Nosotras.com.mx es el sitio femenino de EL UNIVERSAL que presenta temas de actualidad relevantes para la mujer de hoy: empoderada, segura e independiente
Cumplir con todas las tareas del día suele ser complicado, y muchas veces terminamos frustradas por no palomear cada una de las cosas que habíamos puesto en la lista. Pero, ¿ya probaste la regla de dividir tu día en cuatro partes?
Existen miles de factores que pueden intervenir en tus planes evitando que puedas terminar todos ellos. Y, aunque encontrar la perfección resulta casi imposible, existen métodos como éste para ayudarte a mejorar tu productividad.
La regla de dividir tu día en cuatro partes
Según la coach de vida Julie Leonard en su portal oficial, esta tendencia que nace de TikTok podría garantizar no solo mayor productividad sino también la motivación, de manera que traería consecuencias positivas para tu salud mental.
Expertos en el tema han dado a conocer que la regla de regla de dividir tu día en cuatro partes (es decir, cuatro cuartos) le dará a nuestro cerebro la sensación de empezar de nuevo durante cuatro veces. Si las actividades del primer cuarto no salieron bien, ¡no te preocupes! El próximo cuarto del día puede ser mejor.
Según la autora Gretchen Rubin para Lifehacker, esta técnica es similar a la división de tiempo en los deportes, como en los partidos de futbol. Por ejemplo, cuando el tiempo de un partido se divide en dos o más partes, puede que un equipo vaya perdiendo en el primer tiempo, pero en el segundo siempre habrá posibilidad de remontar.
Otra opción es intentar “pensar en cada día como un conjunto de cuatro partes: mañana, mediodía, tarde y noche. Si desperdicias una, volverás a la normalidad para la siguiente. Fracasa en cosas pequeñas, no en cosas grandes”, explica Rubin.
¿Cómo se divide?
Una manera de dividir el día puede ser de la siguiente manera. El primer cuarto del día comienza desde las 5:00 hasta las 10:00 horas. Luego, de 10:00 a 14:00, de 14:00 a 19:00 y finalmente de 19:00 horas a lo que resta de la noche.
De esta forma los errores del primer cuarto del día no definirán los resultados finales, obteniendo así, una sensación de mayor productividad, Incluso, podrías añadir un lapso de descanso en estos segmentos del día.
¿Una nueva oportunidad?
Julie Leonard argumenta que la eficacia del poder de los cuatro cuartos se debe principalmente a la sensación de “empezar de nuevo”; dividir el día en de esta forma podría darte el control de tu día, replanteando todo lo que has hecho y no calificar al día como un desastre.
Aplicar para un puesto de trabajo puede resultar estresante, y tener un buen CV es una parte muy importante durante este proceso. Muchas veces olvidamos habilidades que atraen mucho a los reclutadores, te compartimos algunas ‘soft skills’ que sí o sí tienes que considerar al redactar tu CV.
Como explica la plataforma Indeed, las ‘soft skills’ son rasgos o habilidades interpersonales y de comportamiento que no se enfocan específicamente en un tipo de trabajo, pero sí te ayudarán a desenvolverte en cualquier ambiente en el que te encuentres.
7 soft skills que debes considerar en tu CV
A continuación, enlistamos algunas ‘soft skills’ que podrían hacer una diferencia positiva en tu currículum. Si alguna de ellas no es tu fuerte, ahí tienes una importante área de oportunidad en la cual puedes trabajar.
1. Resolución de problemas
No tienes que haber tenido tu primer empleo para saber que en este mundo hay personas que complican situaciones que tienen solución. De esta forma suelen originarse los conflictos en el trabajo, por lo que es necesario que seas capaz de resolver los problemas que se te presenten.
La capacidad de buscar soluciones o pensar en formas alternativas de resolver algo, hace la diferencia en un trabajo. Esta ‘soft skill’ se encuentra en la base de la productividad laboral y los retos cotidianos, indica la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne.
2. Creatividad
En ocasiones consideramos que esta ‘soft skill’ es algo propio de trabajos más artísticos. Sin embargo, la creatividad es la forma en que incorporamos diferentes habilidades, situaciones, etc., que nos permiten salirnos de la norma o de lo ordinario para generar nuevas técnicas, ideas y soluciones.
3. Comunicación
Sí, la comunicación es fundamental en un trabajo, no solo en nuestros vínculos de carácter social. En el ambiente laboral también construimos vínculos que ayudan a mejorar nuestro rendimiento. A través de la comunicación efectiva podemos entender las necesidades, así como externar las propias, permitiendo un buen ‘feedback’. Esta ‘soft skill’ es muy necesaria, sobre todo cuando se trabaja en equipo (es decir, casi en cualquier tipo de empleo).
4. Pensamiento crítico
Permite a los individuos abordar problemas y retos estratégicamente, sin quedarte con la información más superficial o con lo básico. Analizar las situaciones nos permite tomar buenas decisiones, considerando las posibles consecuencias de ellas. El pensamiento crítico permite identificar las fallas y aciertos en nuestro razonamiento o actitudes.
5. Liderazgo
Una buena líder es capaz de inspirarse a sí misma y a otros para alcanzar al éxito. Liderar no es sinónimo de prepotencia, al contrario, se necesita humildad y respeto para tomar el control de las diferentes situaciones. Esta capacidad necesita de responsabilidad para aceptar los errores y aciertos propios o ajenos para alcanzar metas.
6. Adaptibilidad
El cambio siempre ocurre; si te opones a ser flexible y adaptarte a él, seguramente te estanques y no desarrolles tu rendimiento. Un empleado adaptable puede aprender nuevas habilidades y buscar constantemente mejorar su desempeño.
7. Buen manejo de tiempo
Actualmente el tiempo es oro, muchas veces tendrás que trabajar bajo presión y el resultado tendrá que ser igual de bueno. Requiere disciplina y concentración para evitar distraernos y perder de vista nuestras prioridades. Un buen manejo de tiempo disminuye la ansiedad y estrés, quien tenga esa habilidad será tomado en cuenta como una persona responsable y eficiente.
En un mundo de pantallas que nos sobreestimulan con rapidez, tener la sensación de estar crónicamente aburrida no es de extrañarse. Seguro te ha pasado que miras redes sociales y, antes de siquiera procesar el contenido en pantalla, ya estás deslizando tu dedo para quitarlo automáticamente. Si te ha pasado, debes conocer más sobre el ‘boreout’.
El ‘burnout’ es un concepto bastante conocido en los últimos años, pero, ¿qué pasa con el aburrimiento crónico y con la falta de satisfacción que vivimos diariamente? Aunque es duro de afrontar, no todo en la vida está construido con base en la diversión y esto puede ser un gran problema para muchas.
¿Qué es el ‘boreout’?
De acuerdo con Lotta Harju la profesora asistente de comportamiento organizacional en Lyon Business School para la BBC, el término de ‘boreout’ es definido en español como “aburrimiento crónico”.
Existen diversos factores que originan este fenómeno, entre ellos está trabajar en un ambiente físicamente desmoralizante (como sucede en las oficinas de cubículos) o tener un sentimiento de poco desafío (en cuanto a capacidades intelectuales) durante largos periodos. Es decir, es la conjetura de que el trabajo no tiene sentido y, por lo tanto, imposibilita encontrar motivación en la vida.
A diferencia del ‘boreout’, que se relaciona con el aburrimiento al punto de pensar que el trabajo no tiene sentido, el ‘burnout’ se origina por un exceso de trabajo crónico y la glamorización del “trabajo duro”, explica el blog de la plataforma de organización Forecast.
Algunas señales de que puedas tener un ‘boreout’ son: ansiedad, depresión, procastinación e incluso dolores de cabeza.
Consejos para combatir el ‘boreout’
La BBC comparte los siguientes consejos para combatir el ‘boreout’:
Hablar con tu superior más inmediato en el trabajo para implementar nuevas estrategias y proyectos.
Buscar un propósito en tu trabajo, de esta forma será más fácil encontrar cierta satisfacción en lo que haces.
Buscar ayuda psicológica. Como mencionamos anteriormente, tu salud mental es la principal víctima de este fenómeno y de no atenderte podrías poner en riesgo hasta tu condición física.
Empiezas una tarea y terminas haciendo otra cosa, entras a un cuarto buscando algo y se te olvida qué era eso que necesitabas o lo que ibas a hacer porque ya estás pensando en otras cosas. ¿Te ha pasado? No eres la única. Distraerse es muy fácil para muchas, pero puede ser una señal de alerta. Incluso ya existe un término llamado “cerebro de palomitas de maíz” o ‘popcorn brain’.
Vivimos pegadas a pantallas y rara vez volteamos a ver el mundo real con asombro, los dispositivos electrónicos nos entretienen mientras hacemos otras actividades simultáneamente; sin una estimulación o entretenimiento perdemos el interés fácilmente. No poder conectar con el mundo no debería ser normal, experimentar la necesidad de checar el celular cada minuto imposibilita la concentración y es una señal de que probablemente tengas “cerebro de palomita de maíz”. A continuación te explicamos por qué.
¿Qué es el ‘cerebro de palomitas de maíz’?
El concepto, originalmente en inglés ‘popcorn brain’, fue mencionado por el doctor David M. Levy, científico computacional de la Universidad de Washington. Este fenómeno se está volviendo tendencia entre la generación Z y hace referencia al efecto que tiene el uso excesivo de redes sociales y dispositivos electrónicos en nuestro estado mental.
