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A casi todas NOSOTRAS alguna vez nos dijeron durante la adolescencia que no comiéramos mucho chocolate porque puede provocar o empeorar la aparición de granitos en el rostro. Pero, ¿es cierto esto? ¿De verdad hay alimentos que pueden provocar acne?
El acné es una condición de la piel que se produce por una combinación de factores: acumulación de grasa en la piel, poros obstruidos, bacterias e inflamación. Intervienen diversas variables, como los cambios hormonales y la genética. Y, aunque se relaciona con la adolescencia, puede aparecer a mayor edad.
¿Hay alimentos que pueden provocar acné?
De acuerdo con Harvard Health, más de una vez se han cambiado las creencias sobre la relación entre la dieta y el acné. Hace un par de décadas se creía que ambos tenían mucho qué ver, y luego eso se desmitificó por completo.
En años recientes han surgido estudios que sí sugieren una relación entre la dieta y el acné. Sin embargo, todavía no existe un consenso al respecto ni investigaciones concluyentes.
Esto quiere decir que sí existe una posibilidad de que los alimentos que consumes promuevan la inflamación en el cuerpo y esto detone brotes de acné. Aun así, no hay razón para creer que cambiar tu dieta te garantizará deshacerte del acné (ni deberías hacerlo sin ayuda de un profesional).
Aunque eventualmente se concluyera que la dieta sí influye en la aparición de acné, no es el único factor involucrado. Están no solo los cambios hormonales o la genética, sino también el estrés y la contaminación.
Algunos alimentos que podrían relacionarse con el acné
Foto: Unsplash. Oscar Nord
1. Los alimentos con índice glucémico alto
De acuerdo con la BBC, algunas investigaciones han sugerido que los alimentos que aumentan los niveles de azúcar en sangre, a menudo denominados alimentos con un índice glucémico alto (como el azúcar refinado y los carbohidratos blancos), parecen actuar como detonantes en algunas personas.
La Academia Estadounidense de Dermatología cita un estudio que arrojó que seguir una dieta con índice glucémico bajo puede reducir la aparición de acné. Esto incluiría consumir verduras frescas, algunas frutas, frijoles y avena, por mencionar ejemplos de alimentos con bajo índice glucémico.
2. Leche
Hay estudios que sugieren que el consumo de leche podría provocar acné, pero la investigación al respecto es escasa y, de ser cierto, podría no afectar a todas las personas. El consumo de lácteos como el queso y el yogur no ha tenido el mismo efecto, debido a su índice glucémico menor.
3. Grasas saturadas
Se cree que los alimentos procesados, con grasas saturadas y grasas trans, podrían agravar el acné.
Dormir las horas suficientes y descansar adecuadamente puede tener grandes efectos positivos en tu vida: desde sentirte mejor de ánimo y más productiva, hasta beneficiar tu salud a largo plazo. Por eso, es una excelente idea establecer una rutina de rituales saludables antes de ir a dormir.
Tu rutina previa a acostarte no tiene que durar un tiempo determinado, puede ajustarse a tus actividades y necesidades. Por ejemplo, puedes organizarla para que dure 30 minutos antes de ir a la cama. También es posible incluir las actividades que tú quieras. La única condición es que hagas lo posible para seguir esa rutina todas las noches, incluso en fines de semana.
La organización Sleep Foundation recomienda que te olvides de tu computadora, teléfono o televisión durante esa rutina nocturna. Ver una película antes de dormir puede parecer relajante, pero la luz azul que estos aparatos emiten puede engañar a tu cerebro de manera que parezca que es de día y trabaje para mantenerte despierta.
Cambia los aparatos electrónicos por una actividad relajante como leer, armar rompecabezas, dibujar o colorear.
2. Come un snack ligero
No incluyas comidas pesadas, cafeína o bebidas alcohólicas en tu rutina antes de dormir. Lo que sí puedes incluir es una pieza de fruta, yogur o nueces, recomienda Sleep Foundation. Una tisana sin cafeína, con algún ingrediente como manzanilla y lavanda, también te puede calmar antes de descansar.
3. Prepara algunos pendientes
Si te cuesta mucho trabajo levantarte o te estresas fácilmente en las mañanas, toma algunas medidas para aligerar tu carga de tareas, sugiere el portal Healthline. Prepara tu outfit del día siguiente, acomoda tus cosas en un solo lugar para que no se te olvide nada o prepara tu bolsa para el trabajo, por ejemplo.
4. Crea un oasis de relajación
Un ratito antes de acostarte, prepara tu cuarto para que sea un espacio ideal para relajarte. Esto se puede lograr eligiendo cobijas que te encanten por su aspecto y textura, usando aromaterapia (pero sin dejar encendido nada) y bajando las luces, si te resulta posible.
5. Haz algunos estiramientos
Toma algunos minutos para hacer estiramientos o movimientos de yoga, recomienda la plataforma Calm. Durante el día, puedes copiar los estiramientos o checar rutinas de algún video.
6. Prueba una técnica de respiración
Existen técnicas de relajación que implican respiraciones profundas y pueden liberar tensión. Por ejemplo, prueba el método 4-7-8: inhala durante 4 segundos, mantén la respiración durante 7 y exhala por 8 segundos.
A menos que hayamos enfrentado un diagnóstico de cáncer de mama o que tengamos un vínculo cercano con alguien que lo haya padecido, podríamos tener dificultades para diferenciar entre los mitos y realidades sobre esta enfermedad. Aunque este tipo de cáncer es uno de los más conocidos y discutidos, aún persisten numerosos malentendidos sobre dicho padecimiento y las razones detrás de él.
NOSOTRAS te compartimos información especializada acerca de 7 mitos comunes sobre el cáncer de mama que necesitamos dejar atrás.
7 mitos comunes sobre el cáncer de mama
Foto: Pexels. Nadezhda Moryak.
1. Consumir demasiada azúcar causa cáncer de mama
Uno de los mitos más extendidos es que el azúcar puede alimentar al cáncer y acelerar su crecimiento. De acuerdo con los expertos de BreastCancer.org, aunque todas las células (tanto cancerosas como sanas) utilizan el azúcar de la sangre (glucosa) como combustible, no hay evidencia sólida que relacione el consumo excesivo de azúcar con el desarrollo del cáncer.
Según la Fundación Nacional de Cáncer de Mama en Estados Unidos, pese a que el consumo de azúcar en exceso no es una causa de cáncer por sí misma, es importante tener en cuenta que podría ser un factor de riesgo real para otras condiciones. Algunos estudios han vinculado la diabetes con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, especialmente en casos más agresivos.
2. Llevar el teléfono en el sostén puede provocar cáncer de mama
La preocupación sobre si llevar el teléfono móvil en el sujetador puede aumentar el riesgo de cáncer de mama ha sido objeto de debate. Sin embargo, “hasta la fecha, la mayoría de los estudios se han centrado en si la radiación de radiofrecuencia emitida por los teléfonos móviles podría aumentar el riesgo de tumores cerebrales, pero no en los senos”, explican los investigadores de la Fundación Nacional de Cáncer de Mama en Estados Unidos.
De acuerdo con BreastCancer.org, la radiación emitida por los teléfonos es de baja energía, a diferencia de la radiación de alta energía utilizada en exámenes como los rayos X. Aunque algunos fabricantes de teléfonos recomiendan mantener los dispositivos alejados del cuerpo, no hay suficientes evidencias para respaldar la afirmación de que llevar el teléfono en el sostén cause cáncer de mama.
3. Los antitranspirantes y desodorantes causan cáncer de mama
La Sociedad Estadounidense del Cáncer señala que “no hay estudios sólidos que vinculen el riesgo de cáncer de mama con el uso de antitranspirantes”. A pesar de los rumores persistentes sobre el aluminio y otros químicos, no se ha demostrado una relación clara entre su uso y el cáncer de mama.
Sin embargo, algunos estudios han encontrado que las mujeres que utilizan productos con aluminio en las axilas pueden tener concentraciones más altas de aluminio en el tejido mamario. Lo que ha generado más investigaciones al respecto, pero que aún no han arrojado datos que le relacionen con este tipo de cáncer.
4. Un estilo de vida saludable elimina el riesgo de desarrollar cáncer de mama
Foto: Pexels. Cottonbro Studio.
“Es cierto que las conductas saludables pueden ayudar a reducir riesgos sobre la salud, pero no pueden garantizar que no desarrollarás cáncer de mama”, afirma el doctor Michael Zeidman, especialista en cirugía de mama para Medical News Today.
