Tipos de apego: qué son y qué papel juegan en tus relaciones

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El apego es un término que se ha vuelto recurrente escuchar en conversaciones al estar vinculado a la forma en que nos relacionamos e involucramos sentimentalmente, ya sea con una pareja afectiva o con una amistad. Hablamos sobre tipos de apego, pero, ¿sabes exactamente cuáles son?

En realidad, los apegos van más allá de la idea que se tiene sobre ellos, y su origen proviene de la niñez, no de las relaciones afectivas en la etapa adulta como podría creerse (pese a que sí existe una relación entre ambas).

Una experta nos explicó qué son los apegos, cuáles son los tipos que existen y las implicaciones psicológicas que éstos tienen.

Qué es el apego

La plataforma de protección integral a la infancia Chile Crece Contigo define al apego como la relación afectiva más importante que establecen los seres humanos, definición que respalda Angie Navarro, psicoterapeuta, en sus propias palabras.

La profesional lo describe como la relación que se establece entre un niño y su cuidador principal que, en la mayoría de los casos, suele ser la madre o el padre.

El doctor John Bowlby, quien fuera psiquiatra y psicoanalista de niños, recalcó en el siglo pasado que los efectos inmediatos y a largo plazo en la salud mental de un niño o niña son el resultado de la relación entre éste y sus cuidadores. Bowlby se dedicó a estudiar esta teoría desde finales de los años sesenta hasta inicios de los ochenta, y hasta la actualidad se mantiene vigente como objeto de investigación.

De dónde provienen los apegos

El primer tipo de apego que experimentamos suele formarse en la primera infancia, específicamente en aquellos momentos en que el niño o niña se siente vulnerable. La reacción del cuidador ante las necesidades determinará a largo plazo una respuesta que, en términos prácticos, es el tipo de apego con el que se desarrollará, menciona Navarro.

Una publicación de la Revista Chilena de Pediatría, realizada por la investigadora María Eugenia Moneta, aclara que el apego es un proceso que no termina de un día a otro, sino que continúa forjando sus bases en cuanto a las relaciones afectivas entre miembros de una misma especie, en este caso la humana.

El apego está presente durante toda la vida hacia personas significativas con las que se ha establecido un vínculo duradero, por lo que no solo influyen en las relaciones de tipo amoroso o sexoafectivo, también en amistades.

Tipos de apego
El primer apego que desarrollamos proviene de la relación con nuestros padres. Foto: Pexels

Existen cuatro tipos de apego

1. Apego seguro. Expresa sus sentimientos y necesidades, no le teme al abandono ni tiene tendencia a caer en dinámicas de dependencia.

2. Apego ansioso. Siente mucha angustia ante cualquier tipo de conflicto, le teme al abandono, es propenso a desarrollar dependencia en sus relaciones, le preocupan más las necesidades del otro que las propias.

3. Apego evitativo. Huye de los conflictos, le cuesta trabajo expresar sus necesidades, le teme al compromiso, experimenta dificultades para involucrarse.

4. Apego desorganizado. Se le dificulta confiar por miedo a ser defraudado, vive los conflictos drásticamente sin importar la intensidad de éstos, suele tener relaciones inestables.

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Qué papel juegan los tipos de apego en las relaciones afectivas

Un artículo publicado por la Revista de Medicina Psicosomática y Psicoterapia detalla que el estilo de apego formado en la infancia influye de forma significativa en la calidad de las relaciones afectivas que se desarrollarán en la etapa adulta, así como en la elección de pareja y otros procesos de esta índole.

A modo comparativo, la institución afirma que las relaciones establecidas entre dos personas con apego seguro están asociadas con niveles de funcionalidad más altas, mientras que aquellos vínculos donde un individuo tiene apego evitativo y el otro apego ansioso suelen registrar niveles de éxito bajos.

La psicoterapeuta Angie Navarro, por otra parte, indica que la manera de relacionarnos afectivamente está determinada por los tipos de apego debido a que de este modo nos “acostumbramos” a interpretar o recibir el amor.

Tipos de apego
El tipo de apego que una pareja tenga, puede ser determinante en el éxito de la relación. Foto: Unsplash

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¿Se puede cambiar el tipo de apego adquirido en la infancia?

Si bien los mensajes que automáticamente se generan a partir de la interpretación del niño o niña acerca de la atención que le brinda su cuidador determinan los tipos de apego, lo cual puede modificarse en la etapa adulta.