El “cerebro de palomita” hace referencia a un estado mental en el que el tiempo de atención o concentración es fragmentada, también hay pensamientos dispersos que cambian constantemente en un lapso de tiempo muy corto. Se hace una comparación con lo que sucede al preparar palomitas de maíz, pues éstas revientan rápidamente una tras otra así como te “saltan” pensamientos diferentes sin parar.
Lo anterior sucede ya que al cerebro se le dificulta retener la información que obtiene en cuestión de segundos, creando así un caos mental.
La doctora Jessica McCarthy, fundadora y directora clínica de ‘Elements Psychological Services’ comparte a través del sitio web PopSugar que el cerebro toma la estimulación de pantallas e internet como una recompensa, por lo que se producen químicos que nos hacen sentir bien como la dopamina y las endorfinas. No es de extrañar que tengamos adicción a nuestros celulares, además de ansiedad, dificultades para socializar, intolerancia a la incomodidad o disgusto y facilidad de distracción.
Pero tampoco debes asustarte porque no se trata de una enfermedad o trastorno, simplemente es una condición que se puede desarrollar dependiendo los hábitos que formes respecto a tus pantallas y que, de la misma forma que se crea, puede desaparecer. Es decir, minimizando el tiempo durante el cual usas redes sociales o pantallas para evitar la sobrestimulación que genera el uso desmedido del internet y dispositivos.
¿Cómo corregir el ‘popcorn brain’?
El periódico Hindustan Times proporciona consejos para ayudarte a eliminar el “cerebro de palomita de maíz”.
Establecer límites de tiempo para redes sociales.
Practicar la concentración con actividades como la meditación.
Crear rutinas para organizar mejor tus tiempos.
Priorizar tus tareas, así evitarás sentirte abrumada y podrás concentrarte más.
Tomar descansos regulares para no “atrofiar” tu mente.
Recuerda que, más allá del uso de términos como el ‘popcorn brain’, si sientes que el uso excesivo de pantallas o redes sociales está interfiriendo en tu vida, lo mejor es acudir por ayuda profesional.
Ninguna de nosotras quiere sentirse como un “fraude” en el trabajo, pero la realidad es que el síndrome de la impostora es un fenómeno psicológico muy común, especialmente entre las mujeres. Un estudio encargado por Access Commercial Finance en el Reino Unido reveló que dos tercios de las mujeres han experimentado este “síndrome” en algún momento de sus vidas.
Si alguna vez te has sentido fuera de lugar o crees que no mereces tu trabajo, debes saber que no estás sola.
NOSOTRAS te compartimos algunas estrategias, de acuerdo con información especializada, que puedes aplicar si el síndrome de la impostora está afectando tus actividades laborales.
¿Cómo afecta el síndrome de la impostora en el trabajo?
El síndrome de la impostora en el ámbito laboral se define como una sensación de inseguridad relacionada con los logros en el trabajo. Aquellas que lo experimentan, a pesar de tener éxitos y reconocimientos evidentes, suelen dudar de su competencia y sienten que no merecen sus logros. De acuerdo con información de HubSpot, este fenómeno puede atribuirse a diversos factores, como la autoexigencia desmedida, el perfeccionismo y la constante comparación con las demás.
Las mujeres que sufren este síndrome tienden a subestimar sus habilidades y atribuir sus éxitos a la suerte o factores externos, lo que perpetúa un ciclo de autodesprecio y ansiedad. Como resultado, quienes lo padecen pueden sentirse incapaces de asumir nuevos desafíos y experimentar un estancamiento en su carrera.
Las autoras Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot explican que el contexto social es uno de los motivos fundamentales por los que este síndrome es más prevalente entre mujeres de éxito. Algunos de los aspectos clave que contribuyen al aumento del síndrome de la impostora incluyen los siguientes.
Presión elevada y constante sobre el rendimiento y la imagen. Esta presión incrementa la falta de confianza y genera dudas constantes sobre las capacidades.
Menor representación de mujeres en puestos directivos. La escasa presencia de mujeres en altos cargos puede hacer que aquellas que ocupan estos puestos se sientan solas y expuestas.
Estereotipos sociales. Los estereotipos que todavía persisten en la sociedad alimentan la inseguridad en las mujeres.
5 estrategias para combatir el síndrome de la impostora en el ambiente laboral
A continuación, te compartimos 5 estrategias que puedes aplicar cuando el síndrome de la impostora te ataca en el trabajo, de acuerdo con la Escuela de Negocios de la Universidad de Queensland, Australia y la compañía estadounidense especializada en gestión del trabajo, Asana.
Recuerda que siempre está la posibilidad de buscar ayuda profesional. No tienes por qué atravesar esto sola.
1. Reformula la forma en que analizas la situación
En lugar de concentrarte en lo que piensas que no puedes hacer, enfócate en tus capacidades y en cómo puedes crecer. La descarga de energía traducida en estrés que acompaña al síndrome de la impostora, hasta cierto punto puede convertirse en un impulso para desempeñarte de la mejor manera posible.
Revisa el trabajo que has realizado para ver si tus sentimientos se basan en los hechos. Es posible que encuentres algo concreto en lo que puedes trabajar y mejorar. Si no es así, usa los hechos a tu favor cada vez que esa voz interior te diga que no eres lo suficientemente buena.
2. Busca una mentora
Tener una mentora, una guía o un ejemplo de mayor experiencia que te desafíe y te ayude a salir de tu zona de confort puede ser invaluable. Compartir tus miedos y experiencias con alguien que ha pasado por situaciones similares puede ofrecerte una perspectiva objetiva y apoyo emocional.
Una buena mentora también puede proporcionarte estrategias concretas para lidiar con el síndrome de la impostora en el contexto de tu trabajo actual. Hablar de las dificultades que han atravesado y los errores que han cometido en sus carreras, podrían llevarte a descubrir que tienen algunas historias o consejos útiles sobre cómo lidiar con lo que estás sintiendo.
3. Aborda el síndrome de la impostora de forma grupal
Es fundamental que las líderes y compañeras de trabajo reconozcan y validen las experiencias derivadas del síndrome de la impostora. Fomentar un ambiente donde se pueda hablar abiertamente sobre esta situación ayuda a normalizar estos sentimientos y permite que como compañeras se sientan más cómodas al compartir sus luchas. La validación externa de habilidades por parte de instituciones, colegas o superiores es crucial, ya que puede proporcionar el respaldo necesario para quienes enfrentan este desafío.
4. Di ‘sí’ a las nuevas oportunidades
Es común que quienes padecen el síndrome de la impostora rechacen oportunidades laborales por miedo a no cumplir con las expectativas. Sin embargo, aceptar nuevos desafíos es esencial para el crecimiento. Diferencia entre la voz de tu “impostora” interior y la voz de la razón; la primera te dirá que no puedes hacerlo, mientras que la segunda te recordará que fue por una razón que se te ofreció esa oportunidad.
Aceptar un nuevo trabajo puede ser desafiante, pero intentarlo puede abrirte muchas puertas. No dejes que tu “impostora” interior rechace oportunidades que podrían ayudarte a aprender, crecer y avanzar en tu carrera. Si bien puede resultar intimidante asumir un rol en el que no te sientes segura, también puedes enfocarte en lo que sabes hacer y recordar que no hay nada de malo en “ser principiante” y hacer preguntas a lo largo del camino.
5. Compárate para aprender, no para desanimarte
Compararte con tus compañeras puede ser un hábito común, pero esta práctica puede ser destructiva. En lugar de enfocarte en desanimarte, observa qué puedes aprender de ellas. Reconocer que otras tienen habilidades en las que destacan no disminuye tu valor, sino que te brinda la oportunidad de crecer y colaborar. Recuerda que, al mismo tiempo, tú tienes ciertos talentos y habilidades que puedes compartir con tus compañeras para ayudarlas a tener éxito en sus funciones.
Todas hemos sido víctimas del estrés y de querer mantener todo bajo control a como dé lugar, pero al mismo tiempo teniendo pensamientos improductivos en nuestra mente. NOSOTRAS te guiamos para que conozcas más sobre este tipo de ideas que dan vueltas en nuestra cabeza y que puedas combatirlas con la práctica.
¿Qué son los pensamientos improductivos?
De acuerdo con el portal oficial de Laura Noel, coach certificada por la International Coaching Federation los pensamientos improductivos básicamente son una forma habitual de pensar que no produce ningún tipo de beneficio, resultado negativo o positivo; sin embargo, desvían tu mentalidad del alcance de objetivos y empoderamiento. De esta manera se afecta tu productividad, sentimientos de logro, autoestima y, a largo plazo, puede haber repercusiones en tu salud mental.
Existen pensamientos improductivos que nos generan un ciclo y desarrollamos patrones de comportamiento (sin ser conscientes de ello), influenciando mucho en cómo nos sentimos.
Es posible que el curso de pensamientos improductivos también lo conozcas como sobrepensar. A veces imaginar escenarios catastróficos o seguir analizando la misma idea una y otra vez, son ejemplos de pensamientos improductivos.
¿Cómo saber si estás teniendo pensamientos improductivos?
Laura Noel expone tres hábitos clave para identificar si has tenido ese tipo de pensamiento, nosotras te los presentamos.
1. Pereza mental
La inactividad mental es un hábito que nos crea este tipo de pensamientos; es decir, no se encuentran soluciones, simplemente se dejan las cosas pasar en “modo automático”.
Una posible solución es replantear tu día desde la mañana, pregúntate: “¿cómo voy a afrontar los obstáculos y qué actitud tendré a lo largo de mi día?”.
