¿Sabías que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano? Y, gracias a su visibilidad, es un indicador instantáneo de que algo está mal.
La piel tiene una estrecha relación con nuestro estado emocional, si bien los síntomas de ansiedad, miedo o estrés varían de una persona a otra. Además, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), las personas con vitiligo, psoriasis, eczema y acné pueden empeorar sus síntomas debido a los cambios emocionales negativos que presentan.
Los trastornos de ansiedad son los trastornos mentales más comunes del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hoy Nosotras te contamos cómo se manifiesta la ansiedad en tu piel.
Así es como la ansiedad puede manifestarse en tu piel
La OMS informa que sentir ansiedad ocasionalmente es algo normal, y en algún punto de nuestras vidas todas lo experimentaremos. A diario, mucha gente se preocupa por temas relacionados con la salud, dinero o problemas personales, pero en muchos casos las consecuencias de experimentar ansiedad ocasionalmente no son graves y el cuerpo no tarda en recuperarse. El problema viene cuando se convierte en un estilo de vida.
Para aquellas personas que experimentan trastornos de ansiedad, los síntomas cutáneos pueden afectar una área del cuerpo, o bien, migrar y perjudicar muchas áreas a la vez. Aunado a ello, los trastornos de ansiedad interfieren con las actividades diarias y relaciones personales.
La Clínica Mayo reporta que un trastorno de ansiedad se caracteriza por preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre ciertas situaciones. Se presentan en episodios de ansiedad intensa, miedo o terror que pueden llegar hasta ataques de pánico.
Estos son algunos ejemplos de las consecuencias de la ansiedad en la piel.
1. Urticaria
El estrés que causa el comportamiento ansioso puede desencadenar brotes de urticaria a través de cambios hormonales o químicos en nuestro cuerpo. Según HealthPartners, cuando padecemos ansiedad, nuestro cuerpo produce histamina. En respuesta, nuestra piel reacciona experimentando una reacción alérgica con protuberancias o erupciones grandes o pequeñas que a menudo arden o pican y se sienten calientes. A diferencia de una alergia normal, la ansiedad no impedirá la capacidad para respirar.
2. Sudoración excesiva
Sudar es una respuesta biológica esencial de nuestro cuerpo. Existen dos clases de glándulas sudoríparas: las apocrinas y las ecrinas. Las emociones como el estrés o ansiedad estimulan las glándulas apocrinas (ingle, axilas). Asimismo, el estrés provoca una reacción de alerta en nuestro cuerpo, por ende la adrenalina fluye, el ritmo cardíaco aumenta y se genera una elevación de la temperatura corporal, de acuerdo con Ciencia UNAM. En consecuencia, el sistema nervioso simpático emite señales a las glándulas sudoríparas ecrinas (principales encargadas de regular la temperatura corporal y enfriar nuestro cuerpo), dando como resultado una sudoración excesiva.
3. Acné
El estrés provoca una respuesta química en el cuerpo que hace que la piel sea más sensible y reactiva, informa el portal WebMD. Para ello, hay que entender la anatomía de la piel. La epidermis es la capa superior de la piel, mientras que en la dermis están los vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas, glándulas sebáceas y sudoríparas, fibroblastos y estructuras de colágeno.
Cuando el estrés que causa el comportamiento ansioso se activa, el cuerpo reacciona liberando hormonas en el torrente sanguíneo. La principal hormona, también conocida como la “hormona del estrés” (cortisol) activa los sentidos y sistemas del cuerpo con la finalidad de estar preparado ante una emergencia, explica el portal AnxietyCentre. La preparación incluye una mayor recepción y sensibilidad de las terminaciones nerviosas de la dermis.
Ahora bien, las altas concentraciones de cortisol en el organismo ocasionan una sobreproducción de sebo (grasa o aceite) por parte de las glándulas de la piel. Por consiguiente, la piel grasa es más propensa a brotes de acné y otros problemas cutáneos.
4. Enrojecimiento y piel de gallina
AnxietyCentre indica que cuando nuestro cuerpo experimenta trastornos de ansiedad frecuentes, nuestro cuerpo tarda en calmarse y recuperarse, por lo cual el cuerpo permanece en un estado de alerta o preparación para una emergencia, llamado hiperestimulación de respuesta al estrés. En consecuencia, el sistema nervioso puede equivocarse o confundirse. Estos errores pueden causar enrojecimiento o sensaciones de “piel de gallina” sin motivo alguno.
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