palabra proveniente de alguien que ha cruzado la línea nos afecte. Como ya te dijimos, forman parte de todos los ámbitos y resultan imprescindibles en la vida.

¿Sabes poner límites? 7 reglas que siempre debes recordar

Para muchas personas la idea de establecer límites puede sonar como algo complicado, estresante o aterrador, pero es algo necesario para ayudar a las personas a respetar lo que quieres y necesitas. Poner límites saludables tampoco significa pelear.

Para ayudarte, te damos 7 reglas que debes recordar, como parte de tu camino hacia poner límites.

Foto: Unsplash. Giulia Bertelli

1. No temas a decir que NO, pues es saber poner límites

Házte caso cuando tu primer instinto sea decir “no”, o cuando parezca la mejor opción. Haz lo que sea mejor para ti y normaliza decir que no.

Por ejemplo, no aceptes más trabajo del que te corresponde si sabes que no podrás manejar más presión. Tampoco tienes que aceptar ir a lugares que no te gustan o hacer actividades que no te satisfacen o te resultan perjudiciales.

2. Di tus preferencias, deseos y necesidades

Tú eres la única persona que conoce tus límites y es importante darlos a conocer. Si no compartes lo que quieres por pretender ser una persona “evita-problemas”, puedes generar situaciones en las que no te sientas cómoda y te impides trazar un camino sólido hacia tus propias metas, o atentas contra tu bienestar.

3. Da tu opinión, aunque las demás personas no les agrade

Sin faltar el respeto a otras personas, puedes llegar a acuerdos más fácilmente si dices tu opinión sobre un tema a quien esté dispuesto a escuchar.

Esto puede ser útil en el trabajo consolidándote como una persona decidida y fiel a sus creencias.

4. Recuerda que eres merecedora de buenos tratos

Rodéate de personas que respeten tus límites y no temas decirle adiós a las que las sobrepasen, aunque se molesten o generen comentarios de “tú no eres así”; no es tu trabajo cumplir con las expectativas de los demás.

5. Toma en cuenta que tus límites pueden cambiar

Como la vida misma, todo es cambio; por eso, tus límites deben funcionar en cada etapa de tu vida y puedes cambiar de decisión, sin que eso sea incongruente a la persona que fuiste.

6. Al saber poner límites, podrás seguir adelante

Tendrás todo el espacio para moverte cuando creces la confianza en ti misma y dejas atrás de la línea todo lo que no aporta ni respeta tu persona.

7. Ten presente que puedes cometer errores

Ya sea en una relación, trabajo, familia o amigos, si te equivocas en algo o quieres cambiar de opinión, tienes el derecho de hacerlo. Ninguna decisión es una sentencia de vida.

Plantear tus límites es un acto de cuidado personal y amor propio, ya que priorizas dar a conocer tus necesidades, vivir y sentirte mejor para alcanzar tus metas.No permitir que alguien dude si sabes poner límites, con estas 7 reglas que siempre debes recordar será más fácil reconocerlas.

Crea una lista de tus límites y repitelas todos los días, según el sitio Power of Positivity, reproducir constantemente las frases pueden ayudar a sentirse más cómoda y segura al decirles a otras personas lo que esperas. También ayudarán a defenderte si alguien cruza tus límites.

Y tú, ¿sabes poner límites? ¡Te leemos en redes sociales!

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