Nosotras.com.mx es el sitio femenino de EL UNIVERSAL que presenta temas de actualidad relevantes para la mujer de hoy: empoderada, segura e independiente
Repítele algo a alguien hasta que lo crea, así fue como a las mujeres nos engañaron durante siglos, inventando mitosdel sexo para reprimir nuestro placer, un derecho que tenemos por naturaleza y que es igual de válido que el de los hombres.
Tristemente algunas de esas mentiras siguen siendo un impedimento para que algunas mujeres vivan su sexualidad con libertad, sin pudor, sin violencia y, principalmente, gozándola sin culpa.
Rompe el círculo, porque para dignificarnos debemos dejar de creernos todas estas mentiras:
Mujer que disfruta es pu… El mito más grande es que las mujeres que gozan su vida sexual son promiscuas, por lo tanto, valen menos y no son dignas de respeto.
Las mujeres no disfrutan el sexo tanto como los hombres: Todo lo contrario, somos los únicos seres vivos que experimentamos multiorgasmos al tener sexo y eso es porque tenemos un órgano llamado clítoris, que su única función es producir placer. En esta COLUMNA hablo más sobre el tema.
Las mujeres no saben sólo tener sexo, se enamoran: Cuando las mujeres tenemos sexo liberamos oxitocina, también conocida como la hormona del amor, que es la responsable de que sintamos afecto por los demás, pero eso no quiere decir que nos enamoramos de todas las personas con las que intimamos.
El sexo es sólo para reproducirse: Las mujeres no tenemos como única misión dar vida y tener sexo para concebir; al igual que los hombres, NOSOTRAS también tenemos derecho de sentir placer.
Las mujeres no deben hablar sobre su sexualidad: Todo lo contrario, hablar, tener dudas, documentarse, informarse y dejar de reprimirse es el comienzo de una vida sexual sana para las mujeres.
La mujer pierde la virginidad al romperse su himen: Otro gran mito que incluso ha sido causa de prostitución en niñas y jóvenes de todo el mundo para comprar esa “pureza”.
El orgasmo sólo se alcanza con la penetración: Si bien el clítoris está en la entrada de la vagina, las mujeres podemos llegar al clímax sin tocar las partes íntimas, pues cada una tiene sus zonas erógenas.
Las mujeres no deben masturbarse: Este mito para controlar el disfrute femenino sigue muy vivo en nuestros tiempos. Nadie mejor que una misma para conocerse y luego compartir con su pareja lo que le gusta y lo que no. Di sí a la autoexploración con disfrute. En esta COLUMNA encontrarás información sobre la masturbación femenina.
Las mujeres embarazadas no pueden tener sexo: El deseo sexual y la libido se elevan durante el embarazo debido a los cambios constantes en los niveles de las hormonas, así que esto no impide que se realice el acto sexual; además hacerlo para nada pone en riesgo al bebé.
La vida sexual de una mujer termina con la menopausia: Ese mito está muy alejado de la realidad, pues la menopausia marca el fin de la vida fértil (reproductiva) de la mujer pero no de su deseo. Aunque al inicio puede presentarse libido bajo o menor lubricación vaginal, el sexo es recomendable en esta edad para mantener una buena salud física y emocional.
Es muy probable que justo después de tener intimidad con una pareja, no te cueste nada de trabajo quedarte dormida. También es probable que la otra persona incluso se duerma antes que tú. Pero, ¿cuál es la causa? ¿Por qué te sientes cansada después del sexo?
Un estudio de 2020 que se publicó en el diario Evolutionary Behavioral Sciences, en el cual se interrogó a un grupo de estudiantes universitarios, se descubrió que las mujeres tienen más probabilidad de quedarse dormidas después del sexo que los hombres. Esa somnolencia aumentaba cuando había un orgasmo.
Por qué te sientes cansada después del sexo
Durante las relaciones sexuales se liberan numerosas hormonas, algunas de las cuales promueven un estado de relajación. Por esta razón es normal y común sentir cansancio, explica la sexóloga Jolene Brighten para el blog de bienestar Poosh.
Se liberan oxitocina, vasopresina, dopamina, serotonina, prolactina, óxido nítrico y endorfinas. Algunas de estas hormonas, como la oxitocina, contribuyen a que nos sintamos más relajadas y cansadas después del sexo, dice la especialista. La oxitocina también se opone a la hormona cortisol, que se asocia con estar alerta y el estrés.
Mientras la oxitocina es considerada la “hormona del amor” y la vasopresina afecta los recuerdos y concentración, la serotonina y las endorfinas mejoran tu humor, de acuerdo con la plataforma Well+Good.
Algunos investigadores teorizan que el semen también contiene sustancias que contribuirían a sentir somnolencia tras las relaciones con penetración o el sexo oral.
No obstante, también es normal sentir lo contrario: un ‘boost’ de energía. Dado que todavía existe una brecha del orgasmo en las parejas heterosexuales, es posible que muchas mujeres no experimenten esa liberación de hormonas relajantes; en su lugar, podrían experimentar la energía previa al clímax, indica Brighten.
Las hormonas liberadas no son el único factor que interviene cuando te sientes cansada después de las relaciones sexuales. Puede influir el ciclo menstrual y el estado emocional de una persona, por ejemplo.
En qué casos el cansancio no es normal
Como ya te dijimos, sentir sueño y cansancio después de las relaciones sexuales no debería preocuparte. Pero deberías acudir con tu médico si ese cansancio se acompaña por otros síntomas como dificultad respiratoria, palpitaciones, mareo y ansiedad.
Cada 8 de agosto se celebra el Día del Orgasmo Femenino, con el fin de combatir los mitos y los prejuicios. Esta fecha nos recuerda la importancia de ejercer nuestro derecho al placer y derribar estigmas que lo impiden.
Todavía existen muchas preguntas sobre el orgasmo, el punto máximo de placer sexual que experimenta una persona.
Día del Orgasmo Femenino: qué son los orgasmos múltiples o multiorgasmos
Ambos términos son bastante explicativos. Tener orgasmos múltiples significa que una persona llega al clímax dos o más veces en un solo encuentro sexual, explica la revista Self.
Esto se puede experimentar de diferentes maneras, pues todas somos distintas y no respondemos igual ante la estimulación. Es posible que alguien tenga varios orgasmos “pequeños” casi seguidos y finalice en uno “grande”, mientras otra persona tenga varios intensos con poco tiempo de diferencia.
De acuerdo con el blog Go Ask Alice! de la Universidad de Columbia, típicamente las mujeres y personas con clítoris y vagina tienen mayor probabilidad de experimentar multiorgasmos.
Sin embargo, no por ser una persona con vagina automáticamente podrás tener orgasmos múltiples. Depende de cómo la persona responde a la estimulación y su deseo de continuar, por mencionar solo algunos factores.
¿Cuántas veces seguidas puede llegar al orgasmo una mujer?
De acuerdo con la plataforma Medical News Today, no existe un número máximo de orgasmos que pueda alcanzar una mujer o persona con vagina durante un encuentro sexual. En este sentido, no hay un límite.
La razón es que resulta muy difícil llevar a cabo estudios de orgasmos con variables controladas. Para empezar, ¿cómo contar el número de orgasmos que una persona experimenta?
Hay encuestas que ponen un número, como la que realizaron los doctores Christine Webber y David Delvin en 2017. Aquí, 2% de las participantes reportaron haber tenido 20 orgasmos durante un encuentro sexual, mientras 8% reportaron más de 10.
Existen maneras de aumentar la probabilidad de multiorgasmos. Por ejemplo, enfocarse en la estimulación del clítoris, incorporar diferentes tipos de estimulación y llevar el encuentro sexual de manera lenta.
Sin embargo, debemos recordar que las relaciones sexuales no se tratan de llegar al orgasmo como si fuera una meta por cumplir o una competencia. Se trata de explorar y disfrutar lo más posible, sin presiones.
Existen diversas razones por las cuales a muchas mujeres se les dificulta llegar al orgasmo. Eso solamente es un problema si ellas lo consideran así; si es el caso, hay maneras de abordarlo con profesionales de la salud.
¿Quieres llegar al clímax más rápido? Existen diferentes prácticas que puedes probar, una de las que podría interesarte es el ‘shallowing’. Esta práctica sexual se ha vuelto cada vez más popular entre quienes buscan intensificar y acelerar sus orgasmos.
NOSOTRAS te decimos todo lo que debes saber sobre esta técnica que puede transformar tus encuentros íntimos.
Qué es el ‘shallowing’
El ‘shallowing’ se basa en una penetración “superficial”, como sugiere su traducción literal. La idea es tener relaciones sexuales con penetración pero enfocándose en los primeros centímetros de la vagina, donde se concentran numerosas terminaciones nerviosas altamente sensibles.
“El ‘shallowing’ consiste básicamente en introducir la punta del pene, los dedos, un juguete sexual o la lengua justo en la entrada vaginal”, afirma Charley Allen, terapeuta matrimonial y familiar de Los Ángeles, para el portal The Knot.
Al centrar la atención en esta zona, se puede lograr una mayor estimulación y, en consecuencia, alcanzar el orgasmo más rápido. Además, “lo que hace que la superficialidad sea placentera es que alimenta la anticipación”, afirma Allen.
