¿Te dan miedo los muñecos? Esta podría ser la razón

Miedo a los muñecos

Si te has asustado cuando pasas por una tienda de antigüedades con una muñeca de porcelana, o con el muñeco que viste desprevenida, puede que la razón por la que les tengas miedo a los muñecos sea el “valle inquietante”. ¿Has escuchado sobre este término?

Pediofobia, que es como se conoce el miedo a las muñecas, es parte de la automatonofobia, miedo a las figuras humanoides, títeres, maniquíes, figuras de cera, etc. Sin embargo, no es necesario que tengas esa fobia para que alguna vez te hayas asustado por un muñeco o en general te inquieten, ¿cierto?

Si bien muchas personas solo ven a los muñecos como lo que son, existe una parte de la población que les teme por poder ser más que solo un juguete. Leyendas urbanas, mitos y películas de terror han alimentado por décadas el miedo de que es posible que un muñeco cobre vida y atente contra nuestra vida.

¿Qué es el valle inquietante y qué tiene que ver con el miedo a los muñecos?

A veces, puede ser que el miedo nazca de un fenómeno conocido como “Valle inquietante”, término acuñado por el ingeniero en robótica de origen japonés Masahiro Mori.

Su término se hizo para explicar el rechazo que sentimos hacia algunas creaciones de la animación y la robótica, pero a veces también funciona como una explicación hacia la reacción que tenemos ante algunos muñecos.

En el artículo The history of creepy dolls, de la revista Smithsonian, se explica que nuestros cerebros están acostumbrados a leer gestos para entender las intenciones, emociones y acciones de las personas que nos rodean. Puede que estemos conscientes de que la muñeca no tiene vida propia pero ver un rostro con gestos hace que nuestra mente se extrañe., por ejemplo.

Miedo a los muñecos
¿Cuántas veces te ha puesto nerviosa un muñeco? Foto: Pexels. Magda Ehlers

La teoría del valle inquietante dice que aceptamos y empatizamos con las cosas que son semejantes a nosotros pero con diferencias muy obvias; por ejemplo, un peluche con características infantiles o una caricatura como Gravity Falls.

Sin embargo, hay un punto en que las figuras humanoides se parecen tanto a las personas que las diferencias se vuelven evidentes de una manera que nos perturba.

Podrías experimentar el valle inquietante, por ejemplo, con una muñeca de porcelana o con un robot muy avanzado.

Leer más: ¿Qué es un ataque de pánico? Estos son sus síntomas

Otros postulados respecto al miedo a los muñecos

Ernst Jentsch

El psiquiatra alemán Ernst Jentsch, fue otro teórico que abordó el tema en su obra “Sobre la psicología de lo inquietante” de 1906.

Él dijo que en la incertidumbre, en lo desconocido, es donde nace el desagrado que pueden causarnos los muñecos. Es como si supieras que algo está mal, que los muñecos son algo familiar pero “no familiar” a la vez.

Sigmund Freud

Por su parte, Sigmund Freud explica en su libro “Lo siniestro” que es natural que nos produzca inquietud todo lo que está en medio de lo vivo y muerto, lo animado y lo no animado, lo que siente y lo que no.

Miedo a los muñecos
Teóricos cómo Jentsch y Freud, explicaron algunas de la razones del miedo. Foto: Pixabay

Este último artículo también plantea que con cada innovación en muñecas crece más el miedo: en el siglo XX se empezó a fabricar muñecas con ojos durmientes, que cuando se les ponía en posición horizontal hacía que los párpados cayeran haciendo parecer que la muñeca por si sola cerraba los ojos. En cualquier situación de movimiento puede parecer que las muñecas están actuando por sí solas.

No es malo que te asustes cuando ves a una muñeca, también la industria del cine tiene que ver en el miedo a las muñecas. Películas como “Chucky”, “Annabelle” o “El títere” ha hecho crecer el mercado del terror, haciendo que fabricantes de muñecas se dediquen a crear juguetes espeluznantes.

¿Crees que tu miedo a los muñecos tenga que ver con el valle de lo inquietante?

¿Qué es un ataque de pánico? Estos son sus síntomas

ataque_de_pánico

Miedo, preocupación, escalofríos, falta de aire. Hay quienes lo describen como una sensación de que están a punto de morir. Estos son algunos de los síntomas de un ataque de pánico. ¿Has tenido uno?

Mucha gente puede experimentar ataques de pánico alguna vez sin saber exactamente qué está pasando, y eso lo hace peor. Por eso es importante saber reconocerlo y, si crees que has tenido uno, acudir con un especialista.

