Cuándo se debe aplicar el contacto 0 en una relación

Cuándo se debe aplicar el contacto 0 en una relación

El contacto 0 es una estrategia utilizada para salir de relaciones emocionalmente tóxicas y abusivas. Implica cortar todo tipo de contacto con esa persona, ya sea físico, por llamadas, mensajes o cualquier otra interacción por medio de redes sociales.

Esta distancia a veces resulta necesaria para poder alejarse por completo de esa persona, abriendo así la posibilidad de crear nuevos vínculos que sean sanos.

Cuándo se debe aplicar el contacto 0 en una relación

De acuerdo con la plataforma de atención psicológica Choosing Therapy, cortar todo contacto con una persona con la que estuviste en una relación tóxica no solo permite crear distancia emocional al terminar un vínculo, sino también distancia física en casos donde se ha presentado violencia. Debemos recordar que la violencia no solo se presenta de forma física, sino existen muchos tipos como la psicológica y económica.

Por otro lado, esta distancia definitiva puede incentivar a las personas que aplican el contacto 0 a seguir con su vida, pues no poder cerrar una relación tóxica o abusiva puede hacer que la persona se sienta estancada, sin posibilidad de cambio alguno.

Saber cuándo es el momento de escapar del control emocional o manipulación puede ser complicado, sobre todo cuando es difícil identificar los patrones tóxicos dentro de la relación y se forma un ciclo. Por lo que una manera efectiva de terminar con este círculo vicioso, es aplicando el contacto 0.

Estás son algunas de las señales que debes tomar en cuenta para saber cuándo aplicar el contacto 0, de acuerdo con el servicio de atención psicológica Cornerstone Healing Center.

1. Cuando la relación se volvió violenta y abusiva

Las faltas de respeto en una relación pueden verse de muchas formas; ya sea con abuso verbal y físico, o cuando tu pareja no respeta tus límites y tu confianza, por mencionar ejemplos.

Aunque las discusiones son algo natural hasta cierto punto en una relación, en ellas no debería haber faltas de respeto, pues este puede ser inicio de una relación tóxica y abusiva.

Si este factor es constante en tu relación, puedes apoyarte en el contacto 0 para salir de esa situación. Es esencial recurrir a tu red de apoyo o buscar ayuda profesional mediante organizaciones o líneas especializadas, pues tu seguridad es lo más importante.

Una regla común del contacto 0 es notificar tu decisión a la otra persona, pero SOLAMENTE cuando notificarlo no te pone en riesgo de alguna forma.

2. Cuando hay manipulación emocional

Cuando una persona aplica diferentes técnicas de manipulación como el gaslighting, es ideal que se elimine cualquier tipo de contacto con la persona para no volver a caer en el ciclo. El contacto 0 servirá como una barrera para impedir que el maltrato emocional continúe.

Otras formas de manipulación pueden verse como cuando una persona intenta cambiar tu forma de ser, o cuando te pone en riesgo y te orilla a hacer cosas que no quieres.

3. Cuando hay un conflicto crónico

Discutir constantemente en una relación suele crear estrés y tensión constante. Por ello, alejarte por un momento y tener tu espacio, te puede hacer replantearte el rumbo de la relación sin caer en un ciclo dañino.

4. Cuando las conductas destructivas no paran

El abuso de sustancias y los patrones destructivos de otra persona también pueden afectar tu salud mental. Sobre todo cuando conviven demasiado.

Si estas conductas no se han resuelto, lo mejor es tomar distancia para evitar que sus problemas también te afecten.

5. Cuando buscas sanar algún problema propio

Si buscas sanar algún tema que sigue afectando tu relación o te impide vivirla de la mejor manera, puedes recurrir al contacto 0.

Esta distancia no solo te ayudará a solucionar de manera individual tus problemas, sino que también evitarás lastimar a la otra persona (tras notificarle tu decisión).

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Cuáles son las fases del ciclo de violencia en una relación

Cuáles son las fases del ciclo de violencia en una relación

Salir de una relación tóxica no es fácil, sobre todo porque suele ocurrir un ciclo de violencia que nos frena a escoger una vida más segura. El ciclo se vuelve una trampa en la que perdemos nuestra libertad, autonomía y salud, tanto mental como física; de esta manera, incluso la vida puede estar en riesgo.

Cuando hablamos del ciclo de violencia, esto implica patrones de comportamiento abusivos y violentos que atentan contra nuestra integridad. Aunque esta situación es difícil, identificar las fases de este ciclo podrían orientarnos a decirle adiós a esa persona que no hace más que agredirnos, ya sea física o psicológicamente.

Cuáles son las fases del ciclo de violencia en una relación

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La organización canadiense A Safe Place explica que el ciclo de violencia se compone por tres fases distintas. La finalidad u objetivo de esta cadena de agresión es mantener a la víctima alerta y nerviosa en todo momento para que el agresor obtenga poder y control sobre el vínculo.

1. La tensión se acumula

En esta fase, el abusador suele tener un humor negativo, provocando fricciones o discusiones frecuentes, recurriendo a las críticas, los gritos e insultos. La Policía Metropolitana de Washington D.C. explica que también utiliza amenazas, acusaciones y cambios de humor drásticos que producen cierto distanciamiento emocional respecto a su pareja. La víctima suele experimentar nerviosismo, culpabilidad y deseo de complacer al otro durante esta fase.

2. Explosión

La explosión es el momento en el que ocurren los actos violentos más graves, pueden presentarse agresiones físicas; sin embargo, es importante recordar que las agresiones físicas son solo un tipo de violencia. En esta etapa se presentan abusos de índole sexual y física, así como abuso verbal. Algunos ejemplos de estas acciones son: arrojar objetos, azotar puertas, insultos, gritos y golpes.

3. Etapa de ‘luna de miel’

Como su nombre lo indica, es el momento de la relación en el que parece que las cosas van a mejorar y que la paz puede mantenerse permanentemente. Aquí también escuchamos falsas promesas, ruegos, lamentaciones respecto a la “explosión”. Esto tiene la finalidad de manipular emocionalmente a la víctima, e incluso pueden aparecer regalos de por medio.

Es común que, mientras más larga sea la relación, las fases se acorten y la violencia vaya subiendo de nivel. Cuando el ciclo de violencia se vuelve más breve, el abuso se vuelve cada vez más violento, haciendo mucho difícil salir de la relación.

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‘Pebbling’, las muestras de amor que deberías incluir en tu relación

Pebbling, las muestras de amor que deberías incluir en tu relación

No hay un solo “secreto” para mantener viva la llama de una relación, sino muchas formas de demostrar amor y nutrir ese vínculo. Entre ellos se encuentra el ‘pebbling’, una forma de amor basada en la interacción de los pingüinos papúa, conocidos por sus hábitos románticos para cortejar.

Nosotras te explicamos de qué manera podemos aplicar muestras de afecto similares a la forma de relacionarse de estos particulares animalitos, y por qué deberías incluirlas en tu relación (sí, así como lo lees).

‘Pebbling’, las muestras de amor que deberías incluir en tu relación

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En redes sociales como TikTok se ha popularizado el concepto ‘pebbling’, el cual proviene de la forma en que interactúan los pingüinos Papúa. De acuerdo con la plataforma Verywell Mind, los pingüinos macho cortejan a las hembras llevándoles cada día una piedra lisa y perfecta, una forma en la que demuestran un tipo de afecto por ellas.

Los seres humanos también podemos incluir esta muestra de efecto en nuestras relaciones, y no necesariamente entregando una piedra. Dicho de otra manera, el ‘pebbling’ se refiere a dar pequeñas muestras de afecto con el fin de hacerle sentir a tu pareja que piensas en ella.

La científica en relaciones Rachel Vanderbilt comparte para Women’s Health que tener este tipo de gestos, como llevar un pequeño detalle a una amiga o pareja, demuestra que piensas en esa persona sin la necesidad de realizar un esfuerzo enorme para impresionar y sin abrumar.

Las redes sociales pueden ser una herramienta para fomentar este tipo de afecto; ya sea enviar un mensaje de buenos días, enviar una nota que puede parecerle interesante a tu pareja o quizá un video que sabes que le gustará.

En estos detalles lo importante no es el valor, sino los sentimientos y las emociones que están detrás del mismo. Aquí lo más importante es que tu detalle, acción o mensaje, impacte de manera positiva en el día de otra persona.

Estas diferentes formas de decir “te amo”, pueden verse de las siguientes maneras.

1. Envía un mensaje alegre

Memes, stickers, reels, y tiktoks, todos ellos pueden ser útiles para que le demuestres a la persona que has pensado en ella. Esta acción resulta útil para las relaciones de larga distancia.

2. Ayudale con una pequeña tarea

Hacer menos pesado el día del otro también puede ser un acto de amor. Si tu agenda está más libre que la de tu pareja o amiga, puedes ayudarle con alguna de sus tareas pendientes, para que sepa que no tiene que poder con todo sola.

3. Llévale un detalle

Desde su dulce favorito o una carta, los presentes también son una forma de demostrar amor. No necesitas comprar algo de gran valor, sino algo que represente que has puesto atención en la otra persona.

4. Comparte palabras de afirmación

Muchas veces las palabras llegan a impactar más que los regalos. Dar palabras de afirmación a tu pareja puede ayudarle a animar su día y tener más confianza en sí misma. Aprovecha las facilidades de conexión que nos dan las redes sociales para demostrar a esa persona tu afecto.

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Mi esposo me quitó todo, menos las ganas de vivir 

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¿Qué significa ser resiliente? La American Psychological Association afirma que es la capacidad de “adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia o amenaza…” Pero lo que realmente significa es tener ganas de vivir pese a todo pronóstico. 

Tal es el caso de Lalita Sánchez, quien soñaba con formar una familia y por ello se casó joven; sin embargo, su príncipe azul se convirtió en un verdugo que fue “acabando” con ella progresivamente.

Su esposo se lo quitó todo, menos su fortaleza y sus ganas de vivir. Lalita es más que un ejemplo de resiliencia; es una inspiración y hoy en 1, 2, 3 X NOSOTRAS nos comparte su historia. 

Laura del Carmen Sánchez fue criada solamente por su papá; su mamá murió el día en que nació por una dificultad en el parto. 