Las mujeres que llevan un estilo de vida saludable también pueden ser diagnosticadas con cáncer de mama. Si bien es fundamental controlar los factores de riesgo modificables, como la dieta y el ejercicio, es igualmente crucial realizarse exámenes de detección periódicos. “Nadie, incluso al llevar un estilo de vida sano, te permite estar 100% a salvo”, enfatiza Zeidman.
5. El cáncer de mama solo afecta a mujeres de mediana edad y mayores
Aunque la mayoría de los casos se presentan en mujeres de mediana edad o mayores, “aproximadamente el 9% de los nuevos casos de cáncer de mama tan solo en los Estados Unidos se detectan en mujeres menores de 45 años, incluso a partir de los 20”, indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Además, la mayoría de estos casos suelen diagnosticarse en etapas más avanzadas.
De acuerdo con la Fundación Nacional de Cáncer de Mama en Estados Unidos, en general, las mujeres tienen una probabilidad de 1 en 8 de desarrollar cáncer de mama independientemente de su edad. Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama deben comenzar a hacerse exámenes de detección 10 años antes de la edad de diagnóstico de su familiar.
6. Un bulto en los senos es el único síntoma al que debes prestar atención
Pensar que el cáncer de mama siempre se presenta como un bulto es uno de los mitos más comunes. De acuerdo con los expertos de BreastCancer.org, la realidad es que, a veces, no hay ningún bulto palpable.
Según el Centro de Investigación sobre el Cáncer de Yorkshire, además de los bultos, se deben tener en cuenta otros síntomas. Entre los cuales se se encuentran: áreas de tejido engrosado, cambios en el tamaño o forma de los senos, cambios en la apariencia del pezón y secreciones inusuales. “Cualquier cambio inusual que se experimente debe ser examinado por un profesional de la salud”, subrayan los expertos.
7. Solo las personas con antecedentes familiares o mutaciones genéticas padecen cáncer de mama
Las mutaciones en algunos genes pueden aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer de mama. Estos genes incluyen los BRCA1 y BRCA2. Sin embargo, la Fundación para la Investigación del Cáncer de Mama en Estados Unidos señala que solo entre el 10% y el 15% de los cánceres de mama son causados por mutaciones hereditarias.
“La mayoría de las mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama no tienen mutaciones genéticas hereditarias conocidas. Ni antecedentes familiares significativos”, aseguran los expertos. Aunque los antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo, la enfermedad puede afectar a cualquier mujer, independientemente de su historial familiar.
La actriz Jenna Fischer ha compartido que ha estado recibiendo tratamiento por cáncer de mama desde diciembre del año pasado. La estrella de “The Office”, quien se volvió famosa internacionalmente por interpretar a “Pam Beesly”, hizo esta revelación en su cuenta de Instagram el día de ayer. Donde expresó su deseo de compartir su historia con motivo del inicio del mes de concientización sobre el cáncer de mama.
NOSOTRAS te compartimos lo que dijo Jenna Fischer en la reciente revelación de su lucha contra el cáncer.
La actriz de ‘The office’ que enfrentó el cáncer de mama
Foto: Captura de Instagram. @msjennafischer.
Jenna Fischer, conocida por su papel como la recepcionista “Pam Beesly” en la famosa serie “The Office”, anunció a través de Instagram que ahora está “libre de cáncer”. Esto, tras someterse a cirugía y múltiples rondas de quimioterapia y radioterapia desde finales del 2023.
“Nunca pensé que haría un anuncio como este, pero aquí estamos. En diciembre pasado, me diagnosticaron cáncer de mama triple positivo en etapa 1. Después de completar la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia, ahora estoy libre de cáncer”, escribió en su publicación. “Quería una foto de mí con mi pixie irregular luciendo feliz y saludable para acompañar esta noticia”.
“Estoy feliz de decir que me siento genial”, compartió Jenna en Instagram, añadiendo que abría su experiencia para alentar a otras mujeres a estar atentas a los signos de la enfermedad. “Hago este anuncio por varias razones. Una, estoy lista para deshacerme de las pelucas. Dos, para implorarles que se hagan sus mastografías anuales”, escribió.
Jenna Fisher compartió su experiencia con el cáncer en apoyo a otras mujeres
Jenna también expresó su deseo de que su experiencia contra el cáncer de mama sirviera como apoyo para cualquier mujer que esté pasando por dicha afección en este momento. “Cualquiera que haya tenido un diagnóstico de cáncer sabe que tu vida cambia inmediatamente”.
La actriz compartió que, el año pasado, se sometió a una mastografía de rutina, que arrojó resultados irregulares en su pecho izquierdo. Y destacó que, a pesar de que su tipo de cáncer es uno de los más agresivos, respondió bien al tratamiento. “Mi tumor era tan pequeño que no se podía sentir en un examen físico. Si hubiera esperado seis meses más, las cosas podrían haber sido mucho peores. Podría haberse extendido”, señaló.
La actriz señaló haber sido afortunada de que el cáncer aún no se había extendido a los ganglios linfáticos ni al resto del cuerpo. Por lo que se sometió a una lumpectomía en enero para extirpar el tumor, seguida de 12 rondas de quimioterapia y tres semanas de radioterapia. Y, aunque ahora está libre de cáncer, continúa recibiendo infusiones de medicación.
Fischer también mencionó que ver a mujeres publicar fotos de sus citas para realizarse la mastografía, en Instagram, la motivó a programar la suya, que había estado retrasando. “Me alegro de haberlo hecho. Consideren esto un empujón para que lo hagan”.
¿Cómo es el cáncer de mama triple positivo que enfrentó Jenna?
De acuerdo con el portal BreastCancer.org, el cáncer de mama triple positivo ocurre cuando las células cancerosas contienen niveles más altos de la proteína HER2, así como receptores para las hormonas estrógeno y progesterona. Esto significa que cuando estas hormonas y proteínas se unen a las células cancerosas, éstas crecen más rápido. El tratamiento del cáncer de mama triple positivo generalmente involucra cirugía, como una mastectomía o lumpectomía, radioterapia, quimioterapia, medicamentos dirigidos a la proteína HER2 y terapia hormonal.
Finalmente, la actriz agradeció a su “increíble comunidad”, desde el equipo médico que la ayudó hasta las sobrevivientes de cáncer con las que se conectó. Así como a sus amigos y familiares, incluida su mejor amiga y compañera de “The Office”, Angela Kinsey. También mencionó a su esposo, Lee Kirk, quien “ha estado a mi lado a lo largo de todo esto”.
Después de su último tratamiento de quimioterapia y radioterapia, él le preguntó cómo quería celebrar. Ella respondió que quería “tocar una campana, con los niños, en nuestro patio trasero, con todos lanzando confeti”. Momento que compartió a través de una foto en la misma publicación de Instagram.
Aunque muchas mujeres piensan que son muy jóvenes para pensar en la detección oportuna de cáncer de mama, la realidad es que este tipo de cáncer también puede afectarte aun si eres menor de 40 años. NOSOTRAS te decimos cuál es la edad más temprana en que puedes tener cáncer de mama.
Aunque su incidencia suele ser menos frecuente en comparación con mujeres mayores, sí es posible tener este tipo de cáncer en tus 20 o 30 años.
NOSOTRAS te compartimos información especializada acerca de la edad mínima desde la que puedes comenzar a desarrollar cáncer de mama.
¿Cuál es la edad más temprana en la que puedes tener cáncer de mama?
Foto: Pexels. Cottonbro Studio.
“Mientras que el cáncer de mama se diagnostica típicamente en mujeres postmenopáusicas, esta es una condición que puede y ocurre en mujeres jóvenes”, afirma la radióloga de Yale Medicine, Liva Andrejeva-Wright. “He diagnosticado cáncer de mama a mujeres que aún están en sus 20 años”.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), aproximadamente el 11% de todos los casos de cáncer de mama se presentan en mujeres menores de 45 años. La institución estima que más de 1,000 mujeres menores de 40 años mueren anualmente a causa de esta condición. Para este año, se pronostica que más de 26 mil mujeres menores de 45 años sean diagnosticadas con esta enfermedad.
La U.S. Preventive Services Task Force publicó, en abril de 2024, una guía sobre la mastografía, recomendando un examen bienal para mujeres de 40 a 74 años. “Si bien la mayoría de los cánceres de mama que se encuentran durante las mastografías anuales son en mujeres mayores de 50, las mujeres menores de 40 generalmente son demasiado jóvenes para comenzar el tamizaje, a menos que tengan una mutación genética o síntomas físicos, como un bulto”, explica la oncóloga especialista en mamas, Andrea Silber.
¿Qué es el cáncer de mama de inicio temprano?
El cáncer de mama de inicio temprano se refiere a aquellos diagnósticos realizados entre los 18 y 45 años. De acuerdo con información de Cleveland Clinic, entre 2012 y 2016, alrededor del 10% de los nuevos diagnósticos de cáncer de mama en mujeres fueron casos de inicio temprano.
