El truco para dejar de preocuparte constantemente en tu día a día

¿Se puede programar el tiempo para preocuparte por cosas?

¿Te imaginas tener un horario establecido en el que únicamente te dediques a preocuparte “a gusto”? Sí, pensarlo en un principio es raro o hasta suena absurdo pero, así como destinas tiempo para descansar, practicar un deporte o tener un hobby, también podrías programar el tiempo para preocuparte y encontrar posibles soluciones a eso que te aflige.

Si tiendes a preocuparte constantemente en tu día, es normal que te cueste trabajo liberarte de aquello que te roba la paz, incluso si te has esforzado en no hacerlo más. Al final, terminas el día estresada y ni siquiera cuando vas a la cama puedes dejar de pensar en ciertas cosas. Es por eso que te contamos si es posible programar el tiempo para preocuparte por cosas.

¿Se puede programar el tiempo para preocuparte por cosas?

Existe una técnica que ayudará a reducir la cantidad del tiempo que te dedicas a preocuparte por las cosas que están fuera de tu alcance (o, al menos, en las cuales no quieres pensar todo el día). Esta técnica consiste en elegir un horario en específico y dedicarte únicamente a esto, a preocuparte. No está prohibido, pero lo ideal sería que terminado ese lapso te olvides o dejes de lado tus preocupaciones. El objetivo es que, con el tiempo, se convierta en una herramienta útil para lidiar con el estrés y ser más eficiente en la resolución de problemas.

La idea de establecer un horario exclusivo para tus preocupaciones, es que liberes el resto de tu día y puedas aprovecharlo al máximo. Sabemos bien que las preocupaciones a veces pueden frenar la concentración y no desempeñar a full nuestras actividades diarias.

De acuerdo con Psychology Today, hay varias estrategias cognitivo-conductuales que pueden ayudarte a reducir considerablemente la preocupación. Una de las más efectivas, según explican, es el programar tiempo para preocuparte.

Foto: Pexels. Vlada Karpovich.

La doctora Sabrina Romannoff, psicóloga clínica y profesora de la Universidad Yeshiva, enlistó para la plataforma Verywell Mind algunos pasos que sirven de ayuda para comenzar a preocuparte en tiempos específicos.

1. Establece el tiempo con cronómetro

Puedes dedicarle, por ejemplo, de 15 a 30 minutos a tus preocupaciones. Marca el horario y, si es posible, establece una alarma o usa un cronómetro para medir el tiempo y puedas salir de la inmersión en la que te encontrabas.

2. Preocúpate en un lugar incómodo

Elegir un lugar que te parezca incómodo (es decir, evita acurrucarte en tu sillón favorito) te puede ayudar a concentrarte en lo que realmente importa, que es encontrar las posibles soluciones a las preocupaciones.

La idea no es que la pases mal, sino que no tengas tentación de quedarte más tiempo del necesario. Además, ¿por qué querrías asociar tu lugar favorito con el estrés?

3. Evita que sea muy tarde

Esto realmente depende de cómo adaptes tus tiempos pero, en general, se recomienda que no sea tan noche; esto, porque conforme pase el tiempo puede que te surjan más preocupaciones y tengas la tentación de abordarlas en el momento, rompiendo con el horario e interrumpiendo la técnica.

Si eliges, por ejemplo, un tiempo como las 6:00 pm, tienes oportunidad de relajarte y distraerte después y antes de dormir.

4. Guarda tus preocupaciones

Es importante que respetes el horario ya establecido que tienes para preocuparte. Si durante el día te surge una duda, problema o algo relacionado, escribe notas y guárdalas para cuando llegue el momento de examinarlas a profundidad.

5. Cómo abordar tus preocupaciones

A medida que abordes cada una hazlo por clasificación, pregúntate si hay algo que puedes hacer o simplemente es algo que está fuera de tu control. Después, prioriza las cosas que urgen. Si puedes cambiarlo, busca todas las aristas de la preocupación y resuélvela. Si está fuera de tu control haz un esfuerzo por aceptarlo y continúa.

¿Realmente funciona esta técnica?

Un estudio realizado por investigadores de la universidad de Penn State separó a personas en dos grupos, de los cuales a uno se le dijo que programara tiempo para preocuparse y, al otro, que actuaran como de costumbre.

El grupo de personas que programó tiempo específicamente para preocuparse experimentó una disminución de ansiedad y una mejor conciliación del sueño, a comparación del grupo que no programó tiempo.

Esto demuestra que limitar nuestro tiempo para preocuparnos, puede ayudarnos a que el tiempo en el que no estemos preocupadas, sea mucho más productivo. Además, ponerlo en práctica puede ayudar a que no se vea drenada tu fuerza mental a lo largo del día.

Y tú, ¿a qué hora del día de te preocupas?

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Qué hacer cuando no puedes dejar de ‘posponer’ tu alarma

Qué hacer cuando no puedes dejar de 'posponer' tu alarma

Si te ha pasado que tienes que levantarte a cierta hora pero aun así decides posponer tu alarma, o si terminas levantándote una hora más tarde porque apretaste el botón de “posponer” muchas veces, debes saber que estás dañando tu ciclo de sueño. Aunque esto puede parecer una inocente acción, lo cierto es que no es para nada recomendable y podría ser la razón por la que te sientes cansada durante el día. Por eso te decimos qué hacer cuando no puedes dejar de “posponer” tu alarma.

Sabemos que a veces es bastante tentador dormir cinco o 10 minutos más, pero si regularmente inicias de esta manera tu día, debes tomar cartas en el asunto. Despertar para apagar o “posponer” tus alarmas, dormir cinco minutos y que vuelva a sonar tu despertador no es nada bueno para tu cerebro.

De acuerdo con expertos, estas interrupciones de sueño pueden afectar tu rendimiento durante el día y hacerte sentir somnolienta a pesar de haber dormido ocho horas. A continuación te decimos qué hacer cuando no puedes dejar este hábito.

Qué hacer cuando no puedes dejar de ‘posponer’ tu alarma

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1. Crea un horario habitual de sueño

Este problema hay que cortarlo de raíz, por lo que establecer un horario fijo de sueño te ayudará a acostumbrar a tu cuerpo a ciertas horas de descanso. Por ejemplo, si decides dormir a las 11:00 pm y despertarte todos los días a las 7:00 am, tu cuerpo debe saber que con ocho horas es suficiente y se levantará al escuchar la primera alarma.

Al principio puede parecer difícil, pero una vez que lo hagas, se creará un hábito que te beneficiará en muchos aspectos. Para lograr esto, evita usar tu celular una hora antes de dormir, no tomes café o alimentos con azúcar en la noche y no tomes siestas durante el día.

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2. No te pongas horarios que no cumplirás

Tener un horario que sabes que sí puedes cumplir es fundamental. Por ejemplo, si te cuesta despertar evita poner alarmas a las 4:00 a.m., “para hacer ejercicio, meditar y leer un libro antes de iniciar tu día”. Si sueles levantarte a las 8:00 a.m., es muy poco probable que de un día para otro tu cuerpo quiera despertar cuatro horas antes.

Si tu objetivo es levantarte más temprano, hazlo de forma gradual. Por un mes configura tu alarma una hora antes; al siguiente mes, dos horas. No lo hagas de golpe porque lo único que provocarás es que pospongas tu alarma muchas veces. En pocas palabras: ni dormirás bien ni lograrás tu meta.

3. Pon tu alarma lejos de ti

Esto suena cruel, pero es efectivo. Poner tu despertador o celular a unos metros de tu cama es una gran manera de obligarte a levantarte para apagar la alarma. Normalmente, las personas colocan su despertador cerca de ellos (en una mesita o debajo de su almohada), pero esto es contraproducente si sueles posponerla.

Al levantarte y caminar para detener el sonido, evitarás posponer tu alarma desde la comodidad de tu cama. Eso sí, si tienes el sueño muy pesado, procura subir el volumen para que puedas escucharla.

4. Evita usar tu celular al despertar

Si ya venciste la tentación de posponer tu alarma, debes saber que hay otro factor que puede hacerte sentir cansada. Y ese es el uso del celular inmediatamente después de despertar.

En cambio, opta por hacer tu rutina de otra manera, ya sea que desayunes o te bañes primero. Evitar distracciones como las redes sociales mejorará tu concentración en las mañanas y el tiempo te rendirá más.

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5. Las pequeñas acciones harán la diferencia

Una vez despierta, siéntate por unos minutos y comienza tu día ordenando tu cama. Después toma un vaso con agua y empieza con tus actividades normales. Cepillarte los dientes, desayunar, bañarte, hacer ejercicio, sea cual sea tu rutina, es fundamental que el primer paso que des sea vencer al sueño y activarte.

También puedes optar por prender la luz, abrir las ventanas una vez despiertas o escuchar tu música favorita. Esto hará que el sueño se vaya y puedas empezar tu día con el pie derecho.

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Y tú, ¿cómo estás?

mindfulness

Bien. ¿Bien? La respuesta viene en automático. Es natural que no le demos demasiadas explicaciones al que nos pregunta cómo estamos por simple cortesía, pero tener un poco más de honestidad con nosotras mismas y atrevernos a sentir con conciencia cada una de las sensaciones de nuestro cuerpo o nuestras emociones es una forma de practicar mindfulness.

Se trata de una herramienta para buscar estar absolutamente presentes en este momento, de volvernos conscientes de lo que podemos sentir, sin emitir juicios ni tratar de interpretarlo o incluso entenderlo.

Está comprobado que practicar mindfulness a través de diversas herramientas nos ayuda a disminuir significativamente nuestros niveles de estrés. Un estudio realizado por la American Psychological Association estudió los niveles de estrés de pacientes que fueron expuestos a técnicas de mindfulness durante 8 días. Los resultados indicaron que, al final del ejercicio, la mayoría de los pacientes mostraron una gran disminución en los niveles de cortisol, y dijeron sentir menos estrés y ansiedad.

Para el mismo estudio se tomaron resonancias de la actividad cerebral de las personas mientras veían una película antes y después del ejercicio de mindfulness. Las imágenes mostraron que, luego de la meditación, los sujetos mostraban menos reactividad natural a la misma película. Esto podría ser un indicador de que esta práctica de meditación nos ayuda a regular la manera en la que reaccionamos y gestionamos nuestras emociones.

El mindfulness es una herramienta que nos ayuda a procesar la información que recibimos de cientos de estímulos diarios desde un estado mental y emocional más sereno. A consecuencia, nos resulta más fácil empatizar con una situación ajena o sobrellevar mejor aquello que nos podría resultar amenazador.

Cómo practicar mindfulness

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1. La respiración

Realizar ‘Pranayama’ o ejercicios de respiración nos ayuda a calmar la mente y conectar con nuestras sensaciones. ¿Qué sientes cuando aguantas la respiración? Quizás simplemente concentrarnos en que cada inhalación dure lo mismo que cada exhalación es suficiente para calmar la mente.

