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En unos días, el 31 de octubre, será Noche de Brujas o Halloween, un gran pretexto para jugar con tu pareja, crush o nadaqueverient@ “dulce o truco” pero con un toque sexual y erótico en el que los premios sean puro placer.
¡Y qué mejor forma de honrar a una bruja que soltando todo tu erotismo! Además de darle un giro inolvidable e inesperado a este Halloween y, en una de esas, hasta dándote el mejor pretexto para romper el hielo con tu crush, galán o galana que tanto deseas.
Así que tú pones la creatividad para los disfraces y armar un ambiente temático digno de la fecha y yo te doy algunas ideas de juegos sexuales para pasar la mejor o una de las mejores noches de tu vida íntima.
En las tinieblas: El juego previo es muy importante y hay que tomarse su tiempo en ello, además también ayuda a crear una atmósfera acogedora. Te recomiendo que apaguen la luz, porque es Sex Halloween, y se queden solamente con iluminación de velas, cuidando que estén en lugares seguros donde no se provoque un incendio ni estorben a la dinámica.
Decidan a quién le toca dulce y a quién truco (puede ser con dados, con una app de ruleta o el clásico piedra, papel o tijeras), el que ganó el dulce, será a quien se le venden los ojos y se recostará para recibir todo el placer. La otra persona será la encargada de dar un masaje con las manos, los labios y/o la lengua con suavidad y dulzura.
Les recomiendo incluir plumas, telas o hielos para pasarlos sobre la piel, ya que las temperaturas y las texturas generan sensaciones más placenteras.
El edén de Lilith: Al terminar la sesión de caricias, ya sin venda en los ojos, se puede mantener el previo con un blow job, mucho mejor si ambas personas lo reciben o si lo hacen al mismo tiempo porque la idea de esta noche de Halloween erótica es que las o los 2, ganen.
El aquelarre: Ya en este nivel del juego deben estar más que ready para realizar sus posiciones favoritas de amb@s. Antes de empezar todo pueden contarse cuáles son y por qué les gustan, es importante que se den detalles para que sepan cómo hacerlo “a la medida”.
Así se divierten las brujas: Otro juego inolvidable es cumplir una fantasía sexual de quien gane dulce, dejándose complacer por la pareja a la que le tocó truco.
Las 50 sombras de Blair: Y para las parejas que prefieran la dominación, también se vale hacer un juego en el que se incluya sado, claro que previamente pactado, el nivel ustedes lo establecerán.
Haciendo magia: No importa si la persona con la que decidas hacer estos juegos es tu pareja formal o un polvo de una noche, algo que te recomiendo que hagan es que después de consentirse, se acurruquen y dejen sentir y fluir todo lo que pasa por sus cuerpos después de experimentar un orgasmo. Eso hará que la experiencia se convierta en un recuerdo inolvidable.
La conexión de dos cuerpos disfrutando el placer es benéfica no sólo para la salud mental, sino también para la física.
Con estos juegos ya tienes armado tu Halloween para 2 y hasta puedes volverlo una tradición que realices año con año.
Recuerda que la palabra bruja significa “mujer sabia”, que se atreve, que rompe paradigmas y que piensa primero en ella, así que diviértete al máximo y espero que pases un ¡muy feliz Sex Halloween!
Repítele algo a alguien hasta que lo crea, así fue como a las mujeres nos engañaron durante siglos, inventando mitosdel sexo para reprimir nuestro placer, un derecho que tenemos por naturaleza y que es igual de válido que el de los hombres.
Tristemente algunas de esas mentiras siguen siendo un impedimento para que algunas mujeres vivan su sexualidad con libertad, sin pudor, sin violencia y, principalmente, gozándola sin culpa.
Rompe el círculo, porque para dignificarnos debemos dejar de creernos todas estas mentiras:
Mujer que disfruta es pu… El mito más grande es que las mujeres que gozan su vida sexual son promiscuas, por lo tanto, valen menos y no son dignas de respeto.
Las mujeres no disfrutan el sexo tanto como los hombres: Todo lo contrario, somos los únicos seres vivos que experimentamos multiorgasmos al tener sexo y eso es porque tenemos un órgano llamado clítoris, que su única función es producir placer. En esta COLUMNA hablo más sobre el tema.
Las mujeres no saben sólo tener sexo, se enamoran: Cuando las mujeres tenemos sexo liberamos oxitocina, también conocida como la hormona del amor, que es la responsable de que sintamos afecto por los demás, pero eso no quiere decir que nos enamoramos de todas las personas con las que intimamos.
El sexo es sólo para reproducirse: Las mujeres no tenemos como única misión dar vida y tener sexo para concebir; al igual que los hombres, NOSOTRAS también tenemos derecho de sentir placer.
Las mujeres no deben hablar sobre su sexualidad: Todo lo contrario, hablar, tener dudas, documentarse, informarse y dejar de reprimirse es el comienzo de una vida sexual sana para las mujeres.
La mujer pierde la virginidad al romperse su himen: Otro gran mito que incluso ha sido causa de prostitución en niñas y jóvenes de todo el mundo para comprar esa “pureza”.
El orgasmo sólo se alcanza con la penetración: Si bien el clítoris está en la entrada de la vagina, las mujeres podemos llegar al clímax sin tocar las partes íntimas, pues cada una tiene sus zonas erógenas.
Las mujeres no deben masturbarse: Este mito para controlar el disfrute femenino sigue muy vivo en nuestros tiempos. Nadie mejor que una misma para conocerse y luego compartir con su pareja lo que le gusta y lo que no. Di sí a la autoexploración con disfrute. En esta COLUMNA encontrarás información sobre la masturbación femenina.
Las mujeres embarazadas no pueden tener sexo: El deseo sexual y la libido se elevan durante el embarazo debido a los cambios constantes en los niveles de las hormonas, así que esto no impide que se realice el acto sexual; además hacerlo para nada pone en riesgo al bebé.
La vida sexual de una mujer termina con la menopausia: Ese mito está muy alejado de la realidad, pues la menopausia marca el fin de la vida fértil (reproductiva) de la mujer pero no de su deseo. Aunque al inicio puede presentarse libido bajo o menor lubricación vaginal, el sexo es recomendable en esta edad para mantener una buena salud física y emocional.
Les he contado en varias ocasiones que soy muy fan de tener citas o dates, no importa si estoy sola o en pareja, aunque son mejor las historias cuando estoy soltera porque caras vemos pero perversiones no sabemos y hoy te voy a contar cómo fue salir con un exhibicionista.
Esta historia la tenía muy “empolvada en el cajón”, como muchas otras, pero esta columna se ha vuelto el mejor pretexto para contarlas y que juntas nos identifiquemos, nos reconozcamos y aprendamos la una de la otra.
El protagonista de esta gran anécdota no era un desconocido para mí, lo conocí por trabajo, nunca estuvimos en el mismo equipo laboral pero sí éramos/somos buenos colegas.
Es un tipo responsable, trabajador y encantador, además de muy bien parecido, sí tenía su club de fans y él lo sabía, pero su personalidad nunca ha sido de un patán pretencioso.
Precisamente como sabía que tenía a más de una mujer encantada con él y que ellas hacían su “luchita” por conquistarlo es que nunca hice nada, la verdad es que jamás me ha gustado competir por hombres.
Luego él tuvo una novia, yo tuve 3 novios y así seguía la vida encontrándonos en asuntos de trabajo hasta que un día coincidimos en un evento y qué creen, los dos estábamos solterísimos.
Durante el evento nos enfocamos en lo que teníamos que hacer pero antes de irse me invitó a cenar esa misma noche, me dijo que para aprovechar lo guapos que nos veíamos. A mí me pareció la mejor idea y amaba los planes espontáneos porque siempre son los que suelen salir mejor.
Casi le cancelaba el primer date porque el día se me complicó mucho, pero me insistió que me apurara, que él me esperaba a la hora que terminara de trabajar. Llegó por mí, lo cual me pareció un detallazo y cuando nos volvimos a saludar, me dio un besito tierno, me tomó de la mano y me ayudó a subir a su auto.
Fuimos a un lugar que ninguno de los dos conocíamos, un bar nada lindo pero no tenía gente y eso era lo importante, la privacidad.
La plática estuvo muy amena, compartiendo anécdotas de nuestra profesión y risas de las cosas divertidas que nos ha tocado vivir. De repente me daba besitos y todo el tiempo su mano estuvo sobre mi pierna.
Me llevó a casa y quedamos de cenar en su depa el siguiente fin de semana, me dijo que iba a cocinarme. No tenía ninguna expectativa ni volé porque sabía que era un tipo muy asediado y que ante todo prefería su amistad y mantener una buena relación de colegas.
La segunda cita estuvo mejor que la primera, el tipo tenía un depa perfecto para mí: limpio, ordenado y bonito. Y se esmeró en cocinarme, en arreglar la mesa con velas y rosas, a mí me dan lo mismo esos detalles románticos pero reconozco cuando le echan ganitas.
Desde ese momento comenzamos a salir cada semana, el día dependía de lo libres que estuvieran nuestras agendas, principalmente la de él porque se la pasaba de viaje fuera de México.
Y la cereza de este pastel fue que nuestra conexión sexual también era buena hasta que descubrí su “secretito”, que claro que lo soltó luego de varios encuentros porque supongo no quería sacarme de onda.
Una noche que estábamos en su recámara comenzó a besarme y entonces abrió por completo las cortinas de la recámara. Su habitación daba a la calle, vivía en un primer piso y todo el frente era un ventanal que permitía entrar la luz.
Frente a su casa había muchos negocios porque estábamos en la Roma, una colonia sumamente popular y transitada, además su edificio estaba a la vuelta de una entrada de metro, es decir, sobre su calle todo el tiempo había gente caminando.
Cuando hizo eso sí me sorprendí y le dije que volviera a correr las cortinas, que era evidente que iban a vernos no sólo sus vecinos de enfrente, sino cualquier persona que pasara por la calle o la gente que salía del Oxxo, del restaurante, del bar de abajo.
