Qué es el ‘síndrome de la impostora’ y cómo identificar si lo tienes

síndrome de la impostora

Los últimos años se ha popularizado el uso del término “síndrome de la impostora”, haciendo referencia al estado psicológico que genera pensamientos recurrentes sobre “no ser suficiente”, hablando especialmente de capacidades laborales y académicas.

¿Crees tener el “síndrome de la impostora”? Te decimos qué es y cómo identificar si lo tienes.

Qué es y cuáles son las causas del “síndrome de la impostora”

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De acuerdo con un informe del National Library of Medicine, el síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que consiste en dudas sobre el intelecto y habilidades, haciendo que quien lo padece constantemente se cuestione si en realidad merece los logros que ha cosechado en el ámbito profesional y laboral.

Estos pensamientos generalmente vienen de la mano con el miedo a que alguien descubra que sus capacidades no son suficientes para las actividades que desempeña y se les exponga como un fraude.

El nombre original es “síndrome del impostor”, término acuñado por Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978, como resultado de una investigación realizada a 150 mujeres que, aunque eran consideradas exitosas en sus respectivos ámbitos, no creían estar a la altura de esos reconocimientos.

Tanto hombres y mujeres están expuestas a enfrentar este problema. Se ha observado que es mucho más recurrente en el género femenino, sin distinción de edad u ocupación. Esto puede deberse al la desigualdad de género que todavía permanece y la falta de referentes femeninos.

Un artículo de Harvard Business Review sugiere que el síndrome de la impostora tiene raíces en las etiquetas impuestas desde la infancia, haciendo alusión a la inteligencia y capacidad de niños y niñas. El portal de la Universidad Internacional de la Rioja agrega que otras posibles causas son las altas expectativas a las que una persona se somete con el fin de satisfacer a alguien más, tener problemas de autoestima, la falta de seguridad y una autoexigencia crítica.

Cómo identificar si padeces episodios de “síndrome de la impostora”

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La Biblioteca Nacional de Medicina explica que las manifestaciones principales del “síndrome de la impostora” son estos.

  • Sentimientos de fraude o insuficiencia.
  • Miedo al éxito.
  • Comparación excesiva con semejantes.
  • Negación a recibir elogios o felicitaciones por un logro.
  • Atención excesiva a críticas.
  • Minimización de cualquier cosa que se haga.

Como consecuencia de estos sentimientos, las personas que lo experimentan se acostumbran a evitar celebrar el éxito y son demasiado severas ante fracasos, por mínimos que parezcan. Asimismo, son propensas a tener problemas por aplazar responsabilidades, se les dificulta delegar funciones o dirigir equipos, detalla una infografía del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.

El síndrome de la impostora puede autodiagnosticarse mediante la exploración de ciertos comportamientos en los entornos laborales y profesionales, aunque en realidad es posible que se extienda a ámbitos familiares y personales.

Sobre el tratamiento, National Library of Medicine recomienda una serie de terapias con enfoque cognitivo-conductual y psicoterapia, combinados con ejercicios de gratitud para ser capaces de reconocer cuando se tiene un logro, por mínimo que sea. También detallan que en algunos casos es posible que se requieran tratamientos farmacológicos, mismo que estrictamente debe ser indicado por especialistas en psiquiatría.

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Qué significa ‘ser el personaje principal’ en tu vida

Qué significa 'ser el personaje principal' en tu vida

Tener una gran confianza en ti misma, querer cumplir tus sueños y, por qué no, ponerte a ti misma en primer lugar, puede hacer que te sientas el personaje principal de tu propia película. ¿A qué nos referimos? Quédate con Nosotras, te platicamos qué significa “ser el personaje principal” en tu vida y cómo empezar a serlo desde ya.

“Romantizar” tu vida (término de TikTok) donde le vemos el lado bueno de cada cosa en nuestra vida diaria, puede hacernos centrarnos en nuestros propios sueños y creer que todo nos puede salir bien. No, no hablamos de positividad tóxica sino de trabajar día con día en buscar nuestro bienestar.

Qué significa “ser el personaje principal” en tu vida

Lo que significa “ser el personaje principal” en tu vida , según la psiquiatra Raquel Martin para el portal USA Today, es cuando las personas se enfocan en ellas mismas y en sus necesidades, en lugar de tratar de complacer a alguien más en todo momento.

Esto está más relacionado hacia el autocuidado y la autopreservación más que hacia el egoísmo de pensar que no hay nadie más que nosotras mismas.

Por lo que, ¡cuidado! Debemos tener en cuenta no cruzar la línea del egoísmo y tratar de tomar en cuenta que hay más personajes en nuestra vida.

Se trata de respetar nuestros límites, ponernos primero y tratarnos de la manera más respetuosa posible, pero eso no significa pasar por encima de los demás, herir y andar por el mundo sin responsabilidad afectiva.

Cómo “ser el personaje principal” en tu vida

Para poner todas nuestras energías en concentrarnos en lo que significa “ser el personaje principal” en tu vida hay varias opciones. En un artículo de Well and Good, dan algunos consejos la psicoterapeuta Meghan Watson y el psicólogo Michael Karson.

En primer lugar, hay que hacer una introspección sobre lo que realmente queremos de la vida. Esto se hace para diseñar un plan más eficaz para trabajar hacia los grandes objetivos.

1. Cuando necesites de un estímulo

Cuando tu autoestima no esté del todo bien o necesitas energía para sentirte suficiente, puedes sentirte como el personaje principal para la fortaleza interior. Esto ocúpalo en veces cuando vayas a una entrevista de trabajo o una cita.

Al igual, puedes usar esta herramienta de lo que significa “ser el personaje principal” en tu vida cuando acabas de pasar por una situación que te hayas sentido invalidada, como un acto de autocuidado.

Como menciona la doctora Watson: escribe un diario desde la perspectiva de qué harías tú si fueras el personaje principal de una película o serie. Esto te hará ver los cambios que necesitas hacer para sentirte mejor.

La especialista recomienda igual pasar un día haciendo cosas que valores y ocupándote de tu cuidado personal como si fueras la persona más importante de tu vida (¡lo eres!).

2. Cuando necesites recordarte tus metas y sueños

Por ejemplo, si no estás en un trabajo que no te hace feliz, ¿qué puedes hacer o cambiar para llegar donde en verdad quisieras estar?

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3. ¡Cuidado!

También tener en cuenta que lo que significa “ser el personaje principal” en tu vida es buscar satisfacción propia, no caer en buscar la valoración de los demás. Por lo que, lo que hagas como autocuidado, házlo sin buscar la validación externa.

Recuerda que tanto tu eres el personaje principal de tu vida, cada quien puede ser el personaje principal de su vida. Por lo que tienes que pensar tus acciones para no lastimar a los demás

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Y a ti, ¿te gusta la sensación de “ser el personaje principal” en tu vida?

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10 canciones que nos hacen sentir felices, según la neurociencia

La música tiene la capacidad de influir en el estado de ánimo gracias a las sustancias que se activan en el cerebro al momento de reproducir una canción. Existen numerosas indagatorias hechas por disciplinas como la neurociencia donde se examina la influencia que ejercen los sonidos en las emociones, encontrando que ciertas canciones nos hacen sentir felices.

Estas son 10 canciones que debes escuchar para sentirte alegre, de acuerdo con la neurociencia.

Por qué deberías oír música que te haga sentir alegre, según la neurociencia

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es uno de los neurocientíficos que mayor tiempo ha dedicado a descubrir cuál es la música que genera una sensación alegre al ser reproducida. En una de sus investigaciones, Jolij ideó una fórmula que presuntamente analiza las sustancias químicas que se alteran en el cerebro, dando como resultado una sensación de alivio y felicidad.

Los datos recopilados por el Doctor en Psicología y Especialista en Neurociencias se basaron en criterios de las melodías como los tonos, el tempo y la letra, así como la cantidad de “latidos” que marcan el ritmo.

De acuerdo con el portal Brain Support, las vibraciones de la música son capaces de movilizar regiones cerebrales, estimulando la producción de sustancias que se relacionan a la alegría, incluida la serotonina, neurotransmisor relacionado con este estado de ánimo.

Otras investigaciones sugieren que la música es un detonante de la felicidad. Un artículo de la Revista Global de la Universidad Nacional Autónoma de México describe que las canciones activan circuitos que se adjudican al placer y la recompensa, generando una sensación de bienestar conforme se intensifican los sonidos.

10 canciones que la neurociencia recomienda oír porque nos hacen sentir felices

La fórmula de Jacob Jolij destacó a las siguientes 10 canciones como “las indicadas” para sentirnos felices.

1. Dancing Queen – ABBA

Abba - Dancing Queen (Official Music Video Remastered)

2. Uptown Girl – Billy Joel

Billy Joel - Uptown Girl (Official Video)

3. Don’t Stop Me Now – Queen

Queen - Don't Stop Me Now (Official Video)

4. I Will Survive – Gloria Gaynor

Gloria Gaynor - I Will Survive

5. Good Vibrations – The Beach Boys

The Beach Boys - Good Vibrations (Official Music Video)

6. Eye of the Tigger – Survivor

Survivor - Eye Of The Tiger (Official HD Video)

7. Girls Just Want To Have Fun – Cindy Lauper

Cyndi Lauper - Girls Just Want To Have Fun (Official Video)

8. Walking On Sunshine – Katrina & The Waves

Katrina & The Waves - Walking On Sunshine (Official Music Video)

9. Livin’ On A Prayer – Bon Jovi

Bon Jovi - Livin' On A Prayer

10. I’m A Believer – The Monkees

The Monkees - I'm A Beliver (Original Video HD)

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La respiración y yo

respiración

Vivir en el momento presente cada vez es más complicado y, a la vez, deseado. Esto ya que con tanta tecnología queremos estar en mil lados a la vez, cumplir roles y expectativas, crear, cambiar, transformar y correr, correr y correr.

No vivir en el ahora nos genera nostalgia y ansiedad. La primera porque queremos cambiar el pasado, pensamos en el “si hubiera”, y la segunda porque vivir en el futuro nos prohíbe de disfrutar el presente, queremos controlar lo incontrolable y “perfeccionar” el futuro.

¿Cómo podemos vivir en el momento presente? Un gran aliado para realizarlo es la respiración, ¿qué más presente que la respiración?

