La sexualidad de las mujeres siempre ha sido un tema tabú, aunque cada vez existen más esfuerzos por desmitificarla. En el siglo pasado se difundió uno de los peores mitos con respecto a ella, y el responsable de dar a conocer esa creencia fue Sigmund Freud.
Hoy en día se sabe que su publicación “Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad” quedó con ideas obsoletas. Por lo que se han llevado a cabo diversos estudios para que este mito no siga afectando a las mujeres aun después de tantos años.
El mito que Freud originó
Freud todavía es reconocido como el padre del psicoanálisis, teoría y práctica de la cual también ya se ha refutado mucho. En el sistema de creencias que Freud sugiere sobre la sexualidad femenina, como explica el sitio Refinery29, propone que los orgasmos del clítoris estaban relacionados con problemas de salud mental.
La propuesta sugiere que Freud creía que estaba bien que las adolescentes se “autosexuaran” hasta alcanzar “orgasmos del clítoris”. Pero cuando la mujer se casaba, al estar con sus maridos, abandonaban este tipo de placer “inmaduro” y, si estaban mentalmente sanas, pasaban al “orgasmo vaginal”, al cual consideraba un placer “maduro”.
Es decir, para Sigmund Freud el único orgasmo “válido” era el vaginal, y se invalidaba por completo el de clítoris en mujeres adultas. De esta manera, era indispensable la presencia de un hombre en su vida sexual.
Psychology Today indica que Freud aseguraba que si las mujeres no tenían orgasmos durante el coito eran fracasos sexuales neuróticos. Concluyó que la mujer, entonces, era neurótica y frígida.
Las mujeres tenían ‘orgasmos falsos’
La consecuencia fueron cientos de mujeres con problemas de intimidad porque tenían dificultades al momento de querer alcanzar el clímax con su pareja en el acto sexual. Al notar que estos problemas no los tenían al masturbarse, se les hizo pensar que sus orgasmos entonces no eran reales, menciona la BBC.
Para 1968 la estadounidense Anne Koedt, en su artículo “El mito del orgasmo vaginal”, postuló la idea de que la alta tasa de “frigidez femenina” de la que hablaba Freud era más bien una alta tasa de ignorancia de los hombres en el tema.
Ahora sabemos que Freud NO tenía razón
Con el paso del tiempo esta teoría se fue cuestionando. La ciencia en general y las mujeres mismas dejaron de estar convencidas sobre esa teoría.
Fue el sexólogo estadounidense Alfred Kinsey una de las primeras figuras que desafió las ideas de Freud sobre la sexualidad femenina, de acuerdo con la BBC. En los años 50, a partir de una investigación, descubrió que la mayoría de las mujeres participantes se masturbaban mediante la estimulación del clítoris; menos del 20% experimentaban con la penetración vaginal y solo porque sentían que debían hacerlo.
Desafortunadamente, las investigaciones de Kinsey fueron muy mal recibidas. Sin embargo, surgieron diversas figuras feministas como Anne Koedt.
Fueron obras como “El punto G y otros descubrimientos recientes sobre la sexualidad humana”, de Alice Kahn Ladas, Beverley Whipple y John Perry, que comenzaron a cambiar el discurso para redescubrir zonas de placer femeninas, aun cuando se tratara de estimulación vaginal.
Con el paso del tiempo se habló y estudió más el tema dejando el tabú de lado. Refinery29 menciona que han llegado estudios que, de manera “oficial”, contradicen definitivamente la teoría de Freud. Uno de esos estudios se publicó en el Journal of Sexual Medicine y en él se examinó si existe o no un vínculo entre el “tipo” de orgasmo (de clítoris y vaginal) y la salud mental.
Los resultados evidenciaron que no había evidencia de una diferencia científica entre un orgasmo de clítoris y uno vaginal. También se demostró que no había un vínculo con la salud mental.
Sin importar lo que haya pensado Freud, el placer de cada mujer se presentará de manera diferente y cada una será libre de explorarlo como más le plazca.
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