Fue cuando me confesó que le encantaba saberse visto mientras tenía sexo, que eso le excitaba muchísimo y que además si nos veían, nadie haría nada, que ni nos conocían y las caras ni se nos distinguían desde abajo. ¡Era un exhibicionista!
Tuve un momento para pensar si quería vivir la aventura, experimentar algo nuevo o no estaba dispuesta a seguir su fantasía. Lo que sí debo confesar es que me sorprendió que él tuviera esa filia, no por juzgona sino porque no lo hubiera imaginado nunca.
Finalmente le dije que no me sentía cómoda con las cortinas abiertas y exponiendo mi intimidad de esa manera. Como era de esperarse, me dijo que me entendía, volvió a correr las cortinas y no me hizo sentirme incómoda, todo lo contrario.
Después de ese día volvió a proponérmelo pero en otros escenarios, como hacerlo en una calle oscura y sola o en la playa en un espacio alejado, pero a mí no me causa ninguna emoción ni adrenalina saber que pueden cacharme o espiarme, definitivamente ser exhibicionista no es lo mío.
La razón por la que dejamos de salir para nada tuvo que ver con este tema, simplemente se nos agotó el encanto de la novedad y nuestras agendas comenzaron a complicarse más, lo cual nos fue alejando.
Como no tenía expectativas con él fue muy padre el tiempo que salimos y compartimos, definitivamente está en mi lista de los mejores dates que he tenido hasta ahora. Realmente se esmeraba porque la pasáramos increíble juntos, además de ser una persona sumamente educada, le tengo que reconocer que es un tipazo.
Por supuesto que seguimos en contacto de alguna manera por redes sociales y nos encontramos a menudo en cosas de trabajo, somos grandes cuates y colegas y eso será siempre. Él sigue siendo un soltero empedernido que pasa más tiempo en aviones que en su casa.
Es completamente normal que una mujer tenga fantasías sexuales; sin embargo, es más probable que las repriman a que las hagan realidad debido al temor de ser juzgada.
Es tristísimo que todavía haya mujeres que se callen por miedo, que no hagan nada porque su voz sea escuchada, y no me refiero solamente a sus deseos sexuales, sino a su vida en general.
Creo que la liberación femenina comienza con nuestra sexualidad y así como de los cuerpos ajenos no se habla, cada mujer decide cómo se viste y con quién se desviste. Es su asunto y de nadie más y eso no la define como persona.
Las mujeres tenemos fantasías sexuales antes que los hombres, esto debido a que biológicamente nuestros cuerpos maduran antes, nos desarrollamos primero. NOSOTRAS vamos un paso adelante de ellos y la ciencia no miente.
Es importante aclarar que una fantasía sexual no significa perversidad o hacerlo en un avión, cada persona tiene sus propios deseos y pueden ser cosas tan sencillas como un momento erótico con tu pareja, con tu crush, con un amig@ o con un vecin@.
Pero también es posible que puedas tener fantasías sexuales en las que sólo tú eres la protagonista, es decir, experimentar la masturbación, la autoexploración del propio cuerpo.
¿Has cumplido alguna fantasía sexual?, ¿te has sentido cómoda de compartirla con tu pareja?, ¿te has cachado fantaseando y has reprimido ese pensamiento porque sientes que no es moral?
Las diferencias de las fantasías de las mujeres vs. las de los hombres?
Los hombres son visuales y su excitación es a través de los genitales; mientras que las mujeres somos más auditivas y sensitivas y nuestra excitación no sólo se centra en las zonas erógenas.
Por ello es que las fantasías sexuales de NOSOTRAS se centran más en escenarios y en contextos que en actos, actividades o posiciones, como las de los hombres.
En las fantasías sexuales es como si las mujeres fuéramos las guionistas de las películas, las que se encargan de crear toda una atmósfera para armar una escena.
Es importante aclarar que no hay fantasía mejor que otra, todas son válidas y no se pueden comparar ni son competencia.
Nadie puede obligarte a cumplir una fantasía sexual e igualmente tú no puedes forzar a los demás.
¿Cuáles son las fantasías sexuales más comunes en las mujeres?
Investigadores del departamento de Psicología de la Universidad de Quebec realizaron una encuesta para saber cuáles eran las fantasías sexuales con las que más sueñan las mujeres y los hombres.
Según dicha investigación estas son las más comunes en las mujeres:
1. Tener sexo en un lugar romántico.
2. Tener relaciones sexuales con un desconocido.
3. Participar en una experiencia en la que reciba sexo oral.
4. Ser masturbada por su pareja.
Y las siguientes son las más comunes en los hombres, se las pongo solamente por el chisme y para que se den cuenta lo diferente que concebimos el deseo sexual, por eso hay que pedir, hay que saber decir lo que queremos en la cama, mujeres.
1. Hacer un trío, su pareja y una mujer conocida.
2. Terminar sobre su pareja.
3. Participar en una orgía.
4. Tener sexo con una mujer desconocida.
Las mujeres tenemos derecho a disfrutar nuestra sexualidad, a hacer realidad nuestros sueños y nuestras fantasías más hot.
Así que espero que cumplas todas tus fantasías sexuales y que eso te haga sentirte una mujer más libre.
Cuando le puse el título a esta columna me acordé del programa de H&H que narra casos sobre sexo que terminan en sustos que no dan gusto y además son bochornosos, pero que nos pueden pasar a cualquiera, sí a mí también me pasó y hubiera sido muy random haber muerto de esa manera (risas grabadas).
Era un día de invierno, las calles de la ciudad estaban llenas de luces navideñas y el ambiente estaba festivo por todos lados. Salí del trabajo y quedé de cenar con unos amigos de mi infancia en el centro de Coyoacán.
Pedimos hamburguesas, alitas y papas que acompañamos con varios litros de cerveza, posteriormente llegaron los amigos del trabajo de uno de mis conocidos, yo era la única mujer del grupo.
Uno de ellos nos invitó a seguir brindando en el departamento de su chica, que estaba por Perisur, no nos quedaba lejos. Mi pareja tenía que llegar al restaurante para alcanzarme, pero no terminaba su llamado en el canal para el que trabajaba. Así que le pasé la dirección del depa al que íbamos a ir a seguirla.
Antes de llegar al departamento de la chica compramos varios litros más de cerveza y otras bebidas preparadas, el “armamento” iba a alcanzar para toda la noche, pero cuando llegamos, no nos dejaron entrar al departamento.
Claramente el tipo con el que estaba saliendo la chica de la casa fue un imprudente que ofreció el espacio sin preguntarle a ella y éramos puros desconocidos y todos hombres. Nos quedamos en el estacionamiento de la unidad en la que vivía.
Mi pareja llegó unos 10 minutos después por mí y nos fuimos, decidimos armar nuestra propia fiesta de 2 ya que el plan se había “caído”.
Yo ya había tomado suficiente cerveza y mi pareja se había quedado con las ganas de tomarse unas, así que pasamos a comprar un six para cada quien, como siempre hacíamos, y decidimos buscar una habitación de hotel con jacuzzi.
Éramos los mejores para armar esos planes improvisados en donde nos cayera la noche, preferíamos eso a regresar a casa tarde y bebidos.
Mi pareja le puso todo el bote de sales de eucalipto que nos dejaron y luego comenzó a llenar el jacuzzi mientras yo entraba al baño. Cuando salí me empecé a ahogar entre tos y estornudos, pues el olor de las sales y el calor del agua crearon un vapor que me dio una alergia espantosa.
Picaba horrible porque era un exceso de sales. Nuestra habitación olía a vaporub, él también comenzó a toser pero fue menos sensible que yo.
Él sólo quería que tuviéramos una noche de sexo inolvidable en el jacuzzi pero se le pasó la mano.
Para relajarme comenzó a darme un masaje, ya saben, puros pretextos (risas jocosas). Comenzamos a besarnos, pero deben saber que mi novio era una alfombra de vellos, demasiado peludo.
Yo seguía con los estornudos y en uno que jalé aire se me metió uno de sus vellitos hasta la garganta y comencé a sentir que me ahogaba. En la desesperación por no poder respirar, comencé a dar vueltas por la habitación.
Mi pareja se asustó muchísimo porque me puse roja-morada, me llevó al lavabo y me metió el dedo en la boca para que pudiera vomitar, comencé a hacerlo pero seguía sin poder respirar.
Era todo: la alergia que me causó el vapor del eucalipto, más el pelito que se me pegó en una angina, más el vómito, no estaba pudiendo jalar aire a mis pulmones. El vómito comenzó a salirme hasta por la nariz también.
Mi novio se espantó tanto que llamó a la recepción para pedir ayuda pero mientras llegaban, se me despegó el vello. Fueron unos minutos pero se me hicieron eternos, en ese momento nos tocaron la puerta, la ayuda había llegado.
Mi novio estaba pálido del susto y abrió la puerta sin recordar que estaba desnudo. La persona de seguridad insistió en averiguar si todo estaba bien, así que le grité desde el baño que ya había pasado el susto.
Me imagino que pensó que algo había salido mal esa noche de sexo, pero a nosotros nos había pasado una tontería, en realidad.
Qué vergüenza ese momento, no saben cómo nos sentimos los 2. No paramos de reír el resto de la noche pensando en todos los escenarios que hubieran podido ocurrir si el vello no se me despegaba de la garganta.
Íbamos a terminar en la sala de urgencias del hospital más cercano, desnudos y asustados. Afortunadamente todo quedó en una anécdota divertida y bochornosa de una noche de sexo que tuvo un final surreal.
Por supuesto que ya ni nos metimos al jacuzzi, que se quedaron las cervezas que compramos y que no hubo sexo esa noche, pero sí muchas risas. Y recordé una anécdota de unos amigos de mi hermano que estaban en una noche de pasión y ella se pegó en la cabeza con la pared y se descalabró, ellos sí tuvieron que correr a urgencias porque necesito suturas.
Al menos nosotros no éramos los únicos conocidos que comenzaron una noche de sexo y terminaron asustadísimos.
