Tomar la decisión de comenzar a trabajar en un lugar es, sin duda, algo que se debe tomar con seriedad; principalmente porque iniciar en el ámbito laboral repercute en diferentes aspectos de nuestra vida profesional e incluso personal.
Las personas con las que nos relacionamos o con las que colaboramos directamente serán factores determinantes para cuestionarnos si el trabajo que desarrollamos es realmente lo que queremos o qué tan dispuestos estamos a ceder cuando las cosas no están funcionando con nuestros compañeros.
Este es un factor que debe tomarse en cuenta, ya que al final pasamos gran parte de nuestro tiempo interactuando con estas personas. Pero, ¿qué pasa si tus compañeros hacen del lugar de trabajo un espacio hostil y tóxico?
Por eso, te compartimos las características de algunos tipos de compañeros de trabajo tóxicos con los que tal vez compartes la oficina, y qué hacer al respecto para evitar roces con ellos.
Algunos ejemplos de compañeros de trabajo tóxicos
1. Actitud pasivo-agresiva
De acuerdo con Randstad, empresa líder en la industria de servicios de Recursos Humanos, retoma que este tipo de conducta es una de las más comunes que pueden presentarse en el ámbito laboral.
Aquellas personas pasivo-agresivas suelen hacerse pasar por personas con actitud “amable”, pero hablar mal a nuestras espaldas; es decir, no te confrontan directamente.
Incluso están dispuestos a incitar conflictos entre otros colegas, pero todo de manera implícita.
Una persona con comportamiento pasivo-agresivo no tiene concordancia entre las cosas que dice y hace, explica la Clínica Mayo.
Para lidiar con un compañero de este tipo te sugerimos evitar o ignorar sus comentarios, con el tiempo la persona se dará cuenta que sus intentos de provocación no tienen ningún tipo de efecto sobre ti.
2. La / El poco comunicativo
Una habilidad blanda indispensable en el ámbito laboral es la comunicación, simplemente por el hecho de que, sin importar si trabajas con un equipo de trabajo o de manera individual, tarde o temprano es necesario comunicarnos con otras personas para colaborar o reportar avances.
A pesar de que esta es una característica que todo colaborador debería tener, podemos encontrar personas poco expresivas que esperan que alguien lea sus mentes para saber lo que piensan o incluso lo que necesitan.
Este tipo de compañeros ralentiza los procesos de trabajo, ya que la falta de información por su parte puede desencadenar problemas durante la ejecución de alguna actividad.
Para tratar con este tipo de colaboradores te sugerimos hacer una gran cantidad de preguntas cuando se presenta la oportunidad de que dicha persona hable; puede que esto sea un poco pesado para ti, pero tu compañero podrá notar que hay una falta de claridad debido al número de cuestionamientos.
3. Un perezoso en el equipo
Una reacción natural de nuestro cuerpo ante las actividades que realizamos es el cansancio, un factor que se debe monitorear y atender para realizar una buena ejecución de nuestras actividades.
En algunos lugares de trabajo ser una persona cansada se vuelve una personalidad, pues la falta de energía y en ocasiones de motivación son factores que detonan la poca colaboración o aportación por parte de estos individuos al equipo de trabajo.
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4. Cuando alguien no entiende que no es NO
Todas merecemos un espacio de trabajo en el que estemos seguras y donde podamos trabajar libremente, por tal motivo el profesionalismo con el que nos desempeñamos es indispensable para generar un ambiente ameno para todos.
Lamentablemente, hoy en día podemos encontrarnos con personas que no respetan los límites que marcamos y lo que empieza como una “broma” o “coqueteo” puede escalar a una situación que nos haga sentir en peligro, pues el acoso de cualquier tipo es una conducta que debe ser atendida en el momento en el que se detecta.
Este tipo de conductas no puede esperar a ser reportada en cuando se detecta, por ello te recomendamos notificar cualquier tipo de comportamiento que te haga sentir incómoda de inmediato, para que las personas correspondientes se hagan cargo.
5. El clásico “lamebotas”
Cuesta creer que en pleno 2022 existan personas que utilicen esta táctica como una alternativa para hacer “méritos” con algún superior o compañero. Esta es una conducta que de manera directa no nos afecta, pero que resulta bastante molesta para quienes la percibimos.
Sin duda, tomar este tipo de comportamiento es un clásico en los compañeros de trabajo tóxicos, ya que suelen transmitir una vibra negativa, pues demuestran que están dispuestos a cambiar sus ideales o forma de pensar con tal de hacer lo que alguien más les pida.
Tener compañeros de trabajo tóxicos no es fácil y tú, ¿qué otro tipo de conductas disfuncionales has identificado en tu lugar de trabajo y cómo las enfrentas?