Navarro, quien además es creadora de contenido enfocado en difundir información sobre psicología de una manera didáctica, afirma que se trata de un proceso de deconstrucción que debe llevarse a cabo en psicoterapia.

Al respecto, aclara que pese a que no es posible modificar la infancia, trabajar en ciertos rasgos conscientemente sí puede modificar la interpretación o percepción que se tiene del amor, lo que consecuentemente se reflejará en las dinámicas de las relaciones que formemos en la posterioridad.

En cuanto a cuándo debe considerarse este proceso, la especialista sugiere que el momento adecuado es cuando el tipo de apego que se tiene y sus implicaciones le impiden al individuo relacionarse y disfrutar correctamente, o cuando se generan patrones dañinos como la dependencia emocional.

Tipos de apego
Trabajar en el apego adquirido ayuda a tener mejores y más sanas relaciones afectivas. Foto: Unsplash

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¿Quién debe pagar la cuenta de una primera cita?

Quién debe pagar la cuenta

En la actualidad, en muchos contextos todavía existe la creencia de que el hombre es quien debe pagar la cuenta en una primera cita, pero los cambios sociales han llevado a que esa ideología vaya cambiando y que se abra el debate.

Muy probablemente has estado en la siguiente situación. Te invitan a una cita y estás cenando con la persona que te gusta; todo va de maravilla, están charlando, conociéndose, disfrutando de la comida y de la velada.

Pero de repente, llega el momento de pagar la cuenta y comienzan los cuestionamientos como: ¿debería decirle que yo pago mi parte? ¿Dividimos la cuenta? Pero sí me invitó, ¿pagará mi comida?

¿Quién debe pagar la cuenta en la cita?

En la actualidad la cuestión de “quién debe pagar la cuenta en una primera cita” ha ido cambiando, pues han surgido ideas sobre un trato más igualitario.

Sin embargo, esto no quiere decir que todas las millennials o gen z piensen así ni que deban hacerlo. De hecho, parece que para esta pregunta no hay una respuesta absoluta.

Hay quienes piensan que la responsabilidad de pagar la cuenta debería ser compartida, mientras otras personas creen que quien invita paga, además de que hacer ciertos “esfuerzos” hablan sobre el interés de una persona por la otra.

Para reflejar un poco los diversos puntos de vista que existen al respecto, le preguntamos a una antropóloga social e hicimos un sondeo sobre el tema.

Quién debe pagar la cuenta
Foto: iStock

La tradición de que el hombre pague

En entrevista Diana Laura Villegas Muñoz, candidata a obtener el grado de doctora por la Escuela Nacional de Antropología e Historia y docente en la Escuela Superior de Medicina, comenta que nuestra sociedad mantiene la idea tradicional de que el hombre pague, ya que hemos crecido con esa idea.

Existen tendencias tradicionales en las que se espera que el hombre sea quien asuma esa responsabilidad, pues si un hombre no invita la cena, refleja “poca masculinidad” o “pérdida de poder”.

Diana Villegas menciona que hay algunas mujeres que siguen creyendo que nos debemos dejar seducir por los hombres, y que tenemos que esperar a que nos inviten a una salida y nos paguen la comida.

Sin embargo, los cambios de época y de ideologías han planteado nuevas diferencias. “Los jóvenes han empezado a movilizar nuevas ideas, pues ya no se piensa en que el hombre tiene que pagar todo”, enfatizó la docente.

“La mujer ha quitado estas ataduras, pues ella está dispuesta a pagar su parte de la cena, ya que tenemos la idea, de: yo trabajo, yo gano, yo pago”, agrega Diana Villegas.

quién debe pagar la cuenta en una cita
Foto: Pexels. Cottonbro

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Un sondeo

En Nosotras realizamos un sondeo a 30 mujeres de entre 20 y 30 años, para que nos respondieran la pregunta: ¿quién debe pagar la cuenta en una primera cita?

Les dimos tres opciones para que escogieran: a) paga quién invita, b) mitad y mitad, o c) cada quién paga su consumo.

En dicho sondeo, con 41% las mujeres creen que debe pagar quien invita; 33% eligió la opción de que cada quién paga su consumo; y el 26% decidió que se debe pagar mitad y mitad.