El poder de respirar

Respiramos todo el tiempo mientras estamos en este plano terrenal y lo hacemos tan automático que poco nos damos cuenta de que lo hacemos. También, es la única función vital del cuerpo que podemos controlar, lo que nos permite fijarnos en ella y jugar con ella. Puedo contener la respiración para sumergirme en el agua o realizar exhalaciones largas para inflar un globo.

La respiración nos da la magia del momento presente, llevar la atención a ella es estar aquí y ahora. Te invito a que cierres lo ojos y te fijes solo en el aire que entra y sale por tu nariz; no lo modifiques, solo obsérvalo por un minuto. Al abrir los ojos escribe qué sentiste, qué percibiste, si observaste algún cambio.

Poco a poco en el día te invito a que seas consciente de la respiración: si es larga, corta, si respiras por la boca o la nariz o si cambia en el día, e ir viviendo en el momento presente.

Adicionalmente hay dos ejercicios que te quiero compartir, éstos a mí me han permitido estar en el aquí y, cuando me cacho ansiosa por el futuro, poder regresar y disfrutar.

Te lo comparto porque ser consiente del momento presente nos ayuda a disfrutar, vivir y estar. La respiración y yo es mi presente, estar acompañada en el hoy y por lo tanto vivir. También es algo que, cuando lo practicamos, funciona en todo momento: cuando me enojo, no me puedo concentrar, algo me irrita, regresa a la respiración y escucha.

1. Respiración 5:5

En esta respiración siéntate con la espalda recta, puede ser en una silla o en el piso; inhala en 5 segundos por la nariz y exhala 5 segundos por la nariz.

Siente cómo tu cuerpo se va relajando y libera cualquier tensión; realízala por 5 minutos. Cualquier pensamiento que llegue, regreso a mi respiración; puedes contar en tu mente para mantenerte en el aquí. A mí me funciona pensar “cuerpo, relájate”.

2. Respiración 3:6

Siéntate con la espalda recta, una mano en el pecho y otra en el estómago. Vas a inhalar en 3 tiempos por la nariz, observando cómo el pecho y estómago se llenan de aire. Llena de aire y vas a exhalar en 6 tiempos, el doble de la inhalación.

Observa cada movimiento de tu cuerpo: cómo te llenas de vida, de presente. Exhalas, suelta el cuerpo y la mente. Realízala por 5 minutos y ve aumentando poco a poco.

Elige uno y te invito a realizarlo todos los días por 28 días, lleva un diario de cada práctica sin juicio. Observando, se vale un día escribir “mi mente solo pensó” o “me observe tensa”. No hay incorrecto, es una práctica, permítete sentirlo y observar qué pasa en tu día a día con una respiración consciente.

¿Quién eres tú con tu respiración?

Practícalo y cuéntame por Instagram: @paulinalanda____ ¿Cómo te fue?

¿Por qué no soy feliz? 5 hábitos que te lo impiden, según Harvard

hábitos que te deprimen

Según las definiciones en psicología, la felicidad es un estado de ánimo que brinda bienestar y sensaciones positivas a la vida que llevamos, dándole un “significado” por el cual seguir, sea cual sea la meta que persigamos. No existe una fórmula específica que deba seguirse para alcanzarla, sin embargo, puedes estar repitiendo hábitos que te deprimen, ya sea de forma consciente o inconscientemente.

Estas pequeñas acciones podrían ser responsables de que no alcances a sentirte en total estado de plenitud. Si te has preguntado por qué no eres feliz, estos son 5 hábitos que te impiden ser feliz, según revela un estudio de Harvard.

¿Qué aspectos influyen en la felicidad?

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De acuerdo con información de Psychology Today, la felicidad está influenciada por cuestiones genéticas, circunstancias de la vida, logros, relaciones sociales, estabilidad económica, entre otros. Todos estos aspectos repercuten a diversos niveles, dependiendo de cuál es la prioridad que se le da individualmente a cada uno de ellos.

El portal clínico sugiere que la felicidad no se “encuentra”, sino que se trata de una búsqueda constante de bienestar, con el fin de saciar el propósito para vivir. Lo que implica desprenderse de prácticas y hábitos que deprimen u obstaculizan sentirse en plenitud día con día.

5 hábitos que te deprimen, según Harvard

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1. No procurar tus relaciones personales

Un estudio realizado por Harvard Gazette reveló que las relaciones personales cercanas provocan felicidad en las personas, incluso más que cuestiones relacionadas al dinero o el éxito. La razón por la que se considera como un aspecto indispensable para tener una vida feliz, es que son estos vínculos los que brindan una especie de “protección” ante las dificultades que se presentan.

Este soporte emocional podría influir a tal grado de retrasar el deterioro físico y mental.

2. Vivir sin disfrutar del “aquí y ahora”

El artículo de investigación “Mente errante” de los autores Matthew Killingsworth y Daniel Gilbert, sugiere que estar constantemente divagando sobre el futuro, sin disfrutar del momento, puede dar paso a que se generen sentimientos de infelicidad y frustración por la preocupación de cosas que no es posible descifrar si pasarán.

Para dejar de lado esta práctica que es considerada como uno de los hábitos que te deprimen, lo ideal es procurar centrar la atención en lo que se está viviendo. Gozar de las cosas buenas y personas que nos rodean en el momento.

3. Postergar cuestiones sobre tu salud

Este hábito está plenamente ligado con el bienestar que se menciona en las definiciones de lo que es la felicidad, por lo que priorizar la salud física es igual de importante que la mental y viceversa. El estudio de Harvard retoma al autor George Vaillant, quien menciona que los factores relacionados al ser feliz son: mantener un peso saludable, realizar actividad física y evitar o reducir el consumo de tabaco y alcohol.

Asimismo, además de dejar de lado hábitos que dañen tu salud, se requiere prestar atención a cualquier malestar que se presente.

4. Dedicar todo tu tiempo al trabajo y actividades profesionales

Aunque para muchas personas el éxito laboral y profesional suma a su felicidad, ésta no debe ser la única meta que se persiga ni el motivo prioritario para vivir. Sumado al esfuerzo al que es sometido al cuerpo en jornadas extenuantes de trabajo o estudio, dedicar todo nuestro tiempo a este tipo de actividades va mermando otros ámbitos de la vida, relegando las relaciones personales y la atención a la salud.

“Es fácil aislarse, quedar atrapado en el trabajo y no pensar ‘oh, no he visto a estos amigos en mucho tiempo’. Trato de prestar más atención a mis relaciones que antes”, expresó en las conclusiones Robert Waldinger, director del estudio de Harvard.

5. No dormir lo suficiente

Este es uno de los hábitos que deprimen que cometemos la gran mayoría de las personas desde la juventud. Muchas veces sin detenernos a pensar en cuáles son las implicaciones que tiene la falta de descanso con la constante sensación de “no ser felices”.

También se relaciona con la calidad de vida y el bienestar que se necesita para alcanzar un estado de plenitud. Ya que si se descuida algo tan fundamental como el sueño, en consecuencia podrían presentarse alteraciones en el cerebro y, por ende, dar paso a sentimientos de tristeza, irritabilidad o malestar.

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Qué es un ambiente laboral tóxico y cómo identificarlo

Qué es un ambiente laboral tóxico y cómo identificarlo

¿Has sentido que te resulta muy pesada la simple idea de ir al trabajo? O, ¿te ha pasado que tu jornada se hace interminable? ¡Hay que priorizar nuestra salud mental! Probablemente estés viviendo una situación de un ambiente de trabajo que no es adecuado para tu bienestar. Descubre con Nosotras qué es un ambiente laboral tóxico y cómo identificarlo.

Pensamos que podemos evitar situaciones tóxicas al alejarnos de parejas que no nos convienen o mantener límites con algún familiar; esperamos no encontrarla cuando queremos ejercer lo que amamos. Pero muchas de nosotras pasamos gran parte del día en el trabajo con colegas y jefes, imagínate las repercusiones que puede haber si ese ambiente no es agradable y las relaciones no son sanas.

Qué es un ambiente laboral tóxico y cómo identificarlo

Según un artículo del sitio web The Muse, un ambiente laboral tóxico es aquel en el que los comportamientos negativos como la manipulación, acoso o gritos, están inmiscuidos en una organización.

Se ven reflejados en la falta de productividad, la falta de confianza, los altos niveles de estrés, las luchas internas y la discriminación. Igualmente que los empleados tengan miedo a hablar o compartir opiniones; también se le llama así a cualquier ambiente que no proporciona seguridad psicológica o cierta tranquilidad.

Puede afectarte mental y físicamente, ya que puedes tener síntomas de estrés laboral; esto es, según The Muse es “que sientas que tu cuerpo y tu cerebro están en alerta máxima”. Otras posibles consecuencias son problemas digestivos, problemas para dormir, fatiga, dolores, ataques de pánico y problemas de ansiedad.

Saber encontrar las señales de atención pueden ayudarte a trabajar en qué hacer al respecto, para que no exista un retraso en el crecimiento personal y profesional, o una consecuencia seria en tu salud. El ambiente tóxico puede venir desde comentarios inapropiados de parte de compañeros de trabajo hasta encargos sobreexigentes de un jefe pasivo-agresivo que limiten desarrollar tu vida personal.

Señales de un ambiente laboral tóxico

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1. No existen límites

The Muse dice que las culturas tóxicas a menudo normalizan y glorifican la falta de límites saludables, animándote a priorizar el trabajo sobre todo lo demás. Esto no permite tener un equilibrio entre la vida personal y laboral.

2. Te causa fatiga o enfermedad

Si solo pensar ir al trabajo te hace sentir agotada, cansada y enferma, puede ser síntoma que tu trabajo te está llevando a los límites de tu salud mental por el estrés que estás soportando.

Si también hay síntomas físicos, esa es otra señal más.

3. Nadie se siente bien

Como menciona el blog de la plataforma Indeed, si cuando estás en el trabajo difícilmente se ven conversaciones positivas o empleados socializando y motivados, puede ser una señal para identificar el ambiente laboral tóxico.

4. Chismes constantes entre los compañeros

Hablando de los compañeros de trabajo, si por el contrario ves que en el grupo predominan los comportamientos que difunden la negatividad, tampoco es un buen lugar.