Su niñez fue hermosa, su papá no sólo le dio amor y atención, sino todo lo que necesitaba para ser feliz; sin embargo, cuando él decidió volver a casarse, su vida dio un giro, ya que su madrastra la violentaba y la orilló a querer huir de casa a temprana edad.

Conoció a David, su primer y único amor, en una fiesta de 15 años. Ella quedó encantada al verlo vestido de chambelán, como cadete del colegio militar. 

Pensó que era su príncipe azul, el que la rescataría de su malvada madrastra y con quien iba a cumplir su deseo de formar un hogar con una familia grande, la que no había podido tener. 

El inicio de su relación fue de cuento de hadas, ella estaba encantada y su novio todavía no le mostraba su verdadera personalidad violenta.

Un día, David le pidió “la prueba de amor”, le prometió casarse con ella más adelante, pero que antes quería “hacerla su mujer”.

Aunque ella no se sentía lista para comenzar su vida sexual, accedió por miedo a perderlo. Por ello es que su primera vez la recuerda con tristeza y dolor. 

Foto: pawel szvmanski / Unsplash

Tiempo después, sí se casaron. Ella fue criada tradicionalmente y en ese momento la sociedad todavía no vivía el despertar feminista de hoy en día, por lo que aguantar lo que fuera para no perder su relación de pareja era algo normal. 

Su esposo siempre la puso en segundo lugar en su vida, por debajo de sus padres. Es decir, los suegros de Lalita estaban antes que ella, así que tenía que conformarse con migajas de tiempo, de amor y hasta de dinero.

Ella piensa que está pagando un karma pues los primeros años de su vida fueron maravillosos, nunca le faltó nada, pero cuando se casó, le comenzó a faltar todo y eso hizo que se fuera sintiendo más pequeña aunque tuviera tantas ambiciones y planes para su futuro. 

Lalita se enteró en varias ocasiones que David se iba de fiesta con sus compañeros del colegio militar mientras ella se quedaba en casa trabajando para poder aportar dinero porque no alcanzaba para pagar las cuentas.

Aunque no era feliz, su deseo de ser mamá y tener una familia era lo que la hacían continuar con su matrimonio. 

A los 21 años quedó embarazada, su bebé, a quien llamó Laura, nació prematura, pero creció sana y perfecta. Después llegó Sara y finalmente nació Ramón, quien falleció a los 6 meses por muerte de cuna.

Foto: Velizar Ivanov / Unsplash

La pérdida de su hijo llevó a Lalita a especializarse en tanatología (disciplina científica que estudia la muerte y el proceso de duelo) y en logoterapia (corriente psicoterapéutica humanista enfocada en ayudar a las personas a encontrar el sentido de la vida y a superar el sufrimiento).

Ella intentó ser para sus hijas la mamá que no tuvo, siempre presente, amorosa, generosa y protectora. Y pese a que su matrimonio empeoró con el tiempo, sus niñas se convirtieron en su principal motivo para vivir

Mientras todo esto sucedía, su esposo fue ascendiendo en el ejército, por lo que su sueldo también lo hizo; sin embargo, su suegro les estableció una cuota mensual del 30% del salario para su manutención. 

Lalita recuerda que incluso para poder viajar con sus hijas de vacaciones familiares era necesario contar hasta el último peso porque primero tenían que proveer a los suegros. 

Posteriormente su esposo consiguió una beca en el extranjero para estudiar una maestría y se fueron a vivir al Reino Unido por 5 años; durante ese tiempo, Lalita consiguió un título de humanidades y también se dedicó a dar clases.

Pero estando allá, descubrió la infidelidad que más le dolió, pues un día encontró en su cama a su esposo con su mejor amiga. Y todo se puso peor pues no había terminado de procesar ese trauma cuando le dieron la noticia que su papá había muerto. 

Para este momento, tras 26 años de matrimonio, Lalita ya vivía violencia emocional, psicológica, económica, patrimonial y luego de la infidelidad comenzó a sufrir violencia física y sexual. 

A su esposo cada vez le iba mejor laboral y económicamente; ascendió a coronel en el ejército. Mientras que Lalita cada vez tenía más desgastada su autoestima, lo cual ocurre con las víctimas de violencia. 

Foto: Alexas_ Fotos / Pixabay

Cuando sus hijas crecieron y dejaron de ser niñas, se comenzaron a dar cuenta que sus papás no eran tan unidos y amorosos como otras parejas. Luego consiguieron becas para irse a estudiar al extranjero y no volvieron a México. 

A partir de ese momento, Lalita se volvió a quedar sola con su esposo, quien cada vez era más ausente y violento. Un día su cuerpo colapsó; sufrió dos embolias y la diagnosticaron con la enfermedad de Crohn en el intestino. 

Tenía 45 años pero su cuerpo parecía el de una persona mucho mayor debido a toda la tristeza que había guardado por años. Aunque ante el mundo trató de ocultar la violencia que sufría, su corazón “habló” y terminó enferma. 

Sufrió 3 infartos y tuvieron que hacerle una cirugía a corazón abierto. Lalita se sentía como “piñata, rota y vacía”. 

Cuando sus hijas tenían 27 y 25 años respectivamente, decidieron tomar partido por su papá, luego de que Lalita les contará que lo había encontrado -nuevamente- teniendo sexo con otra mujer. 

Su familia, la que siempre había soñado tener, se acabó ese día para ella y se quedó sola. 

Hasta que un día reunió todo el valor de su persona y decidió denunciar a su esposo por todas las violencias que sufría. Incluso él le deshizo el lagrimal de un ojo al golpearla con la cacha de su pistola. 

Irónicamente, Lalita no quiere más a ese hombre en su vida; sin embargo, no puede divorciarse porque perdería el servicio médico que necesita de por vida por sus enfermedades, así como el departamento en el que vive, que es su único patrimonio. 

Foto: Yamu_Jay / Pixabay

Actualmente, lo tiene demandado con dos carpetas de investigación, una por violencia doméstica y otra por violación sexual. Hasta el momento nada ha procedido. 

Ella tiene pruebas de todo: fotos, estados médicos y conversaciones con amenazas. Pero la corrupción se ha puesto del lado de él por ser un general retirado, por su peso en el ejército. 

Lalita vive sola, está en silla de ruedas, no tiene para pagar un cuidador que la asista y su única compañía es su gatita Teeba, que encontró hace 10 años en la calle. 

Su terapia diaria es escribir y así nació su primer libro: “Mi familia soy yo”, que le dedicó a Lalita, a la niña que un día fue y a la que hoy le pide perdón por no casarse con el amor de su vida. 

Lalita quiere justicia, pero también quiere ser la voz de todas las mujeres violentadas que todavía no se atreven a contar su historia. 

Se sabe una mujer fuerte y quiere seguir siendo útil y vivir haciendo lo que más le gusta, así que ella trabaja desde casa y ofrece servicios de ayuda de tesis o diversas tareas escolares; así como terapias psicológicas y de tanatología. 

En su sitio web https://lauradelcarmen.mx/ están sus datos y acá te dejamos su mail: lauradelcarmen@gmail.com Ella solamente quiere sentirse una mujer funcional e independiente. 

Actualmente está por publicarse su segundo libro: “La vida no viene a la carta”. 

Lalita Sánchez / Foto: Cortesía

Gracias Lalita por ser un ejemplo de valentía para TODAS NOSOTRAS y por atreverte a ser una mujer más que rompe con el ciclo de la violencia de género. Tus ganas de vivir son una inspiración y en 1, 2, 3 X NOSOTRAS tienes una nueva manada, NO ESTÁS SOLA

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Qué es una ‘slow burn relationship’ y cómo saber si has estado en una

Qué es una slow burn relationship y cómo saber si has estado en una

Porque sabemos que el amor a primera vista no es algo que le pasa a todas (ni tendría por qué), hoy te hablaremos del ‘slow burn relationship’: un tipo de relación en la que el ritmo suele ir, precisamente, como una combustión lenta. Aquí, el amor surge a través de un largo lapso de tiempo.

Nosotras te explicamos exactamente en qué consiste este concepto y cómo puedes saber si has estado en una relación así.

Qué es una ‘slow burn relationship’ y cómo saber si has estado en una

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Traducido literalmente en español como “relación de combustión lenta” pero también interpretable como “relación a fuego lento”, este tipo de relación se desarrolla con un ritmo diferente a las demás. No se trata de un flechazo al corazón, sino más bien de un vínculo que se desarrolla con mucho tiempo y que incluso suele ser inesperado. Seguramente has encontrado el término ‘slow burn’ en novelas de romance y, si ubicas este tipo de historias, entonces ya te imaginas cómo pueden ser las relaciones así.

De acuerdo con el portal PopSugar, una ‘slow burn relationship’ se construye gradualmente con el tiempo y, aunque pareciera que no pueden tener éxito o que van demasiado lento, en realidad estas relaciones pueden convertirse en vínculos profundos y significativos.

El tiempo es el factor que fortalece la conexión en estas relaciones porque de esta forma se genera un tipo de tensión y confianza que hace crear un tipo de atracción más fuerte. Para Women´s Health, la profesora de comunicación relacional Tara Suwinyattichaiporn explica que estas relaciones requieren de un tiempo prolongado para desarrollarse emocional, relacional y sexualmente.

Las relaciones a fuego lento pueden darse a partir de una amistad, en donde en un inicio no hay atracción física ni química, pero que suele crecer con el paso del tiempo. Por otra parte, estas relaciones también pueden darse poco a poco debido a impedimentos que se dieron durante un momento determinado.

Señales de que tuviste una ‘slow burn relathionship’

Este tipo de química suele surgir cuando la presencia de una persona te hace feliz, pero no identificas inmediatamente que se trate de amor. Sofie Ross, terapeuta de parejas, comparte para PopSugar algunas de las señales de una relación a fuego lento.

  • El sentimiento es más profundo que un deseo sexual.
  • Sientes seguridad con la persona.
  • No descartas la posibilidad de tener un encuentro íntimo, pero la atracción física no es lo primero que sentiste.
  • Su conversación suele ser sobre temas más profundos.
  • Ambos son el apoyo incondicional del otro.