Los síntomas de esta afección en mujeres jóvenes son similares a los de otros grupos de edad. Estos incluyen bultos en la mama o en la axila, dolor mamario, cambios en la piel de la mama, pezones invertidos, secreción del pezón y ganglios linfáticos inflamados. Aproximadamente la mitad de los cánceres de mama de inicio temprano están relacionados con mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2. Sin embargo, no todos los casos son genéticos; algunos se presentan de manera espontánea.
Los factores de riesgo incluyen un historial familiar de cáncer de mama a una edad temprana, terapia de radiación en el pecho y condiciones como la hiperplasia atípica. “A través de la investigación, estamos aprendiendo más sobre el cáncer, la genética y los factores de riesgo”, dice la doctora Andrejeva-Wright. “Las mujeres jóvenes deben ser conscientes de su historia familiar y mantener informados a sus médicos a lo largo del tiempo”.
Es importante mencionar que, de acuerdo con la Fundación para la Investigación del Cáncer de Mama en Estados Unidos, existen disparidades raciales en el diagnóstico de cáncer de mama en mujeres jóvenes. Las mujeres de color tienen casi el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con esta afección en comparación con mujeres blancas de 20 a 44 años. “Cuando una mujer siente un bulto mamario que no desaparece, debe hacerse revisar a cualquier edad”, enfatiza la doctora Silber.
Aunque los casos en edad temprana son poco comunes, el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común a desarrollarse entre las mujeres de 15 a 39 años.
La detección temprana es crucial. Aunque no hay una manera de predecir quién desarrollará cáncer de mama, conocer los factores de riesgo y realizarse chequeos médicos regularmente puede ayudar. Las expertas recomiendan que, independientemente de la edad, las mujeres seamos conscientes de nuestra salud mamaria y realizarnos autoexámenes al menos cuatro veces al año.
Si detectas cambios en tus senos o cuentas con antecedentes familiares de este tipo de cáncer, es importante que te sometas a un seguimiento especializado. En ciertos casos, podrían sugerir una mastectomía profiláctica preventiva. El apoyo profesional te permitirá evaluar tus factores de riesgo específicos y crear un plan de detección adaptado a ti. Un diagnóstico temprano podría aumentar las posibilidades de un tratamiento efectivo.
El flujo vaginal es un proceso natural de nuestro cuerpo, el cual puede modificarse debido a las diferentes etapas del ciclo menstrual o durante la actividad sexual. Pero, ¿existen varios tipos de flujo vaginal?
Para empezar, debemos explicar que el flujo se produce en tu útero y cérvix, y sirve tanto para lubricar como mantener limpia tu vagina. Es importante conocer sus características en condiciones normales, puesto que ciertos cambios en su coloración, textura y olor podrían ser indicadores de algún problema de salud.
NOSOTRAS te compartimos información especializada acerca de los tipos de flujo vaginal que podrías experimentar y su significado.
El flujo vaginal es un líquido claro o blanquecino que proviene de la vagina. De acuerdo con el portal Cleveland Clinic, este líquido es producido por el útero, el cérvix y la vagina, y está compuesto principalmente por células y bacterias.
Según Tahirah Redhead, especialista en ginecología y obstetricia para Medical News Today, las mujeres experimentamos cantidades, texturas y coloraciones variables de flujo vaginal. Sus características pueden cambiar dependiendo de cada momento del ciclo menstrual de la siguiente manera.
Días 1–5. Al inicio del ciclo menstrual, el flujo suele ser rojizo debido a la eliminación del revestimiento del útero.
Días 6–14. Tras la menstruación, es posible que disminuya el flujo vaginal. A medida que el óvulo se desarrolla y madura, el moco cervical se tornará un poco turbio y puede ser blanco o amarillento, además de tener una textura pegajosa.
Días 14–25. Unos días antes de la ovulación, el flujo se vuelve delgado y resbaladizo.
Días 25–28. El flujo se aclarará y su cantidad disminuirá antes de que comience otro periodo.
Como cada mujer es diferente, resulta muy importante poner atención a los cambios que se presentan a lo largo de cada ciclo menstrual, por mínimos que parezcan. Cuando notes algo fuera de lo común o una irregularidad en tu ciclo, es momento de ir al médico para descartar un problema de salud.
¿Cuáles son los tipos de flujo vaginal?
El flujo vaginal también puede clasificarse dependiendo de los cambios en su color, textura, olor y cantidad. De acuerdo con Sanaz Ghazal, ginecóloga y obstetra para Health, la mayoría de las causas de flujo vaginal anormal son tratables con medicamentos y se pueden clasificar de la siguiente forma.
1. Flujo marrón
El flujo marrón suele ser resultado de sangre vieja que se está expulsando del útero. Puede ser causado por irritación después de una relación sexual o un examen médico; también puede suceder por infecciones como la vaginosis bacteriana; o por el inicio o final del periodo menstrual.
En casos raros, puede indicar condiciones como un embarazo ectópico o ciertos tipos de cáncer.
2. Flujo amarillo
El flujo amarillo pálido puede ser normal durante algunas etapas del ciclo menstrual. Sin embargo, si es de un amarillo oscuro o tiene un olor fuerte, puede ser señal de una infección de transmisión sexual (ITS) como la clamidia o la gonorrea.
3. Flujo rojo
El flujo de color rojo brillante o marrón puede estar relacionado con la menstruación o el inicio del embarazo. Sin embargo, si se observa fluido con sangrado fuera de estas etapas, podría ser síntoma de una condición de saludo como pólipos, fibromas o cáncer.
4. Flujo blanco
El flujo blanco y sin olor generalmente es normal. Un flujo blanco y cremoso podría ser un signo temprano de embarazo. En el caso de una infección por hongos, el flujo puede ser blanco, espeso y con una textura similar al requesón.
5. Flujo claro
El flujo vaginal claro y resbaladizo que se produce justo antes y durante la ovulación, también se le conoce como moco cervical tipo “clara de huevo”. Aunque también podrías observar un aumento de flujo claro durante la actividad sexual.
6. Flujo verde
El flujo verde siempre será indicador de un problema de salud, especialmente si se acompaña de otros síntomas como dolor o picazón. Las causas pueden incluir ITS, enfermedades inflamatorias pélvicas o la presencia de objetos extraños en la vagina.
7. Flujo rosa
El flujo rosa puede deberse a una pequeña cantidad de sangre, que puede ser resultado de la menstruación, la ovulación o el sangrado por implantación. También puede ser síntoma de menstruaciones irregulares.
8. Flujo gris
El flujo vaginal grisáceo no es saludable y podría indicar vaginosis bacteriana. Generalmente este tipo de fluido vendrá acompañado de picazón, irritación, olor desagradable o enrojecimiento alrededor de la vulva.
El flujo vaginal es un proceso natural y esencial para la salud de nuestros cuerpos. Sin embargo, es fundamental permanecer atenta a cualquier cambio en el color, la textura, la cantidad o el olor del flujo, ya que estos pueden ser signos de infecciones u otras condiciones médicas. Ante cualquier duda, lo mejor es consultar a un profesional de la salud.
Existen muchas infecciones de transmisión sexual (ITS) que no provocan síntomas, por lo que resulta imprescindible conocer cuáles son los medios de contagio, además de mantener un enfoque de prevención y cuidado. En esta ocasión, NOSOTRAS te decimos cuáles son las ITS que se contagian por sexo oral.
Antes de comenzar, debemos establecer que se entiende por sexo oral al acto de estimular con la boca los genitales o área genital de otra persona. También puede tratarse de la zona del ano.
¿Pueden transmitirse ITS por practicar sexo oral?
La respuesta más breve es sí. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), muchas infecciones de transmisión sexual se pueden contagiar mediante el sexo oral, de las siguientes maneras.
Puedes contraer una ITS en boca o garganta tras dar sexo oral a una persona con infección de este tipo en genitales, ano o recto.
Puedes contraer algunos tipos de ITS si recibes sexo oral de una persona con infección de este tipo en boca o garganta.
Es posible contraer una infección de este tipo en más de un área a la vez.
Varias ITS pueden propagarse por el cuerpo después de haberse transmitido vía sexo oral.
El sexo oral que involucra el ano también puede transmitir hepatitis A y B, además de parásitos intestinales y bacterias como E. coli.
De acuerdo con la Asociación Americana de la Salud Sexual, estas son algunas de las ITS que se contagian por sexo oral.
1. Clamidia
La infección puede ocurrir inicialmente en la garganta, genitales, tracto urinario o recto.
A menudo no hay síntomas. Si los hay, puede incluir dolor de garganta, flujo vaginal anormal y una sensación de ardor al orinar.
