La menstruación es el sangrado vaginal que se presenta como parte del proceso de ciclo menstrual en mujeres y personas con útero. Reproducción Asistida la define como el desprendimiento de tejido ubicado en el endometrio cuando no existe un embarazo. Tiene una duración de 3 a 7 días generalmente, y los principales síntomas que provoca con su llegada son cólicos menstruales, dolor muscular, hinchazón, desajustes hormonales o senos hipersensibles.
El malestar más habitual de la menstruación son los cólicos, una especie de dolor palpitante o calambre en la parte baja de abdomen que se presenta días antes del sangrado y puede mantenerse hasta el fin del ciclo, con una intensidad moderada.
Pese a que se trata de algo natural, en ocasiones los dolores llegan a ser demasiado intensos, al punto de volverse incapacitantes y dar señales de que existe alguna cuestión en el organismo a la que se le debe prestar atención. Por este motivo es de suma importancia lograr distinguir cuándo los cólicos ya no son normales.
Cólicos menstruales; qué sí y qué no es normal
El primer periodo, de acuerdo con KidsHealth, se presenta entre los 12 y 14 años, mientras que la Clínica Mayo indica que el último periodo se tiene alrededor de los 50 años, previo al inicio de la menopausia. Dicho proceso se ausenta cuando hay un embarazo de por medio o a causa de alteraciones y desajustes hormonales propiciadas por diversos padecimientos, como la amenorrea.
Información de Medline Plus detalla que a lo largo de los casi 40 años que las mujeres y personas con útero tienen periodos menstruales, experimentarán cólicos menstruales, ya sea de baja o alta intensidad. Esto debido a que durante la menstruación se liberan prostraglandinas, sustancia que contrae y relaja a los músculos del útero causando la dismenorrea primaria, es decir, los dolores que no tienen mayor explicación fisiológica.
Existe también la dismenorrea secundaria, dolor menstrual que, según el Instituto Mexicano del Seguro Social, se asocia a enfermedades subyacentes, por lo que se puede presentar en cualquier edad. En esta categoría el malestar es considerablemente mayor, disminuyendo la calidad de vida a raíz de la intensidad de los cólicos y propiciando otros efectos como náuseas, migrañas, fatiga, nerviosismo, fiebre, mareos, entre otros.
Cómo saber si tus cólicos son demasiado intensos
No hay manera de medir el dolor, puesto que cada cuerpo es diferente y posee resistencia única. De ahí que para algunas personas la menstruación y los cólicos sean algo sin mayor relevancia, mientras que otra parte lo considere como algo que obstaculiza sus actividades y genera malestares sumamente fuertes.
Escuchar y prestar atención a tu cuerpo es una buena manera de identificar cuando se presenta alguna anormalidad. En el caso de los cólicos menstruales, si existe la sospecha de que su intensidad ha aumentado, comenzaron a manifestarse sin aparente explicación o los medicamentos dejaron de ser efectivos, lo mejor es recurrir a personal de ginecología que examine si se trata de dismenorrea secundaria y analice sus posibles causas.
Éstas van desde padecimientos ginecológicos como la endometriosis, que Medline Plus describe como la más común, hasta detonantes de tipo gastrointestinal. Una publicación del IMSS enlista al menos 10 posibles causas ginecológicas entre las que se encuentran los miomas y pólipos endometriales; sin embargo, todos ellos requieren de un diagnóstico clínico certificado y tratamiento especializado.
De igual manera, es importante tener presente que no todas las personas que sufren de cólicos menstruales con demasiada intensidad necesariamente presentan alguna otra patología, ya que existe la posibilidad de que se trate de predisposición genética o sea influido por el estilo de vida.
Dichos resultados solo pueden ser avalados por especialistas. Reiterando además la importancia de acudir a chequeos periódicos y preventivos que permitan detectar a tiempo cualquier anomalía y darle atención oportuna.
Recuerda que si bien hay medicamento de libre venta y remedios naturales para aminorar el dolor por cólicos menstruales, no es recomendable automedicarse ni exceder su uso. Lo ideal es conocer a tu cuerpo y así reconocer sus necesidades.
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