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La actriz Sydney Sweeney alcanzó la fama después de la serie “Euphoria”, en la que interpreta a “Cassie”. A partir de ahí, no ha parado de tener éxitos con películas como “Anyone but you” o “Inmaculada”. Sin embargo, desde aquella serie su personaje fue sexualizado y las críticas han sido constantes hacia la estadounidense.
A principios de este año la productora hollywoodense Carol Baum dijo que Sweeney “no es bonita y no puede actuar”. Después incluso comentó sobre la romcom protagonizada por Sydney, opinando que “Anyone but you” es una película “imposible de ver”.
Sydney Sweeney cuestiona la sororidad en Hollywood
La actriz de “The White Lotus” abordó la situación en una entrevista con Vanity Fair, en la que reflexionó y criticó la falsa sororidad en la industria del entretenimiento. Sweeney expresó “es muy desalentador ver a las mujeres destruyéndose unas a las otras, especialmente cuando se trata de mujeres exitosas atacando a talentos jóvenes que trabajan duro”.
Dentro de la industria la competencia siempre está presente, sin importar el tipo de trabajo que realice cada persona. Sobre esto comentó: “toda la industria, todo el mundo dice ‘mujeres empoderando a otras’. Nada de esto pasa. Todo es falso y una fachada para toda la mierda que dice a espaldas de todos”.
Dentro y fuera de Hollywood escuchamos narrativas sobre mujeres tratando de conseguir sus sueños, esto bajo la creencia absurda de que todas somos competencia y que solo una puede triunfar, según describió la actriz. La estrella continuó: “hay una sola mujer que puede tener al hombre, solo una puede ser lo que sea. Así que todas las demás sienten que tienen que pelearse con las otras, o derrotar a todas las mujeres en vez de apoyarnos unas a las otras. Sigo intentando entender. Hago lo mejor que puedo. ¿Por qué estoy siendo atacada?”.
Ponerle el pie a otras mujeres por la razón que sea, nunca será la solución a un sistema que nos hace creer que el éxito se alcanza humillando a las otras. Sydney Sweeney es solo un ejemplo actual de la misoginia en el entretenimiento, sin embargo, no es el primero: lo hemos visto con Megan Fox y Britney Spears, por mencionar algunas.
En los últimos años ha dado la vuelta al mundo un movimiento social conocido como Movimiento 4B, liderado por mujeres que eligen no relacionarse con hombres. Este fenómeno, originado en Corea del Sur, ha captado la atención mundial debido a su enfoque que muchas personas califican como radical y a su creciente popularidad entre mujeres jóvenes.
En 2017, el movimiento #MeToo impulsó a muchísimas mujeres a compartir sus experiencias sobre situaciones misóginas y experiencias de abuso que, sin duda alguna, marcó un antes y un después en sus vidas. Muchas de NOSOTRAS nos sentíamos reflejadas con alguna de las historias narradas y expuestas en redes sociales.
Después de aquella ola de honestidad, comprendimos que este tipo de situaciones no son aisladas. Incluso personas cercanas a nosotras pueden vivir situaciones terribles, como las que leíamos y escuchábamos hace menos de una década.
Y este movimiento, por muy radical que parezca, tiene un porqué originado en Corea. Por ejemplo, entre todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Corea del Sur ocupa el último lugar en la clasificación de igualdad de ingresos por género, con una enorme diferencia salarial del 31% entre hombres y mujeres, a pesar de su alto PIB y su posición como país desarrollado, explica The Johns Hopkins Newsletter.
Pero esta es solo la punta del iceberg del surgimiento del movimiento 4B.
Qué es el movimiento 4B
El movimiento 4B surge en Corea del Sur, es un movimiento feminista que lucha contra la misoginia del el pais.
Este activismo recibe el nombre “4B” por cuatro palabras que empiezan con esta letra, y las que definen la mentalidad y dirección del movimiento; matrimonio heterosexual (‘bihon’), parto (‘bichulsan’), citas (‘biyeonae’) y sexo (‘bisekseu’). Estas son cuatro cosas que las mujeres coreanas quieren evitar.
Practicar el rechazo del matrimonio heterosexual y tener hijos, así como decir no a las citas y evitar las relaciones sexuales heterosexuales, “es el único camino en el cual una mujer coreana hoy puede vivir de forma autónoma”, menciona Yeowon, joven seguidora del movimiento 4B, al portal The Cut.
Las participantes argumentan que estos principios las liberan de expectativas sociales y patriarcales, enfocándose en desarrollo personal y profesional.
De igual forma, critican la estructura tradicional de la familia y las dinámicas de género que perpetúan la opresión y desigualdad de las mujeres.
“El movimiento 4B no está organizado ni centralizado: no tiene líder, ni sitio web oficial, ni edificio físico al que acudir. Nadie sabe cuántas mujeres son seguidoras del movimiento 4B, porque es muy silencioso”, explica el portal Newsletter. Y puede que esto sea lo que más preocupa al gobierno surcoreano.
Movimiento 4B: las mujeres que no quieren relacionarse con hombres
Mientras que muchos surcoreanos liberales creen que el feminismo es una lucha por igualdad de género, otros ignoran los problemas genuinos del país con la misoginia y la desigualdad, y creen que las feministas simplemente odian a los hombres”, explica el portal de la Universidad de Yale.
Corea del Sur, a pesar de ser una potencia, sigue siendo un territorio sumamente patriarcal y sexista, explica Yale. La cultura surcoreana sigue alimentando los roles de género; un ejemplo son fechas de fiestas ancestrales donde a las mujeres se les prohíbe participar en algunas actividades, pues su única función, en estos casos, es cocinar y servir a los hombres.
Muchos casos de feminicidio, abuso digital y violencia en el noviazgo han resultado en su mayoría en multas y penas de cárcel suspendidas, si es que se procesaban, menciona el portal The Cut.
Este tipo de situaciones son las que mujeres surcoreanas enfrentan día con día, y con las que países como México fácilmente pueden identificarse. El movimiento 4B busca detener la misoginia y el sexismo en Corea del Sur, marcando límites contra la normalización de la “inferioridad” femenina.
Qué significan las 4B
El presidente de Corea del Sur, es uno de los principales opositores del 4B. Entre la infinidad de culpas que le atribuye al movimiento feminista, el presidente Yoon Suk-yeol ha culpado al feminismo de la baja tasa de natalidad del país.
Por otro lado, una encuesta de 2016 realizada por el Ministerio de Igualdad de Género y Familia encontró que la incidencia de violencia de pareja era del 41.5%, significativamente más alta que el promedio mundial del 30%, menciona The Cut.
