Sabemos lo frustrante que es no conseguir ese trabajo que tanto querías. Pero antes de que te desanimes o te llenes de dudas, queremos recordarte algo: no conseguirlo no es el final del camino, es solo una parada temporal en tu carrera. Aquí te damos algunos consejos para manejar esta situación y puedas seguir adelante con más fuerza que nunca.
Permítete sentirlo
Es completamente normal sentir tristeza, frustración o incluso enojo. No conseguir ese trabajo que te emocionaba puede ser un golpe a tu autoestima. ¡Está bien sentirse mal! Date permiso para procesar tus emociones.
Puedes tomarte un día para desahogarte, hablar con una amiga, ver una película, o simplemente descansar.
“Reconocer y validar tus emociones es el primer paso para superarlas. No evites lo que sientes, pero tampoco te quedes estancada en ese lugar emocional”, comenta Brené Brown, investigadora y autora de “El poder de la vulnerabilidad”.
Al final, lo que más importa es cómo te levantas. Así que, si necesitas llorar o darte un respiro, hazlo, pero luego prepárate para seguir adelante.
No lo tomes personal
Es fácil caer en la trampa de pensar que si no conseguiste el trabajo es porque no eras lo suficientemente buena, pero esto rara vez es cierto.
Para Amy Cuddy, psicóloga social y autora del libro “Presencia”, “el rechazo no es una definición de tu valor. Es, simplemente, una señal de que necesitas ajustar tu estrategia o buscar un entorno donde tus habilidades sean mejor valoradas”.
Hay muchos factores que juegan en el proceso de selección: desde los requisitos internos de la empresa hasta la cantidad de candidatos con perfiles similares al tuyo. No te castigues ni te compares con los demás.
Que no te hayan dado el trabajo, no significa que no seas capaz o que no merezcas un gran puesto.
Pide retroalimentación
Si tienes la oportunidad, ¡pide feedback! Muchas empresas están dispuestas a darte retroalimentación sobre tu entrevista o tu currículum.
Saber qué áreas puedes mejorar te ayudará a estar mejor preparada para futuras oportunidades.
A veces, el simple hecho de pedir feedback te permitirá ver las cosas desde otra perspectiva y te dará la confianza de que estás en el camino correcto.
Refina tu estrategia de búsqueda
No conseguir ese trabajo puede ser la oportunidad perfecta para ajustar tu enfoque. Haz una revisión de tu currículum, tu perfil de LinkedIn o incluso tu portafolio si lo tienes.
Asegúrate de que estén actualizados y reflejen lo mejor de ti. También puedes replantearte las empresas en las que aplicas.
Pregúntate si estás buscando en lugares que realmente encajan con tus valores y habilidades, o si es hora de explorar otras industrias o roles que te apasionen.
Sheryl Sandberg, directora operativa de Facebook y autora de “Lean In”, siempre comenta que “buscar trabajo es una oportunidad de crecimiento.
Cada nueva postulación es una oportunidad para mostrar lo mejor de ti y aprender algo nuevo sobre ti misma y sobre el mercado”.
Invierte en ti misma
Aprovecha este momento para mejorar tus habilidades. Hay un montón de cursos en línea gratuitos o de bajo costo que pueden ayudarte a destacar en tu campo.
Tal vez aprender una nueva herramienta, mejorar en algo específico relacionado con tu profesión, o incluso desarrollar habilidades blandas como la comunicación o el liderazgo te lleven al siguiente nivel.
Recuerda, cada nueva habilidad que adquieres es una inversión para tu futuro.
Redefine el fracaso
No haber conseguido ese trabajo no es un fracaso, sino una lección. Tal vez este no era el camino que debías seguir, o quizás hay algo mejor esperándote a la vuelta de la esquina.
Cambia tu perspectiva y piensa en lo que puedes aprender de esta experiencia. El éxito no siempre es lineal, y cada obstáculo te prepara para algo más grande.
“El fracaso no es lo opuesto al éxito, es parte de él. Cada contratiempo te acerca más a lo que realmente está destinado para ti”, dice Arianna Huffington, fundadora de The Huffington Post.
Mantén una mentalidad positiva
Este paso es clave. No conseguir un trabajo puede ser desalentador, pero mantener una mentalidad positiva y proactiva hará que todo sea más llevadero.
A veces, la clave está en la persistencia. No te rindas y sigue aplicando. Sigue trabajando en ti misma y ten la confianza de que el trabajo adecuado llegará.
¡El que realmente está alineado con tu propósito y habilidades!
Busca a tu red de apoyo
Tener una red de apoyo es fundamental en momentos como estos. Habla con amigos, familiares o compañeros que te entiendan y te puedan animar.
A veces, un poco de ánimo externo puede ayudarte a ver las cosas desde una perspectiva diferente y recargar tu energía.
Revisa tus metas
Finalmente, tómate un momento para reevaluar tus metas profesionales. No conseguir un trabajo puede ser una señal para ajustar tu enfoque. Pregúntate si realmente te apasionaba ese rol o si hay otras áreas que te motivan más.
Estar alineada con lo que realmente quieres hará que tus futuras búsquedas laborales sean mucho más gratificantes.
Recuerda, no conseguir ese trabajo que querías no significa el final de tus aspiraciones. Al contrario, es una oportunidad para crecer, mejorar y prepararte para lo que está por venir. ¡Confía en tu proceso y sigue adelante! Ese trabajo perfecto para ti está más cerca de lo que crees.
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