2. Gonorrea
Al igual que la clamidia, puede iniciar en garganta, área genital, tracto urinario y recto. Los síntomas al principio, si es que los hay, pueden ser similares también.
3. Sífilis
La infección puede comenzar en la boca, labios, garganta, genitales, ano y recto.
En la primera etapa de la infección es posible que aparezcan llagas en boca, garganta, genitales o ano. En la segunda etapa, puede haber urticaria en las palmas de las manos y pies.
4. Herpes
La infección puede iniciar en labios, boca, garganta, genitales, ano, recto y glúteos. Es posible que no presente síntomas o que se manifieste como llagas en las zonas afectadas.
5. Virus del papiloma humano
Es posible que la infección inicie en boca, garganta, ano, recto y genitales. Hay tipos de VPH que no presentan síntomas, y otros manifiestan verrugas en genitales, boca o garganta.
6. VIH
La infección puede comenzar en la boca, área genital, ano y recto. En un principio no hay síntomas perceptibles.
Cómo prevenir una ITS por sexo oral
Puedes reducir el riesgo de contraer una ITS durante el sexo oral si utilizas condón, dique dental o algún método de barrera, indican los CDC.
Se cree que algunos factores pueden incrementar el riesgo de contraer una ITS con esta práctica sexual, como la higiene oral deficiente, las heridas abiertas en boca o genitales, y la exposición al semen o líquido preseminal. Sin embargo, no hay evidencia concluyente de esto último.
Entre los métodos anticonceptivos se encuentran diversas opciones que se adaptan a las necesidades y preferencias de cada mujer. Entre ellos, el DIU (dispositivo intrauterino) destaca gracias a su eficacia y duración. Pero, si te has preguntado si duele cuando te ponen el DIU, sigue leyendo.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de la CDMX, este pequeño dispositivo en forma de “T” puede tener una eficacia de hasta un 98% y una duración de 5 a 10 años dependiendo del modelo. Esto puede resultar verdaderamente conveniente para aquellas que buscan métodos alternativos a las pastillas de uso diario.
Sin embargo, muchas mujeres dudan en colocárselo porque se preguntan si la inserción del DIU resultará dolorosa. NOSOTRAS te compartimos información especializada al respecto de las molestias que podrían presentarse durante la colocación de este dispositivo.
De acuerdo con Déborah Bateson y Kathleen McNamee, especialistas en ginecología y obstetricia mediante la plataforma The Conversation, la inserción del DIU es un procedimiento relativamente rápido, que suele durar alrededor de 10 minutos. Sin embargo, a pesar de la rapidez, algunas mujeres podrían experimentar calambres y, ocasionalmente, sensación de mareo durante el proceso.
De acuerdo con las expertas, durante la consulta tu ginecóloga realiza un examen bimanual para verificar el tamaño y la posición del útero. A continuación se inserta un espéculo para visualizar el cuello del útero, un proceso que generalmente no causa incomodidad significativa, aunque algunas condiciones como el vaginismo (espasmos de los músculos que rodean a la vagina) o la sequedad vaginal pueden complicar la inserción.
Luego la ginecóloga utilizará un tenáculo para estabilizar el útero y facilitar la inserción. Esta parte puede causar un dolor agudo momentáneo. Posteriormente, introducirá un instrumento para medir la longitud del útero y, finalmente, colocará el DIU en su lugar.
Aunque la experiencia es distinta para cada mujer, es común tener calambres o sentir dolor durante la inserción del DIU. De acuerdo con Shaziya Allarakha, investigadora médica para MedicineNet, este dolor no suele durar más de uno o dos minutos.
Una investigación para Plos One reveló que la mayoría de las mujeres experimentan dolor leve o moderado durante la inserción del DIU. Sin embargo, el dolor puede ser más intenso para quienes nunca han dado a luz o tienen antecedentes relacionados a la dismenorrea secundaria (endometriosis, miomas, etc.).
Opciones para el alivio del dolor
Foto: Unsplash. Reproductive Health Supplies Coalition.
Las recomendaciones para reducir el dolor durante la inserción del DIU son limitadas, pero los especialistas de la organización Planned Parenthood sugieren consultar a tu ginecóloga sobre algún medicamento antiinflamatorio que pueda ser tomado previo al procedimiento. Y, para aquellas con una historia de endometriosis o ansiedad severa, podrían considerarse opciones como la aplicación de anestesia.
Después de la inserción, se recomienda a las pacientes permanecer en la clínica durante, al menos, unos 20 minutos. Si bien los expertos señalan que la mayoría puede regresar a casa por su cuenta, es aconsejable que acudan con un acompañante.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de la CDMX, es probable que se presenten cólicos durante los primeros tres a seis meses de usarlo, esto mientras tu cuerpo se adapta al DIU, especialmente durante la menstruación.
Para aliviar el malestar general, Bateson y McNamee sugieren utilizar compresas calientes y analgésicos de venta libre como naproxeno, ibuprofeno o paracetamol. Sin embargo, si el dolor empeora o se acompaña de secreciones inusuales o fiebre, es crucial buscar atención médica.
Aunque la inserción del DIU puede causar cierto nivel de incomodidad, la mayoría de las mujeres tolera el procedimiento sin mayores dificultades. La clave para elegir qué método utilizar es estar informada sobre el proceso y las opciones de alivio para las molestias que puedan presentarse, lo que te permitirá tomar decisiones más seguras y cómodas sobre la oferta de anticonceptivos.
La vulvodinia es una condición de la que no se tiene demasiada información todavía, pero que puede afectar la vida de muchas mujeres debido a un dolor severo y punzante que persiste en la zona exterior de los genitales.
A pesar de lo que podrías pensar, esta condición no se presenta por una infección de transmisión sexual (ITS). A continuación NOSOTRAS te contamos en qué consiste y cuáles son los signos de que lo estás viviendo.
De acuerdo con MedlinePlus, la vulvodinia es un trastorno de dolor severo que se manifiesta en la vulva; es decir, en la parte exterior de los genitales femeninos.
Puede presentarse en una sola parte de la vulva o en diferentes zonas. Si es el primer caso (vulvodinia localizada), suele sentirse en la abertura de la vagina cuando se ejerce presión por las relaciones sexuales o la inserción de un tampón. En el caso de que se presente en diferentes zonas, puede empeorar por estar mucho tiempo sentada o usar ropa ajustada.
No se sabe de manera exacta por qué se presenta este dolor, pero hay varias causas posibles, como una lesión en los nervios de esta parte del cuerpo, cambios hormonales, fibras nerviosas adicionales y debilidad en los músculos del piso pélvico.
Cuáles son los síntomas de la vulvodinia
Puedes tener este trastorno si experimentas un dolor punzante y agudo en la vulva por tres meses o más, y no se debe a una infección u otra condición médica que previamente te hayan diagnosticado, indica la organización Planned Parenthood.
Es un dolor e irritación que se siente como quemazón, ardor, pulsaciones, hinchazón o como si la piel estuviera en carne viva.
Es posible sentir ese dolor de manera constante, o que aparezca y desaparezca frecuentemente. También puede sentirse sin razón aparente o solo cuando algún objeto toca esta parte de tu cuerpo.
Si estás viviendo con lo que podría ser vulvodinia, es necesario que acudas al médico para poder recibir un diagnóstico correcto y tratamiento para el dolor. No esperes a que se manifiesten otros síntomas para buscar ayuda.
¿Alguna ves te has preguntado por qué te da más hambre durante la menstruación? ¡No estás sola! Muchas mujeres experimentamos un aumento del apetito y antojo de ciertos alimentos durante la etapa menstrual. Este fenómeno está relacionado con el síndrome premenstrual (SPM), que agrupa una serie de síntomas físicos y emocionales que suelen aparecer entre una y dos semanas antes del periodo. Y algunos de ellos, como los cambios en el apetito y los antojos suelen ser bastante comunes.
NOSOTRAS te compartimos información especializada acerca de por qué tendemos a experimentar mayor apetito durante la menstruación.
¿Por qué te da más hambre durante la menstruación?
Es completamente normal sentir más hambre durante la menstruación. De acuerdo con Katherine Chan, fisióloga biomédica para VeryWell Mind, esto se debe principalmente a los cambios hormonales. Puesto que, posterior a la ovulación, los niveles de progesterona tienden a aumentar, lo que se traduce en un estímulo para el apetito.
Al mismo tiempo, los niveles de serotonina, que influyen en el estado de ánimo, tienden a disminuir, lo que puede llevar a buscar alimentos “reconfortantes”, especialmente aquellos que son dulces. Así mismo, la leptina que, en condiciones normales, ayuda a suprimir el apetito, aumenta en esta fase, lo que genera una compleja interacción hormonal que aumenta el deseo de comer.
