¿A quién no le gusta tomar una ducha con agua calientita? A la mayoría nos gusta, pero darse un buen bañito con agua fría de vez en cuando tampoco es malo, ya que puede tener beneficios para tu cuerpo, para tu sistema inmunológico y para tu salud mental.
¿Quieres saber más? Nosotras te contamos los beneficios de darse un baño con agua fría.
Antes de comenzar debemos recordarte que, como en muchos otros casos, lo que es bueno para la mayoría no lo es para algunas personas. Por eso tienes que considerar cualquier condición médica preexistente o consultar a tu médico si tienes dudas.
¿Qué beneficios hay si te bañas con agua fría?
La mayoría de las personas posiblemente prefieran darse un buen baño con agua caliente; sin embargo, hay algunos beneficios muy buenos al darse una ducha con agua fría. A continuación enumeramos algunos.
1. Pelo brillante y piel hidratada
Cuando tomamos una ducha caliente, nuestros poros se abren, pero las duchas frías pueden cerrarlos temporalmente y ayudan a retener los aceites naturales en la piel y el cabello. Las personas propensas a la piel seca o preocupadas por el pelo seco y quebradizo pueden considerar una ducha fría rapidita o enjuagar su pelo con agua fría, de acuerdo con el portal médico WebMD.
2. Buena para la salud mental
El agua fría estimula la producción de noradrenalina y betaendorfinas. Los impulsos eléctricos se envían desde nuestras terminaciones nerviosas a nuestro cerebro cuando nos duchamos con agua fría y esta reacción química puede tener un efecto antidepresivo en algunas personas.
3. Aumenta la circulación
Cuando nuestros cuerpos sienten el agua fría, cambian naturalmente al “modo de supervivencia” y reaccionan aumentado el ritmo cardíaco. El agua fría pone a tu sistema circulatorio a toda marcha, haciendo que tu corazón bombee más eficiente y haciendo que la circulación general mejore en todo tu cuerpo.
Con el aumento de la circulación, es posible que tu piel desaparezca las imperfecciones molestas y, con el tiempo, tu piel se vea más saludable.
¿Las duchas frías pueden ayudar perder peso?
Según un artículo del portal House of Wellness, la respuesta es un “quizás”, tirándole a un “no”. Un estudio danés reveló que las personas que disfrutan regularmente nadar en invierno (hablamos de climas fríos escandinavos), pueden regular su temperatura central de manera más efectiva en ambientes fríos.
“Los nadadores de invierno quemaron más calorías que los sujetos de control durante el entrenamiento, posiblemente en parte debido a una mayor producción de calor”, apuntó la autora principal del estudio de la Universidad de Copenhague, Camilla Scheele.
Camilla dijo que los resultados apuntaron que la natación invernal es una actividad que podría aumentar el gasto de energía, resultando en una actividad que podría contribuir a la pérdida o el control de peso.
Pero nadar en invierno no solo significa estar completamente sumergido en agua fría, sino que tradicionalmente también implica tener una sauna caliente después de nadar. Y los investigadores dicen que eso puede ser tan importante como la exposición al agua fría para mejorar la termorregulación.
Otros beneficios respaldados por la investigación de estar completamente sumergido en agua fría incluyen una mejor circulación y niveles más bajos de la hormona del estrés cortisol.
Como seguramente te imaginas, aquí viene la mala noticia: a menos que tengas contemplado mudarte a un país escandinavo y volverte nadadora, es muy poco probable perder peso así.
¿Cómo darse una buena ducha fría?
Si estás interesada en probar duchas frías, siempre es mejor hacer la transición de agua caliente y tibia hacia agua fría, para que la experiencia sea menos impactante.
El doctor Rodrigo Suárez, de la Universidad de Queensland, dijo que las duchas frías no se recomiendan para todos.
“Para algunas personas, especialmente aquellas con enfermedades del corazón, el cambio brusco de temperatura puede ser peligroso, por lo que vale la pena pedir consejo a tu médico de cabecera”.