Trata de conectar con tu respiración durante al menos cinco minutos al día, visualiza cómo el aire que entra purifica lo que hay dentro de ti y cómo en cada exhalación eres capaz de liberar todo aquello que te resulta agotador.

2. Terapia de sonido

Permítete sumergirte por completo en el sonido. Buscar estar completamente presente durante una terapia de ‘sound healing’ es una forma de mindfulness; concéntrate en lo que escuchas y en cómo eso vibra en distintas partes de tu cuerpo físico y emocional.

¿Qué te hace sentir el sonido? ¿En qué parte del cuerpo sientes su eco? El sonido es una frecuencia sanadora con la que podemos conectar casi de manera instintiva. Relájate y siente tu cuerpo, observa tus pensamientos sin juicio y date cuenta de cómo, poco a poco, tu respiración se comienza a fusionar con el sonido.

3. Vuélvete observadora en la cotidianidad

En la rutina diaria es muy fácil que caigamos en actuar casi de manera inmediata. Practicar el mindfulness en acciones pequeñas nos brinda la oportunidad de cambiar de perspectiva.

Vuélvete absolutamente consciente de las sensaciones al comer tu fruta favorita, de los colores, aromas y sensaciones que quizás ignoras si comes frente a la televisión. Toma un baño y permítete concentrarte solo en lo que estás haciendo en ese momento.

Atrévete a volverte consciente del momento presente, de cómo te relacionas con él y observa tus maneras de reaccionar. La conciencia de nuestro entorno es un primer paso para observar cómo es que nos relacionamos con él.

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Así es la relación entre las redes sociales y el síndrome del impostor

Así es la relación entre las redes sociales y el síndrome del impostor

Seguramente te has quedado más de una vez comparando tus logros y éxitos con los de otras personas en las redes sociales. En esos momentos tal vez no pares de pensar que no has logrado nada o te pongas a cuestionar las cosas que has obtenido con tu esfuerzo, pensando que “no son suficiente” o que “no mereces tu éxito”. Y no eres la única que lo siente, se ha comprobado mediante estudios que existe una relación entre las redes sociales y el síndrome del impostor.

Así es la relación entre las redes sociales y el síndrome del impostor

Cuando una persona deja de sentirse segura por sus logros y conocimientos en su área de trabajo, se puede decir que tiene el famoso síndrome del impostor. Está afección también se caracteriza por sentir que se le está mintiendo a todas las personas a su alrededor sobre sus habilidades. No solo significa sentirse insuficiente sino tener miedo de que descubran el “engaño”.

El síndrome del impostor no es como tal una enfermedad o trastorno, sino una experiencia que muchas personas tienen en común y cuyo término se acuñó por dos mujeres en la década de los 70.

Todo esto únicamente es un sentimiento, son miedos e inseguridades que se manifiestan de esa forma. Lo que quiere decir que eres capaz en el área en la que te desempeñas, solo que tú misma estás perdiendo la confianza en ti misma.

La plataforma de salud mental Choosing Therapy explica que el síndrome del impostor es peligroso porque puede provocar problemas para dormir, depresión, ansiedad e insatisfacción en el trabajo, tan solo por mencionar algunas consecuencias.

Foto: Pixabay.

Las redes enfocadas en trabajo y el síndrome del impostor

Se cree que las redes sociales enfocadas en el trabajo (búsqueda de empleo, networking e intercambio de opiniones), de las cuales LinkedIn es el mayor ejemplo, podrían influir en que una persona comience a experimentar síndrome del impostor. Debido a que al observar tantos perfiles que parecen ser más exitosos, más calificados o más habilidosos, se pierde la confianza en sí misma y es más fácil pensar que una no es suficiente.

Un estudio de la University of Edinburgh Business School explica que redes como LinkedIn podrían ser capaces de inducir el síndrome del impostor. Se encontró que cuando las personas usaban la red y publicaban sobre sus logros laborales (es decir, enfocándose en éxitos y logros), experimentaban más sentimientos relacionados con la ansiedad y depresión. No solo eso, sino que muchas personas a partir de eso deciden emprender acciones para erradicar el síndrome del impostor, como inscribirse a cursos en línea.

Este ciclo puede desencadenar una serie de pensamientos sobre el desarrollo profesional. No hay peor estrategia que compararse con las demás personas; muy probablemente saldrás perdiendo (como nos pasa a todas, al menos en nuestra mente) y esto abonará a tu sentimiento de impostor.

En anteriores estudios, citados en el trabajo de Ben Marder, ya se había comprobado la relación que tiene la ansiedad y depresión con el uso de redes sociales como Facebook. Sin embargo, se ha podido observar también que el mismo fenómeno sucede en redes como LinkedIn y es aun más marcado debido a que en esas plataformas se busca destacar de manera profesional.

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¿Qué puedes hacer?

La organización Choosing Therapy comparte algunas recomendaciones con las que podrías desvanecer los sentimientos del síndrome del impostor.

1. Acéptate a ti misma

Hay habilidades que no tienes, pero no debes concentrarte en ello, mejor reconoce lo que sí eres. Disminuye las autocríticas y ten compasión por ti misma. Reconoce tus virtudes, calificaciones y habilidades, esto puede ayudarte a sentir confianza de nuevo.

2. Revisa tu archivo de logros

Date una vuelta por los objetivos que lograste, recuerda cuánto te esforzaste para obtenerlos, así como los aprendizajes que tuviste. Ahí encontrarás la valía de tu trabajo, mirando hacia atrás y observando todo lo que has logrado. Reemplaza el hábito de compararte con las demás personas por el de revisar tu archivo, esto te devolverá la confianza que perdiste.

3. Tómate un descanso de las redes sociales

Cuando un alimento le hace mal a tu cuerpo, lo primero que haces es dejar de consumirlo; si te gusta mucho, tal vez lo regreses a tu dieta con mucha menos frecuencia. Esto lo puedes hacer también con las redes sociales.

También es importante recordar que en las redes sociales se muestran los momentos más destacados de las personas y muchos de ellos no son completamente reales. Permítete descansar de ello por unos días, puedes empezar por reducir el tiempo hasta que puedas dejar de ingresar a las redes por intervalos extensos.

Finalmente, si el problema continúa y no encuentras la manera de volver a creer en ti, considera la posibilidad de llevar un acompañamiento psicológico.

Recuerda que las redes sociales como LinkedIn pueden ser una fuente muy valiosa de contactos, experiencias laborales y empleo, pero es importante mantener el enfoque en tu salud mental y bienestar.

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Cómo saber que tienes un ‘vampiro’ en el trabajo

Cómo saber que tienes un 'vampiro' en el trabajo

En el entorno laboral hay diferentes personas con las que tienes que convivir. Entre la variedad de colegas que puedes tener, existen personas con las que evitas hablar o pasar el rato porque después de ello te sientes sin una gota de energía, parece inexplicable, pero terminas exhausta después de colaborar con ese compañero. Tal vez esto signifique que tienes un vampiro en el trabajo.

¿Asustada o emocionada por tener un personaje sobrenatural como compañero de trabajo? Esto no es tan literal como suena, debido a que un vampiro de este tipo solo se lleva tu energía y, a diferencia de otros, no brilla debajo de los rayos del sol.

¿Cómo puedes identificar a un vampiro en el trabajo?

Foto: Unsplash

Como su nombre sugiere, un “vampiro” energético es una persona que te deja agotada, molesta, con estrés y abrumada por diferentes razones.

Existen de diferentes tipos, que te quitan tu energía de maneras diversas aunque la persona en cuestión sea carismática y casi ni te des cuenta de lo que sucede. Te dejamos algunos de los más representativos.

1. El protagonista de las historias dramáticas

Los “vampiros” que se caracterizan por siempre tener una historia atroz de la cual son protagonistas y víctimas. Siempre llegará con una nueva anécdota de algo que salió mal, parecerá que una nube de desgracia le persigue. También, está más interesado en los comentarios de compasión que en las posibles soluciones.

¿Cómo lidiar con él?

Cuando empiece a hablar sobre sus desventuras, lo primero que debes hacer es dejar de ponerle el tipo de atención que busca. No hagas preguntas sobre detalles de lo que le pasó o aportaciones sobre lo que podría hacer. Si es una labor o proyecto que te involucra a ti, es momento de saltarse la parte de la tragedia y pregúntale cómo pueden solucionar o qué pueden hacer.

2. Compañero desleal

Tal vez te hayas encontrado con alguien que, a pesar de estar en un equipo de trabajo, no hace sus tareas como deberían hacerse y cuando algo sale mal culpa a alguien más por sus faltas. Esta persona no dejará que se manche su honor así que hablará con el jefe o jefa para decir quien, de acuerdo con su opinión, es quien hizo mal su trabajo.

Esto se vuelve desgastante porque un proyecto se convierte en un juego de culpas y al final, lo que se debe resolver, es el drama que esta persona generó.

¿Cómo lidiar con él?

La empresa Gleeson Recruitment Group recomienda la nula confrontación con este tipo de personas. Porque su modo de actuar es culpar a las demás por lo que hacen y podría hacer un drama alrededor de ti.

Si es tu compañero de equipo, deberías deslindarte lo más posible de sus decisiones. Si esta persona está bajo tu cargo, debes hacer uso de la asertividad para buscar que la persona se haga responsable de sus acciones y no dar espacio al drama.

Foto: Pexels. Monstera Production.

3. El autor de los ‘halagos no halagos’

Este vampiro se caracteriza porque no deja de hacer comentarios pasivo-agresivos sobre tu trabajo, lo que podría bajar tu seguridad y arrebatarte la energía. Tambíen puede ver cómo tu trabajo está dando frutos y acercarse a ti para que no disfrutes de tu éxito.

¿Cómo lidiar con él?

Lo mejor que puedes hacer con estos vampiros energéticos es hacer una coraza gruesa en donde no puedan entrar o en donde no puedan salir tus sentimientos. Judith Orloff, autora bestseller, indica en su sitio web oficial que esta armadura puedes imaginarla como un coco en la que la parte más suave eres tú, mientras que lo externo es grueso.

4. El comediante perdido

Este vampiro suele ser el que dice comentarios hirientes justificándose como chistes. Puede ser también quien habla sin importarle tus sentimientos o lo que necesitas. Esta persona no dejará de decir comentarios tanto incómodos como ofensivos sobre ti de manera discreta.

¿Cómo lidiar con él?

Judith Orloff recomienda para este tipo de “vampiro” que aproveches cualquier momento para interrumpirle y pedirle que te respete. Este tipo de personas no entienden de otra forma más discreta, así que debes ser lo más explícita posible.

Ahora que sabes que tienes un “vampiro” en el trabajo ¿ya elegiste una forma de lidiar con él?