Un estudio publicado para la revista Annales d’Endocrinologie de 2017, reveló que las mujeres consumían en promedio 476 calorías más antes y durante su periodo, siendo los carbohidratos la principal fuente de estas calorías adicionales. Por otro lado, un artículo publicado para el European Journal of Nutrition en 2016, analizó la ingesta dietética de más de 250 mujeres y encontró un aumento significativo en el consumo de proteínas, especialmente de origen animal, durante la fase lútea del ciclo menstrual. Es decir, durante la última fase del ciclo, justo después de la liberación del óvulo.
¿Cómo influye la insulina en nuestro apetito durante la menstruación?
Recientes investigaciones han comenzado a explorar la relación entre la insulina y el apetito durante el ciclo menstrual. Un estudio publicado en Nature Metabolism sugiere que la sensibilidad a la insulina varía en diferentes fases del ciclo. Martin Heni, profesor de endocrinología en el Hospital Universitario de Ulm, explica: “el cerebro contribuye a los cambios metabólicos y probablemente modifica la conducta alimentaria a lo largo del ciclo menstrual. Esto no es nada malo. Es fisiológico, pero puede explicar lo que muchas mujeres nos dicen sobre lo que sienten a lo largo del ciclo menstrual. Dado que este puede ser un mecanismo subyacente”.
La insulina, que regula el metabolismo y la ingesta de alimentos, puede atravesar la barrera hematoencefálica y afectar el comportamiento alimentario. Heni y su equipo descubrieron que los cambios en la sensibilidad a la insulina podrían influir en la regulación del apetito, lo que ayuda a explicar el aumento de antojos en la última fase del ciclo menstrual.
Si bien es normal experimentar antojos durante tu periodo, aquí hay algunas estrategias para manejarlos sin afectar tu salud, de acuerdo con Andrea L. Braden, especialista en ginecología y salud de la mujer para Health.
Aumenta tu consumo de calcio.
Opta por frutas si anhelas algo dulce.
Consume proteínas, que te ayuden a saciar el hambre.
Mantente bien hidratada.
Come porciones pequeñas con frecuencia durante el día.
Escoge alimentos ricos en fibra que mantendrán tu saciedad por más tiempo.
Experimentar un aumento del apetito y antojos durante la menstruación es completamente normal, puesto que está influenciado por diversos cambios hormonales en tu cuerpo. Llevar una dieta equilibrada y no dudar en disfrutar de un antojo ocasional puede ayudarte a navegar mejor estos días. Sin embargo, en caso de experimentar algún comportamiento o síntoma negativo que interfiera para llevar a cabo tu rutina diaria, lo recomendable es acudir con un profesional de la salud que pueda dar seguimiento de tu caso.
La mastografía es un estudio radiográfico que se utiliza para detectar anormalidades en los senos, por lo que representa un paso fundamental para la detección oportuna del cáncer de mama. En muchos casos pueden no presentarse signos evidentes de esta enfermedad, es por ello que resulta de suma importancia tomar en cuenta a qué edad debes hacerte una mastografía por primera vez.
NOSOTRAS te compartimos información especializada sobre cuál es la edad más adecuada para hacerte este tipo de revisión médica.
A qué edad debes hacerte una mastografía por primera vez
La mastografía tiene como objetivo identificar cambios en los tejidos mamarios que pueden no ser perceptibles mediante la observación o palpación. Este examen puede detectar pequeñas masas o nódulos que, aunque no se sientan fácilmente, pueden ser indicativos de problemas que requieren atención médica.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), este estudio se recomienda a mujeres de 40 a 69 años de edad. El procedimiento consiste en tomar dos radiografías de cada mama: desde los lados y de arriba hacia abajo. Puede causar ciertas molestias debido a la compresión que se realiza en los senos, sin embargo, la duración del estudio no suele ser de más de 15 minutos. En caso de que el resultado sea normal, se recomienda una nueva mastografía cada dos años.
Según la Secretaría de Salud de la CDMX, normalmente no se hacen revisiones de este tipo antes de los 40 años, puesto que el tejido mamario a esa edad es denso y no permite que el estudio arroje resultados confiables.
Sin embargo, la Sociedad Americana Contra el Cáncer considera que, para las mujeres que tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama (como aquellas con antecedentes familiares), se recomienda iniciar la detección a partir de los 30 años, incluyendo mastografías y resonancias magnéticas anuales.
Tipos de mastografía
De acuerdo con el IMSS, existen dos tipos principales de mastografía, que dependen de la edad y otros factores derivados de una revisión médica preventiva.
Mastografía de detección. También conocida como mastografía de tamizaje, está destinada a mujeres asintomáticas de 40 a 69 años. Se recomienda realizarla cada dos años.
Mastografía diagnóstica. Se recomienda a mujeres que presentan algún signo o posible síntoma de cáncer de mama, como bultos, cambios en la piel, secreción del pezón o dolor. Este tipo de mastografía es indicada por un médico tras una evaluación clínica.
Detección temprana y tratamiento
Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, las recomendaciones para la detección del cáncer de mama en mujeres con riesgo promedio son las siguientes.
Mujeres de 40 a 44 años. Tienen la opción de iniciar la detección con mastografías anuales.
Mujeres de 45 a 54 años. Deben someterse a mastografías anuales.
Mujeres de 55 años y mayores. Pueden optar por mastografías cada dos años, aunque también pueden continuar haciéndolas anualmente si lo desean.
La detección temprana del cáncer de mama es crucial, ya que los casos diagnosticados en etapas iniciales suelen reflejar anomalías más pequeñas y son menos propensos a haberse propagado. Esto no solo mejora las expectativas de tratamiento, sino que también puede reducir significativamente el riesgo de mortalidad.
Las pruebas de detección, como la mastografía, de acuerdo con la Secretaría de Salud de la CDMX, son la forma más confiable de encontrar el cáncer de mama en etapas tempranas con una eficacia de entre el 80 a 90%; la probabilidad incrementa si se complementa con la historia clínica de la paciente. La prevención y la detección temprana son las mejores armas que tenemos para combatir el cáncer de mama.
Realizarse una prueba de embarazo a tiempo y de forma correcta es fundamental para una toma de decisiones oportuna, especialmente durante las primeras semanas de gestación. Pero, aunque este tipo de productos tiene un alto porcentaje de confiabilidad, existen errores que puedes cometer al usar una prueba de embarazo.
La forma y condiciones en que se realiza la prueba puede influir en su precisión, si no sigues las instrucciones adecuadamente. NOSOTRAS te compartimos algunos errores comunes, de acuerdo con información especializada, que podrían interferir en el uso correcto de una prueba de embarazo.
Errores que puedes cometer al usar una prueba de embarazo
De acuerdo con Cleveland Clinic, las pruebas de embarazo buscan una hormona llamada gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina o sangre. Esta hormona se libera una vez que un óvulo fertilizado se implanta en el útero, y su concentración aumenta con el tiempo.
La concentración de hCG se duplica cada 29 a 53 horas durante los primeros 30 días después de la implantación de un embarazo intrauterino viable, según información del servicio Clue. Por lo tanto, si te realizas la prueba demasiado pronto, es probable que obtengas un resultado negativo, incluso si estás embarazada.
En el caso de las pruebas caseras, estas suelen reaccionar a la hCG en la orina mediante diferentes métodos: algunas muestran un signo positivo, otras muestran líneas o incluso la palabra “embarazada”. Por lo cual es vital leer las instrucciones, ya que cada marca puede presentar resultados de diferentes maneras.
De acuerdo con la Oficina para la Salud de la Mujer (Estados Unidos), las pruebas caseras pueden ser hasta un 99% efectivas si se usan de forma correcta.
Robin Elise Weiss, médica especializada en partos para Health Central, indica que algunos de los errores más comunes al emplear pruebas de embarazo caseras son los siguientes.
No verificar la fecha de caducidad. Las pruebas de embarazo tienen una fecha de caducidad y, si las usas luego de que esa fecha pase, puede resultar en un resultado incorrecto ya que su eficacia podría estar comprometida.
No estar al tanto de las fechas de tu ciclo. Realizar la prueba antes de la falta del periodo menstrual puede dar lugar a falsos negativos. Es recomendable esperar al menos hasta haber perdido un periodo menstrual para obtener un resultado más confiable.
No leer las instrucciones. La mayoría de los errores en las pruebas se deben a no seguir las instrucciones adecuadas. Es crucial tomarse unos minutos para familiarizarse con el proceso específico de la prueba.