¿Son duraderas?

Expertos en temas de parejas señalan a las ‘slow burn relationships’ como una de las relaciones más largas que se pueden tener. Esto se debe, a que el tiempo de convivencia de las personas les permite construir algo que también tarda en romperse.

Durante el tiempo en que se desarrolla la relación se desarrollan cimientos que impiden que la relación se rompa fácilmente. Sin embargo, como con cualquier vínculo, no basta con tener atracción sino es necesario poner un esfuerzo constante y en conjunto.

Así que probablemente debas estar preparada para cualquier sorpresa, pues el amor puede esconderse en los lugares que menos te imaginas.

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¿Cuál es la diferencia entre el amor y el apego?

¿Tu tipo de apego puede cambiar o es siempre el mismo?

¿Tu tipo de apego puede cambiar o es siempre el mismo?

Se dice que el tipo de apego que tenemos designa la forma en la que nos desenvolvemos en nuestras relaciones adultas, incluyendo las románticas. Existen los tipos de apego seguro, desorganizado, ansioso o evitativo, lo cual puede afectar o favorecer nuestro vínculo dependiendo de diversos factores. Pero, ¿tu tipo de apego puede cambiar para afectar positivamente tus relaciones?

Hay tipos de apego que a menudo se perciben como “malos”, así que no es extraño preguntarse si es posible cambiar.

¿Tu tipo de apego puede cambiar o es siempre el mismo?

El estilo de apego se define como la forma en la que interactuamos con los demás a partir de la relación que tuvimos con nuestros cuidadores primarios (normalmente, los papás) en la primera infancia, de acuerdo con la plataforma PsychCentral.

Esta teoría desarrollada por el psicólogo británico John Bowlby, establece 4 estilos de apego:

  • Apego seguro: cuando una persona muestra confianza y seguridad en sus vínculos y tiene una buena respuesta a la cercanía e la intimidad emocional. Se considera el tipo de apego ideal.
  • Apego evitativo: sucede cuando una persona evita la cercanía con otras personas. Lo más importante para ella suele ser la independencia emocional.
  • Apego ansioso: Este estilo de apego se muestra como una necesidad de estar constantemente con una persona y recibir validación. En él predomina la ansiedad y la resistencia a estar solos.
  • Apego desorganizado: Es un estilo de apego inestable en el que las conductas suelen ser contradictorias y confusas para las demás. Puedes querer estar con una persona, pero también tener la necesidad de estar sola.

Aunque normalmente el estilo de apego se entiende como algo definitivo, éste puede cambiar ya sea de forma positiva o negativa.

De acuerdo con la plataforma Verywell Mind, es más probable que el estilo de apego cambie durante la adultez. Dicho de otra forma, es posible que una persona que creció un apego seguro cambie su estilo de apego a uno evitativo después de vivir un suceso que marcó su vida.

Por otro lado, tener un apego ansioso no suele ser lo mejor para una relación. Vivir inseguridades constante durante el vínculo pueden hacer de la relación un problema, por lo que muchas personas se preguntan si es posible desarrollar un apego seguro.

La consejera profesional Katelyn Kivett comparte para Verywell Mind que este tipo de cambio de apego sí es posible, pero se hace de forma consciente cuando la persona reconoce que sus conductas en la relación no son las correctas y busca ayuda profesional. Katelyn Kivett define a este proceso como un “apego seguro adquirido”, lo que permite que la persona tenga vínculos saludables.

¿Qué puede cambiar tu tipo de apego?

En este proceso pueden intervenir cambios en tu vida, en tu relación o momentos traumáticos que pueden cambiar de forma consciente o inconsciente tu tipo de apego.

  • Relaciones. La forma de convivencia en tus relaciones pasadas puede definir y cambiar tu estilo de apego. Ya sean relaciones sanas o tóxicas, esto puede influir directamente en tu forma de convivencia con los demás.
  • Autoconciencia y autoaprendizaje. Cuando por sí misma la persona reconoce que su estilo de apego no le hace bien a la relación, puede tomar un conjunto de acciones para tener un apego seguro.
  • Trauma. Un suceso traumático cambia de forma sorpresiva puede afectar a los 4 tipos de apego.

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¿Cuál es la diferencia entre el amor y el apego?

¿Cuál es la diferencia entre el amor y el apego?

Para entender cómo funcionan los vínculos afectivos, es necesario conocer el significado de algunos conceptos clave. A veces no queda muy claro cuál es la diferencia entre el amor y el apego y son palabras que en ocasiones pueden confundirse, pero sus distinciones ayudan comprender mejor una relación.

Nosotras te explicamos en qué radican estas dos palabras para que sea una herramienta más a la hora de identificar tus sentimientos en una relación romántica.

¿Cuál es la diferencia entre el amor y el apego?

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Para entender la diferencia entre estas dos palabras, lo primero es identificar los sentimientos presentes en la relación. Según la Asociación Estadounidense de Psicología, amor se define con sentimientos de cariño profundo, la felicidad por la presencia de una persona, el compromiso y la conciencia de lo que las palabras pueden causar en el otro.

De otra forma, los apegos son las formas en que te relacionas con los demás, cómo interpretas las relaciones, lo que esperas de tus relaciones y cómo te comportas dentro de un vínculo. Por ejemplo, tu apego con una amiga puede estar marcado por la admiración, respeto mutuo y afecto; la visitas a menudo, salen los fines de semana y se cuentan sus problemas.

La plataforma de atención psicológica BetterHelp explica que es posible sentir amor de manera independiente al tipo de apego. Es decir: independientemente del tipo de apego que tengas, puedes sentir amor. Dos personas pueden estar enamoradas pero llevar una relación poco sana por sus apegos.

¿Cómo es el amor?

Sentir amor romántico por una persona puede verse reflejado con muchas acciones, las cuales priorizan el sentir de la pareja. Estas son algunas características del amor, de acuerdo con el portal LifeHack.

  • Confías en tu pareja y no condicionas su libertad. Cuando amas a alguien haces una serie de acciones y consideraciones que pueden hacer sentir mejor a la otra persona. En el amor está presente la confianza y la seguridad de que tu pareja pueda tomar las mejores decisiones para su vida.
  • La relación ayuda al crecimiento de la pareja.
  • El amor es duradero e incondicional, se da por lo que la persona es y no por lo que te ofrece.
  • El amor elimina el ego.

¿Cómo es el apego?

La plataforma PsychCentral explica que, según la teoría de los apegos, éste puede entenderse como el vínculo que se crea desde que alguien es un bebé y sus padres; se cree que el comportamiento o los patrones de conducta que tuvieron nuestros cuidadores principales (por lo general, los papás) determina cómo nos comportamos en las relaciones futuras.

Este sentimiento se presenta también en la adultez cuando en las relaciones románticas buscas la forma en la que una persona pueda hacerte feliz. De manera general, se consideran cuatro tipos de apego.

  • Apego seguro. Es el tipo de apego que se considera más sano. Normalmente ocurre cuando se tuvo una relación cálida, enriquecedora y sana con los cuidadores primarios.
  • Apego desorganizado. Hay una serie de comportamientos inconsistentes que pueden confundir a los demás. Esto puede generar inestabilidad e inseguridad en la relación.
  • Apego evitativo. Puede hacer que las personas escondan o minimicen sus sentimientos, lo que puede ser difícil de sobrellevar en una relación.
  • Apego ansioso. Puede identificarse cuando una persona hace un sobreesfuerzo por una relación. Es posible que este tipo de apego esté relacionado con una forma de codependencia.

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Cómo es un empático oscuro y por qué debes cuidarte de alguien así

empático oscuro

¿Has sentido que la “empatía” de alguien te abruma o que no se siente sincera? Bueno, esto tiene una explicación y no, no es que seas malagradecida. Un empático oscuro puede ser la razón de esto, pues tienden a jugar con nuestras emociones para salirse con la suya.

Una persona con esta característica podría estarte robando energía mental y física, por este motivo es importante que puedas identificarla. Aquí te explicamos más sobre el empático oscuro y por qué debes mantener límites con él.

Qué es un empático oscuro

La empatía es un rasgo que normalmente catalogamos como positivo, nos ayuda a formar vínculos más fuertes, así como crear círculos de confianza seguros. Cuando hablamos de empatía nos referimos a esa capacidad de ponernos en el lugar del otro; es una disposición por escuchar, entender y apoyar a la otra persona cuando pasa por situaciones duras, según Psychology Today. Sin embargo, existen personas que llevan esta cualidad hacia una dirección negativa, resultando en toxicidad en sus relaciones.

El empático oscuro es definido por la psicóloga clínica Ramani Durvasula para el portal Oprah Daily como “alguien que aprovecha la empatía para su propio beneficio y explotar a otras personas”. Es decir, utiliza la empatía para conocer tus debilidades y fortalezas, estudia tu forma de sentir para utilizarlo a su beneficio con manipulación.

Estas personas suelen tener una alta inteligencia emocional, sin embargo, no existe un diagnóstico clínico que pueda identificarlas, de acuerdo con el sitio Oprah Daily. Durvasula estima que entre 4% y 5% de la población podría identificarse con la característica de ser un empático oscuro.

Cómo identificar a un empático oscuro

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Los empáticos oscuros no suelen usar la empatía para ayudarnos, sino para sacar provecho de nuestros momentos más vulnerables. Estas son algunas características que distinguen a un empático oscuro.

1. Empatía cognitiva

Los empáticos oscuros tienen una empatía cognitiva, según la plataforma BetterUp. Esto quiere decir que entienden nuestro sentir, pero no experimentan la compasión. Pueden imitar los sentimientos que vivimos para lograr más cercanía.

2. Son extrovertidos

Convivir con otras personas les resulta bastante fácil, puesto que saben cómo conectar con los demás gracias a la empatía cognitiva.

3. Recurren a la manipulación en sus distintas formas

El ‘love bombing’ y ‘gaslighting’ son solo unos ejemplos de las formas en que un empático oscuro puede utilizar la manipulación. Te harán cuestionar tu sentir con mentiras y regalos o atención excesiva para ganar más confianza.