2. ‘No puedo’
¿Has pensado que “no puedes” hacer algo y eso te limita de intentarlo? Si la respuesta es sí, estás quitando la productividad y la oportunidad de que algo bueno pueda pasar. Podrías eliminar esa palabra de tu vocabulario y pensar en que todo lo puedes lograr, verás cómo las cosas comienzan a verse con claridad, y optarás por posibles soluciones.
3. Objetivos básicos
Los horarios fijos, las prioridades, y los objetivos son herramientas básicas para un plan, pero cuando no los tenemos nuestro cerebro divaga en respuestas, dando entrada a pensamientos improductivos.
Puedes llevar una bitácora diaria, planifica tu día con cosas básicas (horarios de comida, llegar temprano a tu escuela o trabajo, responder correos pendientes, etc.). No olvides celebrar tus pequeños logros.
La autora Melody Wilding, para la plataforma Well+Good, ofrece otros ejemplos de pensamientos improductivos.
“Todo o nada”. Es cuando te bloqueas y ves una situación en absolutos. Por ejemplo, tener un error y pensar que “fracasas en todo lo que haces”.
Descalificar lo positivo. Esto lo viven, por ejemplo, las personas que tienen problemas para recibir cumplidos porque siempre encuentran una justificación para minimizar sus logros.
Razonamiento emocional. Consiste en sentir algo y pensar que eso es una respuesta absoluta. Por ejemplo, pensar que si en algún momento te sientes incómoda dentro de un grupo, inmediatamente todos te perciben así.
“Debería”. De acuerdo con la autora, son pensamientos improductivos aquellos que se concentran en lo que “deberías ya haber logrado” o “deberías hacer” pero son expectativas irreales.
¿Qué pasa si no eres capaz de cambiar un pensamiento improductivo?
Las respuestas correctas e incorrectas no existen, las acciones que tenemos influyen en el contexto que se nos presente. No pasa nada si en un principio un pensamiento no puedes cambiarlo: aprender de los errores y tener pensamientos flexibles es una gran forma de aprender.
El bullying no es exclusivo de la época escolar y va mucho más allá de los insultos directos o los golpes. A veces puede verse como ataques que apenas se notan y te hacen dudar si tú estás exagerando. Hoy NOSOTRAS te contamos algunas señales “sutiles” de que vives acoso laboral.
Si te sientes identificada con las situaciones que describiremos, busca ayuda. Ya sea mediante tu red de apoyo (amigos o familiares), la autoridad en tu centro de trabajo (como el departamento de recursos humanos) o ayuda profesional, es importante que tomes acción para cuidar tu integridad.
Qué es el acoso laboral
Este término abarca comportamientos y actitudes muy diversos que representan agresiones que afectan, amenazan o intimidan a una persona en el entorno laboral. Puede tratarse de acciones muy sutiles que cuesta trabajo señalar o acusar.
Este tipo de agresiones ocurren tanto entre colegas de una misma jerarquía como de un superior hacia subordinados.
De acuerdo con Harvard Business Review, tan solo en Estados Unidos más de 48 millones de personas reportan bullying en el espacio laboral; en países como India, la cifra alcanza 55% de la fuerza laboral.
El acoso laboral puede hacerte perder tu motivación, repercutir en tu desempeño laboral y tener consecuencias en tu salud mental, indica el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS).
Señales ‘sutiles’ de que vives acoso laboral
1. No te incluyen en las conversaciones
No es que todo el equipo de trabajo deba actuar como los mejores amigos, pero hay señales muy marcadas de que alguien te está ignorando a propósito. Esto constituye una forma de abuso, como indica NHS.
Este tipo de bullying puede generar sentimientos de aislamiento e insignificancia en la víctima, dice la firma legal Spraggs Law. En ocasiones, ignorar a alguien viene de los estereotipos y prejuicios con base en la apariencia, creencias, cultura o religión.
Estos son algunos ejemplos.
Si alguien organiza un evento o actividad e incluye a todos, menos a ti.
Cuando sientes que todas tus propuestas o comentarios son ignorados en las juntas y reuniones.
Cuando ignoran tus preguntas.
Si una persona actúa como si no estuvieras ahí.
2. Menosprecian tu trabajo frente a tus superiores
Puede ser muy desagradable cuando durante una junta alguien hace comentarios sarcásticos sobre tu trabajo, pone en duda tus conocimientos o te hace quedar mal. Pero, si es algo constante y de manera arbitraria, se trata de bullying. Esto no solo te hace sentir mal, sino entorpece los procesos de trabajo.
Si te pasa, una de las acciones que puedes tomar es realizar un registro preciso de tus actividades, entregas y logros, para poder presentarlo en cualquier momento ante tus superiores.
3. Ocultar información
Aquellas acciones que te impidan realizar un buen trabajo, como ocultarte fechas de entrega o información clave sobre juntas y procedimientos, también califica como acoso laboral. Si el ‘bully’ logra su cometido, puede ocasionarle problemas a la víctima sin que nadie se entere qué sucedió en realidad.
4. Inician rumores o chismes sobre ti
No debemos normalizar la propagación de chismes sobre una persona, pues esta es una manifestación de acoso. El blog oficial de la plataforma Indeed explica que los ‘bullies’ de la oficina pueden hacer esto para ganar un beneficio propio o simplemente por ver sufrir a alguien; en cualquier caso, es acoso y debe combatirse.
5. Te sobrecargan de trabajo de manera injusta
Darte plazos imposibles de cumplir o una carga excesiva de trabajo solo a ti, es un abuso de poder y debe combatirse. Se trata de una forma de abuso muy peligrosa pues, al venir de una persona con mayor jerarquía, parece “justifcarse” y da un pretexto para llamar la atención por “incumplimiento”.
6. Dar tareas absurdas
El ‘bullying’ puede verse como una carga de tareas tediosas e insignificantes, enlista Indeed. Se asignan a propósito para mantener al margen a la víctima, impedir que gane reconocimiento o tenga un mayor sentimiento de logro.
7. Edadismo
Actuar con base en creencias y estereotipos relacionados con la edad también se puede convertir en bullying. Por ejemplo, asumir que una persona mayor no sabe de tecnología o menospreciar las ideas de alguien muy joven, puede resultar en acciones en perjuicio de ellos.
¿Alguna vez has creído que dominas algo al 100%? Un deporte, una canción, un pasatiempo, una receta, una lectura, etc. ¿Creerías que existe la posibilidad de volverlo a aprender de otra manera? Si te atreves a intentarlo, estarías poniendo en práctica el concepto budista zen ‘shoshin’, una filosofía que nos permite “experimentar las cosas como un bebé” sin limitaciones, juicios o prejuicios.
Esta práctica consiste, básicamente, en hacer a un lado cierta información que se nos ha arraigado y liberarnos para tener una mente más abierta al aprendizaje. De esta manera podemos ver las cosas bajo una nueva perspectiva y tener una posibilidad distinta de alcanzar el éxito.
¿Qué es ‘shoshin’?
El maestro zen Shunryū Suzuki mencionó en su libro “Mente zen, Mente principiante”, lo siguiente. “En la mente del principiante hay muchas posibilidades… Pero en la del experto hay pocas”.
¿Has estado en un dilema y tu subconsciente te repite lo que está bien y lo que es incorrecto? Nuestras decisiones las tomamos de acuerdo a las creencias políticas, religiosas, sociales y las que nuestra familia nos inculcan, pero la filosofía ‘shoshin’ nos dice que al ser una principiante tu mente está abierta a nuevas posibilidades.
Según esta filosofía, en el momento en que asumes “saber algo” cierras tu mente a nuevas experiencias. Por eso debes formularte preguntas como: ¿lo que aprendí, lo podría volver a aprender de otra manera? Justo así empieza la filosofía ‘shoshin’.
Esta forma de pensar es un concepto que está muy arraigado en la cultura japonesa, como relata el blog Art of Sausade. Se refiere a la apertura para las nuevas ideas y las constantes ganas de aprender. Sirve no solo para apreciar el mundo a tu alrededor, sino para buscar el éxito en todo lo que te propongas.
¿Cómo adoptar la filosofía ‘shoshin’ en tu vida?
Nosotras te damos algunas recomendaciones de acuerdo con el sitio web del escritor James Clear, autor de hábitos, toma de decisiones y mejora continua, para que poco a poco comiences a implementar la filosofía ‘shoshin’ y redescubras tu mente.
1. No siempre hay que retroalimentar
Al ocupar frases como “deberías hacer esto…” o “me ha funcionado esto…”, resulta difícil escuchar realmente y con la mente abierta a la otra persona; de esta manera “matamos” la pertenencia de las ideas que alguien más comparte contigo. Según esta filosofía, hay que intentar dejar de contribuir con estas frases; lo mejor que puedes hacer es observar y escuchar atentamente.
2. ‘Cuéntame más’
Una clave para abrir tu mente pueden ser frases como: “cuéntame más sobre eso”. Como mencionamos en el primer punto, escuchar es clave para tener la mente de una principiante. Regresa a cuando te estaban enseñando algo por primera vez, siempre querías saber más y más. No importa el tema, siempre pide que te cuenten más.
3. Todas podemos recibir ayuda
La información “nueva” que vas a poner en práctica no llega sola, siempre dependemos de algún mentor o algún sistema que nos guía. Hay que darnos cuenta de esa influencia, tener en mente que todos somos humanos, y dependerá totalmente de tu sentido de percepción y valores para que puedas tenerlo en práctica.
