La astrología es una poderosa herramienta de autoconocimiento. ¿Crees en ella?, ¿te interesa? Entender nuestra carta natal puede darnos muchas claves para tener una mejor comprensión de nuestra vida, de quiénes somos, y de cuáles son nuestras potencialidades y desafíos. Incluso, cuál es el propósito de tu alma.
El astrólogo Pablo Flores, fundador de la escuela Astroterapéutica, escribió el libro “Tu propósito de alma” (editorial Planeta), una guía bien trazada para aprender sobre aspectos que nos llevan a descubrir cuál es nuestro propósito en la vida: explorar el mundo, servir a los demás (sin descuidarte), crear hogar (en tus términos) y mucho más.
Este experto se enfoca en tres elementos principales del mapa astral, que denomina “puntos evolutivos”: Ascendente, Nodo Norte y Sol. Lo mejor es que explica con detalle lo que quieren decir estos puntos en cada uno de los 12 signos del zodiaco.
Si no sabes dónde están situados, no te preocupes. En las primeras páginas encontrarás las instrucciones para saber dónde se ubican en tu carta natal, la cual es única, diferente a la de tu mamá o tu mejor amiga. Además de la fecha de tu cumpleaños, necesitarás tu hora de nacimiento.
Le preguntamos a Pablo: ¿cuáles son los “premios” que podríamos obtener al trabajar en estos puntos? Esto nos respondió.
- Ascendente. Puedes liberarte de aquello que sientes que te restringe, como situaciones retadoras que se repiten, para poder salir al mundo a vivir la vida que quieres y a cumplir tus sueños.
- Nodo norte. El premio principal es la conexión con nuestra alma. Es poder sentir que realmente estás viviendo algo que te genera niveles de felicidad, de conexión y de paz que te llenan mucho más que cosas materiales del mundo externo.
- Sol. Es poder vivir una vida que te hace realmente feliz, conectar con tu corazón y permitirte ser la protagonista de tu vida. El Sol es tu esencia; quien realmente eres.
El propósito de tu alma no es solo uno
La palabra clave del propósito del alma es “aprendizaje”, para nuestra evolución. “Este libro lo que nos está tratando de decir es que existen propósitos que tienen que ver con experiencias y aprendizajes que venimos a vivir acá en la Tierra. La vida quiere que aprendamos algo”, nos dice Pablo.
El astrólogo chileno, quien reúne más de 500 mil seguidores en Instagram (@pablofloresastrologo) y una cantidad similar de suscriptores en YouTube (@PabloFloresLaymuns), nos explica que no se trata de un solo propósito.
“Existen tantos propósitos diferentes. De partida, tenemos que entender que dependiendo de la etapa que estemos viviendo, éste va a ir cambiando. El ‘quién soy yo’ está cambiando todo el tiempo. Lo que yo soy ahora quizá no es lo que yo seré en cinco años más”, detalla.
Añade que hay unos propósitos que son voluntarios y otros que son obligatorios. De los tres puntos de la carta astral que el terapeuta aborda en su libro, el Ascendente es el único obligatorio, es decir, marca experiencias que están predeterminadas de alguna manera.
¡No te asustes! No se trata de algo fatídico que no puedes cambiar. “Nuestra realidad sí está condicionada, pero también tenemos la capacidad y la libertad de tomar conciencia de ese condicionamiento y elegir cómo afrontaremos lo que la vida nos proponga. Ese es el verdadero libre albedrío”, escribe en la publicación.
Tenemos la opción de aprender, comprender e integrar eso que la vida nos está pidiendo que hagamos. Mientras no lo hacemos se repetirán experiencias similares hasta aprender la lección, según el enfoque astrológico que plantea Pablo.
“Desde un punto de vista astrológico, entre más me resisto a esas experiencias, más me alejo de mi propósito”, especifica. En este sentido, el libro se presenta cómo una guía para acercarnos a nuestros propósitos.
El ascendente, el aprendizaje obligatorio
El dibujo de tu carta astral es un círculo dividido en 12 partes que son llamadas casas y están numeradas del 1 al 12; en este círculo, también se encuentran los 12 signos del zodiaco (Aries, Tauro, Géminis, etc.). Todas tenemos las 12 casas y los 12 signos, pero según la posición y otros aspectos (¡para avanzados!), todo este “rompecabezas” tendrá un significado. Cada carta es única, tú eres única.
