El sueño es crucial para tener una buena salud, tanto mental como física y, aunque pueda parecer descabellado, hay una brecha de género en cuanto a la calidad de sueño. Se cree que las mujeres dormimos peor que los hombres, pues solemos padecer más problemas o trastornos de sueño.
¿Alguna vez has notado que los hombres parecen quedarse dormidos más rápido que tú o que tienen el sueño más profundo? Pues esto no es un suceso aleatorio, al contrario, de manera general existen distintos factores que permiten esta brecha. Nosotras te contamos más sobre este fenómeno.
Por qué las mujeres duermen peor que los hombres

Mediante la plataforma The Conversation, el somnólogo Juan José Ortega asegura que las mujeres suelen presentar alteraciones de sueño con más frecuencia que los hombres de los 25 a los 69 años. Esto depende de varios factores relacionados con los roles tradicionales que realizan muchas mujeres como la crianza, su empleo y el cuidado de otras personas. La calidad de sueño también se ve afectada por diferencias sociales y biológicas que presentamos en comparación con los hombres.
1. Menstruación
A partir de la primera menstruación (menarquia), la función ovárica incrementa y en cada ciclo se liberan las hormonas femeninas estradiol y progesterona. El especialista explica que estas últimas regulan el sueño en el hipotálamo.
Al menstruar, es común que tengamos una necesidad de dormir más tiempo durante la noche o sentir sueño a lo largo del día. Desafortunadamente, días previos a la llegada de la menstruación, el sueño también puede verse afectado por el síndrome premenstrual.
2. El trabajo de cuidado y trabajo no remunerado
Los roles tradicionales que las mujeres desempeñan de manera general en la sociedad también tienen un fuerte impacto en nuestra calidad de sueño, aunque se minimicen estas responsabilidades. Un ejemplo de esto ocurre con el trabajo de cuidado que realizan millones de mujeres.
De acuerdo con la Universidad de Michigan, las mujeres que se dedican a cuidar de otros, ya sean hijos y/o padres de edad avanzada u otras personas, tienden a dormir durante menos tiempo. Es decir, este cuidado se dirige a otras personas, por lo que suelen descuidarse a sí mismas reduciendo su tiempo de sueño.
3. Embarazo
En el primer trimestre de gestación, la progesterona aumenta e interrumpe el sueño, por lo que las mujeres suelen sentirse cansadas en el día. Sin embargo, el somnólogo Juan Ortega asegura que estas alteraciones suelen disminuir durante los tres meses siguientes, aunque la fragmentación del sueño sigue apareciendo.
Los trastornos de sueño se agravan en el último trimestre del embarazo debido a los cambios físicos. En estos días, es más difícil conseguir una posición cómoda para dormir, también puede presentarse reflujo gastroesofágico, movimientos fetales y calambres, todas estas alteraciones afectan la calidad de sueño de la madre.
4. Menopausia
La menopausia provoca una disminución de hormonas sexuales, esto afecta directamente el sueño. La falta de estas hormonas incrementan las posibilidades de insomnio en este periodo. Otros síntomas de esta etapa son lo famosos bochornos o sofocaciones nocturnas, que pueden interrumpir las horas de sueño. Durante la menopausia, se presentan otros trastornos como apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas, los cuales dificultan el descanso.
Leer más:
5 errores que cometes con tu rutina de sueño y afectan tu salud