‘Shallowing’, una práctica que podría darte orgasmos más rápido
Para la plataforma Well+Good, la sexóloga Marla Renee menciona que la entrada de la vagina es uno de los puntos más sensibles del cuerpo. “El ‘shallowing’ juega con esas terminaciones nerviosas, ayudándote a sentir placer”, detalla.
Uno de los beneficios que tiene esta técnica es que se puede practicar de distintas formas, ya sea sola, en pareja o con algunos juguetes sexuales.
El ‘shallowing’ es una excelente práctica para conocer mejor tu cuerpo y sus respuestas sexuales, según informa el blog de bienestar Poosh. Además, es posible incorporar esta forma de excitación a tu rutina sexual te ayude a experimentar mayor sensación vaginal y vulvar.
“Un estudio de 2021 descubrió que las mujeres que usaban el ‘shallowing’ durante los juegos previos encontraban más estimulante el sexo con penetración más profunda y tenían orgasmos un 25% más fuertes”, dice Cindy Luquin, educadora sexual, para Well+Good.
Cómo hacerlo
Con tu pareja
Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta para el ‘shallowing’ o cualquier práctica sexual es estar bien lubricada. Puedes lograrlo con juegos previos, lo que además hará que tu vagina sea más sensible y disfrutes más del acto sexual.
“[El ‘shallowing’] se puede hacer en la mayoría de las posiciones”, explica la doctora Carol Queen, sexóloga y dueña del Museo de Vibradores Antiguos, para el portal Poosh. “Piénsalo como una especie de coito controlado y relajado en el que no hay tanto movimiento, pero cada movimiento es intensamente placentero”.
La doctora Queen menciona que una de las mejores prácticas de ‘shallowing’ que puedes intentar al principio con tu pareja es frotar la cabeza del pene sobre el clítoris, y de arriba abajo entre los labios como si la inserción fuera inminente, pero deteniéndose y jugando antes de la entrada.
Tú sola
Concéntrate en primero excitarte, esto para que el ‘shallowing’ tenga mejores resultados y no tengas dificultades por falta de lubricación. Recuerda que el chiste es disfrutarlo, no son competencias ni tienes que llegar al orgasmo cada vez que te masturbes.
Usa tus dedos frotando la abertura de tu vagina y unos centímetros dentro de ella, menciona The Knot. “El ‘shallowing es realmente un gran acto de autoexploración y puede hacerse de cualquier manera que te resulte agradable”, menciona el portal.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden generar muchas preguntas y miedos, lo cual lleva a la desinformación. Una duda común es si la sífilis se puede contagiar con un beso. No saberlo puede preocupar a muchas personas, pues los besos son una de las muestras de cariño a las que más recurrimos.
Aunque para algunas ITS como la sífilis el riesgo no sea cero, sí representa un menor riesgo de transmisión en comparación de otras prácticas. A continuación detallamos cómo es que puede ocurrir un contagio.
¿La sífilis se puede contagiar con un beso?
Sí es posible, como reconoce la organización Planned Parenthood; sin embargo, besar es una actividad de bajo riesgo si se compara con la penetración, el sexo oral u otras actividades sexuales. Contagiar la sífilis a través de un beso solo es posible cuando alguien tiene llagas visibles en la boca, como menciona la organización australiana Ending HIV.
La doctora Christine Greves, obstetra y ginecóloga del Winnie Palmer Hospital for Women & Babies, reafirmó para la plataforma Health que los besos representan una actividad de bajo riesgo en comparación con el sexo anal, vaginal u oral.
Se recomienda que una persona con sífilis evite el contacto sexual hasta después de haber recibido un diagnóstico y tratamiento adecuado. Solamente un doctor puede indicarle a la persona si ya es posible volver a besar o tener actividad sexual sin riesgo de contagiar a alguien más.
Existen algunas medidas de prevención que se pueden tomar en cuenta, de manera general, a la hora de besar, como indica la plataforma GoodRx Health. La sífilis no es la única ITS que puede transmitirse de esta manera, aunque el riesgo entre una y otra varía.
No besarse si una de las dos personas tiene heridas abiertas o llagas en la boca.
No morder al besar.
No cepillarse los dientes o usar hilo dental inmediatamente después.
¿Cómo se transmite la sífilis?
La sífilis, de acuerdo con el sitio de la Organización Panamericana de la Salud, es una infección bacteriana que provoca llagas infecciosas e indoloras. Se transmite por contacto, generalmente atribuido a un contacto sexual directo.
Aunque generalmente es tratable con antibióticos fuertes, es importante acudir a un médico que valore y dé un tratamiento pertinente. La sífilis puede ser discreta pero, de acuerdo con el sitio Health, estos son algunos de los síntomas que también pueden presentarse.
Una erupción cutánea.
Fiebre.
Llagas firmes, redondas e indoloras en el sitio de la infección.
Ganglios linfáticos inflamados.
Recuerda que ante cualquier cambio en tu cuerpo puedes acudir a una clínica para una valoración médica por parte de un profesional. Un tratamiento oportuno puede hacer grandes diferencias.
En medio de la intimidad puede ocurrir que el condón… ¿desaparezca? Posiblemente los trucos de magia no son una buena actividad mientras tienes relaciones sexuales, pero tranquila, no eres la única a la que le ha pasado y por eso hoy te decimos qué hacer si el condón se queda atorado.
Es comprensible que, además de ser un momento incómodo, cause preocupación. Sin embargo, esta situación tiene solución y puede resolverse, por lo que debes reaccionar con calma. Por eso, NOSOTRAS te decimos qué hacer si el condón se queda atorado y cómo evitar esta situación en el futuro.
Recuerda que mantener la calma y actuar con prontitud son las claves para resolver cualquier inconveniente durante el uso del condón, asegurando así una experiencia íntima, segura y placentera.
Qué hacer si el condón se queda atorado
¿Cómo sabes si el condón se quedó atascado? La forma más clara y evidente de determinarlo es si no lo encuentras después de que tu pareja lo haya usado. Pero, aun si no se dieran cuenta de eso, con el paso de las horas podrían presentarse síntomas como secreción anormal, sangrado y dolor pélvico, menciona el portal Health.
Aunque un condón olvidado no representa un peligro extremo para tu salud como lo sería un tampón dejado ahí por demasiado tiempo, sí puede ser una fuente de infección. Por lo tanto, dejarlo ahí no es una opción.
Según Health, el condón solo puede llegar hasta el cérvix. La vagina se conecta con el cérvix, pero éste solo se abre durante el parto o procedimientos médicos, por lo que la extracción del condón será relativamente sencilla.
Cómo quitar un condón atorado
Lo primero que debes hacer es no entrar en pánico. Si tienes la posibilidad de visitar de inmediato a tu ginecóloga o acudir al médico sería lo ideal. Sin embargo, también puedes sacarlo tú misma.
Asegúrate de lavarte bien las manos.
Una vez que tengas tus manos limpias, siéntate en cuclillas o recuéstate boca arriba con las piernas elevadas en forma de “V”.
Lubrica tus dedos con agua o lubricante artificial.
Relájate y respira profundo, es momento de buscar el condón.
Busca el condón a tientas dentro de tu vagina. Éste no pudo ir lejos, así que tranquila.
Health aconseja utilizar, con mucho cuidado, un movimiento similar al de un gancho para sacar el condón.
Saca con calma el condón, lo que menos queremos es romperlo y que deje pedazos dentro de ti.
Si no sentiste el condón y el intento de la extracción falló, “es posible que el condón esté amontonado cerca del cuello uterino”, menciona Alyssa Dweck, ginecóloga y autora radicada en Nueva York para el HuffPost. “Se trata de una situación bastante habitual”.
Durante el día puedes llamar a tu ginecóloga para que te dé una cita y te ayude a sacar el condón. La doctora Dweck menciona que el procedimiento es similar a una prueba de Papanicolaou.
Evita intentar solucionarlo con objetos punzantes o instrumentos improvisados, ya que podrías lesionarte seriamente. Los profesionales de salud están capacitados para manejar este tipo de situaciones de manera segura y discreta.
En caso de que el condón se haya quedado atorado en el ano, el doctor Joseph Frankhouse, miembro de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Colon y Recto en Portland explica para HuffPost que el primer paso es ver si alguno de tus dedos puede encontrar el borde y sacarlo.
En caso de que esto no funcione, el doctor Frankhouse explica que tu cuerpo lo eliminará en la siguiente evacuación intestinal. También es altamente recomendable acudir directamente al médico para que te ayuden con la extracción.
Qué debes hacer después de sacar el condón
Si el condón se ha salido y no estabas usando otro método anticonceptivo, es importante tomar anticonceptivos de emergencia rápidamente.
La píldora del día después es una opción segura y efectiva para prevenir el embarazo hasta 5 días después de las relaciones sexuales sin protección. Su efectividad es más alta mientras más pronto la tomes.
Por otro lado, es altamente recomendable hacerte una prueba médica en caso de que no estés segura si tu pareja tiene alguna ITS.