Los medios de comunicación han creado una imagen definitiva de la mujer perfecta, con características específicas que los hombres buscan en su pareja. Algunas de las características, además de las físicas, son de mujeres frágiles, que necesitan a un hombre para poder cumplir sus metas y deseos.
“Pero a medida que las mujeres descentran cada vez más a los hombres de sus vidas y ya no tienen que depender de un hombre para sobrevivir, los hombres se ven amenazados y confunden la liberación de las mujeres con la misandria o el odio”, explica USA Today.
“Las mujeres también están descaradamente sexualizadas: a las estrellas femeninas del k-pop, por ejemplo, se les anima a permanecer solteras para que los fans puedan proyectar sus fantasías sexuales en ellas”, menciona el portal de Yale.
El movimiento 4B ha generado debates intensos tanto en Corea del Sur como en otros países. Mientras algunas personas lo ven como una forma legítima de empoderamiento femenino, otros lo consideran una reacción extrema que puede llevar a la alienación y fragmentación social.
Hoy en día, pensar en mujeres al frente de motocicletas sigue siendo, para muchas personas, algo inusual, pues los prejuicios y estereotipos de género han influenciado durante mucho tiempo la percepción de que las motos son cosa, exclusivamente, de hombres. Por eso es tan importante destacar la labor de grupos como She Can Ride, el primer club de mujeres motociclistas en México.
Cada vez más mujeres eligen este medio de transporte, al punto de ser responsables del 30% de las compras de motocicletas en 2021, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
She Can Ride (SCR) es una comunidad fundada en 2019 en CDMX que se dedica a empoderar a las mujeres, proporcionando un espacio seguro y de apoyo donde pueden aprender, compartir experiencias y disfrutar esta pasión sin distinción de edad, tipo de moto o experiencia.
She Can Ride, el primer club de mujeres motociclistas en México
Cuando su fundadora Cló Ovalle, líder del grupo que hoy tiene casi 400 integrantes, empezó a transitar en moto a los 19 años, no imaginó hasta dónde llegaría.
“Este era solo mi transporte. Fue casi ocho años después que empecé a viajar en moto, a conocer otras personas y ver a algunas mujeres, pero pocas. Entonces yo decía, pues, ‘¿dónde están las mujeres?’ Porque esto es algo que quiero compartir y sé hoy con certeza que pude haber avanzado más rápido y con más seguridad, teniendo acompañamiento y amigas con quien rodar, que me dijeran qué tipo de moto usar, la chamarra, las botas”, recuerda.
Con el tiempo, su necesidad de conectar con más congéneres creció, por lo que formó She Can Ride y empezó a dar tarjetas de invitación en los semáforos “y a la fecha las sigo dando, pero ahora ya no soy solo yo sino que las da toda la comunidad”.
Cuentan con cursos para aprender a manejar, ganar seguridad al conducir, mantenimiento de motocicletas y más. “Desarrollamos una metodología en donde trabajamos el empoderamiento, la mentalidad y la técnica en nuestras capacitaciones”, explica. Además, llevan a cabo encuentros mensuales para conocerse y compartir diversas actividades, desde comer tacos hasta salir a bailar y, por supuesto, organizan un calendario de rodadas a distintos destinos y con diferentes distancias.
Para Cló el motociclismo no solo se ha convertido en un importante eje en su vida, sino que la ha llevado a traspasar fronteras, llegando a ser la única latinoamericana en ser incluida para rodar por la cordillera del Himalaya con una moto Royal Enfield.
Rompiendo estereotipos
Todavía “hay prejuicios y machismo, que van desde comentarios hasta cuando vas a agencias de motos: vas tú sola y no te atienden bien, dando por hecho que tú no puedes ser un cliente. Y si vas con un amigo o tu marido, el vendedor se dirige a él y no a ti”, explica Cló. Además, la sexualización de la mujer en el mundo de las motos.
Es por eso que la activista señala que el siguiente paso es dar talleres de equidad de género a las marcas de motocicleta para avanzar en la inclusión y equidad de género. Pero, también ha avanzado: “El curso de motociclismo que más se vende es el de iniciación”, lo que demuestra que somos más y vamos a lograr mayor notoriedad y hacernos escuchar”, explica la fundadora de SCR.
Ser parte del cambio
Para muchas es inspirador saber que van rompiendo barreras. “Cada vez que me bajo y me quito el casco piensan que voy a ser un hombre, pero cuando me ven ponen una cara de cómo es posible”, dice Érika Domínguez, miembro de SCR. “Y pienso: ‘¿por qué se sorprenden si nosotras también podemos andar en moto, andar en visión montaña, podemos hacer un iron man, podemos hacer todo lo que nos propongamos”.
Y para quienes sienten curiosidad por el mundo del motociclismo, pero no se atreven: “Hazlo con todo y miedo”, sin dejar de lado la importancia de capacitarse, en la seguridad al conducir y buscar apoyo.
Historias diferentes, un mismo punto de encuentro
Esto es lo que nos dijeron algunas de las integrantes de She Can Ride.
1. Itzel Reyes, consultora comercial
Luego de un cambio de trabajo y la necesidad de tener un medio de transporte, compró su primera moto, motivada por su novio, quien también le diría de la existencia de She Can Ride.
Comenta haber encontrado una red de apoyo y empatía: “Desde que llegué me gustó mucho porque es un grupo muy cálido. No solo busca empoderar, también te acoge desde el primer momento”.
2. Érika Domínguez, chef
Empezó a manejar moto de manera terapéutica, tras presentar episodios de ansiedad y buscar algo que la mantuviera concentrada. “Toda mi vida me ha gustado la aventura. He hecho bici de montaña, triatlón, kayak y una constante ha sido que generalmente soy la única mujer. Yo no conocía a ninguna mujer que anduviera en moto. Tomé un curso con ellas y formé parte de la comunidad”.
3. Beatriz Luque, analista digital
Su esposo fue el primer interesado en tener una moto para ahorrar tiempo en el traslado del trabajo a casa y pasar más tiempo con su bebé. Un día lo acompañó a un rally de resistencia y lo supo: “Quiero hacer esto”.
En esa rodada conoció a una integrante de She Can Ride y hoy participa activamente en el grupo; sirve de enlace para muchas que buscan algún contacto o información sobre algo.
4. Edith Baena, dermografista
Cuando en un cumpleaños su esposo e hijos le regalaron la moto de sus sueños su mundo cambió.
“Empecé a buscar clubes en las redes y conocí a un chico que me dijo ‘para ser prospecto tienes que venir y lavarnos las motos’. No me gustó, y es común en algunos clubes hacer estas iniciaciones. Luego alguien me recomendó a SCR. Asistí a una rodada de principiantes y conocí a gente increíble”, cuenta.
