Seguramente te has quedado más de una vez comparando tus logros y éxitos con los de otras personas en las redes sociales. En esos momentos tal vez no pares de pensar que no has logrado nada o te pongas a cuestionar las cosas que has obtenido con tu esfuerzo, pensando que “no son suficiente” o que “no mereces tu éxito”. Y no eres la única que lo siente, se ha comprobado mediante estudios que existe una relación entre las redes sociales y el síndrome del impostor.
Así es la relación entre las redes sociales y el síndrome del impostor
Cuando una persona deja de sentirse segura por sus logros y conocimientos en su área de trabajo, se puede decir que tiene el famoso síndrome del impostor. Está afección también se caracteriza por sentir que se le está mintiendo a todas las personas a su alrededor sobre sus habilidades. No solo significa sentirse insuficiente sino tener miedo de que descubran el “engaño”.
El síndrome del impostor no es como tal una enfermedad o trastorno, sino una experiencia que muchas personas tienen en común y cuyo término se acuñó por dos mujeres en la década de los 70.
Todo esto únicamente es un sentimiento, son miedos e inseguridades que se manifiestan de esa forma. Lo que quiere decir que eres capaz en el área en la que te desempeñas, solo que tú misma estás perdiendo la confianza en ti misma.
La plataforma de salud mental Choosing Therapy explica que el síndrome del impostor es peligroso porque puede provocar problemas para dormir, depresión, ansiedad e insatisfacción en el trabajo, tan solo por mencionar algunas consecuencias.
Las redes enfocadas en trabajo y el síndrome del impostor
Se cree que las redes sociales enfocadas en el trabajo (búsqueda de empleo, networking e intercambio de opiniones), de las cuales LinkedIn es el mayor ejemplo, podrían influir en que una persona comience a experimentar síndrome del impostor. Debido a que al observar tantos perfiles que parecen ser más exitosos, más calificados o más habilidosos, se pierde la confianza en sí misma y es más fácil pensar que una no es suficiente.
Un estudio de la University of Edinburgh Business School explica que redes como LinkedIn podrían ser capaces de inducir el síndrome del impostor. Se encontró que cuando las personas usaban la red y publicaban sobre sus logros laborales (es decir, enfocándose en éxitos y logros), experimentaban más sentimientos relacionados con la ansiedad y depresión. No solo eso, sino que muchas personas a partir de eso deciden emprender acciones para erradicar el síndrome del impostor, como inscribirse a cursos en línea.
Este ciclo puede desencadenar una serie de pensamientos sobre el desarrollo profesional. No hay peor estrategia que compararse con las demás personas; muy probablemente saldrás perdiendo (como nos pasa a todas, al menos en nuestra mente) y esto abonará a tu sentimiento de impostor.
En anteriores estudios, citados en el trabajo de Ben Marder, ya se había comprobado la relación que tiene la ansiedad y depresión con el uso de redes sociales como Facebook. Sin embargo, se ha podido observar también que el mismo fenómeno sucede en redes como LinkedIn y es aun más marcado debido a que en esas plataformas se busca destacar de manera profesional.
¿Qué puedes hacer?
La organización Choosing Therapy comparte algunas recomendaciones con las que podrías desvanecer los sentimientos del síndrome del impostor.
1. Acéptate a ti misma
Hay habilidades que no tienes, pero no debes concentrarte en ello, mejor reconoce lo que sí eres. Disminuye las autocríticas y ten compasión por ti misma. Reconoce tus virtudes, calificaciones y habilidades, esto puede ayudarte a sentir confianza de nuevo.
2. Revisa tu archivo de logros
Date una vuelta por los objetivos que lograste, recuerda cuánto te esforzaste para obtenerlos, así como los aprendizajes que tuviste. Ahí encontrarás la valía de tu trabajo, mirando hacia atrás y observando todo lo que has logrado. Reemplaza el hábito de compararte con las demás personas por el de revisar tu archivo, esto te devolverá la confianza que perdiste.
3. Tómate un descanso de las redes sociales
Cuando un alimento le hace mal a tu cuerpo, lo primero que haces es dejar de consumirlo; si te gusta mucho, tal vez lo regreses a tu dieta con mucha menos frecuencia. Esto lo puedes hacer también con las redes sociales.
También es importante recordar que en las redes sociales se muestran los momentos más destacados de las personas y muchos de ellos no son completamente reales. Permítete descansar de ello por unos días, puedes empezar por reducir el tiempo hasta que puedas dejar de ingresar a las redes por intervalos extensos.
Finalmente, si el problema continúa y no encuentras la manera de volver a creer en ti, considera la posibilidad de llevar un acompañamiento psicológico.
Recuerda que las redes sociales como LinkedIn pueden ser una fuente muy valiosa de contactos, experiencias laborales y empleo, pero es importante mantener el enfoque en tu salud mental y bienestar.
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