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Qué es el ejercicio somático y cómo puede ayudar a relajarte

Qué es el ejercicio somático y cómo puede ayudar a relajarte

Tal vez conozcas algunas prácticas de relajación como lo son la meditación o el yoga, que funcionan entre otras cosas para liberarte del estrés. Pero, ¿habías escuchado hablar sobre el ejercicio somático? Esta práctica es otra manera de poder relajarte sin demasiado esfuerzo, solo requieres de concentración y voluntad.

Si estás interesada en conocer esta práctica, te contamos lo que necesitas saber sobre el ejercicio somático y cómo es que puede ayudarte.

¿Qué es el ejercicio somático?

Rachelle Tsachor, profesora asociada de movimiento teatral en la Universidad de Illinois en Chicago, describió para la plataforma Everyday Health el ejercicio somático como consciencia o la práctica de concentrarte en estar presente durante el movimiento, además de estar profundamente conectada con tu cuerpo.

Originalmente el término fue acuñado por Thomas Louis Hanna en su libro “Bodies in revolt: A primer on somatic thinking”, el cual explica que los ejercicios somáticos requieren de concentración sobre lo que sientes al realizar distintos movimientos con tu cuerpo de la manera más suave y delicada posible.

Las prácticas de este tipo se definieron en un artículo publicado por Frontiers in Psychology como enfoques que se basan en el movimiento para la conciencia del cuerpo interno, lo externo y el movimiento en el espacio. Es decir, el ejercicio somático es toda una experiencia interna que guía los movimientos, en lugar de obligarlos.

La práctica somática a diferencia del estiramiento

Si bien estirarse puede ser un movimiento que podemos realizar de manera involuntaria, cuando se pone en práctica de manera totalmente consciente, según la somática, podrías mover varias partes del cuerpo aumentando la flexibilidad y el rango de movimiento. Lo que busca el ejercicio somático es liberarte de la tensión acumulada en tu cuerpo, pero moviendo los músculos con consciencia de cómo se sienten al intentarlo en diversas posiciones; todo con movimientos naturales, no forzados.

Foto: Unsplash. Giny Rose Stewa.

Una profesora de yoga, Sadie Nardini (fundadora de Core Strenght Vinyasa Yoga), refirió para la plataforma Everyday Health que no solo son simples estiramientos, en realidad la conciencia somática busca ayudar a liberarte de la tensión a la que tu cuerpo está sometido día y noche.

No es lo mismo estirarte de manera involuntaria, a que lo hagas bajo consciencia de manera suave y lenta. Cuando lo haces así, los movimientos se alargan más al grado de resultar cómodo para tus músculos, así lo describió un artículo publicado por la revista especializada Annals Of Indian Academy of Neurology.

Beneficios del ejercicio somático

Según el portal Healthline, los ejercicios somáticos pueden ayudarte a disminuir los efectos de problemas como la ansiedad u otros malestares como lo son la tensión muscular, problemas digestivos, dificultad para dormir y problemas respiratorios. Todo, por supuesto, como complemento de tratamiento con un especialista.

El objetivo de los ejercicios somáticos es ayudarte a notar respuestas físicas a través de la liberación de la tensión acumulada en tus músculos.

Ejercicios que emplean prácticas somáticas

Foto: Unsplash. Erik Brolin.

Los ejercicios somáticos requieren de concentración para que la experiencia interna sea mayor a medida que te mueves. Hay disciplinas que se relacionan íntimamente con el ejercicio somático, como la Técnica Alexander y el Método Feldenkreis.

Algunas prácticas que ya conoces y que se pueden considerar somáticas son el baile, yoga y los pilates. Si se realizan bajo la consciencia requerida pueden ayudarte a aprender formas más eficientes de mover tu cuerpo y remplazar patrones de movimiento antiguos que son los causantes de tu tensión muscular.

Para comenzar a experimentar este tipo de ejercicios es posible encontrar tutoriales y rutinas en línea, aunque lo más recomendable es acudir a clases con una persona que tenga certificaciones y pueda tomar en cuenta condiciones de salud específicas.

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Tips para poner límites en tu uso de redes sociales

Tips para poner límites en tu uso de redes sociales

Actualmente las redes sociales facilitan muchísimo la forma en la que nos comunicamos, al ser bastante dinámicas y darnos inmediatez, se convierte en una gran herramienta que usamos en nuestro día a día. Pero, como todo, tiene su lado malo (o bastantes lados malos); así como es de fácil usarlas, es posible notar diversos efectos negativos en nuestra vida a consecuencia del uso excesivo de ellas. Desde problemas de productividad hasta daños en nuestra salud mental.

Si te sientes identificada con dedicarle mucho tiempo a las redes, debes saber que no eres la única que casi siempre está inmersa en el celular. Si te gustaría reducir el tiempo que pasas en redes sociales, te contamos algunos tips que podrán ayudarte a limitar su uso.

Distracción en redes sociales

Un reciente estudio realizado por Ginux Market Data reveló que, en promedio, las personas tocan su celular alrededor de 2,617 veces al día, y el 10% toca su celular más de 5,400 veces al día. Esto demuestra que fácilmente la mayoría de nosotras es propensa a desarrollar una especie de adicción por las redes. Éstas tienden a disminuir nuestra productividad por lo fácil que es distraernos, además de impactar en nuestra forma de relacionarnos y puede tener efectos en la salud mental.

Foto: Unsplash. Georgia Delotz.

Los datos brindados por el estudio demuestran que las redes sociales reducen la productividad en 1 de cada 4 personas. El estudio también describe que un factor que hace atractivas a las redes sociales es su “atractivo hedonista”, es decir, el placer que sentimos al usarlas porque nos distraen de la realidad por momentos, minimizando y evitando que realicemos nuestras tareas o trabajos. Como usuarias de las redes sociales tendemos a aprovechar de manera activa las plataformas para satisfacer una necesidad que encontramos gratificante de alguna u otra forma, como el sentir pertenencia, conexión o simplemente como un alivio al estrés al que nos sometemos a diario, aunque solo sea por simple distracción.

Las redes pueden servirnos como liberación o un pequeño escape inmediato, sin embargo, el tener autocontrol nos ayudará a usarlas de mejor manera y no solo generar una relación tóxica con ellas.

Tips para poner límites en tu uso de redes sociales

Si te preguntas cómo es que podrías aprender a limitar tus tiempos en las redes sociales para enfocarte más en tus actividades y en la gente que te rodea, a continuación te contamos algunos tips que te podrán ser de ayuda.

Si estás experimentando problemas en tu vida diaria a raíz del uso excesivo de las redes o comienzas a notar efectos negativos en tu salud, es importante considerar la ayuda profesional.

1. Establece un tiempo para trabajar sin el celular a la mano

Puedes adaptar un espacio exclusivo donde puedas trabajar de manera concentrada, de manera que puedas alejar el teléfono de tu lugar de trabajo; también puedes simplemente apagarlo en un tiempo determinado.

Las redes son divertidas y puede suponer un desafío mantenerse alejada de ellas, pero si lo intentas durante al menos dos o tres horas, podrás descubrir cuánto puedes avanzar en cuanto a tus actividades y evaluar la gran diferencia que supone el estar desconectada por un momento.

2. Establece un horario para navegar en redes sociales

Elige un horario en el que estés libre de tareas para poder usarlas, pero estableciendo un límite. Es decir, tú decides si dedicarles treinta minutos o una hora, pero delimita el tiempo y asegúrate de cumplirlo.

3. Desactiva las notificaciones

Este pequeño cambio limitará tu tentación de entrar a redes sociales y ver una nueva publicación, así ganarás mayor tiempo de productividad.

4. Descarga un bloqueador de redes sociales

Como indica el sitio web Essence, descargar una de estas apps puede ayudarte a terminar con la tentación de entrar a redes sociales, si al principio te cuesta trabajo hacerlo cuenta propia. Con uno de estos bloqueadores no tendrás acceso a las redes sociales durante un periodo determinado, que van desde los 15 minutos o incluso horas.

Estas son algunas opciones gratuitas.

  • AppDetox. Esta aplicación te permite desintoxicarte (como su nombre lo indica) de cualquier aplicación que suponga una distracción. En ella podrás establecer tus propios límites y reglas, ya sea que decidas ser permisiva o un poco más estricta en cuanto al uso de las redes sociales. Además de controlar tu tiempo frente a la pantalla, esta aplicación también te permitirá tomar descansos. Está disponible en Google Play.
  • SPACE: Break Phone Addiction. Esta aplicación ofrece un programa personalizado, lo adaptas a tus hábitos y a tu rutina del uso del celular. Podrás consultar estadísticas sobre las aplicaciones que más usas, bloquear notificaciones, entre otras funciones más que te ayudarán a limitar el uso de navegación por internet. Disponible para Android y iOS.
  • AppBlock. Bloqueará páginas no deseadas y aplicaciones de manera temporal en tu dispositivo, así podrás controlar tu uso del celular durante el trabajo o la escuela. La aplicación de bloqueo puede estar activa por horas y hasta fechas precisas, y una vez terminado el tiempo de restricción establecido, podrás volver a usar tus aplicaciones. Disponible para Android y iOS.

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La teoría ‘Let them’, para cuidar tu salud mental y priorizar tu paz

teoría let them

La preocupación es una emoción que experimentamos a menudo por diferentes situaciones cotidianas, algunas de las cuales que sí podemos controlar y otras simplemente tendremos que soltarlas porque es algo que no está dentro de nuestro alcance. Hablando de “soltar”, ¿has escuchado sobre la teoría ‘Let them’?

Puede ser que a veces te sientas preocupada por pagar las cuentas o por algún pendiente a resolver en el trabajo, lo cual es normal y a casi todas nos pasa. También puedes sentir preocupación por comportamientos o acciones de otras personas; aunque también es muy común, esto último aplica como algo que tú no puedes controlar.

‘Let them’ es una teoría donde priorizas esa paz propia que también forma parte del cuidado personal, fundamental para que puedas convivir de manera sana con los demás. Es por eso que te contamos de qué va esta teoría.

¿Qué es la teoría ‘Let them’?

‘Let them’ es una teoría que se viralizó gracias a la escritora, investigadora, oradora y presentadora Mel Robbins, quien habló de ella en su podcast personal y homónimo. En uno de sus episodios ella habla sobre este hack mental, el cual alienta a las personas a vivir de manera auténtica, expresarse libremente y establecer límites firmes.

Mel Robbins es famosa por sus conocimientos prácticos sobre comportamiento humano, de manera que algunos de sus seguidores aseguran comprender mucho mejor su forma de crecimiento personal gracias a ella. Pero, independientemente de que quieras seguirla o no, se ha vuelto muy popular en redes sociales por lo fácil que resulta de seguir la teoría que mostró y los beneficios que ofrece.

La teoría que ella explica, ‘Let them’, es un concepto con la capacidad de empoderarte y que puedes aplicar para dejar de preocuparte ante comportamientos, reacciones y juicios de los demás, donde no necesariamente tendrás que disculparte por algo que no está bajo tu control.