¿Te imaginabas aprender, lo que ya aprendiste? Es la magia del ‘shoshin’, permítete estar completamente en el aquí y ahora, contemplando lo que ya sabes, pero volverás a saber.
Sabemos lo frustrante que es no conseguir ese trabajo que tanto querías. Pero antes de que te desanimes o te llenes de dudas, queremos recordarte algo: no conseguirlo no es el final del camino, es solo una parada temporal en tu carrera. Aquí te damos algunos consejos para manejar esta situación y puedas seguir adelante con más fuerza que nunca.
Permítete sentirlo
Es completamente normal sentir tristeza, frustración o incluso enojo. No conseguir ese trabajo que te emocionaba puede ser un golpe a tu autoestima. ¡Está bien sentirse mal! Date permiso para procesar tus emociones.
Puedes tomarte un día para desahogarte, hablar con una amiga, ver una película, o simplemente descansar.
“Reconocer y validar tus emociones es el primer paso para superarlas. No evites lo que sientes, pero tampoco te quedes estancada en ese lugar emocional”, comenta Brené Brown, investigadora y autora de “El poder de la vulnerabilidad”.
Al final, lo que más importa es cómo te levantas. Así que, si necesitas llorar o darte un respiro, hazlo, pero luego prepárate para seguir adelante.
No lo tomes personal
Es fácil caer en la trampa de pensar que si no conseguiste el trabajo es porque no eras lo suficientemente buena, pero esto rara vez es cierto.
Para Amy Cuddy, psicóloga social y autora del libro “Presencia”, “el rechazo no es una definición de tu valor. Es, simplemente, una señal de que necesitas ajustar tu estrategia o buscar un entorno donde tus habilidades sean mejor valoradas”.
Hay muchos factores que juegan en el proceso de selección: desde los requisitos internos de la empresa hasta la cantidad de candidatos con perfiles similares al tuyo. No te castigues ni te compares con los demás.
Que no te hayan dado el trabajo, no significa que no seas capaz o que no merezcas un gran puesto.
Pide retroalimentación
Si tienes la oportunidad, ¡pide feedback! Muchas empresas están dispuestas a darte retroalimentación sobre tu entrevista o tu currículum.
Saber qué áreas puedes mejorar te ayudará a estar mejor preparada para futuras oportunidades.
A veces, el simple hecho de pedir feedback te permitirá ver las cosas desde otra perspectiva y te dará la confianza de que estás en el camino correcto.
Refina tu estrategia de búsqueda
No conseguir ese trabajo puede ser la oportunidad perfecta para ajustar tu enfoque. Haz una revisión de tu currículum, tu perfil de LinkedIn o incluso tu portafolio si lo tienes.
Asegúrate de que estén actualizados y reflejen lo mejor de ti. También puedes replantearte las empresas en las que aplicas.
Pregúntate si estás buscando en lugares que realmente encajan con tus valores y habilidades, o si es hora de explorar otras industrias o roles que te apasionen.
Sheryl Sandberg, directora operativa de Facebook y autora de “Lean In”, siempre comenta que “buscar trabajo es una oportunidad de crecimiento.
Cada nueva postulación es una oportunidad para mostrar lo mejor de ti y aprender algo nuevo sobre ti misma y sobre el mercado”.
Invierte en ti misma
Aprovecha este momento para mejorar tus habilidades. Hay un montón de cursos en línea gratuitos o de bajo costo que pueden ayudarte a destacar en tu campo.
Tal vez aprender una nueva herramienta, mejorar en algo específico relacionado con tu profesión, o incluso desarrollar habilidades blandas como la comunicación o el liderazgo te lleven al siguiente nivel.
Recuerda, cada nueva habilidad que adquieres es una inversión para tu futuro.
Redefine el fracaso
No haber conseguido ese trabajo no es un fracaso, sino una lección. Tal vez este no era el camino que debías seguir, o quizás hay algo mejor esperándote a la vuelta de la esquina.
Cambia tu perspectiva y piensa en lo que puedes aprender de esta experiencia. El éxito no siempre es lineal, y cada obstáculo te prepara para algo más grande.
“El fracaso no es lo opuesto al éxito, es parte de él. Cada contratiempo te acerca más a lo que realmente está destinado para ti”, dice Arianna Huffington, fundadora de The Huffington Post.
Mantén una mentalidad positiva
Este paso es clave. No conseguir un trabajo puede ser desalentador, pero mantener una mentalidad positiva y proactiva hará que todo sea más llevadero.
A veces, la clave está en la persistencia. No te rindas y sigue aplicando. Sigue trabajando en ti misma y ten la confianza de que el trabajo adecuado llegará.
¡El que realmente está alineado con tu propósito y habilidades!
Busca a tu red de apoyo
Tener una red de apoyo es fundamental en momentos como estos. Habla con amigos, familiares o compañeros que te entiendan y te puedan animar.
A veces, un poco de ánimo externo puede ayudarte a ver las cosas desde una perspectiva diferente y recargar tu energía.
Revisa tus metas
Finalmente, tómate un momento para reevaluar tus metas profesionales. No conseguir un trabajo puede ser una señal para ajustar tu enfoque. Pregúntate si realmente te apasionaba ese rol o si hay otras áreas que te motivan más.
Estar alineada con lo que realmente quieres hará que tus futuras búsquedas laborales sean mucho más gratificantes.
Recuerda, no conseguir ese trabajo que querías no significa el final de tus aspiraciones. Al contrario, es una oportunidad para crecer, mejorar y prepararte para lo que está por venir. ¡Confía en tu proceso y sigue adelante! Ese trabajo perfecto para ti está más cerca de lo que crees.
El estrés y el agotamiento extremos en el trabajo, junto con una extraña indiferencia, no son normales. Se le conoce como burnout y puede afectar de sobremanera la productividad y la salud de quien lo sufre. Existen maneras en que puedes evitar llegar a este punto, por eso hoy NOSOTRAS te compartiremos cómo protegerte del burnout en el trabajo.
Cada vez es más común que se genere este “síndrome” por la presión constante de obtener resultados en el trabajo y la sobrecarga de labores; por esa razón, es importante poner en práctica algunos tips que podrían ayudarte a protegerte del burnout, fomentando un equilibrio más saludable entre el trabajo y la vida personal.
¿Qué es el burnout en el trabajo?
El “síndrome” del burnout describe los sentimientos de agotamiento físico, social y emocional atribuido al estrés. Pese a que suele enfocarse en el ámbito laboral, es posible atribuirlo a diferentes situaciones de la vida, como se reconoce en la plataforma Choosing Therapy.
No se trata de una condición diagnosticable, sino una sensación de fatiga que además representa una respuesta de distanciamiento del trabajo. Eso da como resultado un sentimiento de incompetencia y falta de logros o productividad en la persona, como aclara Harvard Business Review.
Para identificar si sufres de burnout en tu trabajo puedes detenerte a evaluar e identificar las señales de advertencia. Aunque no todo el mundo experimenta los síntomas de la misma manera, se han encontrado factores comunes.
Irritabilidad.
Frustración.
Falta de motivación.
Poca confianza.
Disminución de sensación de logro.
Energía baja.
Fatiga.
Problemas de sueño.
Dolores de cabeza, espalda o musculares.
Aislamiento.
Poco rendimiento.
Aumento de errores.
Retirarse de las responsabilidades.
7 tips para protegerte del burnout en el trabajo
Para protegerte del burnout en el trabajo es importante identificar cuáles son los factores que te estresan y trabajar en ello. Adoptando pequeñas medidas se puede hacer la diferencia para provocar cambios importantes que favorezcan el autocuidado, la relajación y el descanso.
1. Prioriza el autocuidado
Priorizar los buenos hábitos que contribuyan a tu bienestar puede ser una forma de prevenir el burnout en el trabajo. Vigilar tus horas de descanso, meditar y darle prioridad a tus emociones puede generar un cambio positivo. Es importante aprender a establecer límites que respeten tu bienestar para evitarte una sobrecarga de estrés y así aumentar tu productividad.
2. Busca herramientas de gestión de estrés
Existen herramientas y técnicas para el manejar del estrés que pueden ayudar a reducir el agotamiento a largo plazo. Choosing Therapy recomienda, por ejemplo, emplear actividades como caminar al aire libre o técnicas de respiración de manera constante.
3. Incluye tiempos de descanso
La Universidad del Este de Washington (EWU) menciona que es importante encontrar la manera de incluir tiempos para relajarte, tomar un pasatiempo o simplemente compartir con familia y amigos para encontrar un equilibrio en las actividades.
4. Modifica tu gestión de tiempos
Muchas veces querrás hacer todo en un solo día, pero eso puede hacerte sentir abrumada. Aprende a gestionar las actividades de tal manera en que puedas aprovechar los tiempos y no sentirte frustrada por no poder realizar tus objetivos del día.
5. Determina tus ‘no negociables’
Puede que en el trabajo te estén dando una carga excesiva de actividades y no sepas cómo detenerla o negarte a ella. Es importante que aprendas a determinar la manera de decir “no” y poner límites que no puedan modificarse y permitan que estructures tu tiempo en las actividades esenciales.
6. Concéntrate en lo que sí puedes controlar
Habrá muchas cosas de las que te sientas responsable y quieras modificar, pero muchas de esas tareas no dependen solo de ti. Puedes enfocarte entonces en lo que puedes resolver y controlar. Es decir, en tareas que puedes completar mientras aportas a tu trabajo puede aliviar el agotamiento y mejorar la confianza.