¿Hay alguna forma de prevenirlo? ¿Por qué se da esto? ¿Cuáles son sus síntomas, exactamente? Aquí te explicamos por qué se da y cómo puedes actuar en caso de que pases por un ataque de pánico.

¿Qué es un ataque de pánico?

Rodrigo Noriega Merino, psicoterapeuta cognitivo conductual y licenciado en Psicología, mencionó en entrevista con Nosotras que un ataque de pánico consiste en una aparición repentina e inesperada de una sensación incontrolable de miedo intenso y terror.

“Hay una aprehensión, normalmente hacia una idea de ‘me voy a morir’, una idea catastrófica de que algo ‘muy malo va a ocurrir’, asociado a una sensación de muerte o de perder el control “, comenta el especialista.

De acuerdo con la Clínica Mayo, un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves, cuando no existe ningún peligro real o causa aparente.

Rodrigo Noriega apunta lo siguiente: “Estos pensamientos suelen desaparecer por sí solas, normalmente en minutos. Es muy raro que llegue en un tema de horas, pero llega a ocurrir”.

El especialista puntualizó que una de cada 100 personas ha presentado algún ataque de pánico a lo largo de su vida.

Como dice el especialista, suele pasar en cuestión de minutos. Sin embargo, pueden sentirse como horas.

qué es un ataque de pánico
Ataque de pánico. Foto: Unsplash. Noah Buscher.

¿Por qué dan los ataques de pánico?

“Se desconocen en sí las causas de los ataques de pánico o del trastorno del ataque de pánico, pero puede influir mucho, más no determinar: la parte biológica genética, una predisposición genética, un alto nivel en cuanto al estrés o tener un tipo de carácter más sensible y proclive hacia la ansiedad”, informa el psicoterapeuta.

Noriega Merino añade que estos ataques normalmente se dan después de los 18 años. El rango de edad suele estar entre los 25 o 35 años de edad para que se presente un primer ataque de pánico; puede presentarse en niños, pero es menos común.

Síntomas de un ataque de pánico

El especialista comenta que se dan principalmente por dos vías. La percepción del pensamiento de “me voy a morir” y “algo está mal”.

También están las sensaciones fisiológicas, que pueden ir de sudoración, palpitaciones, alteración del ritmo cardíaco, temblores, sensación de ahogo, sensación de atragantamiento, malestar en el pecho, náuseas, mareos y desmayos.

“Ya en temas muy extremos, despersonalización, no conectar con la realidad” dice Rodrigo Noriega.

Síntomas de un ataque de pánico
Malestar en el pecho por el ataque de pánico. Foto: Unsplash. Giulia Bertelli.

¿Qué tengo que hacer si sufro mi primer ataque de pánico?

Según el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra (NHS, por sus siglas en inglés), lo que tienes que hacer durante un ataque de pánico mientras estás sola es lo siguiente:

  • No luches contra eso.
  • No te muevas de lugar, quédate en donde estás.
  • Respira profundo y despacio.
  • Recuérdate que ese ataque va a pasar.
  • Enfócate en imágenes positivas, pacíficas y relajantes.
  • Recuerda que no es mortal.

¿Hay una forma de prevenir este trastorno?

Noriega Merino dice que no hay algo que tal cual prevenga este trastorno, sin embargo, enfatiza que sí debe haber una correcta atención.

“Asistir a terapia, tener un orden de nuestros temas, reconocer emociones saludables y no saludables, saber cómo utilizarlas. Aprender a identificar nuevos síntomas y hasta dónde pueden llegar, tener un pensamiento crítico científico, etc”, finaliza el psicoterapeuta.

Lee más: Abuso emocional en relaciones de pareja, ¿cómo identificarlo?

Abuso emocional en relaciones de pareja. ¿Cómo identificarlo?

Cómo identificar el abuso emocional de pareja

Durante años, creímos erróneamente que la violencia eran solo golpes, gritos y empujones. Hoy sabemos que el abuso tiene diferentes manifestaciones, y que muchas de ellas incluso estaban tan presentes en el día a día que fueron normalizadas. Pero, ¿sabes cómo identificar el abuso emocional de pareja?

Para las víctimas, detectarlo suele ser complicado debido al estado de manipulación en el que se encuentran y, a medida que pasa el tiempo, los actos podrían desencadenar en violencia física o provocar efectos muy difíciles de superar.

Por ello, es importante que se hable de la violencia psicológica y emocional en todas sus formas. Te contamos cómo identificar el abuso emocional en relaciones de pareja.