5. Linda Villa, psicóloga
Encontró en el grupo una especie de salvavidas en momentos duros. “No tengo moto aún, pero amo el tema y es una meta comprarme una”, algo en lo que recibe constantemente ánimo por parte del resto de las integrantes. “A un año de mi incapacidad, después de un intento de suicidio, celebro que estoy viva gracias a She Can Ride, porque esta tribu estuvo conmigo en ese momento difícil”.
Puedes seguir a She Can Ride en Instagram: @shecan.ride
Las mujeres hemos demostrado una y otra vez lo fuertes y poderosas que podemos llegar a ser, lo que nos han llevado a tener grandes logros colectivos como individuales. Hoy te contamos por qué es tan importante reconocer los logros de otras mujeres.
Pocas veces nos detenemos a reconocer lo valiosos que son estos logros que nos benefician, enseñan e inspiran día a día.
Reconoce los logros de las mujeres que te rodean
Los premios Mujeres de Inspiración reportan que, según datos del Progreso de las Naciones Unidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, al paso que vamos se necesitarían 286 años para cerrar la brecha mundial de género.
Darle importancia al esfuerzo que hace otra mujer es parte de una sororidad que nos compete a todas. El esfuerzo que hay detrás de los pequeños y los grandes logros nos han llevado a hacer historia como mujeres y qué mejor manera de agradecer que visibilizando el trabajo de las demás.
Muchas de las contribuciones que hacemos las mujeres en la sociedad son pasadas por alto, pero si juntas empezamos a celebrar esas pequeñas sumas diariamente podemos hacer la diferencia, como reconoce Women Empowerment Awards.
Inspira a otras mujeres
Cuando nosotras mismas nos empoderemos, podemos estar inspirando a otras a hacer lo mismo y marcar una diferencia.
“¡Necesitamos modelos a seguir para celebrar, aprender y aspirar a ser! Cuando vemos mujeres empresarias y mujeres en posiciones de poder, vemos lo que es posible”, escribe Mónica Kretchmer, fundadora y directora ejecutiva de Universal Women Network, para su sitio UWN.
Fomenta el empoderamiento
Puedes ser parte de una red de mujeres que se ayuden mutuamente en su día a día para lograr pequeños proyectos y celebrar los logros. Women Empowerment Awars menciona la importancia de construir redes de apoyo para impulsar el progreso a una igualdad de género.
¿Qué hacer para reconocer los logros de otras mujeres?
Brenda Darden Wilkerson, directora del Instituto Anita Borg, menciona para el Centro Nacional para la Mujer y la Tecnología que es importante aprender a reconocer los logros de mujeres que hoy hacen contribuciones importantes para cambiar el mundo, pero es igual de importante apoyar a las mujeres del mañana.
Por eso las pequeñas acciones son las que hacen la diferencia. Para reconocer los logros de otras mujeres y promoverlos podemos crear oportunidades de crecimiento donde las mujeres tengan un espacio para celebrarse y hablar de sus logros. Apoya a las pequeñas y grandes ideas y emprendimientos de otras mujeres que hacen la diferencia.
Podemos también visitar plataformas, blogs, podcasts y otros sitios donde las mujeres compartan sus historias y compartirlas para hacer una visibilización de diferentes voces femeninas, como recomienda Women Empowerment Awards.
Fomentar la colaboración entre mujeres en diversos trabajos podría hacer la diferencia y sumar para crear una red de apoyo e incluso puede proporcionar herramientas de empoderamiento femenino para poder seguir creciendo y mejorar las oportunidades de igualdad.
“Es especialmente importante reconocer algunas cuyos logros son desconocidos para muchos. Mujeres como estas son modelos a seguir para la próxima generación”, comenta Brenda Darden Wilkerson para NCWIT.
“La peor enemiga de una mujer es otra mujer”, es una de las ideas machistas que nos hicieron creer, pero hoy muchas de NOSOTRAS sabemos que no es así y que es importante profesar la sororidad.
¿Qué es la sororidad? Proviene de la palabra “sóror” que en latín significa: “hermana consanguínea”. En 1989, hace 35 años, la doctora Marcela Lagarde encontró ese concepto y lo apropió al español para usarlo desde una perspectiva feminista.
El movimiento feminista lo ha adoptado para definir ese “pacto entre mujeres” ante una sociedad machista que ha imperado durante años y que ha limitado el crecimiento personal, financiero, social y profesional del género.
Esto hizo que varias de NOSOTRAS tuviéramos un “cambio de chip”, de perspectiva, una deconstrucción para vernos y tratarnos de diferente manera. Ante todas las desventajas que tenemos y la ola de violencia de género que sufrimos es que la sororidad llegó para que nos hiciéramos más fuertes apoyándonos las unas a las otras.
Las mujeres ya no deberíamos pelear entre NOSOTRAS por nada, menos por hombres; no deberíamos juzgar nuestros cuerpos, nuestra forma de vestir, si queremos o no ser madres o a qué nos dedicamos.
Las mujeres estamos para cuidarnos, apoyarnos, impulsarnos e inspirarnos. Estamos para ser nuestra mejor red de apoyo y para lograr seguir rompiendo y reconstruyendo una sociedad justa para nuestro género.
Sin embargo, aún existen mujeres que siguen pensando que entre NOSOTRAS somos enemigas, siguen tirándole a la otra, siguen no respetando al género.
Entonces, ¿cuáles son los límites de la sororidad?
Esta solidaridad entre mujeres también debe tener un límite. No tenemos porqué aguantar maltrato de nadie, aunque venga de otra mujer, porque en el momento que la otra se olvida de ese pacto de hermandad es que se debe establecer un límite.
Y los límites no significan también herir, violentar o atacar, mucho menos convencer a esas mujeres de ser feministas y de que se den cuenta de sus conductas machistas; simplemente se trata de alejarse, de mantener un respeto hacía una misma y, en casos más graves, de denunciar.
Y no debemos sentirnos menos feministas por poner estos límites a la sororidad, todo lo contrario, entre NOSOTRAS no podemos imitar los pactos del machismo que se caracterizan por la impunidad.
“No se puede ser sorora con las represoras”, incluso esta es una consigna que ha estado presente en marchas feministas por Centroamérica.
¿Cómo practicar la sororidad?
Apoya los proyectos de otras mujeres.
Si sabes que una mujer es víctima de violencia, ayúdala.
Cuida de otras mujeres.
No critiques ni juzques a otra mujer por su físico.
No opines ni juzgues a otra mujer por su vida sexual.
No opines sobre la maternidad y el aborto de las demás.
Acostumbra a felicitar a las demás y expresarles por qué las admiras.