Más puntos de vista

Vanessa Pérez, periodista en el área de Suplementos de El Universal, opina que el acuerdo debe ser 50/50. La periodista dice que, si se trata de la primera cita, lo más correcto es que sea mitad y mitad.

“Si el hombre paga a lo mejor la comida, qué tal si yo invito el postre o invito los cafés. Y si ya van más citas y van más avanzados, cuando le toque a uno (o sea, si uno invita y paga totalmente), entonces que la próxima cita le toque a la otra persona”, dice la periodista.

“Yo sí creo que es 50/50, yo no creo que el hombre es el que debe de pagar completamente y tampoco me parece que la mujer sea la que debe pagar completamente”, mencionó Vanessa Pérez.

quién debe pagar la cuenta en una cita
Foto: Pexels. Cottonbro.

Otra de las opiniones que recibimos fue de Guadalupe Cortés, quien es periodista y nos compartió su punto de vista respecto a este tema.

“Depende mucho de los casos, ¿no? Por ejemplo, siento que casi siempre yo voy con la idea de que voy a pagar ‘micha y micha’, o sea mi consumo, para no abusar tampoco de la cartera de la otra persona. También tengo entendido que existe esta idea tan viejita de que tiene que pagar el hombre, pero siento que se debe de pagar mitad y mitad. Aunque si es la primera cita y quiere quedar bien, pues que pague él, ¿no?”.

La última opinión fue de Tabatha Braulio, estudiante de la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas, quien dijo lo siguiente:

“Yo soy de las que dice que debe de irse a mitades, pagar la mitad de todo o que cada quien pague lo suyo”.

Soluciones

La antropóloga Diana Villegas comparte dos soluciones que puedes aplicar si tienes este problema con la persona que vas a salir.

  • Establecer una buena comunicación. La docente menciona que es importante abrir un proceso de diálogo, ya fuera escrito o vía internet y agregó que los jóvenes tienen que abrir el camino de la comunicación.
  • Acuerdos previos.

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5 primeras citas que fueron una historia de terror

Historias de citas fallidas

¿Cuándo fue la última vez que tuviste una primera cita? ¿Recuerdas esa sensación de nervios/emoción? Pero, como sabemos, no siempre esos primeros encuentros salen de la mejor manera, ya sea porque no había química con la persona en cuestión, por un “oso” o por alguna otra circunstancia externa. Así es como nacen las historias de citas fallidas.

Nos echamos un clavado en publicaciones de Reddit sobre primeras citas del terror y te mostramos algunas de las mejores (¿o peores?) que encontramos.

Algunas fueron incómodas y extrañas, mientras otras mostraron claras red flags que las usuarias (afortunadamente) no ignoraron.

Historias de citas fallidas u horribles

Cita termina en una convulsión

Una usuaria llamada /marshmallowz7824 compartió su primer cita que fue una historia de terror; en la que una condición médica de su cita salió a relucir de una manera que la preocupó y asustó mucho.

“Tuve una primera cita casual con un chico en mi apartamento. Vimos una película que había visto antes, teníamos una botella de vino y estábamos charlando”.

“Hacia el final de la película hay un poco de sangre (intento de suicidio) y, tras verla, el tipo entró en mi cocina para tomar un vaso de agua, pero de pronto se tiró al suelo y comenzó a convulsionar. Fue aterrador”.

“Corrí hacía él y estaba diciendo su nombre, después de unos segundos estaba a punto de llamar al 911, cuando él se despertó. Se dio cuenta de lo que pasó y solo dijo ‘maldita sea’. Aparentemente, la vista de la sangre realmente le afecta y ésta no había sido la primera vez que le sucedía”.

Historias de citas fallidas
Foto: Pexels. Cottonbro.

Cita políglota

La usuaria /brokebackhill compartió su experiencia de su cita, que inició de una manera romántica y terminó siendo un desastre.

“Un chico medio lindo se me acercó en la proyección de una película extranjera en mi universidad (en Arizona) y me invitó a salir en francés, que era el idioma de la película. Yo hablaba francés, así que acepté la cita en ese mismo idioma”.

“Cuando me recogió ese viernes por la noche, me saludó con ‘Guten tag!’ De acuerdo, qué lindo, una referencia a la proyección de películas extranjeras, ¿verdad? No. A partir de ese momento no habló más que alemán durante toda la noche”.