7. No temas a pedir ayuda
El agotamiento nubla la perspectiva e impide determinar claramente cuál es el momento de pedir ayuda. Recuerda que se puede pedir apoyo para completar algunas tareas o para simplemente tomar un descanso. No temas pedir que te ayuden o aceptar la ayuda de alguien en proyectos o tareas que necesites realizar.
“Garfield” siempre te entendió, pues los lunes podrían no ser exactamente tu día favorito. Cuando el despertador suena, la sola idea de levantarte puede resultar verdaderamente un desafío. Pero, aunque aceptes que odias los lunes, hay cosas que puedes hacer para que el inicio de semana sea más llevadero.
NOSOTRAS te compartimos algunas estrategias respaldadas por expertos para convertir los lunes en una oportunidad para empezar con energía más positiva.
Si odias los lunes, esto puedes hacer para disfrutarlos más
Los lunes por la mañana a menudo vienen acompañados de un sentimiento de tristeza y desánimo al que incluso se le llama ‘monday blues’.
De acuerdo con Ricardo Santiago, director clínico de Diamond Behavioral Health para VeryWell Mind, “tendemos a experimentar una sensación de pavor o ansiedad inespecífica los lunes por la mañana porque estamos pasando de un periodo de relajación durante el fin de semana a una preparación mental para enfrentar la semana laboral y todo el estrés que la acompaña”.
Este malestar puede manifestarse como falta de energía, ansiedad o irritabilidad. Situación que, según Santiago, podría ser más difícil de enfrentar “si tenemos un trabajo que no disfrutamos, un viaje largo, un jefe difícil, una gran carga de trabajo, plazos ajustados o un entorno laboral estresante”.
¿Odias los lunes? Los psicólogos Chris Mosunic, para la aplicación Calm y Timothy J. Legg, de Healthline, recomiendan lo siguiente.
1. Organízate desde el fin de semana
Mosunic considera que organizar tu espacio de trabajo y preparar tus cosas a partir de que comienzas el fin de semana puede ayudar a reducir el estrés matutino del lunes. Planifica tu vestimenta y tu almuerzo durante el fin de semana (de preferencia, desde el viernes o sábado) para que no tengas que apresurarte en la primera mañana de la semana. Esta preparación te permitirá comenzar el día de manera más relajada y enfocada.
2. Mantén una rutina de sueño constante
Uno de los factores que contribuye a la tristeza del lunes, según Legg, es el desajuste en los horarios de sueño. Para evitar esto, mantén una rutina de sueño constante durante toda la semana. El experto recomienda evitar dormir hasta tarde durante el fin de semana y tratar de levantarte a la misma hora todos los días. Esto te ayudará a ajustar tu cuerpo a la rutina laboral de forma más suave y con menos estrés.
3. Incorpora ejercicio y meditación a tu rutina del lunes
El ejercicio y la meditación son excelentes maneras de mejorar tu estado de ánimo y niveles de energía. Según los expertos, practicar una sesión de ejercicio ligero o meditación por la mañana puede elevar tus niveles de dopamina y serotonina, ayudándote a enfrentar el día con una actitud más positiva.
4. Planifica actividades divertidas
Rompe la rutina del lunes programando actividades que esperes con ansias. Ya sea una cena con amigos, una noche de cine o simplemente un pasatiempo que disfrutes. De acuerdo con el especialista de Calm, tener algo divertido planeado puede cambiar tu enfoque de la semana y hacer que los lunes sean menos desalentadores.
5. Realiza una rutina de autocuidado
Dedica tiempo al autocuidado, como leer, tomar un baño relajante o disfrutar de un hobby. Mosunic considera que estas actividades pueden ayudarte a reducir el estrés y mejorar tu bienestar general, lo que contribuye a una actitud más positiva hacia el inicio de la semana.
6. Escucha música que te motive
De acuerdo con el experto en psicología de Healthline, la música puede tener un impacto significativo en tu estado de ánimo. Escuchar tus canciones favoritas por la mañana puede aumentar tu energía y ayudarte a empezar el día con una actitud positiva. La música que te hace sentir bien puede ser una herramienta poderosa para combatir los sentimientos negativos del lunes.
7. Realiza pausas cortas durante el día
No te quedes sentada todo el día. Tómate pequeños descansos para caminar, tomar aire fresco o estirarte. Estas pausas, según Legg, pueden reducir la fatiga y el estrés, y ayudarte a mantenerte productiva y concentrada a lo largo del día.
8. Dale un toque especial a tus lunes
Crea tradiciones o rituales positivos para los lunes. Esto puede incluir algo tan simple como un desayuno especial, una taza de café que te guste o cualquier otra actividad que te alegre el día. Estos pequeños detalles, de acuerdo con Mosunic, pueden hacer que el lunes se sienta menos como un desafío y más como una oportunidad para disfrutar.
9. Vístete con estilo
Elige tu ropa del lunes con cuidado. Vestirte de manera que te haga sentir cómoda y segura puede cambiar tu perspectiva sobre el día. Si te sientes bien contigo misma, es más probable que enfrentes el lunes con una actitud más positiva.
¿Odias los lunes? Implementar estos consejos puede ayudarte a transformar la experiencia, convirtiendo un día tan detestado en una oportunidad para empezar la semana con energía y optimismo. No dejes que el lunes te derrumbe, ¡conviértelo en un aliado para un inicio más positivo de tu semana!
¿Alguna vez has sentido que te resulta difícil mantenerte concentrada en tu trabajo, tus tareas o tus objetivos? Las distracciones pueden ser demasiadas, eso evita que puedas avanzar debidamente en lo que necesitas realizar. Por suerte, existen técnicas y métodos que puedes implementar para evitar que esto siga pasando y poder mejorar tu productividad. Por ejemplo, NOSOTRAS te hablaremos del “modo monje”.
Se trata de una técnica para eliminar las distracciones que te rodean. Te permite centrarte por completo en una tarea o proyecto para trabajar de manera eficiente en pocos minutos. Ya sea que la apliques en tu trabajo o en tu vida en general, podrías obtener muchos beneficios de esta técnica.
¿Qué es el ‘modo monje’?
Esta herramienta se usa para reducir las distracciones, principalmente las digitales, y ayudarte a gozar de una concentración total en una tarea específica. Está inspirado, literalmente, en el estilo de vida disciplinado de los monjes, como menciona el sitio Fast Company. Sus orígenes se remontan a la época donde los monjes se aislaban para poder tener una reflexión profunda y un estudio sereno.
El “modo monje” permite comprometerte con un objetivo y darse el permiso de ignorar todo lo demás a excepción de la tarea que se requiere realizar. Los expertos de la plataforma Top Resume mencionan que puede brindar una mayor productividad, además de una mejor gestión del tiempo que te permite tomar el control de tu vida y tus actividades.
Para llevarlo a cabo es necesario seguir algunos puntos importantes, como afirma Top Resume.
Establece metas claras de lo que deseas realizar.
Crea un horario para planificar esas tareas que harás durante tu día.
Elimina las distracciones para cumplir los objetivos (apaga el teléfono, cierra pestañas abiertas en tu computadora que no ocupes y deja de revisar redes sociales).
Prioriza tareas, concentrándote en las más importantes primero.
Mantén la concentración y enfócate en terminar tu planeación.
Existen diversas herramientas en línea que te pueden ayudar a mantener el “modo monje”. Por ejemplo, aquellas aplicaciones que no te permiten acceder a redes sociales durante cierto periodo de tiempo.
Beneficios del ‘modo monje’
Adoptar esta técnica como parte del estilo de vida te ayudará no solo a mantener concentración y mayor eficacia en tus tareas. Además, puede generarte una mayor confianza y motivación sobre tus capacidades al permitirte aprovechar tu tiempo al máximo. Pero su alcance puede ser aun mayor.
1. Promueve la autodisciplina
Desarrolla la autodisciplina mientras ayuda a superar las distracciones para alcanzar los objetivos y fomenta el sentido de autocontrol. De esta manera, es posible experimentar un crecimiento personal, como menciona el sitio Emeritus.
2. Reduce los niveles de estrés
Las tareas realizadas de manera eficiente y sistemática ayuda a reducir los niveles de estrés. El “modo monje” podría permitir una resolución eficiente a los problemas que puedes resolver, dando menos preocupaciones.
3. Ayuda a prevenir el agotamiento
Al crear horarios y un equilibrio en las tareas a realizar, el “modo monje” puede prevenir el agotamiento, promoviendo la constancia y la distribución de actividades. Esto da espacio a un descanso frecuente y programado para mejorar la concentración.
4. Mejora el desarrollo y aprendizaje de actividades
Centrarse en una sola actividad da como resultado el desarrollo óptimo de ésta. De tal manera, es posible aprender habilidades que permitan un dominio de las tareas en un periodo más corto y significativo.
5. Aumenta la creatividad e innovación
Al mantener la mente relajada en solo abordar una tarea, las personas pueden experimentar un aumento en la innovación y en la creatividad para resolver los inconvenientes, dando una perspectiva diferente de la tarea a realizar con ideas únicas.
Probablemente más de una vez te has preguntado si estás ganando lo suficiente en tu empleo, o si en la empresa te valoran lo suficiente. Existen señales que pueden ayudarte a saber si te están pagando muy poco.
Recuerda que existen distintos factores que determinan lo que deberías estar ganando, como la demanda de tu área de especialización.
Cómo saber si te están pagando muy poco
Estas son algunas señales de que necesitas tomar medidas para mejorar tu situación laboral, porque no te están pagando lo suficiente.