Respeta las relaciones sentimentales de las demás.
Previo a la última marcha feminista 8M, en redes sociales se hizo viral la pregunta sobre qué pasaría si todas las mujeres nos dijéramos qué hombres sabemos que son infieles… Te la dejo botando, pero yo sí te diría si tu novio, esposo o amor en turno me tira la onda porque para mí la sororidad es muy necesaria. Estamos hartas de la violencia de género, así que entre nosotras tenemos que apoyarnos y cuidarnos.
Este tema lo volví a poner en mi mesa recientemente luego de que uno de mis ex me escribiera para reanudar el coqueteo, por un momento pensé que ya andaba soltero otra vez, hasta que al día siguiente descubrí que no, que seguía con su novia.
Darme cuenta de esto fue una gran decepción porque creía que era un hombre honesto que no necesita lastimar a los que ama. Pero me dio más rabia por la novia, por ella, porque piensa que tiene a su lado a un hombre fiel y comprometido, mientras él anda buscando a su ex para bajarse la calentura.
Decidí que no iba a ser parte de esa traición pero tampoco iba a cubrirlo, porque quiero ser la mujer empática que tanto necesitamos en este movimiento feminista. Pero retrocediendo un poco el tiempo, en realidad siempre ha nacido de mí ser una mujer que profesa la sororidad, incluso antes de conocer este término.
Pues una vez salí por varios meses con un hombre que supuestamente era soltero hasta que descubrí que no era así, por supuesto que no me quedé callada y le quité la máscara frente a su novia, con quien llevaba más de 6 años de relación. ¿Qué pasó? Ella no me creyó, pese a que le enseñé pruebas, y no sólo eso, sino que él me tachó de loca, porque eso hacen los machitos. En su mente es tu culpa por decirle a sus mujeres y no la de ellos por no ser honestos.
Tiempo después ellos se casaron, él tuvo el atrevimiento de llamarme el día de su boda para informarme que pese a que estaba por caminar hacia el altar, yo había sido el amor más importante de su vida. ¡Cínico! Sobre la infidelidad, te hablo en esta columna.
Tristemente la esposa me stalkeaba todo el tiempo, lo sabía porque varias veces se le escapó darme like por error. La última vez que lo hizo ya habían pasado más de 10 años que yo había mandado al carajo eso y ella seguía intranquila. ¡Qué tristeza!, no hay necesidad, pero ese ya no es mi asunto. Yo seguí mi vida tranquila sabiendo que hice lo correcto.
Luego de eso me tocó ser a mí a la que le estaban montando los cachos, el hombre al que amé con devoción (acá te cuento esa historia). Y cuando lo caché, hice lo mismo, decirle a la mujer con la que me estaba engañando lo que nos estaba haciendo, pero ella pese a las pruebas no me creyó y no sólo eso, me llamó mujer perturbadora y obsesiva.
Nuevamente yo hice lo que considero correcto entre mujeres, es lealtad, porque a mí me gustaría que otra mujer me abriera los ojos y me cuidara, pero no todas están preparadas para esto y prefieren defender a sus hombres.
Luego de estos dos tragos amargos pasó que el novio de una gran amiga comenzó a mandarme corazones en mis historias de Instagram, además de decirme que cada día me ponía más guapa e invitarme a salir por unos tragos. Cada vez que me lo proponía, le respondía que encantada de ir a dar la vuelta con su novia y con él. Entonces se hacía el loco, pero tiempo después volvía a repetir la jugada.
Platiqué de esto con otras amigas y resultó que el tipo estaba haciendo lo mismo con una de ellas. Acudí a pedirles un consejo porque en mis dos experiencias anteriores me había ido mal, las mujeres no habían creído en mí ni en mi sororidad y por supuesto que me daba pánico que pasara lo mismo con mi amiga.
Tardé en poder decirle, hasta que encontré el momento que consideré adecuado para hacerlo, e igualmente tenía las pruebas de cómo él intentaba tirarme la onda y yo siempre le recordaba que tenía una novia, quien además era mi amiga. Ella me creyó antes de enseñarle las pruebas y además me contó que hacía lo mismo con otras mujeres, pues lo cachó al revisarle el celular.
Ella y yo reforzamos nuestra amistad después de esta confesión y ahora no nos queda duda que somos incondicionales e incapaces de lastimarnos. Por supuesto que terminó con su novio infiel porque antepuso su amor propio, la admiraré siempre por hacerlo, ella no merece menos.
Así como se llama mi columna, te digo que: 1, 2, 3 X NOSOTRAS las MUJERES que nos protegemos, nos apoyamos, nos sostenemos y nos echamos porras porque sabemos que el triunfo de una es la inspiración de todas. Mi lealtad es contigo, con mi género, no importa si no me crees. Es sororidad.
“No se puede encontrar paz, evitando la vida“, dijo Virginia Woolf. ¿Qué significa ser mujer? Las mujeres son fuerza, esperanza, valentía, inteligencia y mucho más; pero esto se puede ver reprimido de efervescer por la inseguridad, miedo, inquietud, ansiedad que se vive día a día en la calle, escuela, trabajo y hasta en el hogar.
Basado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para 2021 el 70.1% de mujeres en México de 15 y más años habían experimentado algún tipo de violencia. Esto abarca desde violencia psicológica, con un 51.6%; violencia sexual, 49.7%; violencia social, 45.65%; y de pareja, 39.9%.
Todas vivimos esta realidad y podemos verla hacia donde volteemos. En un sondeo que realizamos a un grupo de 11 mujeres en un rango de edad de 19 a 22 años, todas en algún momento han sentido temor en la calle; mientras que el 99% de ellas han estado en una situación de acoso; y el 81% han pasado por alguna situación de violencia de género (psicológica, física, laboral, solo por mencionar algunos).
La violencia no tiene día, fecha ni hora. Debemos “golpear como niñas” para mantenernos a salvo y, por eso, muchas mujeres han volteado a ver la práctica de diversas disciplinas de defensa personal. A causa de lo que han experimentado el 27.3% de las personas en el sondeo práctica algún deporte de contacto, mientras que el 72.7% de chicas quieren aprender a defenderse de manera física, pues externan que en cualquier momento podrían estar en riesgo.
Vuela como colibrí: defensa personal para mujeres
Un grupo de chicas comenzaron la escuela Comando Colibrí, dirigida principalmente a impartir clases de defensa personal para todas las mujeres, cisgénero, transgénero y de todas las edades.
Surge en 2012 por la necesidad de aprender a defenderse, surgiendo a raíz de un contexto de violencia que observaban que cada vez se hacía más latente en la sociedad mexicana. La fundadora es Teresa Garzón, quien comenzó a impulsar esta iniciativa y como resultado, muchas chicas se han unido a tomar las clases y talleres con perspectiva feminista.