“Me llevó a Blockbuster (soy vieja) y alquilamos una película alemana. Habló alemán con el cajero, habló alemán durante la cena, hablaba alemán mientras veía la película. Trató de llegar a primera base en alemán. Y sí, todo este tiempo le estuve diciendo repetidamente que no hablaba alemán, y que no lo entendía. Él solo respondió en alemán”.

Pero el momento más extraño fue cuando su compañero de cuarto llegó a casa, mientras yo estaba a punto de marcharme incómodamente (mi cita estaba tratando de convencerme de que me quedara, en alemán). Mi cita interrumpió nuestra “conversación” para decir con un acento de Arizona perfectamente normal: ‘Hola, ¿qué hay?’ Luego se volvió hacia mí y continuó hablando alemán”.

“Arpón”

La usuaria /FeelingWhimsical compartió su historia de cómo un chico cambió su actitud después de que ella le preguntará qué soñaba cuando estaba despierto.

“Hace un par de años incursioné un poco con Tinder. Conocí a un chico que era súper lindo, viajaba mucho y parecía interesante. Supongo que ‘interesante’ era una palabra que podría usar para describirlo. Comenzamos la cita almorzando y tomando unas cervezas en mi lugar favorito de la ciudad. Estábamos charlando y surgió el tema de soñar despierto. Le pregunté qué soñaba despierto”.

“Luego, sus ojos parecieron oscurecerse un poco y su voz se volvió más baja cuando dijo: ‘cuando sueño despierto, imagino que la luz sale de los ojos de mi enemigo’. A estas alturas ya llevaba unas cuantas cervezas y no sabía qué decir. Yo respondo con, ‘Oh, así que eh, ¿cómo lo haces?’ Él mira hacia otro lado, reflexiona por un segundo y dice: “Arpón”.

“El resto de la cita se la pasó hablando conmigo sobre sus extensos problemas de ira y cómo todavía tiene sexo con su ex. Demonios, acababa de acostarse con ella antes de venir a encontrarse conmigo. Fue entonces cuando decidí dejar de usar Tinder”.

Historias de citas fallidas
Foto: Pexels. Cottonbro.

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Omitió un “pequeño” detalle

La usuaria /pm_me_tiny_dinosaurs se encontró con una pequeña sorpresa en su primera cita.

“Estuve platicando con un chico por internet y por fin nos pusimos de acuerdo para tener una cita. Llegué ahí y había una mujer sentada con él”.

“Resulta que era su esposa y ellos estaban buscando a alguien para formar un trío. Él nunca lo había mencionado durante nuestras pláticas y me insultó por decir que no quería involucrarme en eso”.

El egocentrista

La usuaria /hf0207 contó una anécdota que no terminó en insultos, pero sí fue hartante e incómoda.

“Mi peor cita fue con un chico que conocí en Bumble. Nos vimos en un Starbucks y él no dejó de hablar sobre él mismo por dos horas, yo apenas pude decir un par de frases en todo ese tiempo. Ni siquiera pude pedir algo de tomar porque me sentía grosera por interrumpirlo”.

“El tampoco ordenó nada. Así que me quedé ahí atorada escuchando a este hombre. Me preguntaba cómo era capaz de hablar por dos horas sin beber nada, él seguro debía estar sediento después de eso”.

historias de citas fallidas
Foto: Pexels. Eduardo Simões Neto Junior.

Ahora que ya te compartimos algunas, ¿qué historias de citas fallidas u horribles conoces?

*Las historias se editaron por cuestiones de claridad y espacio.

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¿Cómo poner límites en una relación de pareja?

Poner límites en una relación de pareja

Cuando no existe una buena comunicación en una relación de pareja, y cuando no existen límites, ésta puede llegar a experimentar problemas cada vez más graves. Desde relaciones tediosas o discusiones constantes, hasta la violencia que puede comenzar con “mi pareja no me deja” o “no puedo salir con mis amigos”. Aquí te explicamos la importancia de poner límites en una relación de pareja.

¿Qué son límites?

De acuerdo con la página web Psychology Today, tener límites significa honrarnos a nosotros mismos como individuos, separados con necesidades y deseos que a menudo difieren de los demás.

Sin límites saludables, permitimos que otros anulen nuestros propios sentimientos y deseos. La esencia de los límites es diferenciar lo que queremos de lo que otros quieren de nosotros.

Los límites son una expresión externa de una autoafirmación interna, lo que significa saber y afirmar lo que es importante para nosotros.