La casa 1 siempre, siempre, es el Ascendente. “Es el punto evolutivo y es el aprendizaje más obligatorio que tenemos”, destaca Flores, de ahí la importancia de conocer la energía del signo que tenemos en el Ascendente. El desafío es integrarla y no rechazarla.
“Es como si naciéramos y este fuera un juego y te dicen: ‘bueno, una de las experiencias de este juego es aprender a conectar con cierta energía’. Y no solamente conectar, sino también aprender a expresarla, incluso decir: ‘yo soy esa energía’”. Dependiendo del signo donde esté tu Ascendente será esa energía y vas a vivir experiencias que te conecten con ella.
“Por ejemplo, si tengo Ascendente en Aries, ¿qué es lo que la vida quiere que yo sea?: guerrera o guerrero, independiente, que asuma riesgos, que me lance a vivir lo que realmente quiero y que aprenda a luchar por lo que me motiva”, nos orienta el astrólogo. (Si no sabes mucho de astrología, esas son características del signo Aries).
Revela que muchas nos negamos a aceptar la energía del Ascendente. “Lo que va a ocurrir con el Ascendente es que la mayoría de la gente lo va a rechazar, una persona que tiene el Ascendente en Aries no quiere conflicto, no quiere pelear, no quiere moverse sola; quiere que todo esté en calma y que sea seguro. Entre más me quede en eso, la vida me va a empujar a ser valiente y a tener desafíos”, continúa siguiendo el ejemplo de Aries.
“Cuando empiezo a reconocer esta cualidad energética dentro de mí, comienzo a entender por qué atraigo a ciertas experiencias y personas, entiendo qué es lo que la vida quiere que incorpore y, cuando lo empiezo a hacer, comienzo a fluir con la realidad sin tantas trabas. Cuando me conecto con el Ascendente, siento que hay una fluidez para vivir la vida que yo quiero en el mundo”, explica Pablo Flores.
Una información que puede ser relevante para las chicas con edades comprendidas entre los 28 y 30 años, es que están viviendo algo llamado retorno de Saturno, “donde la vida les está pidiendo que maduren, que cierren una etapa y se conecten con otra”. Podría ser un poco retador.
En este periodo, al astrólogo le parece sumamente importante conectar con el propósito vinculado especialmente con el Ascendente y el Sol (del que ya hablaremos). “La conexión con el propósito a los 28-30 años es fundamental”, recalca.
Nodo norte, nuestro propósito espiritual
En la carta natal se encuentran dos puntos matemáticos llamados Nodo Norte y Nodo Sur. Estos dos puntos están en lugares opuestos (oposición). Mientras que el Nodo Norte es un punto de evolución y nos indica una nueva experiencia que venimos a vivir en la Tierra, el Nodo Sur representa un punto de pasado, es decir, experiencias que tuvimos antes de encarnar (según la astrología) y a las cuales no debemos apegarnos.
Imagina el Nodo Sur como la preparatoria y el Nodo Norte con la universidad. El Nodo Sur es algo que hay que dejar atrás para seguir aprendiendo y avanzando (¡no te querrás quedar en la prepa para siempre!), pero sin olvidar el conocimiento adquirido, porque algunas cosas te van a servir.
¿Cómo lo explica Pablo? Nos dice: “El Nodo Norte es un punto espiritual, representa lo que motivó a mi alma a encarnar en la Tierra; qué es lo que mi alma viene a aprender y vivir como algo completamente nuevo y diferente. Se trata de algo que mi alma no conoce, que no ha vivido en el pasado”.
El significado de espiritualidad puede ser diferente para cada quien. “Quizá para una persona este propósito espiritual es aprender a estar en pareja (cuando el Nodo Norte está en casa VII o en Libra, por ejemplo), porque está acostumbrada a estar sola; quizá para otra persona su aprendizaje espiritual es aprender a hacer familia y crear hogar (Nodo Norte en casa IV o en Cáncer), porque está acostumbrado a estar trabajando”, ejemplifica.
El signo y la casa dan pistas sobre lo que se viene a aprender. En el libro “Tu propósito de alma”, el especialista explica por signo: cuál es el aprendizaje, a qué retos podría enfrentarse, señales de desconexión con esta energía. Además, brinda ejemplos de situaciones vividas por personas con cada posición y recomienda esencias florales para conectar con este punto evolutivo.