Tips para evitar accidentes
Algunas formas sencillas de evitar que el condón vuelva a quedar atorado es asegurándote de que tu pareja se retire correctamente. Explícale que debe sujetar la base del condón si la erección comienza a disminuir, menciona Health.
Otro tip es colocar el preservativo correctamente. Puede que esto suene muy cliché, pero es una realidad de que tu pareja debe utilizar de forma correcta el condón, escogiendo un tamaño adecuado y ajustándolo de forma adecuada.
Por último, el lubricante puede ser una gran opción para evitar accidentes. Aplicar un lubricante adecuado reduce el riesgo de que el condón se atasque, explica Health.
Hablemos de un tema importante y a menudo ignorado: el dolor después de las relaciones sexuales. Si alguna vez te has sentido incómoda o has experimentado dolor después del sexo, no estás sola.
Las relaciones sexuales, en general, NO deben doler. Las relaciones sexuales se deben disfrutar y por nada del mundo deben deben convertirse en experiencias desagradables. Sin embargo, a veces pueden surgir dolores, ya sea durante o después del sexo, lo cual es indicativo de que algo más está ocurriendo.
NOSOTRAS te explicamos algunas razones por las cuales podrías experimentar dolor después de las relaciones sexuales.
Dolor durante y después del sexo
El dolor durante y después del sexo tiene causas muy diversas. Sin embargo, es importante destacar que el momento en que se experimentan estos dolores puede indicar diferencias significativas en su origen.
El dolor después del sexo puede estar vinculado con problemas como infecciones vaginales o falta de lubricación, pero no son las únicas posibilidades.
Sea cual sea el caso, y si los dolores persisten por días o se hacen presentes cada vez que terminas de tener relaciones sexuales, lo mejor es que visites a tu médico o ginecóloga para que te haga un seguimiento.
¿Dolor después de las relaciones sexuales? 6 posibles razones
Estas son algunas posibles razones del dolor tras las relaciones sexuales, pero cada una de ellas puede acompañarse de otros síntomas. Busca atención médica para recibir un diagnóstico.
1. Sequedad vaginal
La sequedad vaginal es una causa común de dolor durante y después del sexo. Si no tienes suficiente lubricación, la fricción durante la penetración puede ser más intensa y causar irritación en la mucosa vaginal. Esto puede resultar en molestias y dolor después de la actividad sexual, menciona el portal Health.
La sequedad vaginal no solo se da por falta de lubricante artificial o excitación insuficiente antes del coito. Si recientemente tuviste un bebé o estás amamantando, los cambios hormonales disminuyen la cantidad de estrógeno en tu cuerpo, provocando la falta de lubricación vaginal, explica el medio de salud Health.
Puedes recurrir al uso de lubricantes (aquí te explicamos cómo elegir el mejor para ti) y también plantearte si algo está ocurriendo en materia de deseo sexual o excitación, para tomar medidas a partir de ahí.
2. Endometriosis
La endometriosis es una afección en la que un tejido cuya función es revestir el útero, crece fuera de él, causando inflamación en los ovarios, cuello uterino y las trompas de Falopio.
Este padecimiento puede causar dolor después de las relaciones sexuales, debido a que la endometriosis causa sensibilidad en los tejidos, espasmos musculares, además de dolores pélvicos, menciona Médica News Today.
3. ITS
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden causar molestias después del sexo, provocando inflamación vaginal, menciona Health. Este tipo de infecciones también puede dar resultado a una secreción anormal o ardor al orinar.
Es crucial tratar las ITS sin demora para evitar que afecten tu salud. Recuerda que el condón es el anticonceptivo que también te puede proteger contra una ITS.
4. Problemas subyacentes intestinales o urinarios
Los problemas urinarios o intestinales pueden ser una de las razones por las cuales el dolor después de las relaciones sexuales se presenta.
El sistema urinario también puede causar dolor después del sexo, explica Medical News Today. La vejiga se encuentra justo delante del útero, y la relación sexual a veces puede irritarla.
Esto es particularmente evidente cuando alguien experimenta una infección del tracto urinario, generando dolor y presión en la pelvis y el sistema urinario.
Por otro lado, los problemas con el sistema digestivo pueden causar estos dolores. La constipación y los gases son dos causas comunes del dolor después del sexo, explica Medical News Today. El síndrome del intestino irritable es otra de las causas.
5. Infecciones vaginales
Las infecciones vaginales por hongos también pueden provocar inflamación, lo cual puede significar dolor tras las relaciones sexuales con penetración.
6. Uso de productos irritantes
Existen productos con fragancia, como las duchas vaginales, que pueden provocar irritación y derivar en dolor después del sexo. Recuerda que tu vagina tiene la capacidad de limpiarse a sí misma, no necesitas introducir productos adicionales.
Para la mayoría de las mujeres, en términos de placer sexual el clítoris es la parte más importante del cuerpo; estimular el clítoris es la manera más sencilla y rápida de llegar al orgasmo, solas o en pareja.
Hoy en día sabemos lo maravilloso de este órgano cuya única función es experimentar placer, aunque por mucho tiempo la sexualidad femenina fue un tema tabú y que se asociaba exclusivamente con la reproducción.
Hoy NOSOTRAS te contamos lo básico que debes saber sobre la estimulación del clítoris.
Dónde está el clítoris
Como la Asociación Sueca para la Educación Sexual explica, el clítoris forma parte de la vulva, los genitales externos de la mujer. Es un órgano de tejido eréctil, con muchísimas terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos.
La parte visible del clítoris se encuentra donde la parte superior de los labios internos se unen; lo que normalmente se puede ver es el prepucio del clítoris, que cubre su glande o cabeza. Tan solo el glande contiene entre 6,000 y 8,000 terminaciones nerviosas, más que ninguna otra parte del cuerpo humano.
El clítoris es más grande de lo que parece, pues en su mayor parte no se puede ver. Debajo del prepucio, el glande da paso al cuerpo del clítoris, que se divide en dos “pilares” que encierran la uretra y la vagina; varían en longitud y parecen una “V” invertida.
Adyacente a cada uno de los pilares hay un área bulbosa de tejido eréctil, los bulbos vestibulares, que encierran las paredes vaginales a cada lado.
Cómo estimular el clítoris con los dedos
Así como todos los cuerpos son diferentes, lo que gusta a cada una de nosotras puede variar muchísimo. Hay mujeres que prefieren la estimulación suave y lenta, mientras otras prefieren que sea más intensa y rítmica.
La masturbación es la manera mediante la cual puedes conocer tu cuerpo, las sensaciones que te dan placer y cómo llegar al orgasmo. Es una actividad que debe disfrutarse poco a poco y que no necesariamente trae respuestas al primer intento; como recomienda la Asociación Sueca para la Educación Sexual, lo mejor es no rendirse ante ninguna forma de estimulación demasiado rápido porque sus sensaciones pueden intensificarse después de un rato.
No hay una sola manera correcta de provocar placer mediante el clítoris, así que prepara tu atmósfera, explora con calma y usa tu imaginación (con o sin estímulos extra).
Puedes empezar con toques indirectos, si no quieres empezar inmediatamente en la zona visible del clítoris. Como recomienda la terapeuta Casey Tanner para Self, puedes explorar los pliegues naturales de los labios para masajear indirectamente la zona que abarca el clítoris.
Otra opción para comenzar es colocar tu mano sobre toda la longitud de tus labios, para crear presión, rozar y ondular la mano para provocar sensaciones; puedes añadir presión conforme aumenta la excitación. También es posible estimular por debajo de donde se encuentra el prepucio (el “botón” que muchas ubicamos) y frotar con dos o cuatro dedos acomodados en forma de “V”.
Para estimular el “botón”, de acuerdo con la plataforma MasterClass, puedes usar tus dedos para rozar en pequeños círculos concéntricos: toca con tus dedos alrededor del prepucio, pellizca esta zona muy suavemente y tira de ella hacia arriba y abajo.
Más maneras de estimular el clítoris
1. Con juguetes sexuales
Existe una enorme variedad de juguetes sexuales que tienen como principal propósito la estimulación del clítoris. Por ejemplo, los succionadores son juguetes que avientan aire para que se sienta una pequeña succión. También hay juguetes estimuladores con diferentes patrones de movimiento e intensidades.
La mayoría de los juguetes para estimular el clítoris son de uso externo, por lo cual resultan todavía más amigables para principiantes.
2. Mediante sexo oral
Cuando estás con una pareja, esta es una manera de estimular el clítoris para llegar al orgasmo. Hay mucho por explorar, no solo en cuanto a la intensidad de la estimulación sino la manera en que se hace: con besos, succionando o recorriendo con diferentes partes de la lengua.
3. Con posiciones sexuales
Existen posiciones sexuales con penetración que facilitan la estimulación del clítoris. Entre ellas se encuentra la posición de vaquera, como indica el portal especializado Bad Girls Bibble.
Otro gran ejemplo es la técnica de alineación coital, una posición que se parece a la de misionero pero tiene diferencias clave. Para empezar, tu pareja debe acomodar su cadera un poco más arriba de lo que haría con la posición de misionero. En lugar de “meter y sacar” (es decir, moverse hacia adelante y atrás), tiene que mover su pelvis hacia abajo y arriba.
