Para muchas personas, esta semana las vacaciones se terminaron oficialmente. Para otras todavía hay algunos días de descanso y, en el caso de otras más, de plano ni hubo. Pero los tres grupos pueden tener algo en común: esa sensación de tristeza, pesadez y desánimo porque ya se terminó la temporada de fiestas navideñas.
Todavía nos queda Día de Reyes y, aunque nos queramos aferrar a esa celebración, tenemos que ir aceptando que ya se acabó la temporada de las reuniones familiares, los días tranquilos de trabajo y los maratones de comida.
¿Te ha pasado esto, o has escuchado sobre la tristeza posvacacional o la tristeza posnavideña?
¿Es normal sentirse triste después de las fiestas decembrinas?
De acuerdo con un artículo de Psychology Today, cuando te reintegras a tu vida “normal” después de disfrutar los días de Navidad y Año Nuevo, es posible que sientas cierta melancolía a la actividad a la que muchos descienden. Esto también le pasa a mucha gente cuando regresa de un viaje por sus vacaciones.
Con el intenso nivel de actividad navideña ya detrás de ti, en lugar de que te sientas en paz, el resultado emocional puede no ser deleite sino tristeza. Es posible que te sientas tan vacía como el refrigerador que antes estaba lleno con un festín de comida o la habitación que estaba llena de invitados en la que se hospedaron tus familiares lejanos.
Pero, ¿por qué te sientes triste? Tu cerebro usa el estado de ánimo como entrada a una red de otros pensamientos y estados de ánimo similares. Nuestros cerebros almacenan recuerdos en redes neuronales: conexiones de eventos relacionados o categorías de información. Por ejemplo, uno de los desencadenantes más poderosos para abrir una red de memoria es la emoción (es decir, “¿cómo te sientes?”).
Una emoción específica abre la red que guarda recuerdos de otros momentos en los que tuviste ese mismo sentimiento. Sin embargo, no tienes que quedar atrapada en una red. Puedes caminar deliberadamente por el carril de la memoria, o simplemente puedes sentir que las emociones fluyen a través de ti, como muchas de nosotras cuando escuchamos música.
La tristeza posvacacional
Aunque esta sensación pueda parecer depresión, es más probable que este estado de ánimo sea de pérdida. La mayoría de las personas tienen altos niveles de actividad en el período que va desde que comienzan las posadas hasta el Año Nuevo; y, quienes son muy fans de lo navideño, se emocionan desde que comienzan las ofertas de noviembre.
El punto culminante de emoción, alegría y buen humor puede ser la cena de Nochebuena o la fiesta de Año Nuevo, que se anticipa todo el año. A menudo, la actividad tiene intensos momentos de diversión, deleite o alegría, incluso si toda la experiencia no fue tan buena como en otras ocasiones.
Pero incluso si tus vacaciones fueron más estresantes que divertidas, lo más probable es que hayas tenido mucha actividad: los preparativos, la socialización, los viajes, las visitas familiares: tres o cuatro semanas con mucho qué hacer.
Entonces, de repente, se acabó. Está hecho. De la noche a la mañana, pierdes la sensación de emoción, pierdes las actividades que llenan tu tiempo, pierdes la participación con otras personas. Los momentos tan esperados (o temidos) están hechos.
Sentir la pérdida al final de las vacaciones puede abrir la red de memoria de otras pérdidas: otros momentos en los que te sentiste sola o despojada, triste o sin compañía.
Durante estos días es normal sentir falta de motivación, ansiedad, estrés, irritabilidad, problemas para dormir o preocupaciones relacionadas con el dinero, dice el portal Verywell Mind; estos son signos de la tristeza posvacacional.
Consejos para sentirte mejor
De acuerdo a Verywell Mind, debes darte más tiempo. Eso significa darse tiempo adicional para todo, desde desempacar si saliste de viaje hasta ponerse al día con el correo. Programa uno o dos días como tiempo de recuperación. Úsalo como un amortiguador antes de volver a la rutina habitual. No quieras empezar “con todo” en la oficina como si no hubiera pasado nada.
Cambia tu estado de ánimo limitando las redes sociales; habla con la gente por teléfono o en persona.
También puedes hacer ejercicio; la Clínica Cleveland dice que te sentirás más feliz y obtendrás esas endorfinas saliendo a caminar, por ejemplo. Además, está comprobando que los espacios verdes aumentan nuestra sensación de bienestar.
Por otro lado, debes comer más balanceado y dormir lo suficiente (es muy probable que te hayas desvelado bastante recientemente).
Justo ahora tal vez no es muy buena idea ver un drama súper intenso en la televisión, sino puedes empezar una serie de comedia o ver una película divertida.
Sin embargo, más allá de los hábitos saludables o ser amable contigo misma, dependiendo de tu contexto específico no descartes la posibilidad de buscar ayuda si estás pasando por un mal momento.