A partir de esa experiencia mi novio comenzó a cortarse el vello del cuerpo y nunca más quiso usar sales en un jacuzzi, quedó traumado. Y yo después de terminar con él preferí a los lampiños.
Cuéntame si a ti te ha pasado algo bochornoso en una noche de sexo, quiero leer tu anécdota.
Hablar de masturbación femenina más que un tema incómodo parece un “pecado capital”. No importa que tengamos años de evolución como especie en la Tierra, ni que la era tecnológica esté llegando para hacernos la vida más sencilla, pues sigue rodeado de información errónea, mitos y tabúes.
Actualmente -y tristemente- siguen existiendo mujeres que ni siquiera conocen todo su cuerpo, que no se han atrevido a ponerse un espejo entre las piernas para conocerse, pues por años hacer esto se consideró algo malo, enfermo y perverso.
Si no todas las mujeres se conocen completamente, menos se atreven a explorar su sexualidad, pero para tratar de derribar estas ideas erróneas sobre la masturbación femenina, me puse a investigar cuáles eran los mitos y cuáles los beneficios para compartir esta información certera y comprobada entre NOSOTRAS.
Mitos y tabúes sobre la masturbación femenina
Es algo inmoral: El mito número uno es pensar que las mujeres buenas y valiosas no se masturban porque es algo sucio e incorrecto. Mentira, la masturbación femenina es una acción para obtener placer sexual, y no hay diferencia entre que lo hagan mujeres u hombres.
Es para mujeres solas: Erróneamente se piensa que solamente las mujeres que no tienen pareja necesitan recurrir a darse placer ellas mismas. Lo que no se dice es que gracias a la masturbación femenina el 80% de las mujeres han llegado al orgasmo y que 1 de cada 4 tienen un orgasmo por masturbación antes que por penetración, cifras dadas por el sexólogo Jesús Ramos, autor del libro: “Un encuentro con el placer”.
Hace daño: Un gran error es pensar que si la estimulación se realiza con juguetes sexuales estos lastiman la vagina y no es así, ya que son productos elaborados con materiales seguros que no causan ni heridas ni infecciones. Lo que no se debe intentar es usar otros objetos de uso común que no están hechos para eso.
Acaba con el deseo sexual: Otra equivocación es pensar que darse placer a sí misma quita las ganas de estar con una persona. Todo lo contrario, que tú te explores te ayudará a saber qué te gusta y luego pedirle a tu pareja sexual que te haga eso.
Cuáles son los beneficios de la masturbación femenina
Planned Parenthood Federation of America (PPFA), organización estadounidense de servicios de salud reproductiva y educación sexual, enumera los siguientes beneficios:
La masturbación baja los niveles de estrés y ayuda a relajar el cuerpo y la mente ya que se libera dopamina; a algunas personas las ayuda a conciliar el sueño ya que también se libera serotonina.
Aminora los dolores menstruales ya que se libera oxitocina, la cual tiene efectos analgésicos; además que los músculos pélvicos se contraen y se relajan.
Cuidas tu corazón ya que la masturbación femenina estimula la circulación sanguínea y el sistema cardiovascular.
Fortalece el suelo pélvico evitando desarrollar problemas de incontinencia urinaria.
La masturbación es más segura que cualquier tipo de sexo. No hay riesgo de embarazo ni de contraer una ETS.
Te ayuda a aprender qué te gusta y qué no del sexo para que luego puedas comunicarlo a tus parejas.
La masturbación femenina te empodera y te ayuda a sentirte cómoda con tu cuerpo y a amarlo y a respetarlo mejor.
Este tema lo tenía guardadito pero quería tocarlo porque escuchar que una pareja propone un trío sexual nos ha pasado a más de una, al menos a mí y a varias de mis amigas. Pero esta vez solamente te contaré la historia de una de ellas, pues esto fue motivo de que su relación se quebrara.
Ella llevaba muchos años con su pareja, incluso ya vivían juntos, habían formado un hogar y una familia. Una noche, que parecía ser normal, mientras veían una película de chick-flick, él le dijo que quería cumplir su fantasía más grande, que era hacer un trío sexual con ella y con otra mujer.
Mi amiga no esperaba que ese fuera su mayor deseo y al escuchar “otra mujer”, se le nubló hasta la vista. Lo primero que le preguntó fue con qué otra mujer y ¡sorpresa!, su pareja tenía la respuesta, se trataba de una compañera de trabajo.
Ella trataba de no estar celosa, porque confiaba mucho en él, pero sabía que la compañera le decía de cariño “hielito” y que cada que tenía un mal día, corría a los brazos de su pareja a consolarse, cosa que no la hacía nada feliz.
Sin embargo, no podía culparlo de algo más, no le había cachado coqueteo, pero que él le dijera que esa amiga era parte de su fantasía más grande, ya cambiaba todo el panorama para ella y cuando me contó, traté de ser abogada del diablo, pero la verdad a mí también me puso a volar la imaginación.
En ese momento solamente le dijo que lo iba a pensar, pero ella sintió un dolor en el pecho al saber que su pareja fantaseaba con otra persona y que además trabajaba con él, estaban todo el tiempo juntos y le decía “hielito” de cariño, en ese momento ella prendió sus alarmas.
Además se sintió insuficiente para su pareja, se preguntó por qué quería tener sexo con otra persona, hasta llegó a pensar que tal vez los años y la costumbre estaban mermando su relación.
Él a partir de que lanzó la propuesta no dejaba de insistirle que cumplieran su fantasía, hasta que ella le dijo que no, que no quería hacer un trío sexual ni con la amiga ni con nadie.
Y esto mismo respondimos yo y mis otras amigas cuando nos propusieron lo mismo nuestras respectivas parejas, claro que las nuestras no eran de años ni teníamos una historia tan sólida.
Además de que mi amiga le dijo que no, le hizo saber cómo se había sentido con la propuesta y quiso saber si él ya no la encontraba atractiva, pero su pareja insistía que no era eso y de todas las maneras intentó convencerla para que lo complaciera.
Mientras, según él la estaba persuadiendo de aceptar hacer el trío sexual, le comenzó a pedir otro tipo de “antojos” en la cama, que a ella tampoco le encantaban pero aceptaba porque al menos no involucraron a otra persona.
Fue un gran error ceder cuando sabía que lo que su pareja le pedía no era lo que quería ni lo que deseaba, pero lo hizo por complacerla. Desde ese momento la relación se fracturó, pues él no dejaba de reprocharle que no quisiera complacerlo.
La relación duró casi un año más y terminaron, él fue quien lo hizo. Ella, creo que hasta el día de hoy, se sigue culpando y ha tenido que trabajar muchas cosas para soltar esa historia y todo lo que representó en su vida, para bien y para mal.
Ella se sintió rota muchos años de su vida, incluso físicamente cambió muchísimo, con ella comprobé que el desamor si puede destruirte.
Que tu pareja te pida experimentar algo en la cama no está mal, pero no puede obligarte a que accedas por medio de chantajes o amenazas. Lo que una pareja haga en su vida sexual debe ser un común acuerdo entre las dos personas involucradas y, en el caso que sea un trío sexual, de las tres personas o las que se unan.
Nadie, ni tu pareja puede pedirte que hagas algo que a ti no te gusta y que no deseas, eso grábatelo siempre y no tengas miedo a decir que NO. Y si por eso te termina, tú estarás ganando.
Por otro lado, la fantasía del trío sexual es algo más común de lo que pensamos, tampoco es que si te lo piden es porque tú no seas valorada lo suficiente por tu pareja.
Según una encuesta realizada por Gleeden, plataforma sexual, el 59% de los mexicanos desean tener un trío sexual y solamente el 10% de los encuestados dijo que no se atreverían a hacerlo.
Pero aunque los datos digan que la mitad de los mexicanos tienen como fantasía hacer un trío sexual, si a ti te incomoda y no te parece excitante, entonces no.
Solamente dile sí a todo lo que te dé placer y paz y no te haga sentir que te transgredes, que ese sea siempre tu parámetro para saber si aceptas o no lo que te proponen en tus encuentros sexuales.
Eso sí, no te olvides de siempre cuidarte, cuidar tu salud física y mental, no importa si estás con una pareja de años o con un date temporal. Nunca arriesgues tu vida y tu integridad, por nada ni por nadie.
No tengo datos duros que presentarles sobre este tema, pero tampoco dudas que a ustedes, como a mí, nos ha costado más dejar a alguna de nuestras ex parejas por el vínculo sexual que por el sentimental.
Una vez entrevisté a Walter Riso, afamado doctor en psicología, quien me dijo que al enamorarnos entablamos 3 tipos de vínculos: el intelectual, el emocional y el sexual, y que al terminar una relación, el último era el más complicado de romperse.
Desde que Karol G lanzó el éxito “Mi ex tenía razón” no he dejado de cantarla porque es un himno para quienes nos sentimos identificadas con esto, pero como dice la letra, al final es una quien termina coronándose y ganando, claro que antes de llegar a eso se sufre y se piensa que no llegará alguien mejor.
Estoy segura que con esta historia nos identificamos varias de NOSOTRAS, por eso es que hoy te cuento la mía y me alegra decirte que sí llega alguien mejor.
Pensé que en mi ex pareja había encontrado a la persona con la que conectaba en todo, aunque éramos muy diferentes en un montón de cosas, la conexión que teníamos era muy chingona, llegué a pensar que era invencible. Y sí, siento que lo fuerte en nuestra relación era la conexión sexual.
Antes de él había tenido pocas parejas sexuales, pero las suficientes para saber que me había llegado el “premio mayor”. Luego él decidió engañarme y allí se terminó esta historia, de la forma más horrible y dolorosa. Acá puedes leer todo el chisme.
Él se negaba a terminar conmigo precisamente por la parte sexual, porque era tan intensa que le costaba. Incluso mucho tiempo después de terminar me seguía proponiendo encuentros sexuales. Seguramente se identifican con esto, no me nieguen que su ex les pidiera refill.