A pesar de que todos pueden ser adultos y claro que puede haber amigos de trabajo, la exclusión podría ser contraproducente para la organización, así como los rumores o el acoso en grupo.

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5. No se puede cometer errores

Estar en un ambiente laboral tóxico puede hacer que las personas comiencen a hacer lo que sea necesario para evitar ser culpados y adelantarse a sus colegas; por ejemplo, no compartir información relacionada con el trabajo con sus compañeros de equipo o criticar a sus compañeros de trabajo cuando algo sale mal, según explica The Muse.

6. Cambios constantes internos

Si empiezas a ver que existe muchos cambios entre los empleados de la empresa, dice Indeed, puedes notar un patrón de que esas personas se han dado cuenta de la toxicidad del trabajo. “La mala moral, las enfermedades y la falta general de entusiasmo pueden llevar a los empleados a buscar oportunidades de empleo en otros lugares”.

7. No hay crecimiento profesional

Si no existe movilidad y oportunidades para incrementar tus habilidades, entonces la empresa no está interesada en el crecimiento de sus empleados. Si te sientes estancada, es mejor moverte de lugar ya que puedes estar en un ambiente laboral tóxico.

8. Mala comunicación

Tener buena comunicación entre tus iguales, jefes u otros miembros es esencial. Sin ella, no habrá buena organización, se causa confusiones o sentimiento de insuficiencia. Igualmente, no tenerla puede abrir la puerta a comunicaciones pasivo-agresivas con habilidades de escucha débiles y múltiples conflictos.

9. No hay buen liderazgo

Ser líder es mucho más que ponerte a ordenar y regañar; tiene que ver con saber delegar, motivar a la gente, resolver conflictos y lidiar con los problemas. Alguien que grita constantemente y no sabe gestionar sus emociones, que no conoce límites ante sus empleados o que no sabe delegar responsabilidades, puede crear un ambiente tóxico.

Algunas cosas que puedes hacer

  • Considera tus opciones de empleo. Si encuentras un mejor lugar, ¡no lo dudes! Y prioriza tu salud mental.
  • Identifica el punto de toxicidad y trata de tener una “conversación aclaratoria” con el departamento de Recursos Humanos para que exista una retroalimentación.
  • Encuentra un grupo de apoyo a quien le puedas confiar lo que vives.
  • Busca una forma de relajación. Distrae tu mente y cuerpo del trabajo, puedes leer libros, escribir tus pensamientos, hacer ejercicio. Simplemente, deja los asuntos laborales en el trabajo.
  • No te involucres en los chismes de tu oficina. Si bien es norma querer interactuar con tus compañeros, no es la mejor manera introducirte a un grupo haciendo actividades negativas.

Y tú, ¿sabías qué es un ambiente laboral tóxico y cómo identificarlo?

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Cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario

Cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario

De acuerdo con un artículo de la Secretaría de Salud, en México el 25% de las personas en la adolescencia presentan distintos grados de trastornos alimentarios. Es un problema real y grave que afecta el bienestar de millones de jóvenes.

Es muy probable que alguna vez hayas conocido a alguien con uno de estos problemas de salud. Y, aunque cualquier cosa que podamos decir seguramente es con buena intención, con mucha facilidad puede hacer más daño que bien. Por eso hoy te decimos algunas cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario.

Trastornos de conducta alimentaria

La Secretaría de Salud explica que un trastorno de conducta alimentaria (TCA) se presenta cuando una persona no recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida, etcétera. Esto tiene repercusiones en su salud física y mental, de manera que puede poner en riesgo su vida.

Entre los más comunes se encuentra la anorexia, trastorno en el que una persona, en general, come extremadamente poco para no subir de peso. Esto puede ser acompañado por otras conductas como ejercicio excesivo o uso de laxantes.

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Por otro lado, si una persona tiene bulimia, se inducirá el vómito para no subir de peso, esto después de comer en cantidades normales o tener atracones de comida. También existe la compulsión para comer o trastorno por atracón, por mencionar otro ejemplo; aquí, una persona ingiere cantidades de comida excesivas y siente que no puede parar.

La Organización Mundial de la Salud dice que comportamientos alimentarios como los anteriores están de la mano acompañados por una distorsión en la percepción de la imagen corporal, una preocupación excesiva por el peso y por la comida. Si tienes un ser querido con un problema de salud de este tipo, te decimos algunas cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario, ya que podría validar su comportamiento como algo positivo, hacer que la persona se sienta juzgada o invalidar un problema de gran importancia.

Cosas que NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario

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1. “¿Por qué no comes y ya?”

Si tú nunca has sufrido un TCA, es difícil entender lo que pasa por la mente de quien sí lo está padeciendo. No se trata de comer bien y ya, se trata de luchar con todos esos pensamientos que impiden consumir alimentos de forma saludable.

El sitio web Your Tango dice que hacer un comentario como éste menosprecia lo que la persona está pasando y hace que suene como algo una solución fácil, cuando no lo es.

2. “Te veías mejor antes”

Cómo lo dijo la OMS, una persona que tiene TCA presenta una distorsión en la percepción de su imagen corporal; si tú dices esto, resulta un mensaje confuso, no positivo aunque la intención tal vez sea buena. Lo que podría empeorar sus conductas alimentarias y someterse a dietas más estrictas o no comer en lo absoluto, por mencionar posibles efectos.

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3. “Te ves mejor que nunca”

Aunque suene contradictorio con la frase anterior, es prácticamente lo mismo. Los TCA pueden detonarse en parte por comentarios sobre los cuerpos ajenos, por el bullying o burlas hacia el peso. Si tú le dices esto, envías un mensaje de que está “teniendo buenos resultados” al dejar de comer, al vomitar después de comer o a consumir cantidades insanas de comida. El sitio Good Housekeeping explica en un artículo que esto afirma que el comportamiento desordenado de la persona es efectivo y positivo.

4. “No pareciera que tienes un TCA”

Como cualquier problema relacionado con la salud mental, ya sea un TCA, depresión o ansiedad, esto no es algo que tenga que comprobarse a todo aquel que mire al paciente. No tienes que “verte con depresión” o “verte con un TCA”.

El mismo sitio dice que la persona puede interpretarlo de muchas maneras diferentes y la mayoría son negativas. Van desde “¿oh, así que todavía no estoy lo suficientemente delgada?” y “¿crees que parezco con sobrepeso?” hasta “en ese caso, no buscaré ayuda”.

No minimices las enfermedades de otros y no les hagas dudar que las padecen.

NO debes decirle a alguien con un trastorno alimentario
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5. “Estás lastimando a tus seres queridos”

Culpar al paciente de lastimar a los que le rodean tampoco va a ayudarle. Probablemente ya sabe que todos a su alrededor están preocupados, por eso no se lo hagas ver. El portal Good Housekeeping dice que culparlos por su enfermedad perpetúa sentimientos vergonzosos y negativos hacia sí mismos.

Sabemos que quieres ayudar a esta persona, por eso debes escucharle activamente, incluirla en actividades para que se sienta acompañada y querida. Trata de tener empatía y ofrécele tu compañía cada que te sea posible.

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Tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar

Tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar

Puede tratarse del clima en tus vacaciones, un vuelo atrasado, el pasado o una situación incierta que no dependerá de ti… Son situaciones que están fuera de nuestro control totalmente pero conocemos bien esa sensación de querer hacer algo al respecto, aunque sabemos que es imposible.

No es raro preocuparse ni está mal procurar que las cosas nos salgan bien, pero llegar al punto donde pensar en algo que no puedes controlar afecta tu vida diaria de manera dramática, ya es un problema en sí mismo. Es por eso que hoy Nosotras te traemos algunos tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar y mejor centrar tu energía en algo que sí puedas hacer.

Tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar

Es verdad que las situaciones que nos preocupan se disparan a veces. Por ejemplo, le pasó a gran parte del mundo en pandemia cuando nuestra ansiedad subía al 100 preocupándonos por cosas que simplemente no podíamos hacer mucho para cambiar. Pero podemos tener esa sensación en varias ocasiones del día a día y no es bueno ni sano tener una vida así.

Estos son los tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar. Recuerda que “la distracción es excelente como defensa de primera línea contra la preocupación”, como comenta Elana Cairo, psicóloga clínica de Nueva York para el portal Well+Good.

1. Sé consciente de que SÍ puedes hacer

Suena obvio, pero hacer esta diferencia de manera consciente puede hacerte sentir mucho mejor. Lo mas importante, comenta el sitio web Country Living, es hacer una introspección de qué podemos controlar y qué realmente no. Ciertos resultados están fuera de nuestras manos y solo podemos hacer las cosas con lo que tenemos.

El mismo sitio recomienda “comenzar a usar un diálogo interno positivo, notando todas las cosas brillantes que haces todos los días, por ti misma y todos los que te rodean”. Hay que hablarnos a nosotras mismas como lo hacemos con un ser querido, esto nos ayudará a tratarnos con preocupación y cariño en lugar de exigir de más y portarnos crueles.

2. No puedes “adivinar” las cosas

Existen muchas situaciones que son literalmente imposibles de cambiar o resolver, como los pensamientos de los demás, el pasado o los escenarios hipotéticos.

Sí se puede procurar que el rumbo del futuro vaya lo mejor posible, pero no puedes cambiar las cosas a tu voluntad; tampoco ganas nada con preocuparte por algo que tal vez no pasará. Es mejor centrarse en lo que podemos hacer hoy para llegar a donde queremos.

Pensar constantemente en escenarios catastróficos puede ser un síntoma de un trastorno de ansiedad. Si es tu caso, considera buscar la ayuda de un especialista.

3. Acepta las cosas

Encontrar paz en saber que no puedes controlar las cosas reduce el miedo, ansiedad y estrés por lo que no se puede cambiar, por lo que es uno de los mejores tips para dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar.

Si no puedes cambiar lo vivido, las situaciones o acciones de los demás, puedes cambiar tus propios pensamientos y el significado que tú le das a los eventos, conclusiones, expectativas y opiniones.

4. No te hagas cargo de los demás

BetterHelp recomienda que es mejor que aceptes que otras personas pueden enfrentar sus propios peligros o consecuencias, pero también pueden enfrentar alegría o entusiasmo por sus acciones. Recuerda que no tienes necesariamente la culpa de ninguno de los resultados de las personas externas.