4. No siempre están para ‘apoyarte’

Cuando va mal, parece que esta persona se aparece casualmente, aunque lo hace con malas intenciones. Las personas con esta característica solo parecen apoyarte cuando esto significa un beneficio. Si no encuentran un beneficio al ofrecerte un falso apoyo, entonces no los verás en momentos duros.

5. Se frustran fácilmente

En su constante búsqueda por la satisfacción propia es común que se encuentren con obstáculos para lograr sus objetivos personales, esto les causa frustración y enojo evidente. Pueden disfrazar este disgusto haciéndote creer que luchan por tu propio bien para que ignores las señales de peligro.

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Ojito amiga: así es el perfil de un infiel en México

perfil-de-un-infiel-en-México

Sabemos que nadie quiere estar en esta situación, pero amiga: más vale prevenir que llorar con bolillo en mano. La infidelidad sigue siendo pan de todos los días en muchas relaciones mexicanas, y ya hay datos que nos dan una idea muy clara de quién es el típico infiel en nuestro país. Spoiler alert: no es el clásico galán misterioso… es más bien un mexicano bastante común.

Así que saca la lupa, amiga, porque esto te interesa. Según datos de Ashley Madison (sí, la plataforma para quienes buscan una aventura “discreta”), México ocupa el sexto lugar de hombres infieles con un 28% y, según su estudio, este es el perfil más común del infiel mexicano.

Así es el perfil de un infiel en México

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1. Edad

El rango de edad está entre los 30 y 49 años. No es el chavito inexperto ni el señor jubilado. La mayoría de los infieles están en plena adultez, casados desde hace años (a veces más de una década), y con vidas bastante “normales”. Justo cuando la rutina pega más duro y las emociones se sienten medio apagadas… ahí es cuando buscan algo “nuevo”.

2. Profesiones: ¡aguas en la oficina!

Aquí viene lo bueno: los más propensos a ser infieles en México trabajan en profesiones como ingeniería, contabilidad, ventas, educación y medicina. Sí, el doctor que te atendió, el profe de tus hijos o incluso tu compañero del cubículo de al lado podrían estar en esta lista.

3. Signos zodiacales

Ojo con los Géminis, Virgo y Escorpio. No lo decimos nosotras, lo dice el estudio: estos tres signos son los más frecuentes entre quienes buscan una aventura fuera del matrimonio. Así que, si tu pareja pertenece a estos signos, ¡ojo amiga! No es garantía, pero tampoco es casualidad.

4. ¿Y físicamente? Nada del otro mundo

¿Te imaginabas a un infiel con cuerpo de gimnasio y sonrisa de telenovela? Pues no. La mayoría tienen una complexión promedio o robusta, no se consideran “guapísimos” ni mucho menos, pero sí se sienten con suficiente seguridad como para lanzarse al juego de la conquista.

Asimismo, según la encuesta realizada, en apariencia los hombres con cabello y ojos color castaño, son los más infieles, en un 41% y 46%, respectivamente.

Lo curioso es que muchos buscan con quién revivir esa sensación de “me desean”, aunque no estén en su mejor momento físico. Y claro, a veces lo que falta no es cuerpo, sino autoestima.

¿Por qué lo hacen?

La mayoría no lo hace por sexo sino, según ellos, por falta de atención, rutina y cero emociones en su relación actual. En la actualidad todo se arma todo desde el celular: apps de citas, perfiles secretos y hasta horarios para chatear sin levantar sospechas. El engaño también se volvió digital, amiga.

Aunque está encuesta está basada en números, no se trata de desconfiar de todos, sino de conocerte, cuidarte y poner sobre la mesa lo que quieres y mereces. Y a ti, ¿alguna vez te tocó uno así?

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Daños psicológicos que puede causar una infidelidad

Qué significa tener ‘daddy issues’

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¿Los ‘daddy issues’ representan una de esas palabras que ubicas perfecto pero no terminas de entender? Cada vez es más común escucharla en conversaciones casuales, en series de televisión o hasta en memes, pero sin darle el peso que su significado requiere. A menudo se utiliza como un término que estigmatiza y es sinónimo de burlas.

Este tipo de problemas pueden estarse presentando de forma inconsciente en tus relaciones interpersonales, por lo que conocer su origen puede ayudarte a resolverlos. Nosotras te contamos cuáles son las implicaciones de los daddy issues y cómo puedes saber si tú los tienes.

Qué significa tener ‘daddy issues’

Si lo traducimos de manera literal, el término indica “problemas paternales”. De acuerdo con la plataforma de bienestar MindBodyGreen, los llamados ‘daddy issues’ son los problemas psicológicos que una persona puede experimentar como resultado de una mala relación con su padre o la ausencia de esta relación.

Y, aunque todas las relaciones padre-hijos tienen sus complicaciones, una mala relación con la figura paterna se identifica con la ausencia y comportamientos abusivos y manipuladores que se presentaron durante la infancia.

Los ‘daddy issues’ no son un término clínico ni reconocido por psiquiatras o psicólogos, pero se ha convertido en un concepto genérico para explicar traumas no resueltos durante la infancia. Por ejemplo, el abandono paternal, los padres distantes o actitudes tóxicas, podrían causar heridas emocionales a futuro.

Desafortunadamente, por lo general el término se usa de manera burlona y sin empatía, como explica la plataforma PsychCentral. Hay especialistas que no están de acuerdo con el uso del término ‘daddy issues’ porque parece culpar a la persona de situaciones sobre las que no tuvo control, indica la plataforma Verywell Mind.

Ya sea que utilices el término o no, sin duda la terapia psicológica puede ayudarte a trabajar esas heridas emocionales a las que alude.

¿Cómo puedes saber si tienes ‘daddy issues’?

Algunas personas creen que estos problemas son únicos en mujeres, e incluso se utiliza como una burla que hace referencia inmediatamente al abandono paternal. Sin embargo, la terapeuta clínica Miriam Koshy comparte para MindBodyGreen que el sexo biológico y género no son concidionantes, pues se trata más bien de un tema de apego.

A continuación te decimos algunas características con las que personas con ‘daddy issues’ podrían identificarse, pero NO son exclusivas de este término ni son las únicas. También es importante aclarar que haber tenido una mala relación paternal tampoco implica que debas identificarte con el término.

1. Te resulta difícil confiar en figuras masculinas

La confianza es esencial para el buen funcionamiento de las relaciones interpersonales. Si has notado que te es difícil confiar en tu pareja o en los hombres en general, esto podría estar relacionado con los llamados ‘daddy issues’.

Esto también se puede identificar cuando tienes un tipo de apego evitativo en el que hay una desconexión emocional o un miedo a ser lastimada.

2. Buscas la constante aprobación de tu pareja

La falta de una buena relación con el padre en la infancia se puede reflejar en la búsqueda de la aprobación de la pareja, esto con el fin de sentirse amada y protegida.

Esta conducta también puede reflejarse con otras figuras masculinas en tu vida.

3. Tienes miedo al abandono

El miedo al abandono o a la soledad se puede identificar cuando hay una necesidad de mantener una relación aun cuando ésta es inestable. También se presenta la necesidad constante de seguridad, así como de cuestionar constantemente sobre el amor de un vínculo.

4. Celas con frecuencia a tu pareja

Los celos excesivos pueden deberse, entre otras cosas, a los problemas de apego originados en la infancia. Pueden estar relacionados con el miedo al abandono, la codependencia, entre otros.

5. Idealizas a tus parejas

Idealizar una relación significa cuando creas una imagen irreal de tu relación o de tu pareja. En este punto, la búsqueda de una pareja se centra en encontrar a una pareja protectora y cariñosa.

La protección suele ser una cualidad que se le atribuye a personas mayores, por lo que esto también podría explicar la necesidad de salir con una persona con una diferencia de edad significativa, buscando el amor y protección que no se recibió de la figura paterna.

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En mi noviazgo, éramos felices las 5

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Las verdaderas historias de terror son las que viven las personas reales, las que no salen de una mente creativa ni de una fantasía, como la de nuestra protagonista de esta columna, quien quedó con un gran trauma a causa de su primer noviazgo formal. 

Ana María es, hasta ahora, la mujer más joven que he entrevistado para 1, 2, 3 X NOSOTRAS, pero ha vivido cosas muy fuertes que tal vez algunas personas de mayor edad jamás experimentarán. Y es que cuando el amor se disfraza de abuso emocional y manipulación, habrá más que un corazón roto. 

Ella se considera una chica tranquila e introvertida. Estudió en un colegio particular católico y es fiel creyente de la religión; incluso, asegura que su amor por dios es lo que la ayudó a salir adelante luego de lo que sufrió. 

Tuvo un novio en secundaria, quien le dio su primer beso, pero era más un juego de niños que realmente una relación de amor. 

La preparatoria la estudió en la UAM y ese fue el primer gran cambio de su vida, pues sintió que salió de la “burbuja” en la que había vivido durante su niñez. 

Logró unirse a un grupo de 2 amigas, las cuales eran como ella, chicas a las que sus papás no las dejaban salir de fiesta, que no bebían ni fumaban y que sacaban las mejores calificaciones de su clase. 

Tenía redes sociales privadas y no aceptaba solicitudes de personas que no conocía, hasta que decidió hacer una excepción porque un día un chico guapo e interesante le mandó invitación.

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En cuanto Daniel la agregó, la saludó y comenzaron sus largas charlas para conocerse. El tipo era un verdadero depredador, un “cazador” que buscaba perfiles de mujeres jóvenes a quienes comenzaba a cortejar por medio de mensajes, luego pasaba a las llamadas telefónicas de horas hasta que finalmente les pedía conocerse en persona.

Se tomaba su tiempo, así que creaba en sus víctimas confianza, las envolvía de tal manera que ellas sentían que realmente lo conocían. 

Decía que tenía 17 años, aunque claramente se veía mayor, que era hijo único estudiando en la gran Ciudad de México, que rentaba un cuarto en una casa de huéspedes pues sus papás vivían en Puebla. 

Por lo mismo, algunos fines de semana tenía que visitarlos y no podía hacer planes para salir. 

Su táctica era artesanal, iba sacando información a cada víctima y, en el caso de Ana María, le llegó por el lado que ella quería: que era un chico bueno, católico, sin vicios, buscando hacer amigos porque se encontraba muy solo en la ciudad. 

