Los últimos años se ha popularizado el uso del término “síndrome de la impostora”, haciendo referencia al estado psicológico que genera pensamientos recurrentes sobre “no ser suficiente”, hablando especialmente de capacidades laborales y académicas.
¿Crees tener el “síndrome de la impostora”? Te decimos qué es y cómo identificar si lo tienes.
Qué es y cuáles son las causas del “síndrome de la impostora”
De acuerdo con un informe del National Library of Medicine, el síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que consiste en dudas sobre el intelecto y habilidades, haciendo que quien lo padece constantemente se cuestione si en realidad merece los logros que ha cosechado en el ámbito profesional y laboral.
Estos pensamientos generalmente vienen de la mano con el miedo a que alguien descubra que sus capacidades no son suficientes para las actividades que desempeña y se les exponga como un fraude.
El nombre original es “síndrome del impostor”, término acuñado por Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978, como resultado de una investigación realizada a 150 mujeres que, aunque eran consideradas exitosas en sus respectivos ámbitos, no creían estar a la altura de esos reconocimientos.
Tanto hombres y mujeres están expuestas a enfrentar este problema. Se ha observado que es mucho más recurrente en el género femenino, sin distinción de edad u ocupación. Esto puede deberse al la desigualdad de género que todavía permanece y la falta de referentes femeninos.
Un artículo de Harvard Business Review sugiere que el síndrome de la impostora tiene raíces en las etiquetas impuestas desde la infancia, haciendo alusión a la inteligencia y capacidad de niños y niñas. El portal de la Universidad Internacional de la Rioja agrega que otras posibles causas son las altas expectativas a las que una persona se somete con el fin de satisfacer a alguien más, tener problemas de autoestima, la falta de seguridad y una autoexigencia crítica.
Cómo identificar si padeces episodios de “síndrome de la impostora”
La Biblioteca Nacional de Medicina explica que las manifestaciones principales del “síndrome de la impostora” son estos.
- Sentimientos de fraude o insuficiencia.
- Miedo al éxito.
- Comparación excesiva con semejantes.
- Negación a recibir elogios o felicitaciones por un logro.
- Atención excesiva a críticas.
- Minimización de cualquier cosa que se haga.
Como consecuencia de estos sentimientos, las personas que lo experimentan se acostumbran a evitar celebrar el éxito y son demasiado severas ante fracasos, por mínimos que parezcan. Asimismo, son propensas a tener problemas por aplazar responsabilidades, se les dificulta delegar funciones o dirigir equipos, detalla una infografía del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.
El síndrome de la impostora puede autodiagnosticarse mediante la exploración de ciertos comportamientos en los entornos laborales y profesionales, aunque en realidad es posible que se extienda a ámbitos familiares y personales.
Sobre el tratamiento, National Library of Medicine recomienda una serie de terapias con enfoque cognitivo-conductual y psicoterapia, combinados con ejercicios de gratitud para ser capaces de reconocer cuando se tiene un logro, por mínimo que sea. También detallan que en algunos casos es posible que se requieran tratamientos farmacológicos, mismo que estrictamente debe ser indicado por especialistas en psiquiatría.
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