4. Prueba la masturbación guiada
Existen diversas plataformas de audios eróticos, como Quinn. En este tipo de plataformas se incluyen sesiones de masturbación guiada, además de contenido que puede ayudar a crear una atmósfera o dar rienda suelta a tus fantasías.
Todas sabemos lo difícil que puede ser llegar a la menstruación pues, aunque parecen unos pocos días, para muchas de NOSOTRAS pueden sentirse eternos debido a molestias como los cólicos. Además de los medicamentos de venta libre para el dolor, existen maneras de bajar los cólicos menstruales con remedios caseros.
Mientras que algunas mujeres presentan dolores leves e incluso imperceptibles, el dolor acompaña a más de la mitad de las mujeres en su ciclo menstrual, según Everyday Health.
Cómo bajar los cólicos menstruales con remedios caseros
Estas son algunas opciones sencillas que pueden ayudarte a aliviar los cólicos, ya sea inmediatamente o a largo plazo.
Si tus cólicos son demasiado intensos (hasta volverse incapacitantes, por ejemplo), es importante acudir con tu médico pues podrían ser indicio de una condición de salud específica. También debes ir si de pronto tus cólicos se vuelven más fuertes, de manera que resulta extraño en ti.
1. Masaje con aceites
Puede que este sea un remedio que tu mamá o abuelitas te han dado, por eso hemos decidido empezar con él.
Investigadores de Current Pharmaceutical Biotechnology encontraron que la canela y el jengibre son eficaces contra los cólicos.
Los extractos de plantas pueden ser otra excelente opción para mejorar esos dolores. Masajea la piel de tu abdomen formando patrones circulares con los aceites esenciales diluidos (nunca en forma pura) durante 15 minutos.
Los aceites que el portal Health también recomienda para este remedio casero son hinojo, lavanda, menta, salvia o aceite de rosas.
Te recomendamos diluir los aceites esenciales en aceites portadores, esto para evitar irritaciones.
2. Aplica compresas calientes
Según el portal Health, aplicar calor en la parte inferior de tu abdomen o espalda baja ayuda a aliviar los cólicos menstruales. El calor superficial aumenta el flujo sanguíneo, ayudando a reducir la retención de líquidos e hinchazón.
“El útero es un músculo, por lo que cualquier cosa que ayude a relajar los músculos, como aplicar calor, puede ser beneficiosa”, dice la doctora Jackie Thielen, especialista en la salud de la mujer, en Everyday Health.
Aplica una compresa de agua caliente o una toalla húmeda caliente sobre tu abdomen, dejándola por algunos minutos a hasta que se enfríe. Repite las veces que sea necesario.
Estudios publicados por Evidence-Based Nursing mencionan que el calor puede ser tan eficaz como el ibuprofeno para los cólicos menstruales.
3. Alcanza el orgasmo
Puede que creas que con este remedio te estamos tomando el pelo, pero, ¡es real! Un orgasmo puede ayudar a tus cólicos.
Durante el orgasmo, tu útero se contrae por algunos segundos, esto ayuda a que los impactos de los dolores menstruales sean menores. De igual forma los orgasmos, al igual que el ejercicio, liberan endorfinas y algunas otras hormonas que ayudan a aliviar el dolor.
4. Posturas de yoga
Una práctica regular de yoga puede ayudar a aliviar los dolores menstruales. Este tipo de ejercicios hacen que tus músculos se estiren y flexionen, creando un efecto relajante en todo el cuerpo.
Según Everyday Health, un estudio realizado a 20 estudiantes universitarias que realizaron un programa de yoga de una hora, una vez a la semana durante tres meses, tuvieron menos cólicos que otras mujeres que no lo hicieron.
Tampoco tiene que ser solamente yoga. Se cree que hacer ejercicio de 45 a 60 minutos, tres veces a la semana y sin importar la intensidad, puede reducir el dolor.
5. Mejora tu dieta
La dieta, como siempre, es una de las principales razones por la que nuestros cuerpos reaccionan de cierta forma. Mejorar tu alimentación puede ser una excelente opción para reducir los dolores menstruales.
Medical News Today menciona que una dieta balanceada y rica en omega-3, en frutas, vegetales y nueces ayuda a que tu cuerpo esté hidratado.
El magnesio tambien ayuda a a aliviar el dolor de los colicos menstruales, menciona la doctora Thielen. Si deseas consumirlo de forma natural, te recomendamos implementar alimentos como frijoles, espinacas y yogur en tu dieta.
Es importante evitar el alcohol, la cafeína, los alimentos muy procesados o la comida muy salada.
La posición sí importa cuando de placer se trata. Encontrar la posición ideal para estar cómodas y llegar al éxtasis es importante. Si bien existen muebles para ayudar a lograrlo, una opción también son las almohadas sexuales.
Están diseñadas para dar soporte distintas partes del cuerpo mientras tú te enfocas únicamente en disfrutar del momento con tu pareja. Además de ayudarte a ti, puede ayudar a tu pareja a obtener una posición que les resulte placentera a ambas partes, su versatilidad las hace ideales.
¿Qué son las almohadas sexuales?
Una almohada sexual es, literalmente, una almohada diseñada para mejorar el ángulo de diferentes posiciones sexuales que además puede reducir el dolor de cuello y espalda, como menciona el sitio MasterClass.
A diferencia de una almohada convencional, normalmente están hechas de espuma de alta densidad que mantiene su forma. Suelen ser resistentes al agua y brindan la facilidad de un lavado fácil.
También son fáciles de usar. Puedes emplearlas con algunos juguetes para mejorar la experiencia, aunque algunas de ellas incluso tienen una función de vibración.
Existen diferentes tipos de almohadas sexuales entre las que puedes elegir, no todas tienen la misma forma ni sirven para la apoyar la misma parte del cuerpo. A continuación te presentamos algunas.
De cuña. Tiene una forma triangular y puede ayudar a elevar cadera y glúteos. Es la forma más clásica de almohada sexual.
Rampa. Es larga y triangular, tiene una pendiente gradual y pronunciada para brindar apoyo al cuerpo en las posiciones más complejas. Ayuda a compensar la diferencia de altura con tu pareja en algunas ocasiones.
Media luna. Se usa principalmente para dar soporte en las caderas durante las posiciones inclinadas.
Cilindro. Puede aportar movimientos giratorios a una variedad de posiciones o simplemente agregar soporte a las rodillas y las caderas.
“Sinceramente, todos los cuerpos pueden beneficiarse… las almohadas sexuales te permiten jugar con todo tipo de posiciones” menciona la educadora sexual Ashley Manta para Refinery29.
Formas de usar una almohada sexual que amarás
Según informa WebMD, amar estas almohadas es muy fácil porque mejoran la experiencia sexual al brindar soporte y apoyo al cuerpo. Hay infinitas formas de agregar la almohada a tu dormitorio, puedes hacerlo combinándolas con posiciones como las siguientes.
Para el sexo oral, con una almohada de cuña puedes ayudar a tus caderas a acomodarse y estar más accesible, reduciendo la tensión en el cuello.
En una posición clásica como la de perrito, se puede colocar una almohada sexual debajo de las caderas de la persona que recibe, para tener un mejor apoyo. Con un cojín cilíndrico, la experiencia podría potenciarse al obtener un movimiento oscilatorio extra.
Elevar las piernas mucho podría ser un desafío para muchas personas sin una almohada sexual. Poner una en forma de cuña debajo de las caderas aliviará la presión en la zona lumbar.
Incluso pueden usarse en la masturbación: por ejemplo, una almohada de media luna con un juguete puede ser el soporte ideal para conseguir un buen momento de placer.
¿A quién no le gusta viajar? Explorar nuevos lugares, culturas y experiencias es de los muchos placeres de la vida. Pero salir de casa por varios días no significa dejar a un lado otro tipo de placeres y dejar bajo llave la diversión de tus juguetes sexuales. Por eso hoy te mostramos 5 de los mejores juguetes sexuales para viajar.
Puede que pienses que es demasiado viajar con ellos, pero los juguetes compactos y discretos pueden ser tus mejores compañeros cuando decides tomarte algunos días de vacaciones, ayudándote a mantener la chispa y el placer, sin importar dónde te encuentres.
NOSOTRAS te presentamos 5 de los mejores juguetes sexuales para viajar que combinan portabilidad, discreción y eficacia.
5 de los mejores juguetes sexuales para viajar
1. Sona 2 Travel
La marca Lelo se destaca en el mercado de los juguetes sexuales por su tecnología y diseños tanto sofisticados como discretos, además de una alta calidad. El estimulador de clítoris petite Sona 2 Travel está para proporcionarte una asistencia orgásmica inmediata a donde vayas.
Si quieres escaparte en un viaje de sensaciones profundas e intensas, utiliza sus ondas sónicas como un boleto a una experiencia total. Puedes conseguirlo en la página oficial de la marca o con distribuidores autorizados.
2. Bala vibradora Kiki De Montparnasse
El Étoile Bullet es una versión mejorada de los clásicos vibradores tipo bala. Su fabricación de acero inoxidable y el chapado en oro hace éste un juguete tan eficaz como bonito.