5. Ejercicios

Lo mejor para dejar de preocuparte por cosas que no puedes control es tener una mente ocupada, por lo que Country Living recomienda participar en actividades que ayuden a mantenerte firme como la meditación, ejercicio o cualquier cosa que te guste, que disfrutes y te ayude a despejar tu mente.

Los ejercicios de respiración pueden ser útiles; son una técnica que ayuda a distraerse de los pensamientos ansiosos. Por ejemplo, puedes hacer lo siguiente. En una posición cómoda, en flor de loto, cierra los ojos con las manos sobre las rodillas. Inhala lentamente, cuenta hasta seis y exhala lo mas lentamente posible. El punto de este ejercicio es concentrarse únicamente en la respiración y en las sensaciones que ésta causa; respira 6 rondas de 6 segundos para tranquilizarte.

Al “volver al presente” regularás tu sistema nervioso y te dará tranquilidad para explorar tus inquietudes en un estado de sobriedad emocional, ayudándote a encontrar soluciones de calidad, menciona el sitio.

Otra opción es investigar acerca de disciplinas asociadas con la espiritualidad, la paz mental y la relajación, como el yoga o el ‘mindfulness’ (la atención plena).

6. Pon límites

Prioriza tu salud mental. El mismo sitio recomienda que si ciertas noticias, aplicaciones, redes sociales, conversaciones o eventos provocan preocupación o ansiedad, considera reducir su consumo.

La acción constante de priorizar tu salud mental implica saber poner límites en todas las relaciones de tu vida: en el trabajo, la familia, los amigos o con tu pareja. Básicamente, hablamos de dibujar líneas que no se deben cruzar para respetar qué es lo que quieres o necesitas en tu vida, con qué cosas puedes lidiar y cuáles no.

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7. Una caja de preocupaciones

Escribir tus pensamientos puede ayudarte a procesarlos y comprenderlos mejor. Puedes hacerlo con un diario que lleve recuento de tus preocupaciones o con este ejercicio que recomienda BetterHelp.

Cuando te des cuenta de que te preocupa una situación que no puedes controlar, anótala en una pequeña hoja de papel. Colócala en una cajita pequeña para no tenerla a la vista todo el tiempo. Una vez con el papelito dentro, comprométete a mantenerla fuera de tu mente. Programa un tiempo para volver a ver y considerar estas situaciones nuevamente más adelante.

Notarás que le darás menos importancia a sus preocupaciones. Y una vez que leas algo que ya no te cause un sentimiento, deséchalo.

8. Asesoría profesional

No tienes por qué lidiar con tu ansiedad sola, la terapia está ahí para mejorar tu vida y darte herramientas que te ayuden a lidiar con las preocupaciones que sueles tener.

Si lo requieres, antes de ir directo con el especialista acércate con un familiar o amigo de confianza que te apoye en tu camino a priorizar tu salud mental.

Y a ti, ¿te ha dado por preocuparte por cosas que no puedes controlar? ¿Tu qué otro tip usas?

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Hola, depresión

depresión

El término de “enfermedades de salud mental” lo pongo entre comillas porque creo que decir “enfermedades” es poco certero, muy categórico y que sataniza los temas de salud mental.

Considero que al poner categorías de enfermedad entonces la gente poco toma en cuenta esta salud, el cómo se siente, por qué y hacer algo para estar bien internamente, ya que a nadie le gusta que le digan “estás enfermo”.

Este espacio en Nosotras es para platicarte de mi camino sanador, mi camino a escuchar mi intuición y a encontrar la calma dentro de mí; claro, con altos y bajos constantemente. Hoy te voy a platicar de cuando me dijeron que tenía depresión.

Me considero una persona bastante consciente de cómo me siento, de mis problemas internos y de usar herramientas para estar en mi centro, cada vez más; a veces aplicando las herramientas en abundancia, y otras veces menos.

Así dije “hola” a la depresión

Cuando me convertí en mamá, el momento más mágico de la vida como mujer desde mi punto de vista, todos me decían: “es el amor más grande, no vas poder creer la felicidad que te da”. Eso y muchas otras frases, creencias de lo que era la maternidad desde el momento que cargas en brazos al bebé.

Sorpresa: para mí no fue eso. Sí, claro que había mucho amor; sin embargo, mucho miedo, frustración, tristeza, incomodidad, emociones que ni yo conocía. Después de mucho preguntar con amigas, familia, doctores y escuchar un clarísimo “es normal”, decidí buscar a un especialista, ya que mi interior sabía que algo no estaba “bien”.

Recuerdo cuando le platiqué mi sentir de que esa felicidad no llegaba y por primera vez el “Pau, eso no es normal, lo que tú tienes es depresión”. ¡Pum! Un trancazo inesperado. Por un lado una voz que me decía “Pau, ya lo sabías, te conoces muy bien y no es normal, pide ayuda y disfruta cada momento, lo que mereces es disfrutar” y otra “no le creas, tú tienes muchas herramientas como para estar deprimida”. Decidí escuchar al doctor, después de todo yo había pedido ayuda, y elegí seguir un tratamiento.

Ahí fue cuando por primera vez dije “hola, depresión” y sentí un alivio enorme, un peso se me quitaba de encima y sabía que ahí sería en verdad cuando por fin disfrutaría esa magia de ser mamá. Entendí que todo pasa, que se vale pedir ayuda y elegí platicar con ella. Se convirtió en un proceso de entender para qué estaba ahí, cómo me permitiría ser más yo y me comprobó lo importante que es escucharme y priorizar en todo momento. Sí, aunque fuera mamá.

Escúchate

Hoy te invito a que te escuches, a que sepas que no estás sola y que pedir ayuda es de valientes, a que esa “enfermedad mental” es más bien salud mental, salud interior, es escucharte y saber que a veces requieres de una mano.

¿Cuántas veces no has pedido ayuda para aprender a cocinar, para llegar a un lugar, para realizar un ejercicio? Y en esas veces nadie te dijo que estás “enferma”; entonces alzar la mano para trabajar la salud mental y poner orden dentro de ti está bien, es sano y, a veces, muy necesario.

Puedes encontrar esa ayuda en distintos lugares y con diferentes herramientas. En mi depresión lo hice con un psiquiatra, una psicóloga, el sound healing, barras de access, ejercicio, journaling y más. Entonces, ¿cuál es tu herramienta?

Tips para dejar de disculparte por todo, hasta lo que no debes

disculparte

Es muy importante saber cuándo y cómo disculparte; nadie es perfecto y asumir cuando cometemos un error puede ser clave para cuidar nuestras relaciones interpersonales.

Sin embargo, algunas personas tendemos a disculparnos de más, por todo y hasta por lo que no hacemos. Consciente o inconscientemente, esta acción puede ser signo de algo más, como inseguridad o un trastorno de ansiedad.

Por eso hoy te decimos algunos tips para que dejar de disculparte por todo, hasta por lo que no debes.

¿Por qué nos disculpamos tanto?

De acuerdo con el portal CNBC, decir “lo siento” incluso cuando no tienes la culpa, puede ser una reacción automática.

Aunque hacerlo se considere como algo “normal” o de alguien “muy educado”, la terapeuta Jocelyn Hamsher explicó para el portal PsychCentral que disculparse en exceso puede ser por las siguientes razones.

  • Culpas falsas. Cuando te sientes responsable de algo de lo que realmente NO eres responsable.
  • Cargo de culpa. Cuando te sientes culpable por el comportamiento de otras personas que NO se siente culpable.
  • Complacer a la gente. Cuando lo haces por querer la aprobación de los demás en todo momento.
  • Autoestima baja. Cuando sientes que no eres digna de tiempo, espacio o atención.

Por otro lado, de acuerdo con PsychCentral, disculparse demasiado podría estar relacionado con condiciones de salud mental como la depresión y diversos trastornos de ansiedad.

Pero también puede ser una acción resultado de una crianza estricta y que puso en alto valor llevarse bien con todos, formando así un hábito muy difícil de romper.

En ocasiones es una respuesta a un trauma ya que, de acuerdo con la psicóloga clínica Cynthia King, puedes sentir la necesidad de disculparte para tratar de mantener la paz y así vivir menos violencia.

Está bien pedir perdón, pero no olvides que a veces hay cosas que no podemos controlar y está bien; las personas que te aman sabrán entenderte, apoyarte y amarte. Además, no debes disculparte de las cosas que no están bajo tu control, pues tú no eres responsable de administrar las emociones de los demás.

Tips para dejar de disculparte por todo

Foto: Pexels. Cup of Couple

Estos son algunos consejos para dejar de disculparte por todo.

1. Identifica cuándo disculparte

Si no pudiste controlar la situación o fue un error trivial y honesto, no hay necesidad de disculparse. Pero si realmente tuviste la culpa, reconócelo. Admitir que te equivocas nunca es fácil, pero puede fortalecer tus relaciones y demostrar que tienes inteligencia emocional, explica el portal CNBC.

2. El poder del “NO”

Decir “no” puede ser un tanto incómodo, pero también es una forma muy efectiva de protegerte y dejar de disculparte por todo. Por ejemplo, si no vas a llegar a algún lado porque hiciste planes antes, solo di: “¡No podre ir, tal vez la próxima vez!”. Recuerda, siempre sé transparente.

3. Evita las palabras “lo siento” o “perdón”

Hay ocasiones en que esta palabra te puede ayudar a sustituir una disculpa. En lugar de decir “lo siento” di “gracias”. Por ejemplo, en vez de decir “lo siento, no puedo ir”, di “gracias por invitarme, pero no puedo ir”.

Las siguientes frases, que presenta el portal Fast Company, no son un manual a seguir, sino solo ideas que en caso de necesitarlas, puedes aplicar para no disculparte como tal.

  • Cuando no puedes controlar la situacion y el tiempo no ayuda, puedes decir: “sé que tuve que cancelar/retrasar esto varias veces. Gracias por entender.”
  • Si algo sale mal en tu trabajo intenta con esto: “El proyecto tomó más tiempo de lo que esperaba. Te lo tendré mañana a primera hora”. Estás mostrando consideración y empatía, pero también expones un problema que no está en tu control.
Foto: Pexels. Lil Artsy

4. Siempre piénsalo dos veces

A veces ni dejamos que los demás terminen de decir algo cuando ya soltamos el primer “lo siento”; aprendamos a escuchar y sobre todo a pensar en el contexto. Antes de disculparte, piensa “¿hice algo malo”; si sí, entonces vuelve a preguntarte qué tan grande fue el error y si de verdad amerita la disculpa.