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Después de unos 4 meses, de llamadas diarias de horas, Daniel le pidió a Ana María ser novios. Ella aceptó pese a que no se conocían en persona. 

Y semanas después, la invitó a comer y al cine. Si ella ya estaba encantada con él, con esa cita quedó completamente enamorada, ya que la pasaron increíble y la trató como a una princesa. 

Fue detallista y educado, incluso la besó hasta el final, cuando la llevó a su casa. Y fue un beso tranquilo, muy correcto para ella. 

Se veían una vez al mes porque él tenía que irse a Puebla con su familia y así estuvieron por casi 3 años. 

Por supuesto que ella lo presentó con sus papás, era un noviazgo formal, hablaban de un día casarse y estar juntos por siempre. 

Durante todo este tiempo, Ana María jamás sospechó nada, incluso no le pareció raro que él subiera puras selfies a su perfil y que no se dejara etiquetar por nadie, argumentando que era por seguridad, pues sus papás tenían mucho dinero. 

Ella le creyó todo porque él siempre se portó educado y sincero. Aunque no le gustaba verlo tan poco, se acostumbró a tener un día específico para disfrutar su noviazgo

Foto: Becca Taper

Ana María decidió comenzar su vida sexual con él, aunque hubiera preferido hacerlo más grande o casada, sabía que era el hombre de su vida. 

Sin que ella se diera cuenta, Daniel fue controlándole todo, cómo se vestía, qué amigos tenía, a qué lugares iba, incluso hasta qué comía, todo bajo la manipulación que era porque la amaba y la “cuidaba”.

Ella le obedecía todo y si ya era una chica antisocial, se convirtió en una ermitaña. Su vida era estudiar y esperar el tercer fin de semana de cada mes para pasar todo el día con él. 

Un día fueron a Cuernavaca y prácticamente se la pasaron encerrados en el hotel teniendo sexo, al grado que se acabaron los condones que llevaba Daniel, así que la última vez lo hicieron sin protección. 

A partir de ese momento, él le dijo que lo mejor era que ahora ella tomara pastillas anticonceptivas para evitar un embarazo y lo obedeció como siempre. 

Tiempo después, Ana María comenzó con síntomas de una infección vaginal, se espantó muchísimo porque nunca le había ocurrido algo igual y acudió al médico de inmediato.

Le mandaron a hacer estudios y un exudado y le detectaron clamidia, una ETS. Ella investigó en Google todo y supo que se la había contagiado su novio, se sintió devastada por tener esa enfermedad que pensó no se le quitaría nunca y porque sabía que Daniel le ocultaba algo. 

Tenía que hablarlo con alguien, así que le contó a una amiga que tenía en la universidad, la cual ya cursaba en ese momento.

La amiga le confesó que siempre se le había hecho raro que el tipo sólo la veía un fin de semana, que no la llevaba a su casa y que no iba por ella a la escuela. 

Le sugirió seguirlo el fin de semana después de verla; así que armaron el plan. Lo primero que descubrió es que Daniel llegó a una gran casa en una ubicación muy diferente a donde se supone que vivía. 

Foto: Kelly Sikkema / Unsplash

Después de eso, ellas fueron varias veces a la casa y se dieron cuenta que entraban y salían varios integrantes de la familia en el día, incluido Daniel y también que era mentira que viajaba a Puebla, que los fines de semana no disponibles eran porque salía con otras mujeres.

El mundo rosa de Ana María cada vez se desmoronaba más, se sentía traicionada, poca cosa, desilusionada e insuficiente. 

Intentó dejar a Daniel pero él empezó a acecharla al grado de incomodarla. No aceptaba que terminaran el noviazgo.

Ana María estaba estudiando psicología, así que una de sus profesoras comenzó a ayudarla a darse cuenta que estaba en un noviazgo con un narcisista manipulador. 

La amiga de Ana María fue la que le ayudó a contactar a un par de mujeres con las que cacharon a Daniel saliendo y su historia era similar, el tipo les decía lo mismo a todas. 

Un día decidieron verse las 3 para platicar y terminaron dando con 2 mujeres más, es decir, Daniel era novio de 5 mujeres al mismo tiempo y tenía todos los perfiles cubiertos. 

También investigaron que era mucho mayor, que pasaba los 25 años, es decir, que a todas las enamoró siendo menores de edad y eso es un delito sexual que se paga con cárcel. 

Todas tenían la misma ETS y sus vidas se parecían, incluso ellas físicamente se sentían similares. 

Un día decidieron reunirse para desenmascararlo, pero ninguna quiso proceder legalmente. Se conformaron con verlo a la cara para hacerle saber que lo sabían todo y después bloquearlo y evidenciarlo en redes sociales. 

Foto: Michaela St / Unsplash

Ana María no ha podido entablar otro noviazgo y hoy todavía siente que no podrá volverse a enamorar, tiene miedo que le vuelvan a destrozar la vida de esa manera, no quiere volver a encontrarse con un lobo con piel de oveja. 

Daniel desapareció de redes sociales y cambió su número de teléfono, pero un tipo como él es un peligro, es un delincuente que para conseguir lo que quiere, hace lo que sea. 

Hoy que Ana María terminó su carrera, cree que se enamoró de un psicópata que es socialmente activo, que se camuflajea todos los días entre las personas sanas pero que puede cometer actos más graves. 

Vive con miedo aunque poder contarle a sus papás lo que pasó la ha ayudado a sentirse más protegida por ellos. 

Desde la pandemia, ella ofrece terapias gratuitas a personas de escasos recursos y lo sigue haciendo con mujeres violentadas. 

No quiere dar sus datos por seguridad pero si alguien necesita de sus servicios, puede levantar la mano por este medio y la pondremos en contacto con ella. 

Ana María, gracias por ayudar a las mujeres que viven un noviazgo abusivo como el que tú un día padeciste y del que lograste reconstruirte más valiente y más madura. 

Y gracias también por romper el silencio porque cada que una mujer alza la voz, hace revolución y derrumba un muro de opresión de género. 

Por mi familia decidí ingresar a un centro de salud mental | María Teresa Ealy

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Por qué una relación sin discusiones también puede ser mala

Por qué una relación sin discusiones también puede ser mala

A nadie le gusta tener malentendidos con la pareja, pero una relación sin discusiones puede ser señal de que algo no está funcionando del todo en la dinámica. Una pareja en la que parce que nunca hay dilemas y todo siempre permanece tranquilo, no siempre es un indicador de un vínculo sano.

Aunque no queremos causarte pánico, es importante que aprendamos la diferencia entre estabilidad y evasión de conflictos. ¿Sientes que tú y tu pareja evitan la confrontación? Nosotras te explicamos sobre este problema.

Por qué una relación sin discusiones también puede ser mala

En la actualidad es más fácil calificar a otra persona como tóxica, y al pensar en esa palabra es difícil no imaginarnos discusiones agitadas constantes. Por este motivo, puede que hayamos caído en el extremo opuesto de no querer navegar los conflictos en pareja abiertamente.

Tampoco se trata de romantizar las peleas o las conductas violentas, porque eso nunca será el camino para conseguir una relación sana. Sin embargo, la psicoterapeuta Lucy Beresford explica para el portal Stylist que “las discusiones pueden permitir a las dos partes en la relación revelar sus valores, preferencias y necesidades”.

A nadie le gustan los problemas y mucho menos nos gusta tenerlos frecuentemente, pero la solución no es evitar la confrontación o recurrir a la resignación con tal de no tener que comunicar cómo nos sentimos.

De acuerdo con Gary W. Lewandowski, profesor de psicología en la Universidad Monmouth para Psychology Today, una relación sin discusiones puede ser una muestra de evasión de conflictos. Explica que esta tendencia en la relación es una respuesta al miedo, puesto que “contemplar el posible fin de nuestra relación nos provoca ansiedad, ansiamos evitar posibles amenazas”. Irónicamente, evadir los conflictos y discusiones es uno de los mayores riesgos en la relación, aunque nos provoque miedo tratar una herida o desacuerdo.

Lo que aprendemos de las discusiones

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Una relación sin discusiones eventualmente nos creará más problemas relacionados con la falta de comunicación. Asimismo, fingir que no ocurren problemas nos produce estrés y poca satisfacción al no resolver las necesidades del otro. Por esto, el Instituto de Relaciones de Kansas City, da algunas lecciones que podemos llevarnos de una discusión pacífica.

1. Identificar necesidades y preocupaciones

Cuando le hacemos frente a las problemáticas que cada parte vive dentro de la relación, podemos conocer con mayor claridad qué es lo que necesita el otro.

2. Mejor entendimiento en la relación

En ocasiones podemos molestarnos por una situación que parece irrelevante, lo que sucede es que estamos ocultando lo que verdaderamente nos agobia. Si identificamos mejor la raíz del problema, la relación puede nutrirse para llegar a entender al otro.

3. Mayor satisfacción

Después de entender y resolver los problemas y necesidades que cada persona experimenta, encontramos nuevas herramientas para seguir adelante sanamente, lo cual permitirá que se genere satisfacción en la dinámica.

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El burnout amoroso existe, ¿cómo saber si lo tienes?

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El burnout es un síndrome que normalmente deriva del cansancio laboral, el cual te hace sentir desconectada del trabajo, provoca irritabilidad, te mantiene indiferente y fatigada. Pero, aunque este concepto nació en un contexto laboral, en la vida puede manifestarse de diferentes maneras. De hecho, existe el burnout amoroso.

Para muchas personas, encontrar el amor suele ser tan complejo que ni siquiera las apps de citas resultan ser la solución y se convierten en un fastidio. Esto en consecuencia, genera un tipo de cansancio que puede llevar a perder las esperanzas en este ámbito.

Nosotras te decimos qué es el burnout amoroso y cómo puedes saber si lo tienes.

El burnout amoroso existe, ¿cómo saber si lo tienes?

El burnout es un concepto que normalmente se aplica para entender un síndrome de cansancio laboral. Esta sensación de fatiga y hartazgo también puede presentarse en el ámbito amoroso.