Qué es el abuso emocional

La organización Day One, que trabaja en pro de la erradicación de la violencia de pareja, describe el abuso emocional como el ataque de una parte hacia el autoestima de la otra persona con el fin de hacerla sentir inferior mediante conductas como burlas, descalificaciones, control, chantaje, castigos o manipulación.

Estos comportamientos en una relación afectiva pueden manifestarse en cualquier punto del vínculo, y en ocasiones, confundirse con los estragos propios de éste, normalizando los abusos al grado de volverlos parte de su día a día.

La Entidad para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas, conocida como ONU Mujeres, por su parte aclara que la violencia emocional consiste en deteriorar el autoestima a través de críticas, insultos y aislamiento.

El abuso emocional es una forma silenciosa de violencia. Foto: Unsplash. Sydney Sims

Cómo identificar el abuso emocional

La psicóloga Pamela Brz menciona que la violencia psicológica comienza desde que se deja a la otra persona sin herramientas para afrontar su vida con normalidad, haciendo parte de la cotidianeidad los comportamientos que le lastiman.

Entre las primeras señales de abuso emocional se encuentran las siguientes.

  • Control. Querer saber cada movimiento que das, con quién estás y a dónde vas. Invadir la privacidad exigiendo contraseñas y acceso a herramientas digitales.
  • Celos. Acusaciones sin fundamentos de que estás siendo infiel, insinuaciones de acercamiento a otras personas al grado de manifestarse violencia verbal.
  • Descalificaciones. Menospreciar tus habilidades, no tomar en cuenta tu opinión ni sentimientos. A medida de la intensidad, se le puede identificar con el término “gaslighting”.
  • Humillaciones. Comienzan con una intensidad menor, disfrazadas incluso de bromas o juegos entre la pareja. Quien sufre humillaciones por parte de su pareja normaliza los comentarios agresivos y llega a justificarlos.
  • Chantajes. También se disfrazan en la dinámica de pareja. Se pretende hacer sentir a la víctima responsable de actos fuera de su control para persuadirla a hacer o decir cosas. Un ejemplo muy claro es la famosa frase “si no lo haces es porque no me quieres”.
  • Castigos. Ante comportamientos que le parecen incorrectos recurre a castigarte “para que aprendas la lección”. Estos pueden ser ignorándote, rechazando tus llamadas y mensajes de forma intencional.

A dichas conductas se le derivan otro tipo de términos como el “ghosting” y el “breadcrumbing”, los cuales no siempre son violencia psicológica.

Sin embargo, es importante observar que estas dinámicas carentes de responsabilidad afectiva no se vuelvan un patrón, ya que en dichos casos, sí se estaría incurriendo en un abuso emocional, incluso si la otra parte no es consciente de ello.

El primer paso para salir es detectar el abuso. Foto: Unsplash. Sydney Sims

Soy víctima de abuso emocional, ¿qué puedo hacer?

El primer paso para romper un ciclo de violencia luego de detectarlo es buscar ayuda profesional pues, aunque no sean visibles, haber estado dentro de una relación donde existió abuso psicológico deja secuelas que pueden afectar a la víctima a corto o largo plazo.

La Oficina para la Salud de la Mujer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos recomienda recurrir a una red de apoyo que te respalde en el proceso, como tus amigas y familiares, quienes te harán sentir cobijada mientras logras sanar y desapegarte de este tipo de conductas.

En casos donde la integridad de la víctima esté en riesgo, reitera la importancia de solicitar ayuda de los organismos correspondientes.

Qué secuelas deja el abuso emocional

Tras vivir violencia o abuso psicológico en una relación afectiva es normal experimentar estragos y secuelas derivadas de esta dinámica.

Algunos de los más reconocidos, de acuerdo con Pamela Brz, son baja autoestima, apatía, depresión, ansiedad y deterioro del estado anímico.

También las secuelas pueden presentarse de manera física como dolores de cabeza, pérdida de apetito, pérdida o aumento repentino de peso, problemas gastrointestinales, entre otros que podrían parecer irrelevantes ante los rastros que deja la violencia física pero que requieren la misma atención que ésta.

Womens Law, organización situada en Brooklyn NY que desde 2010 colabora con la Red Nacional para Eliminar Violencia Doméstica (NNEDV, por sus siglas en inglés), cuenta con un apartado de preguntas de interés para quienes creen estar sufriendo violencia emocional y brinda información para aquellos que desean ayudar a una víctima.

En dicho apartado reitera la importancia de poder identificar estas conductas en una etapa temprana.

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