A casi todas nos encanta cantar. Independientemente de que tengamos una bonita voz o podamos interpretar una melodía de manera destacada, para muchas personas hay algo positivo y algo casi saludable, en el acto de alzar la voz en una canción.
De hecho, la ciencia ha sugerido que cantar puede ser bueno para el cuerpo y la mente.
Nosotras te decimos cuáles son los posibles beneficios de cantar.
Beneficios de cantar
Si te encanta cantar, aquí te dejamos algunas razones extra para hacerlo con más ganas.
1. Alivia el estrés
Cantar parece ser un calmante para el estrés, de acuerdo con un artículo de Healthline. Un estudio de 2017 midió la cantidad de cortisol, la llamada hormona del estrés, en la saliva de los participantes antes y después de cantar.
Los investigadores de este estudio encontraron que la cantidad de cortisol era más baja después de cantar, una indicación de que las personas se sentían más relajadas después de haber tocado una melodía.
También descubrieron que cantar reduce los niveles de estrés, ya sea que los participantes canten en grupo o solos.
Sin embargo, hay un pequeño problema: el cortisol solo baja si estás cantando en un lugar que no te pone ansiosa. Un estudio similar de 2015 evaluó los niveles de cortisol en la saliva después de una actuación de canto y descubrió que los niveles de cortisol aumentaron en este escenario.
2. Cantar puede hacerte más feliz
Este es otro de los beneficios de cantar, que tal vez sí habías imaginado. Una investigación publicada en 2017 y citada por el portal The House of Wellness estableció la conexión entre cantar y mejorar el estado de ánimo y, por otro lado, un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Nacional Australiana lo confirma.
El estudio se realizó entre un grupo de pacientes con demencia, quienes participaron en un programa de canto grupal y, después de algunas semanas, los resultados fueron impresionantes. Las puntuaciones de bienestar aumentaron y los síntomas de depresión disminuyeron.
“Es diferente a otras intervenciones musicales: no soy yo parada al frente cantándole a la gente; cantamos juntos”, dijo la investigadora y facilitadora del programa de canto que se estudió, la doctora Georgia Pike-Rowney.
Asimismo, dijo Georgia, que el estudio proporcionó evidencia del impacto de la música más allá de su valor de entretenimiento, algo que siempre se ha sabido anecdóticamente.
3. Podría aumentar el umbral del dolor
Cuando cantas en grupo, ya sea un coro grande o un grupo más pequeño, este simple acto hace que tu cuerpo libere endorfinas. Esta hormona puede ayudar a promover sentimientos positivos e incluso cambiar tu percepción del dolor.
Un estudio de 2012 descubrió que cantar, tocar la batería y bailar en grupo desencadena la liberación de hormonas que aumentan la tolerancia al dolor de una manera que no se logra simplemente escuchando música.
Los investigadores señalan que los sentimientos de conexión social, más que la música en sí, parecen estar detrás del aumento de la tolerancia al dolor.
4. Cantar puede mejorar tu función inmunológica
Únete a un grupo o coro para cantar y después de solo una hora de armonización, tendrás una mayor cantidad de citoquinas flotando alrededor de tu cuerpo, afirma The House of Wellness.
Las citoquinas son proteínas del sistema inmunitario que pueden aumentar la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades.
La investigación también muestra que tus niveles de inmunoglobulina A también aumentan.
La inmunoglobulina A es una proteína sanguínea de anticuerpos que juega un papel clave en la primera línea de defensa de tu cuerpo contras las infecciones bacterianas y virales de las vías respiratorias superiores.
5. Puede ayudarte con los ronquidos
Cantar regularmente puede cambiar la forma en que respiras, incluso cuando no estás cantando. Los investigadores en un estudio de 2008 entrevistaron a las parejas de los miembros de un coro, junto con parejas de las personas que no cantan.
Los investigadores encontraron que significativamente menos miembros del coro roncaban. Esto los llevó a recomendar el canto regular como un tratamiento potencial para los ronquidos.
Estudios también han demostrado que las personas que tocan instrumentos de viento también roncan menos que la población general.