Este vibrador es silencioso, potente y resistente al agua; lo que lo hace una de las mejores opciones para llevarlo de viaje contigo. Consigue el Étoile Bullet en el portal de Neiman Marcus.
3. Lelo Dot Travel
Este estimulador de clítoris es una de las mejores opciones por su tamaño compacto diseñado para caber en cualquier bolso, monedero o maleta sin dejar de ofrecer espectaculares sensaciones orgásmicas.
Discreto y preciso, cuenta con la tecnología Infinite Loop, que cambia de posición la punta del juguete para ofrecer diferentes sensaciones. Tiene 8 modos de vibración y diversas intensidades.
4. Blendy
Es tan fácil de transportar como un ‘beauty blender’ de maquillaje. Se trata de un vibrador clitorial hecho con silicona de grado médico que es súper suave, pero también súper potente. Lo consigues en el sitio web de Platanomelón.
5. Hula Beads
Compactos y potentes, este huevo vibrador con mando a distancia ofrece una experiencia manos libres que conduce a sensaciones nunca vistas, además de tener el tamaño perfecto para caber en tu equipaje de mano.
Consejos para viajar con tus juguetes sexuales
Asegúrate de que tus juguetes estén bien empaquetados y colocados de manera discreta en tu equipaje. Utiliza bolsas o estuches diseñados específicamente para juguetes sexuales, para mantenerlos protegidos y limpios.
Antes de viajar, verifica las regulaciones del país al que te diriges. Algunos lugares tienen restricciones sobre los juguetes sexuales, por lo que es importante estar informado para evitar problemas en la aduana.
Si tus juguetes funcionan con baterías, asegúrate de llevar baterías de repuesto. Para los juguetes recargables, no olvides empacar los cargadores necesarios y considerar adaptadores de enchufe si viajas a otro país.
Elegir el lubricante adecuado para la actividad sexual que vas a realizar puede resultar muy importante para una práctica responsable y segura. Hoy NOSOTRAS te decimos qué tipo de lubricante es mejor usar con un condón.
Los lubricantes se pueden utilizar para ayudar a que los actos sexuales, como el coito o el uso de juguetes sexuales, sean más placenteros y seguros, menciona la plataforma Clue.
Y, aunque para muchas personas sea un estigma comprar y usar lubricantes, no debes avergonzarte en absoluto. Te decimos el mejor lubricante para usar con condón, porque existe más de un tipo de lubricante y no todos se usan para lo mismo.
Por qué es importante usar lubricante
Como explica Clue, algunas mujeres pueden experimentar sequedad vaginal por diferentes razones, y como resultado hay molestias o dolor durante las relaciones sexuales.
La función del lubricante es, precisamente, prevenir y erradicar molestias durante el coito o cualquier actividad sexual en la que experimentes dolor. Recuerda que las relaciones sexuales se deben disfrutar y no sufrir.
Los lubricantes reducen la fricción, ya sea fricción de piel con piel o látex con piel. Además de que esta herramienta ayuda a intensificar las sensaciones en cualquier actividad sexual, explica Cornell Health, Unidad de Salud de la Escuela de Medicina en la Universidad de Cornell.
Usar lubricantes reduce la posibilidad de que el condón se rompa, además de prevenir irritación o el rompimiento de la piel.
En el contexto de las relaciones sexuales anales, el uso de lubricante es crucial debido a que la cavidad anal fisiológicamente carece de un flujo natural. En el sexo vaginal, el flujo que produce tu propio cuerpo puede lubricar la piel; la excitación mediante el llamado juego previo facilita este proceso.
Qué tipo de lubricante es mejor usar con un condón
Existen diferentes tipos de lubricantes que ayudan a practicar relaciones sexuales de forma segura y placentera: los que tienen base en silicona, los de agua y los de aceite. Pueden usarse de manera independiente a los que vienen incluidos en los condones.
1. Lubricantes a base de agua
Los lubricantes a base de agua son considerados los más seguros. Estos lubricantes son suaves con la piel, previniendo irritaciones, y no dañan el látex de los condones.
2. Lubricantes de silicona
Los lubricantes a base de silicona tienen mayor tiempo de vida durante el sexo, a diferencia de los de agua. Además de que la mayoría de las mujeres mencionan que la textura de la silicona es más placentera que el aceite o agua.
Otro gran punto a favor de los lubricantes a base de silicona es que la puedes ocupar con todos los tipos de condones o cualquier tipo de producto en látex. Este tipo de producto es excelente para el sexo anal.
Sin embargo, los lubricantes de silicona no se recomiendan con los juguetes sexuales que son del mismo material.
3. Lubricante de aceite
Los lubricantes a base de aceite pueden ser una buena opción para masturbación, pero no se recomiendan para las relaciones sexuales con pareja, explica la Universidad de Cornell.
El aceite deja una capa en la vagina o el recto, siendo un punto de infección donde las bacterias pueden desarrollarse con mayor facilidad. Los lubricantes a base de aceite pueden romper los condones de látex, reduciendo su efectividad.
La mejor opción son los lubricantes a base de silicona por su amplio espectro en el uso, además de ser amigable con cualquier tipo de producto a base de látex. Por otro lado, los lubricantes a base de agua pueden ser otra buena opción si es que buscas algo más natural y amigable con la piel.
Cómo usar correctamente el lubricante
Usar lubricante es bastante sencillo. Solo se debe frotar lubricante en la parte exterior del condón antes de que tu pareja se lo coloque. Una vez puesto, también se puede agregar algunas gotas más en la punta o largo del pene, explica la organización Planned Parenthood.
De igual forma, puedes aplicar lubricante directamente en tu vulva o ano. Recuerda que no existe una cantidad correcta o incorrecta de lubricante, lo que debes tener en cuenta es sentirte cómoda y segura.
Cuando lees la palabra ayuno, seguramente lo primero que se te viene a la mente es dejar de comer por cierto periodo de tiempo. Pero, ¿ayuno sexual? Puede que ya tengas una idea de lo que trata esta práctica, la cual ha dado mucho de qué hablar en los últimos años.
El ayuno sexual puede presentarse como una opción viable y efectiva para muchas parejas. Al adoptar esta práctica, hay quienes han descubierto que pueden experimentar una serie de mejoras significativas en diversos aspectos de sus vidas.
Y, aunque para muchas parejas puede ser un desafío, NOSOTRAS te contamos los beneficios para ayudarte a formar tu propia opinión.
Qué es el ayuno sexual
El ayuno sexual se ha vuelto popular en los últimos años porque varios famosos han compartido sus experiencias con este “nuevo” método de abstinencia.
Kourtney Kardashian y Travis Barker, además de la cantante Ciara, son algunas de las parejas de celebridades que han hablado sobre los beneficios del ayuno sexual en sus relaciones.
El ayuno sexual consiste en pausar las relaciones sexuales durante un periodo de tiempo. Este tipo de ayuno puede significar no tener relaciones sexuales en absoluto, o solo abstenerse a ciertas prácticas sexuales, menciona Rachel Sacks, escritora del blog sexual Hims.
No es ningún reto viral ni tiene que ser un juego, sino se trata de un reinicio y una pausa para “resetear” la vida sexual, como explica la plataforma de bienestar Well+Good.
Existen muchas razones por las que decidas no tener relaciones sexuales y todas son válidas, puesto que lo único importante debería ser tu satisfacción y bienestar. Independientemente de eso, se cree el ayuno sexual trae consigo beneficios, tanto personales como en pareja.
Los beneficios del ayuno sexual
Como lo mencionamos antes, el ayuno sexual consiste en la abstinencia total o parcial de las relaciones sexuales. Esta práctica podría tener beneficios que seguramente encontrarás interesantes.
Además de que puede mejorar la claridad mental, pues al tomarte un tiempo de las relaciones sexuales, puedes reflexionar sobre tus deseos y necesidades en las relaciones. Este periodo de introspección puede llevarte a una mayor autoconfianza y autoconocimiento.
Se cree que la abstinencia puede ayudar a que, cuando decidas regresar a las prácticas sexuales, éstas sean más intensas y satisfactorias.
“Sacar el sexo de la mesa puede recargar tu capacidad de sentir cosas; aumentando tu sensibilidad a las sensaciones encarnadas y permitiendo una experiencia mucho más intensa”, explica Marianne Johnson, psicoterapeuta y consejera, para Dazed.
Un ayuno sexual puede ayudar a que diversos temas de la relación puedan ser abordados, como la conexión emocional y energética. Descansar de las relaciones sexuales puede ayudar a reavivar la pasión y el deseo.
No es que mágicamente el sexo vaya a ser más placentero, sino que puede tratarse de una oportunidad para mejorar la comunicación y trabajar en la relación.
Cómo realizar un ayuno sexual y cuándo es útil hacerlo
“Debido a las formas en que el sexo está relacionado con el deseo y la atracción en nuestra cultura, es muy importante que el ayuno sexual en cualquier pareja sea una decisión de mutuo acuerdo”, menciona Laurie Mintz, psicóloga autorizada, terapeuta sexual y autora, en la plataforma de bienestar Well+Good.