Foto: Pexels. ketut subiyanto

5. Es momento de avanzar

En caso de que tus disculpas compulsivas sean por parte de una experiencia traumática, considera acudir a terapia para que un especialista te ayude a encontrar las herramientas para dejarla atrás.

Todo es un proceso y puede llevar tiempo dejar de disculparte por todo.

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Lo que se sabe de la primera pastilla para la depresión posparto

primera pastilla para la depresión posparto

Cuando una mujer se convierte en madre no todo es bello y rosa, pues se trata de uno de los mayores procesos de cambio que podemos vivir a nivel físico, mental y emocional. En un cúmulo infinito de diferentes maneras en que se puede experimentar la maternidad, existe una condición de salud llamada depresión posparto.

No sentirte conectada con tu bebé, tener una sensación de vacío, tener apatía o sentir fatiga fuera de lo normal, son solo algunos de los síntomas de la depresión posparto.

Hoy te contaremos lo que actualmente se sabe sobre la primera pastilla para la depresión posparto.

Lo que se sabe de la primera pastilla para la depresión posparto

Foto: Pexels. Sarah Chai

De acuerdo con la revista Time, la depresión posparto afecta hasta al 20% de las nuevas madres en las primeras seis semanas después del parto. Este trastorno es una de las complicaciones médicas más comunes durante y después del embarazo, que suele tratarse con terapia hablada y con medicamentos, principalmente antidepresivos.

Sin embargo, de acuerdo con la BBC, los antidepresivos disponibles, llamados inhibidores selectivos de la recapacitación de serotonina (SSRI), pueden tomar varias semanas e incluso meses para hacer efecto en la paciente.

Todo eso hasta hoy, pues acorde a un comunicado publicado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó la zuranolona, o Zurzuvae, como un medicamento eficiente para tratar la depresión posparto.

¿Qué es la zuranolona?

Foto: Pexels. Pixabay

La zuranolona es un fármaco que las mujeres pueden tomar una vez al día durante 14 días, desarrollado por las biotecnológicas Sage Therapeutics y Biogen, con sede en Massachusetts.

Es el primer tratamiento oral para la depresión posparto cuya eficacia, acorde con el portal de la FDA, se demostró gracias a dos estudios que se realizaron en mujeres con depresión posparto. Las participantes cumplían con los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) para un episodio depresivo y cuyos síntomas comenzaron en el tercer trimestre o dentro de las cuatro semanas posteriores al parto.

Efectos secundarios

A pesar de lo significativo del tratamiento, de acuerdo con el comunicado de la FDA, la zuranolona puede afectar la capacidad de una persona para conducir y realizar otras actividades. Además de presentar algunos efectos secundarios, como somnolencia, mareos, diarrea, fatiga, nasofaringitis (resfriado común) e infección del tracto urinario.

¿Qué dicen los expertos sobre el tratamiento de la zuranolona contra la depresión?

primera pastilla para la depresión posparto
Foto: Pexels.

La doctora Samantha Latorre, profesora asistente de psiquiatría en la Universidad de Maryland, comentó sobre esta pastilla: “es increíble que empecemos a pensar cada vez más en la depresión posparto y que comencemos a crear tratamientos novedosos que durante mucho tiempo no se reconocieron”.

Por su parte, la doctora Kristina Deligiannidis, directora de salud conductual de la mujer en Zucker Hillside Hospital of Northwell Health y una de los investigadores que dirigió los ensayos de zuranolona, dijo que ve esto “como una herramienta para que una mujer se sienta mejor y restablezca su función para que pueda volver a sentirse como ella misma y comenzar a cuidarse e interactuar con su bebé”.

Mientras que Chris Bennechi, director de negocios de Sage Therapeutics, mencionó que ”cuanto más rápidamente podamos intervenir y ayudar a una paciente a lograr una respuesta y una remisión, mejores serán los resultados a largo plazo”.

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‘Resiliencia tóxica’, cuando pones el trabajo por encima de ti

resiliencia tóxica

Considerarte una persona comprometida, responsable y proactiva está bien, además de trabajar en esas cualidades. Sin embargo, exigirte demasiado en tu área laboral, dar más de lo normal y poner en prioridad tu trabajo por encima de tu salud mental o física, podría ser una señal que te encuentras desarrollando la “resiliencia tóxica“.

Es decir, crees que puedes soportar más de lo que debes; pero no, recuerda que para hacer las cosas bien, la primera persona que debe estar en equilibrio adecuado eres tú.

A continuación te mostramos qué es la resiliencia tóxica.

Resiliencia tóxica, cuando pones el trabajo por encima de ti

Para comprender qué es la resiliencia tóxica, un ejemplo sería un día en que tienes un problema de salud y realmente no te sientes bien, pero aun así te levantas de la cama, te duchas y vas al trabajo; sabes que te sientes muy mal pero sigues dando lo mejor y hasta más de ti, pensando que “debes” aguantar. Otro caso podría ser quedarte hasta horas más tarde y hacer de eso una costumbre sin recibir nada a cambio.

En primera instancia debemos descifrar qué es la “resiliencia”. De acuerdo con información de Harvard Business Review, se define como la capacidad psicólogica para adaptarse a circunstancias estresantes o recuperarse de eventos adversos. Esto se puede llevar a distintos ámbitos como el trabajo; se convierte en algo peligroso cuando estás resistiendo cosas que no deberías solo por dar lo “mejor de ti” en el trabajo.

De acuerdo con un estudio, el ser humano puede adaptarse a diferentes circunstancias, pero si se explotan las competencias adaptativas se pueden volver desadaptativas, si llegan al extremo. Una de esas características de la resiliencia tóxica es tener metas no alcanzables a corto plazo.

Así como lo informa HR Magazine, algunas de las personas que desarrollan este tipo de resiliencia quieren llegar a ser o son líderes por naturaleza, pero este síntoma se arraiga cuando le quitan prioridad a sus necesidades de la vida por el bien del trabajo, lo único que se encuentran logrando es desgastarse lentamente.

Foto: Pexels. Mikhail Nilov

A continuación te damos algunas señales de que te encuentras en resiliencia tóxica.

1. Metas inalcanzables

Así como lo informa el mismo portal, las personas constantemente tenemos una meta, pero ponerte metas inalcanzables solo podría comenzar a perjudicarte. Ejemplo, acabas de terminar alguna carrera en ingeniería o ciencia, pero tú esperas entrar a una compañía internacional en el mismo año y, al año siguiente, alcanzar un puesto directivo. No, no quiere decir que no lo puedas lograr, que debas conformarte o que el esfuerzo mínimo sea tu ley, sin embargo es mejor que te establezcas metas a corto plazo.

Algunas revisiones científicas sugieren que muchas personas desgastan una enorme cantidad de tiempo persiguiendo objetivos “poco realistas”, por lo cual se desarrolla el “síndrome de falsa esperanza”, el cual te permite seguir, pero realmente no tiene un fin.

2. Estado de inexistencia

En algún momento cuando la resiliencia tóxica solo permanece, llega el estancamiento, así como lo informa el portal Psychology Today; las expectativas de “cómo deberían de ser las cosas”, pueden cerrarte el panorama para ver más soluciones o si hay más opciones ante un problema que se te presente.

La aceptación de la realidad puede ayudarte a que tu mente y cuerpo se adapten.

Foto: Unsplash. Kinga Howard

3. “El complejo del héroe”

¿Te ha pasado que piensas que la única persona que tiene la solución eres tú? Pues mucho ojo, porque podría ser una señal. Esto sucede cuando las personas o líderes, se ven a sí mismos como los”únicos que tienen la solución” ante los problemas de la empresa o lugar laboral, creen que ellos son las únicas personas que tienen la respuesta.

Un ejemplo sería que constantemente te repites “si hay un problema, me buscan a mí”, “soy la única que lo hace bien”, “si no lo hago yo, nadie más lo hará”, “no entiendo como pueden ser así”, entre muchas otras frases.

4. Demasiada tolerancia

Demasiado de esta resiliencia tóxica, podría desencadenar también demasiada tolerancia ante malas acciones o la adversidad. Esto podría conllevar “resistir” trabajos aburridos, desmoralizantes o malos jefes.

De acuerdo con cifras de Harvard Business Review, el 75% de personas tan solo en Estados Unidos consideran que la peor parte de su trabajo es lidiar con su gerente directo.

Este tipo de acciones y que las personas solo “toleran” los malos tratos o malas convivencias, solo crea que el sistema siga de la misma manera, pero el portal considera que si fueran “menos resistentes” posiblemente habría un cambio.

Foto: Pexels. Anna Tarazevich

5. Crítica interna destructiva

Basado en información de HR Magazine, este tipo de crítica aparece constantemente ya que te reprochas cosas que pudiste “hacer mejor”, pero la situación no salió como lo esperabas. Esto solo provocará que te desvalorices, presiones y afectes a tu salud mental.

Implementar frases como “tengo que hacerlo excelente, quedarme corta no es una opción”, “tengo que ser la mejor”, “si no lo hago bien, soy un fracaso”, es un ejemplo de esto.

6. La resiliencia tóxica afecta a más personas de tu trabajo

Un lugar de trabajo debe tener buen ambiente laboral, pero si uno de los miembros o jefes se encuentra con este tipo de resiliencia, lo único que logrará es que todo el equipo se contamine. Porque algunas personas podrían comenzar a compararse, “si ella resiste, yo también lo haré” y sería un efecto dominó.

Muchos empleados podrían comenzar a sentirse frustrados y cansados, debido a que su eficiencia de productividad solo determinó estándares más elevados, lo que se afectará el rendimiento a largo plazo, así como lo informa Psychology Today.

Foto: Unsplash. Jason Goodman

7. Mentalidad de “recta final”

Es tener un desafío, “aguantarlo” hasta que llegue otro y trabajar así de manera sucesiva, por lo que podría comenzar a dejar residuos emocionales o psicológicos en ti, así como lo informa HR Magazine.