Más allá de la teoría, puede adaptarse a una filosofía de vida donde dejes que las personas reaccionen mientras tú te concentras en lo que puedes controlar: tus propias acciones y respuestas, para que puedas experimentar mayor confianza en ti misma y bienestar mental general.

Como la coach Mel Robbins explica en su cuenta de Instagram, aplicar la teoría ‘Let them’ puede reducirse a acciones muy pequeñas, como dejar de intentar convencer a las personas de hacer cosas o de pensar distinto. “Si tus amigos no te invitaron a su brunch este fin de semana, déjalos. Si la persona que te atrae no quiere un compromiso, déjala”.

Según Robbins, cuando alguien en tu círculo cercano o en el trabajo no muestra compromiso ni cumple tus expectativas, simplemente se está revelando tal cual es ante ti. Lo que no debes hacer es intentar cambiar a esa persona.

Foto: Pexels. Maksim Goncharenok.

Básicamente, se trata de mantenerte firme en tu posición y reforzar tus convicciones. Esta técnica refuerza la idea de una reinvención radical de cómo interactuamos con el entorno que nos rodea. El principio es solo un recordatorio de que solo podemos controlar nuestras propias acciones y reacciones, no las de los demás.

Parece algo intuitivo o hasta obvio, pero que también solemos olvidar muy fácilmente. Implementarlo de manera consciente puede suponer un reto porque la sociedad nos presiona para amoldarnos a los demás, porque muchas personas tenemos problemas para poner límites o porque a veces sentimos que necesitamos complacer a los demás.

La autora de dicha teoría recalca que no debemos permitir que el miedo al juicio o al rechazo influyan en nuestras decisiones o reprima la confianza en nosotras mismas. No se trata de ser indiferentes o insensibles, más bien, ella subraya el hecho de saber distinguir entre las críticas constructivas que son las que nos ayudan al crecimiento personal, de las que no lo son y que incluso pueden ser emocionalmente perjudiciales. 

Como la escritora Shikha Bhat afirma en la red social LinkedIn, este sensillo enfoque puede ayudarte a lidiar mejor en algo tan sencillo como que tienes una opinión poco popular cuando estás platicando con un grupo de personas, y hasta situaciones complejas como identificar los rasgos tóxicos de una relación.

La teoría ‘Let them’ puede ser un punto de partida

Para poder aplicarlo en relaciones de pareja o amistades, es necesario establecer y respetar los límites personales. Poner límites se trata de afirmar lo que necesitas para prosperar emocional, mental y físicamente; conocer las cosas que no quieres en tu vida y comunicarlas. La asertividad será fundamental al decidir lo que sí puedes tolerar y lo que no, de tal manera que puedas recuperar tu poder y espacio personal, lo que te llevará a relaciones mucho más sanas y equilibradas.

De esta manera, la teoría ‘Let them’ puede ser para ti un simple punto de partida para saber qué cosas buscas mejorar y trabajarlas de manera individual o en terapia. Poner límites y ser una persona asertiva no es algo que se trabaja en un día, pero enfocarte en ello significa un paso adelante.

Aprender a separar tu autoestima de las opiniones y juicios de los demás te puede ayudar a manejar el miedo a cómo te perciben las personas más cercanas. Al separar nuestra autoestima de los juicios externos, estaremos encontrando esa paz interior que te permitirá vivir una vida según lo que tus valores, pasiones y aspiraciones dicten.

‘Let them’ fomentará poco a poco esa resiliencia y seguridad en nosotras mismas que nos librará de los juicios y acciones de los demás.

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5 razones por las que viajar más debería ser uno de tus propósitos

5 razones por las que viajar más debería ser uno de tus propósitos

¿Qué hay en los viajes que los hace tan especiales? Salir de casa y encontrar nuevos destinos que te aporten un recuerdo preciado es una actividad que te ha dado beneficios que podrías no estar identificando. Si viajar más no era uno de tus propósitos ni pensaste precisamente en ello durante Año Nuevo, aquí te damos 5 razones por las que deberías cambiar de opinión.

Aparte de las fotos que puedes compartir en tus redes sociales, cambiar de escenario varias veces al año te aporta beneficios tanto físicos como psicológicos. Un buen bronceado o los recuerdos de un recorrido en el bosque pueden ser aquello que te faltaba para mejorar tu salud y no lo sabías.

5 razones por las que viajar más debería ser uno de tus propósitos

Foto: Pixabay.

La doctora Jennifer Mindell del University College London indica que viajar debe ser una actividad que todas las personas puedan realizar, debido a su relevancia. Tal vez te estés preguntando por qué, a continuación te damos 5 razones por las que viajar más debería ser uno de tus propósitos de 2024.

1. Mejora tu sistema inmunológico

En un artículo publicado por The Yale Tribune, se exploran las propiedades que puede traer al cuerpo humano mantener una rutina de viaje activa. Explican que el sistema inmunológico se fortalece cuando se expone a nuevos microorganismos, que están presentes en los nuevos lugares que visitas.

Actualmente los objetivos son vivir en lugares sumamente limpios, aun más después de la emergencia sanitaria que pasamos en los últimos años. Joel Weinstock, jefe de Gastroenterology and Hepatology at Tufts Medical Center, agregó en ese trabajo que esto no significa que intentes vivir con menos limpieza, sino que vayas a diferentes lugares y te expongas a diversos ambientes.

2. Te provee de esperanza

¿Eres de las personas que han perdido la capacidad de asombro? No te preocupes, es normal que pase esto y más si tu rutina te está matando. Viajar sirve para volver a ser la persona que ve maravillas en los pequeños regalos de la vida.

En 2020, el estudio “Big smile, small self: Awe walks promote prosocial positive emotions in older adults” reveló que las personas que se mantienen expectantes durante cualquier caminata tienen mayor sentido de la esperanza. Viajar te acerca a lugares que nunca has visto, que sin lugar a duda te arrebatarán la atención y te aportarán la esperanza que necesitas en tu vida.

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3. Se lleva tu estrés

Si tu trabajo te ha proveído de un par de canas verdes y ya no sabes qué hacer con la pila de tareas que debes realizar, tal vez estés pasando por un momento de estrés que puedes resarcir con un viaje. De acuerdo con el estudio “Health and wellness benefits of travel experiences: a literature review”, viajar reduce los niveles de estrés, ‘burnout’, agotamiento y complicaciones para concentrarte en el horario laboral.

Así que alista tu maleta y haz tus planes de viaje porque el ‘burnout’ no se va a ir solo.

4. Aumenta tu creatividad

Interactuar con nuevas culturas (por más pequeña que sea la diferencia) y con entornos que despiertan tus sentidos, te retan a buscar nuevas formas de relacionarte y te enseña a ser más creativa. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo explica que empaparte con nuevas culturas aumenta tu capacidad de tener nuevas ideas y pensar con profundidad.

Sin embargo, para poder tener esa creatividad que tanto añoras, debes tener un viaje inmersivo, explica The Yale Tribune. Tienes que salir, caminar por calles nuevas, hablar con personas nuevas, interesarte por la cultura de ese lugar, visitar museos y comercios de comida local.

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5. Mejora tu salud mental

Estudios realizados por la Universidad de Yale reflejan que las personas se sienten más felices después de un viaje. Esto se debe a que dejan todas sus preocupaciones atrás para centrarse en su destino. Puedes hacer lo mismo y olvidarte de los pendientes en el trabajo y el hogar para zarpar las aguas cristalinas de una nueva aventura.

Cuéntanos, ¿ya decidiste cuándo y dónde será tu siguiente viaje?

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¿Pones a todos antes que a ti? Podrías ser ecoísta

ecoísta

Hay personas a las cuales no les gusta ser el centro de atención, causar molestias ni crear conflictos para no parecer egoístas ante los demás; pero, ¿qué pasa cuando este sentimiento viene acompañado de reprimir nuestras necesidades por la aprobación de la gente? A esta actitud y pensamiento se le denomina ecoísmo. Nosotras te contamos más acerca de lo que significa ser ecoísta.

En la superficie, estar siempre de acuerdo o suprimir tus necesidades te puede hacer parecer una muy buena persona. En la realidad, afecta tu salud mental, bienestar y relaciones.

¿Qué significa ser ecoísta?

De acuerdo con Newport Institute, se le puede denominar como un rasgo de personalidad que tiene un individuo que reprime sus necesidades y sentimientos con la finalidad de tener el amor y la aprobación de la gente que le rodea.

Se podría decir que es lo opuesto al término narcisista, lo cual se identifica con la obsesión de ser el centro de atención o priorizarse de manera absoluta y llevada al extremo; de manera opuesta, los ecoísta lo que menos desean es ser notados.

No es una enfermedad mental ni algo que se diagnostica como tal, pero sí puede ser un rasgo de personalidad que puedes trabajar en terapia.

El desarrollo de esta característica se puede desarrollar desde la infancia, pues muchos niños lo usan como mecanismo de defensa ante distintas situaciones como tener un padre o madre narcisista.

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Cómo identificar el ecoísmo

Cepsim Madrid señala los rasgos más típicos de las personas ecoístas. Ojo: no sustituyen la atención profesional.

1. Tener dificultad para saber acerca de las necesidades o motivaciones

Son personas a quienes les cuesta saber sus necesidades como seres humanos, pues siempre ponen a los demás en primer lugar. Esto las lleva a desconocerse y a generar una dificultad para darse cuenta de las actividades que las hacen felices y disfrutan.

A raíz de esto, también tienen problemas para establecer límites en sus relaciones.

2. No se sienten especiales

Otra característica es que desarrollan un miedo a sentirse especiales pues creen que atraer miradas o ser el centro de atención no está bien visto y es de personas narcisistas. Muchas veces no toleran recibir cumplidos acerca de su persona pues no logran comprender por qué las personas lo harían.

3. Baja autoestima

Al ser personas demasiados críticas consigo mismas y no aceptar elogios de otros, es normal que desarrollen una baja autoestima, pues no confían en que pueden ser capaces de algo o de tener sueños y motivaciones.

4. Atraen personas narcisistas

Hay un dicho acerca de que los polos opuestos se atraen y esto puede suceder con las personas ecoístas. Ellos no quieren ser el centro de atención pero las personas narcisistas sí, es un conjunto que podría ser favorecedor para las personas que son ecoístas.

5. Tienden a ser muy empáticas

Tienen mucha empatía con las personas que están en su circulo cercano, por lo cual ponen como prioridad las necesidades de estos individuos, dejando de lado sus problemas o callándolos porque parecen no ser tan importantes.

¿De qué forma el ecoísmo afecta la salud mental?

A las personas que desarrollan ecoísmo les cuesta aceptar palabras positivas o elogios hacia su persona lo cual puede llevar a tener problemas interpersonales y, eventualmente, desarrollar problemas de salud mental como la depresión, como indica Newport Institute.