El burnout amoroso se presenta como un tipo de agotamiento de las relaciones sentimentales o de intentar tener un vínculo amoroso. Según el servicio de atención psicológica KMA Therapy, esta sensación puede identificarse como un ciclo constante de aburrimiento y decepción.

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Agotamiento de las citas

El agotamiento de citas es un tipo de sensación de agobio que impide relacionarse con otras personas cuando se busca un vínculo amoroso. Este tipo de aburrimiento puede entenderse a partir de perder el interés de contestar mensajes o establecer algún tipo de contacto con nuevas personas, tras una acumulación de malas experiencias o experiencias decepcionantes.

Estas son algunas de las señales con las que puedes identificar si padeces de burnout en el amor.

1. Apatía de los encuentros amorosos

Sucede cuando buscas excusas para no concretar una cita o para evadir cualquier tipo de encuentro, o cuando sientes un enorme alivio luego de que te cancelaron la cita. También puedes identificarlo cuando la idea de salir de casa para tener una cita te parece algo sumamente cansado.

2. No te sientes satisfecha con las citas

Si después de salir con tu match en alguna de estas aplicaciones sientes decepción, es posible que esta forma de buscar el amor ya no sea una opción para ti. Los planes deberían resultar divertidos, mas no aburridos y monótonos.

3. Necesidad por conformarse con algo que no quieres

Elegir a una pareja debe ser una decisión consciente en donde consideres tus intereses y necesidades. Si más allá de eso te sientes presionada por elegir una pareja para dejar de estar soltera, lo mejor es optar por descansar de este tipo de encuentros.

4. Descargas y eliminas apps de citas una y otra vez

Esta es una de las señales más comunes: descargar diferentes apps de citas y eliminarlas poco tiempo después porque la búsqueda no resultó exitosa. Puede pasar con diferentes apps o incluso con la misma varias veces.

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Agotamiento de una relación

De acuerdo con la plataforma Choosing Therapy, el agotamiento en una relación se puede percibir cuando alguien de la pareja está distante, “desconectada” e insegura del rumbo de la relación. Puede ocurrir cuando una persona se siente poco valorada en el vínculo, no se siente satisfecha y se encuentra en un estado de estrés.

Es una situación bastante común y puede identificarse a partir de otras señales.

1. Sentirse desconectada de tu pareja

Sucede cuando la dinámica de la relación empieza a volverse más individual. Las tareas y los planes ya no son lo mismo y comienzan a parecer aburridos.

2. Peleas frecuentes

Cuando se supera el número de discusiones y el estrés en la relación aumenta, puede tratarse de una señal más. Sin embargo, las peleas frecuentes no son un síntoma exclusivo del burnout.

3. Perder interés sexual

Cuando la atracción sexual ya no es la misma de antes y el contacto físicco se siente más forzado que natural.

De la misma forma, estar distraída durante el tiempo con tu pareja, pensar en terminar la relación y sentir atracción por otras personas puede deberse al aburrimiento de la relación.

¿Qué hacer ante el burnout amoroso?

Para lidiar contra el agotamiento de las apps de citas, en primer lugar puedes hacer una pausa de su uso. Haz un ejercicio de consciencia sobre qué es lo que deseas en este momento para ti, sin tomar en cuenta las expectativas que otras personas te dan; esta situación puede ser una oportunidad para conectar contigo misma, aclarar tus intereses y pensar qué buscas.

Por otro lado, el portal The Knot recomienda considerar otra forma de interactuar con nuevas personas; en este sentido, resulta mejor intentar tener citas ‘offline’ mediante contactos en común con tus amigos.

El aburrimiento en una relación también puede afrontarse. Para ello es necesario ser honesta contigo misma e identificar la razón por la que la relación se ha vuelto cansada. La razón podrá llevarte a decidir qué acciones tomar, como buscar terapia en pareja o poner esfuerzo de ambas partes para combatir un problema.

En ambos casos, la mejor opción también puede ser buscar ayuda profesional para aclarar tus pensamientos y poner tu salud mental como prioridad.

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Cuáles son las etapas de duelo tras una ruptura amorosa

Cuáles son las etapas de duelo tras una ruptura amorosa

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Casi todas sabemos que vivir una ruptura no es fácil, esta etapa que inicia después de terminar un vínculo con una persona cercana está llena de diferentes emociones que a veces no son fáciles de superar. No hay un tiempo determinado para superar el fin de una relación y todas vivimos de distinta manera ese periodo, aunque la psicología ha encontrado de manera general algunas etapas de duelo tras una ruptura.

Aunque puede parecer una exageración para muchas personas, el duelo tras un rompimiento debe ser tratado con seriedad; se trata de la salud mental y la gestión de emociones tras una relación que fue significativa, por lo que merece nuestra atención y cuidado. Estás enfrentándote a la pérdida de un estilo de vida, un cúmulo de recuerdos y la ruptura de expectativas y esperanzas que tenías.

Cuáles son las etapas de duelo tras una ruptura

El duelo tras una ruptura suele ser igual de complicado si hablamos de una relación amorosa o una amistad. La dificultad o la facilidad para superar esta etapa puede estar relacionada con factores como la duración de la relación, la convivencia que se tenía, el grado de intimidad o la razón de la ruptura.

Aunque todas las personas superan esta parte del vínculo de diferente forma, si existen algunas etapas “predeterminadas” en el duelo tras una ruptura. La doctora Laura Ogren comparte para la plataforma PyschCentral que las etapas a continuación no ocurren de una forma lineal, es decir, no ocurren en un orden predeterminado, y es posible atravesar la misma etapa más de una vez.

1. Negación

La plataforma de psicología Choosing Therapy explica que esta primera etapa es más común en quienes no iniciaron la ruptura. En este momento del duelo es común sentir que la relación puede recuperarse, pero en realidad, este tiempo le permite a tu corazón adaptarse a una nueva situación, indica el College of Southern Nevada.

2. Enojo

Esta etapa del duelo también es una respuesta a la razón de la ruptura; si lo que causó que la relación terminara fue algún tipo de engaño, es normal que reacciones con enojo ante las decisiones de tu expareja.

En esta etapa es recomendable procesar las emociones mediante una actividad que te transmita tranquilidad. Puedes intentar dibujar, pintar o practicar un deporte.

3. Negociación

La negociación es una etapa del duelo en donde se busca una reconciliación. Es una fase en la que puedes tener la sensación de estar de nuevo con tu expareja, o de al menos volver a ser amigos.

Esta parte del duelo, como todas las etapas, no es “obligatoria” en cada persona. También puede presentarse como una intención de buscar maneras en que la relación podría volver a funcionar y ser como antes.

4. Depresión

En este momento del duelo es común sentir tristeza, culpabilidad, nostalgia y vergüenza. También se pueden presentar síntomas físicos como el insomnio y pérdida de apetito, los cuales tampoco se deben ignorar o desatender.

Si tu tristeza persiste y los síntomas son cada vez más intensos, es recomendable acudir con un especialista para recibir la ayuda necesaria. No hay vergüenza ni exageración en cuidar de tu salud mental.

5. Aceptación

El pase a dejar en el pasado aquella relación comienza con esta fase. De acuerdo con Choosing Therapy, la aceptación no tiene que ver con si estás feliz o no de terminar la relación. Más bien, está relacionada con una nueva forma de ver las cosas y aceptar que es momento de seguir adelante.

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Estudio revela 4 tipos de personas enamoradas, ¿cuál eres tú?

Carta a la ex mujer de mi ex pareja 

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No hay mejor forma de conocer el significado máximo de la palabra “sororidad” que haber vivido lo mismo que otra mujer y más cuando se trata de haber sido pareja del mismo violentador. 

Esta es la historia de Nash, a quien tengo el enorme placer de conocer pues estudiamos juntas la universidad. Es una mujer hermosa, talentosa, inteligente y admirable y hoy quiere compartir con esta comunidad de 1, 2, 3 X NOSOTRAS una carta dedicada a la ex mujer de su ex pareja. 

Con la historia de este par de mujeres valientes recordé la canción “Yo ya estuve ahí” de Griss Romero, que dice: 

  • Es que yo ya estuve ahí
  • Entre sus brazos conocí el paraíso
  • Cambió mi mundo y yo le di todo el permiso
  • Cuántas palabras y miradas le creí

Soy Nayeli Aguilar, hace un tiempo me enteré -y no de la mejor manera- que mi ex pareja, el hombre que pensé que sería el padre de los hijos que nunca he querido tener, terminó su relación amorosa con la mujer que estuvo después de mí. 

Ella publicó un post de Facebook que decía: “Hoy, después de mucho hablarlo, de llorar y llorar, de noches sin dormir, de sesiones con mi psicóloga, de sentir el inmenso amor y apoyo de mi familia, amigos y vecinos, me atrevo a escribirlo”. 

“Nunca habrá palabras suficientes que describan el miedo, la tristeza y la desesperanza que se puede sentir cuando alguien que amas te lastima. Escribo esto porque me rehúso a que mi silencio me haga cómplice de un hombre abusador y violento”.

Ese mensaje me lo compartió otra persona y me preguntó si yo había vivido lo mismo con mi ex pareja. Respondí que no, pero no dudé ni tantito lo que ella dice que sufrió pues conozco la personalidad encantadoramente ruin de mi ex pareja. 

Tengo un blog que se llama Nash en la ciudad, en donde le dediqué un par de entradas: “El día que me divorcié” y “Al amor de mi vida”, ambos textos fueron catárticos para mí, me ayudaron a cerrar ese ciclo. 

Foto: Yamu_Jay / Pixabay

Hoy que han pasado varios años desde que me separé de él y seguí sin mirar atrás, no puedo ni quiero negar su paso por mi vida; sin embargo, lo dije y lo repito: “no recuerdo las cosas malas, pero tampoco añoro las buenas”.

Y a ti, la ex mujer de mi ex, te digo que conforme iba leyendo tu historia fui confirmando patrones que también viví con él, al mismo tiempo que pensaba lo afortunada que soy por no haber estado en tu lugar. 

Estoy en shock de saber que al inicio de su relación todo era perfecto; que él era cariñoso y atento contigo, que te hacía sentir que podías confiar ciegamente en él y que te sentías la mujer más afortunada por tenerlo. 