¿Te ha pasado alguna señal de “resiliencia tóxica”?

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Señales de que no te valoras lo suficiente

señales de que no te valoras lo suficiente

Amarnos y valorarnos es algo fundamental, pero no es algo fácil. Todas las personas tenemos un bagaje emocional y circunstancias distintas que debemos trabajar en pro de nuestra salud mental; a eso se le suman los estándares irreales que vemos en medios de comunicación y redes sociales, además del estrés del día a día.

De esta manera podemos llegar a cometer agresiones emocionales y psicológicas hacia nosotras mismas e incluso normalizarlo sin darnos cuenta. ¿Te ha pasado?

A continuación te contamos algunas señales de que no te valoras lo suficiente, con la intención de identificarlas y entrar en acción.

Señales de que no te valoras lo suficiente

Para comenzar a hablar sobre el tema, debemos decir que la autoestima es la forma en que nos valoramos y pensamos sobre nosotras mismas; mucho ojo, a veces se suele confundir con la confianza, pero no es así. La confianza es la seguridad que tienes en un área en el que te desempeñas, mientras que la autoestima es qué tanto te valoras. Puede haber una persona segura con baja autoestima, así como lo informa el portal gubernamental australiano Health Direct.

Hay muchas ocasiones en las que decimos “mi autoestima está bien”, pero puede que no lo esté. “Muchos de nosotros nos conformamos con la ‘autoestima’, sentirnos bien acerca de cómo actuamos, nos vemos, sentimos, pensamos, en lugar de buscar lo que hay debajo. No importa cuánto aprendamos a amar lo que parecemos ser en el exterior, nunca abrazaremos completamente nuestro valor hasta que profundicemos”, dijo la psicóloga Christina Hibbert.

Foto: Unsplash. Toa Heftiba

A continuación te mostramos algunas posibles señales de que no te valoras lo suficiente. Si te identificas con ellas, es momento de trabajar en tu autoestima (preferentemente con ayuda de un especialista).

1. Decir cosas negativas y criticarte

Es normal que en algún momento de nuestras vidas nos critiquemos, ya que vemos un área de oportunidad, pero no es normal que lo hagas constantemente, implementando frases como: “ay, soy la peor”, “qué feo, quiero cambiar esto de mí”, “soy tan tonta”.

Esas actitudes no son saludables, porque lo repites tantas veces que terminas creyéndolo, solo te desvaloras.

2. No crees que te mereces mucho

De acuerdo con un artículo del portal Bustle, algunas personas “creen” que lo que tienen no se lo merecen, ya que no consideran ser “suficientes” (¿has oído del “síndrome del impostor”?). Esto puede ir desde un mejor puesto de trabajo y un mayor sueldo, hasta sentir que no mereces el respeto de otras personas o tolerar cosas inaceptables en una relación porque no crees merecer una relación saludable y respetuosas.

Otra de las señales podría ser que cada vez que compras algo costoso o gastas algo en ti, sientes que ha sido una mala inversión, o cuando te sientes culpable si te regalan algo.

3. Culparte cuando las cosas van mal

De acuerdo con Health Direct, culparte por las cosas malas que te pasan o pasan en tu entorno, es otra señal de baja autoestima y que no te valoras lo suficiente. Repetir frases como “todo es por mi culpa”, “esto sucedió por mí”, “yo soy la responsable”.

Aunque no tengas nada que ver con ello, son señales de que las cosas no están bien, debes comprender que los problemas pasan y no siempre son una consecuencia de nuestros actos.

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4. Descuidas tus propias necesidades

Esto sucede cuanto antepones las necesidades de las demás personas por encima de las tuyas, eso puede ser una señal de que no te valoras lo suficiente.

“Si notas que no puedes abogar por las cosas que quieres porque a menudo pones a los demás primero y descuidas tus propias necesidades, házte la pregunta: ¿me estoy diciendo a mí misma que soy lo suficientemente digna para recibir estas cosas?”, dijo la especialista Lynn Kufner para Bustle.

Aceptar más trabajo del que puedes manejar y dejar que los demás decidan siempre son ejemplos de esto.

5. Quieres complacer a los demás

Este punto podría ir conectado con el anterior ya que, para sentir aceptación o un poco de amor, dejas de hacer cosas que son de mayor importancia y relevancia para poder complacer a las demás personas; esto no solo afecta tu desempeño o tu rutina, sino también de manera emocional.

señales de que no te valoras lo suficiente
Foto: Pexels. Andres Ayrton

6. Pensar constantemente que los demás son mejores que tú

Es común reconocer y aceptar que hay personas son mejores que tú en diferentes disciplinas, nadie es perfecto y todas tenemos tanto fortalezas como debilidades. Pero no es normal que constantemente digas que “todos” son mejores que tú. Todas las personas tienen cualidades y aptitudes que pueden explotar al máximo.

7. Permites que te traten mal

Posiblemente uno de los peores puntos con el que te puedas identificar, no es correcto que ninguna persona trate mal a otra, si es así es hora de salir de ahí. Las agresiones pueden comenzar con pequeñas acciones o palabras denigrantes, pero no esperes a que eso se convierta en agresiones físicas, no hay justificación existente para ese tipo de actitudes.

señales de que no te valoras lo suficiente
Foto: Pexels. Alex Green

8. Medir la aceptación por medio de redes sociales

Hacerse codependiente de alguien o algo es malo, mucho más si mides tu autoestima a través de ello. Las redes sociales permitieron que el mundo se conectara y conociera por medio de una pantalla, lo cual es completamente valido; sin embargo, algunas personas pueden medir su valor a través de ‘likes’.

Recuerda que no todo lo que ves en redes sociales es real, por lo tanto no puedes estar dejando por completo que tu bienestar y salud mental dependan de ellas.

¿Cuáles podrían ser las consecuencias de no valorarte lo suficiente?

De acuerdo con Health Direct, la baja autoestima puede comenzar a influir y perjudicar en tu vida, así como en las relaciones de todo tipo (familiares, de amistad, pareja, profesional, etc.), lo cual podría desencadenar más afectaciones, así como ansiedad, depresión, trastornos alimenticios, solo por mencionar algunos.

Para mejorar tu autoestima, es poco a poco y algunas de las cosas más sencillas que podrías hacer es lo siguiente. Por otro lado, es altamente recomendable buscar ayuda profesional para encontrar herramientas que te permitan valorarte de una manera saludable.

  • Verte al espejo todos los días y darte un cumplido.
  • Celebra las cosas pequeñas que te pasen.
  • Piensa y, si así lo prefieres, enumera las cosas en las que eres buena.
  • Confronta el pensamiento negativo y ve que todo es una mentira.
  • Realiza actividades o hobbies que disfrutes.
  • Estar con personas que te hagan sentir bien.

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Por qué NO deberías trabajar en tu cama si haces home office

NO deberías trabajar en tu cama

Aunque trabajar de manera remota o en sistema híbrido no se conocía como un término tan popular, con la llegada de la pandemia de Covid-19 trabajar en home office no fue una elección u opción, sino algo que se debía hacer para millones de personas. A tres años de eso, resulta un esquema de trabajo mucho más popular que antes.

A numerosas empresas este sistema les pareció idóneo y hasta ideal, incluso cuando las cosas volvieron a la normalidad, comenzaron a implementar un sistema híbrido, ya que mejoraba la eficiencia y rápidez, además que a los empleados no les toma tiempo el ajetreado traslado.

Si eres de las personas que trabaja en casa, tal vez se te hace de gran comodidad empezar tus labores acostadita desde la mañana, pero NO deberías trabajar en tu cama. ¿Te estás autosaboteando?

Por qué NO deberías trabajar en tu cama si haces home office

Sabemos que suena de lo más fácil y cómodo: despertar, tomar tu computadora, seguir en pijama y comenzar a trabajar. Pero esto no debería de ser algo gratificante, solo te estás autosaboteando y hasta podrías afectar tu productividad mientras aumentan tus niveles de estrés.

De acuerdo con información de Apartment Therapy, algunos expertos en productividad dicen que evites permanecer o entrar a tu dormitorio en horas laborales, porque tu habitación es un lugar dedicado al descanso. Así que si entra el trabajo a tu cama, el cerebro podría comenzar a relacionarlo con productividad y, a su vez, provocarte afectaciones, como dificultades para dormir.

“Siempre que sea posible, crear límites entre diferentes aspectos de tu vida puede ayudar a dejar atrás las preocupaciones y ansiedades cuando haces la transición de una parte de tu vida a otra”, dijo la psicóloga clínica Jessica Borushek para el mismo portal.

El sitio web Sleep Foundation dice que al trabajar en tu cama lo único que haces es establecer una relación poco saludable entre la cama y el trabajo, porque dificulta la desconexión mental para que pueda diferenciar entre descansar y trabajar, siendo una de las afectaciones principales conciliar el sueño.

A continuación te damos algunas cosas que podrías hacer cuando tengas home office.

Foto: Pexels. Anna Shvets

1. Buscar un espacio adecuado

A veces por el espacio, ya sea que te encuentres en un apartamento pequeño o vivas con tu roomie, es imposible que hagas home office en otro espacio que no sea tu habitación, pero podrías optar por acomodar un lugar y establecerlo como tu área de trabajo.

De acuerdo con Sleep Fundation lo ideal es que sea tranquilo, libre de ruido; puedes adquirir un asiento cómodo y un escritorio de tu agrado, además de mantener el espacio de trabajo ordenado. No revuelvas cosas personales con cosas de oficina, eso podría orillar a distraerte.

2. Buena postura

Así como lo informa Health, cuando te encuentres lista con tus utensilios de la oficina y la computadora en el escritorio es mejor que acomodes tu silla en una buena posición, que te haga sentir cómoda; es ideal que quede a una altura en donde tus brazos y manos puedan moverse con facilidad.

Tu postura debe ser recta para que posteriormente no existan contracturas o problemas de espalda, además de que te ayuda a la oxigenación.

Foto: Pexels. Ivan Samkov

3. Cámbiate

El sitio Apartment Therapy menciona que utilizar otra ropa y no mantenerte en pijama ayuda a la productividad, porque eso hace que tu cerebro sepa que te encuentras en un momento laboral. Incluso recomiendan ponerte zapatos si así lo prefieres,

No estamos diciendo que te pongas traje sastre y tacones, sino puedes utilizar ropa más cómoda sin que sea tu pijama.