Ahora bien, no poner en prioridad lo que nosotros necesitamos antes de cualquier cosa puede provocar agotamiento mental y a su vez baja autoestima, pues siempre estamos pendientes de los demás. Esto también puede desarrollar estrés y ansiedad.

Cómo actuar contra el ecoísmo

Si te identificas con los rasgos que enlistamos de manera general, lo más importante es buscar ayuda profesional y una red de apoyo.

A continuación te damos algunas maneras que pueden ayudar a las personas que tienen rasgos de ecoísmo, pero que no sustituyen la ayuda profesional.

  • Lista de fortalezas y logros.En un papel anota todo los logros que has tenido a lo largo de tu vida, así como en todas las actividades en que eres buena. Esto ayudará a que comiences a tener una mejor perspectiva sobre ti. Si no te sientes capaz de hacerlo tú, también le puedes pedir a una persona de confianza y cercana a ti que te ayude.
  • Comunica tus sentimientos. Este punto es muy importante para que las demás personas entiendan lo que está sucediendo. Trata de comenzar a expresar de qué forma te sientes con diferentes situaciones, esto te servirá para liberar tus sentimientos. Recuerda que no está mal decir lo que queremos o deseamos, pues nuestras necesidades también son importantes.
  • Trata de priorizarte. Poner a las demás personas sobre ti puede llegar a ser agotador, por esta razón trata de construir relaciones donde existan límites que los ayuden a tener vínculos sanos. Aprender a decir que no también entra en la parte de priorizarse a una misma.

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Tips para lidiar con una persona de conducta pasivo-agresiva

lidiar con una persona de conducta pasivo-agresiva

Cuando pensamos en agresión, automáticamente pueden venir a nuestra cabeza amenazas mentales y físicas directas. De cualquier tipo, la agresión supone un daño en nuestra salud. Existe un tipo de agresión que puede ser difícil de identificar porque viene acompañada de comportamientos pasivo-agresivos que tienen toda la intención de herirte, pero de manera “menos obvia”. Es algo que te hiere y, además, te hace dudar de lo que sucedió.

El comportamiento pasivo-agresivo sigue siendo eso: agresión. Si se pasa por alto puede llegar al grado de perjudicar tu vida personal o profesional, según sea el caso. Existen algunas técnicas que puedes tratar a profundidad con expertos en salud mental y te invitamos a buscar ayuda cada vez que sea necesario. De manera general, aquí damos algunos tips para poder lidiar con una persona de conducta pasivo-agresiva.

¿Qué son los comportamientos pasivo-agresivos?

De acuerdo con la Clínica Mayo, la conducta pasivo-agresiva “es un patrón que consiste en expresar sentimientos negativos de forma indirecta, en lugar de abordarlos abiertamente. Hay una desconexión entre lo que la persona que presenta la conducta pasivo-agresiva dice y lo que hace”.

Por ejemplo, una persona acepta una idea ante el grupo de trabajo, pero en realidad se opone. En vez de expresar que no está de acuerdo, acepta la propuesta, pero después manifiesta su descontento con acciones negativas, como no hacer la tarea asignada, para perjudicar el proyecto de forma poco evidente.

Estamos ante alguien que no sabe confrontar o expresar emociones como el enojo de forma abierta, franca y directa.

Algunas veces podemos ser partícipes de este tipo de agresión sin ser del todo conscientes, pero algunas personas pueden hacerlo de manera totalmente intencionada con el fin de causar daño. Estos comportamientos se pueden experimentar cuando alguien es emocionalmente manipulador o controlador, y puede suceder de formas sutiles que incluso pueden venir de personas que amas.

Los comportamientos pasivo-agresivos pueden expresar emociones negativas. Si te sientes personalmente atacada dentro de una conversación sin asertividad o una situación que consideras hostil (aunque no lo parezca), podrías estar enfrentando un comportamiento de este tipo. Las personas que son pasivo-agresivas pueden enviar señales contradictorias entre lo que dicen y lo que hacen, te confunden y hacen que te sientas herida.

Healthline detalla algunas señales del comportamiento pasivo-agresivo.

  • Criticar o protestar frecuentemente.
  • Estar enojada o irritable constantemente.
  • Aplazar o retrasar actividades, o ser olvidadiza.
  • Realizar tareas de manera ineficiente o cometer errores con intención.
  • Actuar con cinismo o pesimismo.
  • Culpar a otras personas.
  • Quejarse por ser menospreciada o engañada, con actitud de víctima.
  • Mostrar resentimiento por las exigencias de otros.

Tips para lidiar con una persona de conducta pasivo-agresiva

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1. No caigas, reconoce que no hiciste nada malo

Sabrina Romanoff, psicóloga clínica que ejerce en una clínica en Nueva York, comentó para la plataforma Verywell Mind que no es raro que la persona que sea víctima de este tipo de agresión sienta que merece un mal trato, por ende, sigue permitiendo la agresión.

Lo primero que tienes que hacer es reconocer que no mereces un mal trato y que estás siendo parte de un juego en el que no hay comunicación real y que la persona carece de tacto.

2. Utiliza la comunicación asertiva, clara y directa

Trata de ser lo más objetiva y directa posible ante este tipo de interacción, te ayudará a establecer límites donde le reconocerás a la otra persona lo que está haciendo y le dejarás claro que no permitirás, de ninguna manera, ese tipo de comportamientos.

3. Expresa cómo te sientes

Puede ser difícil, pero decirle a la otra persona cómo te hizo sentir su comportamiento pasivo-agresivo te dará la oportunidad de poder encontrar una solución para enfrentar tal situación.

4. Sé empática

Aunque es difícil ser empática con alguien que te está agrediendo, puede resultar eficaz porque podrás entender de dónde viene su actitud y de esta manera afrontar sus comportamientos.

5. Ofrece una resolución

Al establecer una comunicación más directa y honesta, e invitar a hacerlo a la persona con ese tipo de comportamiento pasivo-agresivo, estás inspirando un cambio en la relación-interacción que tiene el potencial de avanzar hacia un trato más saludable.

6. Acepta que no puedes cambiar a la persona

No te empeñes en cambiar a personas con este comportamiento, puede ser desgastante porque nada te asegura que estén dispuestas a ser más abiertas con sus emociones, ya sea que estén enojadas o no. Concéntrate en lo que puedes hacer tú para mejorar la situación, como implementar la comunicación honesta y no caer en un juego de culpas.

7. Retírate

Cuando hayas intentado todo y la persona siga con ese patrón, lo mejor que puedes hacer es limitar la convivencia con esa persona o, de ser necesario, cortar ese lazo. La persona que sigue con comportamientos pasivo-agresivos, a pesar de que hubo comunicación y límites de por medio, solo demuestra que no está lista y dispuesta a cambiar.

Tu salud mental es primero. Tu postura firme, directa y honesta ante comportamientos pasivo-agresivos te ayudará a detener ese ciclo de agresión.

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Agotamiento festivo: 5 tips para tomarte un break antes del fin de año

¿Agotamiento festivo? Tips para tomarte un 'break' antes del fin de año

No hay fecha que cambie más nuestra rutina como el último bimestre del año. Llegan varios días festivos, con montones de regalos que conseguir, empacar y entregar. Adicional a ello también quieres viajar en fin de año o Navidad y sacarle todo el provecho a tus vacaciones. Hay reuniones qué organizar, cuentas qué hacer, cenas qué idear y a las cuales asistir; entre aquel remolino, lo único que puedes sentir es agotamiento. Puede ser un agotamiento festivo, a continuación te compartimos 5 tips para tomarte un break antes del fin de año.

Tal vez para ello se inventaron las películas navideñas, para recostarte durante unas horas y no pensar en nada más.

Quizá te preguntes si este agotamiento tiene nombre. Sí, se le dice burnout festivo o agotamiento festivo. Suena como la sensación que experimentas cuando el trabajo parece rebasarte, pero su diferencia consiste en las actividades que lo detonan: el ajetreo de la Navidad y el término del año.

Agotamiento festivo: 5 tips para tomarte un break antes del fin de año

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1. ¿Cómo sientes el estrés?

La manera en la que percibes eventos estresantes es la clave para entender tu lenguaje del estrés. Quizá aún no lo identificas y puedes entenderlo de una manera sencilla. Rememora fechas importantes como una boda, la mudanza a un hogar que te gusta o conseguir un trabajo que te hace feliz.

Durante esos momentos sentiste estrés, pero de la clase que te gustaría volver a sentir. Ahora intenta recordar los momentos que te hicieron sentir lo contrario, estrés que no quisieras volver a sentir nunca, así podrás identificar cómo lo experimentas.

2. Reconoce lo que te estresa

Entenderte es la base para tener herramientas para solucionar los problemas que se te atraviesan. Y comprender qué partes específicas de las festividades te provocan este estado es la clave para sobrellevarlo de la mejor manera.

Después de reconocer cómo experimentas los momentos estresantes, la doctora en Psicología Christine Sopa recomienda observar cuidadosamente cuándo y por qué hay irritación o impaciencia. Esto te puede llegar a ser difícil porque hay acciones que ya te acostumbraste a realizar sin darte cuenta.

3. Registra cómo te sientes

La British Association for Counsellors and Psychotherapists recomienda mantenerte en autoevaluación. Ahora que ya sabes cómo sientes el estrés y en qué momentos aparece, tu misión es cuidar de ti misma.

Reconoce cuando algo te sobrepasa para detenerte un momento. Pregúntate si te sientes irritable, cansada o resentida, también si has dormido lo suficiente, si has comido en un horario correcto y lo suficiente. Esto te puede ayudar a entender cuándo estás poniendo demasiada presión sobre ti.

4. No todo es controlable

La doctora Christine Sopa describe que el control es un acto que se desdibuja mientras más se piensa. Porque hay muchos factores en los cuales no puedes incidir, que no dependen de lo que hagas o el esfuerzo que realices.

Sin embargo, hay cosas que sí puedes controlar, como tu comportamiento hacia las demás personas, tu actitud o las acciones que tomas para cuidar de ti.

5. Date el permiso de sentir

Finalmente, después de reconocerte ante el estrés lo siguiente es mostrarte compasión. No significa que tengas pena por ti, más bien la British Association for Counsellors and Psychotherapists lo explica como una forma de no perderte a ti misma.

En estas fechas tal vez pienses más en otras personas antes que en ti misma, en tu tranquilidad, en tu descanso o en tu salud. Pero tener compasión hacia ti misma te ayuda a comprenderte como una persona que también es importante escuchar y cuidar.

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¿Es una mala amiga o tienes expectativas inalcanzables?

mala amiga

Desde la infancia, nos inculcan la noción de que las amistades, especialmente entre mujeres, deben alcanzar la perfección para considerarse genuinas. El cine y la literatura refuerzan esta idea con decenas de historias de amistades idealizadas que proponen estándares difíciles de cumplir en la vida real, y que si alguien no cumple podría ser considerada inmediatamente como “mala amiga”.