En una entrevista con Nosotras, la tallerista y co-coordinadora del Programa de Acompañamiento a Mujeres en Situación de Violencia Luz Contreras nos platicó qué es lo que hacen en Comando Colibrí y cómo impulsan a las chicas que se van integrando para poder defenderse con diferentes técnicas y estrategias, como muay thai, kenpo americano, jiu-jitsu, krav magá y krabi krabong. Se adecúan los entrenamientos a las capacidades y necesidades de cada una de las chicas.
“Eso depende de cada una, siempre les preguntamos si practican algún deporte, si tienen alguna lesión… supongamos ‘me duele la rodilla’, le pondremos ejercicios para que no se lastime, tratamos de cuidarlas”, dijo Luz.
Además de que siempre tratan que haya un ambiente de confianza en su clases, sean nuevas o lleven tiempo en Comando Colibrí y se sumen a esta unidad.
“El primer día tratamos de no desgastar toda su energía, es importante que vayan adquiriendo condición física, la mejor herramienta va ser correr, para nosotras es muy importante, no nos gusta demandarles demasiado, sino poco a poco”, declaró la tallerista.
Mujeres fortaleciendo mente, alma y cuerpo
Comando Colibrí aunque su fuerte es la defensa personal, también han tomado la iniciativa de guiar en el ámbito legal, digital y emocional, para fortalecerlas a mujeres en alma y cuerpo.
Luz Contreras comenta que estos talleres se comenzaron a realizar porque veían a varias señoras, niñas, adolescentes se acercaban a ellas, no solo a pedirles ayuda sobre las las clases de defensa, sino también sobre otros temas; a lo que optaron por tomar cursos para poder guiarlas y se dirijan a las instituciones correspondientes.
“A lo largo de los años de Comando Colibrí han llegado mujeres, niñas, adolescentes de todas las edades de distintos contextos entre sí, tanto aquí de México como de otros países. Nos fuimos dando cuenta de la necesidad de saber esto, la parte legal ha sido de nuestras prioridades”, continúa la tallerista.
“Hemos visto varias técnicas, hay mujeres que se defienden del agresor y resultó herido o algo y las que resultan encarceladas son ellas. Por eso nos vimos en la necesidad de ver cómo funciona la ley para compartírselo a las alumnas”, declaró Luz.
Las defensoras se defienden
“Nunca vamos a atacar, siempre nos vamos a defender”, es uno de los principios que tienen como explica Luz. Al comentarnos que gracias a la iniciativa y propuestas que tienen, varias mujeres se han acercado al grupo a buscar ayuda, acompañamiento y orientación, porque han experimentado situaciones de violencia.
La intención principal de Comando Colibrí es que muchas de las chicas que lleguen aprendan a conocerse, que sepan como accionar y cómo identificar los riesgos en una situación de violencia; a su vez tanto las instructoras como las talleristas se han ido capacitando.
“A nosotras no solo nos importa ir y golpear un costal, golpear manoplas, dummies y eso, sino también a nosotras nos importa que nos fortalezcamos, mentalmente, espiritualmente, entonces nos comenzamos a capacitar instructoras y talleristas”, expresó Contreras.
Para esto Comando Colibrí ha creado un curso que se llama, “Las defensoras se defienden” que inicio en medio de la pandemia de SARS-CoV2, que se imparte en línea. Es especializado para defensoras, periodistas, activistas y mujeres que viven en situación de riesgo.
“Para nosotras en todo momento es importante ver la autodefensa como una autodefensa integral”, declara Contreras. Además que en medio del contexto que se vivía en 2020, no dejaron de lado los entrenamientos, ya que continuaban a distancia lo que permitió que varias mujeres de diferentes entidades lo tomaran.
Actualmente tienen en pie otra edición de “Las defensoras se defienden” y han abierto la invitación a chicas de todas las entidades e incluso a otros países de América Latina, constantemente se encuentran compartiendo información de los cursos que imparten.
Aprender por dónde ir
Las instructoras y las talleristas, como hemos comentado a lo largo de la nota, se capacitan constantemente en las técnicas de defensa que les imparten, siempre tratando de apoyar a las alumnas, guiándolas para tratar de resolver las situaciones de acuerdo a sus necesidades. En los entrenamientos o en las charlas a veces los sentimientos se pueden remover y salir a flote.
“Todas nosotras o más de una vez, nos han pedido hacer una red de apoyo, siempre procuramos estar una instructora y una tallerista… estamos muy atentas, perceptivas, para la actividad con ellas”, dijo Luz.
Cuando sucede algún tipo de recuerdo o que ya no pueden seguir por el ritmo de clase, tratan de apoyarlas emocionalmente, diciéndoles que se detengan un momento, preguntándoles qué necesitan, practicando técnicas de respiración, dándoles espacio y preguntando cómo se sienten para poder seguir.
Hora de aprender y seguir
Comando Colibrí es más que una escuela de defensa, porque tiene como objetivo la transformación física y psicológica, además de ser un lugar seguro para las chicas que decidan contar su historia o las experiencias que han vivido.
Luz comenta que las alumnas en ocasiones deciden abrirse emocionalmente, pero también han observado una gran transformación no solamente física, sino también psicológica, el miedo se ha convertido en fortaleza.
“Las alumnas nos cuentan que ya no sienten miedo al salir a la calle, o lo saben controlar, queremos vivir sin miedo, eso es la utopía, lo real, a lo que nosotras le apostamos a las clases vamos a reconocer por dónde viene nuestro miedo, vamos apropiarnos de nuestro cuerpo y hacerlo nuestro”, expresó la tallerista.
“Tal vez el miedo no se va a ir pero vamos a saber cómo actuar, muchas de las chavas, niñas, señoras, veo que muchas de las cosas principales es que salimos sin miedo, que reconocen lo fuertes que son, las herramientas que pueden usar como aprender a poner límites”.
Hablando desde la experiencia
Luz lleva 6 años formando parte de Comando Colibrí, a raíz de una situación de acoso que vivió donde se paralizó, pero ahora se ha demostrado a sí misma lo fuerte que es, además de haber encontrado un lugar seguro, donde le gusta lo que hace.
“Para mí, fue la oportunidad de reencontrarme conmigo misma, conocerme, reconocer mi fuerza, es una posibilidad para vivir, es el espacio donde construyo, trabajo con compañeras y amigas, es una apuesta política por la vida y no solo por la sobrevivencia”, expresó Luz.