1. Ganas menos que el promedio para tu puesto
Como el blog de Indeed aconseja, existen diferentes herramientas en línea que te muestran un sueldo promedio para alguien con tu puesto laboral y en el lugar donde vives. Si tu sueldo está más abajo del promedio, es momento de renegociarlo.
Una de las plataformas más conocidas para este propósito es Glassdoor, que también puede ayudarte con estimaciones tomando en cuenta datos personalizados, como tu especialización y grado de experiencia.
Otra opción es buscar vacantes de trabajo para puestos similares al tuyo, y comparer lo que ganas con lo que otras empresas ofrecen (tanto salario como prestaciones y beneficios).
2. Solo tus responsabilidades aumentan
Este es el índice más evidente. Si ya tienes unos años trabajando en una empresa y tus responsabilidades han aumentado pero tu sueldo no, es momento de buscar un ajuste. Parece algo obvio, pero muchas veces nos encontramos diciendo que sí a responsabilidades nuevas y no se nos ocurre exigir una recompensa justa por el trabajo duro.
3. Puestos similares en tu empresa ganan mejor
Difícilmente tus compañeros de trabajo van a querer hablar abiertamente sobre su sueldo, así que una opción es buscar vacantes de trabajo activas que haya publicado la empresa donde laboras. Se trata de darte una idea de cuánto gana alguien con responsabilidades similares a las tuyas; sin embargo, pueden intervenir distintos factores, como la experiencia.
Si encuentras vacantes de tu empresa que requieran menos experiencia y paguen más, también es momento de tomar acción.
4. Tu salario no refleja la demanda de tu carrera
Es una buena idea investigar estadísticas e indicadores que muestren si tu rol se encuentra en alta demanda, para dimensionar si deberías estar ganando más.
5. Hay una rotación alta
Si frecuentemente hay compañeros que abandonan la empresa o puestos de trabajo que no quedan permanentemente ocupados, este es un indicador que existe un problema de salarios.
Cómo proceder
La primera opción más indicada, antes de buscar otro empleo, sería solicitar una reunión con la figura de autoridad apropiada y manifestarle por qué crees que deberías estar ganando más, recomienda Glassdoor. Puedes apoyarte con datos que hayas recopilado en tu investigación, así como reportar tus logros o los proyectos más importantes en que has participado.
Si recibes una respuesta del tipo “no hay aumentos actualmente”, puedes analizar la posibilidad de pedir otra reunión a mediano plazo.
A lo largo de la vida, nuestras metas y sueños evolucionan constantemente y esto nos lleva a tener dudas sobre nuestro camino profesional. Desde no sentirte satisfecha con una carrera en la que has invertido ya varios semestres, hasta tener años ejerciendo una profesión y no sentir que refleje tus verdaderas pasiones o intereses. ¿Se puede cambiar de carrera cuando ya llegaste tan lejos?
Para muchas mujeres la idea de cambiar de profesión puede resultar abrumadora, pues hay que balancear la presión familiar, las expectativas personales o incluso retos financieros. Pese a esto, también es una oportunidad para redescubrirse y abrir nuevas puertas hacia el éxito y la satisfacción personal.
Y es que parte del problema desde un inicio tiene que ver con la falta de una orientación vocacional adecuada que permita una mejor toma de decisiones para los jóvenes, así como en la ausencia de plataformas de análisis de la información para que los centros educativos puedan brindar un mejor acompañamiento.
Sin embargo, nunca es tarde para un cambio de rumbo que nos lleve a un desarrollo pleno, tanto personal como profesionalmente.
Para tener una guía sobre cómo abordar un cambio tan importante, platicamos con Ana Paula Rodríguez, pedagoga con más de 25 años de experiencia como orientadora vocacional y directora de ENCAUCE, una empresa mexicana que ofrece soluciones integrales para guiar a los jóvenes en su camino hacia el éxito académico y profesional.
Ana Paula nos da algunos consejos para abordar el camino del autodescubrimiento y la reinvención.
Consejos para atreverte a cambiar de carrera en tus 20 o 30
1. Identificando la motivación del cambio
El primer paso es entender por qué quieres cambiar de profesión. “¿Es una falta de pasión, un ambiente de trabajo tóxico, o simplemente el deseo de perseguir un sueño largamente postergado?”, explica Rodríguez, quien agrega que la insatisfacción laboral puede manifestarse de diversas formas, desde la falta de motivación hasta el estrés constante y problemas de salud, por lo que notar estos signos es crucial.
2. Superando el ‘salto al vacío’
El miedo es uno de los mayores obstáculos a la hora de considerar un cambio de carrera. ¿Cómo lo va a tomar mi familia o mi grupo de amigos? ¿Y si ya estoy muy grande para estudiar otra cosa? ¿Se va a ver como que fracasé?
Estas pueden ser algunas de las preguntas que surgen cuando nos enfrentamos a lo desconocido, explica la especialista, “pero es importante recordar que el miedo no debe ser un freno, sino un impulso para prepararnos mejor”.
Y sobre lo que ya estudiaste o los años invertidos trabajando en cierto sector, no es tiempo perdido. “Recuerda que la experiencia y las habilidades adquiridas en tu carrera anterior pueden ser invaluables en tu nuevo camino. Cada paso que des te acerca más a tu objetivo”, añade.
3. Explorando nuevas oportunidades
Investigar diversas industrias y roles te permitirá identificar cuáles se alinean mejor con tus habilidades y valores, así como tipos de formación disponibles, instituciones y costos.
“El mundo laboral está en constante cambio, y siempre hay nuevas áreas y sectores por descubrir, por lo que tomarse el tiempo para investigar y aprender sobre diferentes industrias puede abrirnos los ojos a posibilidades que quizás no habíamos considerado”, explica.
4. Formación y capacitación continua
Antes de dar un cambio radical es válido tomar cursos que te permitan explorar con mayor profundidad aquello que te interesa. “Hoy en día existen innumerables recursos educativos a nuestra disposición, desde cursos en línea hasta programas de certificación”. Y, sobre todo, “nunca es tarde para aprender algo nuevo”, sostiene Rodríguez.
Invertir en educación no solo mejora nuestras habilidades, sino que también aumenta nuestra confianza y competitividad en el mercado laboral, incluso después de haber realizado la transición, pues “el aprendizaje no termina una vez que hemos cambiado de carrera. Para mantenernos relevantes y seguir creciendo profesionalmente, debemos estar dispuestas a seguir aprendiendo y adaptándonos a los cambios”.
5. Establecer un plan
Como todo paso importante en la vida, elegir una nueva profesión amerita implementar algunas estrategias prácticas que nos faciliten la toma de decisiones. Algunos aspectos son los siguientes.
Planificación cuidadosa. Un cambio de profesión no debe hacerse de manera impulsiva, por lo que hay que plantear objetivos a corto y mediano plazo, desde investigar hasta poner en marcha las acciones.
Networking. Conectar con profesionales en el campo de tu interés, quienes pueden proporcionar información valiosa y abrir puertas a nuevas oportunidades académicas o laborales.
Prácticas y voluntariado. Buscar experiencias prácticas puede ser una excelente manera de evaluar el área de interés o descubrir nuevas habilidades e intereses.
Resiliencia. El cambio de profesión es un proceso que toma tiempo, por lo que es importante ser resilientes y pacientes ante los obstáculos que se van presentando y buscar el apoyo necesario.
En definitiva, reinventarse profesionalmente puede parecer una tarea monumental, pero es completamente alcanzable a cualquier edad y buscar asesoría vocacional puede ser clave para tener herramientas para afrontar este desafío.
Al final del día, “no estamos solas en este viaje”, comparte Rodríguez. Ella conoce el proceso no solo como orientadora sino a nivel personal también, pues luego de cursar una primera licenciatura vio que quería dedicarse a la pedagogía y reorientó su camino.
¿Cuántas veces no te has despertado con ganas de quedarte en cama al menos una hora más? ¿Has deseado que tu horario iniciara solo un poco más tarde? Un ‘cronotrabajo‘ lo permitiría e incluso podría hacerte sentir más productiva que nunca sin sacrificios.
En los últimos años, de acuerdo con HRnews, se han aumentado las búsquedas de cronotrabajos. Se busca un espacio laboral que permita a empleados y empleadores gozar de un horario con beneficios fuera del horario clásico de nueve a cinco.
¿Qué es el cronotrabajo?
El cronotrabajo es un término que surge a finales de la pandemia. De acuerdo con el sitio BBC, este tipo de trabajo surge como resultado de la adaptación de ciertas actividades a un ‘horario más natural’. Se enfoca en las horas más productivas de cada persona, permitiendo que se trabaje con bienestar y mayor rendimiento.
“Si los trabajadores están contentos y sus jefes les permiten trabajar en horarios que se adapten a sus necesidades, es más probable que permanezcan en la organización”, afirma Dirk Buyens, profesor de Gestión de Recursos Humanos en la Vlerick Business School de Bruselas, para BBC.
Como su propósito es adecuarse a los horarios de cada persona, los beneficios pueden crear un ambiente de trabajo más organizado. Se pretende que con esto se pueda mantener una buena organización con trabajadores más felices que den un mejor rendimiento.
Los beneficios del cronotrabajo
El impacto positivo del cronotrabajo puede verse reflejado en varios ámbitos, incluso más allá de la parte laboral. Suele tener un impacto positivo en el día a día que permite mejorar hábitos saludables porque se respetan las necesidades cognitivas de cada individuo.
