Qué debes revisar en tu casa después de un sismo y cómo hacerlo

Al vivir un sismo, una de las recomendaciones principales emitidas por Protección Civil es guardar la calma y evitar, en medida de lo posible, reaccionar impulsivamente poniendo en riesgo nuestra integridad o la de las personas que nos rodean. Le sigue el evacuar correctamente y tener presente cómo revisar tu casa después de un sismo.

Conocer este protocolo es de suma importancia, puesto que permite reconocer con mayor facilidad si existe algún daño estructural de consideración. Este es el manual básico para corroborar que todo en tu casa esté en orden tras un sismo.

Cómo revisar tu casa después de un sismo

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Lo primero a tomar en cuenta es que no debes ingresar a tu domicilio enseguida de que termine el movimiento. Espera al menos 10 minutos antes de volver y, al entrar, realiza una inspección rápida en muros, techos y paredes.

Este tiempo puede ser menor siempre y cuando el sismo haya sido de una magnitud moderada, aspecto en el que influye qué tan cercano fue el epicentro. Para conocer estos datos guíate de los noticieros y reportes en redes sociales, verificando siempre que la información provenga de fuentes confiables.

Las recomendaciones proporcionadas por Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) para aprender cómo revisar tu casa después de un sismo, mencionan que, previo a comenzar con la inspección visual del inmueble, es necesario asegurarse de que no existan fugas de gas, líquidos o sustancias inflamables derramadas, o cortocircuitos.

Pasos para revisar un inmueble tras un temblor

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El portal de la Cruz Roja Americana advierte que las primeras revisiones deben ser desde el exterior, corroborando que no haya una inclinación de la estructura. Posteriormente ubicando si hay cables sueltos, tuberías rotas o instalaciones dañadas. En caso de ubicar daños fuera de tu vivienda, es muy probable que existan afectaciones dentro, por lo que será mejor solicitar apoyo de personal especializado.

Una vez dentro, es momento de examinar detenidamente que no haya grietas nuevas en paredes, muros y techos, es decir, que no estuvieran antes del sismo. Si encuentras alguna procede a calcular su profundidad y longitud.

La aseguradora GMX añade que las fisuras no profundas son aquellas menores a 25 milímetros; no obstante, se requiere estudiar el nivel de inclinación y la zona en la que apareció.

En cualquier circunstancia o ante la sospecha de que tu casa se dañó estructuramente, lo ideal es llamar a servicios de emergencias para que expertos en la materia determinen si representa o no un riesgo para la estructura.

No te olvides de seguir las recomendaciones de seguridad emitidas por autoridades y personal de Protección Civil.

Sigue leyendo: Qué puedes hacer y cómo debes actuar después de vivir un sismo

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