Cómo combatir la culpa cuando descansas o te relajas

En la sociedad actual se premia a la persona dispuesta a dar siempre más de sí misma, por lo cual el camino hacia la superación personal puede ser confuso e incluso tóxico. Desconectarse de las preocupaciones es cada vez más difícil y, aunque nos cueste reconocerlo, los juicios que los demás hacen de nosotras son uno de los causantes del sentimiento de culpa cuando descansas o simplemente te relajas.

Es irónico que podemos pasar toda la semana anhelando la llegada del fin de semana para por fin darte un descanso, y que cuando finalmente tenemos un momento para hacerle caso a nuestro cuerpo y mente, nos sentimos culpables. Te damos algunos tips para encaminarte hacia eliminar esta mentalidad.

¿Cómo surge la culpa al descansar?

Creer que mientras más ocupadas estemos, tenemos más valor como personas, es completamente falso y dañino para nuestra salud mental. La culpa puede tener distintos orígenes; por ejemplo, PsychCentral explica que una persona ansiosa tiende a prever eventos futuros, por lo que estar ocupadas parece la mejor solución para evadir dichos pensamientos catastróficos.

Otro causante de la culpa es el tan aclamado “trabajo duro” que forma parte de nuestra cultura. Nos han enseñado que trabajar demasiado es un estilo de vida que debemos seguir si deseamos conseguir nuestras metas. Claro que tener objetivos es importante para mantenernos motivadas, pero no hay que llevarlo al extremo a tal punto en que nos duela o dé miedo descansar.

Asimismo, tomarse tiempo para recuperarse del ajetreo de la rutina diaria no tiene beneficios tan obvios, por ello es que muchas ocasiones sentimos que estamos “perdiendo el tiempo”. Sin mencionar el estigma que hay sobre la pereza o flojera, misma que está socialmente vinculada con la falta de productividad.

Tips para combatir la culpa cuando descansas

Foto: Unsplash. Fin MacBrayne

1. Establece límites en el trabajo

Como ya mencionamos, en ambientes laborales se premia a las personas que sacrifican más su tiempo. Aunque esto puede verse atractivo, recuerda que mereces tiempo para ti misma (y, por salud, lo necesitas), así que no dudes en establecer límites que te permitan desconectarte de tu trabajo.

2. Vive en el presente

Esto es más fácil de decir que hacer, sin embargo, es necesario que dejes de preocuparte por escenarios ficticios que quizás no lleguen. La meditación y el mindfulness son prácticas que pueden ayudarte a concentrarte en el momento.

3. Prioriza tus tareas

Puedes hacerlo con listas que te ayuden a reconocer qué debes hacer antes de relajarte, para que cuando tomes un descanso no te preocupes de estas responsabilidades ni estés pensando en qué te hizo falta. Recuerda que no siempre podrás completar tu lista y que eso no tiene nada de malo, no debe convertirse en una obsesión, sino en un método para saber qué es lo que puedes dejar para después de tu relajación.

4. Limita el uso de redes sociales

Las redes nos atrapan fácilmente, nos mantienen estimuladas e impiden que dejamos respirar a nuestra mente. Intenta reducir el tiempo que pasas en ellas para descansar completamente. Comienza desactivando todas las notificaciones que puedas o estableciendo horarios de uso.

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