Pero que después de unos meses, todo empezó a cambiar, que se volvió celoso e inseguro contigo al grado de acusarte de querer acostarte con los hombres de tu trabajo. Que empezó a empujarte, a patearte y a jalarte de la ropa hasta romperla. 

Que cuando te pegaba procuraba hacerlo en las piernas o en lugares donde no se te notara; además que te amenazaba con acabar con la vida de tu gato. 

Saber que tu tormento se terminó una madrugada cuando llegó la policía a detenerlo tras una golpiza que te dio y que acabó con arrancarte un mechón de pelo y amenazarte con matarte y luego suicidarse, me dejó congelada. 

Mi corazón se llenó de tristeza al leerte. No dudo que como parte de la violencia que viviste llegaras a sentirte culpable, pero mujer, hoy quiero decirte que NO, TÚ NO ERES CULPABLE DE NADA y celebro tu valentía para levantar la voz y terminar con esa historia de terror.

Foto: Alvin Mahmudov / Unsplash

Sé que debes estar pasando un momento terrible, pero es sólo eso, un momento. Esta situación el tiempo la colocará en tu memoria como una experiencia de aprendizaje que te ayudará para tu crecimiento. 

También sé que en este momento estás pensando que se te “acabó la vida” porque el hombre que creías era tu amor eterno se fue (porque literalmente huyó de México), aunque al mismo tiempo debes sentir coraje por haberle dado tanto sin recibir lo mismo de vuelta, esas son las emociones que él despierta y que hoy nos unen, mujer

No dudo que sientas al mismo tiempo todas las emociones: enojo, coraje, tristeza, frustración y decepción, te entiendo perfecto, pero te prometo que van a pasar porque te conozco y sé que eres una mujer fuerte. 

A la distancia te mando amor y este consejo: no lo odies, porque el odio es un despilfarro del corazón y él no vale la pena, te lo digo yo que no lo odio, aunque tampoco celebro su vida. 

A ti, la ex mujer de mi ex pareja, te digo que todo va a estar bien.

Ustedes, amigas que me leen, deben saber que ella y yo nos conocemos y somos cercanas, por eso la busqué para darle mi apoyo y ella me autorizó contarles su historia. 

Le aplaudo que haya levantado la voz como deberían de hacerlo miles de mujeres que sufren violencia de género. 

Foto: Nayeli Aguilar actualmente

Yo, tras el paso de los años, me siento tranquila, con más herramientas para distinguir ciertos comportamientos y completamente abierta al amor, porque mi experiencia con esta ex pareja nunca me impidió dejar de creer en el sentimiento más puro del mundo. 

Mi hijo tenía 10 meses de nacido cuando le detectaron un tumor en la cabeza | Tamara Wadgymar

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Estudio revela 4 tipos de personas enamoradas, ¿cuál eres tú?

Estudio revela 4 tipos de personas enamoradas, ¿Cuál eres tú?

Todas amamos de diferentes formas: algunas pierden la cabeza y otras saben cómo manejar sus emociones de una manera más contenida, por ejemplo. Para conocer más sobre este tema, los investigadores de la Universidad Nacional Australiana, la Universidad de Canberra y la Universidad del Sur de Australia condujeron un estudio para conocer los tipos de personas enamoradas existentes.

El estudio se basó en la Encuesta de Amor Romántico de 2022 y se llegó a la conclusión de que hay cuatro tipos de personas enamoradas diferentes. Entre las cualidades que evaluaron se encuentran la lujuria, el compañerismo y el compromiso. Si quieres descubrir qué tipo de amante eres, nosotras te lo explicamos.

Los 4 tipos de personas enamoradas

Las relaciones románticas nos permiten conocer distintos lados de nosotras mismas, sin embargo, no hay una guía universal que nos diga cómo manejar nuestras emociones y hábitos. Por eso existen estudios que buscan encaminarnos a sentirnos más orientadas sobre tu formar de amar a nuestras parejas.

El estudio evaluó las respuestas sobre las tendencias románticas de 1,556 jóvenes de 33 países angloparlantes. Los investigadores encontraron patrones que determinan a los siguientes cuatro tipos de amantes.

1. Amantes moderados

Este grupo es el más amplio, de acuerdo con el estudio, representa el 40% de las personas enamoradas. Como su nombre lo indica, son personas que logran establecer un balance en sus relaciones e incluso fueron denominados como “totalmente normales” por los mismos investigadores.

Mantienen un compromiso alto, mientras que tienen una intensidad y pensamientos obsesivos bajos. Tienen relaciones sexuales en una frecuencia considerada moderada.

2. Amantes intensos

Este es el segundo grupo más grande (29%), presentan una frecuencia sexual alta. En sus relaciones tienen mucha intensidad y tienden a presentar un pensamiento obsesivo, así como un nivel de compromiso alto. Una forma sencilla de definir a este tipo de personas enamoradas es “perdidamente enamoradas”.

Son amantes intensos en todos los aspectos de su relación, pueden sentir una fuerte conexión antes de formalizar la relación. En esta categoría predomina la cantidad de mujeres (con el 60%) sobre la de hombres. Por otro lado, también tuvieron índices altos de amabilidad, responsabilidad y disfrute del trabajo. No obstante, presentan bajas tendencias en hábitos excesivos o de riesgo.

3. Amantes suaves

Los amantes suaves o benignos conforman el 20% de los enamorados, con puntuaciones bajas en todas los aspectos del romance. Son el opuesto de los amantes intensos, con poco compromiso o intensidad, además de baja frecuencia de relaciones sexuales y pensamientos obsesivos.

El investigador Adam Bode comparte que las personas bajo esta categoría “se han enamorado la mayor cantidad de veces, han estado enamorados durante el menor tiempo y es probable que sean hombres y heterosexuales”.

4. Amantes libidinosos

Es el tipo menos común (9.64%), su principal característica es que mantienen relaciones sexuales con una frecuencia extremadamente alta de aproximadamente 10 veces por semana. También se caracterizan por un compromiso, pensamiento obsesivo e intensidad relativamente altos.

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Cómo saber si tienes apego ansioso

Cómo saber si tienes apego ansioso

¿Recuerdas a la novia de “Jengi”, la galleta de “Shrek”? “Suzy” es otra galleta de jengibre creada para ser la novia de este personaje, a la cual un exceso de azúcar la volvió extremadamente dependiente de jengi. Aunque el comportamiento de este personaje ficticio es llevado al extremo, nos puede servir para explicar de inicio cómo funciona el apego ansioso.

El apego ansioso es uno de los cuatro estilos que, según la teoría psicológica del apego, explican la forma con la que te relacionas con las personas.

Si quieres saber si este es tu tipo de apego, Nosotras te explicamos cuáles son algunas de sus características.

Cómo saber si tienes apego ansioso

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De acuerdo con la plataforma PsychCentral, los estilos de apego pueden explicarse a partir de los vínculos primarios con los que creciste; es decir, que la forma en la que convivías con tus cuidadores cuando eras muy pequeña, está relacionada con tu forma de apego actual.

Según especialistas, el apego ansioso está caracterizado por un fuerte deseo de cercanía, miedo al abandono y una constante ansiedad respecto a lo que sucede en un vínculo con otra persona.

Aunque esta conducta se origina en la infancia, sí tiene impacto en la vida adulta. Estas son algunas de las señales que podrían indicarte si tienes un apego ansioso en la adultez, según especialistas.

  • Baja autoestima.
  • Dependencia emocional.
  • Miedo al rechazo.
  • Celos constantes.
  • Miedo a estar sola.
  • Tener la sensación de no poder estar sin “esa” persona.
  • Preocupación excesiva por el estado de la relación.
  • No poder establecer y respetar límites.

Más allá de que las características anteriores son una representación general, si te preocupa cómo tu tipo de apego afecta las relaciones con tus seres queridos, lo mejor es acudir con un especialista.

¿Cómo se origina el apego ansioso?

La plataforma Choosing Therapy explica que este tipo de apego puede ser causado por respuestas inconsistentes de los cuidadores primarios hacia los niños. Sucede cuando los padres tienen cambios repentinos en su crianza: por ejemplo, un día se muestran emocional y mentalmente presentes, y al otro se encuentran ausentes en ambos aspectos.

De acuerdo con investigaciones, el comportamiento impredecible de los padres puede causar tal confusión en los niños, que comienzan a desarrollar fuertes respuestas emocionales a la separación o cualquier indicio de ella.

¿Es malo tener apego ansioso?

Es posible que tener este tipo de apego desencadene algunos desafíos en una relación, sin embargo, no significa que no se puedan construir relaciones sanas. Cada estilo de apego puede presentar sus propios desafíos dentro de una relación.

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Amiga, ¡tenemos una sorpresa para ti! Ya está disponible X Nosotras, un podcast hecho con el corazón, donde Perla Ealy y Lavinia Muñoz son tus nuevas cómplices. En este nuevo proyecto hablamos de esos temas que a todas nos pasan, pero que pocas se atreven a mencionar. Escucha X Nosotras en YouTube y Spotify.

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5 tips para aprender a decir ‘no’

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Decir que no a un plan o poner límites cuando algo no nos gusta, puede parecer todo un reto para muchas de nosotras. A veces tomamos en cuenta miles de cosas, antes de nuestra propia decisión o nuestras necesidades, llevándonos hacer cosas que en realidad no queremos. Hoy te daremos algunos tips para comenzar a aprender a decir “no”.

Si te preguntas qué estás haciendo mal para que las personas respeten tus límites, es probable que te falte decir “no” más a menudo. Decir estas dos letras no siempre significa algo malo, pues la negación también tiene una función muy importante en nuestro día a día.

Puede ayudarte a expresar tus verdaderos deseos, cuidar de tus prioridades y poner límites necesarios en todas las relaciones de tu vida. Esto no quiere decir que tengas que ser grosera o descortés, pero tampoco decir que sí a todo para complacer a los demás.

5 tips para aprender a decir ‘no’

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1. Práctica con pequeñas decisiones

Puedes empezar por decir que no en decisiones pequeñas y que no tienen tanta relevancia. Por ejemplo, puedes decir que no cuando alguien te ofrece algo que no deseas; hazlo sin dar explicaciones de más ni disculparte.