Su argumento era que no había encontrado a nadie con quien se sintiera tan bien en el sexo, quien despertara todo su erotismo; pero yo jamás quise volver a verlo. Me lastimó tanto que el día que para mí se acabó, no hubo vuelta atrás.
Mi ex se ofendía cada vez que lo bateaba hasta que un día me dijo que yo sabía que nuestra conexión sexual era tan fuerte que ninguno de los 2 íbamos a encontrar algo igual en otras personas y que íbamos a terminar por volver a estar juntos.
Por un tiempo yo me la creí toda. En serio que casi pensaba que con esas palabras mi ex me había echado la maldición y por eso es que ya no encontraba magia en nadie y miren que en ese tiempo la busqué por todos lados. Acá pueden leer una de las experiencias fallidas que tuvo durante esa búsqueda.
Por eso tengo tantas historias sobre lo que probé al tratar de volver a encontrar esa conexión que te vuelve loca y que nada tiene que ver con lo físico o con la personalidad, es algo más allá… saben de lo que les hablo.
Y creo fielmente que esa “chispa” se siente desde la primera vez, es decir, que no es algo que se vaya aprendiendo o mejorando. Esta conexión no es como el amor o la confianza, que se van construyendo con el tiempo, pero es tan importante como todo lo demás para que una pareja funcione y decida elegirse cada día.
Incluso acudí a terapia psicológica pensando que allí estaba el motivo de que mi ex tuviera razón y que no había otra persona con quien me sintiera a plenitud.
La terapia sí me ayudó a mejorar conductas tóxicas de mi anterior relación y a perdonar y mientras me curaba el corazón apareció lo que tanto esperaba.
Y pues sí, mi ex tenía razón, no encontré alguien que me lo haga como él, sino quien me hace mejor TODO, así con mayúsculas, lo supera en TODO. Llegó quien me hace mejor el amor y la vida.
Con él no sólo me siento conectada en lo intelectual, en lo sentimental y en lo espiritual, sino que la conexión sexual que tenemos es indescriptible. Y poder encontrar esa comulgación en todo con alguien es mejor que ganar la lotería, es encontrar la verdadera magia de la vida.
Estoy que no me la creo de que sí existiera alguien que superara lo que llegué a sentir con mi ex. Acá les dejo la historia sobre cómo nació esta historia con final feliz y no estoy hablando de cuentos de hadas.
No le lloren mucho tiempo ni se aferren a su ex, por algo es que valió su relación. Si no dejan de creer que la magia existe, la van a encontrar y el placer y la felicidad se multiplicarán por 100. Sí se siente más y mejor de lo que ya se vivió. ¡Se los prometo! No olviden que las cosas buenas toman su tiempo.
Y si no han escuchado todavía la canción “Mi ex tenía razón”, ¡corran a hacerlo! Esto para nada es un anuncio pagado, es terapia para el cora.
La única forma en que el sexo es malo o incorrecto es cuando no es consensuado. Así que eso de que no debe hacerse en la primera cita para que te tomen en serio es puro mito. Si llegaras a intimar con alguien que piensa así, qué bueno darse cuenta desde el inicio para no perder el tiempo. Tan arcaico es ese pensamiento como la época de las cavernas, cuando los hombres arrastraban a sus mujeres del pelo. Y tú quieres una pareja, no un cromañón. ¡Focus!
El sexo en el primer date, obvio que sí, siempre y cuando todos los involucrados acepten y sea seguro, creo que las únicas razones por la que deberías decir que NO es si la persona con la que saliste no te despertó las ganas o porque te pide hacer cosas que no te laten.
Pero no hacerlo por miedo a que te tachen de fácil o no te tomen en serio, es censurar tu placer, eso bórralo de tu mente desde ahorita, ¡hazte un favor! Todo lo contrario, hoy es muy cool que seamos NOSOTRAS las mujeres las que llevemos los condones por si se da un encuentro sexual.
Porque ser una mujer que se cuida y que vive su vida y su sexualidad como ella quiere, es demasiado atractivo. Y si te topas con hombres que piensan lo contrario, entonces tienen su masculinidad muy frágil y seguro son de los que sólo quieren hacerlo de misionero. ¡Qué horror!, ¡huye!
Cuando tienes tu primer date descubres si realmente sientes compatibilidad con la otra persona, si te atrae su olor, su energía, su personalidad y demás. Y si tienes suerte, también sentirás magia, que no es amor a primera vista, sino conexión auténtica y eso surge por pura física y química.
Entonces, si deciden tener su primer encuentro sexual luego de haber ido a cenar, al cine, a echarse un café o caminar, también tendrás la oportunidad de descubrir si sus energías eróticas están alineadas, si te late lo que ofrece en la cama y si quieres seguirle por allí.
Además, si logran hacer match también en el sexo, la conexión se fortalecerá aún más desde la primera cita; y también lo hará la confianza y la comunicación, “ingredientes” clave para cualquier tipo de relación.
La última vez que tuve sexo en mi primer date fue fantástico. Primero cenamos y platicamos, hubieron muchas risas, desde allí supe que sí quería hacerlo con él ese día. Luego vimos un partido de futbol y una cosa nos llevó a la otra.
La cita fue muy linda y la cereza del pastel fue terminar la noche con un momento íntimo de 100. Desde allí supe que sí habría segunda cita porque me había encantado todo de él y hoy ya pasaron tres años desde ese día y seguimos sumando dates inolvidables.
Sexo en la primera cita en cifras:
Este 2023, la empresa Victoria Milan (creadora del sitio europeo de citas para personas casadas) encuestó a 5 mil mujeres de diversas nacionalidades y los resultados arrojaron que en estos 5 países -Dinamarca, Suecia, Francia, Noruega y Finlandia-, las mujeres buscan tener sexo en la primera cita.
Y en estos otros 5 países -Estados Unidos, España, Bélgica, Holanda y Polonia- prefieren hacerlo hasta el segundo date.
Mientras que el 57% de las mujeres encuestadas prefieren que sea en su casa y el resto optan porque sea en un hotel. Ninguna mencionó que fuera en la casa de la otra persona.
Y solamente el 13% indicó que preferían no tener sexo en su primer date por el miedo al “qué dirán”. Cada vez somos más las mujeres que lo hacemos cuando se nos antoja. ¡Como debe de ser!
Que las mujeres podamos vivir nuestra sexualidad libremente también nos empodera.
Mi pareja no me deja satisfecha en el sexo, es un tema más común de lo que pensamos; sin embargo, es tan difícil e incómodo enfrentarlo que la mayoría de mujeres prefieren dejarlo pasar y entonces las consecuencias se hacen presentes eventualmente. El placer es igual de importante que el amor y uno no compensa ni justifica al otro.
La última encuesta que se realizó sobre la satisfacción sexual de las mujeres en México fue en 2015 y la hizo Boston Medical Group arrojando que el 38% de las mexicanas con vida sexualmente activa no se sentían satisfechas.
Y en el mundo son 4 de cada 10 mujeres las que están insatisfechas con su vida sexual y la mayoría son casadas o tienen una pareja estable. ¡Qué cifras tan lamentables!
Ante este panorama hay solamente 2 caminos: uno es seguir fingiendo que tienes la vida sexual que te complace (muy respetable tu decisión) y el otro es hablarlo, sincerarte con tu pareja y buscar soluciones.
La insatisfacción sexual puede desembocar en infidelidad y si tu pareja no está de acuerdo con que tengan una relación abierta o poliamorosa, entonces no es justo para ella. Lo peor, si no hay confianza para poder abrir cualquier tema como este que es muy importante, ¿qué haces allí?
Tu pareja no tiene la culpa de tu insatisfacción y mucho menos si ni enterada está, por ello es que las mentiras no son saludables nunca, ni en la cama. En el momento que tu felicidad, tu satisfacción, tu salud y tú te pongas como prioridad es que tendrás una vida plena.
Lo primero que no debes hacer es fingir y lo mejor es que este tema lo platiques con tu pareja, pero no en la cama, no al terminar un encuentro sexual. Tú sabrás en qué momento del día es mejor pedirle que platiquen, háganlo en casa o en un espacio privado donde nadie escuche ni los interrumpan.
No le des vueltas a las cosas, cuando decidas decirlo, solamente siéntate frente a tu pareja, respira profundo y habla. “El sexo que tenemos no me deja satisfecha”, empieza por eso, sin maquillar, sin suavizar, siempre es mejor decir las cosas tal cual son, con nombre y apellido.
Después síguete con la explicación de qué es lo que sientes: si crees que necesitas más juego previo, innovar o experimentar, más caricias, más besos, más lengua, más movimientos y, principalmente, dejarle claro a tu pareja dónde quieres todo eso y cómo.
Lo que sigue es sugerir que su próximo encuentro íntimo sea distinto, que se comuniquen lo que van sintiendo y lo que necesitan. Proponer que sea el “experimento” para buscar que ambos queden satisfechos.
Si tu pareja te ama hará equipo contigo para conseguir tu placer máximo, pero si se ofende o te termina, la vida te estará haciendo un favor porque estar con una persona egoísta que sólo piensa en sí misma es horrible. ¡No lo mereces!
La mayoría de las insatisfacciones sexuales no son un problema físico o que no tenga solución, así que relájate un chingo, pide para que se te conceda e intenta tener mejor comunicación y conexión con tu pareja.
Los tabúes, la falta de comunicación, las inseguridades, el miedo y la ignorancia son los únicos impedimentos de que no disfrutes tu placer, no los sigas alimentando y busca soluciones. En ti está que el sexo con tu pareja o parejas te deje satisfecha. ¡Trabaja en ello!
Según un estudio realizado el año pasado por la Universidad de Harvard, el afecto físico o conexión es el elemento primordial para mejorar la satisfacción sexual.
En la cama todo es mejorable, así que no te conformes.