Es importante que esta conversación sea de dos y la honestidad esté a flor de piel, pues al contrario podría causar malos entendidos en un futuro, poniendo en riesgo la relación.
No existe un momento específico para que empieces el ayuno sexual. Pero si hay algunas señales, las cuales podrán significar que esta abstinencia podría ser útil para ti, tu pareja o para la relación.
Si has sentido cierta ansiedad por las relaciones sexuales o han acudido a terapia por alguna razón similar, puede que el ayuno sexual sea una buena opción para comentarle a tu terapeuta.
Otra posible señal es cuando alguno de los dos experimenta disfunción sexual, “abstenerse de tener relaciones sexuales puede ser útil para esta problemática”, explica Marianne Johnson para Dazed. “Puede ser un alivio poder volver a conectarse con lo que le excita, sin el temor de que si comienza a tener contacto sexual se ‘espera’ que tenga sexo con penetración”.
El uso frecuente de la pastilla del día siguiente plantea preocupaciones sobre su seguridad y efectividad ya que, como sabemos, su uso es de emergencia. Pero, ¿es malo usarla varias veces? ¿Cuánto es el máximo?
Conocer el uso adecuado de la pastilla del día siguiente y de cualquier método anticonceptivo, es esencial para tomar decisiones informadas y cuidar tu salud reproductiva.
Es por ello que NOSOTRAS queremos compartirte la información necesaria si has tenido dudas sobre el uso de la pastilla del día siguiente.
¿Cómo funciona la pastilla del día siguiente?
La pastilla del día siguiente es un método anticonceptivo de emergencia que no requiere receta médica. El portal de medicina WebMD explica que este método previene un embarazo, lo hace después de haber tenido relaciones sexuales.
Debes consumir la pastilla del día siguiente dentro de las primeras 72 horas posteriores a las relaciones sexuales.
Existen diferentes tipos de pastillas de emergencias; algunas detienen o retrasan la ovulación, mientras otras bloquean los efectos de las hormonas clave para lograr un embarazo.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, la efectividad de la pastilla del día siguiente puede ser del 90% si se toma en las primeras 24 horas posteriores a las relaciones sexuales.
¿Cuántas veces puedo tomarme la pastilla del día siguiente?
Puedes consumir la pastilla del día siguiente las veces que lo requieras y esto no afectará su eficacia, ni causará efectos secundarios graves a largo plazo, como aclara la organización Planned Parenthood.
Una de las creencias más comunes es la infertilidad por el uso constante de la pastilla, pero esto es totalmente falso.
Pero, aunque la píldora del día después no repercute gravemente en tu salud, debemos recordar que es un método de emergencia.
Existen métodos anticonceptivos que son más efectivos y costeables para su uso regular, como los condones, la pastilla anticonceptiva o el dispositivo intrauterino.
La realidad es que también existen efectos secundarios con el uso de este método de emergencia, los cuales pueden ser bastante molestos; por lo tanto, es recomendable usarla solamente en casos específicos y necesarios.
Los efectos secundarios de la pastilla de emergencia
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) menciona que algunos de los efectos secundarios que podrías presentar son náuseas, vómito, dolor de cabeza, dolor en las mamas, mareo y fatiga. En caso de vomitar, deberás tomar la pastilla nuevamente.
Recuerda que la pastilla del día siguiente es un método de emergencia, por lo tanto, es mejor tomarla solo cuando en verdad sea necesaria.
A pesar de que no exista un impacto significativo a la salud, la mejor decisión será dejar pasar un tiempo considerable antes de usarla nuevamente.
Casi todas las personas sexualmente activas van a contraer Virus del Papiloma Humano alguna vez en su vida. Sin embargo, todavía existe un estigma hacia quienes reciben este diagnóstico. A la profesora de inglés Diana Rodríguez, de 25 años, un doctor la juzgó por tener VPH.
Diana buscó a este doctor cuando ya tenía un diagnóstico, para recibir más información sobre cómo se manifiesta el virus y qué riesgos implica; él se enfocó en preguntar cuándo había ella iniciado su vida sexual y cuántas parejas había tenido.
El término Virus del Papiloma Humano se refiere a un grupo que abarca más de 240 tipos de virus, indica la Organización Panamericana de la Salud. De estos virus, 15 están relacionados con el cáncer de cuello uterino, vagina, vulva, ano y orofaringeo (de la parte posterior de la lengua, paladar, garganta y amígdalas).
El VPH se puede transmitir mediante contacto sexual de piel a piel, indica la organización Planned Parenthood; no es necesario que exista penetración para que se transmita.
‘Me sentí sucia’
“Desde los 19 años, que comencé con mi vida sexual, yo comencé a ir con mi ginecóloga para que me orientara sobre anticonceptivos”, cuenta Diana. “Se me hizo una costumbre acudir a revisión por lo menos dos veces al año”.
Fue por esta costumbre que le diagnosticaron el Virus del Papiloma Humano de manera temprana. “Realmente yo no tuve ningún síntoma”, aclara. Sin embargo, tenía lesiones internas que indicaron de manera inicial la presencia del virus.
La ginecóloga fue profesional al dar la noticia y le explicó a Diana de manera general en qué consistía esta condición. “No supe cómo reaccionar porque no conocía mucho sobre ello, sabía que era una enfermedad. Lo primero fue que me sentí sucia, como que realmente no me cuidé, y me sentí muy mal en el sentido de que mi vida ya no iba a ser la misma”.
Muchos tipos de VPH, incluyendo algunas cepas de alto riesgo, no presentan síntomas; algunos tipos de virus producen verrugas genitales.
Es posible que pasen varios años y la persona experimente síntomas hasta que existan cambios en sus células y se desarrolle un cáncer. El tipo de cáncer que se presenta más comúnmente es el cervical.
‘Ya no lo hagas tan seguido’
Diana tiene una tía que desde hace mucho tiempo trabaja en una farmacia, y después de recibir el diagnóstico se acercó a ella para hablar sobre el tema. Era alguien de su confianza, a quien el resto de la familia también acudía cuando tenía problemas de salud.
“Lo hice en busca de que me brindara más información porque realmente yo no conocía demasiado sobre ello, le platiqué mi situación y ella a su vez le platicó a un doctor que trabajaba con ella. Ahí fue cuando sentí esa parte del juicio”.
Para sorpresa de Diana, la reacción de su tía y del doctor fue completamente contraria a lo que esperaba. “Lo primero que él preguntó era con cuántas personas yo me había involucrado sexualmente, y que desde cuándo había iniciado mi vida sexual”, relata.
Vivir con Virus del Papiloma Humano NO significa que tuviste relaciones con muchas personas. Puedes contagiarte incluso durante tu primera relación sexual, de acuerdo con el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido.
Lo que siguió fueron algunos comentarios del tipo “si ya tuviste el valor de tener relaciones sexuales, es algo que tienes que afrontar”, recuerda Diana. Su tía también le dijo que “ya no lo hiciera tanto”.
“A veces pensamos que porque es un doctor va a ser más neutral o quizá no va a haber tanto prejuicio, pero fue todo lo contrario”, explica. “En lugar de sentirme más tranquila o aliviada, en la parte mental mi hizo cuestionarme más si había hecho algo mal o había sido mi culpa”.
En realidad, aun usando protección, existe riesgo. Según explica la Organización Mundial de la Salud, el uso de condones puede ayudar a prevenir un contagio de VPH pero NO ofrece protección total, pues no cubren toda el área genital.
En lugar de sentir un apoyo, sintió que la estaban señalando, juzgando algo que es muy personal e íntimo. “Se sintió como ‘es algo que casi casi lo buscaste’”.
Sentirse juzgada por un ser querido y por un médico afectó a Diana emocionalmente. “Me afectó porque me sentía con menos valor, me puse a pensar cómo lo iban a tomar mis próximas parejas”.
El Virus del Papiloma Humano ‘no me define como mujer’
El resto de su familia respaldó a Diana completamente. “Algo que agradezco a mi mamá es que no me señalara ni que me hiciera sentir mal, al contrario. Me dijo que me iba a apoyar y que también ella desconocía cómo funcionaba, qué tipo de enfermedad era”.
Ella empezó a investigar y ver muchos videos en YouTube sobre mujeres con la misma condición: cómo lo habían detectado, cómo había sido su historia y qué pasaba después. “Me di cuenta de que no era la única y no era algo que solo a ciertas personas les pasaba. Eso hizo que me sintiera más segura de mí misma y con menos miedo. Al ver todos estos videos en redes sociales y testimonios de personas fue lo que me ayudó mucho a seguir con mi tratamiento”.
“Me costó un tiempo aceptarlo, no dejar que eso me definiera como mujer”, agrega.
Diana sigue recibiendo tratamiento y acudiendo con su ginecóloga; pasó por una cirugía en la que cauterizaron sus lesiones internas. A tres años del diagnóstico, Diana encuentra un cambio para bien: “tienes que ser más constante y puntual con tus revisiones anuales”.
Sigue con su vida normal: terminó su carrera universitaria y emprendió su propio negocio, Diana English Classes. Vive con el conocimiento de que “a todos nos puede pasar, pero nadie te debe hacer sentir mal ni nadie te tiene que juzgar por cuántas parejas sexuales tuviste”.