4. Implementa horarios

Implementar horarios como si estuviera en la oficina es lo ideal. Por ejemplo: a las 9 es tu “entrada” al trabajo, a las 11 tomas un refrigerio, a las 3 “sales” a comer y luego terminas a las 5.

Esto ayudará a que tu día tenga mayor estructura, por lo tanto tengas un límite para concluir tu trabajo. Aunque suene ilógico, a veces terminas trabajando más cuando estás en casa porque te distraes constantemente o simplemente se te hace fácil quedarte más horas frente a tu compu.

No debes distraerte durante el proceso, lo ideal es que tengas luz natural para trabajar.

NO deberías trabajar en tu cama
Foto: Unsplash. Windows

5. No a los distractores

Al estar en tu casa seguramente tienes televisión, videojuegos, reproductor de música, entre muchos distractores más; debes tener presente te encuentras trabajando, solo que en home office, no es un día de descanso.

Por lo tanto evita tener cosas a la mano cuando te encuentres haciendo tus labores, porque solo comenzarás a postergar y no podrás ni descansar o concluir de buena manera.

NO deberías trabajar en tu cama
Foto: Pexels. Viktoria Slowikowska

6. Dormir adecuadamente

Las pantallas dan luz, así como la televisión, celular o tablet. Debes evitarlas antes de dormir, porque solo provocan que se active tu cerebro y no exista un descanso adecuado. Pero si es necesario estar frente a la computadora, cuando termines tu deber puedes apagar todo, llevar un libro o simplemente cerrar los ojos para relajarte, así como lo informa Sleep Foundation.

Esto ayudará que concilies el sueño de mejor manera y, a su vez, tengas un mejor descanso.

7. Al terminar el trabajo, olvídate de él

También es saludable que establezcas tiempos, no todo es descansar y no todo es trabajo, así que cuando termines de hacer el home office (adecuadamente y sin distracciones), la psicóloga Sharon Grossman recomienda para Apartment Therapy cambiarte y hacer otra actividad que no esté relacionada con el trabajo, como salir o meditar para relajarte.

¿Ya sabías que NO deberías trabajar en tu cama?

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¿Sabes poner límites? 7 reglas que siempre debes recordar

¿Sabes poner límites? 7 reglas que siempre debes recordar

Tener claro que eres una persona merecedora de respeto es vital para cualquier tipo de relaciones: en el trabajo, escuela, familia o en relaciones o incluso contigo misma, para conocerte. ¿Sabes poner límites? Nosotras te contamos 7 reglas que siempre debes recordar.

Los límites personales son reglas que establecemos nosotras mismas para evitar que alguna acción o palabra proveniente de alguien que ha cruzado la línea nos afecte. Como ya te dijimos, forman parte de todos los ámbitos y resultan imprescindibles en la vida.

¿Sabes poner límites? 7 reglas que siempre debes recordar

Para muchas personas la idea de establecer límites puede sonar como algo complicado, estresante o aterrador, pero es algo necesario para ayudar a las personas a respetar lo que quieres y necesitas. Poner límites saludables tampoco significa pelear.

Para ayudarte, te damos 7 reglas que debes recordar, como parte de tu camino hacia poner límites.

Foto: Unsplash. Giulia Bertelli

1. No temas a decir que NO, pues es saber poner límites

Házte caso cuando tu primer instinto sea decir “no”, o cuando parezca la mejor opción. Haz lo que sea mejor para ti y normaliza decir que no.

Por ejemplo, no aceptes más trabajo del que te corresponde si sabes que no podrás manejar más presión. Tampoco tienes que aceptar ir a lugares que no te gustan o hacer actividades que no te satisfacen o te resultan perjudiciales.

2. Di tus preferencias, deseos y necesidades

Tú eres la única persona que conoce tus límites y es importante darlos a conocer. Si no compartes lo que quieres por pretender ser una persona “evita-problemas”, puedes generar situaciones en las que no te sientas cómoda y te impides trazar un camino sólido hacia tus propias metas, o atentas contra tu bienestar.

3. Da tu opinión, aunque las demás personas no les agrade

Sin faltar el respeto a otras personas, puedes llegar a acuerdos más fácilmente si dices tu opinión sobre un tema a quien esté dispuesto a escuchar.

Esto puede ser útil en el trabajo consolidándote como una persona decidida y fiel a sus creencias.

4. Recuerda que eres merecedora de buenos tratos

Rodéate de personas que respeten tus límites y no temas decirle adiós a las que las sobrepasen, aunque se molesten o generen comentarios de “tú no eres así”; no es tu trabajo cumplir con las expectativas de los demás.

5. Toma en cuenta que tus límites pueden cambiar

Como la vida misma, todo es cambio; por eso, tus límites deben funcionar en cada etapa de tu vida y puedes cambiar de decisión, sin que eso sea incongruente a la persona que fuiste.

6. Al saber poner límites, podrás seguir adelante

Tendrás todo el espacio para moverte cuando creces la confianza en ti misma y dejas atrás de la línea todo lo que no aporta ni respeta tu persona.

7. Ten presente que puedes cometer errores

Ya sea en una relación, trabajo, familia o amigos, si te equivocas en algo o quieres cambiar de opinión, tienes el derecho de hacerlo. Ninguna decisión es una sentencia de vida.

Plantear tus límites es un acto de cuidado personal y amor propio, ya que priorizas dar a conocer tus necesidades, vivir y sentirte mejor para alcanzar tus metas.No permitir que alguien dude si sabes poner límites, con estas 7 reglas que siempre debes recordar será más fácil reconocerlas.

Crea una lista de tus límites y repitelas todos los días, según el sitio Power of Positivity, reproducir constantemente las frases pueden ayudar a sentirse más cómoda y segura al decirles a otras personas lo que esperas. También ayudarán a defenderte si alguien cruza tus límites.

Y tú, ¿sabes poner límites? ¡Te leemos en redes sociales!

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Cómo decir 'no' en tu trabajo sin ser grosera ni tener problemas

Querer impresionar en tu trabajo te puede llevar a no decir lo que sientes y muchas veces a cargarte con tareas de más por no querer causar molestias. Estas situaciones pueden desencadenar en problemas para ti y tu trabajo. Nosotras te contamos cómo decir “no” en tu trabajo sin ser grosera ni tener problemas.

A pesar de que ser dispuesta y proactiva en los trabajos es vital para convertirte en un buen elemento de tu ambiente laboral, igualmente se debe poner límites de manera respetuosa. Tomar trabajo de más solo porque te da pena o no sabes negarte, ni ayuda a tus compañeros ni mucho menos a ti.

Cómo decir “no” en tu trabajo sin ser grosera ni tener problemas

Cuando solemos decir “sí” a cualquier solicitud, nos comprometemos a situaciones que pueden resultar difíciles y desafiantes, con las que no siempre podemos lidiar e incluso a veces afectan tu salud.

Ya sea que te soliciten un trabajo extra o fuera de tu área, laborar horas extra o durante vacaciones te pidan cumplir en un tiempo limitado no realista, o simplemente no te sientes cómoda haciendo algo, debes saber cómo hacer valer tu “no”.

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1. Sé directa sin ser grosera

Si dejamos un libre “tal vez” o un “no lo sé” nos puede llevar a que sobreentienda que eso que te requieren será hecho, pero en otro momento.

Pero ojo, cuando un compañero te pide algo no se trata de hacer sentir a la otra persona mal de pedir tu ayuda. Sé amable pero firme.

Reconoce la solicitud y muestra gratitud por ser considerada.

Checa tu lenguaje no verbal, la manera en que dices las cosas es cómo eres en realidad. Opta por actitudes neutras: sin preocupación, desgana o molestia.

2. Muestra alternativas

Delegar las prioridades te dejará ver si puedes involucrarte de alguna manera en la tarea solicitada ya sea en gran o pequeña medida, lo cual también es válido.

Ya sea con un “no, no puedo ahorita pero el viernes te apoyo”; “no, en otro trabajo con gusto te ayudo”; “no puedo hacer todo el proyecto pero puedo hacer una parte”.

3. Explica el rechazo para no tener problemas

Suavizar la respuesta con honestidad y de manera breve puede ayudar al empleador a conocer sus limitantes.

4. Practica decirlo

Aunque suene a un acto no muy normal, pronunciar en voz alta la palabra “no” sola, con amigos de confianza o familiares hará que reconozcas internamente la palabra y la dejes de considerar una palabra ruda.

5. Mantén tu posición sobre decir “no” en tu trabajo

Así sabrán que tu persona y tus limitantes son válidas y no buscarán persuadirte. No aceptes un “ándale” o un “no seas así” si lo que te están pidiendo no está en tus posibilidades o simplemente no quieres.

Saber cómo decir “no” en tu trabajo es una habilidad que te defenderá en tu área de trabajo, protegiéndote de la carga excesiva dando pie al estrés laboral.

De esta manera, te permitirá desarrollar tus trabajos de manera plena y eficaz sin que se entrometan en tu tiempo personal, valores y forma de obrar.

¿A ti te cuesta decir que no? ¿Qué opinas? ¡Te leemos en redes sociales!

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Mitos sobre el trastorno bipolar que se deben erradicar

Mitos sobre el trastorno bipolar

“¡Ay! No seas bipolar”. ¿Alguna vez has escuchado esta frase o alguna parecida? Entonces has sido testigo de cómo se perpetúan algunos mitos sobre el trastorno bipolar, una enfermedad sobre la cual hace falta conciencia y que merece tratarse con respeto.

En ocasiones, la “bipolaridad” se asocia a una connotación peyorativa; pero, ¿realmente conocemos lo que significa e implica? Poco se habla sobre el trastorno bipolar y eso ocasiona que se creen ideas y estereotipos erróneos sobre la enfermedad. Nosotras te ayudamos a develar los mitos que giran en torno a ella.

¿Qué es?

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH, por sus siglas en inglés) y la Clínica Mayo, el trastorno bipolar es una enfermedad mental que afecta los mecanismos que regulan el estado de ánimo, la energía, los niveles de actividad y la concentración de una persona. Lo cual puede dificultar sus actividades diarias.