No realizar la prueba en el momento adecuado del día. Para obtener resultados más precisos, es mejor realizar la prueba con la primera orina de la mañana, cuando la concentración de hCG es más alta.
Revisar el resultado antes o después del tiempo indicado. No esperar el tiempo recomendado puede resultar en resultados erróneos. Un falso positivo puede ocurrir si la prueba se lee demasiado tarde.
No utilizar suficiente orina. Algunas pruebas requieren una cantidad específica de orina. Asegúrate de seguir las instrucciones para evitar invalidar la prueba.
Beber mucha agua antes. Es mala idea tomar muchos líquidos inmediatamente antes de la prueba para poder orinar, pues esto puede diluir la sustancia. Bebe agua como normalmente lo haces.
Saber cómo funcionan las pruebas de embarazo y evitar su mal empleo puede ayudarte a obtener un resultado más preciso y, por ende, tomar decisiones informadas y oportunas sobre tu salud reproductiva. Sin embargo, independientemente del resultado de la prueba casera, siempre debes confirmar los resultados buscando atención médica profesional.
Los análisis de sangre realizados en laboratorios, en compañía de apoyo ginecológico especializado, pueden ofrecerte acompañamiento y orientación adecuadas a tus necesidades y objetivos.
El síndrome de ovario poliquístico (SOP), de acuerdo con la Secretaría de Salud de la CDMX, es un trastorno hormonal crónico, degenerativo e incurable que afecta entre el 21% y 22% de las mujeres mexicanas.
Se trata un padecimiento multifactorial en el cual influyen la carga genética, los niveles de andrógenos e insulina, entre otras características. Y que puede derivar en hipertensión, diabetes, niveles altos de colesterol, infertilidad y depresión. Por lo que se vuelve crucial procurar un diagnóstico oportuno a partir de que se presentan los primeros síntomas.
NOSOTRAS te compartimos información especializada acerca de qué es, cuáles son los síntomas y a qué edad pueden diagnosticarte síndrome de ovario poliquístico.
El SOP es un trastorno hormonal que causa desequilibrios que pueden llevar a menstruaciones irregulares, niveles elevados de andrógenos y la formación de quistes en los ovarios. La doctora Lubna Pal, directora del Programa de SOP de la Universidad de Yale, explica: “No se trata de una sola enfermedad, sino de un espectro que tiene consecuencias para la salud en general”. Los síntomas incluyen ciclos menstruales irregulares, acné, exceso de vello corporal y facial, y problemas de fertilidad.
A qué edad pueden diagnosticarte síndrome de ovario poliquístico
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una afección hormonal común que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a alrededor del 8% y el 13% de las mujeres en edad de procrear. Aunque este síndrome puede comenzar a manifestarse durante la adolescencia, la Secretaría de Salud de la CDMX considera que es prematuro el diagnóstico en dicha etapa. Por lo que, lo recomendable, sería diagnosticar entre los seis y ocho años después de la menarquia (primera menstruación).
Esto no significa que las manifestaciones tempranas pierdan relevancia. De acuerdo con la Universidad de Yale, la mayoría de los diagnósticos son realizados entre los 20 y 30 años. A menudo suceden cuando las mujeres comienzan a presentar problemas de fertilidad. Es importante prestar atención a los primeros signos que, incluso, pueden aparecer en niñas que aún no han comenzado a menstruar.
La detección temprana es crucial, ya que el SOP está asociado con un mayor riesgo de problemas de salud a largo plazo, como diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. La OMS señala que hasta el 70% de los casos permanecen sin diagnosticar, lo que resalta la necesidad de una mayor concienciación y comprensión sobre esta condición.
De acuerdo con la Oficina de Salud de la Mujer (Estados Unidos), algunos de los síntomas del síndrome de ovario poliquístico incluyen lo siguiente.
Ciclo menstrual irregular (en abundancia del sangrado y periodos de tiempo en que se presentan).
Crecimiento anormal de vello en la cara o cuerpo.
Acné o piel grasa.
Adelgazamiento del cabello o alopecia.
Aumento de peso.
Oscurecimiento de la piel.
Esterilidad.
De acuerdo con la OMS, el diagnóstico del SOP se basa en la presencia de al menos dos de los siguientes criterios: síntomas de alto nivel de andrógenos, irregularidades menstruales, y quistes observados en una ecografía.
Es importante que los profesionales de la salud descarten otras posibles causas de estos síntomas antes de confirmar el diagnóstico. Según la doctora Pal, “es un diagnóstico de exclusión”, lo que significa que se deben considerar otros trastornos antes de llegar a la conclusión de que se trata de SOP.
Impacto del SOP en la salud mental
Además de los síntomas físicos, el SOP también puede tener un impacto significativo en la salud mental de las mujeres. La doctora Pal menciona que “la angustia emocional y los síntomas de depresión también son comunes en esta población”. Por lo tanto, es vital que las mujeres que experimentan estos síntomas busquen atención médica adecuada y apoyo emocional.
El síndrome de ovario poliquístico es una condición compleja que puede presentar indicios desde la adolescencia, pero que a menudo pasa desapercibida. Es fundamental fomentar la educación y la conciencia sobre esta afección para asegurar que las mujeres reciban el diagnóstico y tratamiento adecuados, lo que puede mejorar significativamente su calidad de vida.
La atención médica multidisciplinaria es clave para su detección, manejo de los síntomas y reducción de complicaciones a largo plazo. Si consideras que tú o alguna persona cercana a tu círculo padecen síntomas que pueden indicar SOP, lo recomendable es buscar orientación y atención ginecológica especializada que pueda ofrecerte un tratamiento oportuno.
En la búsqueda de un cuerpo más tonificado y fuerte, muchas se preguntan cuáles son los mejores ejercicios para la cintura. Fortalecer los músculos del core, que incluyen los oblicuos y los músculos abdominales, ofrece beneficios importantes como la prevención de lesiones en la parte baja de la espalda y una mejor estabilidad y equilibrio.
NOSOTRAS te compartimos cuáles son algunos de los mejores ejercicios para la cintura, de acuerdo con información experta.
Un core bien entrenado no solo ayuda a mejorar la apariencia de la cintura y el abdomen, sino que también es fundamental para la funcionalidad en actividades diarias. De acuerdo con Amy Kwan, especialista en fisioterapia para el portal Health, al “activar” el core se minimiza el movimiento no deseado en la columna y la pelvis durante actividades físicas, lo que resulta en una mejor postura y menos riesgos de lesiones.
A continuación, te compartimos algunos ejercicios recomendados por la especialista de Health y el portal Women’s Health, que puedes incorporar a tu rutina para fortalecer la cintura. Recuerda considerar condiciones de salud específicas y, si es necesario, consultar a tu médico.
1. Planchas laterales con giro
Acuéstate en posición de “plancha”. Es decir, de costado apoyándote sobre tu antebrazo y uno de tus pies.
Coloca la mano derecha detrás de la cabeza y mantenla ahí mientras intentas llevar el codo de frente hacia el suelo.
Asegúrate de tensar los músculos oblicuos durante este movimiento.
Realiza 15 repeticiones de cada lado.
2. Ejercicio de ‘heel grabber’
Acuéstate sobre tu espalda con los pies completamente apoyados en el suelo.
Incorpórate, llevando el pecho hacia el techo y contrayendo los músculos. Con la mano derecha, alcanza el talón derecho. Luego, con la mano izquierda, alcanza el talón izquierdo.
Mantén los abdominales contraídos durante todo el movimiento y evita recostarte.
Realiza 15 repeticiones, alternando cada lado.
3. V-Ups
Acuéstate boca arriba con las piernas estiradas y los brazos sobre la cabeza.
Mueve ambos brazos y piernas uno contra otro, para que se junten por encima de la cintura formando una “V” con tu cuerpo.
Aprieta los abdominales mientras bajas lentamente al suelo con un movimiento controlado.
Repite esto para un total de 15 repeticiones.
4. Crunch triangular
Arrodíllate sobre tu pierna izquierda, con la pierna derecha estirada hacia un lado.
Coloca el brazo izquierdo en el suelo y el brazo derecho detrás de la cabeza.
Contrae los músculos oblicuos, llevando la rodilla derecha hacia el codo derecho.
Controla el movimiento y mantén los músculos activos.
Acuéstate boca abajo con los brazos por encima de la cabeza y las piernas completamente extendidas, mientras mantienes la cabeza y la columna relajadas, mirando al suelo de frente.
Contrae los músculos centrales para estabilizar la columna vertebral y, al mismo tiempo, levanta las piernas y los brazos unos centímetros del suelo, manteniendo la cabeza y el cuello en posición neutra. Mantén la posición durante 3 a 5 segundos.
Baja suavemente hasta la posición inicial y repite.
