Los estigmas y mitos que existen sobre la cesárea

“El parto debe ser natural” es una frase que comúnmente se escucha al discutir la posibilidad de recurrir al procedimiento médico conocido como cesárea. Debido a esto, muchas mujeres y personas gestantes llegan con su médico con miedo o vergüenza ante la idea de dar a luz de esta manera. Sin embargo, existen muchos casos en que la cesárea puede ser la única manera segura de tener al bebé; a veces estas cirugías son necesarias y salvan vidas.

Como explica Standford Medicine Children’s Health, el parto por cesárea es una incisión quirúrgica sobre la piel y en el útero de la región baja del abdomen de la mamá. La incisión puede ser vertical u horizontal. Este procedimiento se determina tomando en cuenta la seguridad de la mamá y el bebé. Generalmente, entre los motivos para realizar un parto por cesárea están las complicaciones médicas, la posición anormal del bebé o la frecuencia cardíaca anormal del bebé dentro del útero, por mencionar algunos.

Los estigmas y mitos que existen sobre la cesárea

Mucho se habla de los riesgos de practicar el parto por cesárea o se invalida su existencia. Por eso te contamos algunos mitos y estigmas que giran en torno al parto por cesárea.

Estigma: el parto vaginal es la manera correcta de dar a la luz

Quizá para cualquier mujer que esté a punto de ser madre, le sea difícil escapar de este estigmatizado sentimiento sobre la maternidad. La doctora Lauren Messinger, en un artículo para el Colegio Estadounidense de Obstétras y Ginecólogos, deja claro que traer a un bebé al mundo ya es algo natural, independientemente del tipo de parto que se haya realizado.

Las mujeres no pueden cambiar la forma de su cuerpo, no pueden cambiar la ubicación de la placenta, la forma de la pelvis o la capacidad de dilatación del cuello uterino. No es su culpa, todo se reduce a las circunstancias de la salud de la mamá y del bebé.

La cesárea NO es una manera incorrecta de tener un bebé.

Mito: una vez cesárea, todos los partos tendrán que ser igual

Falso. El parto dependerá de las condiciones en las que se encuentren la madre y el bebé; si son favorables y no hay mayor complicación, el parto vaginal puede ser propicio y menos riesgoso, aun así se haya experimentado antes el parto por cesárea, como explica HealthShots.

Mito: la lactancia materna no se puede iniciar después de una cesárea

Falso. Las mujeres, independientemente del tipo de parto, pueden estar listas para comenzar a amamantar de manera inmediata al recién nacido.

Foto: Unsplash. Luiza Braun.

Estigma: las cesáreas son más ‘fáciles’ que el parto vaginal

Los dos métodos tienen riesgos potenciales y cuidados que deben tomarse en cuenta. Corresponde a los especialistas de la salud recomendar la mejor opción para cada quién.

Por ejemplo, el parto vaginal se asocia con mayor estrés, problemas de la vejiga e incontinencia. Mientras tanto, de acuerdo con la plataforma Verywell Family, la cesárea puede ser más dolorosa en la recuperación y es posible que el bebé requiera oxígeno en sus primeras horas de vida.

La cesárea, al ser una cirugía abdominal, requiere un tiempo de recuperación, como cualquier otra. No es la “opción fácil”.

Mito: está bien tener varias cesáreas

Sí existe riesgo a partir de la tercera o cuarta intervención, indica el Hospital Universitario de Loma Linda (California, EU). Las cesáreas en intervalos seguidos pueden aumentar la probabilidad de presentar placenta accreta, una afección grave del embarazo que ocurre cuando los vasos sanguíneos y otras partes de la placenta crecen a través de la cicatriz de la cesárea anterior y las estructuras cercanas.

Mito: el sangrado posparto es menor después de una cesárea

Falso. Sea cual sea el tipo de procedimiento de tu parto, no afecta a tu sangrado vaginal posparto.

Mito: no hay depresión posparto tras una cesárea

Falso. Los cambios en los niveles hormonales ocurrirán por igual, haya sido parto vaginal o por cesárea. La tristeza posparto es normal, pero siempre puedes recibir asesoramiento también en materia de tu salud mental.

Hay que ser más empáticos y mejorar el apoyo a las mujeres que ya tienen hijos o que estén próximas a iniciar en la maternidad, librándonos de la idea de cómo es mejor que nazcan los bebés. Las madres merecen sentir satisfacción con su experiencia respecto al parto, cuidar su salud y enorgullecerse de escuchar por primera vez el llanto de su bebé.

Foto principal: Imagen de serhii_bobyk en Freepik

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