Se caracteriza por cambios que van desde altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión). Es decir, un estado de euforia, energía alta e irritabilidad o bien, tristeza, desesperanza y bajo interés y energía, respectivamente.

Estas características suelen ser reducidas a mitos sobre el trastorno bipolar que únicamente causan daño.

Mitos sobre el trastorno bipolar

De acuerdo con los portales Healthline y Banner Health, estos son algunos mitos que giran en torno a la enfermedad.

1. Todas las personas con el trastorno son iguales

Dicho trastorno no tiene nada que ver con la personalidad. Según la Clínica Mayo, hay 4 tipos básicos de padecimiento y cada experiencia será diferente.

  • Trastorno bipolar I. Las personas que lo sufren han tenido uno o más episodios maniacos o depresivos mayores. En ciertos casos, puede provocar psicosis y requerir hospitalización.
  • Trastorno bipolar II. Las personas que lo sufren han tenido uno o más episodios depresivos o hipomaniacos (menos extremos que los maniacos), pero nunca han tenido uno maniaco. Es importante aclarar que esto no quiere decir que el trastorno bipolar II sea menos grave que el I.
  • Trastorno ciclotímico. Consiste en muchos periodos con síntomas hipomaniacos y depresivos que no son tan intensos para calificar como episodios depresivos mayores o maniacos.
  • Otros tipos. Estos comprenden síntomas que no entran en las categorías anteriores. Por ejemplo, los trastornos relacionados a ciertos medicamentos, drogas o bebidas alcohólicas, o derivados de ciertas afecciones médicas.

No hay dos personas con trastorno bipolar iguales.

Mitos sobre el trastorno bipolar
Foto: Pixabay. geralt.

2. Son solo cambios de humor

Los cambios extremos en el trastorno bipolar son muy distintos a los cambios de humor que presentamos cotidianamente. Dichas alteraciones pueden ocurrir frecuentemente o en raras ocasiones, así como los síntomas pueden presentarse de intensidad moderada y, en otros casos, de manera intensa. Es por ello que estas variaciones presentan consecuencias significativas en la persona en su energía y actividades diarias.

3. La manía es productiva

Se asocia a la manía como que una persona siempre está de buen humor y llena de proyectos o actividades. En ciertos casos, al principio la persona puede sentirse bien; no obstante, sin tratamiento una persona puede tener comportamientos irracionales y ver alterado su juicio o actividades cotidianas.

4. Las personas con este trastorno son maniacas o depresivas

Aquellos que padecen esta enfermedad pueden experimentar variaciones en su estado de ánimo que pueden durar semanas o meses; incluso, periodos más equilibrados, llamado eutimia.

A pesar de esto, también pueden presentar ciclos mixtos en donde presentan síntomas maniacos o depresivos.

5. Los medicamentos son el único tratamiento

Las medicinas ayudan a tratar los episodios maniacos o depresivos. Si bien es indispensable tomarlas con ayuda de un profesional, existen métodos para tratar la enfermedad que también pueden resultar de ayuda durante el tratamiento psiquiátrico, como la terapia psicológica, cognitiva conductual, interpersonal, higiene del sueño, etc.

La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI, por sus siglas en inglés), recomienda la combinación de terapia y medicación como el método más efectivo. Aunque el trastorno bipolar es una afeccion de por vida, se puede mejorar el estilo de vida con un plan de tratamiento adecuado.

6. Es una enfermedad poco común

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que alrededor de 45 millones de personas en todo el mundo la padecían.

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Por qué no deberías aguantarte las ganas de llorar

llorar

Tal vez alguna vez hayas escuchado o te dijeron que aguantarte las ganas de llorar es malo. Ya sea durante una película, escuchando música, durante un buen baño, sola o acompañada, de coraje, de tristeza o hasta de alegría, una lloradita no está de más.

Recordemos que algunos filósofos consideraban que hacerlo funcionaba como un purgante que nos purificaba el alma.

Por eso y, sin importar el que dirán, cuando tengas ganas, llora. Hoy Nosotras te decimos por qué no deberías aguantarte las ganas de llorar.

Por qué no deberías aguantarte las ganas de llorar

Foto: Pexels. Alex Green

Cuando nos aguantamos las ganas de llorar lo que hacemos, según un artículo de Harvard Health Publishing, es un afrontamiento represivo que estudios han relacionado con lo siguiente.

  • Un sistema inmunitario menos resistente.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Hipertensión.
  • Afecciones de salud mental como el estrés, la ansiedad y la depresión.

El llanto, según el portal de Health Digest, es un comportamiento que te tranquiliza a ti misma pues, de acuerdo con un estudio de 2014 publicado en Frontiers in Psychology, si no lloras podrías permanecer en un estado de estrés.

Foto: Pexels. Liza Summer

Tus lágrimas contienen la hormona corticotropina, que es un analgésico natural y ayuda a regular los niveles de estrés según Headspace, por lo que si las retienes te afectará de la siguiente forma:

  • Tu toma de decisiones.
  • Tu concentración.
  • Puede llevarte a tener poca energía.

El llanto es esencialmente una válvula de escape que libera a tu cuerpo del exceso de estrés y tensión, explica Nicole Van Groningen, internista en el centro médico Cedars-Sinaí, para el portal Shape.

Nuestro cerebro envía señales a tus glándulas suprarrenales para que liberen hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Lo que hace que aumente el ritmo cardíaco y la presión arterial, por lo que contener el llanto solo hará que sientas opresión en el pecho y tengas una respiración agitada.

Los beneficios de llorar para la salud

De acuerdo con el portal de Harvard Health Publishing, llorar puede resultar bastante benéfico porque permite liberar el estrés y el dolor emocional.

También aumenta el comportamiento de apego, fomentando la cercanía, la empatía y el apoyo de amigos y familiares.

El portal Health Digest dice que después de llorar te sientes mejor porque estás liberando esas hormonas del estrés y permitiendo que tu mente y tu cuerpo regresen a un estado relajado.

Llorar es muy bueno para tu salud, más de lo que crees y, a veces, está bien no estar bien. Date un minuto para respirar y dejarlo salir.

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Los beneficios de solo estar 30 minutos en redes sociales al día

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¿Cuánto tiempo pasas en las redes sociales? La mayoría de las personas revisan continuamente sus teléfonos y otros dispositivos en busca de notificaciones y dedican tiempo a navegar por las redes sociales. Como todas sabemos, estas actividades a veces pueden ser difíciles de detener.

Nosotras te decimos los beneficios que tiene descansar de las redes sociales y, en particular, limitar tu tiempo a 30 minutos en redes sociales al día.

Tomarse un ‘break’ de las redes sociales

Las redes sociales, como tantas otras cosas en la vida, se disfrutan mejor con moderación. Ese es el principal hallazgo de un equipo de la Universidad Estatal de Iowa, que se centró en los adultos jóvenes y su salud mental. Cuando un grupo de estudiantes universitarios limitaron su uso de las redes sociales a solo 30 minutos diarios, los participantes obtuvieron puntajes significativamente más bajos para la ansiedad, la depresión, la soledad y el miedo a perderse algo (conocido como FOMO), de acuerdo con un artículo de Study Finds.

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Foto:Pexels.Geri Tech

Millones de personas usan las redes sociales a diario, pero en los últimos años ha aumentado la preocupación por el impacto psicológico de estas plataformas, especialmente entre los adultos jóvenes y los adolescentes.

30 minutos en redes sociales al día, ¿lo ideal?

En resumen, una creciente colección de investigaciones recientes apunta hacia una tendencia innegable: los jóvenes usan más las redes sociales y su salud mental está sufriendo. Entonces, los investigadores de la Universidad de Iowa armaron un experimento de dos semanas que abarcó a 230 estudiantes universitarios. La mitad de los participantes tuvo que limitar su uso de las redes sociales a 30 minutos al día. Este grupo incluso recibió recordatorios automáticos todos los días para reducir su consumo, lo que ayudó a que tuvieran una puntuación baja para la ansiedad, la depresión, la soledad y el miedo a perderse al final del estudio en comparación con el grupo de control.

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Foto:Pexels.Dalila Dalprat

El grupo experimental también obtuvo una puntuación más alta en “afecto positivo”, descrito por los autores del estudio como “la tendencia a experimentar emociones positivas descritas con palabras como “emocionado” y “orgulloso”. En otras palabras, una perspectiva más brillante de la vida.

El equipo de investigación señaló que los beneficios psicológicos obtenidos al limitar el uso de las redes sociales incluso se extendieron a los participantes que a veces excedieron por poco el límite de tiempo de 30 minutos.

Beneficios de tomar descanso en redes sociales

Tal vez sea difícil limitarte a un horario estricto de redes sociales al día, pero vale la pena hacer el esfuerzo por pasar ahí menos tiempo. Aquí enlistamos algunas posibles ventajas que pueden conducir a un mayor bienestar.

1. Dormir mejor

De acuerdo con un artículo de Medical News Today, un estudio de 2020 descubrió que el miedo a perderse algo, conocido como FOMO, impulsa el uso nocturno de las redes sociales, lo que provoca trastornos del sueño y dificultades para dormir.

Un estudio de 2021 que involucró a 132 personas encontró que limitar el uso de las redes sociales durante una semana mejoró el bienestar al prevenir problemas de sueño. Sin embargo, los autores señalaron que los adolescentes que ya estaban muy comprometidos con las redes sociales pudieron haber optado por no participar en el estudio porque no estaban dispuestos a reducir su uso.

Otro estudio de 2021 encontró que limitar el acceso a internet de los adolescentes antes de acostarse prevenía los problemas de sueño, pero esto era más efectivo para aquellos que estaban menos comprometidos con las redes sociales.

2. Reduce el estrés

Un estudio de 2018 encontró que abstenerse del uso de las redes sociales durante aproximadamente una semana redujo el estrés tanto en los usuarios habituales como en los excesivos de las redes sociales. Los efectos fueron más pronunciados en los usuarios excesivos de las redes sociales.

3. Previene la depresión y la ansiedad

Los autores de un estudio de 2019 señalan que los comportamientos comunes en las redes sociales, como revisar constantemente los mensajes, son factores de riesgo para la ansiedad, la depresión y la angustia psicológica. Sin embargo, también destacan que existen limitaciones en la investigación y que se necesitan más estudios.

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