“No solo vamos a darnos golpes, no solo aprender a defendernos, sino también es el lugar donde encuentro amigas; no solo le apuesto desde la ternura, sino también por la fuerza, fiereza”, exclama Luz Contreras.
Vuela colibrí
Comando Colibrí actualmente tienen dos escuelas, una en CDMX y otra en San Cristóbal de las Casas, con entrenamientos regulares de lunes y miércoles de 7 a 8:30 de la noche.
En los grupos, las talleristas e instructoras se encargan de enseñar a las alumnas, no importando el nivel de habilidad o agilidad que tengan, porque todas se apoyan mutuamente para lograr avances en colaboración. Antes de la pandemia tenía un grupo para niñas, pero tuvieron que suspenderla por las circunstancias, próximamente planean retomarlo.
En ocasiones han colaborado con marcas como Nike, para dar platicas a mujeres, además de participar en el 8M y el próximo 11 de marzo impartirán un taller en colaboración con Fondo Semillas para diferentes colectivas feministas para ayudar a otras mujeres.
Mantienen una invitación abierta a todas las chicas que quieran tomar clases de defensa personal, invitando a que se comuniquen a través de sus redes sociales para pedir informes de costos y de lo que se requiere.
¡Golpea como niña! Defiéndete, crea, innova y ¡empodérate!
Si la ley no apoya que las mujeres decidan sobre sus cuerpos, otras organizaciones lo harán. Así lo considera Planned Parenthood, organización proveedora de servicios de salud sexual y reproductiva, pues anunció la iniciativa de la primera clínica móvil para abortar en Estados Unidos,
Esta clínica sobre ruedas se desplazará en ciudades fronterizas de Illinois que colindan con estados rojos (con gobierno republicano) que implementaron restricciones sobre el aborto.
Según este cambio, ahora cada estado del país norteamericano y sus respectivos legisladores, tienen el poder para permitir, prohibir o restringir el aborto.
La primera clínica móvil para abortar en EE.UU.
Ante dicha medida de la Suprema Corte, Planned Parenthood manifestó su apoyo a millones de mujeres de los Estados Unidos a las que se les arrebató el derecho a decidir sobre sus cuerpos.
Por ello, dicho proveedor de servicios de salud, anunció un plan para implementar la primera clínica móvil para abortar en Estados Unidos. Esta iniciativa tiene como objetivo ayudar a aquellas mujeres que tienen que desplazarse grandes distancias para recibir atención adecuada respecto al aborto.
Se prevé que dicha clínica brinde abasto a pacientes provenientes de Kentucky, Missouri e incluso Tennessee, estados con los que colinda Illinois los cuales anularon o restringieron el derecho al aborto.
Yamelsie Rodriguez, presidenta de Planned Parenthood, informó que desde junio de 2022 clínicas como la de Fairview Heights, al suroeste de Illinois, registró una alza del 30% de nuevas pacientes por aborto, un rango más alto de lo estimaban; esto significa filas de espera más largas, por ello consideran imprescindible implementar una clínica móvil en la región.
Respecto a los servicios exactos que ofrecerá la clínica siguen por determinarse en su totalidad, pero se dio a conocer que contará con dos salas de examinación, un laboratorio y sala de espera.
En esta clínica móvil se proveerá de medicamentos para abortar para mujeres con un máximo de 11 semanas de gestación; así como abortos quirúrgicos para aquellas mujeres que han rebasado los primeros meses de embarazo.
Todas las mujeres tienen derecho a elegir sobre su cuerpo, sin importar el lugar en donde se encuentren o de donde provengan. ¿Consideras que una iniciativa así sería viable en México?
Definiciones sobre feminismo hay varias, la RAE lo define como una doctrina, el diccionario de Larousse dicta que es una tendencia, algunos colectivos lo destacan como un movimiento; pero la que más me gusta es la de la UNAM, que determina que es “una corriente de pensamiento que reúne un conjunto de movimientos e ideologías, tanto políticas como culturales y económicas que busca lograr la equidad de género y la transformación de las relaciones de poder entre ambos sexos”.
Yo soy feminista y deseo, a diario, que me respeten no sólo por ser mujer, sino porque soy un ser humano, porque validen mi persona, mi voz y mi trabajo igual que el de un hombre. Yo también quiero sentirme segura todo el tiempo y tener la certeza que volveré a casa segura.
Y como tú, yo también me volví feminista con mi propia historia…
Estaba por cumplir 15 años, pero mi cuerpo parecía de una mujer de 20, mis curvas eran prominentes, lo cual no debería ser motivo de preocupación ni en esa etapa de la vida ni en ninguna otra.
A esa edad solía usar tops de colores llamativos, combinados con jeans a la cadera acampanados o faldas tableadas y calcetas largas. Un outfit tan noventero que no todas se atrevían a usar por miedo a que las agredieran, justo como me pasó a mí.
Estaba de camino a la casa de una amiga para hacer la tarea, quien vivía en uno de los barrios de Xochimilco, al sur de la CDMX, era una tarde concurrida y calurosa de sábado. De repente, un señor, que no pasaba los 40, fingió que se tropezó y con toda la palma de su mano apretó uno de mis senos para “sostenerse”.
¡Me congelé! Era la primera vez que un hombre me tocaba con intenciones sexuales, en ese momento no lo entendía, pero estaba viviendo mi primera agresión de género. A mis 14 años, caminando a plena luz del día casi enfrente de las oficinas de la delegación de la Alcaldía.
¿Y saben qué hice? Llorar, sí, llorar de coraje, de miedo, de confusión. Me preguntaba: ¿qué había hecho mal para que me pasara eso? Porque lamentablemente eso nos ha hecho creer el patriarcado, que NOSOTRAS somos las culpables.
Seguramente te sientes identificada con mi historia, qué pena que todas tengamos algo que contar, que hayamos vivido violencia de género al menos una vez en nuestras vidas.
Me entenderás que después de ese episodio, me quedé callada, no pude contarles a mis papás o a mis amigas. Sentía una pena inmunda que no debería sentir nadie. Después de ese episodio amargo, comencé a cubrirme más porque pensé que era yo la que “los provocaba” con mi forma de vestir… cuántas veces escuchamos eso casi como mantra.
Al día siguiente, noté que tenía los dedos marcados del cobarde en forma de moretones, esas marcas se me quitaron en una semana, pero las secuelas de su agresión siguen conmigo hasta el día de hoy y ya pasaron 20 años.
Esta es la causa por la que hoy soy feminista, por la que lucho y no me dejo sobajar por ningún hombre, por la que, cada día, aprendo a darme valor a mí y a las demás mujeres, por la que decidí romper con los micromachismos que estaban en mi vida, pero de eso les hablaré en otra columna.