Por suerte, algunos relatos buscan un enfoque más auténtico, como la “Saga dos amigas” de Elena Ferrante. Es una serie de libros que narran la compleja la relación entre “Lenú” y “Lila”, quienes crecen juntas, se apoyan, protegen y se vuelven inseparables, a la vez que experimentan momentos de competencia, rivalidad y celos en diferentes etapas de sus vidas.

También está “El baile de las luciérnagas”, serie de Netflix centrada en la amistad de “Kate” y “Tully”, dos adolescentes muy diferentes cuya amistad sobrevive hasta la adultez, pasando por momentos de conflictos y distanciamiento con los que muchas podrían sentirse identificadas.

Claire Cohen, autora de “¿Amigas para siempre?” señala que “tenemos conexiones intensas y tipos de emociones que solo tienen lugar cuando dos mujeres son amigas. Es algo que realmente tenemos arraigado de forma biológica y supera incluso a las relaciones románticas de pareja. Con nuestras amigas buscamos ese lazo indestructible, aunque igualmente es demasiado esperar que una persona, en este caso una amiga, cumpla con todas las necesidades emocionales y de afecto que tenemos”.

Sin embargo, se trata de un vínculo construido por seres humanos reales, con sus luces y sombras, con complicaciones de tiempo, personalidades y contextos diferentes, por lo que sería utópico esperar que esa persona nos complete y nos entienda por completo.

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Expectativas y realidades

Karen Reveles Jiménez, psicóloga clínica en Psiente, comienza por reconocer la importancia de la amistad en nuestra vida. Las amistades “son una parte fundamental para la estabilidad emocional de cualquier persona. Son ese apoyo tanto en el equilibrio emocional y físico”, comenta.

Por su parte, un estudio presentado por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia encontró que las mujeres suelen tener relaciones de amistad mucho más fuertes y cercanas que los hombres, generando satisfacción plena, apoyo emocional y seguridad, fundamental para desarrollar una autoestima alta y buena.

Sin embargo, ante la presión que puede presentarse en estos vínculos, destaca la importancia de cambiar el enfoque de buscar validación externa hacia el autoconocimiento y el trabajo personal, pues “todos tenemos expectativas y las formamos con base en ideas muy cimentadas desde pequeños y lo que esperamos de las demás personas, pero en realidad tiene que ver mucho con heridas que tenemos desde la infancia. Entonces a veces tenemos exigencias muy altas de una amiga, como que tiene que dejar de hacer todo por contestarme una llamada o escuchar audios larguísimos, que tiene que estar ahí para mí, sí o sí, mientras esto no siempre es posible”.

Por eso, “es importante trabajar el autoconcepto, la autoestima” señala la especialista.

¿Realmente estás frente a una mala amiga?

Aunque es innegable que hay relaciones tóxicas que carecen de apoyo o compasión, en las que alguna de las partes se ve minimizada o ignorada constantemente, para construir lazos saludables hay que tomar en cuenta que los límites y el respeto de las diferencias es fundamental.

“Una amistad sana respeta la individualidad de cada uno y sabes que tú puedes tener una opinión distinta a la mía, que puedes pensar diferente y que puedes actuar distinto a mí, que si tú hoy no quieres ver una película conmigo porque no te gusta esa temática o no quieres salir a tomar un café porque estás cansada, no quiere decir que estás en contra mía, no quiere decir que me estés rechazando”, explica la psicóloga.

De este modo, “ya no le voy a pedir a mi amiga, a quien sea, que esté en todo momento de la manera que quiero, pues empiezo a entender que las personas son distintas a mí, que no tienen que tener los mismos gustos o formas. Y comienzo a conocerme también, qué me gusta, qué no me gusta y qué necesito del otro”, haciendo posible que se abran canales para comunicarnos de manera más asertiva, gestionar mejor nuestras emociones y elegir relaciones valiosas.

Los límites son necesarios

Si sientes culpa o miedo por quedar mal con tus amistades, es muy posible que necesites revisar cómo estableces límites. Reveles Jiménez indica que es un tema complejo, ya que “no hay recetas mágicas para aprender a decir ‘no’. Muchas veces no quieres perder esa amistad y por eso te cuesta trabajo. Los cambios no se logran de un momento a otro, son progresivos, trabajando la ansiedad que implica el proceso”.

La especialista agrega: “Todo está en preguntarte por qué te cuesta poner límites y específicamente con quién te cuesta, porque a veces no nos cuesta con todas las personas sino solo con unas personas en específico. Hay que observar mucho esos detalles”.

En última instancia, superar el mito de la mala amiga implica comprender que las relaciones no son perfectas, reconocer la individualidad y mantener el respeto mutuo. Y, como en cualquier relación, la comunicación abierta se erige como el puente que permite superar desafíos y reparar daños, asegurando que la amistad, al igual que el amor, evolucione y florezca.

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Tips para volver a la rutina después de las fiestas

volver a la rutina después de las fiestas

Nuestra energía y humor están a ‘full’ con esta última racha del año y queremos disfrutar de las celebraciones decembrinas que, para la mayoría, son de las mejores y más esperadas del año. Sin embargo, aunque quisiéramos seguir así por meses enteros, diciembre llega a su fin y hay que volver a la rutina después de las fiestas.

En México, la época de celebraciones fuertes comienza desde septiembre y de ahí hasta el inicio del famoso “Guadalupe-Reyes”. Si bien las fiestas son el respiro que necesitamos en nuestras vidas, recuperarse del descanso no es tarea fácil; a menudo nuestro ánimo se ve afectado después de pasar por periodos de energía desbordante.

Aquí te daremos unos tips para volver a la rutina tras las fiestas.

Tristeza después de la Navidad

Después de tanto ajetreo decembrino, es común experimentar decepción o tristeza postvacaciones. Este síntoma no es duradero y muchas personas después del bajón vuelven a su rutina sin mayor problema, pero si este síntoma de tristeza o insatisfacción prevalece, es momento de consultar a un especialista.

Hay estudios que demuestran que hay personas propensas a experimentar efectos en su salud mental después de fiestas o vacaciones. En un estudio llamado “El efecto navideño en la psicopatología”, científicos realizaron una búsqueda bibliográfica desde 1980 hasta la actualidad. Según hallazgos, el estado de ánimo general de las personas puede empeorar.

Algunos síntomas pueden ser fatiga, estrés, cansancio, tristeza, sentimientos de soledad y frustración, así menciona algunos el National Alliance On Mental Illness.

Tips para volver a la rutina tras las fiestas

Foto: Unsplash. Kinga Howard

Estas son algunas recomendaciones que puedes seguir para acostumbrarte de nuevo a tu rutina. Recuerda que, si las dificultades perduran, es importante buscar ayuda.

1. Date tiempo

Esto significa que te des tiempo adicional para todo, desde retomar tus horarios habituales y contestar algunos correos o resolver pequeños pendientes antes de volver por completo a tu rutina.

Recuerda que la tristeza post-Navidad suele ser corta y se recupera poco a poco, como dice la plataforma Verywell Mind. Sé paciente, tómate las cosas con tranquilidad; semana a semana, día a día.

2. Conéctate con otros

Conversa con tu familia y amigos, puedes llamarlos o reunirte con ellos aunque ya hayan terminado las fiestas. Cuéntales cómo te sientes y viceversa; generen una atmósfera de empatía a la hora de conversar, esto les dará confort.

3. Autocuidado

Haz ejercicio, practica algún deporte o algún hobby que no has tenido mucho tiempo de disfrutar. Te despejará la mente y después podrás pensar con claridad si es que te sientes frustrada. Además, recuerda que hacer ejercicio libera neurotransmisores que se relacionan con los sentimientos de felicidad y satisfacción.

4. Programas actividades que te mantengan entusiasmada

A principios de diciembre, una de las mejores sensaciones es la anticipación por las fiestas. Pero, ¿por qué dejar que se termine?

Programa salidas a lugares que estés ansiosa por conocer, si es en compañía resultará mejor. Esperar por algo que realmente te entusiasma mantendrá el ánimo arriba.

5. Encuentra formas de lidiar con el estrés

Relájate, mira películas de comedia que puedan sacarte alguna risa, come lo que más te guste o prueba la meditación. También es importante concentrarte en descansar o dormir lo suficiente.

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12 propósitos para cuidar tu salud mental en 2024

12 propósitos para cuidar tu salud mental en 2024

Estamos a unos días de recibir el Año Nuevo y, si estás planeando establecer una mejor relación contigo misma y mejorar hábitos de autocuidado, considera estos 12 propósitos para cuidar tu salud mental en 2024.

Toma en cuenta que todos los propósitos no se tienen que llevar a cabo el 1° de enero. La mayoría de ellos los implementarás de forma gradual, no te sientas presionada por cumplirlos en pocos días. Recuerda que estos cambios ayudarán a mejorar tu salud mental, pero ve a tu ritmo y modifícalos a tu manera si lo encuentras necesario. La salud mental es algo que se preserva constantemente, no algo que arreglas rápido y olvidas después.

12 propósitos para cuidar tu salud mental en 2024

Foto: Pexels. Jayr Alvarez

1. Haz una introspección

Lo primero que puedes considerar hacer es una reflexión profunda sobre ti misma, tus actos y tu forma de responder ante situaciones o problemas. A veces, puede costarte aceptar algún error o si estás hiriendo a algunas personas. Por lo que es importante considerar qué actitudes o acciones debes cambiar en beneficio de tu salud mental.

No nada más se trata de encontrar errores. También actividades como escribir un diario de agradecimiento pueden ser buenas para reflexionar.

2. Mantén cerca a personas que te hagan bien

Otro propósito que debes tener en cuenta es alejarte de personas que no te hacen bien. Desde amistades tóxicas, familiares abusivos o relaciones de pareja que te hacen daño. Este propósito puede ser difícil de lograr, sin embargo, por algo se empieza. Es necesario que termines con círculos viciosos y comiences a entablar relaciones afectivas sanas.

3. Comunica de forma asertiva tus emociones

Expresarnos y no reprimir emociones son acciones fundamentales que muchas personas no hacen. Comunicar si te sientes feliz, triste, enojada o ansiosa, mejorará tus relaciones personales y la manera en que lidias con tus sentimientos.

No te guardes emociones negativas, mucho menos si involucran a terceros, lo mejor es tener unos minutos para procesar lo que sientes y luego comunicarlo, así evitarás malentendidos.

4. Sana a tu niña interior

Foto: Unsplash. Melissa Askew

Enfrentar las heridas de la infancia es difícil, pero es necesario que lo hagas para no sanar tu etapa adulta. Si tienes la oportunidad, acude con una profesional que pueda orientarte en este tema. También puedes empezar con cosas como aceptar que tu pasado no fue tu culpa, darte gustos o hacer cosas que no pudiste hacer en esta etapa o afrontar tus miedos.