Afirmar nuestras necesidades y deseos, comienza con una pausa: yendo hacia adentro y notando lo que suena verdadero para nosotros.

Por qué es importante poner límites en una relación de pareja

Platicamos con Kathia Ogaz Carrillo, psicóloga y psicoterapeuta de pareja egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien nos comentó sobre la importancia de poner límites en una relación de pareja.

“En un vínculo de pareja, se dice que una relación es mucho más equitativa, mucho más plena y mucho más duradera si las dos personas en este vínculo o en está relación la pasan bien, y tienen la relación con bienestar. Es cuestión de que supieron poner límites”.

Kathia Ogaz apunta que, cuando no existen límites, es altamente probable que esa pareja no esté sana.

La psicoterapeuta dijo que el saber poner límites es una cuestión personal, pues los límites se van construyendo conforme vamos creciendo, es una forma de autoconocimiento.

Es decir, todas tenemos cosas que nos gustan o no, que toleramos o no; es importante establecerlas para poder comunicarlas.

“Poner límites no es para la pareja, sino saber los límites que para mí son importantes tener, es como tener mis reglas. La palabra es dura, pero cómo tener mis propias reglas claras, las cosas que para mí están bien. Si las dos personas tienen claro esto, entonces el juego y la relación de pareja se va a tejer de manera sana, con bienestar, con negociaciones y con acuerdos”, añadió Ogaz Carrillo.

Poner límites en una relación de pareja
Foto: Pexels. Shvets Production

La analogía del baile

“Si una pareja que tiene los límites claros en su relación se pone a bailar, lo que van hacer es un muy buen baile. Si una pareja no tiene límites claros, ya sea uno de ellos o los dos, lo que va a pasar es que se pisen todo el tiempo y se lastimen todo el tiempo”, relató la psicoterapeuta.

Kathia Ogaz dijo lo siguiente: “Esta analogía que conté, es para que los límites de los que hemos hablado, son límites para uno mismo y una misma”.

La psicoterapeuta comentó que cuando reconoces tus propios límites, lo que te gusta, lo que no te gusta y lo que te hace bien, se lo puedes decir a la otra persona y pueden establecer acuerdos.

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Las mujeres y los límites

Ogaz Carillo señaló que a las mujeres se nos ha enseñado a ajustarnos a los demás.

“Las mujeres hemos estado educadas en la Historia para los demás, entonces hemos perdido mucho el conocimiento de mí misma y el conocimiento de mis límites. Sé que quieren los demás, pero no sé qué quiero yo, de tanto pensar en los demás”, enfatizó la psicoterapeuta.

Asimismo, Kathia Ogaz dijo que justo las relaciones de pareja tradicionales estaban muy desequilibradas, porque la mujer generalmente se ajustaba a las necesidades y los límites del marido.

Poner limites en una relación de pareja
Foto: iStock

¿Los límites son solo para pareja?

La psicóloga contestó que los límites se aplican para todos los vínculos personales, hasta a veces con los animales.

“Podemos decirle a nuestro hermano, mamá, papá, amigos, jefe, líder: ‘¡hasta aquí! O mira, más acá, aquí estoy bien’.

Esto sucede en todas las relaciones, de todas las personas”, finalizó.

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Así nació el mito de la “media naranja” o “tu otra mitad”

Mito de la media naranja

Desde el principio de la humanidad se han creado historias y mitos alrededor del amor, pero entre los más populares está el de la famosa “media naranja” u “otra mitad”. Tanto así que aquí estamos en 2022, escuchando ese tipo de términos con frecuencia e ignorando que se originaron miles de años atrás. De hecho, del mito de la media naranja es bastante curioso.

Te dejamos un resumen que encontramos con información de la BBC y Bustle.

Todo se remonta alrededor del 416 a.C., en la Acrópolis griega. Específicamente, a una reunión en que se juntó un grupo de filósofos para beber, comer y hablar de temas de interés. Tal vez hayas escuchado antes de ella, pues de aquí nació “El Simposio” de Platón y la idea del famoso amor platónico.

Mito de la media naranja
Foto: Pixabay

El inicio del mito de la media naranja

El tema de esta reunión fue el amor y en ella participaron varios filósofos cómo Sócrates, Erixímaco y también Aristófanes; cuando llegó el turno de Aristófanes para hablar, nació el mito de las mitades o lo que miles de años después conoceríamos como “encontrar tu media naranja”.