Mejora la productividad
Kim Napeñas, socio gerente de Interval Group, experto en RR.HH. y cofundador de Globy, menciona en HRnews que el cronotrabajo permite una mejor planificación. Esta técnica busca minimizar el “tiempo perdido”. Los empleados eligen horarios en los que se concentran mejor, por lo que se reducen los niveles de baja productividad, al tiempo que potencia la eficiencia.
“Muchos de nosotros nos vemos obligados a trabajar en contra de nuestro reloj biológico natural y eso no solo perjudica nuestro bienestar, sino también nuestra productividad. Si vinculáramos nuestras horas de trabajo a nuestra concentración y energía, creo sinceramente que seríamos más eficientes, estaríamos menos cansados y seríamos mucho más felices en el trabajo”, menciona Ellen Scott, creadora del boletín Working On Purpose y co-presentadora del pódcast Eat, Sleep, Work, Repeat.
Mejora el sueño
La doctora Lindsay Browning, experta en las dinámicas de sueño, menciona para Stylist que uno de los beneficios de esta técnica es la regulación del sueño. Acoplar las actividades a las horas de producción que cada uno necesita, permite que un correcto horario de sueño, lo que provoca empleados descansados.
“Estar más en sintonía con el reloj biológico en el trabajo solo tendrá un impacto positivo”, afirma. “No podemos cambiar si somos personas madrugadoras o no, pero sí podemos adaptar nuestras conductas para que se ajusten a nuestras inclinaciones naturales”.
Equilibra vida social y laboral
Con el cronotrabajo es posible equilibrar diversos ámbitos de la vida. Al permitir una elección de horarios, la vida social y la laboral encuentran un equilibrio. Y esto se traduce como menos estrés y agotamiento en los empleados. Se puede equilibrar un turno de trabajo eficiente con el tiempo libre para disfrutar con amigos y familia sin sentirse abrumados. Se crea una sensación de control sobre el tiempo.
Brinda independencia laboral
Muchos trabajos no permiten que sus trabajadores mantengan independencia en las tareas que realizan, lo que podría resultar en pocos progresos profesionales. Con esta forma de trabajo no lineal, se le brinda espacio a los trabajadores para poder realizar sus tareas. Se disminuye el estrés al no requerir de una supervisión constante, como menciona BBC.
Tener un buen jefe hace la diferencia en la vida laboral. Por otro lado, un jefe tóxico puede arruinar tu salud física y mental día con día, sobre todo cuando lo hace de manera discreta. Existen comportamientos tóxicos de algunos jefes que son tan sutiles que no te das cuenta de dañinos que son.
Muchas veces sus intenciones podrían parecer buenas o podrían existir comentarios que te hagan pensar que ha expresado mal su preocupación, pero aprender a identificar las señales puede serte de mucha ayuda para mejorar tu ambiente laboral.
Señales no tan obvias de que tienes un jefe tóxico
Puede que, sin saberlo, estés pasando por alto algunos comportamientos tóxicos de tu jefe. Pese a que algunas figuras de autoridad pueden ser desorganizadas, distantes e incluso un poco molestas, no significa que todas sean tóxicas. Identificar las señales no tan obvias de este tipo de comportamientos podría a ayudarte a valorar si tienes o no un jefe tóxico.
1. Jefe ‘helicóptero’
Existen jefes que pueden comportarse como “micro-gestores” que, como explica el sitio Tell Jane, son aquellos que gestan, vigilan y comprueban cada acción que realizas en el trabajo. Es decir, “sobrevuela” como un helicóptero alrededor de ti.
Este comportamiento puede confundiese con un jefe atento a los detalles del trabajo, pero en realidad su efecto es contrario. Puede estar sofocando la creatividad y la independencia, además de que demuestra que no confía en su equipo de trabajo.
2. Demasiadas expectativas inalcanzables
Establecer metas ambiciosas puede ser motivador, pero existe muy poca diferencia entre una expectativa ambiciosa y una irreal. Poner plazos imposibles de cumplir y asignar cantidades enormes de trabajo para “dar resultados”, no es cumplir con la expectativa.
Esto es todo lo contrario. Este comportamiento conduce al agotamiento y al estrés, así como al fracaso del equipo o del proyecto en general.
3. Se autofelicita
Una forma muy sutil de comportamiento tóxico es cuando un jefe tiene que reconocer sus logros realizados de manera constante. Muchas veces en su discurso mencionará una felicitación o un reconocimiento para sí mismo, pero no lo hará para el equipo.
Puede disfrazar los discursos para que suene a que es un gran jefe, pero al analizarlo con cuidado notarás que solo es una forma de elogiarse a sí mismo y no reconocer el esfuerzo de los demás.
4. Cambia de opinión constantemente
Este tipo de jefes suele marcar un plan inicial para realizar las actividades del trabajo a realizar, pero nunca se puede completar porque cambian constantemente de idea.
Esto puede llevar a todos a una situación de alto estrés, como menciona el diario HuffPost. Con este tipo de comportamiento no hay un plan claro y todos se encuentran cambiando de actividades constantemente, causando confusión y fracasos.
5. Desmotiva el crecimiento
Quizá en algún momento sientas que estás lista para un salto en tu carrera profesional y pensarás en acercarte a tu figura de autoridad más cercana para consultar la mejor manera de obtener un crecimiento, pero con un jefe tóxico, el crecimiento no será una opción.
De inmediato te desmotivará y te dirá que no es tiempo de cambios o que no aprovechas tus capacidades al completo para comenzar a escalar dentro de lo laboral, haciéndote dudar sobre tu desempeño, como menciona el sitio especializado en desarrollo profesional The Muse.
6. Actúa diferente con alguien de mayor rango
Puede que llamar a alguien “hipócrita” no este bien, pero expertos de The Muse, mencionan que es la mejor descripción para este comportamiento. Cuando tu jefe es tóxico y se encuentra bajo supervisión por alguien más, puede cambiar de actitud.
Esto, aunque podrían tratarse de solo nervios, puede que resulte peligroso porque el cambio de actitud no refleja el verdadero trato que tiene día a día con el equipo.
Identificar estas señales en el comportamiento de tu jefe puede ser un desafío por lo sutiles que pueden ser. No obstante, es el primer paso para poder encontrar una solución y tomar medidas que permitan un trabajo con un mejor ambiente.
Ser introvertida no solo define parte de tu personalidad, sino que también te ofrece poderosas ventajas en un mundo que acostumbra celebrar solo la extroversión. Aunque a veces la sociedad pueda mirar con recelo a las personas introvertidas, la verdad es que puedes aprovechar varios beneficios de ser introvertida.
Puede que confundas la timidez con lo introvertida pero, según el portal español Sinews, la autora Susan Cain explica que si bien la timidez puede ser algo que hay que superar, la introversión puede ser algo para celebrarse.
Las mujeres introvertidas destacan en situaciones que requieren reflexión profunda y conexión íntima con sus pensamientos y emociones. Esta habilidad no solo fortalece relaciones más profundas y significativas, sino que también impulsa carreras que valoran la atención meticulosa y la creatividad introspectiva.
NOSOTRAS te decimos algunas ventajas que tienes al ser una mujer introvertida, para que sacar el mejor provecho a este interesante rasgo de personalidad.
Cómo saber si eres una mujer introvertida
Según la doctora Jennifer Kahnweiler, autora de “El líder introvertido: construyendo sobre tu fortaleza silenciosa”, los introvertidos son personas que obtienen su energía al pasar tiempo a solas. “Es como una batería que recargan”, afirma. “Y luego pueden salir al mundo y conectarse maravillosamente con la gente”, mencionó en la revista Time.
Según varios expertos, la introversión se clasifica en cuatro variantes: social, reflexiva, ansiosa y restringida. Los introvertidos pueden mostrar una combinación de estos tipos, ya que no existe una personalidad única para todos.
Walden University menciona que entre el 25% y el 40% de las personas en el mundo son introvertidas, pues no eres la única que disfruta pasar tiempo a solas.
La mayoría de veces, las personas que forman parte de este sector de la población suelen sentirse inaadaptadas o con menos habilidades, llevándolas así a una búsqueda exhaustiva del “ideal extrovertido”, menciona Sinews. Esto crea un loop infinito donde las personas introvertidas nunca terminan sintiéndose a gusto con quienes son.
Ventajas de ser introvertida
Es común que los introvertidos puedan no desenvolverse tan a gusto en situaciones muy estimulantes en comparación con los extrovertidos. Sin embargo, si eres una mujer introvertida, estas son algunas de las ventajas que puedes explotar.
1. Eres reflexiva
Las mujeres introvertidas suelen tener pensamientos profundos, lo que les ayuda a desarrollar una comprensión y tomar decisiones de manera reflexiva.
Su inclinación natural hacia la contemplación interna y la autoevaluación hacen que la reflexión sea una de sus características principales. Prefieren procesar la información internamente antes de compartirla externamente, lo que les permite analizar profundamente situaciones, ideas y emociones.
2. Sabes dar espacio
Time menciona que las personas introvertidas anhelan un espacio personal para reflexionar y recargar pilas, y esto hace que perciban fácilmente cuando sus parejas también necesitan estos espacios.
En las primeras etapas de las relaciones, los introvertidos pueden parecer más atractivos para muchas personas porque prefieren conocer a alguien antes de compartir detalles íntimos con una posible pareja.
De igual forma, si eres una mujer introvertida, seguramente tiendes a ser más selectiva con tus amistades, resultando en relaciones más profundas. Esta cualidad hace que los introvertidos sean amigos leales, atentos y comprometidos.