6. Bicycle crunch
Acuéstate con la cabeza y los hombros elevados, las manos detrás de la cabeza y las piernas en una posición similar a cuando estás sentada.
Junta el codo derecho con la rodilla izquierda, mientras estiras la pierna derecha en un ángulo de 45 grados.
Alterna por 15 repeticiones de cada lado.
Consejos para un entrenamiento de cintura efectivo
De acuerdo con la especialista de Health, es importante mezclar ejercicios básicos con peso corporal y un alto número de repeticiones. Y, de manera gradual o alternada, añadir resistencia utilizando mancuernas.
Es importante recordar que, según los expertos de Women’s Health, no se puede reducir grasa de manera localizada, puesto que la pérdida de grasa en la cintura y otras partes del cuerpo depende de factores genéticos y una combinación de ejercicio regular y una dieta equilibrada. Incluir ejercicios de fuerza y cardio en tu rutina será fundamental para modificar tu composición corporal.
No olvides que, antes de realizar cualquier ejercicio, es necesario buscar orientación profesional especializada que pueda proporcionarte una rutina adecuada de acuerdo con tu condición y necesidades corporales.
De manera general, se sabe que el periodo menstrual comienza entre los 10 y 16 años de edad. Sin embargo, nuevas investigaciones han sugerido que ese rango de edad podría estar cambiando en las generaciones más jóvenes.
Se cree que la edad promedio del primer periodo menstrual ha disminuido, especialmente entre las mujeres de minorías raciales y de niveles socioeconómicos más bajos. Así lo afirma un estudio reciente de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, publicado el 29 de mayo.
NOSOTRAS te compartimos información relevante sobre el estudio que afirma que la menstruación está llegando antes en nuevas generaciones.
La menstruación está llegando antes en nuevas generaciones, dicen investigaciones
En una investigación llamada Apple Women’s Health Study, se examinaron los ciclos menstruales y la salud ginecológica de un grupo de mujeres estadounidenses; dicho estudio se llevó a cabo en colaboración con el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (Estados Unidos).
De acuerdo con los investigadores, a lo largo de cinco décadas estudios previos ya habían mostrado tendencias hacia una menarquia (el primer periodo menstrual) más temprana. Sin embargo, los datos sobre la manifestación de estas tendencias en diferentes grupos raciales y socioeconómicos habían sido limitados. Este estudio buscó llenar tal vacío utilizando un conjunto de datos mucho más diverso y amplio.
Entre las más de 70 mil participantes que se inscribieron al estudio entre noviembre de 2018 y marzo de 2023, se encontró que la edad promedio de la menarquia había disminuido notablemente. Las mujeres nacidas entre 1950 y 1969 comenzaron a menstruar, en promedio, a los 12.5 años, mientras que las nacidas entre 2000 y 2005 lo hicieron a los 11.9 años. La tasa de menarquia temprana (en menores de 11 años) aumentó del 8.6% al 15.5% en el mismo periodo.
Además, según el estudio, el tiempo que tarda el ciclo menstrual en regularizarse ha aumentado. Entre las participantes de las generaciones más antiguas, el 76% alcanzó la regularidad del ciclo dentro de los dos años posteriores a la primera menstruación. Cifra que disminuyó al 56% en las mujeres más jóvenes.
De acuerdo con los resultados, las tendencias fueron consistentes en todos los grupos sociodemográficos. Aunque se observaron de manera más pronunciada en mujeres que se identifican como negras, hispanas, asiáticas o de raíces mixtas.
¿Cuáles son los factores que podrían intervenir en la menstruación temprana?
Los investigadores sugieren que el índice de masa corporal (IMC) en la edad de la primera menstruación podría ser un factor que explique esta tendencia, vinculándola con el aumento de la obesidad infantil en Norteamérica. Otros factores potenciales incluyen patrones dietéticos, estrés psicológico, experiencias adversas en la infancia y factores ambientales, como sustancias químicas que podrían alterar el sistema endocrino.
Los autores del estudio recalcaron la importancia de continuar con estos estudios. “Es fundamental seguir investigando la menarquia temprana y sus causas”, enfatizó Zifan Wang, autor del estudio e investigador postdoctoral en el Departamento de Salud Ambiental de Harvard. Dado que “la menarquia temprana se asocia con un mayor riesgo de resultados adversos para la salud, como enfermedades cardiovasculares y cáncer, necesitamos más inversión en la investigación de la salud menstrual para abordar estos problemas que afectan desproporcionadamente a las poblaciones ya desfavorecidas”.
“Nuestros hallazgos pueden llevarnos a una mejor comprensión de la salud menstrual a lo largo de la vida y de cómo nuestro entorno de vida impacta este signo vital crítico”, afirmó Shruthi Mahalingaiah, coinvestigadora principal y profesora adjunta en salud ambiental, reproductiva y de la mujer en Harvard.
A medida que se profundiza en este tema, la comunidad científica hace hincapié en la importancia de comprender y abordar las causas de la menstruación temprana. Tendencia que se presenta como una creciente preocupación de salud pública en las nuevas generaciones.
Los autores del estudio reconocieron algunas limitaciones. Por ejemplo, el hecho de que el análisis se basa, en gran medida, en informes personales retrospectivos, lo que podría influir en la precisión de los datos.
Si tú tienes inquietudes acerca de este tema por tu caso o el de alguien que conoces, es recomendable consultar con un especialista que pueda proporcionarte orientación médica profesional.
La ciencia ha demostrado que el consumo excesivo de azúcares añadidos puede tener diversos efectos negativos en la salud, como aumentar el riesgo de padecer diabetes, depresión, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer. Pero, ¿cuánto es demasiado?
La mejor manera de conocer exactamente cuáles son los nutrientes que necesita tu cuerpo, es acudiendo con un especialista como una nutrióloga. Sin embargo, existen estándares de salud que es posible tomar en cuenta, de manera general.
Antes de hablar de cuánta azúcar se puede consumir o no, es necesario distinguir este concepto. Es importante limitar el consumo de azúcares añadidos para cuidar tu salud.
Hay alimentos que de manera natural contienen azúcar, como las frutas y la leche. Este tipo de alimentos forman parte de una dieta saludable y balanceada.
En cambio, como su nombre indica, los azúcares añadidos son azúcares que se les pone a la comida durante su preparación o que forman parte de alimentos procesados. No tienen beneficios nutricionales, solo significan calorías extra.
Tu cuerpo absorbe de distinta forma los alimentos que naturalmente tienen azúcares y los azúcares añadidos. Por ejemplo, como la Asociación Estadounidense del Corazón explica, una manzana contiene fibra y tu cuerpo absorbe el azúcar lentamente. El azúcar añadido en un refresco regular golpea tu sistema de una vez, convirtiéndose rápidamente en calorías; una lata de refresco puede contener lo equivalente de hasta 10 cucharaditas o 42 gramos de azúcar añadido.
Entre los productos que tienen azúcares añadidos están los dulces, refrescos, yogur con endulzante, pan dulce y cereales. También cuenta el azúcar que tú le pones a los alimentos, directamente o mediante condimentos.
Cuánta azúcar pueden consumir las mujeres al día
De acuerdo con el estándar de la Asociación Estadounidense del Corazón, las mujeres deberían consumir no más de 6 cucharaditas de azúcares añadidos (es decir, 25 gramos o 100 calorías) por día.
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido indica a sus ciudadanos que los azúcares añadidos no deberían constituir más del 5% de la energía (en calorías) que obtienen de los alimentos y bebidas diariamente.
La plataforma Verywell Health advierte que muchas veces los alimentos con azúcares añadidos no son tan “obvios” como los dulces o refrescos. También pueden estar en aderezos, salsas, barras de proteína, bebidas de café o jugos, por mencionar otros ejemplos.
También es posible que se utilicen otros nombres para los azúcares añadidos, como sacarosa, glucosa, fructosa y maltosa.
La alimentación puede reflejarse prácticamente en cada aspecto de nuestra persona, desde la salud física y mental hasta nuestra apariencia. Esto abarca aspectos tan amplios como la piel en general y otros tan específicos como las uñas. Por eso, hoy te diremos cuáles son algunos de los alimentos que hacen tus uñas más fuertes y saludables.
De acuerdo con la nutrióloga Sarah Mirkin para el portal de Martha Stewart, tus uñas necesitan una dieta balanceada tanto como el resto de tu cuerpo. Si tienes una deficiencia en vitaminas, minerales o proteína, las uñas débiles pueden ser una de las primeras cosas que notes.
Los alimentos que hacen tus uñas más fuertes y saludables
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De manera general, una dieta rica en alimentos antiinflamatorios, alta en proteína y grasas saludables puede beneficiar a tus uñas, según Mirkin. También es clave tomar el agua suficiente, pues las uñas quebradizas también se relacionan con la deshidratación.