Levante la mano quién tiene un vibrador en casa… Si lo hiciste, seguramente estás sonriéndole a la pantalla con el brazo arriba. ¡Te felicito! Pues eres una mujer que disfruta a plenitud su sexualidad, sin prejuicios ni miedos, y que seguramente has logrado tener orgasmos 10 de 10 tu solita.
Me hubiera encantado que alguien experimentado me hubiera quitado antes la venda de los ojos sobre los juguetes sexuales, pues pensaba que solamente los usaban quienes no tenían buen sexo con sus parejas. Me compré la idea de que eran “consoladores”. ¡Qué error!
Es por ello que tuve mi primer vibrador ya muy grande y experimentada, en un momento en el que me encontraba soltera y quería estar así por un buen rato, pero una tiene sus necesidades. Así que yo espero llegar a ti, a la que no levantó la mano y que, como mi yo del pasado, no ha roto la barrera de comprar el tuyo, ya sea porque piensas que no lo necesitas, por pena, por miedo o por desinformación.
No soy sexóloga, pero sí soy una mujer que vive libre y responsablemente su sexualidad, sin tabúes ni miedo al qué dirán, te narro mi experiencia esperando te sirva de algo.
Lo primero que hay que precisar es que los juguetes sexuales se crearon para elevar el placer y NO para sustituir gente, es decir, no son consoladores de nadie, para eso tenemos a nuestr@s amig@s que se avientan nuestros dramas mientras limpian nuestras lágrimas.
Por ello es que estos accesorios para adultos son adecuados en cualquier momento de la vida sexual, desde que se comienza hasta el nivel “experimentado” (si eso existe porque yo creo que nunca se deja de aprender y descrubrir en el sexo). Cuando era adolescente había una campaña de una marca de juguetes sexuales que usaba el eslogan: “Los adultos no dejamos de jugar, sólo cambiamos de juguetes”. ¡Y sí!
Juguetes sexuales hay muchos, la variedad es grande y se dividen en zonas de placer, pero hoy quiero que nos enfoquemos en el placer de NOSOTRAS, por lo tanto, los mejores son los vibradores, que puede ser dos: de clítoris y vaginales.
Incluso hay juguetes que traen doble función: dan placer en ambas zonas, son un 2X1, por lo que te hacen ahorrar dinero pero multiplican el placer. ¡Ganando como siempre!
Lo más importante que debes considerar cuando vas a comprar tu primer juguete sexual es que pienses que es para ti, no importa si también lo usarás con tu pareja, tu placer va primero, eso nunca es negociable, mujer.
Es mejor que vayas a una SexShop, porque de la vista nace el amor; sé que es más cómodo abrir una app de ecommerce y pedirlo hasta la puerta de tu casa, pero cuando es tu primer “bebé”, es mejor que lo veas, que preguntes todo y que compares todas las opciones.
Te recomiendo que preguntes por las opciones de vibradores que hay para el tipo de placer que estás buscando, aunque la finalidad siempre es un buen orgasmo, entonces seguramente te recomendarán estimuladores de clítoris y del punto G.
Otra de las cosas importantes a considerar son los materiales, las mujeres con alergias deben mencionarlo para que les den opciones adecuadas para que no sufran irritaciones. Los que están hechos de silicona médica son los más recomendables actualmente, es el material con el que están hechas las copas menstruales; es difícil que guarde bacterias y es sencillo de asear.
El tamaño no importa, mejor fíjate en el tipo de vibraciones o succiones, ya que ahora hay unos juguetes que “chupan” el clítoris, para imitar el sexo oral, y también son una gran inversión. Tú sabrás de qué tamaño, color y velocidades lo compras y eso dependerá de lo que te guste y te acomode.
Otro factor que sí es importante considerar es el presupuesto, pues hay vibradores económicos que pueden costarte desde 200 pesos, hasta otros que superan los 2 mil y hasta pueden controlarse desde el celular. El precio depende de los materiales y de sus funciones. Mi recomendación es que ahorres y compres uno potente, pues te va a durar un buen tiempo, si lo sabes cuidar. Valdrá la pena el gasto, es una inversión a tu placer y ese no tiene precio.
Otra cosa que te recomendaría es que pienses qué te funciona mejor a ti: cargarlo con pilas o por cable de electricidad. Para mí siempre serán mejor los que se conectan a la luz y si tú también prefieres estos, solamente debes saber que cuando los vayas a usar, no puedes tenerlos conectados, no queremos accidentes.
Finalmente, me queda recomendarte que cuando vayas a comprarlo, entres segura a la SexShop y con la cara en alto, pues eres una mujer que factura y puede comprar el vibrador que quiera. Te prometo que saldrás sintiéndote empoderada y si no es así, deberías, pues estás mandando al carajo la represión sexual que tanto nos han impuesto.
Un vibrador también te ayuda a conocer mejor tu cuerpo y tus zonas erógenas, para que después le digas a tus parejas qué te gusta, cómo te gusta y en dónde te gusta que te lo hagan. Al final una termina hasta encariñándose con sus juguetitos.
Ya se la saben, yo siempre les desearé felices orgasmos, así que a darle porque no se logran solitos. Y espero que la próxima vez que les pida levantar la mano, sean todas las que lo hagan.
Está comprobadísimo que el condón no disminuye el placer durante las relaciones sexuales, pero sí aumenta el riesgo de contagiarse de un enfermedad de transmisión sexual (ETS), de una bacteria, de un hongo o de tener un embarazo no deseado.
Sin embargo, en México solamente el 51% de las mujeres adolescentes sí usan condón durante su vida sexual, mientras que los hombres es el 75%, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018-2019.
Incluso aunque tengas una pareja estable y decidas no usar condón, no te libera de contraer un virus, una ETS o un hongo y ni la eyaculación afuera o el método del ritmo de un embarazo no planeado. Por lo que hacerlo sin un anticonceptivo de barrera es una decisión MUY IMPORTANTE, pues está en juego la salud.
El sexo seguro se disfruta más, pero si tú estás considerando hacerlo sin condón, esto es lo que debes saber antes:
Una sola vez puede cambiar tu vida: Puede ser que te la quieras jugar solamente una vez pensando que sin preservativo sentirás más; sin embargo, aunque sea una sola relación sexual, el riesgo de contagiarte de algo grave e incurable es el mismo que si lo haces varias veces con un conocido o desconocido.
Bacterias que viajan por todo el cuerpo: Puede ser que piensas que hacer sexo oral sin condón no es un riesgo de contraer una ETS; sin embargo, existen bacterias que se alojan en la lengua de las personas y viajan a la garganta o el esófago.
Una amiga le hizo sexo oral a un ligue y se contagió de una bacteria que se alojó en su garganta, la cual provenía de los intestinos. ¿Cómo pasó? Su médico le explicó que su pareja sexual practicó antes sexo oral en el ano a una persona que en sus intestinos tenía la bacteria y así fue como ellos dos la contrajeron. Todo esto se hubiera evitado si hubieran usado condón.
Si practicas sexo oral sin condón puedes contraer: herpes, hepatitis B y C, hongos, Virus del Papiloma Humano (VPH), condilomas o verrugas y ETS como sífilis y gonorrea, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Está comprobado que el sexo anal es el más riesgoso para contraer VIH si se realiza sin condón. “Esto es porque el tejido que cubre el ano es delgado y puede rasgarse fácilmente durante el sexo, dejando que el virus entre al cuerpo”, según Planned Parenthood.
Si practicas sexo anal sin condón puedes contraer: hepatitis B y C, VPH, cáncer y VIH. Y si lo haces vía vaginal puedes contagiarte de: hepatitis B, bacterias como gonorrea, sífilis y clamidia, parásitos como tricomoniasis y virus como VPH, VIH y herpes, según Mayo Clinic.
Puede que veas sana a la otra persona porque no tiene llagas o verrugas en los genitales, pero esto no quiere decir nada, recuerda que no todas las personas tienen síntomas pero sí son portadoras de una ETS. Así que nunca te confíes, usar condón es una decisión de vida o muerte, tú sabes si te la juegas por un momento de placer.
No importa el tipo de sexo que practiques, como mujer responsable compra tus condones y llévalos contigo, recuerda que mujer prevenida y pervertida vale por dos. El sexo seguro da mejores orgasmos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):
A diario más de 1 millón de personas en el mundo se contagian de una ETS y la mayoría de los casos son asintomáticos.
Más de 500 millones de personas entre 15 a 49 años padecen una infección genital por el virus del herpes.
Algunas ETS, como el herpes, la gonorrea y la sífilis, pueden aumentar el riesgo de infección por el VIH.
La infección por el VPH está asociada a más de 311 mil muertes por cáncer de cuello uterino cada año.
Soy pambolera desde la cuna, mis papás se conocieron en las canchas y gracias a este deporte es que yo existo. Así que cuando comencé un romance con un futbolista profesional me sentí ganando el mundial de la vida.
Esta historia comenzó poco antes de la pandemia del 2019, cuando las redes sociales se usaban más para conocer gente que para informarse o entretenerse. Una noche me llegó el follow a Instagram de un hombre sexy cuya biografía era breve pero concisa: “Ex futbolista profesional y director técnico que vive la vida al máximo”. Teníamos de amigo común a mi primo.
Le regresé el follow y después de eso vino un DM pidiéndome mi WhatsApp. Me mandó un mensaje de voz para decirme que le había aparecido una güerita sexy a la que tenía que darle las buenas noches. Su tono de voz me mató, muy cronista deportivo con acento entre argentino y mexicano.
Después me dijo que era mexicano pero su carrera se había desarrollado en Bolivia y Argentina. A sus 35 años ya estaba retirado y se dedicaba a formar futuros futbolistas, además de colaborar en un podcast.
No sabía si tenía talento para dominar el balón, pero me quedaba claro que era un gambetero de la palabra y sabía conquistar a la primera. A mí ya me tenía interesada en menos de lo que dura un tiempo extra. ¡Notable, sobresaliente!, como diría Martinoli.
Se despidió pero me dejó la liga de su programa para escucharlo. “Descansa güerita sexy, nos tiramos mensajito mañana”, escribió. Puse el último episodio de su podcast para escucharlo antes de dormir.