3. Gran capacidad de observación
Una de tus mayores características es la observación. “Nos damos cuenta de cosas que otros no notarían porque están hablando y procesándolas en voz alta”, explica Beth Buelow, autora de “The Introvert Entrepreneur”, en Time.
Las personas introvertidas absorben información como esponjas, formando pensamientos críticos. Además de ser más observadoras con el lenguaje corporal de las personas, así como una facilidad para leer el ambiente, ayudando a tu comunicación interpersonal.
4. También puedes ser líder
Los introvertidos tienen buenas probabilidades de ser líderes eficaces en donde las ideas por parte de los trabajadores son una de las principales formas de trabajo. La capacidad de escucha de los introvertidos puede conducir a resultados sobresalientes en sus equipos.
Además de que son líderes compasivos, pues no buscan ser el centro de atención y atribuirse el mérito del éxito de su equipo, explica Time.
“Y como los introvertidos procesan la información de forma más lenta y reflexiva que sus homólogos extrovertidos, los líderes introvertidos tienden a aprender más sobre sus subordinados”, explica Kahnweiler.
5. Mayor independencia
Las personas introvertidas suelen disfrutar de actividades a solas, y con el tiempo se acostumbran a vivir sin la constante necesidad de compañía.
Les gusta trabajar individualmente o en pequeños grupos donde pueden concentrarse y seguir su propio ritmo. Esta independencia les permite explorar sus intereses personales de manera profunda y desarrollar soluciones creativas de forma autónoma.
6. Sabes escuchar
La habilidad de escuchar es una ventaja que se les da con facilidad a las personas introvertidas, pues el proceso de información es completamente distinto en comparación de las personas extrovertidas.
Esta capacidad les permite escuchar, comprender y ofrecer una perspectiva reflexiva y bien pensada en sus respuestas. Por lo tanto, en las conversaciones, sus respuestas suelen ser más acertadas y con mayor formulación.
7. Mejor rendimiento académico/laboral
Los introvertidos sobresalen en entornos académicos. Según Cain, “a nivel universitario, la introversión predice mejor el rendimiento académico que la capacidad cognitiva”.
Un estudio evaluó el conocimiento de 141 estudiantes universitarios en 20 materias diferentes y encontró que los introvertidos sabían más que los extrovertidos sobre cada una de ellas, de acuerdo con Walden University.
También superan a los extrovertidos en la Evaluación de Pensamiento Crítico Watson-Glaser, una prueba ampliamente utilizada para evaluar el pensamiento crítico.
Si alguna vez has soñado con viajar por el mundo y conocer lugares increíbles, ser sobrecargo podría ser el trabajo perfecto para ti. Hoy NOSOTRAS te contamos qué se necesita para ser sobrecargo en México.
Es un trabajo deseado por muchas personas y tiene fama de ser muy glamoroso aunque, como toda profesión, requiere ciertos requisitos para poder trabajar desde las alturas, pues no todo es diversión en el mundo de la aviación.
Las sobrecargos son responsables de ofrecer un viaje seguro y confiable. En caso de emergencias, ellas proveen instrucciones puntuales a los viajeros, además de que saben administrar primeros auxilios.
Ser sobrecargo puede ser una profesión muy linda y para muchas envidiable, pero se necesitan conocimientos técnicos y valores profesionales para poder ser parte de una tripulación.
Pero, ¡no te preocupes! NOSOTRAS te decimos qué necesitas para ser sobrecargo.
Qué se necesita para ser sobrecargo
Sabemos que ser tripulante es una de las profesiones que a muchas de NOSOTRAS nos gustaría ejercer, pero para poder lograr trabajar desde las alturas hay que aprender muchas cosas sobre protocolos de seguridad y esto puede ser pesado.
Durante los vuelos, hay varias tareas y procedimientos que se deben seguir para salvaguardar la seguridad de los pasajeros. Por eso es fundamental recibir una educación formal y obtener una licencia de sobrecargo.
Además de la formación como sobrecargo, cada aerolínea pide ciertos requisitos para poder formar parte de la tripulación del vuelo. Aeroméxico incluso tiene un centro de formación.
Para trabajar como sobrecargo en México, necesitas cumplir con varios requisitos específicos de cada aerolínea. Sin embargo, independientemente de la aerolínea que elijas, debes tener tu licencia.
En México hay varias escuelas de aviación que ofrecen cursos de formación para sobrecargos. Además, estas escuelas también imparten carreras como piloto comercial o privado, mecánica de aviación y oficial de operaciones.
Una vez que hayas concluido con tu formación como sobrecargo, se te otorga la licencia.
Algunas de las escuelas de aviación en México son:
Escuela de Aviación México.
Escuela de Aviación Alas Doradas.
Asteca Escuela de Aviación.
Aeroméxico Formación.
Escuela Superior Aeronáutica de Monterrey S.A. de C.V.
Qué aprendes en la escuela de aviación como sobrecargo
Cada escuela de aviación tiene su propio enfoque en la enseñanza de cursos para tripulantes. En el caso de la Escuela de Aviación México, por ejemplo, el curso de formación para sobrecargos dura dos meses de manera intensiva y seis meses en fines de semana.
Estas son algunas áreas que se abordan, dependiendo de la escuela.
Introducción al medio aeronáutico.
Inglés técnico.
Reglamentación aérea.
Primeros auxilios.
Defensa personal.
Factores humanos.
Requisitos para ser tripulante de vuelo en las aerolíneas.
Además de la licencia, cada aerolínea pide ciertos requisitos para poder ser parte de la tripulación.
Por ejemplo, según el portal de la aerolínea Volaris, los requisitos para sobrecargo/tripulante de cabina son los siguientes.
Licencia de Sobrecargo o Tripulante de Cabina vigente.
Aptitud médica vigente (este es un certificado oficial que otorga la Agencia Federal de Aviación Civil).
Escolaridad: bachillerato concluido, indispensable contar con certificado.
Inglés: intermedio indispensable.
Total disponibilidad de horario y cambio de residencia.
Cada línea de aviación tiene requisitos diferentes, en algunos casos piden tener una licenciatura afín como: turismo, comercio internacional, hotelería, relaciones internacionales o relaciones públicas. Además de pedir como requisito un promedio mínimo.
En todo el mundo y con mayor énfasis en algunos campos, la brecha de género y los techos de cristal son una realidad. Las condiciones laborales que enfrentan las mujeres en muchas ocasiones aún distan mucho de las de los hombres. A nivel internacional, existen muchos trabajos donde todavía hay más hombres que mujeres.
La Organización Internacional del Trabajo reporta que la fuerza laboral de las mujeres a nivel mundial es de alrededor del 47%, mientras que en los hombres es del 72%.
Las profesiones y trabajos donde todavía hay más hombres que mujeres
Si bien las mujeres cada día intentan obtener más y mejores oportunidades en los diversos campos laborales, sigue existiendo una brecha de género. Por mucho tiempo se consideró que las mujeres solo podrían aspirar a puestos relacionados con el cuidado de otros, con puestos de enseñanza básica o de enfermería.
Afortunadamente este pensamiento ha ido cambiando a lo largo de los años, aunque muy lentamente. Según información del Foro Económico Mundial, desde 2016 la contratación de mujeres para puestos de responsabilidad no ha avanzado al mismo ritmo en todas las industrias.
Un ejemplo de esto son los campos en los que los hombres predominan. El Instituto Mexicano para la Competitividad menciona que las siguientes son carreras con mayor porcentaje de ingreso de hombres.
Ingeniería en vehículos, barcos y aeronaves motorizadas.
Ingeniería en electrónica, automatización y aplicaciones de la mecánica-eléctrica.
Ingeniería en electricidad y generación de energía.
Desarrollo de software.
Ciencias computacionales.
Planes multidisciplinarios o generales del campo de innovación en tecnologías de la información y la comunicación.
Ingeniería mecánica y profesiones afines.
Construcción e ingeniería civil.
Deportes.
“Aunque las mujeres tienen menos oportunidades de aprendizaje que los hombres, demuestran una eficiencia relativamente mayor a la hora de alcanzarlos en los niveles de competencia en la mayoría de las habilidades”, menciona el Foro Económico Mundial. “Sin embargo, en comparación con los hombres, un número menor de mujeres alcanza estos niveles”.
Profesiones y trabajos dominados por mujeres
La representación femenina en muchos trabajos y profesiones sigue en progreso. No obstante, los campos de salud y enseñanza se encuentran todavía dominados por las mujeres.
En los servicios de atención médica, las mujeres superan a los hombres, incluso cuando se trata de puestos altos. El Foro Económico Mundial reconoce que las mujeres representan más del 50% de los puestos directivos en el área de la salud. Alrededor de un 47% en áreas de servicios al consumidor y un 45% en el campo de la educación.
El Instituto Mexicano para la Competitividad menciona que los trabajos con mayor porcentaje de mujeres son los siguientes.
Formación docente en educación básica, nivel preescolar.
Trabajo y atención social.
Formación docente en otros servicios educativos.
Orientación e intervención educativa.
Enfermería general y obstetricia.
Nutrición.
Diseño curricular y pedagogía.
Psicología.
Diseño industrial, de moda e interiores.
Adquisición de idiomas extranjeros.
Mejorar el acceso de las mujeres a diversos trabajos y profesiones, así como combatir los roles de género tradicionales y estereotipos (como que las mujeres “son malas en matemáticas”) resulta fundamental para romper las brechas de género laborales. El principio de la igualdad en el ámbito laboral debe protegerse, como menciona la Organización Internacional del Trabajo, tomando medidas adicionales y legislaciones que aboguen por la eliminación de la discriminación.