Porque ni tú, ni yo, ni ninguna mujer deberíamos vivir esto. El camino sigue lleno de piedras, pero estamos juntas en esto y así es menos dura la lucha, sabiendo que no tenemos que competir ni agredirnos entre NOSOTRAS, porque suficiente tenemos con aguantar toda la mezquindad del patriarcado.
Yo sí quiero que avancemos de la mano, que nos tengamos la una a la otra, que hagamos nuestra trinchera de puros corazones que laten unidos por una misma misión: por ser mujeres libres y respetadas.
No es sencillo terminar con esos fantasmas del machismo que seguimos cargando como sociedad, pero hacer el cambio es imperante en estos tiempos.
En México hoy día se cometen entre 10.5 y 11 feminicidios diarios, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El año 2021 es en el que más feminicidios se cometieron en nuestro país, fueron 1,006, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), pero este año esas cifras pueden superarse.
El 86% del territorio mexicano está bajo alerta por violencia de género y desaparición de mujeres y niñas.
Tener problemas o discusiones en el hogar son conflictos que surgen de manera natural y hasta cierto punto normal, pues se generan debido a las diferencias de ideas o intereses. Sin embargo, lo que no es normal es que las confrontaciones escalen de nivel y las agresiones físicas y verbales se vuelvan un método para “solucionar” cualquier tipo de conflicto.
No hay justificación para el abuso emocional, psicológico y físico.
De acuerdo con el reporte “Violencia doméstica durante la Covid-19” de ONU Mujeres, antes del comienzo de la pandemia el abuso doméstico era una situación que experimentaba una de cada tres mujeres alrededor del mundo.
El reporte también indica que en México, durante los primeros 100 días de confinamiento por la pandemia, las llamadas al 911 reportando violencia contra las mujeres creció un aproximado de 20%, y la atención brindada en organizaciones municipales y estatales aumentó entre 20% y 30%.
A pesar de los números que se presentan en dicho reporte, los casos de abuso doméstico pueden ser mayores debido a que hay víctimas que no denuncian tales hechos.
En caso de sufrir violencia doméstica no dudes en comunicarte al número de emergencia 911, donde el personal capacitado atenderá tu llamada.
Ahora ya puedes llamar al *765, la nueva línea de atención de emergencia para mujeres en la Ciudad de México. Está disponible 24/7 y puedes comunicarte ante cualquier agresión física, sexual o si consideras que tu vida está en peligro.
Tiene como objetivo brindar auxilio inmediato, así como acompañamiento, órdenes de protección e incluso canalización a un refugio si así se requiere.
La Fiscalía General de Justicia cuenta con un Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar (CAVI) en la Ciudad de México, a donde pueden comunicarse mujeres víctimas de violencia de pareja, así como niñas y niños de hasta 12 años de edad víctimas de violencia familiar.
Los números de contacto son: (55) 5345 5248, (55) 5345 5228, (55) 5345 5229. Tienen un horario de atención de 9:00 a 19:00 horas, de lunes a domingo.
La Secretaria de las Mujeres del Estado de México pone a disposición de aquellas mujeres que hayan sufrido cualquier tipo de violencia la línea de atención 800 108 40 53. Se encuentra disponible las 24 horas y los 365 días del año.
La violencia no es una práctica que debe ser normalizada por ningún motivo así que, por favor, jamás permitas que alguien abuse de tus derechos o lastime tu integridad física y mental, ¡recuerda que no estás sola!
Las situaciones de peligro nunca se pueden prevenir y, desafortunadamente, en una realidad como la que vivimos las medidas extra de seguridad nunca están de más. Por eso se han creado algunas apps para pedir ayuda en caso de emergencia, permitiendo que envíes una alerta y compartas tu ubicación.
Aquí te compartimos algunas opciones.
Apps para pedir ayuda
1. Life360
Está app funciona como un localizador, puedes tener acceso a la ubicación de algún familiar o amiga durante las 24 horas del día.
Además es posible mantener comunicación a través de la aplicación pues cuenta con un chat y, en caso de emergencia, activas una alerta para que rastreen tu celular y te puedan ubicar de manera más rápida.
Encuentra más información sobre la app en su sitio web: Life360
2. UrSafe
Lo interesante de esta aplicación es que está diseñada para que reconozca tu voz. Asignarás palabras de seguridad que, en determinada situación, la aplicación utilizará para enviar de inmediato una alerta de emergencia.
También tiene la función de compartir tu ubicación en tiempo real con una lista de contactos de emergencia, quienes pueden seguir tu viaje y son notificados cuando llegas a tu destino.
En caso de emergencia existe el botón de 911, que llama de forma inmediata para que la policía pueda hacer un seguimiento. Además, realiza transmisiones en vivo con el fin de que tus contactos reciban audio y video de la situación.
Checa más en la página oficial de la aplicación, UrSafe
3. Voy Contigo
Esta aplicación tiene una comunidad dentro de la app, pues puedes comunicarte con mujeres que se encuentren cerca de ti en una situación de emergencia.
Entre sus funciones se encuentran: Alerta de emergencia, que emite una notificación a tus contactos de confianza y usuarias que se encuentren cerca de ti; Reportes, donde puedes denunciar algún acto de violencia o prevenir situaciones de peligro; Zona segura, donde recibes notificaciones de sitios de tu interés para corroborar si es un lugar seguro; y Compartir ubicación, para que tus personas de confianza tengan acceso a tu ubicación en tiempo real.
Visita su sitio web para conocer más acerca del movimiento detrás de la aplicación, Voy Contigo
Otra de las apps para pedir ayuda en caso de emergencia es Sister.
La función principal de Sister es la geolocalización en tiempo real. Comparte tu ubicación cuando te sientas en peligro con tus contactos de confianza, se les notifica que activaste la función de emergencia.
En caso de que no cuenten con la aplicación les notifica por mensajería convencional, así podrán monitorear tu ubicación. Eso sí, no olvides avisarles que usas la app para que no piensen que se trata de algo falso.
Al activar el botón de emergencia, comienza a grabar audio y toma fotografías, esto también se envía a tus contactos para que tengan contexto de la situación.
5. SOSMEX
Es una aplicación que nos ayuda en situaciones de peligro, cuenta con un botón de pánico que puede ser activado de tres formas: con sensor de movimiento, presionando el botón de bloqueo 5 veces seguidas o directamente en la aplicación.
Al activar el modo emergencia, tus contactos de confianza reciben un mensaje de texto con el link de tu ubicación.