Me encantó el programa, él era el más carismático y bromista, el que le ponía el “sabor” a la charla. Era oficial, yo ya traía su camiseta bien puesta.
Esa misma semana me invitó a salir, propuso unas chelas. Me preguntó cuáles eran mis preferidas porque llegó a nuestro date con un six de latas.
Fuimos a un bar. Se veía guapísimo, traía el corte de pelo de moda entre Neymar y Cristiano Ronaldo, con una línea rapada de lado. Además olía delicioso, un perfume que iba perfecto con su personalidad y su actitud ganadora y dicharachera.
El tiempo se pasó volando, eso sucede cuando estás con alguien que te hace reír sin parar. Me la estaba pasando máximo, sentía como si estuviera con alguien que conocía de toda la vida.
Cuando volvimos a casa lo invité a pasar, además teníamos que tomarnos el six que llevó, porque entendí que eso pretendía. ¡Muy bien bajado ese balón!
Seguimos platicando hasta que yo decidí besarlo. Muy de mí dar el primer paso. Ese beso encendió todo, me cargó para llevarme a la cama. Cuando se quitó la ropa me encantó todo lo que vi: un cuerpo bien torneado color chocolate, mi debilidad más grande.
Me llenó de besos en los muslos, nunca me han vuelto a besar igual. Pero luego se aceleró demasiado, no fue nada de lo que imaginaba pues esperaba un buen rendimiento. Además no sentí esa conexión que embriaga y, por supuesto, no tuve un orgasmo.
Nos volvimos a ver el siguiente fin y nuevamente fue pésima la experiencia sexual. Lo triste es que no sólo yo estaba insatisfecha, él tampoco disfrutaba porque estaba preocupado en darme una gran experiencia. Con él todo maravilloso, pero el sexo era espantoso, como un partido sin goles.
Esa situación me enfrió y nos fue alejando, yo ya no estaba disponible todos los fines de semana para él, lo cual le molestó hasta que un día me dejó de buscar.
Unas semanas después le escribí y me respondió que estaba feliz estrenando novia. WTF! Si bien no había funcionado el romance entre nosotros, tenía dos minutos que nos habíamos alejado, pero luego entendí que a él le urgía meter “gol” y conmigo no lo había logrado. Así que allí murió mi sueño gambetero. ¡Expulsado!
Luego vino la pandemia y su programa no sobrevivió, dejé de escucharlo; además abandonó sus redes sociales, se convirtió en un fantasma.
Mi primo se casa en un par de meses, no sé si lo invitará a la boda, pero si nos reencontramos, les contaré en una próxima columna.
Cuando uno de mis dates me ghosteó porque no tenía ni dos pesitos de responsabilidad afectiva, se me destrozó el corazón y entonces hice algo que me levantó el ánimo: tener sexo de venganza con una persona que siempre había buscado tener una oportunidad conmigo. Como dice la Bichota Karol G: “Es que usted se alejó mucho y yo de lejos no veo, bebé”.
Dicen que cuando estamos enamoradas cometemos muchas tonterías, pero creo que es peor cuando nos rompen el corazón y nos sentimos heridas. Esa sensación de vacío en el pecho es abrumadora, por ello es que en nuestro intento por sentirnos mejor, en ocasiones, solemos tomar decisiones no tan acertadas y a veces buscamos venganza.
El enojo y el abandono son la peor combinación para tomar decisiones, aunque al final todo lo vivido se convierte en anécdota y, a veces, hasta puede convertirse en una de las mejores de la vida, como me pasó a mí.
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Quiero aclarar que yo no suelo vengarme de nadie y que no había aplicado antes el sexo de venganza, pero en ese momento tenía a un hombre muy interesado en mí, muy aplicado en conquistarme, así que me hizo “caer en blandito” luego de sentirme botada.
Mientras uno te ghostea el otro se muere por salir contigo, algo así fueron las cosas y entonces yo sólo me dejé seducir. ¿Qué era lo peor que podía pasar?
Lo primero que hice fue escribirle para decirle que podíamos vernos cuando quisiera. Sí, le apliqué la de: “Hola, perdido”. Obviamente me respondió de inmediato que ese día podía pasar por mí.
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Pero era fin de semana y yo tenía múltiples compromisos, así que le propuse vernos el martes siguiente, se me ocurrió que fuéramos al cine a ver el último estreno palomero. Y así quedamos, pero el lunes me dijo que podía pasar por mí, que estaba libre después del mediodía, que para qué esperábamos hasta el martes.
Realmente sí quería ir a ver la película, pero ese día había amanecido nublado, la ciudad parecía Chernóbil y no dejaba de llover, así que le dije que mejor lo veía en mi casa para tomar café con pan y que el cine lo dejábamos para después, para un día más soleado y motivador.
Le mandé mi ubicación y llegó muy guapo, oliendo súper rico, un poco mojado porque venía caminando desde la parada del metrobús y la lluvia no paraba. Al saludarnos, ambos nos fuimos directo a la boca y nos fundimos en un rico beso como de película porque él terminó cargándome.
Le ofrecí botana y una coca que había comprado para verme buena anfitriona, pero ni tiempo de abrir las cosas tuvimos porque volvió a besarme, lo cual encendió la temperatura de la situación y cuando abrí los ojos ya estábamos con la mitad de la ropa.
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En ese momento estuve a dos de parar todo, de arrepentirme y decirle que no era el mejor plan porque yo no quería nada serio, pero ya estábamos allí, así que bloqueé de mi mente la culpa, el miedo y todo lo demás y solamente me dejé ir.
Y qué bueno que lo hice porque ha sido el mejor sexo de venganza de la historia y el mejor que he tenido hasta ahora. Ya sé, lo primero que pensé es que me estaba perdiendo de todo eso sólo por andarle dando chance a quien no se merecía.
Él es un hombre encantador, educado, con responsabilidad afectiva y con mucho interés en mí, pero también un gran amante, de esos chicos que saben perfectamente cómo complacer a su pareja en todos los sentidos, no sólo en la cama.
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La forma cómo me trató, cómo me hizo sentir fue de otro nivel y si su misión era quedarse en mi mente, lo consiguió. Esa primera experiencia fue tan buena que se prolongó hasta que dejó de llover.
Por supuesto que no estaba en los planes que se quedara a dormir porque no invito a nadie a que lo haga a menos que sea una pareja muy especial, pero no era el caso. Y él tenía que regresar a su depa para sacar a sus perritos al baño, pero fue tan intenso que no podíamos parar y separarnos. El reloj nos dejó de importar.
Quien dice que los hombres duran dos minutos siento decirle que se equivoca y que yo conozco quién tiene el récord, así de presumida. Resulta que este date estaba metido en el budismo y practicaba el sexo tántrico.
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¿Qué es el sexo tántrico? Según el Medical News Today, “se origina en el antiguo hinduismo y gira en torno a las prácticas sexuales que se enfocan en crear una conexión profunda e íntima”. Para lograrlo se basa en la respiración y las posiciones, dejando de lado el tiempo. Ahora entienden por qué fue tan bueno.
Tuvimos que hacer una pausa para cenar una pizza que ordenamos y yo pensé que había acabado todo pero no, parece que él cargó energía con los alimentos y seguimos con el último round para despedirnos. No podía creer su aguante ni el mío, la verdad es que sí estuvo revelador, juraba que al día siguiente no iba a poder levantarme de la cama de lo intenso que había estado todo.
Porque más allá de haber realizado el kamasutra casi entero o de los orgasmos, las sensaciones y el momento tan entregado que me regaló me llevaron al Nirvana por completo.
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Todo 10 de 10 salvo el momento en el que estábamos cenando y él me platicaba sobre sus planes actuales, pues no sentí esa conexión especial que te vuela la cabeza, es más, yo estaba aburriéndome horrible y solamente pensaba en cómo era posible que después de ese punto máximo de placer que acabábamos de vivir, yo estuviera pensando en el otro que no tuvo ni la educación de despedirse. Y justo eso pasa cuando te aceleras y no procesas el cierre de un ciclo sentimental, es mentira que un “clavo saca otro clavo”.
La noche se nos hizo madrugada y mi date budista se despidió con un besito tierno y un abrazo largo. No tenía ni 15 minutos que había salido de mi casa cuando ya me había enviado un mensaje para avisarme que su Uber estaba por llegar a su depa.
Yo estaba agotada, así que me despedí deseándole dulces sueños. Al día siguiente no pararon sus mensajes, primero de buenos días, luego para saber cómo iba mi tarde y qué estaba haciendo. Todo el tiempo pendiente, educado, cariñoso y presente, justo lo que criticaba del que se había ido.
Volvimos a vernos al final de esa semana, ahora sí fuimos al cine y después por un café sin saber que sería la despedida, al menos temporal, ya que su papá enfermó y posteriormente murió. Le di mis condolencias y me alejé respetuosamente para que viviera su proceso. Hay historias que acaban antes de empezar pero que recordaremos por siempre.
Cada 8 de agosto se conmemora el Día Internacional del Orgasmo Femenino, con el objetivo de reconocer el derecho sexual de las mujeres. Sin embargo, siguen existiendo muchos mitos y tabúes acerca del placer femenino y también mucha represión que, en algunos casos, suele empezar por NOSOTRAS mismas, al punto de fingir.
Tener un orgasmo es alcanzar el clímax sexual gracias a las más de 8 mil terminaciones nerviosas implicadas en este proceso fisiológico en el que suceden muchos cambios, algunos de ellos son:
Lubricación vaginal abundante.
Aumento del tamaño de la vulva.
Elevación del útero.
Erección del clítoris.
Erección de los pezones.
Contracción rítmica de los músculos perivaginales, que se sienten como pequeñas punzadas.
Aumento del ritmo cardíaco e incremento de la presión arterial.
Aumento de la secreción de oxitocina, también conocida como la hormona del amor.
Eyaculación (no siempre sucede).
Desactivación de las zonas del dolor del cerebro para encender las del placer.