5. Que el sueño sea prioridad

Como indica el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos, una buena higiene del sueño se relaciona directamente con la salud mental. Intenta apegarte a un horario para acostarte en tu día a día y descansar las horas suficientes; poco a poco, reduce el uso de tu celular o cualquier pantalla justo antes de ir a dormir.

6. Reduce tu consumo de redes sociales

Sí, las redes sociales vinieron para quedarse y nos han aportado beneficios increíbles. A pesar de esto, muchas personas han reportado lo adictivo que puede ser ver videos o historias que parecen no tener fin. Si pasas más de dos horas diarias en Facebook, TikTok o Instagram, comienza a establecer límites sanos para ti y aprovecha el tiempo haciendo otro tipo de actividades.

Si pasas mucho tiempo en el transporte público, opta por escuchar un podcast de un tema de interés, ver una serie, leer un libro o artículos informativos.

Foto: Pexels. Geoge Dolgikh

7. Toma agua suficiente

Te preguntarás, ¿esto qué tiene que ver estar hidratada con la salud mental? Puede estimular tu aprendizaje, mejorar tu memoria y concentración, cosas valiosas para estudiar, trabajar o mantener conversaciones. Tomar suficiente agua durante el día y evitar las bebidas azucaradas tiene múltiples efectos positivos en ti, no lo dejes de lado.

8. Retoma un hobby

Tener momentos para nosotras mismas y hacer lo que nos gusta debe ser una prioridad. Hacer tu pasatiempo favorito te ayudará a desestresarte, mantenerte creativa y desarrollar tu imaginación. Ya sea que te guste bailar, visitar un museo, dibujar o cantar, siempre date un espacio en la semana para hacer aquello que te haga feliz.

9. Come balanceado

Una fuente importante de nutrientes y sustancias que ayudan a tu cerebro son los alimentos. No tienes que seguir una dieta estricta ni mucho menos estamos hablando de perder peso.

Puedes acudir con una nutrióloga que te hable sobre los nutrientes que tu cuerpo necesita. Esto puede tener solo efectos positivos en tu vida.

10. Haz alguna actividad física

Foto: Unsplash. Jaspinder Singh

Estar en movimiento hará que tu cuerpo y mente se relajen y enfoques tu energía a una actividad física. Ya sea que te guste ir al gimnasio y levantar pesas; hacer spining o zumba; practicar deportes o artes marciales; ir en bicicleta a tu trabajo; o caminar por 30 minutos. Todo cuenta y no te sientas presionada ni te compares con los demás, cada quien va a su propio ritmo.

Hacer ejercicio puede ayudarte a liberar neurotransmisores que se relacionan con las sensaciones placenteras. Practicarlo te hace relajarte y mejora tu estado de ánimo.

11. Conecta con la naturaleza

Pasar tiempo al aire libre y visitar lugares naturales harán que tu estrés se reduzca y te permitirá tener un espacio para pensar sin el ruido de la ciudad. No tienes que ir a la playa seguido, basta con tener un picnic en un parque cercano; si está dentro de tus posibilidades opta por pasar tus tardes en la naturaleza.

12. Presta atención a lo que te rodea

Por último, la Organización Mundial de la Salud recomienda que, a diario, tomes dos minutos para concentrarte en el mundo que te rodea. Esto significa que prestes atención a tu entorno y estimules tu cerebro mediante lo que puedes ver, oler, sentir o escuchar. Desde ver el cielo, contemplar los edificios, escuchar canciones del exterior, entre otras actividades. Por unos minutos, mantente tranquila y evita las prisas.

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Tips para lidiar con un familiar tóxico en las fiestas decembrinas

tips para lidiar con un familiar tóxico en las fiestas decembrinas

Para muchas personas, esta temporada es el momento perfecto para hacer reuniones familiares y pasar tiempo de calidad con sus seres queridos. Y aunque muchas veces todo sale bien, nunca falta ese familiar que simplemente no aporta algo positivo a nuestras vidas. Por eso te damos 7 tips para lidiar con un familiar tóxico en las fiestas decembrinas, que debes poner en práctica por tu salud mental.

Y es que seguramente te ha pasado que llegas a una reunión familiar y escuchas comentarios negativos (que no pediste) sobre tu cuerpo, tus gustos o tus creencias. O te hacen las típicas preguntas sobre tu futuro o vida amorosa, temas que si quisieras que los demás sepan, las dirías. Pues bien, aquellos que buscan incomodarte o hacerte sentir mal, son personas tóxicas.

Recuerda que no debes “aguantar” malos tratos aunque sea tu propia familia, si esa fiesta no es un lugar seguro para ti y puedes retirarte, hazlo. No tengas miedo de hacer notar que estás incómoda rodeada de tu propia familia.

7 tips para lidiar con un familiar tóxico en las fiestas decembrinas

Foto: Unsplash. Eugene Zhyvchik

1. No crees expectativas sobre esa persona

Si alguna vez has pensado que ese familiar podría cambiar… lamentamos decirte que tal vez no lo haga nunca. Llevas toda tu vida conociendo a esa persona, no cambiará de la noche a la mañana. Si piensas que su comportamiento puede ser diferente en esta ocasión y te das cuenta de que sigue siendo la misma persona tóxica, te llevarás una gran desilusión.

De acuerdo con la doctora Ashlee Greer en su propio sitio web, las expectativas son una forma en la que terminamos castigándonos con decepción y tristeza cuando otros no actúan como queremos. Lo mejor es aceptar que esa persona es así y abandonar ese sueño de que será como nosotras queramos.

2. Rodéate de familiares que te agraden

No te prives de tener buenas fiestas por culpa de una persona. No le des ese poder y, aunque es difícil concentrarse en “lo positivo”, busca la compañía de familiares que sí te caigan y traten bien. Lo mejor que puedes hacer es rodearte de personas que sí aporten una plática amena y momentos divertidos a tu noche.

Foto: Pexels. Nicole Michalou

3. No le sigas su juego

Estos familiares tóxicos pueden buscar pretextos para hacerte enojar y comenzar un drama totalmente innecesario. Aunque pueda parecer difícil, lo mejor es evitar enfrentamientos o peleas que te hagan sentir mal y arruinen toda tu experiencia.

Si los comentarios persisten, lo mejor es no hacerle caso. No tienes que retirarte de la fiesta, pero sí evita su compañía y no dudes en mostrar tu disgusto. Es probable que esa persona también resulte tóxica para otros familiares, por lo que puedes apoyarte de alguien de confianza y contarle lo sucedido.

4. Guía la conversación con ese familiar

Si no tienes de otra y te topas con ese familiar tóxico, lidera la conversación de una manera que te agrade. Esto no quiere decir que tomes venganza de todos los malos momentos que te ha hecho pasar, demuestra que puedes ser educada y amable, y que tienes la habilidad de conversar sin dañar a una persona. No permitas que le dé tiempo de hacer comentarios lamentables sobre ti, más bien tengan una plática banal o de temas muy generales.

También puedes concentrarte en los temas que tengas en común con esa persona, aunque sean pocos.

5. Establece límites

Foto: Pexels. Nicole Michalou

En una situación así, debes tener claro que no es tu culpa recibir malos tratos o que sean groseros contigo. Recuerda, tú no eres el problema y no tienes que disculparte por tus decisiones o forma de vida.

Sin embargo, hay algo que puedes hacer si estos comportamientos tóxicos persisten hacia tu persona y eso es no permitirlos.

Hazle saber a ese familiar que un tema te incómoda o que no debe meterse en tu vida. No llegues al punto de ser grosera ni dejes que tus emociones te dominen, más bien, muestra tu seguridad y sé firme al expresarte.

Claro, hay situaciones particulares en donde no tienes que ser amable o considerada, pero eso dependerá de tu contexto y de lo que hizo dicho familiar.

6. No cambies solo para complacer a esa persona

Lo mejor que puedes hacer por ti es ser tú misma. No intentes cambiar para darle la razón a ese familiar. Ya que aparte de huir del conflicto, puedes dañar tu percepción de cómo eres. Si no estás haciendo algo malo que dañe tu salud o afecte a los demás, ¿por qué tendrías que ser diferente? No vale la pena darle el gusto de dejar de hacer tus actividades favoritas o tener pareja solo porque así lo establece la sociedad, por ejemplo.

Si dejas de querer complacer a tu familiar, sentirás un alivio al no darle importancia a sus comentarios o recomendaciones pasivoagresivas.

7. No tengas miedo de defenderte

Si esa persona sobrepasa tus límites, no dudes en defenderte y expresar cómo te sientes. Ten en cuenta que si te están agrediendo verbal o físicamente, puedes responder. Calladita no te ves más bonita y aunque puedas sentir que estás arruinando la noche, tú no causaste esta situación y no es tu culpa.

Sabemos que es injusto irnos de un lugar cuando nosotras somos las afectadas, pero tu salud mental es primero. Considera abandonar la fiesta si ese familiar te está lastimando y busca acompañamiento en alguien que te escuche.

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Foto: Imagen de DCStudio en Freepik

Así es como se reflejan el estrés y las emociones intensas en tu piel

emociones y piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y cumple múltiples funciones biológicas, razón por la que es sumamente importante brindarle un cuidado integral que no se limite únicamente al exterior. Sino que requiere también se considere que, de manera interna, la piel también puede llegar a experimentar estragos ocasionados por emociones intensas, como el estrés o la tristeza.

Pese a que pueda parecer difícil de creer, hay padecimientos dermatológicos que se manifiestan como respuesta a que el organismo esté constantemente sometido a sentimientos fuertes. Así es como se reflejan el estrés y otras emociones en la piel.

Cuál es la relación entre las emociones y la piel

emociones y piel
Foto: Freepik

De acuerdo con Emimael Flores, médico cirujano con especialidad en medicina estética y residente de dermatología en las Unidades Integradas de Postgrado, Investigación y Extensión, UNIPOS Brasil, la clave para comprender cuál es la relación entre las emociones y la piel radica en que la dermis también tiene un sistema inmune; es decir, una red que internamente se encarga de combatir o mantener a raya los virus, infecciones o enfermedades.

Por esta razón, cuando este sistema se ve expuesto a diversos factores, en este caso emociones (que liberan sustancias o causan reacciones como el estrés o la tristeza), el nivel de protección baja, facilitando que se generen síntomas dermatológicos o se desarrollen enfermedades virales, las cuales ya estaban de alguna manera presentes y lograron estallar gracias a la baja de defensas.

“Somos un todo. Todo lo que comemos, cómo nos sentimos, los ambientes en los que nos desarrollamos, absolutamente todo influye en nuestro organismo y, en consecuencia, causa estragos en la piel”, explica el especialista Emimael Flores.

Refiriéndose al estrés, sentimiento definido por la Organización Mundial de la Salud como un estado de preocupación mental o tensión generada por situaciones percibidas como difíciles, da pie a que el organismo libere hormonas de cortisol; esta última, según Mayo Clinic, entre otros efectos ocasiona aumento en los niveles de glucosa y procesos inflamatorios en todo el cuerpo.

