El orgasmo tiende a exagerarse en las películas y en las series, incluso en la industria del cine para adultos; es visto como un acontecimiento explosivo y dramático. A su vez, es descrito como “ver fuegos artificiales” o “tocar el cielo con las manos”. Por lo anterior, un orgasmo no debería de ser difícil de identificar. Sin embargo, por estas comparaciones, muchas veces es confuso reconocer si hemos conseguido uno.
Según datos del Instituto Mexicano de Sexología (Inmesex), solo el 43% de las mexicanas ha experimentado un orgasmo.
Recuerda que cada cuerpo y mujer es diferente. Existen orgasmos más intensos y otros menos. Además, no tener orgasmos solamente es un problema cuando tú lo consideras así.
Es una sensación muy subjetiva, no obstante, existen características en común. Si te estás preguntando si has conseguido uno, Nosotras te ayudamos a averiguarlo.
El orgasmo y sus tipos
Es la respuesta fisiológica de máxima tensión sexual, que llega tras el punto álgido de excitación en el cuerpo, lo que produce la liberación del placer de forma repentina. De acuerdo con el portal Healthline, hay 6 tipos de orgasmos y cada uno depende de la parte del cuerpo que esté siendo estimulada.
- Clítoris. Se produce por la constante estimulación del clítoris y se presenta con sensaciones de hormigueo en todo el cuerpo, pero en específico, en el área genital. De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el clítoris posee hasta 8 mil terminaciones nerviosas y es el único órgano destinado al placer en su totalidad.
- Vaginal. Este tipo de orgasmo está acompañado de pulsaciones en las paredes vaginales y, cuando se estimula el llamado punto G, puede desencadenar la eyaculación. Es una sensación intensa.
- Anal. Puede ser una práctica que al principio te intimide o te cohíba, ya que es un tema tabú. Pero con una adecuada higiene y estimulación, puede ser un acto placentero. Dicho orgasmo es explosivo, debido a que el ano y el recto son zonas erógenas que están conectadas a los nervios pudendos y rectales que pueden ayudar a estimular el punto G.
- Combinado o mixto. Cuando se estimulan dos zonas simultáneamente, puede resultar en un orgasmo más intenso que se refleja en todo el cuerpo.
- Erógeno. Consiste en la estimulación de otras partes erógenas del cuerpo como orejas, cuello, pezones, etc. Son orgasmos menos intensos que el de las zonas genitales.
- Convulsionado. Son orgasmos que ocurren generalmente después de un periodo largo de acumulación de tensión sexual. Consiste en las repetidas contracciones de los músculos del suelo pélvico.
Cómo identificarlo
- Los músculos vaginales y del suelo pélvico se contraen.
- Tu frecuencia cardíaca y respiratoria se acelera.
- Rubor sexual u orgásmico (enrojecimiento notorio en cara, cuello y pecho).
- Puede o no haber eyaculación femenina.
- Te sientes relajada y feliz ya que durante el orgasmo se liberan endorfinas, oxitocina y dopamina (hormonas de la felicidad), que te producen relajación y satisfacción (también te puede dar sueño).
- Tu cuerpo se siente sensible.
¿Qué necesitas para llegar a un orgasmo?
Principalmente, es necesario conocer tu cuerpo. Aquí la masturbación adquiere un papel relevante. Recuerda que orgasmo no es solo un proceso físico, también es psicológico; la liberación implica la desinhibición y el dejarse llevar por lo que estás sintiendo. Finalmente, si estás con tu pareja, la clave principal del éxito radica en la comunicación.
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