La historia de Aristófanes comienza explicando que la forma que tenemos ahora no era nuestra anatomía original, pues antes los humanos formaban un círculo con cuatro piernas, cuatro brazos y una cabeza con dos caras que no se veían entre sí. Por su naturaleza eran más rápidos, más fuertes y más inteligentes.

Podían ser solo mujeres, solo hombres y andróginos, el último era la unión entre una mujer y un hombre.

El precio de la ambición

El problema fue que conspiraron contra los dioses. Todo parecía estar bien hasta que Zeus se percató de su poder y temió que llegaran a ser una amenaza para los dioses del Olimpo. Exterminarlos no era opción, pero ideó el plan perfecto: dividirlos.

Le dio la orden a Apolo de, literalmente, cortarlos por la mitad de forma vertical pero antes debía hacer voltear sus caras, haciendo que miraran cómo eran divididos.

Cuando Apolo los cortó por la mitad, los humanos se abrazaban intensamente para intentar ser otra vez uno mismo, pero nunca lo lograron.

Zeus, después de todo, trasladó sus genitales hacía la parte delantera, haciendo que el género andrógino (hombre con mujer) pudiera reproducirse y que los otros dos sexos encontraran placer cuando sus cuerpos se juntaran.

Para dar más detalles a su historia, Aristófanes explicó el porqué del ombligo, que era la costura donde Apolo juntaba toda la piel suelta.

Las criaturas se sentían incompletas y el deseo de estar con su otra mitad se volvió en amor. Cuando se encontraban eran los seres más felices y volvían a tener la fuerza que Zeus les arrebató.

La casamentera profesional Mary Balfour le dijo a la BBC que la creación de Aristófanes era muy moderna en cierto modo porque incorpora diferentes aspectos de la sexualidad actual.

Sin embargo, “no deberías estar buscando a tu otra mitad para completarte sino ser autosuficiente, y no deberías entrar en una relación hasta que seas una persona completa y feliz porque son las personas felices las que hacen relaciones felices”.

Leer más: ¿Cuál es la diferencia entre poligamia y poliamor?

¿Existen las almas gemelas?

Encontrar a tu media naranja es cómo encontrar una aguja en un pajar, pero no imposible.
Foto: Pixabay. Caleb Ekeroth

Pero no solo la mitología griega es quién usa el término, a veces también la ciencia tiene que hablar sobre el mito de la media naranja.

Matemáticamente, las probabilidades de encontrar a tu alma gemela son bastante bajas, de acuerdo con información recopilada por el sitio web Bustle. Según el cálculo de Randall Muroe, antiguo especialista en robótica de la NASA, tienes aproximadamente 500 millones de candidatos en el mundo (considerando personas en tu rango de edad)… Aquí sí aplica la aguja en el pajar.

Por otro lado, la búsqueda constante podría no ayudarte con tus relaciones. Existe un estudio titulado “Cuando duele pensar que fuimos hechos el uno para el otro”, en el que se descubrió que la gente que creía en almas gemelas tendía a estar menos satisfecha al pensar en los conflictos de sus relaciones, a comparación de quienes no creían en eso.

Finalmente, psicológicamente hablando, la doctora Shauna H Springer expresa que, si bien no cree en la idea de encontrar a tu media naranja, sí hay evidencia de que nos podemos volver el alma gemela de alguien.

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¿Cuál es la diferencia entre poligamia y poliamor?

Diferencia entre poligamia y poliamor

Seguro has escuchado muchas veces los dos términos, pero, ¿puedes distinguirlos perfectamente? ¿Sabes cuál es la diferencia entre poligamia y poliamor?

Es importante saberlo porque, después de todo, hoy existen nuevas realidades en los modelos de relaciones que necesitas conocer y distinguir. Conforme la sociedad occidental ha ido cambiando poco a poco, la forma en la que se establecen las relaciones afectivas lo ha hecho también y en diversos sentidos.

Por ejemplo, muchas personas ya no creen en casarse con una sola persona o de tener relaciones sexuales con una sola pareja.

“El poliamor como construcción amorosa dialogada. Estudio cualitativo”, de la autora Laura Santiago Álvarez, menciona que la humanidad ha impuesto el mito de la exclusividad, es decir, la creencia de que es imposible amar a varias personas a la vez. Aquí, de hecho, ya interviene un término que hemos escuchado cada vez más en años recientes: poliamor.