El reto que se nos presenta es que, como se trata de algo poco conocido, su energía nos va a incomodar y tendremos la tendencia a evitarla para volver a lo conocido (Nodo Sur). “Es algo que yo sé que quiero vivir, pero que, al mismo tiempo, me da mucho miedo y digo: ‘no, mejor no (vivirlo)’, pero una parte nuestra sabe que es algo importante dentro de nosotros”, comenta.
Asegura que “cuando empiezas a sintonizar con lo que propone el Nodo Norte, comienzas a conectarte más con quien tú eres realmente y menos con los miedos que condicionan tu vida”. El libro te ofrece información para conocer la energía de tu Nodo Norte, la cual es importante vivirla con conciencia para evolucionar.
Sol, (re)conectar con tu esencia
“Cuando te preguntan qué signo eres, estamos hablando del Sol”, comenta Pablo, quien nos sorprende al afirmar que “la mayoría de las personas no vive el Sol” en la adultez, porque nos desconectamos de su energía; nos desconectamos de nuestra esencia.
El Sol es “el astro asociado a permitirnos ser quienes somos y expresar nuestra esencia natural desde el corazón. El Sol nos vuelve los protagonistas de nuestra vida, nuestro propio héroe o heroína, ayudándonos a expresar aquella parte dentro de nosotros mismos que sabe que somos únicos y especiales”, explica en su libro.
A diferencia de las energías del Ascendente y del Nodo Norte, esta es completamente nuestra y la conocemos (la expresabas muy bien en tu infancia). A medida que crecemos, nos hacemos conscientes de la opinión de otros (familia, sociedad, etc.) y comenzamos a adaptarnos para encajar y no ser rechazados, entonces nos vamos desconectando de nuestra esencia. El reto es reconectar con nuestra energía solar, en su expresión más alta y positiva.
En la publicación, el astrólogo comparte ejercicios para conectar con el Sol, muchos de ellos están asociados a visitar nuestra infancia y a jugar con esa niña que fuimos y que está en nuestro interior.
El Sol y nosotras
Un dato interesante que nos aportó Pablo es que en el pasado, la astrología tradicional consideraba el Sol como indicador del hombre con quien una mujer se podía casar: “Si una mujer no es dueña de su propia vida y no puede elegir su propio camino, eso (el Sol) se va a expresar de otra manera. En ese caso, la mujer podía tender a buscar a un hombre que viviera la vida que ella quería vivir”.
Mientras la sociedad sea menos restrictiva y las mujeres sigamos conquistando espacios en condiciones de equidad, tendremos más oportunidad de expresar ese maravilloso Sol que es nuestra esencia. “Una sociedad muy restrictiva significa que una mujer tiene que navegar contracorriente para poder ser quien es”, explica.
En comparación con nuestras bisabuelas, muchas mujeres jóvenes pueden elegir qué estudiar y con quién vivir en pareja, pero, ¡cuidado!, siempre hay que descifrar qué condicionamientos hay detrás de nuestras decisiones para expresar quienes realmente somos. Decidir vivir algo para ir “en contra de la familia”, también es una elección condicionada.
La pregunta que debemos hacernos es: “Quién soy yo y qué quiero hacer”, enfoque con el que nos guía en cada página de su libro.
En este sentido, con Pablo hablamos también sobre la maternidad vista como propósito. Considerando nuestro Sol y el deseo del corazón, nos aconsejó:
“Desde un punto de vista solar, la decisión de ser madre nace desde un Yo que realmente quiere ser madre; cuando hablo del Sol me refiero a que es algo que surge desde mi corazón, desde mi ser.
“Las preguntas que nos tenemos que plantear son: ¿Yo quiero ser madre porque la sociedad espera que sea madre? ¿Yo soy madre porque mi familia espera que sea madre? ¿Yo soy madre porque mi pareja espera que sea madre, o porque me siento sola? Si es por estas razones, no es una decisión desde el ser, es una decisión desde el miedo a ser juzgada, rechazada, abandonada o sentirme sola”.
“Entre más siento que me estoy mostrando afuera como soy y más siento que mi vida está alineada con quien yo soy, quiere decir que estoy viviendo mi propósito”, concluye.
¡¿Estás lista para ser quién realmente eres y vivir tu(s) propósito(s)?!
POR: PENELOPE SILVA
Foto principal: Imagen de freepik