¿Cuántas veces no hemos sufrido de un sangrado nasal? De seguro demasiadas. Pero estamos de acuerdo en que, cuando nos sangra la nariz, ese momento puede alterarnos bastante.
Las hemorragias nasales son comunes y por lo general son inofensivas, pero es necesario que sepas que se debe hacer para detenerlas; así puedes proceder de mejor manera cuando te pase a ti o le ocurra a un miembro de tu familia.
Nosotras te decimos cómo detener un sangrado nasal, así como en qué casos es mejor acudir a un médico.
¿Son graves las hemorragias nasales?
De acuerdo con un artículo de HealthLinkBC (portal gubernamental de la Columbia Británica, en Canadá), la mayoría de las hemorragias nasales ocurren en la parte frontal de la nariz e involucran solo una fosa nasal. Por lo general, estas hemorragias nasales no son graves y se pueden tratar en casa, aunque parezcan escandalosas.
Un tipo de hemorragia nasal menos común pero más grave comienza en la parte posterior de la nariz y, a menudo, involucra ambas fosas nasales. Este tipo de hemorragia nasal puede ocurrir con mayor frecuencia en adultos mayores debido a ciertas condiciones de salud. Aquí es indispensable conseguir atención médica.
Según un artículo de Michigan Medicine, las causas típicas de las hemorragias nasales incluyen clima seco, aire caliente en interiores durante los meses de invierno, ciertos aerosoles nasales o lesiones directas en la nariz. Las personas que toman ciertos medicamentos anticoagulantes también tienen más probabilidades de sangrar por la nariz.
¿Cómo detener un sangrado nasal?
De acuerdo con Mayo Clinic, los autocuidados para detener un sangrado nasal común son los siguientes.
- Siéntate e inclínate hacia adelante. Mantén la cabeza levantada. Inclínate hacia adelante para que la sangre no baje por la garganta; dejarla bajar por la garganta podría hacer que te atragantes o tengas malestar estomacal.
- Suénate la nariz suavemente. Esto eliminará los coágulos sanguíneos.
- Presiona la nariz. Usa el pulgar y el índice para presionar y cerrar ambas fosas nasales. Respira por la boca durante ese tiempo. Continúa presionando entre 10 minutos y 15 minutos. Esto ejerce presión sobre el vaso sanguíneo y ayuda a detener el flujo de sangre.
Si el sangrado no se detiene, presiona la nariz de nuevo durante un máximo de 15 minutos. No dejes de presionarla durante al menos 5 minutos, ni siquiera para comprobar si el sangrado se detuvo. Busca la atención médica de emergencia si el sangrado no se detiene después del segundo intento. - Evita otro sangrado de nariz. No introduzcas los dedos en la nariz ni te suenes. No bajes la cabeza por debajo de la altura del corazón ni levantes nada pesado durante muchas horas.
Puedes aplicar suavemente gel nasal salino (Ayr), ungüento antibiótico (Neosporin) o Vaselina dentro de la nariz, de acuerdo con Mayo Clinic. Los humidificadores o una compresa de hielo sobre el puente de la nariz también pueden ayudar. - Si te sangra otra vez la nariz, intenta de nuevo con los pasos de primeros auxilios. Esta vez, rocía ambos lados de la nariz con un atomizador nasal que contenga oximetazolina. Hazlo después de sonarte la nariz. Luego, presiónala otra vez. Busca ayuda médica si el sangrado no se detiene.
Lo que NO debes hacer en un sangrado nasal
Según HealthLinkBC, lo que NO debes hacer cuando te esté sangrando la nariz, es inclinar tu cabeza hacia atrás (algo que comúnmente todas hacemos), ya que lo único que provocas es que la sangra corra por la parte posterior de la garganta y puedes tragarla.
La sangre ingerida irrita el estómago y puede provocar vómitos. Y los vómitos pueden empeorar el sangrado o hacer que comience de nuevo. Escupe la sangre que se acumule en tu boca y garganta en lugar de tragarla.
Tampoco es recomendable detener el sangrado con un papel ni con otros objetos.
¿Cuándo es necesario acudir al médico?
Llama a un médico si te ocurre lo siguiente.
- Te sangra la nariz a menudo. Posiblemente sea necesario cauterizar un vaso sanguíneo.
- El sangrado no se detuvo en 30 minutos.
- El sangrado es muy denso o prominente.
- Si hay otros síntomas, como mareo, taquicardia o si te sientes débil.
- Te sangra la nariz y estás tomando anticoagulantes. Si estás tomando medicamentos que te vuelven propensa a este tipo de hemorragias, el equipo de atención médica puede cambiar la dosis del medicamento.