La alimentación influye directamente en nuestro estado de salud a muchos niveles, algunos de ellos no son tan conocidos y, en consecuencias, no se les da la atención requerida. Existe una relación entre el estado anímico y la dieta que se sigue, pues hay alimentos que causan estrés.
Esta afirmación podría sonar exagerada, y aunque hablando en términos prácticos en realidad no hay niguna comida que por sí sola cause estrés, sí interfiere con los niveles de éste. Así que si lo que buscas es regular o disminuir los niveles de estrés en tu vida cotidiana, debes saber cuáles son 5 de los alimentos y bebidas que por tu tranquilidad, deberías regular en su consumo.
Dieta y emociones. Cuáles son los alimentos que causan estrés
Lo primero que necesitas saber es cuál es la relación que existe entre la dieta y las emociones, específicamente en el estrés. Cabe aclarar que por dieta nos referimos al régimen alimentario que se sigue y no a las restricciones que comúnmente son llamadas así.
De acuerdo con la definición de Medline Plus, el estrés es una reacción del cuerpo ante un desafio demandante, que se manifiesta como un sentimiento de tensión, ya sea física o emocional. El qué lo provoca varía del contexto en el que se se genere, puede provenir casi de cualquier situación, circusntancia, pensamiento o emoción que resulte difícil de digerir.
Entonces, ¿cómo es que se relaciona con la dieta y la alimentación diaria? Uma Naidoo, psiquiatra, escritora y académica de Harvard sugiere que la comida afecta directamente el estado de ánimo e interfiere con la energía de los organismos. En consecuencia, dice, así como existen alimentos que tienen resultados favorables en estos aspectos, hay otros que causan lo contrario ya que afectan o alteran algunos tejidos del cerebro encargados de estas funciones.
Lo anterior no quiere decir que se deban eliminar estos alimentos y bebidas por esa razón, sino que es una alerta de que debe moderarse su consumo, sobre todo en quienes lleven un ritmo de vida que constantemente les ponga en situaciones estresantes.
1. Comida rápida o alta en grasas
Diversas indagaciones han encontrado que la comida rápida y en general todas las preparaciones con altas cantidades de grasa consumidas habitualmente, son una de las causas silenciosas de disparar los niveles de estrés en personas que constantemente se enfrenten a episodios de este tipo.
La razón, aclara el portal especializado de Adidas, es porque el organismo requiere de mayor esfuerzo para poder procesar todos los componentes de este tipo de comidas. Mientras que la BBC apunta que esto se debe de igual manera a que la falta de nutrientes en los platillos de ‘fast food’ o con demasiada grasa, se refleja directamente en el cerebro y cómo procesa las emociones.
2. Bebidas alcohólicas
Si disfrutas de beber ocasionalmente, seguro más de una vez has pensado en “tomarte una copa para desestresarte” y, aunque en ciertas ocasiones cumple con ese cometido, si se recurre al alcohol con esta finalidad los resultados se tornarán diferentes.
Ingerir bebidas alcohólicas con frecuencia , afirma Baptist Health South Florida en un artículo, aumenta los niveles de cortisol significativamente. El cortisol es conocida como “la hormona del estrés”, la cual se produce ante situaciones de límite y tiene efectos en todo el cuerpo.
Aunado a ello, el alcohol y el estrés son una mala combinación, ya que ambos alteran la perspectiva de cada individuo, relacionándose con las posibilidades de desarrollar alcoholismo.
3. Dulces y alimentos con mucha azúcar
Un artículo de la Academia de Oxford menciona que los azúcares brindan una sensación de alivio a corto plazo y en cantidades controladas. El exceso de azúcar, del tipo que sea, aumenta el nivel de glucosa en la sangre, lo que a la larga desencadena ansiedad, depresión, irritabilidad o estrés, llevando a todos los dulces y golosinas a ubicarse en la lista de alimentos que causan estrés.
Esto sin mencionar que es un factor determinante para el desarrollo de diabetes, una enfermedad crónico degenerativa que aqueja a más de 14 millones de adultos en México, dicen cifras de International Diabetes Federation.
4. Cafeína
Nada como una buena taza de café por la mañana para empezar bien el día. Tristemente, el consumo excesivo de cafeína, en cualquiera de sus presentaciones, es también uno de los factores determinantes de elevar o alterar los niveles de estrés en las personas.
Este hecho proviene de que la cafeína impide que el organismo absorba correctamente la adenosina, que es una hormona segregada por el cuerpo en búsqueda de brindar calma, lo que explicaría por qué nos sentimos llenas de energía y vigor inmediatamente después de consumirla.
Lo dicho no es necesariamente malo, el problema viene cuando se consume cafeína en cantidades exageradas, pues el cuerpo no consigue estar en estado de relajación y se mantiene siempre alerta. A futuro, comienzan a manifestarse estragos como problemas para dormir o irritabilidad, que son síntomas del estrés en diversas etapas.
Por último la Revista Médica Hederiana añade que la cafeína trae como impacto negativo síntomas físicos como temblor, cefáleas (dolores de cabeza) y palpitaciones, que resultan angustiante para cualquiera que las experimente.
5. Harinas refinadas
Las harinas refinadas, que son definidas por el Laboratorio Alzor como ésas cuyos granos han pasado por procesos industriales para conseguir partículas más finas y “fáciles de digerir”. En consecuencia de estos procedimientos, pierden casi en su totalidad los nutrientes que en su forma entera tenían.
Este tipo de harinas están presentes en muchísimos alimentos, quizá las más conocidas sea en la panadería, pastelería y repostería. Y sí, estas deliciosas comidas están en la lista de responsables de ocasionar estrés o bien, elevar sus niveles.
Al igual que sucede con los azúcares, las harinas refinadas son consideradas como alimentos que causan estrés al alentar la producción de cortisol. En tanto, mientras más cantidad de “la hormona del estrés” produzca el cuerpo, mayor será el sentimiento de estar “muy estresada”, lo que va de la mano con alteraciones en el estado anímico y emocional, aclara la Universidad de Texas.
La insitución no prohíbe su consumo, sino que invita a no exceder las cantidades recomendadas, mencionando que inclusive esta es una forma de “tomarse una pausa” del estrés, ansiedad o depresión por la sensación de alivio que causa (y que tiene que ver con la combinación entre azúcar y harinas).
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