Aunque no deja a un lado sus revisiones o tratamiento, “ya es algo que no me da pena decir”.
La importancia de estar informada
Diana tiene muy claro que las visitas regulares a su ginecóloga le permitieron estar enterada de lo que ocurría con su cuerpo. Ella sabe que su salud pudo haber estado en riesgo si no hubiera conocido ese diagnóstico. “Lo que me da más alivio es que lo detecté a tiempo”, afirma.
Casi todas las personas sexualmente activas contraen VPH en algún momento de sus vidas. Normalmente esto ocurre en los primeros meses o años tras haber iniciado la vida sexual, dice el Instituto Nacional del Cáncer (Estados Unidos).
En 90% de los casos de VPH, el sistema inmunológico puede controlar la infección por sí mismo; muchas veces la persona no se entera que lo tuvo. No obstante, algunos tipos de virus pueden provocar cáncer.
Lo que se puede hacer para protegerse es tener revisiones ginecológicas periódicas y vacunarse. De acuerdo con datos del Gobierno de México, la vacuna se aplica a las mujeres o personas con útero que tienen entre 9 y 14 años de edad. El procedimiento es más efectivo antes de iniciar la vida sexual.
Desde hace mucho tiempo existe la creencia de que con el paso del tiempo la vagina se ensancha por tener relaciones sexuales, y que este ensanchamiento es permanente. ¿Pero qué tan cierto es este mito?
Las mujeres tenemos derecho a disfrutar de una vida sexual plena, pues es una parte natural de nuestra experiencia como seres humanos. Sin embargo, a lo largo del tiempo diferentes mitos o creencias han afectado de alguna forma nuestra vida sexual.
Ideas como la de que el himen debe romperse durante la primera vez, la de que el sexo vaginal es el único “válido” o que las mujeres no deberían disfrutar tanto del sexo como los hombres, han arruinado el placer para muchísimas mujeres.
¿La vagina se ensancha por tener relaciones sexuales?
Esta es una idea que, según la BBC en su portal The Social, se ha utilizado ampliamente para avergonzar a las mujeres por su vida sexual, haciéndonos sentir mal por las decisiones que tomamos en torno a nuestro cuerpo. Conlleva que, si tienes muchas relaciones sexuales, tu cuerpo cambiará de manera que ya no podrás disfrutarlas o que se pierde valor (sí, la sociedad de nuevo dándole valor a las mujeres según cuánto sexo tengan).
Es posible que los músculos del piso pélvico pierdan fuerza por razones como el envejecimiento natural o el parto, pero nunca por tener relaciones sexuales. El portal Health menciona que “los músculos vaginales son elásticos, lo que significa que volverán a su forma después del sexo”.
Concuerda el portal Medical News Today, aclarando que no existe evidencia científica de que las relaciones sexuales causen que la vagina “se afloje”.
Es una realidad que tu vagina se ensancha durante las relaciones sexuales, pero esto es completamente natural, ya que las paredes internas de la vagina aumentan de tamaño para protegerte de cualquier dolor o desgarre. Al poco tiempo regresará a su tamaño normal.
Debes entender que ningún cuerpo será igual al tuyo, es lo que nos hace tan especiales. Pero muchas mujeres suelen sentirse preocupadas por no ser parte del estándar de belleza que las películas, libros, redes sociales o publicidad muestran como “cuerpos perfectos”.
Los músculos del piso pélvico pueden ejercitarse para fortalecerse y prevenir condiciones como la incontinencia. Se cree que ejercitar el piso pélvico puede hacer más placenteras las relaciones sexuales.
¿El sexo afecta tu vagina?
Ya dejamos en claro que las relaciones sexuales no cambian la forma de tu vagina permanentemente. Pero es una realidad que puede verse afectada de otras maneras.
Uno de los aspectos negativos en los que deberías estar al pendiente al tener relaciones sexuales son las infecciones en las vías urinarias. También es importante usar condón para protegerte contra las infecciones de transmisión sexual.
La sexualidad de las mujeres siempre ha sido un tema tabú, aunque cada vez existen más esfuerzos por desmitificarla. En el siglo pasado se difundió uno de los peores mitos con respecto a ella, y el responsable de dar a conocer esa creencia fue Sigmund Freud.
Hoy en día se sabe que su publicación “Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad” quedó con ideas obsoletas. Por lo que se han llevado a cabo diversos estudios para que este mito no siga afectando a las mujeres aun después de tantos años.
El mito que Freud originó
Freud todavía es reconocido como el padre del psicoanálisis, teoría y práctica de la cual también ya se ha refutado mucho. En el sistema de creencias que Freud sugiere sobre la sexualidad femenina, como explica el sitio Refinery29, propone que los orgasmos del clítoris estaban relacionados con problemas de salud mental.
La propuesta sugiere que Freud creía que estaba bien que las adolescentes se “autosexuaran” hasta alcanzar “orgasmos del clítoris”. Pero cuando la mujer se casaba, al estar con sus maridos, abandonaban este tipo de placer “inmaduro” y, si estaban mentalmente sanas, pasaban al “orgasmo vaginal”, al cual consideraba un placer “maduro”.
Es decir, para Sigmund Freud el único orgasmo “válido” era el vaginal, y se invalidaba por completo el de clítoris en mujeres adultas. De esta manera, era indispensable la presencia de un hombre en su vida sexual.
Psychology Today indica que Freud aseguraba que si las mujeres no tenían orgasmos durante el coito eran fracasos sexuales neuróticos. Concluyó que la mujer, entonces, era neurótica y frígida.
Las mujeres tenían ‘orgasmos falsos’
La consecuencia fueron cientos de mujeres con problemas de intimidad porque tenían dificultades al momento de querer alcanzar el clímax con su pareja en el acto sexual. Al notar que estos problemas no los tenían al masturbarse, se les hizo pensar que sus orgasmos entonces no eran reales, menciona la BBC.
Para 1968 la estadounidense Anne Koedt, en su artículo “El mito del orgasmo vaginal”, postuló la idea de que la alta tasa de “frigidez femenina” de la que hablaba Freud era más bien una alta tasa de ignorancia de los hombres en el tema.
Ahora sabemos que Freud NO tenía razón
Con el paso del tiempo esta teoría se fue cuestionando. La ciencia en general y las mujeres mismas dejaron de estar convencidas sobre esa teoría.
Fue el sexólogo estadounidense Alfred Kinsey una de las primeras figuras que desafió las ideas de Freud sobre la sexualidad femenina, de acuerdo con la BBC. En los años 50, a partir de una investigación, descubrió que la mayoría de las mujeres participantes se masturbaban mediante la estimulación del clítoris; menos del 20% experimentaban con la penetración vaginal y solo porque sentían que debían hacerlo.
Desafortunadamente, las investigaciones de Kinsey fueron muy mal recibidas. Sin embargo, surgieron diversas figuras feministas como Anne Koedt.
Fueron obras como “El punto G y otros descubrimientos recientes sobre la sexualidad humana”, de Alice Kahn Ladas, Beverley Whipple y John Perry, que comenzaron a cambiar el discurso para redescubrir zonas de placer femeninas, aun cuando se tratara de estimulación vaginal.
Con el paso del tiempo se habló y estudió más el tema dejando el tabú de lado. Refinery29 menciona que han llegado estudios que, de manera “oficial”, contradicen definitivamente la teoría de Freud. Uno de esos estudios se publicó en el Journal of Sexual Medicine y en él se examinó si existe o no un vínculo entre el “tipo” de orgasmo (de clítoris y vaginal) y la salud mental.
Los resultados evidenciaron que no había evidencia de una diferencia científica entre un orgasmo de clítoris y uno vaginal. También se demostró que no había un vínculo con la salud mental.
Sin importar lo que haya pensado Freud, el placer de cada mujer se presentará de manera diferente y cada una será libre de explorarlo como más le plazca.
Cada vez se rompen más tabúes con respecto al placer femenino, y esto incluye a la ciencia de los orgasmos. Aunque los orgasmos durante el sueño son comúnmente asociados con los hombres, investigaciones y testimonios demuestran que las mujeres también podemos experimentar este tipo de placer mientras dormimos.
Comúnmente conocidos como “sueños húmedos”, han sido tema de conversación durante años, pero prácticamente siempre lo escuchamos de hombres. Y, aunque no lo creas (aunque muy probablemente sí lo creas), estos orgasmos nocturnos también llegan a ser recurrentes en mujeres.
¿Las mujeres pueden tener un orgasmo mientras duermen?
Las personas de cualquier sexo biológico o género pueden tener un orgasmo mientras duermen, indica el diario HuffPost. De hecho, se estima que el 80% de los hombres y el 40% de las mujeres han tenido al menos un orgasmo mientras dormían, según un Informe sobre Sexo del Instituto Kinsey.
Y es que el tabú no solo rodea el tema del orgasmo, sino que también existe cierta resistencia a reconocer que las mujeres podemos vivir esta experiencia durante la noche.
A menudo se piensa que los orgasmos o sueños húmedos se dan solo en la adolescencia, pero esto puede ser erróneo, al menos en el caso de las mujeres. Según la plataforma Flo, los orgasmos nocturnos femeninos empiezan alrededor de los 20 años, continuando a partir de entonces.