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Helen Kaplan, famosa psicóloga especialista en sexología, realizó varias investigaciones en las que concluyó que solamente el 90% de las mujeres llegan al orgasmo pero sólo la mitad lo alcanzan mediante el coito, sin una estimulación del clítoris.
Mientras que una encuesta realizada, en el año 2021, por Gleeden (web especializada en encuentros sexuales) reveló que el 50% de las mexicanas han fingido un orgasmo a lo largo de su vida sexual; mientras que a nivel internacional, es el 60% de mujeres quienes lo han hecho.
¿Por qué fingimos un orgasmo?, ¿por qué tenemos la necesidad de hacerles creer a nuestras parejas que quedamos satisfechas?, ¿por qué reprimimos nuestro placer? Estas son las preguntas que debemos respondernos cada una. No está bien engañar a la pareja sexual sobre nuestra satisfacción y mucho menos a NOSOTRAS mismas.
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Debo confesarles que en mis veintes no me atreví a decirle a mi pareja sexual durante los años que estuvimos juntos (sí, años) que nunca tuve un orgasmo con él. No fingía pero tampoco fui sincera ni hice nada para que mi placer mejorara, incluso hasta llegué a pensar que yo no podía, pero ¡estaba equivocada! Por ello entiendo que no es un tema sencillo, aunque sí debería serlo porque es nuestro bienestar.
Si queremos disfrutar al máximo y alcanzar un orgasmo, entonces debemos empezar por ser sinceras con NOSOTRAS y con nuestras parejas (formales o casuales), por informarles lo que nos gusta, lo que nos hace explotar de placer.
No es coincidencia que 7 de cada 10 mujeres haya alcanzado el orgasmo masturbándose antes que con una pareja y esto es porque nadie mejor que una misma para explorarse, conocerse y saber en dónde están esos “botones” que activan el clímax del placer.
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En cambio, fingir orgasmos provocará frustración, baja autoestima, ansiedad, falta de entendimiento con la pareja y, lo principal, represión del placer propio.
Estudios realizados en la Unidad del Suelo Pélvico de la Clínica del Dr. Rozalén concluyeron que las consecuencias principales al fingir orgasmos (tanto femeninos como masculinos) son ansiedad que puede desembocar en una depresión, enfermedad mental que actualmente es catalogada como grave; y anorgasmia, ya que entre más se mienta, más difícil será llegar al punto máximo del placer en el sexo alguna vez.
Si tienes una pareja estable y una relación sana, entonces los pilares deben ser la confianza y la comunicación, por lo que no habrá necesidad de que mientas. Ábrete a hablar sin tabúes y después ábrete al placer.
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No finjas sólo para complacer al otro, no les ayudas con eso, si no terminaste, dilo. ¡Habla, mujer!
Las mujeres también tenemos ganas de sexo y si quieres saber cuáles son los beneficios de hacerlo, dale click AQUÍ.
“Ya sabe’ que conmigo tú tiene’ refill” o lo que es lo mismo: ex, conmigo tú tienes la puerta abierta para tener sexo, y aquí no juzgamos a nadie porque respetamos las vidas ajenas y porque cada pareja es única, así que me centraré en hablarte de las experiencias que me han rodeado, ya que yo no le he entrado porque prefiero nuevas experiencias.
El famoso psicólogo clínico Walter Riso asegura que los seres humanos nos enamoramos: corazón a corazón, intelecto a intelecto y órganos sexuales a órganos sexuales, por ello, cuando una relación se termina primero se corta el vínculo de la cabeza, luego el del corazón y al último el del sexo, y éste último es el que más cuesta romper.
Hay parejas con las que tenemos una gran química sexual y por eso cuesta terminar el vínculo y dejarlas de ver. ¡¿A poco no hay llamas que parece imposible apagarlas?!
¿Bueno o malo el sexo con mi ex? Tú sabrás la respuesta que tendrá que ver con tu historia y tus emociones, lo que sí debes tener muy claro es que se tratará solamente de un encuentro físico y que cuando la relación sexual termine, cada quien irá a su casa muy solter@s, así como llegaron.
Foto: Takmeomeo para Pixabay
Por ello, si uno de los integrantes de la pareja sigue enamorado, sigue teniendo el vínculo del corazón, no la pasará bien al tener sexo con su ex, pues esperará irremediablemente una reconciliación y, la mayoría de las veces, eso no sucederá. ¿Y qué necesidad de lastimarse de esa manera? Lo mejor es aceptar que acabó, que va a doler, pues entre más se ame más dolerá, pero también más felicidad se vivió. ¡El precio suena justo!
Tampoco será sano para las personas que a pesar de saber que con eso no recuperarán la relación, lo aceptan porque al menos es “tener” de alguna forma a su persona amada, pero recibir lo que NO QUIERES NI MERECES, solamente te llenará de frustración e infelicidad. Las migajas no llenan ni a los pajaritos.
Considero que quienes sí disfrutarían tener sexo con su ex son las personas que ya no están enamoradas ni enganchadas, por lo tanto, no esperan absolutamente nada más que pasar un buen rato de placer, pero esto también podrían lograrlo con una persona distinta, nueva.
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Pasar de pareja exclusiva a sexual de tu ex no durará mucho tiempo, porque esto sucede en parejas que conservan la pasión, pero no se atreven a comenzar el duelo de la separación, pero cuando estén listos, seguirán sus caminos y esta “fiesta” se acabará.
Lo he visto con amigas que aceptaron tener sexo con sus ex parejas, en momentos en las que ellas seguían enamoradas y esperanzadas que todo podía arreglarse. Sí tuvieron placer y satisfacción momentánea pero luego me tocaba verlas llorar y sufrir porque en realidad no había cambiado nada.
Creo que si hoy ellas pudieran regresar el tiempo, no harían lo mismo; sin embargo, creo que haberlo hecho las llevó a aceptar que nada iba a cambiar y, de alguna manera, eso les dio el impulso para salir de allí.
El sexo con los ex también es llamado sexo de ruptura en psicología y la ciencia lo ha llevado a estudio, ya que es algo más común de lo que se piensa. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Wayne y de la Universidad de Toronto, en el que tomaron de muestra a 113 solteros, arrojó que es más benéfico hacerlo de lo que se cree.
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¿Por qué? Porque los implicados llenaron su vacío emocional que dejó la ruptura al mantener relaciones sexuales con sus ex parejas y esto, afirmaron, les ayudó a aceptar mejor la separación. Incluso las personas que se sentían despechadas aseguraron haberse sentido optimistas tras el sexo de ruptura.
En dicho estudio se concluyó que las personas estudiadas no vivieron una relación tóxica o violenta, por lo que los resultados no pueden generalizarse.
La información que desencadenó un segundo estudio es que las parejas se confiaban de no usar condón, debido a la confianza que ya habían construido, pero al ya no ser exclusivos, esto sí pone en riesgo contraer una ETS o alguna infección sexual.
No podemos generalizar nada cuando tratamos relaciones de pareja, es tu decisión saber si te avientas o no a tener sexo con tu ex, pero antes piensa bien en la decisión que tomarás: qué es lo mejor que puede pasar, qué es lo peor que puede pasar y si podrás con todo eso. No olvides que tus decisiones te colocan en el camino que tú aceptaste recorrer.
Foto: Espressolia para Pixabay
Recuerda que la salud sexual no sólo es la ausencia de una enfermedad, también es el bienestar, así que cuida de ti y ponte como prioridad siempre y NUNCA uses el sexo como moneda de cambio para obtener lo que deseas, así no funciona el amor.
Grábate que cuando terminas una relación de pareja, tendrás que vivir un duelo, sentirlo para superarlo y luego… te espera un mundo lleno de oportunidades, de conocer nuevas personas, de tener nuevos dates, de divertirte y gozar otra vez. Cuando una relación se termina no es el fin, es el inicio de algo nuevo.
“Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud”, OMS.
Esta historia sobre la eyaculación precoz comienza un viernes de invierno por la noche, cuando fui al cumpleaños sorpresa de una de mis amigas, organizado por su novio que me cae pésimo por patán y que, por lo tanto, fue el peor anfitrión.
Luego de un par de horas le mandé WhatsApp a otra de mis amigas para que me rescatara y me llevara a cenar, porque el anfitrión no nos dejaba probar los bocadillos y las bebidas, porque según él había que esperar. Nunca supe qué esperábamos, supongo que ser menos porque el tacaño invirtió poco y todo faltaba. En fin.
Llegó mi otra amiga por mí, bendita que siempre me rescataba de todo, y fuimos a comer pizza y tomar cerveza cerca de mi casa. En el lugar estaba celebrando su cumpleaños un hombre de esos que es inevitable que no voltees a ver.
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Así que desde que llegamos, mi amiga y yo le echamos “el ojo”, pues era un tipo que se veía porque se veía: alto de 1.85, musculoso y muy guapo. Mi amiga juraba que era idéntico a Gerard Butler (el protagonista de la película “Los 300”), si no sabes de quién te hablo, por favor, Googléalo.
Recuerdo perfecto lo que llevaba puesto: una playera básica negra de cuello redondo y manga corta que resaltaba sus enormes músculos de los brazos y un pantalón de gabardina color café claro que no le quedaba apretado; sin embargo, resaltaba sus pompas espectaculares.
Nos gustó tanto a las dos, pero yo siempre he sido más aventada, que le dije que fuéramos a felicitarlo, no podíamos dejar pasar esa oportunidad. Y cuando él fue al baño, lo interceptamos para hablarle. Noté que se sonrojó al hacerlo, por lo que pensé que era tímido.
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Terminamos compartiendo los WhatsApps y quedamos en salir después a “festejarlo”. La sorpresa fue que horas más tarde, cuando yo ya estaba en mi casa lavándome los dientes, me escribió y se armó vernos esa misma noche para el after party improvisado.
Me lo había ligado, ¡qué suerte! Fuimos por otra cerveza y platicamos lo básico para comenzar a conocernos hasta que nos cerraron el lugar, entonces le propuse seguirla en mi casa, estábamos a dos pasos.
