El Alzheimer es la forma más común de demencia. Se trata de una enfermedad progresiva de las funciones mentales en donde la memoria, pensamiento, comportamiento y habilidades sociales se ven afectados. Estos cambios afectan la capacidad de funcionamiento de una persona, informa la Clínica Mayo.
A pesar de que existen varias investigaciones en torno a ella, el Alzheimer no tiene cura. No obstante, es una enfermedad multifactorial y existen diversas cosas que pueden disminuir el riesgo de padecerla.
Por su parte, expertos de la Facultad de Medicina de la UNAM advierten que, en los últimos años, el número de personas que padecen Alzheimer ha aumentado, y que el número de casos podría triplicarse para 2050. Por ello, te contamos cuáles señales y alertas tempranas podrían estar indicando el inicio de la enfermedad.
Cuáles son los primeros síntomas del Alzheimer
Hay que tener presente que los síntomas del Alzheimer pueden variar de una persona a otra. La Alzheimer´s Association informa que es normal que a medida que envejecemos nuestro cuerpo cambie, por lo tanto, lentitud y problemas ocasionales con la memoria son esperados. En cambio, con la enfermedad de Alzheimer, la pérdida grave de memoria, confusión y progresivo deterioro del cuerpo no es una parte normal del envejecimiento.
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos indica que, clínicamente, el Alzheimer está conformado por varias etapas, y no todas se presentan en las personas de la misma manera.
1. Preclínico
Se caracteriza por la aparición de cambios en el cerebro antes de la aparición de demencia. Investigaciones en torno a esta enfermedad indican que los cambios cerebrales que produce el Alzheimer comienzan años antes de los primeros síntomas. Sin embargo, es importante señalar que no todas las personas con estos cambios cerebrales desarrollan demencia.
2. Leve (etapa temprana)
El síntoma temprano más común del Alzheimer son los problemas relacionados con la memoria. Por ejemplo, repetir preguntas, dificultad para encontrar palabras o recordar nombres, extraviar objetos y perderse o deambular en lugares conocidos.
A su vez, las personas presentan falta de concentración y mal juicio como demorarse más para poder realizar tareas rutinarias (sociales o laborales), cambios de humor, problemas para organizar y planear, y toma de malas decisiones.
Familiares y amigos empiezan a notar las dificultades, pero la persona aún puede valerse por sí misma.
3. Moderado
Según la Alzheimer’s Association, esta es la etapa más prolongada y puede durar muchos años. Se necesitan de mayores cuidados intensivos conforme la enfermedad avanza.
Aquí, los síntomas de la etapa leve se manifiestan con mayor frecuencia e intensidad: las personas se vuelven más olvidadizas tanto así que poco a poco comienzan a excluirse de actividades sociales. Asimismo, presentan problemas con el lenguaje (escritura y el habla) y el sueño.
Actividades como vestirse comienzan a dificultarse y las contracciones musculares ocasionales son evidentes. Además, las alucinaciones, delirios y paranoia aparecen, y en ocasiones, pueden venir acompañadas de arrebatos emocionales inapropiados y comportamientos impulsivos.
4. Grave (etapa tardía)
Las personas durante esta etapa dependen totalmente de otras personas para su cuidado y comunicación.
Son incapaces de comunicarse y, si lo hacen, la comunicación se vuelve difícil. Por ende, las personas con demencia tardía a causa del Alzheimer se comunican a través de gruñidos o gemidos; no tienen conciencia de experiencias pasadas o recientes y no pueden responder a su entorno.
Igualmente, experimentan deterioros en sus capacidades físicas, incluido el controlar movimientos, sentarse, comer, ir al baño, etc. Pueden presentar convulsiones, es evidente el deterioro físico en general y son más susceptibles a infecciones.
Como mencionamos, la enfermedad no tiene cura, pero actualmente hay varios medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) que pueden ayudar a controlar algunos de los síntomas.
Presentar algunos de los síntomas anteriormente mencionados no quiere decir que una persona padezca la enfermedad. Es importante acudir constantemente con un especialista ya que con un diagnóstico temprano de Alzheimer, se podrá decidir las opciones de cuidado y planear y disfrutar de la vida y seres queridos.
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