El reconocimiento y la normalización de los orgasmos nocturnos en mujeres son pasos importantes para una comprensión más amplia de la sexualidad femenina.
A medida que más investigaciones emergen y la conversación pública se amplía, se espera que se promueva un conocimiento sobre los orgasmos femeninos. Entendiendo que es algo totalmente normal y natural.
¿Por qué ocurren los orgasmos nocturnos?
La ciencia detrás de este fenómeno sugiere que, durante el sueño REM (Movimiento Ocular Rápido), el cuerpo experimenta una serie de cambios fisiológicos que pueden conducir a la excitación sexual. Durante esta fase, el cerebro está altamente activo, y el flujo sanguíneo a los genitales aumenta, lo que puede desencadenar un orgasmo.
Según HuffPost, una investigación realizada por Beverly Whipple y Barry Komisaruk, científicos especializados en el campo, las mujeres incluso al pensar o imaginar el contacto físico podemos tener orgasmos solo con los pensamientos, sin la necesidad de una estimulación física.
Se “observó resonancias magnéticas funcionales del cerebro de mujeres, descubriendo que cuando las participantes pensaban en tocarse los pezones o el clítoris, la corteza sensorial se iluminaba, como si realmente hubieran tocado esa parte del cuerpo”, menciona HuffPost.
Alejándonos un poco de lo científico, muchas personas atribuyen los sueños sexuales durante el periodo REM a la causa de los orgasmos nocturnos. Otra explicación es el estrés, ya que éste puede hacer que experimentemos estos orgasmos de manera más recurrente.
Así que ya lo sabes, los orgasmos nocturnos femeninos son reales.
La elección de un método anticonceptivo es fundamental para la salud sexual y reproductiva de las personas. Existen distintos métodos anticonceptivos, desde los métodos de barrera ya conocidos como el condón, hasta los dispositivos intrauterinos (DIU) y los contraceptivos hormonales. ¿Te has preguntado cuál es el método anticonceptivo más efectivo?
Tener una amplia gama de alternativas para una vida sexual segura te permite escoger con la que te sientas más cómoda y sea mejor para tu salud. Pero antes de que tomes una elección, es importante conocer cada uno de estos métodos, cuál es el de mayor eficacia y si tienen algún efecto secundario que pueda afectar tu salud o estilo de vida.
Debemos recordar que cada cuerpo es diferente, por lo que la tasa de efectividad NO es el único factor que deberías tomar en cuenta al elegir un método. Depende de diversas variables como tu estilo de vida y tus condiciones de salud específicas.
¿Cuál es el método anticonceptivo más efectivo?
Cuando hablamos de efectividad en métodos anticonceptivos, nos referimos a la prevención de embarazos. Según el portal especializado Health cuando se trata de medir la eficacia, los expertos utilizan datos basados en el “uso típico”, o cómo las personas reales utilizan cada método. La tasa de efectividad se calcula contando el número de personas de cada 100 que experimentan un embarazo no deseado durante el primer año de uso típico.
El método más efectivo es el implante subdérmico, con una tasa de fracaso de uso típico de 0.1%, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Pero la prevención de un embarazo no deseado no es lo único que deberíamos tomar en cuenta, pues para tener una vida sexual segura tenemos que protegernos de las infecciones de transmisión sexual (ITS).
El condón es el único método que nos protege de las ITS. La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que los preservativos (condón) reducen considerablemente el riesgo de infección de transmisión sexual cuando se utilizan de forma sistemática y correcta durante las relaciones sexuales, ya sean por vía vaginal, oral o anal. Protegen contra las infecciones de transmisión sexual que se propagan por medio de las secreciones, así como las ITS que se propagan por contacto con la piel, como la sífilis, el herpes genital y los virus del papiloma humano (VPH).
Es por ello que se recomienda usar condón, aunque se esté utilizando algún otro método anticonceptivo, pues como lo mencionamos antes, es la única forma de prevenir las ITS.
Métodos anticonceptivos y su eficacia
El portal Health proporciona datos específicos sobre la tasa de fracasos de cada uno de los principales métodos anticonceptivos existentes, esta información fue extraída de los CDC y de la Oficina de Salud de la Mujer de Estados Unidos.
Recuerda que debes analizar con tu ginecóloga cuál es el mejor método para ti, basándote en el modo de uso, ventajas y desventajas.
1. Condón externo o masculino
Tasa de fracaso de uso típico: 13%, según los CDC.
Por lo general está hecho de látex, aunque también hay condones disponibles en poliuretano o polisopreno, que son adecuados para personas con alergia al látex. Su uso adecuado ayuda a protegerte de las ITS, es por ello que se recomienda combinar el condón con algún otro método anticonceptivo.
Los condones son el método de mayor uso, pues los puedes conseguir en cualquier farmacia a un bajo costo.
2. Condón interno o femenino
Tasa de fracaso de uso típico: 21%, según los CDC.
El condón interno tiene forma de tubo con anillos flexibles en ambos extremos. Uno de los anillos se introduce en la vagina para cubrir el cuello uterino, mientras que el otro queda fuera de la vagina cubriendo los labios externos.
3. Esponja
Tasa típica de fracaso en el uso: 27% en personas que han dado a luz antes y 14% en personas que nunca antes han dado a luz, según los CDC.
La esponja se utiliza dentro de la vagina para prevenir el embarazo al bloquear y absorber los espermatozoides, de igual forma contiene espermicida para inmovilizar o atacar al esperma.
La esponja se debe colocar antes de las relaciones sexuales y dejarse ahí por 6 horas como máximo. Es posible sufrir irritación, picazón o ardor, además de que es sumamente importante no dejarla dentro del cuerpo por más tiempo del que se indica.
4. Diafragma
Tasa de fracaso de uso típico: 17%, según los CDC.
El diafragma es una copa de silicona flexible o goma que se coloca dentro de la vagina y cubre el cuello uterino. Viene en diferentes tamaños para adaptarse a diferentes cuerpos. Es importante saber usar de forma correcta el diafragma, pues su uso incorrecto puede causar irritaciones en el conducto vaginal.
5. Implante
Tasa de fracaso de uso típico: 0.1%, según los CDC.
Es un método a largo plazo, donde se implanta un pequeño dispositivo en la parte interna de la piel del brazo. El implante libera progestina, una hormona similar a la progesterona, en el cuerpo de manera constante durante un periodo de varios años. Esta progestina evita la ovulación, engrosa el moco cervical para dificultar el paso de los espermatozoides y adelgaza el revestimiento del útero, lo que reduce las posibilidades de un embarazo.
Este dispositivo tiene una duración de entre 3 a 5 años. A pesar de ser el método con mayor eficacia, tiene varias reacciones secundarias que pueden variar de mujer a mujer. El implante puede causar irregularidades menstruales, como sangrado irregular, ausencia de menstruación o menstruación más frecuente o prolongada.
De igual forma, sus efectos pueden ser dolores de cabeza, cambios de humor, acné, sensibilidad en los senos, pérdida de peso o ganancia del mismo.
6. DIU hormonal
Tasa de fracaso de uso típico: 0.1% al 0.4%, según los CDC.
Este dispositivo en forma de “T” es colocado por un médico en el interior del útero, liberando constantemente progestina.
Su colocación es sencilla y no tarda más de 15 minutos. Como el implante, el DIU hormonal puede tener efectos secundarios como cambios en tu ciclo menstrual, acné, dolores de cabeza, entre otros.
7. DIU de cobre
Tasa de fracaso de uso típico: 0.8%, según los CDC.
Al igual que el DIU hormonal, éste se implanta de la misma forma; la diferencia es que no contiene la hormona progestina, en cambio, su revestimiento de cobre actúa como espermicida, afectando la movilidad y la supervivencia de los espermatozoides, lo que dificulta la fertilización del óvulo.
Sus efectos secundarios pueden ser similares a los del implante y el DIU hormonal.
8. El parche
Tasa de fracaso de uso típico: 7%, según los CDC.
Este método se adhiere a la piel, liberando hormonas que ayudan a la prevención del embarazo. Las dos hormonas que desprende son el estrógeno y progestina, éstas se absorben a través de la piel y entran en el torrente sanguíneo, evitando así la ovulación.
El parche se coloca en el brazo, abdomen o glúteo. Al ser un método hormonal, tiene varios posibles efectos secundarios como los que mencionamos anteriormente.
9. Píldora
Tasa de fracaso de uso típico: 7%, según los CDC.
Actualmente, existen muchas píldoras anticonceptivas que actúan de la misma forma. Éstas detienen la ovulación, por lo que no se libera ningún óvulo. También espesan el moco cervical.
El uso de las píldoras puede llegar a ser algo confuso para muchas personas, pues se deben de tomar todos los días a la misma hora durante un ciclo de 21 o 28 días, dependiendo del tipo de píldora. Después de terminar un ciclo de 21 días, se hace una pausa de 7 días sin tomar pastillas antes de comenzar un nuevo ciclo.
No se deben confundir con las pastillas de emergencia o del día siguiente.