Y pues sí, el date terminó justo donde se imaginan: en la cama, pero la eyaculación precoz fue la primera en llegar y arruinar esa noche. Él apenadísimo se disculpaba; yo le decía que estaba bien, que seguramente eran los nervios de que no nos conocíamos o las cervezas.
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Esa noche, el acto duró menos de un minuto, duró menos del coro de la canción que escuchábamos y como era la primera vez que me pasaba, no supe qué hacer y él también se quedó petrificado. Así que nadie terminó feliz, literal.
La eyaculación precoz es un tema incómodo; sin embargo, es más común de lo que imaginamos, pues 1 de cada 3 hombres la han padecido en algún momento de su vida, según Mayo Clinic.
Vayamos por partes… Primero hay que derribar los mitos de que una relación sexual es larguísima. El coito dura 5.4 minutos en promedio, según un estudio realizado por el médico Marcel D. Waldinger y difundido por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Y se considera eyaculación precoz cuando el coito dura menos de 1.5 minutos, según un estudio realizado por el psicólogo clínico Darío Fernández Delgado del Centro de Salud “Los Ángeles” de Madrid y publicado en la Revista Clínica de Medicina Familiar de Madrid.
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Cuando a mí me pasó pensé que sólo había sido un mal momento, pero que debíamos probar otra vez estando más relajados y sin cerveza en las venas y también no ayudó que él nunca se atrevió a confesarme que siempre le pasaba esto, obvio porque en el pasado había sido juzgado.
Los siguientes dates con mi “Gerard Butler” me confirmaron que era eyaculador precoz, por lo que fui yo la que tuvo que comenzar la conversación incómoda, pues no quería dejarlo de conocer sólo por eso.
Si bien, la sexualidad es un tema muy importante en una pareja, hay alternativas y yo en ese momento pensaba que la eyaculación precoz sí se “curaba”. Así que lo convencí de visitar médicos para encontrar una solución.
En todo momento lo acompañé en el inicio del proceso y juntos nos informamos y enteramos de los motivos que desencadenan la eyaculación precoz, que pueden ser tanto físicos como genéticos o psicológicos. Algunos tienen solución, pero no todos los casos.
Pero mientras eso pasaba, nosotros fuimos mejorando nuestros encuentros sexuales gracias a la confianza que le di. Así que los juegos, las caricias y otro tipo de dinámicas eran fundamentales para que ambos disfrutáramos al 100 cada relación sexual.
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Fue una experiencia diferente para mí, pero después de la primera noche nunca más quedamos insatisfechos. La diferencia fue romper con los tabúes y atreverse a experimentar.
Meses después yo decidí dejar de verlo porque nuestras metas de vida a futuro eran totalmente opuestas, pero para nada se acabó por el tema sexual, porque eso supimos resolverlo juntos.
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Terminamos muy bien y platicamos de vez en cuando, no sé si siguió sus visitas médicas y si su caso era de los que vencen la disfunción, pero si no, ahora sabe que sí puede satisfacerse a él y a su pareja y cómo lograrlo.
Lo importante es experimentar lo que a cada uno le funcione para estar satisfecho, pero para que eso suceda debemos conocer perfectamente nuestro cuerpo, nuestros puntos máximos de placer, que no están solamente en las zonas íntimas, y las experiencias que más disfrutamos hacer en el sexo.
Mi conclusión a esta experiencia es que la sexualidad es tan diversa que hace que alcance el placer para todos, con o sin disfunciones.
Empecemos diciendo que, aunque aún existen demasiados tabús sobre el erotismo, hay muchas fantasías sexuales que son más comunes de lo que piensas. Entonces, si quieres conocer cuáles son, sigue leyendo esta nota. ¡No tienes que avergonzarte de tus pensamientos eróticos!
Healthline menciona que la sexóloga Gigi Engle declaró: “Cuanto más hablemos de fantasías sexuales y normalicemos la conversación, menos nos castigaremos por tener pensamientos retorcidos y sexuales”. Por eso hoy hablaremos de fantasías sexuales que son más comunes de lo que piensas, recopiladas de Healthline, Oprah Daily y Bustle.
Estas son fantasías sexuales más comunes de lo que piensas
Es importante que también recuerdes que aunque algunas fantasías sexuales son más comunes que otras, si la tuya no está en la lista a continuación, no creas que eso te convierte en una especie de bicho raro, como menciona Bustle. Simplemente vas a tu ritmo, es totalmente aceptable y respetable. También es posible que a ti simplemente no te “prenda” lo que a muchas otras, y eso está bien siempre y cuando no avergüences a otras personas por sus propias fantasías.
1. Sexo prohibido
Tanto en la cama como en la vida cotidiana, queremos lo que no podemos tener, nos recuerda Engle. “Cualquier relación sexual o acto erótico que podría meternos en problemas o ser visto como raro, prohibido o ‘asqueroso’, puede excitarnos”.
Hablaríamos aquí de muchas cosas que representan una fantasia sexual en sí misma, como lamer pies o axilas, el voyerismo y el exhibicionismo, por mencionar ejemplos.
2. Tener sexo en un lugar público
Bustle indica que junto con el “sexo en un lugar inusual”, el sexo en un lugar público ocupa un lugar entre fantasías sexuales comunes. Pues la información publicada en el Journal of Sexual Medicine revela que “hay una sensación de liberación y empoderamiento al fantasear con tener una audiencia y la idea de que excitas sexualmente a otros con tu actuación y excitación”, indica Oprah Daily.
Además, imagínate la emoción de que alguien podría encontrarlos en cualquier momento.
3. Sexo con un extraño
Mientras que para el mismo sitio web David Levy, psicólogo clínico experto en matrimonio y familia, comentó que “la fantasía del ‘extraño’ anónimo permite a las personas evitar problemas como el apego, la intimidad o los celos”. Además, se menciona que la naturaleza más impersonal de la fantasía de un extraño también puede indicar que estás tratando de separarte de algo que no tiene nada que ver con tus relaciones afectivas.
4. Sadomasoquismo
Channa Bromley, entrenadora de relaciones y citas, expone que hay una razón por la que 50 Shades of Grey tuvo tanto impacto (si ignoramos, por supuesto, la pésima e incorrecta representación que esta saga literaria y cinematográfica hace del BDSM).
El BDSM es atractivo porque una persona renuncia a todo sentido de control. Implica que una persona es sumisa a otra, pero inconscientemente se dan permiso para ser salvajes, para ser orgásmicas en respuesta, y no necesita contenerse, menciona la especialista. Hay algo tremendamente excitante, emocionante y hasta relajante en ceder el control.
Desde luego, no podemos ignorar el placer que a otras mujeres les da dominar a una pareja sexual, hacer que se sometan a su voluntad y hacerlos “sufrir” hasta llegar a un estado de éxtasis. También hay quienes disfrutan cambiar de rol, entre dominante y sumisa.
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Cabe señalar que fantasear con ser dominado no implica que seas débil o que tu pareja sea superior a ti. Pues “las dinámicas de poder en un contexto erótico crean tal excitación sensorial”, comenta Cyndi Darnell , sexóloga clínica para Oprah Daily.
Las prácticas BDSM conllevan acuerdos muy específicos, conocimiento previo y medidas de seguridad, cabe mencionar.
5. Tener un trío
Gigi Engle explica que tener sexo en grupo es una fantasía porque en estas “la mayoría de la gente, piensa que ella es la estrella del espectáculo. La idea de que varias personas quieran tener sexo contigo es parte de la excitación”.
Además, Healthline expone que los tríos, las orgías y similares también crean una sobrecarga sensorial.
Probablemente te has encontrado en una situación sexual en la que piensas que ya no te quedan más alternativas que fingir que estás llegando a tu punto más alto de excitación. Sin embargo, no siempre es buena idea y aquí te decimos las razones por las que no debes fingir un orgasmo.
Aclaremos un punto, no te sientas mal por haberlo hecho alguna vez, quizás es una situación en la que muchas de nosotras hemos estado. Ahora lo sustentamos con datos duros, pues el 50% de las mujeres y 25% de los hombres informaron haber fingido un orgasmo durante la actividad sexual.
Lo anterior fue revelado en un estudio publicado en el Journal of Sex Research. Entre los motivos que los llevaron a fingir están la frustración o evitar ofender a su pareja. Además, algunos otros sienten que el orgasmo no va a suceder o prefieren acariciar el ego de sus amantes.
Algunas razones por las que no debes fingir un orgasmo
1. Complicará que tengas un orgasmo real
Tal vez creas que es una buena idea fingir porque hacerlo da resultados en otras circunstancias, en cambio en la intimidad puede resultar contraproducente. Esto debido a que “fingir conduce a una desconexión con las sensaciones y percepciones corporales”, dice Gracie Landes, terapeuta sexual y familiar.
Además, si finges llegar al punto máximo de excitación, tu pareja puede pensar que lo está haciendo bien y no habrá cambios en su relación. Lo cual te va a impedir experimentar un orgasmo en los siguientes encuentros sexuales, menciona el sitio Maze Womens Health.
2. Te vas a sentir desconectada de tu pareja
Landares indica que la desconexión puede hacer que el orgasmo sea más difícil de lograr. Ya que necesitas concentrarte y estar presente para llegar al clímax. Al no estar comunicándote adecuadamente con tu pareja, sobre sexo o cualquier otra cosa, realmente puede crear tensión en tu relación.
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3. Tu pareja sentirá que no puede confiar en ti
Aunque creas que tu pareja no se da cuenta, la especialista comenta que “muchas personas pueden sentir cuando su pareja está fingiendo”. Lo cual hará que sienta desconfianza en la relación y tal vez no lo tome solo como “que lo quieres complacer”.
4. Tu pareja también puede estar fingiendo
Un estudio en la revista Sexual and Relationship Therapy expone que 25% de las veces los hombres fingen un orgasmo. Los investigadores creen que es porque “se sienten presionados”, ya que el sexo “tradicionalmente así “termina””.