Hoy en día se han logrado muchas cosas en cuestión de igualdad de género, para las cuales se tuvo que luchar durante décadas. Sin embargo, todavía hay demasiadas cosas que deben cambiarse en nuestra sociedad y que se visibilizan una a la vez, ya sea que se trate de conflictos a gran escala o “detalles” que por mucho tiempo pasaron desapercibidos.
Una de las cuestiones que entró en debate hace relativamente poco tiempo fue la sexualización de los senos, lo cual ha motivado el movimiento feminista Free the Nipple (que se traduce literalmente como “Libera el pezón”).
¿De dónde proviene el movimiento feminista Free the Nipple?
Free the Nipple nació en 2012 cuando la directora Lina Esco filmó una película homónima, la cual sigue a un grupo ficticio de mujeres jóvenes mientras protestan en topless por las calles de Nueva York.
El eje principal de la película es mostrar la diferencia que hay cuando la mujer muestra los senos en algún lugar público; se hace hincapié en cómo los hombres pueden andar por las calles sin camisa y no pasa nada, mientras la mujer es arrestada por alterar el orden, pero principalmente es sexualizada y acosada.
¿Por qué causó controversia?
Durante la promoción de la película se hizo visible que esta sexualización no solo abarca los lugares públicos como las calles, sino que también en las redes sociales es un tabú subir una foto o video que muestre los senos sin cubrir de una mujer.
Facebook eliminó el trailer de la película por mostrar los senos de mujeres, además se observó que Instagram te elimina la foto si vas en topless.
Al final, el nombre de la película terminó por ser el eslogan de este movimiento.
Entre las preguntas que se hace el movimiento se encuentra “si tanto los hombres como las mujeres tienen pezones, ¿por qué ellas no pueden mostrarlos?”, explica la revista New Idea.
Reacción de las famosas a Free the Nipple
Muchas artistas empezaron a apoyar la causa mostrando fotos en sus redes sociales de ellas desnudas de su parte superior. La cantante Miley Cyrus publicó una foto en topless que después Instagram eliminó.
A ella se le unió Chelsea Handler, Rihanna, Kylie y Kendall Jenner, además de las hermanas Rumer y Scout Willis (hijas de Demi Moore y Bruce Willis).
Un caso más reciente
Sin embargo, el movimiento no solo trata de la censura de mostrar los senos al descubierto, sino desde hace años se ha abordado que si las mujeres llevan ropa transparente que permita ver los senos provoca la crítica y el prejuicio hacia su físico.
El ejemplo más reciente ocurrió en 2022 y es el de la actriz Florence Pugh, la cual se presentó a un evento de moda con un vestido transparente que permitía ver sus pezones, por lo cual recibió millones de comentarios sobre hombres diciéndole lo vulgar que se ve, además de nombrarla “plana”.
El movimiento Free the Nipple no solo se enfoca en las mujeres que quieren ir en topless por la calle o que las redes sociales dejen de censurar los senos, también busca apoyar a las madres que amamantan a sus hijos en la calle y son juzgadas, cuando es algo que tienen que hacer por el bien del bebé.
Este movimiento busca, principalmente, crear conciencia en que no importa cómo viste o que no viste una mujer siempre se le debe de respetar, si no trae ropa no es justificación para que la acosen o la violen.
Cada 28 de septiembre es un día dedicado a la despenalización del abortoen México y Latinoamérica. En diferentes ciudades y países del continente, se generan movilizaciones organizadas por colectivas feministas, mujeres, personas menstruantes y personas en pro del llamado “derecho a decidir”. También se conoce como el Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro.
Estos actos de protesta tienen como objetivo principal exigir a los gobiernos y autoridades que se expandan los estados en los que está despenalizado el aborto y faciliten su acceso para disminuir las cifras de muertes ocasionadas por realizarlos en lugares insalubres.
Además, se difunde información que rompe con el estigma que existe aún sobre este tema, así como centros de apoyo para quienes lo requieran.
Cómo surgió el Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro
El Día de la Despenalización del Aborto, también llamado Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro, tuvo su origen en Brasil.
De acuerdo con la Red Global por los Derechos Reproductivos de las Mujeres (WGNRR, por sus siglas en inglés) se dedica cada 28 de septiembre a modo de conmemoración por el aniversario de la abolición de la esclavitud en Brasil.
En qué países de América Latina es legal el aborto
El aborto ya es legal en naciones como Argentina, Uruguay, Cuba, Colombia y Puerto Rico, es ya legal el aborto, considerando determinados plazos de gestación y otras condiciones.
En el caso específico de nuestro país, pese a que en CDMX, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz está permitida la interrupción del embarazo de forma legal hasta las 12 semanas, cada entidad federativa tiene sus propios protocolos y reglamentos.
La Ciudad de México, por ejemplo, cuenta con seis causales aceptadas recopiladas por la organización Alianza Nacional por el Derecho a Decidir, dedicada a trabajar a favor del pleno ejercicio de derechos sexuales y reproductivos.
¿Por qué el aborto legal y seguro es un derecho?
Human Rights Watch, organización no gubernamental y sin fines de lucro dedicada a preservar los derechos humanos, define al aborto como una cuestión de derechos ya que está directamente relacionada con la autonomía de decisiones de las mujeres.
Diversas indagaciones afirman que negar o penalizar la interrupción de un embarazo a mujeres, niñas y personas menstruantes por cualquier motivo constituye una forma de discriminación.
Por otra parte, organismos respaldados por la Organización de las Naciones Unidas constantemente hacen llamado a gobiernos y autoridades invitándolos a la despenalización del aborto y a la plena garantía de un servicio gratuito y legal.
La importancia de esto radica principalmente en que la prohibición no disminuye las cifras de abortos y, más bien, aumenta el número de muertes por un servicio insalubre y/o deficiente.
Es por ello que en comunicados de la organización se menciona que atenta contra la autonomía, integridad física, la libre elección sobre la reproducción y se sobreponen creencias y prejuicios religiosos o científicos.
Logros históricos en el tema del aborto en Latinoamérica
Aún falta un largo camino por recorrer en cuanto a la despenalización y garantía de acceso a un aborto legal y seguro, pero las movilizaciones y organizaciones suman diversos logros que implican pasos significativos.
En nuestro país se ha aumentado los estados en los que se permite la interrupción del embarazo sin causales obligadas.
Mientras que en otros, como Coahuila, se pretende eliminar los sesgos en las leyes que impiden la total despenalización del aborto.
Sin embargo, todavía están pendientes los temas sobre accesibilidad, para asegurarle a mujeres y personas gestantes una interrupción segura y gratuita.
También se pretende llegar a regiones y lugares marginados, para que el aborto deje de ser un servicio al que no toda la población puede acceder, y evitar que deban desplazarse para acudir a clínicas que no siempre son seguras.