¿Has escuchado alguna vez que el mejor día para garantizar un año con pareja es el 31 de diciembre? Existe la creencia de que aquellas personas que buscan consolidar una relación amorosa deben seguir el ritual que recomienda meterte debajo de la mesa en Año Nuevo.
Te explicamos de dónde viene esta tradición y qué tan cierto es que funciona infaliblemente.
Los rituales conocidos para asegurar un 2023 en pareja
El ritual más común al que recurren miles de personas en los festejos de Año Nuevo para atraer el amor es utilizar lencería roja la noche del 31 de diciembre. Se cree que así además de manifestar una pareja estás atrayendo la pasión, ingrediente indispensable en cualquier relación.
También están quienes recurren a escribir en una hoja las cualidades que buscan en su “media naranja”, como una forma de decretar que llegue a su vida. Algunos más elaborados incluyen procedimientos con velas y aditamentos a los que se les adjudican poderes para abrirle paso al amor.
Para unir a una pareja se considera de buena suerte besarse bajo muérdagos navideños. Colocar argollas en una copa y que cada uno beba la mitad. Y, para quienes están esperando el anillo de compromiso, se recomienda sentarse y pararse de la silla a la par de las campanadas de Año Nuevo.
Dependiendo de cuál se lleve a cabo, las instrucciones irán cambiando. Podría necesitarse de días previos o de realizar el paso final algunas horas antes del brindis de Año Nuevo.
Contrario a estos casos, está la tradición de meterte debajo de la mesa durante Año Nuevo para asegurar un nuevo ciclo de éxito en el plano amoroso. Se ha popularizado los últimos años y, para sorpresa de muchos, quienes más confían en su veracidad son las generaciones jóvenes.
Meterte debajo de la mesa, ¿el secreto para encontrar el amor?
Al igual que muchas tradiciones y costumbres, no hay una versión exacta de cómo es que surgió este ritual para encontrar el amor. Se trata más bien de algo que fue pasándose de boca en boca hasta que se volvió parte de las actividades que no pueden faltar durante Año Nuevo, sobre todo de parte de quien esté en búsqueda de su pareja ideal.
Las instrucciones son claras y muy fáciles de cumplir. Basta con ubicar una mesa con espacio suficiente debajo para que una persona pueda posicionarse, ya sea en cunclillas, sentada o recostada, lo verdaderamente importante es estar ahí.
En cuanto al momento, sí requiere mayor precisión, pues se dice, estrictamente debe ser mientras suenan las primeras campanadas del próximo año. Es decir, al mismo tiempo que comes tus uvas y visualizas los propósitos que quieres cumplir, deberás también meterte debajo de la mesa.
Solo si te consideras demasiado ágil, puedes hacer lo de las uvas como usualmente lo harías y, una vez que terminaste con la número 12 pasarte debajo de la mesa. En ambos casos el brindis tendrá que esperar.
Para que tenga mayor posibilidad de funcionar, hazlo creyendo que sí sucederá y ten en mente los aspectos indispensables para una pareja. No caigas en la idealización ni en “pedirle al universo” cosas que por mera lógica son imposibles.
En redes sociales cada año nace un debate entre quienes ya lo han hecho y los que son incrédulos a esta posibilidad. Algunas personas comparten sus experiencias, asegurando que después de hacerlo concluirán el año con una relación, y otros indican que aunque siguen solteros, su vida amorosa sí se reactivó con el ritual.
Por si no quieres dejar este aspecto en manos del destino, no pierdes nada intentándolo y hasta te podrías llevar una grata sorpresa.
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