De esta forma puedes comenzar a expresar que no estás a gusto con algo, lo cual puede servirte para decisiones más complejas.

2. Di que no con gratitud

“No, gracias” es una de las frases más amables de expresar una negación. De esta forma, puedes expresar que aunque te halaga que te hayan considerado para algo, por ahora no puedes acceder a un plan o ejecutar una tarea. Así también puedes dejar abierta la solicitud para otro momento.

En algunos contextos puedes usar frases como: “me halaga que me lo hayas pedido, pero ahora mismo no puedo” o “lamento no poder ir, pero gracias por pensar en mí”.

3. Sé clara y sin rodeos

No necesitas dar una extensa explicación con detalles para lo que quieres decir. El portal Better up recomienda que, en lugar de ello, busques una explicación breve, simple y directa para decir que no. Esto no significa que no debas comunicarte de manera asertiva y respetuosa, pero sí debes tener una estrategia clara para que los demás entiendan tus razones.

La idea es simplemente decir “no” y añadir la razón. Sin disculpas de más o explicaciones muy grandes.

Harvard Business Review, explica que no es necesario brindar detalles de más, sino más bien transmitir con honestidad nuestra razón. Puedes usar frases como: “esto no es algo con lo que me sienta cómoda”, “esta no es la opción más adecuada para mí”.

4. Muéstrate decidida

Aunque resulte incómodo, hay personas que no se conforman con un solo “no”. Por ello, debes mostrar seguridad e insistencia en tu negación, tal como quien te pide que aceptes. Esta actitud puede hacerte ver más seria y ayudarte a que los demás respeten tu decisión, aunque al principio parezca muy incómodo.

5. Di no al plan, no a la persona

Decirle “no” a la invitación de una fiesta o participar en un proyecto extra del trabajo no significa que tienes algo en contra de la persona que te invita o hace la petición. Toma en cuenta eso para darte seguridad a la hora de responder y para mostrar tu agradecimiento.

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Pensé que era heterosexual hasta que me besó mi mejor amiga

amiga

Hoy en 1, 2, 3 X NOSOTRAS te contaré la historia de Mariana, quien nunca dudó de sus preferencias sexuales hasta que su mejor amiga la besó y le confesó que estaba enamorada de ella. 

Todo esto sucedió cuando ambas tenían 27 años. Anteriormente las dos habían tenido solamente relaciones heterosexuales, una porque nunca dudó de sus gustos y la otra porque tenía miedo a perder a su familia. 

La historia de Mariana y de Alejandra es un testimonio más de lo difícil que sigue siendo llevar con normalidad la orientación sexual. Falta mucho para erradicar el odio, los prejuicios y la discriminación.

Soy Mariana, soy alegre, amiguera, fiestera, me encanta bailar y suelo tener relaciones amorosas largas. Tuve pocos novios antes de declararme bisexual, solamente 3 pero con cada uno duré varios años. 

Nunca sentí atracción o excitación por las mujeres. Sí había besado a alguna en juegos de retos que hacía con mis amigos de la secundaria, pero no sentí ni asco ni emoción. 

A Ale la conocí en la prepa y se convirtió en mi mejor amiga, hacíamos pijamadas en su casa o en la mía, viajábamos, nos íbamos de fiesta cada fin de semana, todo lo hacíamos juntas y nunca hubo secretos entre NOSOTRAS.  

Ella tuvo un novio en la secundaria que terminó porque se enamoró de otro chico en la prepa, pero era un patán y prácticamente estaba sola, yo no entendía por qué seguía con él; lo hice cuando me confesó su amor. 

Yo tenía un novio con el que llevaba 2 años, era una relación formal y planeábamos casarnos y tener hijos, hasta hablábamos de los nombres que les pondríamos. Y cuando Ale se peleaba con su patán, se iba con nosotros de fiesta, éramos los 3. 

Un día nos fuimos de fiesta con una amiga de la secundaria de Ale, pero como la casa era hasta Satélite, nos llevamos las pijamas para quedarnos. Ese día mi novio no pudo ir con nosotras porque fue la celebración de cumpleaños de su mamá. 

Como en toda fiesta, nos pusimos borrachas, estábamos disfrutando mucho. Llegó la madrugada y decidimos meternos a dormir al coche de la dueña de la casa, pues ya no había camas ni sillones disponibles. 

Tomamos unas cobijas y las pusimos en las ventanas del coche como cortinas, reclinamos los asientos de adelante para quedar casi acostadas y cerramos los ojos. 

Foto: un-perfekt / Pixabay

De repente Ale me preguntó si me había dormido, le contesté que aún no, que se me había espantado el sueño al meternos al auto; ella me dijo lo mismo. 

Salió por cervezas y comenzamos a platicar. No sé cómo, en qué momento, pero ella me acarició el cachete, luego los labios y me dijo que tenía muchas ganas de besarme y ¡lo hizo! 

Primero me quedé helada, pero luego seguí el beso. Sentí muchas cosas mientras sucedía, no puedo explicarlo, pero definitivamente sí hubo emoción en ese momento. 

Luego comenzó a besarme el cuello, quise detenerla pero no pude. Quise hacerlo porque era mi mejor amiga, porque yo no era lesbiana, pero estaba disfrutando mucho, estaba muy excitada. 

Esa noche tuve sexo por primera vez con una mujer y no con cualquiera, sino con mi mejor amiga, casi mi hermana; además las 2 teníamos novio. 

Al terminar, Ale me confesó que estaba enamorada de mí, que ella quiso ser “normal” (heterosexual), pero no le gustaban los hombres, que tenía novios por aparentar, por miedo a salir del clóset, de ser rechazada por sus papás y por mí. 

Como estábamos muy borrachas le dije que mejor durmiéramos. Al día siguiente yo no podía verla a la cara, sentía mucha pena. 

La noche anterior habíamos planeado ir a desayunar y luego irnos a casa, pero en cuanto amaneció le dije que nos fuéramos directo porque yo tenía planes con mi novio. El camino fue incómodo, no hablábamos, ninguna se atrevió a hacerlo. 

Me sentí tan incómoda que la estuve evadiendo por las próximas semanas y ella tampoco me presionó, entendió y me dio mi espacio. 

Foto: Jiroe / Unsplash

Pero luego de pensar y pensar, supe que no quería perder su amistad, que seguramente a mí me había ganado la borrachera y solamente tenía que decirle eso, aclarar todo y seguir siendo las mejores besties. 

Le pedí que fuéramos por una chela un fin de semana y le dije eso, aunque vi que sus ojos se pusieron tristes, entendió y respetó mi decisión. 

Intentamos seguir nuestra amistad pero definitivamente algo había cambiado, se había roto, ya nada era como antes; nos comenzamos a alejar.

Luego, una madrugada me llamó para pedirme que fuera a recogerla, que estaba en la caseta a Cuernavaca en una fiesta sola y no sabía qué hacer. 

Mi novio tenía coche, así que le dije que fuéramos a recogerla. Ese día se quedó a dormir en mi casa pues estaba en estado inconveniente. 

La metí a bañar, le hice un café y nos subimos a acostar. En la mañana desperté sintiendo sus manos en mi cuerpo, sus caricias, y en vez de pararla, me levanté a ponerle seguro a la puerta y volvió a pasar, tuvimos sexo otra vez. 

Foto: Maria Vlasova / Unsplash

Esa vez yo estaba completamente sobria, así que lo disfruté mucho más que la primera, incluso me atrevo a decir que ha sido mi mejor sesión de sexo en la vida, algo que nunca he experimentado con hombres. 

No podía negarlo, me gustaban las mujeres, estaba en shock porque no me esperaba ser lesbiana o bisexual, sentí miedo y confusión, sentí que tenía problemas de identidad a los 27 años. ¡Fue horrible!

Además me di cuenta que yo también sentía amor por Ale, no sólo como amiga, sino que sí quería estar con ella como pareja. 

Decidimos comenzar una relación en secreto, le pedí tiempo para aceptarme y reordenar mi vida. 

Eventualmente ambas terminamos a nuestros respectivos novios y ante todo el mundo seguíamos siendo Ale y Mariana, las mejores amigas, pero en la cama, en la soledad, éramos novias. 

Fue una relación hermosa, me sentía feliz y completa, por ella me hubiera atrevido a pelear contra todos para defender nuestro amor y nuestras preferencias sexuales. 

Con el tiempo la relación comenzó a desgastarse, como sucede con todas, y creo que a mí eso me hace huir de mis parejas y en esa etapa, conocí a un chico que me movió todo, desde que lo vi supe que quería todo con él y se fueron dando las cosas. 

Fui yo la que terminó con Ale porque no aceptó que estuviera con ella y con este chico, la entendí y la respeté. Lamenté que perdiéramos nuestra amistad, pero yo quería volver a vivir una relación con magia y no con pleitos. 

Unos años sí nos dejamos de hablar, pero ahora ya somos amigas otra vez, ya no las mejores y ya no nos vemos tan seguido. Ella sigue ocultándole a todos que es lesbiana, pero ya no usa a los hombres de “tapaderas”, al menos. 

Foto: Monika Kozub / Unsplash

Yo no he vuelto a tener una relación con una mujer, pero sé que soy bisexual y estoy bien con eso, no me causa inseguridades ni conflictos. 

Definitivamente mi noviazgo con Ale es el más intenso que he tenido y con ella tuve el mejor sexo de mi vida, pero yo no podía quedarme sólo con ella. 

Yo no he salido del clóset porque no creo que nadie tenga que salir de ningún lado, cuando eres heterosexual no andas anunciándolo, así que no tengo por qué anunciar que soy bisexual. 

El amor no debería tener género, es amor y ya, a nadie se le lastima ni se le hace daño. 

No creo que Ale lea esto, esperaría que sí para que sepa que gracias a ella yo me quité los prejuicios sexuales y aprendí a amar realmente. 

Siempre que hablo de ella digo que es mi mejor amiga y mi mejor amor y cada vez me convenzo más que nadie podrá sustituirla en mi vida. 

No te pierdas nuestro podcast X Nosotras, que cuenta historias de mujeres que como Nosotras están en el proceso de alcanzar su mejor versión. Disponible en YouTube y Spotify.

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