Estos últimos son los responsables de que la piel se inflame, propiciando enrojecimiento, descamación, picor, dolor y varios síntomas adicionales. Algo similar ocurre con la tristeza, ya que el sistema inmune se debilita y es cuando los virus a los que se está expuesto constantemente aprovechan para expresarse.

Cómo se manifiestan el estrés y las emociones intensas en la piel

Imagen de Freepik

Las manifestaciones o reacciones propiciadas por emociones intensas o estrés en la piel que se presentan con mayor frecuencia, son las siguientes.

Dermatitis o eczema

El Hospital San Rafael de Coruña indica que la liberación de cortisol por emociones intensas o estrés llega a reflejarse en la piel como dermatitis, que viene acompañada de enrojecimiento y picazón. Esto se debe a que cuando los niveles de estas hormonas son mayores a las normales se da una disminución de colágeno y elastina, que a su vez causan deshidratación y vuelven a la piel vulnerable.

Brotes de acné

El portal de Bioderma menciona que el estrés genera sobreproducción de sebo (grasa) en las glándulas dérmicas, ocasionando que su acumulación se refleje en brotes de acné, cuya intensidad varía en cada caso y puede llegar a ser influenciada por otros procesos hormonales.

Psoriasis

Según datos del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, psoriasis es un padecimiento dermatológico de larga duración en el que la piel muestra zonas escamosas e inflamadas, usualmente cuero cabelludo, rodillas o codos. Las emociones y el estrés que interfieren en el desequilibrio del sistema inmune también pueden resultar en episodios de psoriasis, igualmente por la inflamación de la dermis y la poca protección con la que cuenta en ese momento.

Vitíligo

Emimael Flores explica que hay ocasiones en las que puede darse una respuesta muy fuerte del sistema inmune, la cual es capaz de hacer que la piel entre en una especie de “estado de defensa” como el vitíligo. Que es cuando existe pérdida de pigmentación en diferentes zonas del cuerpo.

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7 tips para tomar mejores decisiones en tu vida diaria

7 tips para tomar mejores decisiones

En la vida constantemente estamos tomando decisiones, a mayor o menor escala. Algunas salen bien y otras no tanto, pero hasta las más simples pueden cambiar el rumbo de nuestros días. Es por esta razón que para muchas personas tomar decisiones se siente como algo muy difícil o riesgoso. ¿De qué manera podemos analizar las cosas sin que nos pongamos a sobrepensar?

Nosotras te decimos 7 tips para tomar mejores decisiones en tu vida diaria.

7 tips para tomar mejores decisiones

Al momento de tomar alguna decisión es posible que nos sintamos abrumadas, sobre todo si el resultado de aquello va recaer en nosotras directamente o va a resultar algo significativo en nuestra vida; pero estas emociones de miedo son normales, ya que no sabemos qué pasará en el futuro. Lo que sí podemos hacer es tratar de tomar mejores decisiones para que esas preocupaciones sean mínimas.

¿Por qué es importante la toma de decisiones? De acuerdo con la Universidad de Baltimore, una buena toma de decisiones permite que las personas vivan mejor, ya que nos otorga un poco de control acerca de nuestro presente y futuro. Muchas de nuestras preocupaciones vienen de no poder plantear una solución efectiva a los problemas que nos rodean.

Foto: Pexels. Polina Tankilevitch

1. Las preguntas correctas son clave

Antes de tomar una decisión, primero tómate un tiempo para preguntarte acerca de lo que vas a elegir a continuación, recomienda la plataforma PsychCentral. No importa si es algo sencillo como ir a ver una película al cine o algo más difícil como un cambio de trabajo, ambas significan un cambio en tu vida así que es necesario cuestionarte hasta estar segura de lo que quieres.

Si quieres ver una película, funciona algo tan simple como preguntarte “¿cuál es mi mood en este momento?” o “¿cómo me quiero sentir?”.

Para analizar un cambio de trabajo, puedes pensar cuestiones como las siguientes.

  • ¿Cuáles son mis opciones?
  • ¿Qué pasa si fallo? ¿Qué pasa si tengo éxito en esto?
  • ¿Cómo mejora esto mi vida?
  • ¿Cómo podría lidiar con cada resultado posible?

Para analizar las diferentes opciones posibles, es importante informarte. La Universidad de Stanford pone un ejemplo: imagina que te ofrecen un trabajo con un gran salario, pero después de un poquito de investigación descubres que no te conviene porque el transporte público para llegar es muy caro y te queda demasiado lejos, o no te conviene porque te tomaría mucho tiempo del día trasladarte.

2. Escribe una lista de pros y contras

Si la decisión que vas a tomar no es muy sencilla, un ejercicio que te puede ayudar a tomar una mejor decisión es hacer una lista donde pongas los pros y contras de esa situación. Esto indirectamente te ayudará a sentirte menos confundida y tener un poco de claridad al momento de elegir.

3. Establece fechas límite para la toma de decisión

Para muchas personas es más cómodo postergar la toma de decisiones hasta que ya no haya más tiempo. Esto puede ser por miedo o porque aún no sabe con claridad lo que quiere. Ponernos fechas límite ayudará para poder avanzar y evitar quedarnos estancadas por errar al momento de decidir.

4. No le tengas miedo al fracaso

Las personas crecemos con la mentalidad de que si fracasamos en algo es porque no somos lo suficientemente buenas o no servimos, pero entender que no siempre vamos a obtener un “sí” nos resultará más fácil al momento de la toma de decisiones.

Siempre estará la opción de fallar pero también la de lograrlo con éxito, la clave está en confiar en que podemos hacerlo, sea en uno o más intentos. Recuerda que somos humanas y es imposible no cometer errores. Podemos reducir esa posibilidad analizando las cosas, pero siempre va a existir.

5. Reflexiona, pero no demasiado

Es normal querer pensar a fondo una decisión antes de tomarla, pero también es necesario no pensarlo demasiado, ya que es posible que te dificulte llegar a un resultado por el estrés de evaluarlo más de lo que deberías. Reflexiona las opciones, pros y contras para elegir algo satisfactorio para tu vida.

También debes saber que cada decisión involucra confiar al menos un poco en tu instinto. Como explica el blog de la plataforma Indeed, sobrepensar puede hacerte elegir algo que normalmente no elegirías.

6. Pide ayuda

Parte de la toma de decisiones también es compartir nuestros temores con personas que nos puedan ayudar a darle solución. Apóyate de personas que te brinden consejos que sirvan para clarificar tu mente y puedas elegir de forma eficaz y positiva.

Tiene mucho valor este consejo, pues preguntarle a otra persona te puede dar una perspectiva de las cosas que no obtendrías fácilmente.

7. Consecuencias a largo plazo

Hay que ser conscientes de que algunas de las decisiones que tomemos en el presente pueden traer consecuencias en el futuro. Por lo cual, debemos asegurarnos de tomar en cuenta todas estas posibilidades para saber cuáles serán los beneficios a corto y largo plazo, o cuál sería la desorganización futura.

Cuéntanos, ¿cuál de estos 7 tips para tomar mejores decisiones vas a poner en práctica?

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Filosofía kos, el secreto de la felicidad que viene de Noruega

Filosofía Kos, el secreto de la felicidad que viene de Noruega

Si has intentado varios estilos de vida o formas de pensar para encontrar equilibrio y paz mental, debes saber que hay una en particular que vale la pena intentar. Esa es la filosofía kos, el secreto de la felicidad que viene de Noruega; te contamos de qué trata y cómo puedes implementar en tu vida esta forma de ver las cosas.

No es un secreto que Noruega posee uno de los índices más altos de felicidad en el mundo, ubicándose en el puesto 7. En parte, se debe a que gozan de una seguridad pública y una calidad de vida admirables. También tienen una filosofía en la que practican actividades de autocuidado que les ayuda a gozar de pequeños placeres de la vida.

De acuerdo con el portal de turismo oficial Visit Norway, ‘kos’ es una palabra muy importante para los habitantes de este país. Se podría traducir como “comodidad” y la ponen en práctica de distintas maneras. En otras palabras, esta filosofía se basa en buscar la felicidad a través de momentos de calidad simples.

Foto: Pexels. Lisa Fotios

Filosofía kos, el secreto de la felicidad que viene de Noruega

Esta filosofía se puede traducir como, por ejemplo, mirar el cielo tranquilamente, leer un libro en el lugar más cómodo de tu hogar, usar ropa calientita o tomar una taza de tu bebida preferida. Las personas noruegas suelen apreciar los fenómenos naturales que ocurren en sus ciudades. Desde contemplar las auroras boreales, tomarse de las manos mientras observan la noche o ver los árboles y animales que ahí habitan.

La filosofía kos también dignifica el valor de la familia y tus seres queridos, valorar esos momentos en los que pueden estar juntos y experimentar calma. Como lo refiere el portal noruego, kos es un estado mental, una sensación de calma, de estar presente en el momento de profundo bienestar y satisfacción. Se trata de convivir y apreciar lo que tenemos en compañía de quienes más queremos.

Foto: Pexels. Mikhail Nilov

Por otro lado, puedes tener tus propios espacios para estar sola y poner en práctica esta filosofía, teniendo tiempo de calidad contigo misma. Buscar qué actividades te hacen sentir bien y te relajan, desde pintar, caminar, leer, respirar aire fresco o pasar tiempo libre de pantallas.

Maneras de implementar la filosofía kos

El sitio también menciona algunos tipos populares de kos que se implementan en Noruega.

‘Vinterkos’. En temporada invernal, kos describe una atmósfera acogedora y cálida, física y emocionalmente. Puedes por ejemplo, beber chocolate caliente y cubrirte con una mantita. Dichas actividades permiten que los noruegos puedan pasar el invierno de forma amena y disfrutando los placeres que traen consigo estos meses.

Foto: Pexels. Taryn Elliott

Sommerkos. Durante verano, procuran pasar tiempo de calidad con sus familiares, pero ahora al aire libre para aprovechar al máximo los largos días y tomar rayos de sol. “Esto puede incluir picnics, barbacoas, música, visitas a la playa y disfrutar de los hermosos paisajes naturales de Noruega”, escriben en Visit Norway.

Por su posición respecto al Círculo Polar Ártico, en Noruega se vive un fenómeno natural conocido como sol de medianoche, en el que la luz solar perdura todo el día (incluso en las horas que debería ser de noche). Por eso, muchas personas aprovechan el tiempo extra para disfrutar la naturaleza en familia.

Recuerda que para tomar esta filosofía, no necesitas materiales específicos o vivir en Noruega. En cambio, opta por disfrutar actividades tranquilas y pasar tiempo con personas que quieres, detente a contemplar el paisaje de tu ciudad o sácale provecho al clima de temporada.

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