1. Huevos
Este alimento básico de los desayunos completos es rico en proteína (clave en la producción de queratina, la materia prima de tus uñas), vitaminas D y B12, así como biotina.
2. Almendras
Son una gran opción debido a su alto contenido en biotina, explica el portal Who What Wear. También poseen magnesio, proteína y vitamina E, de acuerdo con el blog de la marca especializada en uñas Kester Black.
3. Linaza
Los alimentos ricos en ácidos grasos, como la linaza, favorecen el desarrollo de células saludables. Además, estudios han relacionado el consumo de linaza con el crecimiento de uñas y cabello sanos. Por si fuera poco, también contiene magnesio, que previene la formación de grietas en la base de la uña.
4. Lentejas y frijoles
Son una gran fuente de biotina, de acuerdo con Sarah Mirkin. Ambos también contienen proteína y hierro, el cual ayuda a prevenir la anemia.
5. Hongos
No solamente son ricos en biotina, sino también contienen potasio y vitaminas B, indica Who What Wear.
6. Salmón
Hay muchos beneficios para la salud de consumir este pescado, entre ellas la fortaleza de tus uñas. Es abundante en vitamina D, vitamina B12, proteína, biotina, zinc, cobre, selenio y ácidos grasos.
7. Vegetales
Las espinacas, los berros, el kale y el brócoli, por mencionar algunos ejemplos, pueden ser importantes fuentes de calcio, magnesio y potasio.
Si mantener cierto peso es un objetivo para ti, el estrés surge como un factor que a menudo puede pasar desapercibido, pero que podría tener un impacto considerable. La conexión entre estrés y la dificultad para perder peso, de acuerdo con los expertos, puede ser atribuida a una combinación de hormonas, comportamientos poco saludables y alteraciones en el metabolismo.
Si el estrés y el aumento de peso relacionado están causando un impacto significativo en tu vida diaria, debes buscar ayuda profesional en lugar de implementar un régimen por ti misma. Un especialista puede ofrecerte estrategias personalizadas para manejar el estrés y promover un estilo de vida saludable.
¿Quieres saber si el estrés impide que bajes de peso? NOSOTRAS te compartimos información especializada al respecto.
¿El estrés impide que bajes de peso?
Si has notado que al estar bajo una carga intensa de estrés, subes de peso o que perderlo te cuesta más de lo normal, es probable que uno de los principales responsables sea el cortisol, la hormona liberada en respuesta al estrés.
De acuerdo con Rachel Goldman, psicóloga experta en conductas alimentarias para Verywell Mind, cuando estamos estresadas, nuestras glándulas suprarrenales secretan cortisol. Lo que aumenta los niveles de glucosa en la sangre para proporcionarnos energía rápida.
Sin embargo, los especialistas de Health Care de la Universidad de Utah explican que, cuando el estrés es constante, el exceso de cortisol puede provocar antojos de alimentos ricos en azúcares y grasas, además de ralentizar nuestro metabolismo.
De acuerdo con Goldman, una consecuencia de consumir azúcares en exceso es que el cuerpo tiende a almacenarlas en forma de grasa abdominal, misma que puede ser especialmente difícil de eliminar.
En un estudio de 2015 realizado por la Universidad Estatal de Ohio, se descubrió que las mujeres que habían experimentado estrés en las 24 horas previas a una comida alta en grasas y calorías quemaron en promedio 104 calorías menos que las mujeres sin mucho estrés. Además, las mujeres estresadas presentaron niveles más altos de insulina, una hormona relacionada con el almacenamiento de grasa.
El estrés y sus efectos hormonales por alteraciones del sueño
El cortisol no solo afecta nuestros deseos alimenticios a partir de los niveles de glucosa sino que, según información del Sistema de Salud de la Universidad de Pensilvania, también puede hacerlo a través de la alteración de nuestros patrones de sueño. La falta de sueño adecuado puede desbalancear dos hormonas cruciales: la grelina y la leptina.
La grelina y la leptina se encargan de regular el hambre y apetito. Un desbalance entre estas hormonas puede llevar a un aumento en la ingesta de alimentos y a la sensación de hambre constante, incluso después de comer grandes cantidades.
Combatir el estrés y sus efectos sobre el peso puede ser un desafío, pero hay varias estrategias que pueden ayudar. Goldman considera que incorporar ejercicio regular es fundamental, ya que no solo quema calorías, sino que también ayuda a reducir el estrés. Actividades como caminar, hacer yoga o ir al gimnasio pueden mejorar tanto la salud mental como física.
Según la especialista de Verywell Mind, la práctica de la alimentación consciente también puede ser beneficiosa. Comer sin distracciones y prestar atención a las señales de hambre y saciedad puede ayudar a evitar el consumo excesivo de alimentos.
El consumo adecuado de agua también juega un papel importante. De acuerdo con la experta, a menudo la deshidratación se confunde con hambre, lo que puede llevar a un consumo excesivo de calorías. Beber agua regularmente puede ayudar a distinguir entre la verdadera hambre y sed.
El estrés no solo afecta nuestra mente, sino que también puede jugar un papel crucial en el aumento de peso y la dificultad para perderlo. Reconocer y abordar los factores estresantes a partir de orientación médica adecuada puede ayudarte a implementar estrategias de autocuidado y hábitos más saludables. Lo que puede ser clave para alcanzar y mantener un peso saludable.
Puede que alguna vez hayas olvidado pasar al baño antes de un largo viaje en carretera y en el que no pudiste detenerte durante horas, así que te aguantaste las ganas de orinar hasta llegar al destino. En situaciones como esta, es muy común aguantar las ganas de ir a un baño.
Sin embargo, ignorar las señales naturales del cuerpo podría ser dañino si no se tiene cuidado y se hace con frecuencia. Descubre las implicaciones de retener orina por un tiempo prolongado y las razones por las cuales hay que tener cuidado.
¿Es malo aguantar las ganas de orinar?
Aguantar la orina durante algunas horas no genera ningún daño a largo plazo, pero sí puede hacerlo si de manera frecuente ignoras la urgencia de orinar. El doctor Benjamin Brucker, profesor adjunto de urología en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, menciona para Women’s Health que es importante prestarle atención a tu cuerpo.
“No debes ceder a cada leve sensación de ganas de orinar, pero tampoco debes contener la orina hasta el punto de que te duela”, menciona.
El doctor Brucker menciona que no existen complicaciones específicas sobre la retención de la orina, pero sí se aumenta la probabilidad de desarrollar infecciones urinarias, así como afecciones en la vejiga que pueden resultar incómodas o dolorosas. Es importante, por esta razón, que ante cualquier molestia se acuda a un especialista que pueda evaluar el problema correctamente.
De manera general, las mujeres tienen la capacidad de retener la orina por un lapso de entre tres y seis horas; sin embargo, en realidad esto dependerá de la persona la capacidad de retención y la funcionalidad de la vejiga.
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¿Cuánta orina puede tener la vejiga?
La vejiga es un órgano elástico y su volumen dependerá de muchos factores, tal como especifica Vinmec International Hospital. Aunque varía en cada persona, las mujeres pueden almacenar entre 250 y 350 ml de orina en la vejiga hasta que se produce la sensación de orinar. Para que una vejiga se llene completamente se requiere de un periodo de entre 8 y 9 horas.
De acuerdo con los especialistas de Vinmec, diversas investigaciones mencionan que cuando la vejiga está llena se envía una señal al cerebro para indicar qué tan llena está y, cuando las ganas de orinar llegan, se activan músculos que se contraen alrededor de la vejiga para evitar que la orina se escape involuntariamente.
¿Con qué frecuencia es normal orinar?
La frecuencia varía en cada persona y de la cantidad de líquido que se consume cada día. En las personas adultas es normal hacerlo entre seis y siete veces al día. De acuerdo con los expertos, puede ser mínimo 4 y máximo 10 veces en los parámetros de lo que se considera normal.
Es importante no aguantar las ganas de manera regular para evitar futuras complicaciones.
El urólogo argentino Gustavo Villar, jefe de sección de urología del Hospital Español en Buenos Aires, mencionó para la BBC que es importante prestar atención cuando no existen ganas de orinar, pero se siguen consumiendo líquidos.
“En el caso de la mujer joven… si su organismo le permite estar 12 o 14 horas sin orinar tomando líquido, es porque es una vejiga que ya no está normal”, aclara.
Para evitar problemas en la vejiga es importante recordar que debes responder a la necesidad de orinar siempre que sea necesario. Si presentas complicaciones al hacerlo o tienes dudas sobre un caso en particular, es recomendable acudir con un especialista.