¿Qué pasa cuando un individuo se enamora de dos o más personas al mismo tiempo? O, ¿cuando un hombre contrae más de dos matrimonios? ¿Es poliamor o poligamia?

En vista de que ambos conceptos pueden generar confusión, aquí te explicamos básicamente cómo es que puedes diferenciarlos.

Diferencia entre poligamia y poliamor
Foto: iStock

¿Cuál es la diferencia entre poligamia y poliamor?

En entrevista con Liliana Mondragón Hernández, especialista en Autoconocimiento Sexual y Relaciones Humanas en Terapia de Reencuentro, comenta que la poligamia es un régimen matrimonial que permite al varón tener varias esposas, desde una parte legal.

“Para que sea una poligamia, debe haber un documento legal que así lo manifieste, de que tiene varias esposas”. Pero Mondragón Hernández, agrega que, en caso de que una mujer haga esto, que son muy pocas las ocasiones, se le denomina como poliandria.

La especialista menciona lo siguiente: “En el enfoque machista, es más aceptado en los hombres que en las mujeres. Hay ciertas culturas, ciertos espacios, donde por religión, por creencias, por aspectos sociales, es algo que se fomenta, que se permite y que se hace”.

Liliana dice que las esposas saben de la existencia de estos matrimonios; sin embargo, no hay esta relación entre ellas, solamente se sabe.

“A diferencia del poliamor, el poliamor es una forma como muchas otras que nos permite relacionarnos con otras personas de manera afectiva y sexoafectiva. Se establecen acuerdos entre cada persona, ellas están conscientes y aceptan compartir estos vínculos”, indica la especialista.

Ambos términos son poco convencionales en la sociedad contemporánea; aunque los dos términos inician con el mismo sufijo “poli” que significa “muchos”, las dos palabras tienen diferencias significativas. Aun así, mucha gente no conoce la diferencia entre poligamia y poliamor.

De acuerdo con un artículo de Psychology Today, el termino poliamor, técnicamente significa múltiples amores y la poligamia significa múltiples cónyuges.

diferencia poliamor y poligamia
Foto: Pexels. Cottonbro.

¿Por qué se practica la poligamia y el poliamor?

Liliana Mondragón apunta que, socialmente, nos han enseñado esta parte de “romantizar el amor” y romantizar las relaciones o los vínculos.

Entonces venimos desde una formación de una vida monogámica, donde solo nos permiten una relación de pareja, desde lo que es aceptado y socialmente permitido.

“Nos van limitando, en esta situación, de qué manera nos podemos vincular con las otras personas. Y entonces se puede ir descubriendo que yo puedo sentir otros afectos, hacia otras personas, pero cuando descubrimos que lo sentimos, lo vivimos con culpa”, puntualiza la especialista.

De acuerdo con Mondragón Hernández, la práctica en la poligamia se da propiamente por la cultura, por las creencias, por la religión, por las reglas sociales, que así lo estipulan. Prácticamente, “ahí no hay de otra”.

Acorde al Instituto Mexicano de Sexología (Imesex), de 3 mil personas encuestadas en 2022, el 51% aseguró que se puede amar a más de tres personas al mismo tiempo.

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¿Se puede formar relaciones amorosas muy profundas?

“Claro, los vínculos dependen de cómo yo me vaya relacionando con esas personas, entonces se va enriqueciendo esa relación, se va enriqueciendo esa forma de estar con la persona y entonces se van generando esos lazos, esos apegos, esas formas de estar más estrechos y más profundas”, explica la especialista.

Liliana Mondragón menciona que la base principal de esas comunidades poliamorosas es la honestidad, la comunicación y la toma de acuerdos, pues esto permite que las relaciones vayan siendo más fortalecidas.

diferencia poliamor y poligamia
Foto: Pexels. Valeriia Miller.

¿Puedo sentir celos?

La especialista en autoconocimiento sexual asegura que, como en toda relación, existen esos monstruos, esos miedos que pueden ir apareciendo a lo largo de esas prácticas, de estos vínculos.

“Aquí la base es que yo lo hable, tengo que ser honesta conmigo misma”, indica.

Finalmente, Liliana Mondragón añade que el género no es relevante en una relación poliamorosa, pues al final de cuenta, tiene que ver en la decisión de la persona.

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